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UNIDAD 1. LA OBLIGACIÓN.

El objeto de nuestra clase importa el estudio de la TEORÍA, por lo que a través de


nuestro curso nos abocaremos a conocer, lo mejor y tan ampliamente como sea
posible, las diferentes posiciones teóricas o doctrinales que adoptan los autores
estudiosos de las Obligaciones, y a compararlas con la legislación aplicable en
nuestro país y en nuestro Estado, así como a estudiar también los criterios de
interpretación que producen nuestros Tribunales Federales, incluida la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.

1.1. ETIMOLOGÍA.- El término “obligación” proviene del Latín “obligatio”, que es


una variante de “obligare”. Esta palabra a su vez se deriva de dos vocablos: a)
Ob, que significa “alrededor” y, b) “ligare”, que debe entenderse como
“ligamen”, “atadura”. Este segundo vocablo precisa con toda claridad el
concepto fundamental, pues la obligación consiste en un sometimiento del
deudor, en una restricción o limitación de su actividad.

Otro contenido conceptual de "obligare" es el de ligar con cuerdas y cepos,


porque el obligado (ob-ligatus) era el ciudadano sui iuris que trabajaba como
esclavo, cargado de cadenas, en casa de otro.

La situación jurídica contraria a "obligare", era la de "solvere", esto es,


liberación de las cuerdas o cadenas. El "solvere", es decir, el solvente, es el
que paga y por ende el que se libera, pues el pago supone la liberación del
deudor. Se libera a su acreedor, más precisamente, del sometido.

Para ciertos autores se encuentra conformada por tres componentes de dicha


lengua: el prefijo “ob-, que es equivalente a “enfrentamiento”; el verbo “ligare”,
que puede traducirse como “atar”, y el sufijo “-ción”, que se utiliza para dejar
patente una acción y su efecto.

LA “OBLIGATIO” EN EL DERECHO ROMANO.- (Petit, Eugene. Derecho


Romano.12ª. edición, 2ª. reimpresión. Editorial Porrúa. México, 1996, pág.
313.) “Las Instituciones de Justiniano definieron así la obligación: es un lazo de
derecho que nos constriñe en la necesidad de pagar alguna cosa conforme al
Derecho de nuestra Ciudad (Obligatio est juris vinculum, quo necessitate
astringimur alicuius solvendae rei, secundum nostrae civitatis jura).

La obligación está así comparada a un lazo que une, una a otra, a las personas
entre las cuales ha sido creada; es, por otra parte, un lazo puramente jurídico.
Esta metáfora se encuentra en la palabra ob-ligatio, de ob ligare, atar, y en la
palabra por la cual se expresaba en el antiguo Derecho Romano la idea de
obligación: nexum, de nectere, anudar, encadenar. Ha servido aún para
designar la extinción de la obligación: solutio: el lazo se ha desatado, solutum.
Pero si sujeta al deudor, si limita su libertad, no hemos de sacar de ahí la
conclusión de que sea una molestia en la sociedad. El hombre no puede
bastarse a sí mismo. Tiene necesidad de la industria, de la actividad de sus
semejantes; es por medio de las obligaciones por lo que obtiene y por lo que
da por sí mismo servicios recíprocos. Cuanto más se civiliza una nación, más
se desenvuelve en ella el derecho de las obligaciones; de donde surge la
importancia capital de esta materia, que no ha cesado de perfeccionarse desde
los orígenes de Roma hasta nuestros días.”

LA OBLIGACIÓN EN EL DERECHO MODERNO.-

LOS AUTORES MODERNOS. (Borja Soriano, Manuel. Teoría General de las


Obligaciones, 13ª. edición. Editorial Porrúa, México, 1994, pág. 69).
“““Partiendo de los conceptos del Derecho Romano, los autores modernos han
dado definiciones que no difieren mucho de aquéllos, a saber: Pothier
(Francia) (Traité des Obligations, núm. 1), define la obligación diciendo que “es
un vínculo de derecho que nos sujeta respecto de otro a darle alguna cosa o
hacer o no hacer alguna cosa.”

