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UNIVERSIDAD DE LA SERENA
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
PEDAGOGÍA EN EDUCACIÓN
DIFERENCIAL

OBSTÁCULOS Y DESAFÍOS EN LA EDUCACIÓN INCLUSIVA DE ESTUDIANTES CON


TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA EN EDUCACIÓN BÁSICA

Nombre: Sara Mendoza.


Asignatura: Fundamentos De La Evaluación Y Diagnóstico Psicopedagógico
Profesora: Catalina Olea Sánchez
Fecha: 21 de Noviembre del 2022
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ÍNDICE

Introducción ……………………………………………………………………………………. 3

Marco Teórico, Etiología y clasificación del TEA…………………….……………………….. 4

Barreras u Obstáculos en la educación inclusiva referente al TEA …………………………..... 7

Desafíos en la educación inclusiva referente al TEA…………………………………….…….. 10

Desafíos para la educación Diferencial ……………………...……………………………….... 11

Conclusión……………………………………………………………………………………… 12

Referencias Bibliográficas………………………………………..……………………………...13

Anexo (conclusión personal)…………………………………………………………………… 17


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En la actualidad diversas investigaciones científicas han aportado nuevos antecedentes al


concepto de trastornos del neurodesarrollo, el cual se entiende como una disfunción neurológica,
que se caracteriza como un grupo heterogéneo que manifiestan dificultades significativas que
afectan el desarrollo integral del sujeto.

Dentro de este marco, el Trastorno del Espectro Autista (TEA) el cual según el DSM-5
(2014), tiene una prevalencia a nivel mundial que se estima en un 1%. En cuanto a nivel
Latinoamericano, se encuentra entre el 1 y el 1,5% (Barragan et al., 2021). Asimismo según
Gonzáles (2018) sostiene que no hay un estudio que indique su prevalencia exacta, pero en vista
de los datos recaudados en el Censo de Chile en el 2017, tiene una prevalencia a nivel nacional
según la OMS de un 0,6% en la población de niños y niñas menores de 18 años.

Por lo tanto, es de suma importancia el estudio y análisis de dichas alteraciones, para así
poder emplear y adecuar las metodologías en las aulas de clases, proporcionando así las
herramientas necesarias para que los estudiantes logren un desarrollo integral, sobre todo en el
proceso de enseñanza-aprendizaje escolar.

El presente trabajo de investigación se enfocará en el trastorno del espectro autista,


centrándose en la educación básica, el cual tendrá como objetivo fundamental, por una parte,
analizar los cuatro principales obstáculos o barreras que limitan los procesos de inclusión
educativa, y por otra, profundizar en los grandes desafíos que tienen las instituciones educativas
de adecuar sus prácticas en favor de individuos dentro del espectro. Además, se incorporará a su
vez, la conceptualización y etiología, así como también sus principales características
psicológicas para una adecuada intervención que pueda minimizar las dificultades del aprendizaje
y mejorar el desarrollo humano.

Para llevar a cabo dicho estudio, se realizará una revisión bibliográfica minuciosa de
diferentes fuentes, tales como textos con información respaldada por la ciencia, y literatura de
autores u organizaciones con conocimiento acerca de estos temas, con un intervalo de tiempo en
su mayoría entre los años 2015 hasta el año 2022. Además, se considerará bibliografía de años
anteriores debido a que aportan información significativa y crucial, en lo que respecta al avance
que ha tenido la enseñanza, tanto en el ámbito educativo como en el contexto sociocultural donde
se desenvuelve el sujeto.

De esta manera las implicaciones teóricas recaudadas del Espectro Autista en esta
investigación enriquecen el proceder en las prácticas de la Educación Diferencial, puesto que
garantizan información de fuentes confiables y actualizadas, las cuales permiten avanzar en pro
de una efectiva implementación de estrategias que puedan minimizar o eliminar las barreras de
aprendizaje que van emergiendo junto con el acto del aprender, para así favorecer la formación
de una comunidad educativa que busca el desarrollo integral de cada estudiante de manera
equitativa, sostenida, inclusiva y de calidad.
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La inclusión educativa debe entenderse como una balanza equilibrada entre un


aprendizaje y rendimiento escolar de calidad congruente con las capacidades del estudiante que
asegure un aprendizaje significativo para todos. En este sentido, la educación inclusiva, hace
referencia a no excluir o segregar a ningún sujeto, ya sea por su género, condición de diversidad,
dificultad de aprendizaje y pertenencia a un grupo social o étnico determinado (Wilches, 2015;
Molano y Bejarano, 2017).

