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“UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE

MOGROVEJO”

“LA RECURRENCIA DE LA MORA DIRIGIDO A LAS


ENTIDADES FINANCIERAS DEL PERÚ”

DOCENTE:
De la Cruz Gonzales, Ever.

ESTUDIANTES:
Carbajal Fernández, Micaela
Huayta Ruiz Alexia, Isabel.
Incio León, Adriana
Loconi Cueva, Angie

CURSO:
DERECHO DE OBLIGACIONES

Chiclayo 2022
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I: LA MORA Y USURA
1.1. Antecedentes históricos de la mora
1.2. La constitución en mora y sus efectos
1.2.1. Mora e incumplimiento
1.2.2. Decreto Legislativo N°295 del Código Civil
1.3. La usura
1.3.1. Ley N° 31143 “Ley que protege de la usura a los consumidores de los
servicios financieros”.
1.3.2. Regulación por el Banco Central de Reserva
1.3.3. Ley N.ª 29571 "Código de protección y defensa del consumidor".
1.3.4. Ley N° 28587 - Ley complementaria a la ley de protección al consumidor en
materia de servicios financieros.
CAPÍTULO II: LA MORA EN EL CÓDIGO PERUANO
2.1. Tasas de interés en entidades bancarias del Perú
2.1.1. Banco de Crédito del Perú
2.1.2. Scotiabank Perú
2.1.3. Interbank
2.2. Artículos moratorios por parte del deudor
2.2.1. Mora del deudor
2.2.2. Mora en las obligaciones de dar suma de dinero
2.2.3. Mora en las obligaciones recíprocas
2.2.4. Efectos de la mora del deudor
2.3. Artículos moratorios por parte del acreedor
2.3.1. Mora del acreedor
2.3.2. Efectos de la mora del acreedor: Indemnización de daños
2.3.3. Purgación de la mora
CAPÍTULO III: DERECHO COMPARADO
3.1. Regulación de la mora en los diferentes Códigos Civiles.
3.1.1. Código Civil de Brasil.
3.1.2. Código Civil de Chile.
3.1.3. Código Civil de Argentina.
3.1.4. Código Civil de Italia.
3.1.5. Código Civil de Alemania.
3.1.6. Código Civil de Francia.
3.1.7. Código Civil de España.
3.1.8. Código Civil de Colombia.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
INTRODUCCIÓN

Cada año, diversas personas solicitan apoyo económico recurriendo constantemente a


entidades bancarias que residen en nuestro territorio. Las cuales, son parte del sistema
financiero; siendo este, de gran importancia para el propio desarrollo económico de
nuestro país. De esta forma, el dinero solicitado podrá ser invertido al capital con la
finalidad de realizar actividades productivas. Siendo necesario resaltar la importancia de
regular la mora en estas mismas prestaciones que repercuten de forma directa a los
solicitantes. Por ello, el Estado brinda regulaciones a través de normas con el proósito de
que estas entidades no se aprovechen de la necesidad de las personas para poder solventar
las necesidades que puedan presentar.

Al referirnos exactamente a la mora se puede establecer en primer lugar dos supuestos de


suma importancia. El primero de ellos es referente a la mora del deudor, la cual, se
establece cuando se efectúe un retraso en el cumplimiento de una obligación pactada.
Mientras que, en segundo lugar, se establece y se regula de igual forma que el anterior
supuesto, la mora del acreedor. Donde, el acreedor podrá incurrir en mora ante situaciones
donde no acepte la cosa debida siempre y cuando ésta cumpla con todos los requerimientos
necesarios. Sin dejar de mencionar incluso cuando no preste las situaciones factibles para
que pueda llevar a cabo la obligación. En otras palabras, nuestro ordenamiento jurídico no
solamente regulará la mora del deudor; si no también, la del acreedor. Pues, ambas partes
son participantes de dicha relación que establecieron en su momento.

El presente trabajo de investigación cuenta con tres capítulos. El primer capítulo se titula la
mora y usura, en el cual abordaremos los siguientes subtemas; antecedentes históricos de
la mora en nuestro ordenamiento jurídico, la constitución en mora y sus efectos, régimen
legal de la mora, mora e incumplimiento, decreto Legislativo N°295 del Código Civil, la
usura la usura a los consumidores de los servicios financieros, regulación por el Banco
Central de Reserva, ley N.º 29571 "Código de protección y defensa del consumidor" y la
ley complementaria a la ley de protección al consumidor en materia de servicios
financieros.
Además de ello, en el segundo capítulo titulado la mora en el código peruano, donde
abordaremos; en primer lugar, tasas de interés en entidades bancarias del Perú, artículos
moratorios por parte del deudor; así como también, artículos moratorios por parte del
acreedor. De esta forma, brindando un acercamiento a las entidades presentes en nuestro
país. Por último, contamos con el capítulo tres titulados Derecho comparado. Frente a ello
se establecerá la regulación de la mora en los diferentes Códigos Civiles. Incluyendo de
esta manera a países como Brasil, Chile, Argentina, Italia, Alemania, Francia, España y
Colombia.
CAPÍTULO I: LA MORA Y USURA

1.1. Antecedentes históricos de la mora

Conforme a la opinión más antigua, se conoce que el contrato formal más antiguo en la
sociedad romana era el nexum, negocio que correspondía en su forma a la mancipatio, el
cual era el modo típico que utilizaba Roma para transferir la propiedad. Este, mientras el
deudor no pagaba y otro no se ofrecía a pagar por él para que quede libre por la
solemnidad correspondiente de la solutio, según Bosque (2015) asegura que “el acreedor
había adquirido derecho sobre la persona de un sujeto suyo se le permitía tener encadenado
al nexus, o sea al obligato, golpearlo y hacerlo trabajar en su propia cuenta” (p. 41). En
otras palabras, cuando no se llegaba a cumplir con la obligación, a este se le violentaba
físicamente, prácticamente era de su propiedad y lo hacían trabajar. Por lo que, se
manifiesta que, en el antiguo derecho civil, la obligatio es un estado de sujeción personal,
de atadura de la propia persona.

Con el pasar del tiempo, fue la ley de las XII tablas, dada en los años 470 antes de Cristo,
la que fijó los plazos que habrían de concederse al deudor y también las formalidades que
tenían que cumplirse, con el objetivo de hacer cumplir la justicia. Resumiendo lo
contenido dentro de las tablas, Bosque (2015) nos menciona que “cuando se trata de una
deuda dineraria, el deudor a partir del pronunciamiento de la sentencia tendría 30 días y si
se cumple el plazo, el acreedor es autorizado para efectuar la aprehensión corporal” (p.
20). Dicho de otro modo, se crea así, un estado intermedio, de dilación entre el
cumplimiento e incumplimiento. Luego se va cambiando esta perspectiva, pues en el
periodo clásico aparece un sistema de derechos y deberes.

Siguiendo, en virtud de la relación obligatoria, el deudor había de realizar la prestación a


su debido tiempo, este tiempo se puede determinar por las partes o inducirse del propio
contenido de la obligación dada. Es por ello que, Bosque (2015) asegura que “si no se ha
establecido ningún plazo en rigor se puede solicitar el pago cuando se desee, también
inmediatamente” (p.40). Es decir, el pago se va a poder solicitar cuando lo quieran, así sea
en el mismo momento, todo esto se puede solicitar si cuando llegaron al acuerdo no se
estableció algún plazo.
1.2. La constitución en mora y sus efectos.

1.2.1. Mora e incumplimiento

Dentro del ordenamiento jurídico, está regulada la mora, la cual según Fornos (1997)
es “el retardo culpable del cumplimiento de la obligación, unido a la exigencia por
parte del acreedor de dicho incumplimiento” (p. 285). Es decir, la mora es el retraso
de la obligación pactada, juntando la exigencia que se va a presentar por parte del
acreedor de dicha falta de cumplimiento. Sabemos también, que es necesario que
para que el deudor incurra en mora, el acreedor debe exigir judicial o
extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación. Asimismo, cuando la
obligación ya ha sido exigible, es necesario que esta se tenga que cumplir.

En nuestro país, la mora se puede definir según Coca (2020) como aquel “retraso en
el cumplimiento de la obligación del deudor que le es imputable a título de culpa,
cuyo cumplimiento resulte aún posible y que siga siendo útil para el acreedor”
(p.35). Por lo que, se entiende como la falta del cumplimiento a tiempo de una
obligación, la cual aún es posible de realizar y sobre todo que aún sea necesaria y útil
para el acreedor. Con esto, podemos darnos cuenta que las definiciones de la mora
son similares, ya que ambas constan del incumplimiento de la obligación acordada
por las partes, así como el acreedor debe exigir de ésta judicial o extrajudicialmente.

Como efectos de la mora del deudor, nuestro Código Civil regula la responsabilidad
del deudor en caso de mora, específicamente el artículo 1336 del CC nos menciona:

Artículo 13366: “El deudor constituido en mora responde de los daños y


perjuicios que irrogue por el retraso en el cumplimiento de la obligación y
por la imposibilidad sobreviniente, aun cuando ella obedezca a causa que no
le sea imputable. Puede sustraerse a esta responsabilidad probando que ha
incurrido en retraso sin culpa, o que la causa no imputable habría afectado
la prestación; aunque se hubiese cumplido oportunamente”.
En otras palabras, este artículo nos manifiesta que se hará responsable por los daños
que se generen por el incumplimiento de la obligación, así como por los perjuicios
que se deriven del retraso del cumplimiento de esta. Además, también se tiene que
hacer responsable por aquella imposibilidad sobreviniente de la pretensión, aun
cuando esta obedezca a causa que no le va a ser imputable.

1.2.2. Decreto Legislativo N°295 del Código Civil

En la legislación peruana, se puede encontrar el Decreto Legislativo N°295, el cual


presenta algunos artículos que regulan el cumplimiento e incumplimiento de la mora,
pues como en todo ordenamiento se debe cumplir con las obligaciones
correspondientes, es por ello que, el Artículo 1333 nos menciona:

Artículo 1333.- Incurre en mora el obligado desde que el acreedor le exija,


judicial o extrajudicialmente, el cumplimiento de su obligación. No es
necesaria la intimación para que la mora exista:

1.- Cuando la ley o el pacto lo declaren expresamente.

2.- Cuando de la naturaleza y circunstancias de la obligación resultare que


la designación del tiempo en que había de entregarse el bien, o practicarse el
servicio, hubiese sido motivo determinante para contraerla.

3.- Cuando el deudor manifieste por escrito su negativa a cumplir la


obligación.

4.- Cuando la intimación no fuese posible por causa imputable al deudor.

