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Eduard Figueroa. 1-19-9090.

Investigar y analizar las Garantías.


¿Qué es la garantía?
Son los Medios jurídicos que permiten asegurar al acreedor contra
el riesgo de insolvencia de su deudor; en este sentido
La importancia fundamental de las garantías reposa en la distinción
entre créditos quirografarios y los acreedores con provisión de
garantías:
Un acreedor quirografario es aquel que tiene como garantía la prenda
común de los bienes del deudor. Es el que no tiene ninguna garantía
especial para el cobro de su crédito. El acreedor quirografario se
contrapone al acreedor provisto de garantía.
La garantía es una herramienta en la que, dentro de un contrato, una
de las partes se compromete a proteger los derechos que la otra parte
adquirió al efectuar ese contrato, siendo el responsable de satisfacer los
posibles daños o perjuicios que se le hayan causado por incumplirlo.
Utilidad de la garantía
En muchas ocasiones, sobre todo en contratos u operaciones de
compraventa, siempre existe la posibilidad de que alguna de las
condiciones no se cumpla, o alguna de las partes rompa su
compromiso, lo cual puede suponer un grave problema para el otro
afectado.

Se considera que, para el correcto funcionamiento de los mercados, la


garantía es un elemento esencial que permite a los consumidores
gozar de la seguridad necesaria para realizar determinadas
transacciones.
Esto se ve más claro con un ejemplo; imaginemos que una persona va a
comprar un teclado para su ordenador cuyo precio sea de 10 euros, y
cuando va a la tienda no existe ninguna garantía en caso de que el
producto tenga algún defecto de fábrica que impida su uso.
Si ninguno de los teclados del mercado tuviera garantía, es posible que
el comprador termine gastándose esos 10 euros, ya que no le
supondrán un desembolso muy elevado y podría permitirse comprar
otro en caso de que el primero salga defectuoso.

Este mismo ejemplo no se traslada a un caso donde el comprador vaya


a comprar un coche de segunda mano, ya que estamos hablando de
cantidades muy elevadas para las que, normalmente, se solicitan
préstamos o financiaciones a la hora de conseguir las cuantías. Si no
existe una garantía a la hora de comprar el coche,
prácticamente ningún ciudadano asumiría el riesgo de gastarse tanto
dinero, ya que, de salir defectuoso, no tendría opción de repararlo o
cambiarlo por otro, por lo que es inviable para la gran mayoría de la
población.

Cómo funciona
1. El comprador y el vendedor acuerdan los términos del contrato. El
comprador acuerda entregar al vendedor una garantía de pago directo
para asegurar el pago.
2. El comprador solicitará entonces la emisión de la garantía a su
banco. El banco del comprador emite la garantía solicitada con base en
la información del contrato entre el comprador y el vendedor. El banco
del comprador presenta entonces la garantía directamente al vendedor
como un documento original en papel (3) o de manera electrónica, a
través de la "oficina de correos" de un banco corresponsal.
3. El comprador y el vendedor están listos para comenzar a comerciar.

