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Asignatura Medicina II

VIII Ciclo de Estudios Semestre Académico 2022-II

Informe 55: "Reumatismo de Tejidos Blandos: Definición


bursitis, tendinitis, tenosinovitis, (hombro y codo doloroso).
Etiología, Sintomatología, Diagnóstico, Tratamiento,
Pronóstico, Rehabilitación."

Alumnos Código
Chero Gallo Yenifer Alezandra 2017222244
Delgado Rojas Alexia Delgado 2017222285
Morán Zapata Massiell Fransheska 2018218033
Ruiz Ríos Ruth Milagros 2018220137
Tenorio Sánchez Christian Jhoel 2018218131

Grupo
M23
Docente

Dr. Carlos Farroñay Cumpa

Chiclayo – Perú

2022
INTRODUCCIÓN

reumatismo de tejidos blandos es una causa frecuente de consultas en


Medicina Interna y Reumatología; genera ausentismo laboral y cada vez son
más los casos que se declaran como enfermedad ocupacional, tanto en países
desarrollados como en vías de desarrollo. Generalmente es causado por
microtraumas agudos o crónicos, cuya causa habitual es el abuso de
movimientos repetitivos y posturas forzadas sobre tendones, entesis y bursas,
durante ciertas actividades laborales y recreativas, sin embargo, pueden ser
manifestaciones prodrómicas de algunas enfermedades sistémicas, metabólicas e
inflamatorias como la diabetes mellitus, hipotiroidismo, artritis reumatoide, LES y
miopatías inflamatorias. El impacto epidemiológico y las consecuencias
socioeconómicas del reumatismo de tejidos blandos es significativo; se estima que su
prevalencia varía entre el 3 y el 15% y, obviamente supera las artritis propiamente
dichas (AR, LES). Lamentablemente los recursos asignados para la investigación y
difusión del conocimiento de estas enfermedades son muy escasos; no obstante
el interés de la comunidad médica acerca de estas afecciones es cada vez mayor,
hecho que redunda en la calidad de atención de los pacientes, con la consecuente
disminución de sufrimiento, discapacidad y pérdidas socioeconómicas personales y
laborales.
BURSITIS

La bursitis es un trastorno doloroso que afecta las pequeñas bolsas rellenas de líquido
(bolsas sinoviales) que proporcionan amortiguación a los huesos, tendones y
músculos alrededor de las articulaciones. La bursitis ocurre cuando estas bolsas se
inflaman.

La bursitis ocurre con más frecuencia en el hombro, el codo y la cadera. Pero también
ocurre alrededor de la rodilla, el talón y la base del dedo gordo del pie. La bursitis
muchas veces aparece en articulaciones que realizan movimientos repetitivos de
forma frecuente.

Por lo general, el tratamiento implica descansar la articulación afectada y protegerla


de más traumatismos. En la mayoría de los casos, el dolor de la bursitis desaparece
en unas semanas con tratamiento adecuado, pero son frecuentes las exacerbaciones
de bursitis recurrentes.
TENDINITIS

La tendinitis es la inflamación o la irritación


de un tendón, las cuerdas fibrosas que
unen el músculo al hueso. Este trastorno
causa dolor y sensibilidad justo afuera de la
articulación.

Si bien la tendinitis puede ocurrir en


cualquiera de los tendones, es más
frecuente alrededor de los hombros, los
codos, las muñecas, las rodillas y los
talones.

Algunos nombres frecuentes de los distintos problemas relacionados con la tendinitis


son los siguientes:

• Codo de tenista

• Codo de golfista

• Hombro de lanzador

• Hombro de nadador

• Rodilla de saltador

La mayoría de los casos de tendinitis se pueden tratar eficazmente con reposo,


fisioterapia y medicamentos para reducir el dolor. En caso de que la tendinitis sea
grave y ocasione la rotura de un tendón, probablemente necesites una cirugía.Los
signos y síntomas de la tendinitis suelen ocurrir en el punto en donde el tendón se
adhiere a un hueso y, generalmente, comprenden lo siguiente:

• Dolor que, por lo general, se describe como un dolor sordo,


especialmente, cuando se mueve la extremidad o la articulación afectada

• Sensibilidad

• Hinchazón leve

En cualquiera de sus versiones (codo de tenista, codo de golfista o codo de


escalador).Se caracteriza por un dolor localizado en el codo que se irradia
posteriormente al antebrazo, llegando en estos casos a impedir coger objetos con la
mano u ofrecer resistencia con la misma.Entre ellas encontramos el “codo de tenista”
también llamada epicondilitis o epicondilalgia y el “codo de golfista”, epitrocleitis o
epitroclealgia.
TENOSINOVITIS

La vaina del tendón es una capa fina que permite el deslizamiento de los tejidos
tendinosos, de diferentes partes del cuerpo. Las vainas generalmente se localizan en
las zonas de las manos y los pies, por donde contacta el tendón con los huesos. Y es
justo esta vaina la que se inflama cuando aparece la tenosinovitis.
Al ser una patología que produce lesiones en las zonas articulares, el principal
síntoma que produce en el dolor y la inflamación. Además, podemos encontrar que la
persona presenta dificultades para mover el área.