Interpretando dicho artículo, desde que el acreedor exija al obligado el cumplimiento


de la obligación, éste incurrirá en mora. Además, cabe resaltar que no se necesita una
petición por parte de una autoridad, cuando ya la ley lo declare, cuando según lo
estipulado en la obligación con relación al tiempo haya sido motivo para contraerla y
finalmente si el deudor indica su negativa a cumplir con lo acordado. De esta forma,
el acto jurídico celebrando entre el cliente y el banco se encuentra estableciendo que
la mora procederá a partir de la fecha pactada por las partes. Por ello,

El Decreto Legislativo también habla de las obligaciones recíprocas o conocidas


como obligaciones bilaterales, en las cuales, tanto acreedor y deudor tienen una
obligación inversa. Específicamente, el Artículo 1335 nos dice:
Artículo 1335.- En las obligaciones recíprocas, ninguno de los obligados
incurre en mora sino desde que alguno de ellos cumple su obligación, u
otorga garantías de que la cumplirá.

En otras palabras, el presente artículo indica que ninguna de las partes que son
obligadas van a tener que incurrir en la mora, esto se realizará en el momento en el
que uno de ellos cumpla con su obligación pactada o este otorgue algunas garantías
donde se vea que cumplirá con estas.

1.3. La usura

Para poder hablar sobre la usura, debemos tener claro que esta problemática nace a raíz de
las tasas de interés y determinación del costo del crédito, lo que significa que cierto
porcentaje de la operación a realizar (préstamo), cubre el tiempo y el uso del monto
brindado. Ahora bien, el costo del crédito se compone por cuatro elementos, explicados
por Sánchez, Días & Cisneros (2021) empezando por el costo de fondeo o de
financiamiento, es cual refiere a ser la tasa de interés pasiva, los gastos operativos, la
compensación por el riesgo de impago, es decir, las provisiones requeridas ante el posible
deterioro de la cartera crediticia y un margen de ganancia, el cual reditúa al capital
invertido por las entidades del sistema financiero.

Debemos recalcar que las tasas de interés son variables pudiendo ser más elevadas en
casos como consumo o microempresas, esto se debe al poco o nulo historial crediticio que
presentan los usurarios, conectado a esto, presentan gran potencial de riesgo de
incumplimiento de pago, por lo que las entidades asignan más recursos en la evaluación
crediticia, monitoreo y cobranza de sus clientes. Es por ello que Sánchez, Días & Cisneros
(2021), mencionan que existe una mayor diferencia entre las tasas de interés activas y las
tasas de interés pasivas, es decir, las tasas que las entidades pagan por sus depósitos
(refleja el costo de fondeo de la entidad.

Siendo explicado previamente el concepto del interés crediticio, pasaremos hablar de la


usura, la cual como se mencionó anteriormente, nace del porcentaje ganancial de los
préstamos, es decir, el cobro de intereses altamente elevados en los préstamos o de las
moras por retraso de pago, exigidos con el fin de generar ganancias injustas para las
entidades financieras. Si bien es cierto, la ley peruana da la libertad a las empresas de fijar
el porcentaje con el que trabajarán, pero este no debe superar el límite impuesto por el
Banco Central de Reserva, el cual refiere al 87.91%; el mismo podrá fluctuar con el
transcurrir del tiempo pero resaltando el hecho que el mismo podrá ser reviso en el portal
web del BCR. Por lo que, Risco (1997) agrega que el BCR estableció esas tasas, pero a
partir de 1991, en uso de su "facultad", dispuso que la tasa máxima del interés
convencional se establecerá teniendo como referencia las tasas activas de interés en
moneda nacional o en moneda extranjera que publica diariamente la Superintendencia de
Banca y Seguros.

1.3.1. Ley N° 31143 “Ley que protege de la usura a los consumidores de los
servicios financieros”

Con fecha 18 de marzo de 2021, se publicó la ley 31143, ley que protege de la usura
a los consumidores de los servicios financieros, aprobada por insistencia del
Congreso de la República, en modificación de los artículos 6 y 11 de la Ley 28587,
Ley Complementaria a la Ley de Protección al Consumidor en Materia de Servicios
Financieros. Dicha norma dispone que el BCR posee la facultad de establecer el
mínimo y máximo de las tasas de interés aplicables en operaciones financieras, tal
como lo expresa el artículo 6 de la misma ley, las tasas de interés moratorio serán las
mismas que el Banco Central de Reserva establece para las operaciones ajenas al
sistema financiero, conforme lo establece el artículo 51 del Decreto Ley 26123, Ley
Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú.

En tal ocasión que entidades financieras sobrepasan con un cobro de tasa por encima
del máximo, se denominará delito de usura, según el Código Procesal Penal del Perú
(1991) el delito de usura está previsto en el artículo 214 de este mismo, sancionado
con pena privativa de la libertad no menor de 1 año ni mayor de 3 años, con 20 a 30
días multa. Además, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) es la
encargada de supervisar el cumplimiento del valor porcentual que establecen las
entidades bancarias, así como sancionar y denunciar ante el Ministerio Público,
cuando existe agravio.

Por otro lado, en caso exista retraso de pago por parte del deudor, es permitido el
cobro de intereses moratorios, en estos casos, la tasa será equivalente a la misma que
el BCRP establece para las operaciones que no están incluidas en el sistema
financiero y, por ende, se prohíbe el cobro de penalidad u otra comisión o gasto.
Asimismo, la norma prohíbe expresamente la capitalización de intereses cuando un
cliente incurra en mora. Es así como la Fundación BBVA (2021) explica que en
cumplimiento de lo establecido en el Art. 1246 del Código Civil, en caso de
incumplimiento de pago solo te será aplicable la tasa de interés convencional
compensatoria pactada, de igual forma, dicha tasa de interés moratorio se devengará
a partir de la fecha en que incurran en mora, sin perjuicio del cobro del interés
convencional compensatorio pactado.

1.3.2. Regulación por el Banco Central de Reserva

A finales del año 2020, se aprobó la Ley N° 31143, “Ley que protege de la usura a
los consumidores de los servicios financieros”, la cual implementó en su disposición,
la fijación de topes a las tasas de interés en el sistema financiero para los créditos de
consumo y MYPE, a cargo del Banco Central. Por lo que, el BCRP, estableció que el
tope referencial equivale a 2 veces la tasa de interés promedio de éstos del sistema
financiero, buscando minimizar los potenciales efectos negativos de las cláusulas
abusivas. Es así como el Título III, referente a las atribuciones, obligaciones y
prohibiciones, detalla en su artículo 51:

“Artículo 51.- El Banco establece de conformidad con el Código Civil, las


tasas máximas de interés compensatorio, moratorio, y legal, para las
operaciones ajenas al Sistema Financiero.

Las mencionadas tasas, así como el Índice de Reajuste de Deuda y las tasas
de interés para las obligaciones sujetas a este sistema, deben guardar
relación con las tasas de interés prevalecientes en las entidades del Sistema
Financiero”. (p. 155)

De esta forma lo que nos menciona este artículo son las tasas máximas de interés
compensatorio, moratorio y legal con respecto a las operaciones ajenas al Sistema
Financiero. Dicho de otra forma, se busca frenar los altos costos que se pueden
establecer con respecto a este tema. Sin regulación oportuna en nuestro
ordenamiento, existirían innumerables situaciones donde se pueden aprovechar de
estos intereses.
De igual forma se manifiesta como atribución y obligación las tasas de interés
pertinentes en el sistema financiero. Las cuales, podrán ser establecidas por la libre
competencia. Por ello, en nuestro ordenamiento jurídico, exactamente hablando en la
Ley N° 31143 encontramos un artículo dirigido a la regulación del mismo; siendo
este; el artículo 52, el cual hace mención al respecto de:

“Artículo 52.- El Banco propicia que las tasas de interés de las operaciones
del sistema financiero sean determinadas por la libre competencia, dentro de
las tasas de interés máximas que fije para ello en ejercicio de sus
atribuciones. El Banco tiene la facultad de fijar tasas de interés máximas y
mínimas, en forma semestral, con el propósito de regular el mercado, dicha
competencia no puede ser delegada a otra entidad.

Las tasas de interés activas máximas fijadas serán exclusivamente para las
operaciones de crédito referidas en el literal c) del inciso 3) del artículo 221
de la Ley 26702, Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de
Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros. Las tasas
de interés activas cobradas por encima de ese límite serán consideradas
tasas de interés de usura y tipificadas como un delito, siendo de aplicación
el artículo 214 del Código Penal, aprobado por Decreto Legislativo 635.

La Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de


Fondos de Pensiones vigilará y supervisará el cumplimiento de las tasas
máximas, procediendo a sancionar y denunciar ante el órgano competente a
las entidades financieras que excedan dicho límite, de acuerdo a sus
atribuciones.” (p. 122)

Lo mencionado con anterioridad menciona que, el Banco Central de Reserva del


Perú (BCRP) busca acabar con los cobros exorbitantes que establecen las entidades
financieras, mediante una constante vigilancia y supervisión, se trata de sancionar
cualquier intento de abuso dentro del cobro de intereses o moras a los usuarios que
soliciten carteras de préstamos.

1.3.3. Ley Nº 29571 "Código de protección y defensa del consumidor".

A través del Diario Oficial “El Peruano”, se publicó la ley N° 29571, referida al
Código de Protección y Defensa del Consumidor. Para lo cual, desde la misma
página de INDECOPI (2022) podemos encontrar la siguiente descripción:

“El Código de Protección y Defensa del Consumidor (Ley Nº 29571)


implica un cambio de visión, en beneficio de una mayor protección de tus
derechos, a través de una actuación preventiva y proactiva, y coordinada
con diversas instituciones del Estado, ciudadanos y empresariado; bajo la
rectoría de la Autoridad Nacional.” (s.p)

Dicho de otra forma, este Código es una norma integradora de lectura obligatoria,
porque es un punto de partida para el conocimiento de tus derechos y cómo
ejercerlos. Además de informar sobre un conjunto de disposiciones referidas a la
protección y relación con los proveedores en todo el país.

Empezando en el Título I: Derechos de los consumidores y relación consumidor


proveedor. Se empieza enumerando ciertos derechos como a una protección eficaz,
a información oportuna, suficiente, veraz y accesible; a la protección de sus intereses
económicos, a un trato justo y a no ser discriminados, etc. Por lo que nos
centraremos en la protección de los intereses económicos. Respecto a estos servicios
financieros, se incluyó en la publicación del código en el año 2010, la opción de
recurrir al Indecopi para presentar reclamos o denuncias por productos o servicios
financieros o de seguros tipificado en el artículo 88. Así mismo, el inciso 88.3 de la
Ley Nº 29571 (2010) es el de mayor interés para el desarrollo de nuestro análisis
pues este nos dice que:

“En caso de identificarse comportamientos que tengan repercusión en


intereses de terceros, el Indecopi, de oficio o por denuncia, inicia el
procedimiento administrativo sancionador contra el proveedor responsable.”
(p. 40)
Es decir, los proveedores de dichos créditos financieros deben determinar la tasa de
interés convencional compensatorio o moratoria en atención a los límites
establecidos por el Banco Central de Reserva del Perú. Lo cual debe ser detallado al
usuario que accederá a dicho crédito, considerando las condiciones de crédito y la
Tasa de Costo Efectivo Anual, entre las cuales estará el precio al contado del
producto, el monto de la cuota inicial y las posteriores, entre otras.