2. Clasificación de las garantías.


Tipos de garantía
La garantía es un término muy amplio, que se aplica de manera
diferente en función del producto, bien, activo o derecho que esté
protegiendo. Vamos a ver las garantías más habituales y utilizadas
actualmente.
Garantía personal
En ella, un avalista presenta un compromiso de pago por si se da el
caso de que el deudor no hace frente a su obligación de pago, lo cual
provocaría que esta tercera persona se haga responsable de la deuda,
ya sea con sus bienes presentes o futuros. Es posible que haya uno o
más avalistas en la deuda, y estos pueden ser tanto personas físicas
como jurídicas. Los avalistas pueden tener responsabilidad subsidiaria
(solo se harán cargo de la deuda en el momento en el que llegue su
vencimiento y el deudor principal no pague) o solidaria (se puede exigir
el pago a cualquiera de los avalistas sin que el deudor se declare
fallido).
Garantía real
A diferencia de la garantía personal, en este caso se utilizan activos
para que funcionen como garantía de pago. La más habitual es la
garantía hipotecaria, donde se utilizan activos para que funcionen como
garantía en caso de que el deudor no pague la hipoteca (viviendas
habituales, segundas residencias, locales comerciales, naves, entre
otros). También existe otro tipo de garantía real en el que se ofrecen
bienes muebles como mobiliario o maquinaria, o bien derechos como
acciones, contratos de venta, depósitos o saldo de cuentas corrientes.
Garantía constitucional
La garantía constitucional se utiliza para proteger los derechos
constitucionales de las personas, en caso de que estén sumidas en
algún proceso judicial. Para casos en los que algún ciudadano se ve
involucrado en algún procedimiento de este tipo, como una
investigación por haber cometido un acto delictivo, esta garantía
asegura que los derechos del investigado serán respetados en todo
momento.
Garantía de compra
En la compra de productos se utiliza la garantía de compra para
asegurar que el vendedor es el responsable de cualquier desperfecto de
fábrica que tenga el bien, encargándose de cambiarlo por uno nuevo o
repararlo. Normalmente, este tipo de garantías tienen un límite
bastante corto (1 o 2 años, habitualmente), y para poder reclamar es
necesario que se presente algún documento que justifique la compra y
su consecuente garantía. A su vez, podemos dividir esta garantía en dos
tipos:
Garantía legal
Por ley, todos aquellos productos vendidos a los que se les aplique el
régimen de garantías tendrán que gozar de un derecho de devolución,
reparación, resolución del contrato y rebaja del precio. Esto quiere decir
que, durante el plazo que dure la garantía, será el vendedor el que
cubra todos los defectos de fábrica que pueda tener el producto. Para
los productos nuevos este plazo es de dos años, mientras que para los
productos de segunda mano la garantía dura un año. Además, también
es posible pactar un periodo de garantía con el vendedor, que puede
tener una duración mínima de 1 año y máxima de 2 años.
Garantía comercial
Es una garantía adicional a la garantía legal, la cual se aplica de
manera opcional y por voluntad del vendedor. Nunca puede ser un
sustitutivo de la garantía legal, solamente una mejora de las
condiciones de la misma, y debe ser formalizada a petición del
consumidor por escrito para que exista un justificante en caso de
necesitarla.
La garantía funciona como un colchón que permite a los beneficiarios
evitar este tipo de riesgos, aumentando notablemente la seguridad de
las operaciones y facilitando la compraventa en los mercados, así que
atención a las garantías que te ofrecen dependiendo del producto que
busques.
4. La fianza. Concepto.
La fianza es un tipo de garantía que trata de asegurar el cumplimiento
de una obligación (deuda).
Es decir, las fianzas son una especie de seguro por si existen impagos o
desperfectos, por ejemplo, al pago de un alquiler, depósito o crédito.
Mediante esta modalidad, una persona (fiador) se compromete al pago
de una deuda en favor de un tercero, que podrá hacer uso de la fianza
en caso de fallo o incumplimiento de la obligación por parte del deudor.
Las fianzas se utilizan en operaciones económicas como herramienta de
confianza entre las partes de una transacción. De esta manera, es
posible delegar fiabilidad en los pagos y reducir riesgos.
El contrato de fianza es un contrato consensual, unilateral, a título
oneroso, es un negocio jurídico accesorio, que supone la existencia de
una deuda principal que haya que garantizar.
Ejemplo de fianza
Imagina que vas a alquilar un piso. Eres estudiante y necesitas un piso
para ir a una ciudad a estudiar en la universidad.
Tras mirar muchos pisos, finalmente decides uno. Dependiendo de si
quién lo alquila es particular o profesional, la fianza puede cambiar.
También depende de la zona y de la seguridad jurídica. No obstante, lo
normal es que una vez decidas que vas a alquilar ese piso y llegues a un
acuerdo, tengas que pagar un mes o dos meses de alquiler en concepto
de fianza.
¿Qué consigue con esto la persona que lo alquila (el arrendador)?
Consigue reducir el riesgo de impago. Ya que si hay impago se queda
con la fianza. Y, además, si hay desperfectos puede no devolver la
fianza. Por ejemplo, si rompemos una puerta por un uso inadecuado de
la misma, puede que el arrendador descuente el coste de reparación de
la fianza.
Lo anterior, ya que la fianza se devuelve una vez finaliza el contrato.
5. La fianza Voluntaria, Legal y judicial.
La fianza voluntaria, por contraposición a la fianza legal o judicial, es
aquella que se constituye por un acuerdo entre las partes, por ello
también es conocida con el nombre de convencional. Este contrato de
fianza puede derivar de un acuerdo entre el acreedor y el deudor, en
base al cual el primero exija al segundo le presente un fiador con
capacidad para obligarse y bienes bastantes para cubrir el importe de la
deuda; o bien, de un convenio entre el fiador y el acreedor, incluso al
margen de la voluntad del fiador, pues no debe olvidarse que es posible
la constitución de la fianza con desconocimiento, e incluso, oposición
del deudor principal garantizado.
Fianza Legal: Es aquella que se exige por la ley. Por ejemplo, antes de
desempeñar funciones o cargos públicos.
Fianza Judicial: Es aquella es exigida por sentencia judicial. Por
ejemplo, para sustituir una medida cautelar personal.
Es la modalidad de fianza que se contrapone a la fianza convencional o
voluntaria.
Se trata de la fianza que, por estar prevista en alguna disposición legal,
otorga al acreedor beneficiario de la misma el derecho de exigir
su constitución por el deudor. En un plano equivalente se encuentra la
llamada fianza judicial, que es la procedente cuando así lo ha dispuesto
la autoridad judicial mediante la correspondiente providencia. En
ambas clases de fianza, no obstante, habrá de celebrarse el
correspondiente contrato de fianza entre fiador y acreedor. Pero, así
como cabe que la fianza legal pueda constituirse como fianza simple, es
claro que en la fianza de origen judicial el fiador no gozará del beneficio
de excusión ya que el deudor principal, por estar sujeto
al procedimiento de apremio, invalida tal beneficio.