Generalmente la mano y la muñeca son las zonas del cuerpo más afectadas por este
tip Tendinitis aquílea o de lesión, la cual es conocida como tenosinovitis de Quervain

La tendinitis aquílea (fig. 2) o del talón es la lesión inflamatoria o irritativa del tendón
de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón.
Fig. 2. Tendinitis aquílea

Hay 2 grandes músculos en la pantorrilla: el gastrocnemio (gemelos) y el sóleo. Estos


músculos generan suficiente energía como para levantarse con los pies y ponerse de
puntillas sobre los dedos de los pies. Son músculos importantes para caminar.

Este gran tendón se inflama, sobre todo, como resultado del sobreesfuerzo o la artritis,
aunque su inflamación también puede estar asociada con traumatismos e infección.

La tendinitis por sobreuso es más frecuente en individuos jóvenes y suele ocurrir en


caminantes, corredores y otros atletas, especialmente en deportes como el
baloncesto, donde los saltos representan una gran tensión para este tendón.

La tendinitis por artritis es más frecuente en la edad adulta y entre los ancianos. Con
frecuencia la artritis causa crecimientos óseos alrededor de las articulaciones y si esto
ocurre en el talón, alrededor de la zona de fijación del tendón de Aquiles al hueso,
puede aparecer dolor e inflamación.

Diagnóstico

Entre los síntomas de la tendinitis aquílea se encuentra el dolor en la zona afectada al


caminar o al correr. Habitualmente el tendón es doloroso al tacto y la piel que lo
recubre suele estar hinchada y caliente. Este tipo de tendinitis predispone a la rotura
del tendón. Cuando pasa esto, el paciente normalmente refiere un dolor agudo, súbito
e intenso, como si le hubieran golpeado el talón con un palo.

En la exploración física suele encontrarse sensibilidad a la palpación a lo largo del


tendón y dolor en la zona cuando el paciente se pone de puntillas. Las radiografías
simples pueden ayudar a identificar una artritis y la resonancia magnética identificará
la inflamación del tendón.

Tratamiento

El tratamiento inicial de la tendinitis aquílea se basa en el empleo de fármacos


antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como ácido acetilsalicílico e ibuprofeno, y
fisioterapia para estirar la unidad musculotendinosa y fortalecer los músculos de la
pantorrilla. Es necesaria la limitación de cualquier actividad que desencadene el dolor.
En ocasiones hay que emplear una férula, un botín u otra prótesis similar, para
inmovilizar el talón y permitir la reducción de la inflamación.

Si el tratamiento conservador no mejora los síntomas, puede ser necesaria la cirugía


para extirpar el tejido inflamado de alrededor del tendón o cualquier zona del tendón
que se haya vuelto anormal.

Pronóstico y complicaciones
Habitualmente la terapia conservadora es eficaz para la mejoría de los síntomas,
aunque pueden volver a aparecer si no se limita la actividad que los desencadena o
no se mantienen la fortaleza y la flexibilidad del tendón.

Cuando es necesaria, la cirugía ha demostrado ser muy efectiva para mejorar los
síntomas dolorosos. Sin embargo, si el dolor no mejora con el tratamiento y se
mantiene una actividad vigorosa, el tendón puede sufrir una rotura total. Esto ocurre
porque el tendón inflamado es anormalmente débil. La reparación quirúrgica también
es necesaria en este caso, pero es más difícil porque el tendón ya es anormal.

Prevención

La prevención es muy importante en esta enfermedad. El mantenimiento del


estiramiento y la flexibilidad de los músculos de la pantorrilla reducirán el riesgo de
tendinitis. El sobreuso de un tendón de Aquiles débil o rígido es casi una garantía para
la tendinitis.

Tendinitis del hombro

La tendinitis del hombro (fig. 3) es la inflamación, irritación e hinchazón de los


tendones de los músculos del manguito de los rotadores del hombro. También se
conoce como hombro del nadador, hombro del pitcher (lanzador en el juego del
béisbol) u hombro de tenista.

Fig. 3. Tendinitis del hombro

El hombro es una articulación de tipo «pelota y cesta», en la que la cabeza del húmero
(pelota) forma una articulación con el hueso de la escápula (cesta). El manguito de los
rotadores mantiene la cabeza del húmero contra la escápula.

La inflamación de los tendones del hombro suele ocurrir en los deportes que requieren
que el brazo se mueva por encima de la cabeza de forma repetida, como el tenis, el
béisbol (sobre todo en el caso del lanzador) y el levantamiento de pesos por encima
de la cabeza. La inflamación crónica o los traumatismos pueden producir el desgarro
de alguno de los tendones del manguito de los rotadores.