“““Baudry-Lacantinerie et Barde (Francia) (t. XII, núm. 1): “La obligación, en


el sentido jurídico de la palabra puede definirse como un vínculo de derecho
por el cual una o varias personas determinadas están civilmente
comprometidas hacia una o varias otras, igualmente determinadas a dar, a
hacer o a no hacer alguna cosa.”

“““Giorgi (t. I, núm 11): “La obligación es un vínculo jurídico entre dos o más
personas determinadas, en virtud del cual una o varias de ellas (deudor o
deudores) quedan sujetas respecto a otra o a otras (acreedor o acreedores) a
hacer o no hacer alguna cosa.”

“““Aubry et Rau (Francia) (t. IV, pág. 2): “Una obligación es la necesidad
jurídica a consecuencia de la cual una persona está sujeta hacia otra a dar o
hacer o no hacer alguna cosa.”

“““Planiol (Francia) (t. II, núm. 156): “La definición usual de la obligación es
ésta: un vínculo de derecho por el cual una persona está sujeta para con otra a
hacer o no hacer alguna cosa.” El mismo autor, en otro lugar (t. I, núm. 2154),
dice que la obligación “es una relación jurídica entre dos personas en virtud de
la cual una de ellas llamada acreedor tiene el derecho de exigir cierto hecho de
otra que se llama deudor.”
“““Ripert et Boulanger (Francia) (t.II, núm. 2): “La obligación es el vínculo de
derecho por el cual una persona está sujeta a una prestación respecto de otra.”

“““Colin et Capitant (Francia) (t. II, núm. 4): “La obligación o derecho de
crédito es un vínculo de derecho entre dos personas en virtud del cual el
acreedor puede constreñir al deudor sea a pagarle una suma de dinero o a
entregarle una cosa, sea a ejecutar una prestación que puede consistir en
hacer alguna cosa o en abstenerse de un acto determinado.” El mismo autor
dice adelante (t. II, núm. 372): “La obligación es una relación entre dos
personas que se analiza en un poder conferido al acreedor respecto del deudor
y que le permite sujetar a éste3 a una prestación ventajosa para aquél.”

“““Polacco (Italia) (t. I, número 1): “Llámase obligación la relación jurídica


patrimonial en fuerza de la cual una persona (que se llama deudor) está
vinculada a una prestación (de índole positiva o negativa) hacia otra persona
(que se llama acreedor).”

“““Valverde (España) (t. III, pág. 17) acepta esta definición.

“““Demogue (Francia) (t. I, núm. 7): “La obligación es la situación jurídica que
tiene por objeto una acción o abstención de valor económico o moral, de la
cual ciertas personas deben asegurar la realización.”

“““Lévy-Ullmann (Francia) (pág. 12): “La obligación es la institución jurídica


que expresa la situación respectiva de personas de las cuales una (llamada el
deudor) debe hacer beneficiar a la otra (llamada acreedor) de una prestación o
de una abstención y que corresponde, bajo los nombres de crédito y de deuda,
al elemento particular de activo y de pasivo engendrado por esa relación en el
patrimonio de los interesados.”

“““Bonnecase (Francia) (Suppl., t. V, núm. 48 y Précis, t. II, núm. 37) dice que:
“El derecho de crédito es una relación de derecho en virtud de la cual una
persona, el acreedor, tiene el poder de exigir de otra, llamada deudor, la
ejecución de una prestación determinada, positiva o negativa y susceptible de
evaluación pecuniaria.” El mismo autor (Précis, t. II, núm. 37) define también
“El derecho de crédito -diciendo que- es una relación de derecho en virtud de la
cual el valor económico o puramente social de una persona es puesto a
disposición de otra persona bajo la forma positiva de una prestación por
suministrar o bajo la forma negativa de una abstención por observar.”””