6. Formación de la fianza.
Primero se forma el acuerdo mutuo y voluntario entre las dos partes, se
celebra el contrato de fianza y se prosigue con los siguientes elementos:
FORMACION DE LA FIANZA

EL CONOCIMIENTO DEL FIADOR DEBE SER EXPRESO. - El contrato


de fianza propiamente dicho se concluye únicamente entre el acreedor y
el fiador. El contrato de fianza es un contrato consensual. No obstante,
cabría dudar de ello: “La fianza no se presume; debe ser expresa y no
cabe extenderla más allá de los límites en que fue contraída”. Significa
que el juez no puede deducir de las circunstancias de la causa una
voluntad tácita de afianzar. Y es que el peligro que corre el fiador es
grande: “Dada la fianza, acecha la desgracia”, se leía sobre una
inscripción votiva del templo Delfos; peligro tanto más temible por cuanto
el fiador, por no tener que desembolsar nada en el momento de su
compromiso, se engaña fácilmente acerca del alcance de su obligación.

CAPACIDAD DEL FIADOR. - Actualmente, la capacidad para salir fiador


es, la capacidad de derecho común. La fianza es un acto que no puede
cumplir el tutor por cuenta del pupilo.

SOLVENCIA Y DOMICILIO DEL FIADOR. REEMPLAZO DEL FIADOR


POR UNA GARANTIA REAL. - Una persona que no reuniera ciertos
requisitos, sobre todo el de solvencia, resultaría un fiador ineficaz. Sin
embargo, no necesita tales requisitos, cuando la fianza sea voluntaria; es
decir, cuando el acreedor haya pedido un fiador al deudor y lo haya
obtenido. No sucede igual cuando la fianza es legal o judicial. El deudor
constreñido a procurarse un fiador no trata sobre ese asunto con el
acreedor, y éste no elige al fiador. Así pues, el legislador debe precisar, en
tal situación las cualidades que deben presentar una persona para estar
en condiciones para desempeñar el papel de fiador.

