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Asignatura: Derecho Laboral I

  
Tema: Trabajo Infantil en Honduras

Catedrático Responsable:
Lic.

Alumna:
Cuenta N°:

Campus: San Pedro Sula

2022
INTRODUCCIÓN

El trabajo infantil en Honduras es un fenómeno social que posee múltiples y


complejas causas; su estudio no puede limitarse a un solo factor
determinantes, sino que debe considerar los diversos motivos que expliquen la
incorporación de los niños al trabajo infantil. Pero, sin duda, la causa más clara
y reconocida, es la relación entre trabajo infantil y pobreza, siendo éste un
problema estructural y una evidente violación a los derechos de la niñez; por lo tanto,
se constituye en un tema de prioridad nacional
OBJETIVOS

 Conocer cuantitativa y cualitativamente, las características de la situación del trabajo


infantil, especialmente en sus peores formas, atendiendo a la problemática de género, en
las zonas de intervención actual y futura.

 Analizar la estructura institucional que, dentro del marco legal, acciona para prevenir
y erradicar el trabajo infantil.

 Buscar maneras para disminuir considerablemente los efectos negativos de esta


problemática, de acuerdo con las conclusiones y recomendaciones del diagnóstico
previo.
CONTENIDO

TRABAJO INFANTIL EN HONDURAS

El trabajo infantil en Honduras evidencia la falta de políticas públicas contra un


fenómeno que antes de la pandemia afectaba a 400.000 niños y ahora, a 900.000 y cuya
magnitud pretende conocer el país en 2022 cuando lleve a cabo la primera encuesta
sobre esa lacra.

Más de 412.122 niños de entre 5 y 17 años trabajan en Honduras, muchos de ellos


expuestos a trabajos peligrosos, cifra que se estima se elevó hasta 900.000 menores por
la pérdida de empleos en muchas familias a causa de la pandemia y el cierre de las
escuelas, en ese momento, La población infantil en Honduras es de 2 millones 472 mil
798, esa cifra representa el 26% de en un país con más de 9.6 millones; de esa cantidad
de menores, 412 mil 122 son niños y adolescentes que trabajan para ganarse la vida, es
decir que el 16.67% desarrolla labores que representan un riesgo, según cifras del
Instituto Nacional de Estadísticas (INE).   

De los menores trabajadores, más del 50 % se ocupa en labores de agricultura, sobre


todo en corte y siembra de café, y azúcar, y otra parte lo hace en el sector ganadero y
trabajo doméstico no remunerados, donde los niños enfrentan "abuso y riesgos" al
desarrollar esas actividades, recalcó el experto.

El telón de fondo del trabajo infantil es la pobreza, un flagelo que en Honduras aumentó
al 70 % en 2020 a causa de la pandemia de covid-19 y las tormentas tropicales Eta e
Iota, según organismos de derechos humanos y organizaciones económicas.

Esa pobreza obliga a que miles de niños desempeñen labores incompatibles con su edad,
que ponen en riesgo su desarrollo educativo y en muchos casos su salud, para ayudar a
su familia, afirmó Valladares y afecta también a las niñas.

La situación de los niños que viven en hogares pobres es palpable en las calles de
Tegucigalpa, donde se ven grupos de menores concentrados en los semáforos,
limpiando vidrios de vehículos, haciendo malabares o pidiendo dinero o comida.
El Instituto Nacional de Estadísticas de Honduras, con apoyo del Programa Futuros
Brillantes, tiene previsto realizar en 2022 la primera encuesta oficial sobre trabajo
infantil en el país para conocer la magnitud y el alcance del problema, comentó. EFE

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), define el trabajo infantil como toda
aquella acción que priva a los niños de su infancia, su potencial  y  su  dignidad, es
además perjudicial para su desarrollo físico y psicológico; porque los excluye de sus
derechos como el acceso a la salud y a la educación.
En Honduras más 50.5% de menores de edad realizan labores agrícolas, un 20% en el
comercio, un 10.6% en la industria manufacturera, 3% en la construcción y el restante
17% entre otras labores que son consideradas de alto riesgo para los niños y niñas en
Honduras.
Niños en condición vulnerable

Hay al menos 412 mil 122 menores, el 16% de la población infantil de la nación, que
trabajan a diario para ganarse la vida, desarrollan labores que suelen ser sumamente
peligrosas ya que les toca salir de sus viviendas, tomar sus propias decisiones, además
por trabajar, se autoexcluyen de derechos fundamentales como la salud y la educación.  