Definición adoptada por Manuel Borja Soriano (México): “En vista de las
definiciones anteriores, creo que debemos adoptar la siguiente: Obligación es
la relación jurídica entre dos personas en virtud de la cual una de ellas, llamada
deudor, queda sujeta para con otra, llamada acreedor, a una prestación o a
una abstención de carácter patrimonial que el acreedor puede exigir al deudor.”

Definición adoptada por el maestro mexicano Ernesto Gutiérrez y


González. Dentro de su “Teoría del Deber Jurídico”, (Derecho de las
Obligaciones, 10ª.edición, Editorial Porrúa, México, 1995, pág. 38 y sigts.),
Gutiérrez y González identifica a la Obligación como “una especie” del Deber
Jurídico y nos dice que, en sentido amplio, “Es la necesidad jurídica de cumplir
voluntariamente una prestación de carácter patrimonial (pecuniaria o moral), en
favor de un sujeto que eventualmente puede llegar a existir, o en favor de un
sujeto que ya existe”, y que éste tipo de obligación, a su vez, tiene dos
especies: la Obligación stricto sensu, que define como “La necesidad jurídica
de mantenerse en aptitud de cumplir voluntariamente una prestación, de
carácter patrimonial (pecuniaria o moral), en favor de un sujeto que
eventualmente pueda llegar a existir.”, y el Derecho de crédito convencional o
derecho personal, que define como “La necesidad jurídica que tiene una
persona denominada obligado-deudor, de cumplir voluntariamente a favor de
otra persona, denominada acreedor, que le puede exigir, una prestación de
carácter patrimonial (pecuniaria o moral).”

ANÁLISIS. Si comparamos estas definiciones podemos observar que en unas


se caracteriza la obligación como un vínculo; en otras se sustituye la palabra
vínculo por relación jurídica. En otra se habla de necesidad jurídica. En todas
se alude al objeto de la obligación, diciéndose que por virtud de la obligación el
deudor debe dar, hacer o no hacer, o en otros términos, ejecutar una
prestación o someterse a una abstención. Unas definiciones ven el aspecto
pasivo de la obligación refiriéndose al estado del deudor; otras ven el aspecto
activo, el del acreedor, teniendo la facultad de exigir algo al deudor.

NOTA IMPORTANTE: EL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE QUINTANA


ROO NO DEFINE A LA OBLIGACIÓN.

1.2. OBJETO Y LA RELACIÓN JURÍDICA. El Objeto y la Relación Jurídica son,


junto con los Sujetos, los tres elementos de la Obligación; ¿En qué consisten?
¿Cómo se definen? ¿De qué manera los identificamos? Dice Eugene
Gaudemet: “El objeto es lo que debe la parte que se obliga” (Teoría General
de las Obligaciones, 4ª.edición. Editorial Porrúa, México, 2010, pág. 105).

Por su parte, Manuel Bejarano Sánchez (Obligaciones Civiles, 3ª.edición.


Harla, México, 1984, pag. 11) dice que “El objeto es lo que el deudor debe dar,
hacer o no hacer. Es el contenido de la conducta del deudor.”
Ernesto Gutiérrez y González (Ob.Cit. pág. 112) dice del objeto que es un
elemento que tiene, en ésta materia, dos acepciones: por una parte, la
conducta que debe observar o realizar el obligado y que puede ser de “Dar”, de
“Hacer” o de “Abstenerse”; y por la otra, la “cosa” material que en la conducta
de “dar”, debe precisamente dar el obligado.”

Miguel Angel Quintanilla García (Derecho de las Obligaciones, 3ª.edición.


Cárdenas Editor Distribuidor. México, 1993, pág. 5) dice: “…el acreedor exige
al deudor una determinada conducta o comportamiento y que podía ser
positiva o negativa y de dar, hacer o no hacer….Como primera afirmación,
cabe decir que el objeto de una obligación puede no ser o no estar
determinado al momento del nacimiento de la obligación, con la aclaración, de
que dicho objeto finalmente tendrá que ser determinado.”