Una vez aceptado el contrato de fianza por el acreedor o beneficiario,


dicho contrato quedara vigente por el tiempo expresamente indicado,
aun cuando los honorarios o prima a que tiene derecho el fiador o
Asegurador no hayan sido pagados; o hasta el cumplimiento por parte
del deudor o afianzado de las obligaciones asumidas, si se produjeren
en menor tiempo.
Los honorarios pagados por la expedición de la fianza (prima), se
considerarán consumidos desde el momento de la asunción del riesgo
por parte del Asegurador o fiador y en consecuencia no habrá
devolución por ningún concepto, a no ser que el afianzado pueda
demostrar documentalmente que el objeto o proyecto que dio origen al
requisito contractual de emisión de fianza, quedó nulo o sin efecto.
a) Cuando el deudor o afianzado hubiere sido descargado, bien en la
instrucción escrita o bien por sentencia del Juez competente. b) Cuando
se hubiere comenzado a ejecutar contra el deudor o afianzado la
sentencia recaída contra él, por la infracción de que es inculpado y que
consta en el documento de fianza. c) Cuando estando en libertad
provisional es nuevamente detenido por una causa distinta, y d) En
caso de muerte del deudor o afianzado.
En caso de incumplimiento de las obligaciones afianzadas, los
requerimientos serán hechos por el acreedor o afianzado, de
conformidad con las disposiciones de esta ley y los procedimientos
establecidos por el Código Civil.
Cuando un afianzado judicial no compareciere ante el Juez o Tribunal
competente, dentro de los plazos legales fijados, dicho Juez o Tribunal
deberá, antes de proceder a ejecutar la garantía otorgada, notificar al
Asegurador la no comparecencia del afianzado y el ministerio publico
ordenara ya sea de oficio o a petición del Asegurador, las providencias
que a su juicio fueren conducentes a la obtención de la comparecencia
del afianzado, concediendo para ello un plazo no menor de quince (15)
días ni mayor de cuarenta y cinco (45), durante el cual la fianza se
mantendrá en vigor.
7. Extinción de la fianza.
La fianza puede extinguirse por:

1. Vía Accesoria, la fianza desaparece con la obligación principal.

2. Vía Principal, cuando el fiador paga la deuda, o por la remisión de


deuda que le hubiere consentido el acreedor, por la compensación o la
confusión de derechos surgidas en la persona del fiador.

EXTINCION DE LA FIANZA

EXTINCION POR LA VIA ACCESORIA Y POR VIA PRINCIPAL. - La


extinción de la fianza puede producirse por vía accesoria: compromiso
subsidiario, la fianza desaparece con la obligación principal; o por una
vía principal: compromiso personal, la fianza puede extinguirse por
razones que le sean peculiares, al margen de toda extinción de la
obligación garantizada.

EXTINCION POR LA VIA ACCESORIA.

LA FIANZA DESAPARECE CON LA OBLIGACIÓN PRINCIPAL. LAS


EXCEPCIONES “REI COHERENTES”. - El fiador puede oponerle al
acreedor, lo mismo que el deudor principal, todas las excepciones
inherentes a la deuda principal. En todos los casos en que haya
desaparecido la obligación principal, el fiador dispondrá, pues, de una
excepción para rechazar la demanda del acreedor. La regla se justifica
fácilmente: la fianza no existía sino como garantía de la obligación
principal; esa obligación se ha extinguido; la fianza carece de ya de razón
de ser.