1.3.4. Ley N° 28587 - Ley complementaria a la ley de protección al consumidor


en materia de servicios financieros.

La Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) aprobó la Resolución N° 1765-2005,


referida al reglamento de transparencia de información y disposiciones aplicables a
la contratación con usuarios del sistema financiero. Dicha norma tiene como
finalidad que las empresas supervisadas por la SBS refuercen su función de atención
al usuario, sus mecanismos de transparencia. Tal como se menciona en la misma
resolución (2005), se tiene la finalidad de mejorar el equilibrio de las relaciones
contractuales entre los usuarios y las empresas, identificando las cláusulas generales
de contratación que las empresas supervisadas deberán someter a su aprobación
administrativa previa. Así mismo, agregamos que, a partir de esto, se cuenta con un
sistema de atención al usuario que les permita mejorar los niveles de cumplimiento
de las normas de protección al consumidor.

Así mismo, dos artículos que debemos resaltar con suma importancia, provenientes
de la Ley N° 28587, empezando por el artículo 6, referente al cobro de intereses,
donde menciona que el porcentaje de la tasa de interés compensatorio o moratorio,
deben especificarse en las cláusulas del contrato.

“Artículo 6.- Cobro de intereses, comisiones y gastos Los intereses,


comisiones y gastos que las empresas cobran a los usuarios son
determinados libremente de acuerdo al ordenamiento vigente. Las
comisiones o gastos deben implicar la prestación de un servicio efectivo,
tener justificación técnica e implicar un gasto real y demostrable para el
proveedor del servicio. Las tasas de interés que las empresas cobran a los
usuarios con carácter compensatorio y moratorio deben especificarse
claramente en los contratos que se celebren. Asimismo, cuando la tasa de
interés sea efectiva, los contratos deberán indicar si la capitalización de
intereses es diaria, semanal, mensual, anual u otra que derive del contrato.”
(p. 10)

Lo que nos menciona este artículo es que, los intereses, gastos y comisiones a cobrar
deben ir acorde a lo determinado de forma vigente. Resaltando el hecho que, los
mismos, no podrán ser cobrados de manera injustificada. Además de que, tanto la
tasa de interés compensatorio como moratoria deberá estar tipificado de forma
expresa en el contrato celebrado por las partes participantes.

Por consiguiente, el artículo 11 de la referida ley, hace mención sobre las cláusulas
abusivas, como lo sería que las entidades bancarias establezcan tasas porcentuales de
cobro de interés moratorio y/o compensatorio extremadamente altos.

“Artículo 11.- Cláusulas abusivas La Superintendencia de Banca y Seguros


y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones, con opinión previa del
INDECOPI, identificará las cláusulas abusivas en materia de tasas de
interés, comisiones o gastos y emitirá normas de carácter general que
prohíban su inclusión en contratos futuros, sin que ello signifique fijar
límites para este tipo de cobros.” (p. 10)

Dicho de otra forma, todo tipo de cláusula abusiva que la persona o el cliente en
cuestión pueda observar durante la celebración del contrato podrá ser revisada por la
Superintendencia de Banca y Seguros; además de obtener la opinión por parte de
INDECOPI. El mismo, se encuentra tipificado con la finalidad de poder eliminar
todas las cláusulas referidas a un abuso en el cobro de intereses. Siendo estas
mismas, una afectación directa para sus clientes los cuales en muchas ocasiones no
tendrán el dinero necesario para poder pagarlo en su totalidad.
CAPÍTULO II: LA MORA EN EL CÓDIGO PERUANO

2.1. Tasas de interés en entidades bancarias del Perú

El tema de la inflación resulta ser bastante controversial; de esta forma, surge a partir de
una inestabilidad efectuada o establecida entre la demanda y la producción. Por ello, el
autor Moreno (2014), manifiesta que “la inflación es un fenómeno monetario y que existe
una relación inversa entre la inflación y el crecimiento de la economía en diferentes
horizontes temporales” (p.30). Es decir, los diferentes servicios o bienes que se encuentren
en circulación están sujetos a distintos cambios con respecto a su valor. Esta problemática
se manifiesta cuando se produce un alza de precios; teniendo como resultado, la reducción
del valor de nuestra moneda conforme transcurra el tiempo.

En nuestro país, la inflación actual según el Banco central de Reserva del Perú referido al
mes de octubre del presente año se manifiesta con un índice de 8,28%. Resaltando el hecho
que este problema no solamente se presente en nuestro territorio, si no que, por el
contrario, se extiende por todo el mundo. Esto repercute en las tasas de interés; las cuales,
van en aumento conforme avance la inflación. Debido a esto mismo aumento, los efectos
recaen con mayor fuerza sobre las personas naturales quienes requieren de préstamos a
plazos para poder solventar las necesidades que puedan presentar. Sin dejar de mencionar
también a las empresas; quienes, necesitan de este apoyo económico para poder aumentar
su capital y mantener su negocio vigente.

2.1.1. Banco de Crédito del Perú

El Banco de Crédito del Perú o mayormente conocido como BCP, es una entidad
financiera que se encuentra operativa en Perú desde el año 1941 con el nombre que
conocemos en la actualidad. La misma, forma parte del grupo Credicorp desde 1995
y sus acciones se encuentran inscritas en la Bolsa de Valores de Nueva York. Posee
una de las más grandes coberturas del sistema debido a su gran expansión realizada
no solamente en nuestro país sino también a diversas partes del mundo. Su misión se
encuentra dirigida en ser la primera opción por parte de las personas que deseen sus
servicios referidos al Sistema Financiero. Mientras que, su propósito es brindar
oportunidades de apoyo hacia sus clientes.

Primero debemos entender que, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) es la tasa
que contiene dentro suyo la totalidad de lo que se debe pagar por un crédito. El cual
incluye gastos, comisiones y la tasa efectiva anual (TEA). La primera de ellas se
encuentra dirigida a los cargos cobrados por cuenta de terceros como lo es el seguro
de desgravamen. En segundo lugar, tenemos las comisiones que, son los cargos
generados a partir de los servicios brindados por la entidad, en este caso BCP, hacía
el cliente; el cual deberá de asumir estos mismos cargos como por ejemplo
operaciones en ventanilla como lo son depósitos y retiros adicionales, envío físico de
estado de cuenta, etc. Por último, tenemos la tasa de interés compensatorio efectivo
anual. Siendo este último, los intereses netos que significan ganancias hacia la
entidad a partir del capital que brindaron respecto a su cliente.

El seguro de desgravamen en esta misma entidad es un seguro obligatorio el cual


mantiene esta condición debido a que, gracias al mismo, cancelaría la totalidad de la
deuda contraída en situaciones excepcionales y liberaría a los herederos de cualquier
responsabilidad respecto al pago. Estas situaciones excepcionales según lo
establecido en el portal web del BCP (2022) son:

Muerte natural, muerte accidental, invalidez total y permanente por


accidente, invalidez total y permanente por enfermedad y supervivencia
aplicable solo ante desgravamen con retorno. (s.p)

Por lo tanto, este seguro protege tanto a sí mismo como a sus clientes frente a
situaciones imprevistas que puedan generarse con el transcurrir del tiempo. De esta
forma, los herederos no se verán afectados ante deudas contraídas por sus familiares;
por ello, esta entidad se vio en la necesidad de crear este seguro obligatorio por
gravamen como un beneficio para ambos participantes.

Por otro lado, las exclusiones aplicables ante estos gravámenes son; en primer lugar,
por enfermedades preexistentes o enfermedades congénitas. En segundo lugar, por
suicidio o por lesiones efectuadas por terceros con el consentimiento de su persona.
En tercer lugar, con la participación activa ante un hecho; el cual, en nuestro
ordenamiento jurídico se encuentra tipificado como un delito. Por último, la edad
máxima de permanencia sería de 75 años con 364 días.

Existen dos tipos de gravámenes; los cuales, se encuentran en vigencia. Contamos


con el desgravamen tradicional, centrado en el pago de deuda siempre y cuando
cumpla con los requerimientos necesarios. Por tales motivos, liberaría a los
herederos de la obligación contraída por sus familiares ante el préstamo o los
préstamos que fueran solicitados. Por otro lado, se cuenta con el desgravamen con
retorno dirigido a devolver un porcentaje de lo pagado al finalizar con el crédito.
Este último solo podrá ser aplicado a créditos que superen o sean iguales a los 2 años
y haber pagado, de forma mínima, dos anualidades.

En el Banco de Crédito del Perú, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) tiene como
máxima referencial el 41.88%. Mientras que, la tasa de interés efectiva anual (TEA)
se basa en un 40% y el seguro de desgravamen mensual de 0.115% del saldo; todo
ello referido al cobro del interés convencional compensatorio pactado. Por otra parte,
el interés moratorio será aquel que entra en vigencia a partir en que la persona
incurra en atraso frente a sus deudas a pagar durante la fecha establecida. En el caso
de este banco, aplicarán los intereses moratorios establecidos en la Hoja de Resumen
de su crédito. El cual, este interés sería de 12.51%. De igual forma, será explicado
mediante el siguiente ejemplo:

TCEA: 41.88

TEA: 40%

PRÉSTAMO: S/ 8,000 a 12 meses

INTERÉS MORATORIO ANUAL NOMINAL: 12.51%

1.- 41.88% de 8.000 = 3.350 8.000 + 3.350 = 11.350

12 meses: 11.350 / 12 = 945,83

2.- 40% de 8.000 = 3.200 8.000 + 3.200 = 11.200


3.- 12.51% de 11.350 = 1.418,75

2.1.2. Scotiabank Perú

La entidad financiera Scotiabank Perú pertenece a The Bank of Nova Scotia (BNS) y
se posiciona como una de las instituciones financieras con mayor presencia en el
mercado norteamericano. Con este posicionamiento, es factible mencionar que,
actualmente, en Perú es el banco con mayor solvencia en lo que respecta a su
patrimonio. Su visión establece que se encuentran comprometidos a proporcionar
soluciones ante los diversos problemas que puedan poseer sus clientes. Por otro lado,
su misión se encuentra dirigida a crear valor a todos sus trabajadores que la
conforman, así como también para la sociedad en general, brindando prestaciones de
servicios financieros.

La tasa del costo efectivo anual (TCEA) posee el costo total a pagar por parte del
cliente. Resaltando que, incluye dentro del mismo; gastos, comisiones y la tasa
efectiva anual (TEA). Los gastos son los cargos que deberán ser asumidos por la
propia persona solicitante del préstamo como por ejemplo el seguro de desgravamen.
Las comisiones, siendo estas, generadas en base de los servicios que pueda brindar el
banco a su cliente; un claro ejemplo, es el estado de cuenta mediante un envío físico.
Por último, contamos con la tasa efectiva anual (TEA); la cual, significan las
ganancias propias que pasarán a ser parte del banco.