Por lo que se refiere al Vínculo de Derecho o Relación Jurídica, este autor


dice (Op.Cit. pág.4): “De nuestro concepto desprendemos que en toda
obligación existe un vínculo de derecho o relación jurídica, por la cual, el
acreedor constriñe o exige a su deudor una determinada conducta,…por un
lado existe un poder de exigir correlativo a un deber de prestar y que se
denomina “Shuld” (débito) y por otro, si el deudor no cumple con su prestación,
tiene derecho el acreedor a dirigirse contra el patrimonio del deudor mediante
el auxilio de la acción en juicio; a esta sujeción o mejor dicho derecho o
posibilidad de realizar coactivamente y por conducto del proceso jurisdiccional
el cumplimiento la prestación, se le ha denominado “Haftung” (responsabilidad
o sujeción).”

Bejarano Sánchez, por su parte dice (Op.Cit. pág. 14): “El tercer elemento
conceptual de la obligación es el vínculo ideal que ata al deudor respecto de su
acreedor. El acreedor y el deudor se hallan unidos por esa liga imaginaria. Sin
embargo, en los orígenes del Derecho Romano y en el Derecho Germánico
arcaico, el ligamento que ataba al deudor frente a su acreedor no era sólo
conceptual, sino real. Los efectos que producía el nexum ante el
incumplimiento del deudor, atribuían al acreedor el poder de atar materialmente
a aquél, y aun de disponer de su vida.” (Recordar la Lex Poetelia Papiria, una
norma aprobada en la Antigua Roma que abolió indirectamente la forma
contractual del nexum. Por virtud del nexum se establecía la responsabilidad
personal por las deudas, a diferencia de lo que ocurre hoy día, donde dicha
responsabilidad es sólo patrimonial. Dispuso la prohibición del
encadenamiento, la venta y el derecho de dar muerte a los nexi. A partir de
esta ley el acreedor se separa del derecho de propiedad, y el cumplimiento de
la obligación no recae sobre la persona del deudor, sino sobre su patrimonio,
que es considerado la prenda común de los acreedores), y cita la Doctrina
Francesa y la Teoría Alemana en relación a las características de la relación
jurídica (consulta obligada).

Jorge Cubides Camacho nos recuerda (Obligaciones. 5ª.edición


complementada y actualizada. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de
Ciencias Jurídicas, Bogotá, 2007, pág. 41, visible en
https://books.google.com.mx/books?id=8xvcuvlc-
YoC&pg=PA41&dq=compositio+derecho+romano&source=bl&ot):
“““Generalmente se acepta que el primer concepto de obligación nació en
Roma del “delito”, pero no en el sentido de lo “criminal”, sino el de cualquier
conducta ilícita. Ese fue el carácter del vínculo y engendró una prestación de
reparación. La sociedad romana, organizada en gens, estableció que las
ofensas que una de tales células causara a otra daría a ésta el derecho de
venganza, generalmente ejercido contra el miembro responsable de la gens
agresora. En lo individual se plasmó el derecho de reparación o venganza en la
famosa “ley del talión”, expresada con la frase “ojo por ojo, diente por diente”.

“““La gens ofendida pudo recibir al agresor como satisfacción o compensación


(esta es una acepción del vocablo “talión”) y reducirlo a la esclavitud. A esta
época pertenece sin duda la célebre manus injectio, acto de aprehensión del
deudor incumplido entre los acreedores, cuando éstos fueren varios. Aunque
no se tiene noticia de haberse ejercido este derecho de “división” del deudor, sí
parece que la “meta de la venganza –según expresión de Jaramillo Vélez- era
probablemente la muerte del autor del daño”.

“““Fue una época en que el vínculo obligatorio tuvo un carácter eminentemente


físico. En etapa posterior el derecho de compensación o venganza se hizo
pecuniario a través de la compositio, suma de dinero que la gens o la persona
responsable entregaba a la ofendida a título de reparación, o, como dice
Valencia, de “precio por renunciar a la venganza”. En caso de incumplimiento
en el pago de la compositio cabía la ejecución física. La innovación es
trascendental porque si bien no se abandona la concepción corporal del
vínculo, aparece éste por primera vez con un sentido pecuniario y
patrimonial.”””