Por el contrario, esta pretende responder a las necesidades de todos los niños y niñas,
jóvenes y adultos, considerando que los sistemas educativos deben estar diseñados para atender la
amplia diversidad de características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizajes
distintos, en igualdad de derechos y oportunidades, Para ello, resulta relevante conocer la
definición, etiología, clasificación y caracterización del trastorno.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se define por primera vez en 1943 por Kanner
como un trastorno emocional, luego en la década de los 60 la Unidad de Psicología Evolutiva del
Medical Research Council en Londres, describió el TEA como una alteración del desarrollo del
lenguaje (Baron-Cohen, 1990). Actualmente es definido como alteraciones en la comunicación y
dificultades en la teoría de la mente, la cual conduce al deterioro de la interacción social, puesto
que el sujeto no muestra interés y afecto compartido con los demás, manifestando una conducta
restringida, repetitiva en las actividades o intereses, entre otras. Las cuales se reúnen y se
conceptualizan en el TEA (Aguiar, 2019; DSM-5, 2014).

En base a la etiología, según (Riviere, 1997), se produce por factores emocionales o


afectivos inadecuados en la relación del niño con las figuras de crianza. En cambio, en la
actualidad el TEA se comprende como una alteración en el sistema nervioso central,
fundamentalmente en el cerebro, órgano rector de todo el sistema y donde se originan todas las
funciones psíquicas superiores del ser humano (De la Rosa et al., 2019). Asimismo, Melgar et al.,
(2017), reconoce que el TEA se debe a múltiples factores, entre ellos los genéticos donde se
establece la combinación de diversos genes procedentes de distintos cromosomas, que interactúan
entre sí mostrando una gran variación fenotípica. Además, datos epidemiológicos evidencian una
mayor prevalencia de casos relacionados por el incremento de la edad paterna (Arberas &
Ruggieri, 2017).

Ahora bien, la clasificación del TEA a fines de la década de los 60, se consideraba una
forma de esquizofrenia infantil y se clasificaba dentro de la categoría de “psicosis infantiles”
(Holguín, 2003). Según DSM-III (1980), el autismo se convirtió en un nuevo grupo de trastornos
del desarrollo descritos bajo el título de “Trastornos Pervasivos del Desarrollo” no obstante,
Márquez (2018), señala que el nuevo manual DSM-5, clasifica al TEA en una categoría de
“trastornos del neurodesarrollo”. Además, pasa de ser visto como un trastorno categorial a uno
con tres niveles de gravedad. Para finalizar la denominación del TEA se basa en cinco grupos
clínicos incluyendo los trastornos de Rett, Asperger, desintegrativo infantil y el generalizado del
desarrollo (Magriña et al., 2017).
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En lo que respecta a su caracterización psicológica, Ray (2013, citado en De la Rosa et al.,


2019) en primer lugar, sus procesos cognitivos básicos no presentan dificultades en la atención
visual sostenida, siempre que lo presentado sea de su interés, por lo cual muestran inconvenientes
en tareas más complejas ya que necesitan una atención selectiva y alterna porque tienden a
mostrar respuestas perseverativas. De igual forma, la atención compartida se presenta como una
dificultad recurrente, incluso se puede evidenciar inatención en el contacto visual según el DSM-
5 (2014; Gutiérrez, 2016).

En relación al procesamiento de percepción sensorial, una reacción intensa o un déficit de


respuesta a la estimulación y una búsqueda prolongada de determinadas características
sensoriales (Jones et al., 2011; Martínez, 2015). Además, no presentan problemas de visión o
audición, pero la forma en que procesan la información, y la integran es diferente (Bhaskaran,
Lawrence, Flora & Perumalsamy, 2018; Germain et al., 2018, citado en Gómez, 2019). Por otro
lado, existen dificultades en las habilidades cognitivas debido a una alteración temprana de la
memoria de trabajo, lo que ocasiona en la memoria a corto plazo una baja retención de
información mientras se realiza otra acción (Lai et al, 2016, Russell, 2000, citado en Barrera et
al., 2018). Por lo que una alteración en la percepción repercute en una buena adquisición y
retención de la información.

En cuanto a los procesos cognitivos superiores, una de las dificultades más complejas son
las del desarrollo de la teoría de la mente, alterada por deficiencias de la amígdala que enlazan en
la teoría de las neuronas espejo, encargadas de la capacidad de imaginar y lograr tener empatía
(Calderón, 2019; Moliné, 2019). Asimismo, existe una falencia severa al abstraer y pensar
simbólicamente (Calderón, 2019). Lo que origina dificultades para organizar e imaginar juegos o
actividades espontáneas, por su inflexibilidad mental (Claramonte, 2018; De la Rosa et al., 2019).
No logrando una buena interacción y comprensión de los sentimientos del otro.