Basta con un pequeño recorrido por el Bulevar


Morazán en la capital de Honduras, donde se
aprecian decenas de menores de edad vendiendo
cacahuates, dulces, bolsitas de agua, mascarillas,
repuestos para automóviles, otros se dedican a
limpiar vidrios en los escasos 120 segundos que
marca la parada de vehículos en los dos semáforos
que funcionan en el lugar, Unos 17 mil niños trabajan
en la capital Tegucigalpa, capital de Honduras.

La pandemia, el detonante

El “Análisis Situacional de Derechos de la Niñez


y Adolescencia en el Municipio del Distrito
Central” elaborado cada año por Aldeas
Infantiles SOS, Save The Children y World
Visión, indica que más de 17 mil menores en
edades de entre 5 y 7 años se encuentran
laborando. Esta cifra representa un 6% de una
población infantil de 400 mil en el municipio. La
pandemia ha sido un detonante que ha provocado
el colapso de las sociedades sin excepción,
Honduras se encuentra muy golpeada y eso ha incrementado considerablemente el
trabajo infantil, eso nos indica que la niñez no tiene un futuro prometedor, comentó Elsa
Ramírez, directora de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo.
El trabajo infantil es permitido en Honduras, pero para adolescentes mayores de 14
años, sin embargo, la mayoría de los menores que trabajan no cuentan con permiso
laboral, porque prefieren el sector informal donde no hay tantos requisitos para
desarrollar una actividad que le permita obtener algo de dinero. Se trata de la diferencia
entre comer o no y muchas veces entre vivir o dejarse de la mano de Dios.
Ciudades con trabajo infantil

Al respecto, Ramírez, sostiene que no todo lo que se mira en la calle, es trabajo infantil,
ese es un problema mayor para el país, porque esos son menores que están en un riesgo
inminente, que, pese a que desarrollan una actividad para lucrarse, no hay disciplina
para mejorar las oportunidades, su esfuerzo se encamina a obtener dinero y nada más.
El país afronta una grave crisis de mendicidad, este fenómeno se manifiesta cuando uno
de los miembros de la familia está presente en las actividades laborales que desarrollan
los menores en las calles y avenidas de una determinada ciudad, “es lamentable porque
los padres creen que si su hijo les ayuda van a mejorar su condición económica”.  

Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, Choluteca y Roatán, son las ciudades donde el
fenómeno del trabajo infantil se ha acentuado; es por ello por lo que son esos lugares los
que deberían intervenirse para reducir el impacto de este tema que afecta a más de 400
mil menores que no tienen oportunidad de estudio.

Pocos permisos y falta de presupuesto






“Las cifras podrían ser mucho mayores, porque no se tiene un dato preciso, sin
embargo, estos infantes no tienen un buen futuro, porque no están estudiando, no se
están preparándose para mejorar su condición de vida, es decir están cerrando la puerta
a las oportunidades”, contó Ramírez.

A todo esto, la Secretaría del Trabajo, apenas otorgó 342 permisos de trabajo a
adolescentes a nivel nacional, esta cifra tiene que ver con que son pocas las familias
interesadas en que sus hijos trabajen conforme a la ley; porque gran parte de ellas se
dedican al comercio informal entonces sus hijos siguen esa línea.

“Yo considero que Honduras debe tomarse tiempo para revisar las peores formas de
trabajo infantil y erradicarlas, ya que aquí tenemos muchas como: la minería, cohetería,
agricultura, buceo, melón, langosta y trabajos domésticos; tenemos programas
preventivos pero los mismos no son suficientes”, indicó la funcionaria.

