Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Somos recuerdos
Alguna vez se han parado a pensar que realmente somos RECUERDOS. Sí, recuerdos, puesto que
siempre están en nuestra mente los momentos felices de nuestra niñez. Los juegos en la calle con
los vecinos, los bocadillos, los recreos del colegio. Al igual, que siempre sonreímos al recordar
nuestro primer novio o novia, nuestro primer viaje con los compañeros y amigos, nuestro primer
año de universidad, nuestro examen de conducir, y así podríamos poner una largo etcétera puesto
que todo nuestro YO son recuerdos.
Desgraciadamente, hoy en día, tenemos todos más o menos cerca a alguien que sufre la temerosa
enfermedad del Alzheimer.
El Alzheimer es una enfermedad, muy delicada, dolorosa y difícil de tratar y llevar tanto por parte
del paciente como por parte de sus familiares.
El Alzheimer, es una enfermedad que afecta más a las mujeres que a los hombres. Además,
podemos mencionar que la herencia es un factor de importancia, como lo son también los
factores adquiridos por problemas vasculares, tóxicos y metabólicos.
Una vez declarada la enfermedad, la atención y la memoria están muy alteradas, los olvidos son
grandes, la desorientación de tiempo y espacio es precoz y constante y el enfermo se suele perder
en los sitios habitualmente bien conocidos por él.
La afectividad se conserva relativamente por largo tiempo, el paciente hace un esfuerzo por
comprender, se irrita cuando no encuentra las palabras, expresa su alegría por la visita de un
familiar; pero progresivamente se van acentuando los estados de cólera, irritación, explosiones de
humor, impaciencia, y necesidad de moverse sin cesar. Las actividades propiciadas por los
terapeutas cognitivos se basan en estudios que demuestran que se producen cambios en el
cerebro con el ejercicio de funciones cognitivas.
También se les enseñan técnicas de relajación, observándose que tanto la ejercitación como la
relajación contribuyen a lograr efectos benéficos.
Como conclusión, podemos decir que el Alzheimer es una pérdida masiva de células, provocando
por tanto un cambio radical en la constitución del cerebro. La corteza se encoge, dañando las
áreas del cerebro usadas para pensar, planear y recordar. Encogimiento especialmente severo en
el hipocampo, área que juega un papel fundamental en la formación de nuevos recuerdos. Los
ventrículos se vuelven más grandes.
De entre las patologías ligadas al envejecimiento, y para las que la edad supone un factor de riesgo
a considerar, o dicho de otro modo, son más frecuentes conforme la edad es mayor, se encuentra
la enfermedad del Alzheimer, la cual genera incapacidad tanto a nivel físico como psicológico, y
social, lo que a medida que se desarrolla el síndrome se traduce en una creciente dependencia del
enfermo respecto de la persona que le cuida, y que termina por causar la muerte al enfermo, sin
que hasta el momento exista curación.
Una vez más, esta enfermedad nos recuerda que aprovechemos al máximo nuestro tiempo,
nuestros recuerdos y a nuestros seres queridos, ya que un día al despertar podemos dejar de
tenerlos en la mente aunque estén físicamente con nosotros.