Asimismo, expresan deseos de vivir en un mundo estático, por lo que la creatividad se


presenta como una falencia en su diario vivir (Condemarín et al., 2016). Además, presentan un
déficit para hacer inferencias, ya que se consideran limitaciones en atribuir estados mentales
propios y de los demás, por lo que tienden hacer una comprensión literal del lenguaje (Monfort &
Monfort, 2013 citado en Molinero, 2017), además presentan dificultades en cuanto a la
planificación de comportamientos (Lai et al., 2016, Russell, 2000, citado en Barrera et al, 2018).

Los infantes en aspectos relacionales, emocionales y actitudinales, se sumergen en un


mundo social, el cual representan como caótico, confuso y amenazante, lo que generalmente los
lleva a evitar interactuar con sus pares (Calderón, 2019). A su vez se evidencia una desregulación
emocional, que se presenta con episodios bruscos, gran excitabilidad, irritabilidad o miedos que
pueden variar según su intensidad (Hervás, 2017).
En los procesos cognitivos básicos, en cuanto al procesamiento de la atención, evidencia
facilidad de distraerse cuando la información está fuera de su interés, así mismo manifiestan
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“hiperfocalización”, que impide mantener una atención dinámica o concentrarse en otros


estímulos (Chávez, 2017; Hervás, 2017). Con respecto a la percepción, hay un procesamiento
atípico, el cual se caracteriza por serios problemas en la integración sensorial que se evidencian
como dificultades en la intensidad de las respuestas frente a estímulos por hiposensibilidad e
hipersensibilidad (Fernández et al., 2016). Esto último puede afectar su bienestar en la vida
diaria.

Por último, la memoria es selectiva, tiene la capacidad de almacenar información de tipo


verbal, pero presenta déficit en relación con el procesamiento gestual (Pérez Rivero, 2014, citado
en Gómez & Poveda 2019). De igual forma se evidencia una buena memoria mecánica que les
permite recordar gran cantidad de datos específicos, pero les cuesta extraer ideas relevantes de
determinados recuerdos (Caiña, 2020).

En los procesos cognitivos superiores pueden presentar un déficit en la abstracción, por lo


que necesitan aprendizajes simbólicos o representativos, porque tienen dificultades para integrar
información que proviene de su mundo externo e interno (Rodríguez et al., 2018; Hervás, 2017).
Por consiguiente, debido a la falta de respuestas a gestos sociales y la incapacidad de captar el
estado mental, les provoca dificultades de imaginar el mundo desde la perspectiva del otro
(González 2018). A su vez, se observa una muy baja generalización de aprendizajes, por
dificultad atencional, resistencia a actividades nuevas, entre otras (García et al., 2018).

En cuanto a sus aspectos relacionales, emocionales y actitudinales, su comportamiento


frente a los demás puede ser impulsivo o atípico y con conductas autolesivas, (Hervás, 2017). Por
su parte, Álvarez et al., (2021) sostiene que, por las falencias en la comunicación, no logran
interactuar de manera correcta con los demás. Según Gonzáles et al., (2017) se evidencian
dificultades para comprender y respetar el punto de vista del otro, además presentan problemas en
la relación con sus profesores puesto que no les brindan confianza. Aguinaga, (2019), señala que
los niños con TEA al llegar a sus viviendas después de la escuela, llegan con una sobrecarga de
estímulos por su rutina escolar, lo cual se percibe como un malestar general y estrés.

En síntesis el Trastorno del Espectro Autista, debido a su gran variabilidad, puede o no


presentar grandes problemas tanto de procesos cognitivos básicos como superiores, sin embargo
el desarrollo de habilidades lingüísticas y una óptima interacción con el otro es algo que más o
menos se mantiene dentro de esta gran diversidad del TEA.

Ahora bien, Estas áreas implicadas representan limitaciones para los niños con trastorno
del espectro autista (TEA) que cuando no son intervenidas correctamente pueden llegar a
dificultar su aprendizaje e inclusión en la escuela, repercutiendo en la aparición de barreras que
interfieren en una favorable inclusión educativa. A continuación se expondrán las cuatro
principales.
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En primer lugar, barreras asociadas a los procesos de formación profesional para la


diversidad, según González et al., (2018) en Chile existe una débil formación académica para los
profesores de enseñanza básica, lo que repercute en su posterior quehacer como docente en el
aula, puesto que carecen de herramientas para desarrollar de forma eficaz sus prácticas
pedagógicas, además, no existen ajustes contextualizados en las políticas educativas relacionadas
a inclusión dentro de la sala de clases, por lo que queda a criterio del docente realizar las
adecuaciones del currículo nacional para aquellos estudiantes con Trastorno Del Espectro Autista
y otras necesidades educativas especiales.

