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la educación en la Responsabilidad Social es una tarea que debe abordar la institución educativa en todos

sus niveles, acompañando todo el proceso formativo de la persona, como itinerario formativo permanente,
desarrollando sus proyectos de gestión institucional y sus propuestas curriculares.
La educación en la responsabilidad social incluye la formación de competencias básicas que configuran el
derecho a la educación que le corresponde a todo ciudadano, y por lo tanto, que debe abordar la institución
Educativa en su conjunto, como comunidad educativa, desde la Misión y Visión, la elaboración de un
proyecto educativo con responsabilidad social.

Surge así un interrogante ¿que entendemos por formación ético-cívica?

Es un proceso que pretende sacar a la persona de su aislamiento, de su encierro sobre sí mismo, abriéndola
a la objetivación de sus intereses, aumento de actitudes pro-sociales. la formación ética y la responsabilidad
social se deben plantear en forma transversal, busca configurar la base de toda formación humana
completa, sobre la cual el estudiante orientara su proyecto de vida.

Implementar transversalmente los temas éticos y sociales de los currículos, así los alumnos pueden
proyectar y diseñar en las aulas, distintas propuestas de solución a los complejos temas de nuestro entorno
y se preparen para hacerlo, luego, en el ejercicio de su profesión o trabajo como ciudadanos responsables La
humanidad, desde sus albores ha trazado las pautas para la transferencia de conocimientos de generación
en generación; forjando así la primera Institución Educativa (IE) de todos los tiempos: La Familia (Centro de
Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar, s.f.). Al igual que los centros educativos, la familia
es una institución que transmite valores, principios y expresiones culturales.

Definir una Institución Educativa (IE) implica adentrarnos a aquellos factores humanos que interfieren en el
proceso educativo, tales como maestros, alumnos y administradores del proceso. Debemos remontarnos a
los valores transferidos por ellos en su realidad sociocultural (Alonso A. , Ed. 2004), que dependerá en todo
sentido de sus saberes previos (Tejeda Fernández, 2000).

Una IE es un sistema organizado de estructuras que está fuertemente arraigado de valores, sentimientos y
actitudes con una finalidad conocida por todos: la gestión del proceso enseñanza aprendizaje. Pero, en sí
misma es un sistema basado en el intercambio de información entre los emisores y receptores. Donde los
papeles tanto del emisor como del receptor se ven intercambiados permanentemente.

Pero, desde el punto de vista ostensivo (Barba Vicente, 20015-2016), ¿es posible indicar que las
instituciones educativas son edificios? Claro que no, la realidad en que vivimos nos demuestra que la
educación no se limita a estructuras físicas ni aspectos geográficos. Es más bien, un ente de acervo cultural
que está acompañado de las palabras claves: "INTERCAMBIO", "APRENDIZAJE", "ENSEÑANZA",
"PRINCIPIOS", "CONOCIMIENTOS", "VALORES" y "COMPROMISO". El término ostensivo limita el vocablo
"institución educativa" a la expresión "centro educativo".

Dentro de los centros educativos y la familia es menester plantearnos la siguiente interrogante: ¿qué pasa si
los principios arraigados han sido erróneos? En ese caso empezamos a perder nuestra identidad y
terminamos transmitiendo, de generación en generación, falacias y negatividades que tomamos como
buenas y válidas. De ahí surge una definición negativa de la Institución Educativa convirtiéndola en una
antítesis de su verdadera razón social.

No existen limitaciones estructurales para una IE. Y a su vez, considero un error tomar una definición
intrínseca de ella; pues deshumaniza los elementos aportados por los protagonistas del proceso y nos lleva a
tomar una definición negativa y mal estructurada de una IE. Considero que la definición más acertada de
una IE es la extrínseca porque toma en cuenta los roles dentro del sistema y el ambiente en que ellos se
desenvuelven.
En conclusión, todo modelo, centro o institución educativa: dependerá del paradigma impuesto por las
personas que interfieren en ella; se enriquecerá de las variedades del entorno; será capaz de gestionar
personas hacia el desarrollo de sus habilidades cognoscitivas; no se limitará a espacios físicos; y por encima
de todo, transmitirá conocimiento a cada uno de los entes que componen el proceso de enseñanza y
aprendizaje.

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