El seguro de desgravamen del banco Scotiabank Perú posee carácter obligatorio de


adquisición. Ante ello, libera a los familiares de la persona que solicitó el préstamo
de cualquier responsabilidad económica que hubiera quedado pendiente antes de la
aparición de situaciones donde sí aplicaría una cobertura efectiva. Las mismas, se
encuentran tipificadas de forma pertinente en el portal web de Scotiabank del Perú
(2022) y son:

1.- Muerte natural o muerte accidental


2.- Invalidez total permanente y definitiva por enfermedad; pérdida o
disminución física o intelectual igual o superior a los 2/3 de su capacidad de
trabajo, reconocida por la Compañía según el dictamen de evaluación y
calificación de la Invalidez Permanente Total y Definitiva.

3.- Invalidez total permanente y definitiva por accidente; se considera: a)


Fractura incurable de la columna vertebral; b) Descerebramiento que impida
realizar trabajo alguno por el resto de su vida; c) Pérdida total o absoluta de
i) la visión de ambos ojos, ii) ambos brazos o ambas manos, iii) ambas
piernas o ambos pies, iv) una mano y un pie

4.- Cobertura adicional desamparo súbito familiar; cubre el fallecimiento


por Accidente del Titular y el/la Cónyuge en un mismo evento. (s.p)

Dicho de otra forma, la importancia de este seguro se dirige en la determinación de


situaciones que puedan afectar de forma directa al cliente. Estas mismas situaciones
provocarán un daño físico o mental que podrá impedir al mismo de efectuar por
completo el pago con respecto al préstamo que adquirió con la entidad bancaria; en
este caso siendo, el banco Scotiabank Perú. Por ello, al realizar este pago, no se verá
tan perjudicada la entidad ni tampoco los herederos que no responderán ante estas
obligaciones.

Así como se pudo establecer las situaciones en las cuales podrá ser aplicable la
cobertura de este seguro, también se establecen las exclusiones frente al mismo. En
primer lugar, el fallecimiento del asegurado quién haya participado en carreras o
ensayos de velocidad. En segundo lugar, enfermedades desarrolladas o adquiridas,
resaltando la condición respecto que debe estar diagnosticada, con anterioridad a la
fecha del préstamo. Fallecimiento como consecuencia de la participación en guerras.
Fallecimiento por suicidio. Muerte derivada de accidentes aéreos; exceptuando los
mismos referidos a su producción en condición de pasajero de líneas comerciales.
Muerte como consecuencia de haber adquirido el Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA). Por último, fallecimiento de la persona bajo estado etílico,
mediante la influencia de drogas o incluso en condición de sonambulismo.

En el Banco Scotiabank Perú, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) tiene como
máxima referencial el 54.46%. Mientras que, la tasa de interés efectiva anual (TEA)
se basa en un 45% y el seguro de desgravamen mensual de 0.1995% del saldo; todo
ello referido al cobro del interés convencional compensatorio pactado. Por otra parte,
el interés moratorio será aquel que entra en vigencia a partir en que la persona
incurra en atraso frente a sus deudas a pagar durante la fecha establecida. En el caso
de este banco, aplicarán los intereses moratorios establecidos en el tarifario vigente
de la entidad. El cual, este interés sería de 11.84%. De igual forma, será explicado
mediante el siguiente ejemplo:

TCEA: 54.46%

TEA: 45%

PRÉSTAMO: S/ 8,000 a 12 meses

INTERÉS MORATORIO ANUAL NOMINAL: 11.84%

1.- 54.46% de 8.000 = 4.356,8 8.000 + 4.356,8 = 12.356,8

12 meses: 12.356,8 / 12 = 1,029,73

2.- 45% de 8.000 = 3.600 8.000 + 3.200 = 11.600

3.- 11.84% de 12.356,8 = 1.463,05

2.1.3. Interbank

El Banco Internacional del Perú o mayormente conocido bajo la denominación de


Interbank es una entidad financiera presente en nuestro país desde el 1 de mayo de
1897. De igual forma, el objetivo del mismo es poder transformar la atención
brindada a sus clientes; para que los mismos, puedan tener un mejor acceso a sus
servicios, brindar confianza para la realización de sus operaciones y aportar la
asesoría oportuna ante casos de incertidumbre o duda que se puedan generar en las
personas a partir de la solicitud presentada por su persona en lo que respecta a sus
servicios como banco. Actualmente, se posiciona como una de las principales
instituciones que pertenecen al sistema financiero en Perú con más de 2 millones de
clientes.
En lo que respecta a la tasa del costo efectivo anual (TCEA), en algunas situaciones,
las personas sólo calculan la tasa efectiva anual (TEA). Lo anterior se debe a que la
tasa del costo efectivo anual contiene los gastos, comisiones y, dentro de la misma,
incluye la tasa efectiva anual. De esta forma se entiende que, la TCEA vendría
siendo el costo total a pagar por los préstamos solicitados ante cualquier entidad
financiera. Si podemos mencionar los costos, estos son los gastos a pagar por el
cliente; un claro ejemplo de ellos es el seguro de desgravamen. De igual forma, las
comisiones deberán ser asumidas por el cliente ante la solicitud de por ejemplo su
estado bancario de forma física. Por último, la TEA es el valor del interés generado
ante la operación realizada.

El seguro de desgravamen del banco INTERBANK de igual forma que las entidades
financieras anteriormente mencionadas es de carácter obligatorio. La misma se
utilizará como el seguro que podrá cubrir la deuda efectuada entre el cliente y la
entidad perteneciente al sistema financiero ante situaciones de fallecimiento e
invalidez total. De igual forma se deberá entender que las situaciones en donde no
aplica mismo son ante situaciones como la pena de muerte, suicidio, intento de
suicidio, automutilación, actos delictivos, participación en deportes de riesgo, guerra,
enfermedades preexistentes, efectos de drogas (Interseguros, 2019).

En el banco INTERBANK, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) tiene como
máxima referencial el 40.60%. Mientras que, la tasa de interés efectiva anual (TEA)
se basa en un 35.90% y el seguro de desgravamen mensual de 0.028% del saldo;
todo ello referido al cobro del interés convencional compensatorio pactado. Por otra
parte, el interés moratorio será aquel que entra en vigencia a partir en que la persona
incurra en atraso frente a sus deudas a pagar durante la fecha establecida. En el caso
de este banco, aplicarán los intereses moratorios establecidos en el tarifario vigente
de la entidad. El cual, este interés sería de 12.51%. De igual forma, será explicado
mediante el siguiente ejemplo:

TCEA: 40.60%

TEA: 35.90%

PRÉSTAMO: S/ 8,000 a 12 meses


INTERÉS MORATORIO ANUAL NOMINAL: 12.51%

1.- 40.60% de 8.000 = 3.248 8.000 + 3.248 = 11.248

12 meses: 11.248 / 12 = 937.33

2.- 35.90% de 8.000 = 2.872 8.000 + 3.200 = 10.872

3.- 12.51% de 11.248 = 1.407,1248

2.2. Artículos moratorios por parte del deudor

2.2.1. Mora del deudor

La mora del deudor se establece cuando existe una falta de cumplimiento por parte
de la obligación en referencia del plazo establecido por las partes. El mismo, podrá
tipificarse de forma deliberada o con culpa. Por ello, el artículo 1333 del Código
Civil Peruano (1984) manifiesta que:

“Incurre en mora el obligado desde que el acreedor le exija, judicial o


extrajudicialmente, el cumplimiento de su obligación.

No es necesaria la intimación para que la mora exista:

1. Cuando la ley o el pacto lo declaren expresamente.

2. Cuando de la naturaleza y circunstancias de la obligación resultare que la


designación del tiempo en que había de entregarse el bien, o practicarse el
servicio, hubiese sido motivo determinante para contraerla.

3. Cuando el deudor manifieste por escrito su negativa a cumplir la obligación.

4. Cuando la intimación no fuese posible por causa imputable al deudor.” (s.p)

Según lo establecido en este artículo, el deudor deberá pagar daños y perjuicios ante
el acreedor por el establecimiento de mora; siendo este, el retraso del cumplimiento
con respecto a la prestación. En la misma, el acreedor deberá de exigir el pago al
deudor en casos donde se presente esta situación. El deudor deberá de presentar
pruebas arraigadas a que se encuentra incurriendo en mora debido a situaciones sin
culpa que puedan imputarse a su persona. En otras palabras, si se presentan hechos
en lo que respecta a casos excepcionales o fortuitos; el deudor no podrá ser declarado
en mora.
Debemos establecer en primer lugar que las definiciones referidas a la mora,
incumplimiento y retraso son conceptos totalmente distintos. De esta forma, una
persona se encuentra constituida en mora cuando el acreedor exige el cumplimiento
de la obligación con relación al deudor. El retraso y la mora significa que la
prestación a pesar de realizarse con posterioridad a la fecha pactada; todavía puede
cubrir con el interés propio del acreedor. Mientras que, el incumplimiento
establecido de forma definitiva cuando no es posible su realización o cuando a pesar
de todavía poder realizar la obligación esta ya no puede satisfacer el interés del
acreedor. En el caso de los préstamos, la mora se tipifica ante las situaciones donde
el deudor mantiene una deuda con el acreedor. Mediante la misma, el acreedor podrá
recibir los intereses moratorios tras el incumplimiento de esta obligación. Dicho de
otra forma, todavía se puede satisfacer el interés del acreedor, siendo este útil para la
entidad financiera.

El inciso que se encuentra regulando de forma factible en lo que respecta a nuestro


tema es el 1333.1 el cual, establece que existe mora automática, pero sin la necesidad
de intimación hacía el deudor. En los contratos donde el deudor haya realizado un
préstamo con la entidad financiera y se hubiera tipificado el día en el que se deberá
realizar o cumplir la obligación, la morosidad inicia a partir del día posterior a su
vencimiento; siendo este, un claro ejemplo en el cual no se necesita la intimación.
Actualmente, la mora automática es una de las formas en las que se constituye la
misma usada con mayor frecuencia e incluida como cláusula en los diferentes
contratos; siendo uno de ellos, contratos emitidos por entidades financieras. Por ello,
esta mora se establece sin la necesidad de requerimiento judicial o extrajudicial tan
solo aparece con el vencimiento del plazo.

2.2.1.1. La intimación como requisito de la mora

La mora es factible desde el momento en donde el acreedor exige el


cumplimiento de la prestación al deudor. En otras palabras, la mora no puede
darse de forma involuntaria. El tiempo establecido mediante acuerdo entre las
partes, se entenderá como culminado de forma completa mediante el transcurso
del día. Ante ello la persona podrá constituirse en forma a partir de la
exigibilidad realizada por el acreedor o de forma mecánica. Los plazos serán
brindados por la entidad financiera; los cuales, señalarán al deudor la fecha en
que deberá realizar el cumplimiento de estos si no desea pagar intereses
moratorios.