Según informaciones publicadas por el equipo de Neurología de la Universidad de


Valparaíso, dirigido por la Neuróloga Valeria Rojas:

Se evidenció que 71,7% de los profesionales que trabajan con niños con TEA en los
PIE de la comuna de Valparaíso no tienen capacitación especializada. El 28,3% de
los profesionales que refiere haber recibido capacitación, lo ha hecho a través de
cursos sin una evaluación formal. La mayoría de los encuestados refirió que sus
establecimientos educacionales no están preparados para recibir a niños con
diagnóstico de TEA (88%). (Rojas, Quiroz, Garrido, Silva, & Carvajal, 2019, p. 563)

En lo que respecta a otra investigación, esta vez realizada por Vivanco (2021), en la
quinta región de Chile, se analizaron los resultados de la entrevista realizada a profesoras de
Educación Diferencial en relación a los conocimientos que poseen sobre el Trastorno Del
Espectro Autista, por lo que las profesionales tratantes antes de identificar elementos
representativos de la condición indican en su mayoría que los conocimientos impartidos por las
universidades en sus carreras no fueron totalmente suficientes para insertarse en la vida laboral,
por lo tanto, todas han debido especializarse de manera particular en distintos métodos de
intervención y estrategias para trabajar con menores en el espectro autista.

Por consiguiente queda evidenciada la carencia de sólida formación docente lo cual


repercute y dificulta la entrega de una educación equitativa, de calidad, con un enfoque
inclusivo, que se adecúe a las particulares características que se han mencionado en párrafos
anteriores, de los niños y niñas en el espectro.

En segundo lugar, barreras asociadas al uso de mediaciones efectivas y estrategias


pedagógicas y didácticas para su uso en el aula de clase, de este modo es posible partir del
supuesto anterior el cual alude a que la formación docente no ha favorecido estrategias lo
suficientemente efectivas para la educación en la diversidad. Asimismo, Tello (2022), afirma que
las actitudes del profesorado hacia la inclusión se han visto afectadas negativamente, debido a la
poca experiencia que se les proporciona en su formación inicial y continua para el trabajo con la
diversidad, así como también, por la falta de apoyo en sus instituciones.
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En esta misma línea, se expresa la carencia de estrategias para poner en práctica los
diversos y ajustados procedimientos, según los principales resultados de una investigación basada
en entrevistas a diferentes profesionales del área de la educación realizada por Román y Uribe
(2022) evidenciaron que los y las docentes juzgan sus estrategias evaluativas como insuficientes,
puesto que la principal barrera es el desconocimiento o la falta de preparación para aplicar
estrategias y procedimientos evaluativos, pues expresan que en la formación tanto inicial como
continua se les teoriza sobre inclusión y diversidad, sin embargo, las estrategias para abordarlas
son ambiguas.

En relación a lo anterior, se evidencia en una investigación realizada mediante una


entrevista dirigida a los profesores y apoderados de los estudiantes con autismo pertenecientes a
un colegio ubicado en la ciudad de Concepción en Chile, donde los datos extraídos dan cuenta de
que una parte importante de los profesores no cuentan con conocimientos especializados en TEA,
ni tampoco poseen conocimientos respecto a estrategias enfocadas en el trabajo con estos
estudiantes, además, no poseen conocimiento en lo que respecta al manejo de crisis o
desregulaciones en estudiantes con autismo (Cortés, Gutiérrez, Silva, Riffo y Vera, 2022).

En efecto se demuestra que no reconocen ni acogen la forma de aprender de ellos, ni la


diversidad existente en el aula. Esto último, pudiendo afectar el rendimiento de los estudiantes, y,
en consecuencia, su autoestima y motivación, lo que sin duda es de vital importancia para su
desarrollo y participación en el aula.

En tercer lugar, barreras asociadas a la participación de la familia o cuidadores en los


procesos de educación inclusiva, puesto que en la actualidad, no se puede ignorar el hecho de que
cada individuo vive inmerso en un contexto de desarrollo y evolución, denominado familia, en tal
sentido, para Suárez y Vélez (2018) esta se constituye como el primer contexto socializador del
ser humano, por lo tanto, la incorporación temprana de la familia, desde el diagnóstico, es de
suma importancia para los fines de inclusión, entendiendo que esto implica afrontar retos
diferentes, lo que significa que mucho de lo que los propios padres saben sobre la crianza de sus
hijos va a resultar en muchos casos insuficiente.