EXTINCION POR VIA PRINCIPAL

LOS MODOS NORMALES DE EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES. - Si


no resulta posible concebir una fianza sin una obligación principal que
garantizar. Nada impide que la fianza se extinga por sí sola, por subsistir
la obligación principal desprovista de garantía. El fiador ha contraído una
obligación personal, distinta de la del deudor principal; esa obligación es
susceptible de extinguirse directamente por los modos normales de
extinción de las obligaciones.

LA EXCEPCION O BENEFICIO DE SUBROGACION O DE SECION DE


ACCIONES. - Existe un modo particular de extinción de la obligación del
fiador: la excepción (o beneficio) de subrogación (o cesión de acciones).

“El fiador se libera cuando no se pueda realizar ya a su favor la


subrogación en los derechos, hipotecas y privilegios del acreedor, por
obra de éste”.

Esta excepción es una consecuencia del carácter subsidiario de la fianza;


el fiador no se ha obligado sino en consideración de la repetición que le
procurará la subrogación; negarle la subrogación o comprometer sus
garantías, sería colocarlo en situación inferior a la del acreedor con
respecto al deudor principal. Para que el fiador pueda oponerle al
acreedor la excepción o el beneficio de subrogación o de cesión de
acciones, deben reunirse varios requisitos:

1ro) Una culpa del acreedor. La jurisprudencia toma en cuenta la simple


negligencia del acreedor.

2do) Esa culpa debe haber comprometido las garantías de que se


beneficiaba el acreedor en el momento de la fianza.

3ro) La pérdida de la garantía debe haberle causado un perjuicio material


al fiador.

El beneficio de cesión de acciones le pertenece a todo fiador, personal o


real, incluso a un fiador solidario.

8. Efectos de la fianza.
Los efectos de la fianza son diferentes según que se trate de una fianza
simple o de una fianza solidaria, por conferirle esta última al acreedor
una garantía superior a la fianza simple.

Los efectos de la fianza son más o menos complejos según que la deuda
principal se halle garantizada a favor del beneficiario por parte del fiador.

Relaciones entre el fiador y el acreedor

Estas relaciones están dominadas por la idea que la fianza es un


compromiso accesorio al mismo tiempo que personal.

Por ser personal, compromiso del fiador está sometido a todas las causas
de nulidad que puedan existir por parte del fiador: vicios del
consentimiento o incapacidad.

El fiador contrae con respecto al acreedor, un compromiso personal: su


obligación, surgida al contrato de fianza, con respecto al acreedor es
distinta de la que une al acreedor y al deudor principal, que procede de
otra fuente.

En efecto, el pacto que puede existir entre el fiador y el deudor afianzado,


es extraño a la relación entre el acreedor y el fiador. Al entender de
algunos autores, la gratuidad de la fianza no es de la esencia de la fianza,
ya que nada se opone a que el deudor retribuya al fiador por su asunción
de riesgos y por la responsabilidad que contrae en la fianza, pero en
realidad se trata de un error, porque la fianza se contrae entre el fiador y
el acreedor en los cuales tiene su principal efecto.
Por ser personal su compromiso, el fiador, cuando la fianza sea
voluntaria, no está sujeto a asumir un compromiso idéntico al deudor
principal puede limitar aquel su obligación en su cuantía, en su duración
y en sus modalidades.

Relaciones entre fiador y deudor principal

El fiador no es el verdadero deudor. Como consecuencia de ello, la ley


pretende que el deudor cargue el peso económico del pago de la
obligación.

La relación entre el fiador y el deudor surge esencialmente a posteriori,


en caso de que el fiador resulte obligado a abandonar o cumplir por el
segundo, lo que da derecho al fiador de ejercer las acciones de integro
derecho contra el deudor principal a menos que sea compelido al pago de
la obligación; pero, igualmente el deudor carece de derechos frente al
fiador, por lo que no puede imponerle condiciones.

Según Mazeaud, “no hay dificultad en cuanto a las relaciones entre el


fiador y el deudor principal: el fiador posee siempre su repetición por la
totalidad pues es ajeno a la deuda principal.