LA TEORÍA FRANCESA Y LA ALEMANA DE SHULD Y HAFTUNG.

Existen varias teorías para explicar la naturaleza jurídica de la relación que


surge con motivo de las obligaciones.

La Teoría Francesa sostiene que la cualidad privativa de la relación jurídica es


la coercibilidad, esto es, el efecto que produce sobre el deudor en las
obligaciones, sobre el aprovechamiento de las cosas en los derechos reales,
efecto que se manifiesta vigorosamente en la posibilidad de actualizarlo en
forma compulsiva, cuando no se ha conseguido su observancia en forma
voluntaria.

Si el deudor no se aviene en forma voluntaria al cumplimiento de la obligación,


será constreñido a hacerlo por su acreedor, mediante el ejercicio de su
derecho de acción ante los Tribunales establecidos.

Nada extraño es que la fuerza del derecho esté al servicio y protección del
vínculo jurídico, pues ninguna otra relación humana puede imponer (en un
Estado de Derecho) el cumplimiento de sus mandatos por la fuerza. Sólo la
relación jurídica entraña, según esta teoría, la posibilidad (legal) de ejercer una
acción para obtener la prestación debida o su equivalente.

La Teoría Alemana (aceptada en Italia), en cambio, considera que la


obligación se compone de dos elementos distintos y autónomos, aunque
forman parte de un mismo concepto.

El primero es el llamado Schuld (deuda o deber del deudor), que es la


prestación a cargo del deudor y se identifica con los intereses primarios del
acreedor, esto es, con la conducta que el acreedor espera y que está facultado
para exigir, cuyo objeto es propiamente el dar, hacer o no hacer.

El segundo elemento es el Haftung (la responsabilidad) y consiste en el estado


de sometimiento en que se colocan los bienes que conforman el patrimonio del
deudor, respecto de los cuales el acreedor puede hacer valer sus derechos. Es
la capacidad de constreñir al deudor que tiene el acreedor para el cumplimiento
de su interés. El Haftung tiene por objeto general una conducta de dar.

1.3. LA OBLIGACIÓN Y SU CORRELATIVO: EL DERECHO PERSONAL O DE


CRÉDITO.

Algo correlativo es lo que se sucede uno detrás de otro, o guardando un cierto


orden o relación entre sí; ya se trate de números, personas, conceptos,
imágenes o cosas en general. Pueden considerarse sinónimos de este vocablo
los siguientes: continuado, seguido, interrelacionado, consecutivo o progresivo.

En Matemática son ejemplo de números correlativos: 1, 2, 3, 4, 5….; esto es


necesario, entre otros casos, para que se asegure en las documentaciones
probatorias que ninguna de ellas se haya extraído o arrancado con fines
dolosos.
Si en un talonario de facturaciones comerciales faltan números correlativos de
facturas (se pasa de la 2 a la 4, por ejemplo) existiría sospecha de fraude
fiscal. Las páginas de los libros de textos o de cuentos, novelas, etc., deben
estar correlativamente numeradas para una mejor organización y orden en la
lectura. Los alumnos numeran progresivamente las hojas que componen
su material de estudio para poder reordenarlas correlativamente en caso de
que se mezclen.

En Lenguaje, existe correlación cuando se trata de proposiciones


comparativas, donde la segunda afirmación se relaciona con la principal, de
forma cualitativa o cuantitativa. Así, puede decirse: “Juan es más trabajador
que su hermano Pedro” o “El padre gana menos que el hijo”.

En Lógica se denominan conceptos correlativos aquellos en que uno exige la


existencia del otro para poder realizarse. Ocurre en los siguientes casos:
mando y obediencia, padre e hijo, abuelo y nieto, maestro y alumno, causa y
efecto, patrón y empleado, etc. Si bien son objetos distintos, la calidad de cada
uno debe verificarse para que la correlación exista.