Los retos a los que la familia y los cuidadores deben enfrentarse son múltiples, y obliga a
la familia a capacitarse y formarse en múltiples disciplinas. Según una investigación cualitativa
realizada por Lobos (2020) mediante entrevistas a familias de la ciudad de Quilpué en Chile, se
menciona que las familias de niños con TEA tienen mucho miedo e incertidumbre, han
experimentado múltiples vivencias negativas, las cuales se asocian al escaso conocimiento que
poseen las comunidades educativas para abordar el tema, lo que finalmente afecta la calidad de
vida de todo el sistema integral.

La familia se convierte en un acompañante del proceso de aprendizaje y va identificando


las necesidades educativas que el niño va experimentando, no obstante, dentro de la misma
investigación realizada por Lobos (2020) menciona que los equipos directivos, señalan que una
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problemática desde hace varios años, y que afecta la dinámica de la escuela, es la baja
participación y la dificultad de incorporar a los padres, madres y apoderados en la rutina escolar,
esto considerando la generalidad del establecimiento.

De este modo un aspecto crucial que obstaculiza la educación inclusiva es la escasa


participación de apoderados y docentes, la cual muchas veces se ve reducida a los espacios
formales clásicos. Otro aspecto que incide en una efectiva inclusión escolar es la inexistencia de
protocolos o espacios formales que le permitan dar continuidad al proceso, puesto que
mayormente estos van quedando reducido a actividades específicas, sin un impacto claro, es por
ello que el trabajo colaborativo, debe permitir dar respuesta a las necesidades de los estudiantes y
sus familias, sin que tengan que pedirlo o se dé una situación crítica, debido a esto, se destaca que
estas barreras para la calidad de vida, se dan en mayor medida en pre básica y enseñanza básica,
disminuyendo en enseñanza media (General,2020).

En este sentido la comunicación que se mantiene entre familia y escuela es fundamental


para lograr los objetivos de aprendizaje así lo menciona Lorite (2020 citado en Cáceres et al.,
2022) señalando que la comunicación debe ser fluida en ambas direcciones, no sólo el profesorado
tiene que informar a la familia sobre los objetivos, métodos y la evaluación escolar, sino que la
familia también debe entregar información sobre las actividades de los hijos e hijas en casa, sus
gustos, intereses y todas aquellas circunstancias que considere relevantes. De este modo, el
docente podrá programar las actividades de acuerdo con las características personales del
alumnado, teniendo en cuenta el ambiente familiar en el que este se desenvuelve.

En cuarto lugar y último, las barreras asociadas a detección temprana del trastorno, en
consideración de lo que se ha venido señalando anteriormente acerca de su caracterización, estas
presentan manifestaciones observables en la conducta desde edades tempranas. Por lo tanto,
resulta imprescindible que se observe y diagnostique rápidamente por un profesional capacitado,
no obstante, Rojas, Rivera y Nilo (2019), señalan que en ocasiones este diagnóstico puede cursar
con discapacidad intelectual, dificultades en el lenguaje, trastornos psiquiátricos y de
comportamiento, así como también alteraciones en el sueño y alimentación, las que pueden estar
presentes hasta en el 70% de los casos.

Debido a lo anterior, el otro gran problema que se visualiza en la realidad es que una vez
que se confirma el diagnóstico, ocurre un tiempo prolongado y relativamente importante, debido
a la alta demanda de especialistas que hay en el sistema de salud público chileno, lo cual conlleva
a que el tiempo de ingreso de los menores a una estimulación por parte del equipo de
profesionales capacitados en TEA se demore y retrase, lo cual va en directo desmedro del
desarrollo y calidad de vida de los menores y sus familias (Vivanco, 2021). Además, repercute en
un tardío desarrollo de habilidades comunicativas y sociales en diversos contextos, tales como el
hogar, la escuela y en los entornos familiares. A su vez, la intervención temprana supone un
enfoque mucho más eficiente en términos de costo y beneficio al reducir la cantidad de
intervenciones necesarias a futuro (Rojas, et al., 2019).
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En resumidas cuentas, identificar las barreras que limitan los procesos de educación
inclusiva en Chile a estudiantes que presentan Trastorno del Espectro Autista, pertenecientes a la
educación básica es la primera medida para iniciar un mecanismo de eliminación progresiva de
estas. Asimismo, a partir de la información obtenida, donde se toma en cuenta la situación actual
de estas necesidades, es la finalidad de esta investigación la estructuración de los desafíos que
conlleva para toda la comunidad educativa y todo aquel que rodea al sujeto asumirlos para que
sean parte de un proceso de inclusión efectivo y beneficioso para todos.

La implementación del proceso de inclusión en un establecimiento escolar conlleva


múltiples y diversos desafíos para toda la comunidad educativa, desde poder entender y
comprender cuál es el significado del concepto de inclusión, hasta llevarlo completamente a la
práctica (Fariña y Lopehandia, 2017). En este sentido, se abordarán los principales desafíos y
retos que favorecen la inclusión educativa en pro de un buen desarrollo de niños y niñas con
autismo.