Los elementos referentes a este tema vienen siendo; en primer lugar, el retraso
con respecto a la satisfacción del interés propio del acreedor (elemento
material). En segundo lugar, contamos con el elemento subjetivo el cual es la
atribución en relación del incumplimiento bajos las causales de dolo o culpa.
Por otro lado, el autor Torres (2014) manifiesta que “se requiere de dos
requisitos que deben darse copulativamente: a) La posibilidad de cumplimiento
de las obligaciones; y, b) La subsistencia del interés del acreedor por el
cumplimiento, aunque tardío de la obligación.” (p.1106). En otras palabras, la
indispensabilidad de estos requisitos recae en el hecho de que el primero de
ellos se encuentra regulando la posibilidad acerca del cumplimiento. Por otro
lado, el segundo de ellos, el interés del deudor debe continuar. En algunos
casos existirán situaciones donde, al ocurrir el retraso, el interés del acreedor se
pierde porque ya no le es factible la cosa debida ni le resulta de utilidad. Ante
las situaciones donde los clientes realizaron préstamos con entidades
financieras, el interés de las mismas todavía se encuentra vigente. Pues la
misma, significaría el pago de lo debido por el deudor.

Esta misma intimación es un acto jurídico el cual se desarrolla de forma


unilateral; en donde, el deudor debe recibir el mismo por parte del acreedor. El
mismo, puede efectuarse de forma judicial o extrajudicial obligando al
acreedor a que pueda comunicarle al deudor la necesidad del pago. Su
desarrollo unilateral se debe a que solo debe existir la voluntad del acreedor
para poder colocar en conocimiento al deudor la necesidad de cumplir con su
pago. Mientras que, para la producción de efectos, el deudor debe tener un
conocimiento inequívoco del mismo.

2.2.3. Mora en las obligaciones recíprocas


En lo que respecta a nuestro Código Civil, encontramos un artículo dirigido a regular
las obligaciones recíprocas. Ante ello, el cumplimiento de la obligación es un
requisito esencial para poder entender que las partes puedan caer en lo que respecta a
la mora. De esta forma, encontramos el artículo 1335, el cual tipifica que:

“Artículo 1335.- En las obligaciones recíprocas, ninguno de los obligados


incurre en mora sino desde que alguno de ellos cumple su obligación, u
otorga garantías de que la cumplirá.” (s.p)

En otras palabras, lo que nos señala este artículo es que, no se puede entender o
considerar a una persona como morosa si alguna de las partes participantes no ha
cumplido con la obligación pactada. Por ello, se puede entender que la prestación es
motivo de la contraprestación; estableciendo de esta forma una relación ya sea de
esta forma o contraria. Teniendo como derivado que, una de las partes no podrá
exigir lo que se le debe si la misma no ha efectuado su parte en la obligación. Dicho
de otro modo, si una de las partes ejecuta su parte en la obligación empezará a correr
la mora para la parte.

2.2.4. Efectos de la mora del deudor

Es importante que el deudor acepte de manera consciente la consecuencia que trae


consigo la inejecución de una prestación. Pues, esto es debido a que el deudor
lesiona la relación obligacional que tiene con el deudor, por ende, el artículo 1336
del Código Civil Peruano (1984) señala que:

“El deudor constituido en mora responde de los daños y perjuicios que


irrogue por el retraso en el cumplimiento de la obligación y por la
imposibilidad sobreviniente, aun cuando ella obedezca a causa que no le sea
imputable. Puede sustraerse a esta responsabilidad probando que ha
incurrido en retraso sin culpa, o que la causa no imputable habría afectado
la prestación; aunque se hubiese cumplido oportunamente.” (s.p)

En pocas palabras, se menciona que existe dos maneras que el deudor cumpla con la
obligación, pero con intereses moratorios, el primero de ellos es la indemnización y el
segundo es la perpetuación de la obligación Esta última, hace referencia que el deudor
queda eximido de la obligación, dado que, su incumplimiento se debe por un factor de
fuerza mayor que obstaculiza la prestación. Sin embargo, esta parte se hace cargo de
cualquier situación, a menos que demuestre que en realidad no fue su culpa, de lo
contrario tendrá que recaer en mora.

Por lo tanto, el primer efecto vendría a ser la indemnización por daños y perjuicios al
acreedor, pues esto se debe a que el deudor es moroso, es decir, se encuentra fuera del
plazo establecido por la otra parte. Siendo así, en este caso, el deudor no solo paga lo
que corresponde a la prestación, sino también los pagos moratorios, teniendo que la
otra parte aceptarlo, así como también de exigir ese derecho, y de no ser así, justificar
su accionar. Como segundo efecto está la presunción como deudor moroso del riesgo
la sobrevenida de la imposibilidad de la prestación, esto significa que puede que esté
fuera del alcance del deudor. Sin embargo, ahora deberá indemnizar por la extinción o
pérdida del bien, pero este puede exculparse de esta situación, demostrando dicha
afirmación, de lo contrario será responsable de las consecuencias.

2.3. Artículos moratorios por parte del acreedor

2.3.1. Mora del acreedor

La ley peruana no solo estipula normas moratorias hacia el deudor, sino también al
acreedor, pues ambas partes deben cumplir con la prestación. Por lo tanto, en el
artículo 1338 del Código Civil Peruano (1984) señala que el acreedor incurrirá en
mora en situaciones excepcionales o también denominado como sin motivo legítimo
en las ocasiones donde; en primer lugar, la propia persona no acepte o se niegue a
aceptar la prestación que fue ofrecida por la otra parte. Mientras que, en segundo
lugar, cuando no cumple los actos necesarios e indispensables para la ejecución de la
obligación.

Este artículo, nos señala que nuestro ordenamiento jurídico establece dos supuestos
para que esta mora produzca efectos, primero es que el acreedor se niega al pago o
segundo, no actúa en colaboración con el deudor. En estos casos el código civil actúa
en protección del deudor, debido a que, se ha evidenciado casos en donde este tiene
la intención de cumplir con la obligación determinada, sin embargo, no lo puede
desarrollar por culpa del acreedor. No obstante, podemos afirmar que no siempre el
deudor tiene el deber de cumplir con las tasas moratorias, puesto que, este artículo
demuestra lo contrario.
Por lo tanto, la mora del acreedor vendría a ser el retraso en la ejecución de la
prestación debida dentro de lo pactado. Siendo así, Parodi y Gonzales (2006) resaltan
que, al observar el retraso, no significa que la relación obligacional este extinto, pues
únicamente lo que se establece en el código civil es el respaldo al deudor. Es decir,
solo permite el traslado de los costos e intereses que el deudor debería cumplir en el
caso que él no cumple con la obligación, pues ahora sería deber del acreedor.

2.3.2. Efectos de la mora del acreedor: Indemnización de daños

Como se ha mencionado anteriormente, el acreedor también recae en mora, por


tanto, debe indemnizar al deudor por los actos cometidos, el incumplimiento de la
prestación. Por ello, el artículo 1339 del Código Civil Peruano (1984) señala:

“El acreedor en mora queda obligado a indemnizar los daños y perjuicios


derivados de su retraso.” (s.p)

Aquí se nos menciona, que estamos frente a un acreedor moroso, esto quiere decir,
que no cumple con lo pactado en un comienzo. Asimismo, al no cumplir debe haber
una indemnización al deudor, ya sea de los gastos surgidos por el ofrecimiento del
pago no aceptado, así como también no haber dado colaboración por la cosa debida,
de los daños que sufra el deudor durante el periodo de la mora, y la liberación del
deudor de esta. Como consecuencia de ello, el deudor sólo estará sujeto a restituir los
provechos de la prestación, dado que, puede abandonar su posesión de manera
judicial. Por ello, se entiende en este artículo, que el deudor puede actuar
judicialmente, por lo tanto, el acreedor tiene que indemnizar por el resarcimiento de
los gastos adicionales, pues recae con el ofrecimiento infructuoso, y la custodia y
conservación del bien debido.

2.3.4. Purgación de la mora

Al hacer mención a la purgación de la mora, se refiere a la extinción de ésta, dado


que, ya se cumple la indemnización por el incumplimiento obligatorio. Sin embargo,
Hinestroza (2019) habla sobre una diferencia entre la purgación de la mora y el
incumplimiento definitivo o absoluto, pues menciona que en el primero existe la
posibilidad de saldar la obligación, mientras que en la segunda no. Esto quiere decir,
que el incumplimiento absoluto, es debido a que, no existe la más mínima
posibilidad de que se cumpla la prestación debida. Sin embargo, nuestro Código
Civil no regula las causas de la cesación de la mora, pero, brinda implícitamente
estas, por ejemplo, el cumplimiento tardío, acompañado con una indemnización por
daños y perjuicios, la renuncia del acreedor a la prestación, la novación, por la mora
del acreedor, y en las obligaciones recíprocas. Siendo la indemnización por daños y
perjuicios la que se acoge mejor ante situaciones donde se presente la mora del
deudor ante retrasos respecto a los préstamos solicitados frente a una entidad
financiera.

No obstante, el mismo autor Hinestroza (2019) señala que la primera forma de la


purgación de la mora es por el cumplimiento tardío a través del pago por
indemnización de daños, siendo en el caso del deudor. En el caso de las prestaciones
recíprocas, se le debe dar un plazo de 15 días al deudor para que cumpla la
prestación con la tasa moratoria debida, siempre que sea por vía judicial, teniendo
que estar en una cláusula pactada en un principio. Sin embargo, en el caso de dar
suma de dinero, lo que se determina es el incumplimiento relativo, que la mora cesa
cuando se paga lo adeudado junto con los intereses moratorios.

CAPÍTULO III: DERECHO COMPARADO

3.1. Regulación de la mora en los diferentes Códigos Civiles.

3.1.1. Código Civil de Brasil.

En el Código Civil de Brasil, exactamente hablando en el Capítulo II, se encuentra


regulando la mora mediante nociones fundamentales. Las cuales, brindan una
regulación oportuna antes situaciones presentadas con respecto al tema. Por ello,
podemos iniciar mencionando que el artículo 395 hace mención expresamente ante
lo que debe responder el deudor por la mora establecida hacia su persona; de esta
forma el artículo tipifica lo siguiente:

“Art. 395. El deudor es responsable de los daños causados por su mora, más
los intereses, actualización de valores monetarios según índices oficiales
periódicamente establecidos, y honorarios de abogados.
Párrafo único. Si la cuota, por mora, se hiciere inútil para el acreedor, éste
podrá rechazarla, y exigir indemnización por daños y perjuicios”. (p. 150)

En otras palabras, lo que nos menciona este artículo es que, si el deudor se encuentra
incurriendo en mora, deberá pagar daños y perjuicios ocasionados por su persona
hacía el acreedor. Tomando en cuenta de igual forma los intereses establecidos en
vigencia durante la fecha. Ante ello, podemos encontrar una comparación con
nuestra legislación donde, de igual forma, ambos países tienen regulado lo referente
a los daños y perjuicios que causa y deberá asumir el deudor como un medio de
indemnizar al acreedor por una falta efectuada por su persona.