Los principales factores de riesgo son una edad superior a los 40 años y la
participación en deportes o ejercicios que requieran la movilización repetitiva del brazo
por encima de la cabeza.

Diagnóstico

Los síntomas que identifican este tipo de tendinitis son el dolor asociado con el
movimiento del brazo, el dolor nocturno en el hombro, especialmente cuando se
descansa sobre el hombro afectado, falta de fuerza cuando se levanta el brazo por
encima de la cabeza y el dolor con las actividades que precisan de le elevación del
brazo por encima de la cabeza como secarse el pelo, coger objetos de estantes altos,
etc.

La exploración física revelará sensibilidad a la palpación del hombro y dolor con la


elevación del brazo. Asimismo, puede detectarse falta de fuerza cuando el hombro se
coloca en determinadas posiciones.

Las radiografías del hombro pueden mostrar un osteofito y la resonancia magnética


puede mostrar inflamación en el manguito de los rotadores, así como el desgarro o la
rotura del tendón.

Tratamiento

La primera medida para tratar este tipo de tendinitis es el reposo y la evitación de las
actividades que han causado el problema y que desencadenan el dolor.

Las bolsas de hielo y los antiinflamatorios no esteroideos ayudarán a reducir la


inflamación y el dolor.

La fisioterapia es precisa para fortalecer los músculos del manguito de los rotadores.
Si persiste el dolor durante la fisioterapia, la inyección de corticoides puede reducir el
dolor y la inflamación en una medida suficiente como para permitir un tratamiento
efectivo.

Si esta tendinitis se acompaña de una rotura completa o si los síntomas persisten a


pesar de la terapia conservadora, puede ser necesaria la cirugía. En estos casos, la
cirugía artroscópica del hombro suele ser el procedimiento de elección.

La prevención de este tipo de tendinitis se basa en evitar los movimientos repetitivos


del brazo por encima de la cabeza y en el fortalecimiento de todos los grupos
musculares del hombro.
Pronóstico y complicaciones

La mayoría de pacientes se recuperan totalmente después de una terapia combinada


de medicación, fisioterapia e inyecciones de corticoides. La presencia de un desgarro
limita el pronóstico en función de su tamaño y duración. La edad del paciente también
limita la completa recuperación de la movilidad del hombro.

Las principales complicaciones de este tipo de tendinitis son la bursitis, o inflamación


de la bursa elástica que suele acompañar a los tendones para su correcto
deslizamiento; la rotura completa del tendón y el fallo del tratamiento para mejorar los
síntomas.

Tendinitis del codo

La tendinitis del codo (fig. 4), también denominada bursitis epitroclear, epicondilitis
lateral o codo de tenista, consiste en la inflamación y el dolor en la cara lateral externa
del brazo, alrededor del codo. Puede haber un desgarro parcial de las fibras del
tendón, que conectan el músculo al hueso en o cerca de su punto de origen en el
exterior del codo.

Fig. 4. Tendinitis del codo

La lesión está causada por el giro repetitivo de la muñeca o el antebrazo. Este tipo de
lesión se asocia clásicamente con los jugadores de tenis, de ahí su nombre de «codo
de tenista», pero cualquier actividad que implique el giro repetitivo de la muñeca,
como el uso de un destornillador, puede producir una epicondilitis lateral.

Diagnóstico

Los síntomas típicos son la presencia de un dolor en la zona del codo que empeora
gradualmente, que irradia desde la cara exterior del codo hacia el antebrazo y el dorso
de la mano cuando se agarra algo o se gira la muñeca, y pérdida de fuerza en los
movimientos de prensión de la mano.
En la mayoría de ocasiones el diagnóstico se realiza a partir de los síntomas clínicos,
puesto que las radiografías suelen ser normales. Con frecuencia se puede despertar
dolor a la palpación del tendón a la altura de la articulación del codo, en particular en
su cara exterior.

También puede desencadenarse dolor junto al codo a la extensión de la muñeca


(como cuando se acelera con una motocicleta) contra resistencia.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es el alivio del dolor y la reducción de la inflamación. Para


ello pueden emplearse fármacos antiinflamatorios no esteroideos, la inyección local de
cortisona y un anestésico local en el interior de la zona afectada, la inmovilización del
antebrazo y el codo con una férula durante 2-3 semanas, la aplicación de calor y la
fisioterapia.

Para prevenir la recurrencia de la lesión, hay que llevar la férula durante las
actividades que desencadenan el dolor o hay que modificar estas actividades. Si
persiste el dolor a pesar de la terapia conservadora, suele ser necesaria la cirugía.

La prevención del codo de tenista pasa por el mantenimiento de la fortaleza y la


flexibilidad de los músculos del antebrazo y la evitación de los movimientos repetitivos.
Si la flexión y la extensión del codo son dolorosas, hay que inmovilizar la articulación.
La aplicación de una bolsa de hielo en la zona exterior del codo después de un
movimiento repetitivo suele ayudar a aliviar los síntomas.
BIBLIOGRAFÍA

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