El principal desafío para un óptimo aprendizaje de los niños y niñas autistas radica en las
estrategias didácticas adecuadas a ellos, así como también, una metodología como lo indica
Santos (2021), estructurada y basada en el conocimiento desarrollado por los cambios de
conducta, además, evolutiva y adaptada a las características personales de los alumnos, también
funcional y con una definición explícita de sistemas de generalización, en igual forma, que
involucre a la familia y la comunidad, y por último intensiva y temprana.

Dentro de este último punto, Valdez y Cartolin (2019) mencionan que la intervención
temprana, que busque atender a las características individualizadas de cada niño con TEA y su
familia, antes de que el niño asista al colegio, cobra un sentido importante dentro de los desafíos
que se pretenden alcanzar, porque es fundamental para desarrollar habilidades que faciliten el
mejor desempeño en el ámbito escolar y se logre una plena inclusión. Asimismo, impacta
positivamente, mejorando el pronóstico y óptimos resultados de los niños y niñas con autismo,
así como también la calidad de vida propia y la de su familia. De esta manera se posibilita que
quienes son diagnosticados accedan a formas mucho más flexibles e inclusivas de experiencias de
vida, porque el rol que cumple la neuroplasticidad en edades tempranas influye en el desarrollo
que se tendrá a lo largo de toda su vida (Toledo, 2020).

En relación a lo anterior sumado a la participación y el compromiso que tienen los


cuidadores o padres de niños con autismo es fundamental para garantizar un proceso educativo
inclusivo exitoso (Vivanco, 2021). Por lo tanto, resulta necesario no solo disponer de
profesionales que se encuentren calificados y capacitados para trabajar con el (la) niño (a) autista,
sino aquellos que incorporen al entorno que rodea al niño y a su familia, reconociendo y
asumiendo que esta última tiene un rol fundamental en lo que respecta a la inclusión en lo social,
escolar y en la transición hacia la vida adulta. En suma, lograr un vínculo entre la familia y la
escuela, que ambas tengan una participación activa es fundamental, beneficioso y fructífero para
la inclusión educativa.
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Por un lado, surge la necesidad y el desafío de que las carreras de pedagogía en Chile
diseñen procesos de formación inicial y continua, que desarrollen marcos comunes de acción y
estrategias, los cuales les permitan generar condiciones para que todos los profesores en
formación posean competencias a fin de diseñar, implementar y evaluar prácticas pedagógicas
que consideren la diversidad de los estudiantes en el marco del currículum general (San Martín,
Salas, Howard, Blanco, 2017). De esta forma, diseñar, implementar adecuaciones y apoyos
necesarios, los cuales posibiliten el desarrollo de habilidades compensatorias, respetando sus
particularidades, modos y tiempos, le permitirán a estudiantes con autismo reducir las
dificultades en términos de funciones ejecutivas para que puedan lograr una mayor autonomía y
desarrollo integral (Toledo, 2020).

Por otro lado, se considera un desafío imprescindible que los profesores en ejercicio
incorporen cursos referidos al currículum, didácticas específicas para su aprendizaje,
conocimientos disciplinares que sustentan ese currículum y que les permita desarrollar
habilidades para orientar, flexibilizar y adaptar el currículum a las características y necesidades
particulares e individuales de cada estudiante (Toledo, 2020). Cabe destacar, que dentro de este
último aspecto, referente a la individualización de cada estudiante permite conocer diversos datos
a cerca de sus debilidades y fortalezas, lo que le permitirá al docente establecer un perfil
psicológico y social, facilitando así la elaboración de un programa de apoyo coherente con sus
necesidades, centrándose en la persona, sus intereses y su singularidad.

A su vez, es inevitable la necesidad de trabajar temáticas asociadas al compromiso


profesional, y rol que la Educación diferencial cumple en la promoción de la inclusión, de
estrategias y metodologías que sean viables para su implementación (San Martín, Salas, Howard,
Blanco, 2017). Asimismo, se evidencia que el trabajo multidisciplinario ha aportado a la calidad
de vida, potenciando el desarrollo de las habilidades de los niños en el espectro (Toledo, 2020).