Lo mismo sucede entre la Obligación y el Derecho de Crédito, puesto para que


nazca el segundo se requiere antes de la existencia de la primera; y aun
cuando los dos se plasmen en el mismo contrato, lógicamente la obligación
“nace” antes del derecho de crédito”, pues mal podríamos pensar en que
alguien tuviera la posibilidad de reclamar de alguien algo, cuando ese algo no
haya sido previamente definido o, como veremos, al menos pueda ser definible
o determinable. Una persona estará en posición jurídica de exigir la
satisfacción de su derecho una vez que se haya constituido la obligación; sin
ésta, sería absurdo pensar en ese derecho.

SU AUTONOMÍA FRENTE A TODOS LOS DEMÁS DERECHOS Y


OBLIGACIONES.

Entendida entonces como un vínculo por el que alguien está constreñido (y por
ello puede ser forzado) a cumplir algo en favor de otro, la obligación puede
tener diversos orígenes en función de la relación que exista entre sus partes.
Así, podemos decir, por ejemplo, que la obligación de llevar contabilidad y
pagar impuestos que adquiere un comerciante cuando inicia sus actividades
lucrativas, es de carácter fiscal, pues quien puede exigirle el cumplimiento de
esa obligación y sancionarlo ante su incumplimiento, es precisa y únicamente
el Fisco, el ente público que cuenta con las atribuciones legales para exigirlo,
con exclusión de cualquiera otro. La obligación que tiene, por ejemplo, un
ejidatario de cultivar la tierra que se le otorga y la posibilidad de perder el
derecho a poseerla y disfrutarla si en un determinado tiempo no la cultiva, es
una obligación agraria, no solamente porque su actividad corresponde al
campo, sino porque son los propios ejidatarios y las autoridades ejidales
(sujetos de derecho agrario) los legitimados para denunciarlo, y es la autoridad
agraria, a través del Comisariado Ejidal, quien puede exigir que sea
sancionado con dicha pérdida; la obligación del juez de resolver los asuntos
que a su jurisdicción sean legalmente planteados, es una obligación procesal,
pues son precisamente las leyes que rigen el proceso las que establecen dicha
obligación y la sanción que puede sufrir el juez por su incumplimiento.

Así, podemos citar obligaciones administrativas, penales, laborales, militares,


etc. Todas éstas tienen la característica de que, aun cuando su incumplimiento
pueda afectar la esfera jurídica de un particular, es un ente público, un ente del
Estado el que puede exigir su cumplimiento. Del mismo modo, las personas
tenemos diferentes clases de derechos, que adquirimos por diferentes razones
y de diversas fuentes, como por ejemplo, los derechos políticos, los derechos
sociales, los derechos civiles, los derechos humanos, etc. Pero todos estos
derechos son completamente distintos y autónomos respecto del Derecho de
Crédito o derecho de exigir el pago de una deuda que una persona tenga
respecto de otra; y son autónomos porque su existencia no depende de la
existencia de ninguna otra clase de derechos y persisten aun cuando alguno se
haya extinto, no nacido o suspendido.

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LAS OBLIGACIONES CIVILES.

Pero en este curso estudiaremos la obligaciones civiles, entendiendo por


tales aquellas de contenido patrimonial, susceptibles de valorarse en dinero,
que se dan entre particulares y en las que, uno de ellos, tiene el derecho de
exigir su cumplimiento.

Empezaremos por recordar la definición romana (de Justiniano): “La obligación


es un vínculo de derecho que nos constriñe en la necesidad de pagar alguna
cosa conforme al derecho de nuestra ciudad.” Esta definición, según hemos
comentado, es fundamental para el desarrollo de todas las que, hasta hoy,
hemos conocido de la doctrina, tanto europea como latinoamericana
incluyendo, desde luego, la de nuestro país.