Por otro lado, también podemos encontrar tipificado en el Capítulo IV titulado


interés jurídico, el artículo 406. El mismo, regulará todo lo referido a la mora del
deudor frente al acreedor en la obligación estipulada entre ambos. Así como también
la clara situación de mora atribuida al deudor, aunque no se alegue el daño Frente a
ello, el presente artículo establece que:

“Art. 407. Aunque no se alegue el daño, el deudor está obligado a pagar


intereses por la mora que así se computarán para las deudas en efectivo, así
como para las cuotas de otra naturaleza, una vez fijado el valor pecuniario
por sentencia judicial, arbitraje, o acuerdo entre las partes.” (p.154)

Este artículo lo que nos manifiesta viene siendo que necesariamente el deudor deberá
o está obligado a pagar los intereses moratorios efectuados hacía su persona. Las
mismas no solamente se extienden a las deudas en efectivo; si no también a, cuotas
pactadas pero que pertenezcan a otra naturaleza. Este interés moratorio podrá ser
establecido ya sea por sentencia judicial, mediante un arbitraje o por un acuerdo
entre las partes. Resaltando el hecho que, ya se presente cualquier establecimiento de
la mora, el deudor se encuentra en la obligación de pagar el mismo por los daños
efectuados hacia el acreedor con el incumplimiento de la obligación.

3.1.2. Código Civil de Chile.

De manera preliminar empezaremos explicando que, tanto en el Perú como en Chile,


se coincide con que es deber principal del deudor, cumplir con la prestación debida;
además de, situaciones donde el deudor incurre en mora a partir de la exigencia por
parte del acreedor. Lo cual se estipula en el Código Civil peruano (1984),
precisamente en el artículo 1333, referente a la cuando el deudor incurre en mora,
nos indica que:

“Incurre en mora el obligado desde que el acreedor le exija, judicial o


extrajudicialmente, el cumplimiento de su obligación.

No es necesaria la intimación para que la mora exista:

1. Cuando la ley o el pacto lo declaren expresamente.

2. Cuando de la naturaleza y circunstancias de la obligación resultare que la


designación del tiempo en que había de entregarse el bien, o practicarse el
servicio, hubiese sido motivo determinante para contraerla.

3. Cuando el deudor manifieste por escrito su negativa a cumplir la


obligación.

4. Cuando la intimación no fuese posible por causa imputable al deudor”


(s.p)

Por otro lado, lo que nos menciona el Código Civil de Chile (1856) manifiesta de
forma expresa en el artículo 1551 de la presente normativa los supuestos en donde el
deudor se encuentra incurriendo en mora. Por lo tanto, estamos frente a una
diferencia entre ambos códigos. De esta forma lo establecido en el artículo
anteriormente mencionado del Código Civil Chileno estipula que:

Art. 1551. El deudor está en mora,

1º. Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado,


salvo que la ley en casos especiales exija que se requiera al deudor para
constituirle en mora;

2º. Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto
espacio de tiempo, y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla;

3º. En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente reconvenido


por el acreedor. (s.p)
En otras palabras, en nuestro código, una persona se encuentra en mora a partir de
que el acreedor lo exige; sin embargo, existirán supuestos establecidos por la misma
ley que expresen lo contrario. En el código chileno se tiene una estipulación parecida
exactamente en el inciso 3 del artículo 1551; donde, el deudor haya sido
judicialmente reconvenido por el acreedor. Frente a ello, en el ordenamiento peruano
el mismo puede realizarse judicial como extrajudicialmente mientras que en Brasil,
solo reconoce que el deudor incurre en mora a partir del establecimiento de una
demanda judicial efectuada por el deudor.

Sin dejar de mencionar que, el deudor debe indemnizar daños y perjuicios


ocasionados por el retraso del cumplimiento de la obligación siendo así que, el
Código Civil peruano (1984), en los artículos 1341 y 1342, menciona que las
obligaciones poseen cláusula penal, manifestando lo siguiente:

“Artículo 1341.- Cláusula penal compensatoria

El pacto por el que se acuerda que, en caso de incumplimiento, uno de los


contratantes queda obligado al pago de una penalidad, tiene el efecto de
limitar el resarcimiento a esta prestación y a que se devuelva la
contraprestación, si la hubiere; salvo que se haya estipulado la
indemnización del daño ulterior. En este último caso, el deudor deberá
pagar el íntegro de la penalidad, pero ésta se computará como parte de los
daños y perjuicios si fueran mayores.” (s.p)

“Artículo 1342.- Exigibilidad de la penalidad y de la obligación

Cuando la cláusula penal se estipula para el caso de mora o en seguridad de


un pacto determinado, el acreedor tiene derecho para exigir, además de la
penalidad, el cumplimiento de la obligación.” (s.p)

Siendo de igual forma manifestado dentro del Código Civil chileno (1856),
precisando en el artículo 1559 de este mismo, la obligación es de pagar una cantidad
de dinero, por lo que, en caso de mora, se debe seguir ciertas reglas para la
indemnización existente de perjuicios, siendo estas las reglas sujetas:
“Art. 1559. Si la obligación es de pagar una cantidad de dinero, la
indemnización de perjuicios por la mora está sujeta a las reglas siguientes:

1ª. Se siguen debiendo los intereses convencionales, si se ha pactado un


interés superior al legal, o empiezan a deberse los intereses legales, en el
caso contrario; quedando, sin embargo, en su fuerza las disposiciones
especiales que autoricen el cobro de los intereses corrientes en ciertos casos.

2ª. El acreedor no tiene necesidad de justificar perjuicios cuando sólo cobra


intereses; basta el hecho del retardo.

3ª. Los intereses atrasados no producen interés.

4ª. La regla anterior se aplica a toda especie de rentas, cánones y pensiones


periódicas.” (s.p)

De forma breve explicamos lo anteriormente mencionado, en caso se incurra en


mora por parte del deudor, este debe cumplir con una indemnización. Así mismo,
para exigir la pena no es necesario que el acreedor pruebe los daños y perjuicios
sufridos. Sin embargo, cierta pena solo es posible exigirse cuando el incumplimiento
obedece a causa imputable al deudor, salvo pacto en contrario.

Semejante a la legislación peruana que se viene explicando a lo largo de la


investigación, respecto a las limitaciones establecidas hacia las entidades bancarias
por las altas tasas de interés compensatorio y moratorio que establecen dentro de sus
cláusulas contractuales, tenemos que en Chile, la Junta de Gobierno de la República
de Chile, aprobó y publicó mediante el Diario Oficial con fecha 27 de junio de 1981,
la ley N° 18010, la cual establece normas para las operaciones de crédito y otras
obligaciones de dinero. Para lo cual el artículo 6 de la referente ley menciona que:

“Artículo 6º.- Tasa de interés corriente es el promedio ponderado por


montos de las tasas cobradas por los bancos establecidos en Chile, en las
operaciones que realicen en el país, con exclusión de las comprendidas en el
artículo 5º. Corresponde a la Comisión para el Mercado Financiero
determinar las tasas de interés corriente, pudiendo distinguir entre
operaciones en moneda nacional, reajustables o no reajustables, en una o
más monedas extranjeras o expresadas en dichas monedas o reajustables
según el valor de ellas, como asimismo, por el monto de los créditos, no
pudiendo establecerse más de dos límites para este efecto, o según los
plazos a que se hayan pactado tales operaciones.” (s.p)

Dicho de otra forma, lo que nos menciona este artículo perteneciente al


ordenamiento jurídico chileno es que, el poder de establecer los montos referidos a
las tasas de interés recae en la Comisión para el Mercado Financiero. Ante ello, las
operaciones establecidas podrán ser realizadas tanto en moneda nacional como en
moneda extranjera.

Así mismo, podemos agregar que, al igual que en el BCRP, el cual publica
mensualmente la actualización o variaciones del programa monetario, en Chile, los
promedios son establecidos y publicados por la página web de la Comisión para el
Mercado Financiero y en el Diario Oficial mensualmente. Además, al artículo 6 de la
ley N° 18010 (1981) posee diferentes puntos referentes al cobro de intereses,
manifestando algo con cierta similitud a lo normado en nuestro país, diciendo que:

“Artículo 6: No podrá estipularse un interés que exceda el producto del


capital respectivo y la cifra mayor entre: 1) 1,5 veces la tasa de interés
corriente que rija al momento de la convención, según determine la
Comisión para cada tipo de operación de crédito de dinero, y 2) la tasa de
interés corriente que rija al momento de la convención incrementada en 2
puntos porcentuales anuales, ya sea que se pacte tasa fija o variable. Este
límite de interés se denomina interés máximo convencional.” (s.p)

En otras palabras, lo tipificado en este artículo son; el porcentaje que no podrá ser
excedido relacionado con el interés. Donde, no se podrá establecer 1,5 veces según el
tipo de crédito. Sin dejar de mencionar acerca del incremento en 2 puntos
porcentuales. En este caso, se refiere acerca del interés máximo convencional.

3.1.3. Código Civil de Argentina.

En la legislación argentina, podemos encontrar artículos que regulan el


incumplimiento de la mora. Esto se debe a que, todo ordenamiento jurídico, debe
hacer cumplir el retraso de una obligación o deber. Por lo tanto, estas situaciones no
pasan desapercibidas por el gobierno argentino. Ante ello, encontramos tipificado de
forma pertinente, el artículo 508 del Código Civil Argentino manifiesta:

“Art.508.- El deudor es igualmente responsable por los daños e intereses


que su morosidad causare al acreedor en el cumplimiento de la obligación.”
(p. 30)

En lo que respecta al presente artículo nos menciona que, aparte del incumplimiento
de su obligación, el deudor debe pagar por todo el daño causado y también por los
intereses que se hayan generado por no ejecutar su responsabilidad. Siendo este un
artículo que busca la protección del acreedor frente al retraso ocasionado por parte
del deudor ante el incumplimiento de una obligación. Por ello, deberá pagar daños y
perjuicios a partir del mismo.

Seguido a ese artículo, se presenta la regulación de la mora en las obligaciones a


plazo. La cual se conoce que, se producen por su vencimiento o por la naturaleza o
alguna circunstancia que presente la obligación. Es por ello, que el artículo 509 del
Código Civil Argentino nos dice:

Art.509.- En las obligaciones a plazo, la mora se produce por su solo


vencimiento.

Si el plazo no estuviere expresamente convenido, pero resultare


tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación, el acreedor
deberá interpelar al deudor para constituirlo en mora.