En esta misma dirección, la primera responsabilidad de estos desafíos recae en la


Educación diferencial, puesto que esta debe tener como misión la creación de espacios,
oportunidades, apoyos necesarios para la adquisición de aprendizajes, participación y
comunicación, a través de la entrega de herramientas a estudiantes que tengan a su cargo en las
aulas, brindándoles una educación de calidad, valorando las diferencias como oportunidades de
aprendizaje y enriquecimiento mutuo (Cisternas y Lobos, 2019). Asimismo, juega un rol
fundamental, ya que debe asumir la importancia de una correcta y adecuada intervención
educativa en lo que respecta a la realización de modificaciones pertinentes en los entornos físicos
y sociales que contribuyen en la disminución o eliminación de las barreras que interfieren en el
desarrollo y aprendizaje.

De esta manera, la educación a los estudiantes con autismo con los mejores recursos de
autocontrol y autorregulación emocional garantiza entornos adecuados en los que se lleve a cabo
la estimulación sensorial, programas de relajación, la anticipación a los cambios y la adaptación
de las actividades al nivel de competencias y estado emocional del estudiante con autismo
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(Marulanda y Sánchez, 2021). Asimismo, Cisternas y Lobos (2019) mencionan que dentro de la
utilización de métodos efectivos, se encuentran, en primer lugar, las estrategias sensoriomotoras
de carácter conductual, estas pueden ser empleadas en distintos niveles del autismo, permitiendo
regular los altos niveles de excitación y nerviosismo, en segundo lugar, las estrategias
lingüísticas, suman todos aquellos recursos con los que se enseñan los modos de expresar las
emociones, por último, las estrategias metacognitivas, las cuales implican que el estudiante
identifique su estado emocional el cual incide sobre el pensamiento.

En síntesis, esta condición es considerada como trastorno del neurodesarrollo que afecta
de manera diferenciada tanto los procesos cognitivos básicos como superiores, así como también,
en lo actitudinal, emocional y lingüístico, por lo que se evidencia que este trastorno se encuentra
por debajo del rango esperado de acuerdo a la edad cronológica y nivel Educacional del sujeto,
por lo que su desempeño académico, social y personal se ve afectado a lo largo de su vida. Por
esta razón es importante conocer los obstáculos y desafíos que implica esta condición para que
los profesores de Educación Diferencial se informen y brinden apoyo mediante la utilización de
estrategias, metodologías y adecuaciones comprobadas científicamente para garantizar un
aprendizaje óptimo que minimice o elimine las barreras que se presentan dentro del sistema
Educacional, entregando así una Educación inclusiva, equitativa y de calidad para la gran
diversidad estudiantil.

Finalmente, se puede concluir mediante una minuciosa investigación, que el Trastorno del
Espectro Autista, se considera como un continuo dimensional que presenta una amplia gama de
niveles del desarrollo según el grado que presenta cada persona con sus particularidades,
capacidades, intereses, necesidades, apoyos y desafíos propios, así también se logró responder a
las hipótesis planteadas al inicio del presente trabajo, puesto que se evidencia que hay
alteraciones en los procesos psicológicos y lingüístico oral, lo cual repercute en la realización de
actividades académicas, sociales y emocionales de la condición.

En cuanto a los cambios sobre la etiología, conceptualización y clasificación, se logra


sintetizar que este trastorno presenta una alteración en el cerebro que repercute de manera
significativa en el desarrollo humano, según el nivel de gravedad en el que se encuentre.

Referente a los procesos psicológicos implicados en estos sujetos, se evidencia que hay
una alteración que no permite un funcionamiento adecuado, en cuanto a los comportamientos
típicos de su edad, por lo que se observan dificultades en la interacción social y expresión
emocional. Por ende, si estas expresiones se pueden detectar a temprana edad permitirán en el
futuro disminuir o eliminar la evolución del trastorno. Asimismo, se evidenció que las
intervenciones educativas desde una perspectiva psicológica impactan positivamente en el
contexto escolar y familiar, destacándose el diálogo permanente, abierto y flexible del
acompañamiento y la comunicación entre la familia y la escuela, los cuales se centren en las
fortalezas de cada niño/a en este espectro tan amplio y único.
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Por último, es de suma importancia la consideración de esta investigación, porque se


plantea como un gran desafío en el sentido de que la Educación Diferencial se involucre
activamente en brindar las herramientas, apoyos y crear los puentes necesarios para lograr las
metas propuestas. Sin embargo, se evidencia una falta de actualización de datos, sobre la
información de los trastornos y más concientización, con respecto a estas condiciones para una
inclusión óptima mediante charlas educativas, que abarquen el entorno del niño y la comunidad
escolar. Para más información de los temas se recomienda revisar las referencias bibliográficas.