9. Beneficio de excusión.

Beneficio de excusión

Este consiste en que el fiador reconvenido para el pago pueda exigir


previamente al acreedor que persiga la deuda en los bienes del principal
deudor.

El acreedor tiene el derecho de demandar primer término al fiador: su


demanda es y sigue siendo válida, pero desde el momento en que el fiador
invoque el beneficio de excusión, la demanda se suspende y el acreedor
debe embargar los bienes del deudor principal.

Según el artículo 2.023 del Código Civil incluye el beneficio de excursión


cuando los bienes del deudor don de una relación incierta cuando es
notario que el importe del pasivo del deudor supera el valor de sus bienes
sujetos a su excursión. Deberían excluirse también de la lista de los
bienes sujetos a excursión aquellos que se encuentren pro- indiviso,
puesto que su venta debe ir precedida de una división artículo 2.205 del
código civil, lo cual retrasaría exageradamente del pago al acreedor.

El beneficio de excursión de bienes produce los siguientes efectos:

Si con la persecución del acreedor en contra del fiador se persigue al


deudor principal se paga la deuda parcialmente, la fianza se extingue en
forma parcial, pues el acreedor solo podrá reconvenir al fiador por el
resto si con los bienes del deudor se pega totalmente la obligación
principal, está se extingue y con ella la fianza.

Renuncia al beneficio de excusión

La renuncia del fiador al beneficio de excursión no conlleva la renuncia


de su fiador y este goza de este beneficio tanto respecto del fiador como
del deudor principal. En el caso de existir varios deudores solidarios y
uno de ellos ha afianzado su obligación, el fiador tiene derecho de oponer
el beneficio de la excusión de bienes tanto del deudor que ha afianzado
como con relación a los demás codeudores.

El beneficio de excusión, aunque no le haga sufrir al acreedor si no un


simple retraso en su demanda, constituye para él una seria molestia. Por
eso, la práctica, ante las necesidades del crédito obtiene, ya desde el
antiguo derecho, la renuncia del fiador al beneficio de excusión en el
contrato de fianza. El artículo 2021 del Código Civil admite la validez de
esa renuncia. De hecho, siempre que la fianza simple es voluntaria,
incluye una cláusula de renuncia al beneficio de excusión. La situación
del fiador simple se parece entonces a la de un fiador solidario, porque
este último está privado del beneficio de excusión.

9. Efectos de la fianza solidaria y simple.

Normalmente, se producen los mismos efectos que en el tipo de fianza


principal;

FIANZA SIMPLE Y FIANZA SOLIDARIA

En su origen, el fiador fue considerado como codeudor solidario, obligado


por el mismo título que el deudor principal. Más adelante se dedujo el
carácter accesorio del compromiso del fiador: se le reconoció a éste el
beneficio de exclusión, que obliga al acreedor a perseguir en primer lugar
al deudor principal; y el beneficio de división, que, en caso de pluralidad
de fiadores, le fuerza a dividir las persecuciones judiciales entre los
cofiadores. Pero la práctica creó la fianza solidaria para impedir el juego
de esos beneficios.

El Código Civil ha mantenido el carácter accesorio del compromiso del


fiador y los beneficios de exclusión y de división. Pero la práctica moderna
obtiene la denuncia del fiador a los beneficios legales: ya sea haciendo
que consienta en una renuncia directa; ya sea, con mayor frecuencia,
imponiéndole que se obligue como fiador solidario. En la hora actual, la
fianza, tal y como resulta de los textos del Código civil, llamada Fianza
Simple, no funciona, pues, sino en el caso de que la fianza sea legal o
judicial; en caso de fianza convencional, el acreedor exige siempre una
fianza solidaria, garantía mucho más ventajosa que la fianza simple. Las
diferencias entre la fianza simple y la fianza solidaria recaen
esencialmente sobre los efectos de la garantía; la distinción será
examinada al hacerse el estudio de los efectos de la fianza.

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