Dicho de otra manera, si no hubiere plazo, el juez a pedido de parte, lo fijará en


procedimiento sumario. Exceptuando situaciones donde el acreedor opte por
acumular las acciones de fijación de plazo y de cumplimiento. Cuando se efectúan o
se manifiestan estos casos, el deudor quedará constituido en mora en la fecha
indicada por la sentencia para el cumplimiento de la obligación. Para eximirse de las
responsabilidades derivadas de la mora, el deudor debe probar que no le es
imputable.

De esta forma, lo que el artículo 509 nos quiere manifestar es que, cuando se
presentan las obligaciones a plazo, si estas no se producen por su vencimiento, se
dan por alguna condición que tenga la obligación acordada con anticipación.
Además, también menciona que, si no existiera plazo alguno, será el juez quien lo
fijará en el procedimiento. Por último, si el deudor prueba que no le es imputable,
éste queda eximido de las responsabilidades.

En seguida, se muestra el artículo 510 del Código Civil, mencionando las


obligaciones recíprocas también llamadas bilaterales. Las mismas, presentan relación
jurídica entre el acreedor y deudor, con una obligación inversa. Es decir, cada parte
deudora o acreedora también cumple con ser acreedora o deudora a la vez.
Específicamente, el Código Civil Argentino nos dice:

Art.510.- En las obligaciones recíprocas, el uno de los obligados no incurre


en mora si el otro no cumple o no se allana a cumplir la obligación que le es
respectiva.

Interpretando así, que, dentro de las obligaciones recíprocas, uno de los partícipes de
la obligación no debe cumplir con la mora si es que el otro no ejerce el cumplimiento
planteado desde un inicio. Por ello, la obligación al no ser cumplida por alguna de
las partes ocasiona que la mora no pueda establecerse. De esta forma, su
cumplimiento es un requisito esencial para entender que las partes puedan
considerarse como morosas.

3.1.4. Código Civil de Italia.

En la legislación italiana, se tiene presente la regulación de la mora, pues el presente


ordenamiento jurídico, así como los anteriores estudiados, busca que se cumpla con
la obligación que se haya acordado. Específicamente, el artículo 1206 del Código
Civil Italiano se menciona que:

Artículo 1206: “El acreedor está en mora cuando, sin causa legítima, no
recibe el pago que se le ofrece en las formas señaladas por los artículos
siguientes o deja de hacer lo necesario para que el deudor pueda cumplir la
obligación (art. 160)”.

Es decir, en este artículo se habla de cuándo el acreedor estará en mora, las cuales,
según el Código Civil Italiano, serán cuando este no haya recibido el pago que se le
ofreció desde un inicio en lo señalado por los artículos o si este realiza acciones que
impidan que el deudor pueda cumplir con su obligación.

El siguiente artículo de la legislación italiana, habla de los efectos de la mora del


acreedor, donde esta va a responder por la imposibilidad que se presentó en el
cumplimiento, es por ello que, el artículo 1207 del Código Civil Italiano manifiesta:

Artículo 1207: “Cuando el acreedor está en mora, responde de la


imposibilidad de cumplimiento por causas no imputables al deudor (1256 y
siguientes, 1673). Ya no se deben los intereses o los frutos (820) de la cosa
que no hayan sido recibidos por el deudor.

El acreedor también está obligado a indemnizar los daños y perjuicios que


se deriven de su mora (1224) ya sufragar los gastos de la custodia y
conservación de la cosa debida”.

Los efectos de la mora se producen desde el día de la oferta, si ésta es


posteriormente declarada válida con sentencia firme (Cod. Proc. Civ. 324) o
si es aceptada por el acreedor.

En otras palabras, la mora presenta efectos, los cuales se van a producir desde el día
de la oferta, sólo si esta se declara válida con una sentencia firme, además, cuando el
acreedor está incurriendo en mora, este tiene que responder por el incumplimiento.
Asimismo, este artículo nos dice que, el acreedor está obligado también a indemnizar
los daños que hayan derivado de su mora.

Se presentan ahora, las obligaciones por la suma de dinero, en el artículo 1209 se


manifiesta el objeto de la obligación, siendo una cosa mueble o un título de crédito,
pues específicamente el Código Civil Italiano, artículo 1209 nos menciona que:

Artículo 1209: “Si el objeto de la obligación es dinero, títulos de crédito o


cosas muebles para ser entregados en el domicilio del acreedor, la oferta
debe ser real (art. 73 y siguientes; Código Procesal Civil 126).

Si, por el contrario, se trata de cosas muebles para ser entregadas en lugar
diferente, la oferta consiste en notificar al acreedor para recibirlas, hecha
por escritura notificada a él en las formas prescritas para la citación (Código
Procesal Civil 137 y siguientes).

Entendiendo que, este artículo nos menciona que cuando se trata de una obligación
que tenga por objeto el dinero o cosas muebles, toda oferta para ser entregada debe
ser real. Mientras que, por otro lado, si se trata de cosas muebles, pero estas son
entregadas fuera del domicilio del acreedor, se le debe notificar para que pueda
recibirlas, todo esto en una escritura para la citación.

Seguido, se presenta el artículo 1210, el cual se titula como facultad de interposición


y sus efectos liberatorios, donde se va a regular lo que sucedería si el acreedor no
acepta la oferta real, es decir, se niega a recibirla o no se presenta a recogerlo según
lo acordado. Es por ello que, el artículo 1210 del Código Civil Italiano manifiesta
que:

Artículo 1210: “Si el acreedor se niega a aceptar la oferta real o no se


presenta a recibir las cosas que le ofrecen mediante notificación formal, el
deudor puede efectuar el depósito (art. 77, 78).

Una vez hecho el depósito, cuando es aceptado por el acreedor o declarado


válido con sentencia firme, el deudor ya no puede retirarlo y queda liberado
de su obligación.

Interpretando dicho artículo, se conoce que si el acreedor se niega a aceptar la oferta


real que se le está otorgando o no se presenta según la citación a recibirla, el deudor
está habilitado para efectuar el depósito. Además, el deudor ya no podrá retirarlo y
queda liberado de su obligación.

3.1.5. Código Civil de Alemania.

En el caso de la legislación alemana, en primer lugar, podemos encontrar regulado lo


referido al incumplimiento del deudor. Como se sabe, el incumplimiento de esta
parte existe o se manifiesta en muchas situaciones. Ante ello, la normativa alemana
tipifica, exactamente en el artículo 286 lo siguiente:

Ҥ 286 Incumplimiento del deudor


(1) Si el deudor no paga en respuesta a un recordatorio emitido por el
acreedor después de la fecha de vencimiento, se considerará que está en
mora en virtud del recordatorio. El recordatorio deberá ir precedido de la
presentación de una acción de cumplimiento y de la notificación de una
citación en rebeldía en un procedimiento de incumplimiento se considerará
equivalente a un recordatorio.

(2) No es necesario un recordatorio si

1. se ha fijado una hora de actuación de acuerdo con el calendario

2. la actuación va precedida de un acontecimiento y se determina un tiempo


razonable para la actuación de manera que pueda calcularse a partir del
acontecimiento según el calendario,

3. el deudor se niega seria y finalmente a cumplir” (p. 63)

El presente artículo manifiesta que, ante estas situaciones, se considera al deudor


como moroso desde el preciso momento en donde la persona recibe un recordatorio
por parte del acreedor ante el incumplimiento de la obligación. De esta forma,
además de deudor moroso también se declarará en rebeldía; cuando, a pesar de haber
recibido este mismo recordatorio no realiza la prestación debida. Por otro lado, en el
segundo supuesto encontramos, cuando no se necesita el recordatorio ante el
incumplimiento del deudor. Uno de ellos es cuando ya se ha establecido la hora entre
la obligación celebrada. Finalmente, cuando el deudor expresa su negativa de
cumplir.

Después del artículo anteriormente explicado, también debemos hacer alusión al


artículo 288. El mismo, regulará todo lo acontecido a los intereses de demora y lo
referido a daños y perjuicios respecto al impago. Cuando la obligación no se cumple,
se deberán pagar los mismos ante la afectación que presenta el acreedor por no haber
recibido lo que se le debe. Por lo mismo, el artículo 288 estipula que:

“§ 288 Intereses de demora y otros daños causados por el impago


(1) Los intereses de una deuda monetaria serán pagaderos durante el
período de incumplimiento. El tipo de interés de demora para el año será de
cinco puntos porcentuales por encima del tipo básico.

(2) El acreedor puede reclamar intereses más altos.

(3) No se excluye la reclamación de otros daños.” (p. 64)

En otras palabras, lo que el presente artículo nos manifiesta es que, los intereses se
entenderán vigente durante el periodo en donde no se hayan pagado. Este mismo
interés no podrá exceder los 5 puntos porcentuales por encima del mínimo en cuanto
el retraso sea considerado de forma anual. Mientras que, el acreedor si considera
necesario o que la afectación le causó gran daño podrá reclamar intereses más altos.
Por último, el acreedor podrá exigir una penalización por otros daños ante el
incumplimiento del mismo.

Por último, la presente normativa regula acerca del incumplimiento del prestatario.
De esta forma, al igual que el artículo anterior, sobre el establecimiento de los
intereses que se deberán pagar. Añadiendo de esta forma, en el segundo inciso,
donde se deberán depositar los mismo. Lo que nos menciona el artículo 497 es lo
siguiente:

“§ Sección 497 Incumplimiento del Prestatario

(1) Si el prestatario incumple los pagos adeudados en virtud del


contrato de préstamo al consumo, deberá pagar intereses sobre el importe
adeudado de conformidad con el apartado 1 del artículo 288,

(2) Los intereses devengados después de producirse el impago se


registran en una cuenta separada y no pueden incluirse en una cuenta
corriente con el importe adeudado u otros créditos del prestamista.” (p. 118)

Dicho de otra forma, como se pudo apreciar en el artículo anterior, los intereses
moratorios que se deben de solventar no podrán superar los 5 puntos porcentuales en
relación a la obligación efectuada. Por ello, se hace mención expresa a lo acordado
con aparato 1 del artículo 288. En segundo lugar, encontramos que estos intereses no
podrán ser depositados en cualquier cuenta corriente; sino que, debe ser una cuenta
separada.

3.1.6. Código Civil de Francia.

En el caso de la legislación francesa, regula las situaciones en donde el deudor se


consiga como moroso. Por ello, la mora podrá estipularse de diversas formas; las
mismas pueden realizarse de forma judicial o extrajudicial. Este ordenamiento
contiene el artículo 1139 que establece lo siguiente:

“Artículo 1139

El deudor queda constituido en mora, ya sea por intimación u otro acto


equivalente, como una carta de cuyos términos pueda desprenderse una
interpelación suficiente, o como consecuencia del contrato, cuando suponga
que, sin necesidad de actuación alguna y por el simple vencimiento del
plazo, el deudor incurre en mora.” (p. 128)

En otras palabras, el deudor pasa a ser moroso ya sea mediante la intimidación o a


partir del momento en el cual venza el plazo. El mismo, si el acreedor no le da a
conocer el vencimiento de la deuda o del cumplimiento de la obligación pactada; la
mora se establece con tan solo con el término del plazo pactado en el contrato.
Resaltando el hecho de que el presente artículo posee cierta similitud con nuestro
ordenamiento jurídico, exactamente hablando del artículo 1333 que forma parte de
nuestra normativa vigente.