BIBLIOGRAFÍA

Aguiar, G., Herández, R., Hernández, Y., Torres, Y. y Valdés, A. (2019). El desarrollo de la
teoría de la mente en educandos con trastorno del espectro de autismo. Revista de
ciencias médicas de Pinar del Río, vol. 23 (5), pág. 624-632. http://re
vcmpnar.sld.cu/index.php/publicaciones/article/view/3909
Aguinaga, A. (2019). Diseño de un refugio de relajación que apoye a la integración sensorial de
la vista, el oído y el tacto, en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) de edades
entre los 7 y 11 años. Caso de estudio Asociación de Padres y Amigos del Autismo
(APADA). [Tesis de Licenciatura, Pontificia Universidad Católica del
Ecuador].http://repositorio.puce.edu.ec/handle/220/
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Wilches, K. (2015). Inclusión social y educativa del trastorno espectro autista (TEA) (Trabajo de
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17

ANEXO

Realizar esta investigación ha sido un reto personal que me ha permitido profundizar en


aspectos claves sobre la educación inclusiva y sobre aspectos que son necesarios para poder
llevarla a cabo, como es la superación de barreras para la participación. Entender la atención del
alumnado con TEA desde el modelo centrado en la familia supone una visión complementaria y
conectada con el enfoque inclusivo. Esto genera un enriquecimiento de nuestras prácticas y
supone un mayor fundamento de las mismas basado en prácticas de éxito y basadas en la
evidencia.

A su vez en esta minuciosa investigación, pude ampliar mi conocimiento en lo que respecta al


TEA, puesto que logré comprender su conceptualización y las características que posee, además
comprendí que es fundamental detectarlas y diagnosticarlas a temprana edad para disminuir las
barreras que interfieren en su desarrollo.

En lo referente al TEA, logré aprender que este tiene una gran variabilidad, dado que los
niños con este trastorno manifiestan dificultades en la comunicación verbal y no verbal, ya que
muestran serios problemas en el ámbito pragmático y en la teoría de la mente, es decir presentan
escasez en la interacción social, puesto que algunos no logran establecer habilidades
convencionales, empatía y afecto por las demás personas, también no comprenden el lenguaje
figurativo, no manejan la prosodia y se distinguen por comportamientos restringidos y repetitivos
en las actividades.

En lo que respecta a los obstáculos y desafíos, considero que la indagación respecto de


estas percepciones debe profundizarse para anticipar posibles barreras y facilitadores para su
puesta en práctica en diferentes contextos educativos.

Por un lado, a través de la información y entrevistas que encontré referente a los


familiares de estudiantes autistas, destaco el rol que cumple la familia, porque es el núcleo
educacional de la sociedad ya que desarrolla en cada uno de los miembros que lo componen una
forma determinada de desenvolverse dentro de la sociedad y los diferentes contextos de los que
hace parte de tal manera que sus integrantes van a reflejar lo aprendido en el hogar determinando
así unas pautas de comportamiento específicas.

La familia es la primera instancia educadora de modo que es importante potenciar en ellas


las capacidades y habilidades necesarias para que su influencia en la sociedad sea óptima
promoviendo así una sociedad inclusiva en la cual la educación y la familia trabaje en conjunto y
de esta manera se conviertan en redes de apoyo para formar ciudadanos responsables.
18

Por otro lado, comprendí que la educación diferencial cumple un rol esencial en la
educación porque es una disciplina que ha sufrido diversos cambios en la historia, pero
actualmente tiene un enfoque, el cual se centra en lograr una educación inclusiva para así dar
respuesta a la diversidad en la Educación. Por lo tanto, es necesario comprender en profundidad
las características de un estudiante con trastorno del espectro autista a fin de disminuir o eliminar
las barreras que limitan su acceso al aprendizaje y a la participación social, brindándoles
estrategias y apoyos educativos de calidad con el objetivo promover su desarrollo integral y
evitar el fracaso escolar.

Cabe destacar, que en esta monografía me ayudó a entender que como futura educadora
siempre debo respaldarme con información científica, además es muy importante buscar la
información correctamente de fuentes verídicas. Sin embargo, me faltó investigar aún más sobre
de la didáctica recomendada para poder ayudar a los niños y adultos con estos trastornos por lo
que espero aprenderlo más adelante en el trascurso de la carrera y por cuenta propia, con la
finalidad de acceder a herramientas beneficiosas para asegurar en mis futuros estudiantes una
educación inclusiva, equitativa y de calidad y que se adapte a las particulares realidades de toda
la comunidad educativa.

En síntesis, el conocimiento aprendido me ayudará en mi formación profesional, por lo


que siempre debo estar actualizada en cuanto a las condiciones y metodologías, puesto que estas
van cambiando constantemente. Debido a esto resulta necesario adecuarse a los nuevos desafíos
para así cooperar para el bien común de la sociedad logrando un país más inclusivo y que
responda a todas las necesidades educativas que vayan emergiendo a lo largo del camino.

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