Abundaremos con el concepto del Derecho Alemán que nos da Enneccerus,


citado por Miguel Angel Quintanilla García (Derecho de las Obligaciones. 3ª.
edición, Cárdenas Editor, México, 1993, pág. 1): “La obligación o derecho de
crédito es el que compete a una persona, el acreedor, contra otra persona
determinada, el deudor, para la satisfacción de un interés digno de protección
que tiene el primero.”
El mismo autor (págs. 2 y 3) nos comparte la definición de Josserand
(Francia): “La obligación, o derecho personal, es una relación jurídica que
asigna a una o varias personas la posición de deudores frente a otra u otras
que desempeñan el papel de acreedores, y respecto de las cuales están
obligadas a una prestación, ya positiva (obligación de dar o de hacer), ya
negativa (obligación de no hacer).”; de De Diego, (España), quien afirma que
“Las obligaciones son relaciones jurídicas constituidas a virtud de ciertos
hechos entre dos o más personas, por las que una, denominada acreedor,
puede exigir de otra, llamada deudor, una determinada prestación.”; de
Messineo (Italia), quien dice que “Por obligación, o relación obligatoria, debe
entenderse, en efecto, una relación entre dos sujetos (al menos), en virtud de
la cual uno de ellos (deudor, llamado, a veces, promitente) queda obligado,
esto es, sometido a un deber, o comprometido frente a otro (acreedor, llamado,
a veces, estipulante) a cumplir una prestación, o sea, a desarrollar una
actividad determinada (comportamiento) patrimonialmente valorable y se
atribuye al acreedor un correspondiente poder, que consiste en la pretensión a
la prestación.”, y el suyo propio: “La obligación es un vínculo de derecho o
relación jurídica por el cual las personas (una o varias) como acreedores,
constriñen o exigen una determinada conducta positiva o negativa, de dar,
hacer o no hacer a otras personas (una o varias) denominadas deudores.”

Cualquiera que sea la definición que adoptemos, veremos adelante que, aun
cuando no existe en la doctrina, ni nacional ni extranjera, un criterio definido
respecto de los requisitos o elementos constitutivos de las obligaciones, en
todas ellas encontraremos, al menos, los tres siguientes: a) Los Sujetos; b) El
vínculo de derecho o relación jurídica, y c) El Objeto de dicha relación.

En lo particular, preferimos utilizar el término “relación jurídica” para referirnos


al vínculo, porque es el mismo que se utiliza en nuestro código. A nuestro
parecer, como podemos observar de la lectura de los artículos 2216 al 2218
del Código Civil de nuestro Estado, el legislador Quintanarroense adopta una
concepción ecléctica, en la que tanto la teoría francesa como la alemana
quedan consideradas, estableciendo, por un lado en el artículo 2217, que “La
relación jurídica es una” y, en el 2218, la diversa denominación del vínculo en
función del carácter de la parte vinculada, estableciendo claramente que,
“Contemplada la relación jurídica desde el punto de vista del acreedor toma el
nombre de derecho personal o de crédito, y desde el punto de vista del deudor,
el de deuda u obligación.” En el artículo 2216, por su parte, nuestro legislador
deja clara la participación de cada parte en esa relación y, claramente también,
la naturaleza de lo obligado que es al mismo tiempo lo exigible, y que define
como “una prestación que puede ser de dar, de hacer o de no hacer.”
Algunos autores han criticado el que el Dr. Raúl Ortíz Urquidi, autor del
proyecto de dicho código, y nuestro legislador, consecuentemente, hayan
incorporado al texto legal normas como las comentadas, en virtud de que
tienen una función más didáctica (por su carácter puramente enunciativo y
teórico) que regulatoria. Nosotros, como profesores, aplaudimos el estilo de
Don Raúl, que nos permite descubrir y explicar más claramente a los
estudiantes los fundamentos de la Teoría General de las Obligaciones en el
Derecho Mexicano, específicamente en el de nuestro Estado.

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