Por otro lado, lo que nos menciona el artículo que podrá ser presentado a
continuación se estipuló a base de que, el pago de daños y perjuicios solo podrán
solicitarse cuando se incurre en mora. De esta forma, es un requisito esencial incurrir
en mora para acceder ante los mismos. Ante ello, la presente normativa tipifica que:

“Artículo 1146

Los daños y perjuicios sólo se deben cuando el deudor ha sido puesto en


mora de cumplir su obligación, salvo cuando la cosa a la que el deudor
estaba obligado a dar o hacer sólo podía ser dada o hecha dentro de un
tiempo determinado que él ha dejado transcurrir. La constitución en mora
puede ser el resultado de una carta personal que constituya claramente una
interpelación.” (p. 128)

Lo que nos hace mención este artículo es que, los daños causados por el
incumplimiento de la prestación debida por parte de los participantes solo deberán
solicitarse siempre y cuando el deudor sea moroso. Dicho de otra forma, el acreedor
no podrá requerir cuando el deudor no se encuentre bajo esta condición. Por otro
lado, el artículo que líneas antes se pudo explicar, contiene las situaciones en las
cuales el deudor es considerado como moroso. Ante las mismas, si estas no se
presentan, no se le podrá catalogar de esta forma y, por lo mismo, no se le podrá
exigir el cumplimiento de los intereses ni tampoco de los daños o perjuicios.

3.1.7. Código Civil de España.

La legislación española muestra aspectos similares a nuestros artículos del Código


Civil vigente sobre las tasas moratorias, pero en España solo menciona 2 artículos
referentes a este. Por lo tanto, el artículo 1100 del Código Civil Español (1889)
menciona:

“Incurren en mora los obligados a entregar o a hacer alguna cosa desde que
el acreedor les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su
obligación. No será, sin embargo, necesaria la intimación del acreedor para
que la mora exista:

1.º Cuando la obligación o la ley lo declaren así expresamente.

2.º Cuando de su naturaleza y circunstancias resulte que la designación de la


época en que había de entregarse la cosa o hacerse el servicio, fue motivo
determinante para establecer la obligación.

En las obligaciones recíprocas ninguno de los obligados incurre en mora si


el otro no cumple o no se allana a cumplir debidamente lo que le incumbe.
Desde que uno de los obligados cumple su obligación, empieza la mora para
el otro.” (s.p)
En otras palabras, se recae en mora cuando el acreedor exige el cumplimiento de la
obligación al deudor, pues, para esto se deberá determinar un tiempo entablado por
ambas partes. Asimismo, menciona que el acreedor no puede hostigar al deudor en la
exigencia de la obligación, pues existen limitaciones que señalan que debe reclamar
su derecho dentro de los parámetros establecidos por la ley. Por otro lado, las
obligaciones recíprocas no necesitan que ninguno de los deudores no cumpla con la
prestación, sino que se originará desde el momento que al menos uno de ellos
cumpla con la obligación hacia el acreedor.

Es decir, la mora en la legislación española recae sobre el deudor al momento de no


cumplir con la obligación y el acreedor exige el cumplimiento de este. Ferrero
(2008) expresa que se evidencia la mora cuando se presenta un retraso en el
cumplimiento de una obligación, mayormente se compensa de manera económica.
Por tanto, podemos mencionar que este artículo estipula cuando entra en
incumplimiento con el acreedor, ya sea por plazo vencido, por petición de exigencia
del acreedor o en el caso de las obligaciones recíprocas cuando uno de los deudores
ya cumple con su prestación, los demás recaen inmediatamente recaen en esta.

Por otro lado, se establece la compensación al recaer en mora, pues se necesita que
éste repare el daño causado al acreedor. Por ende, el artículo 1108 del Código Civil
Español (1889) menciona:

“Si la obligación consistiera en el pago de una cantidad de dinero, y el


deudor incurriera en mora, la indemnización de daños y perjuicios, no
habiendo pacto en contrario, consistirá en el pago de los intereses
convenidos, y a falta de convenio, en el interés legal.” (p. 123)

Es decir, la compensación del deudor hacía en acreedor se dará de manera


económica, debido a que se solicita que se pague por los daños causados al no
cumplir con la obligación pactada. Asimismo, los intereses serán sumados en la
indemnización conforme fue acordado en un principio por las partes, debido a que en
este momento es donde se muestra la voluntariedad de ambas. Por ello, se señala que
deberá evaluarse los agravios ocasionados al incumplimiento, dado que se requiere
un monto valorizado en dinero para que el deudor cumpla con este, pues si no realizó
la prestación, le surgirán las consecuencias estipuladas en el contrato.
3.1.8. Código Civil de Colombia

En el caso de la legislación colombiana, la mora también se encuentra presente en el


incumplimiento de las obligaciones, pues es fundamental que el deudor tenga
conocimiento de la sanción que recibirá. Siendo así, el artículo 1608 del Código
Civil Colombiano (1887) expresa:

“El deudor está en mora:

1o.) Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado;


salvo que la ley, en casos especiales, exija que se requiera al deudor para
constituirlo en mora.

2o.) Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto
tiempo y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla.

3o.) En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente


reconvenido por el acreedor.” (p. 36)

Este artículo nos menciona las situaciones en las que el deudor se constituye en
mora, dado que, se requiere el conocimiento de esto para que el acreedor haga
ejercer su derecho como tal. Es decir, aquí señala que se tiene un plazo determinado
para realizar la obligación, de no estar dentro del tiempo pactado, inmediatamente el
deudor se constituye en mora. Asimismo, cuando el acreedor exige su deuda
judicialmente, se evidencia la mora, pues se recae en incumplimiento tardío,
afectando y perjudicando a este. Por ende, la causa principal es el tiempo, pues
normalmente en un acto jurídico celebrado, se pacta un plazo por ambas partes,
manifestando su voluntad, teniendo que ser respetado.

Por otro lado, en el siguiente artículo que se presentará, se nos señala que esta
indemnización por mora se da a través de un valor cuantificable, en otras palabras, se
realiza el pago con dinero. Esto se encuentra en el artículo 1617 del Código Civil
Colombiano (1887) que menciona lo siguiente:

“Si la obligación es de pagar una cantidad de dinero, la indemnización de


perjuicios por la mora está sujeta a las reglas siguientes:
1a.) Se siguen debiendo los intereses convencionales, si se ha pactado un
interés superior al legal, o empiezan a deberse los intereses legales, en el
caso contrario; quedando, sin embargo, en su fuerza las disposiciones
especiales que autoricen el cobro de los intereses corrientes en ciertos casos.
El interés legal se fija en seis por ciento anual

2a.) El acreedor no tiene necesidad de justificar perjuicios cuando sólo


cobra intereses; basta el hecho del retardo.

3a.) Los intereses atrasados no producen interés.

4a.) La regla anterior se aplica a toda especie de rentas, cánones y pensiones


periódicas.” (p. 50)

Como se evidencia en este artículo el cumplimiento de mora produce un valor


económico, según cada tipo de obligación que ha pactado el acreedor con el deudor.
Además, nos menciona que esta mora sigue sujetando los intereses convencionales,
pero puede ser que el acreedor exija una tasa moratoria que se le adiciona a este
monto. Como consecuencia de ello, el acreedor no puede hostigar con el
cumplimiento de la obligación, pues ya se le está exigiendo el interés al deudor y con
eso es suficiente. Asimismo, señala que los intereses atrasados no producen interés,
sin embargo, en el siguiente inciso específica en qué situaciones se aplica, por ende,
las partes al momento de pactar el acto jurídico deben tomarlo en cuenta, mucho más
el acreedor, dado que, al no ser cumplida la obligación, él no puede exigir tasa
moratoria.
CONCLUSIONES

En síntesis, podemos decir que, la mora es el retardo culpable del cumplimiento de la


obligación, unido a la exigencia por parte del acreedor de dicho incumplimiento. Y es
necesario que para que el deudor incurra en mora, el acreedor debe exigir judicial o
extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación. Además, conocemos que, la
problemática de la usura nace por las tasas de interés y determinación del costo del crédito,
por lo que, la usura como tal nace del porcentaje ganancial de los préstamos, en otras
palabras, por el cobro de intereses altamente elevados en los préstamos o de las moras por
retraso de pago, exigidos con el fin de generar ganancias injustas para las entidades
financieras.

Por otro lado, la ley peruana da la libertad a las empresas de fijar el porcentaje con el que
trabajarán, pero este no debe superar el límite impuesto por el Banco Central de Reserva.
El mismo se refiere al 14%, es aquí cuando nace la usura, la cual está tipificado como el
acto ilícito de establecer intereses de préstamo excesivamente altos. El mismo lo
concentramos en el tema de entidades financieras, las cuales venden carteras de préstamo.
De esta forma es como se puede llegar a configurar en las cláusulas del contrato, un
abusivo cobro de intereses ya sean compensatorios o moratorios, los cuales obligan a los
usuarios a compensar.
En lo que respecta a la mora del deudor, encontramos una regulación pertinente tipificada
en nuestro ordenamiento jurídico. Resaltando el hecho de que, se encontraran establecidos
de forma expresa artículos dirigidos a la protección; en primer lugar, del interés del
acreedor. De esta forma, encontramos las situaciones donde el deudor puede establecerse
como moroso; además del pago de los daños y perjuicios que deberá pagar por el
incumplimiento de la obligación. Asimismo, se ha evidenciado que el acreedor también
puede recaer en mora, pues, en este caso, este genera obstáculos para que la prestación no
sea cumplida. En otras palabras, que se niega al pago de la obligación sin motivo o
fundamento alguno a ello, donde el deudor tiene la intención, pero por la otra parte, no
puede hacerlo.

Con respecto al derecho comparado, podemos precisar que la regulación de la mora es


similar en ciertos aspectos a lo que se encuentra estipulado en nuestro Código Civil.
Debido a que, es el incumplimiento de una prestación, pues no se ha cumplido en el plazo
pactado en un principio. Asimismo, que también sanciona el incumplimiento tardío de la
prestación por parte del deudor, no obstante, podemos diferenciarlo, con que, nuestro
Código también menciona que el acreedor puede recaer en mora. Por otra parte,
consideramos que estos códigos, no solo regulan los actos jurídicos celebrados entre
personas naturales o jurídicas, sino también en relación de una entidad financiera con su
cliente, ya que estos también celebran un contrato donde se determina el plazo. Sin
embargo, se debe recalcar que estas entidades no pueden abusar de dicho poder, es decir,
las tasas moratorias, pues se estaría evidenciando usura dentro de estas.
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