Añadió que una de las debilidades que afronta el país para contrarrestar ese fenómeno,
es que no se tiene un presupuesto asignado para atender como corresponde, tampoco se
tiene un dato exacto de los niños trabajando, no se sabe quiénes son y dónde están
exactamente.

El Ministerio Publico

El Ministerio Público, cuenta con dos


dependencias para atender conflictos en menores
de edad, la Fiscalía Especial de la Niñez y la
Unidad Contra la Trata y Explotación Laboral;
ambas constantemente están desarrollando
acciones preventivas de abusos contra niños.

“Son estas dos dependencias las que casi


siempre le dan el seguimiento respectivo a
los casos que se detectan, los mismos están fuera del marco legal de trabajo de los
menores”, comentó un funcionario del Ministerio Público en conversación con Proceso
Digital, al tiempo que sostiene que las acciones son constantes durante el año.
Hace escasos días, ambas fiscalías en el marco de la Operación Omega VI, realizaron
inspecciones en sectores como: El Hatillo, La Tigra, La Cantadora, El Piliguin, Los
Plancitos, con la finalidad de verificar que no se está utilizando mano de obra infantil en
labores de agricultura en la siembra de repollo, zanahoria y cultivo de flores
ornamentales.

La Fiscalía acciona cuando el ente administrativo – en este caso la Secretaría del


Trabajo-, considera que existen ilícitos en una determinada acción, si la investigación
comprueba, entonces se procede con la denuncia. Otra forma es cuando se realizan
operaciones sorpresas en los campos donde se presuma que hay menores, concluyó.

El trabajo infantil se expande cada día

Según la OIT unos 160 millones de niños trabajan en todo el mundo y en los últimos
cuatro años, se registra un incremento de 8.4 millones de infantes que decidieron
trabajar; la mayoría de ellos se encuentran en situación de riesgo debido a las labores
que desarrollan y a la llegada de la pandemia del COVID-19.

Un informe publicado recientemente por el organismo señala que “los avances para
erradicar el trabajo infantil se han estancados por primera vez en 20 años”, que además
la tendencia de esos esfuerzos se ha invertido, esto, con relación a que entre el periodo
2000 – 2016, las cifras de estos casos se redujeron en 94 millones.

Según la Organización Internacional del Trabajo, el 70% de los casos de trabajo infantil
-112 millones de niños- desarrollan labores en el sector agrícola, seguido del 20% -31,4
millones de infantes que se dedican a brindar servicios y el 10 por ciento -16,5 millones
de menores trabajan en el sector industrial.

De los 9 millones 444 mil 679 de hondureños, según el Instituto Nacional de


Estadística, el 51.33% son mujeres y 48.67 hombres; pero de ese total, 2 millones 472
mil 798 son niños y por sexo representan el 50% para cada uno, es decir que el 26%
conforman la urbe infantil del país.

La llegada de la pandemia a Honduras disparó el desempleo abierto de 5.7 al 10.9 %,


según cifras oficiales, este incremento significó más de 445 mil nuevos desempleados
en la nación, que cuenta con una Población Económicamente Activa de 3 millones 655
mil 653.
CONCLUSIÓN

Es importante destacar que no todos los hogares pobres con niveles similares de ingreso
recurren al uso de trabajo infantil si se utiliza como base del análisis el porcentaje de
población bajo la línea de pobreza de ingresos, existiendo otras variables, como la
cultura y tradiciones para el trabajo de los menores. Sin embargo, se ha podido
comprobar, cómo la causa determinante de la explotación infantil es la pobreza,
poniendo en evidencia que la insuficiencia de ingresos es un indicador más significativo
para explicar el trabajo infantil que la satisfacción efectiva de un conjunto de
necesidades básicas materiales, lo anterior nos lleva a uno de los temas más
controvertidos como es la incidencia del trabajo infantil sobre el ingreso familiar: éste
genera un aumento de la explotación infantil, algo que el gobierno debe de poner en
marcha planes, estrategias o lo que sea necesario para erradicar este problema.

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