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MOGROVEJO”
DOCENTE:
De la Cruz Gonzales, Ever.
ESTUDIANTES:
Carbajal Fernández, Micaela
Huayta Ruiz Alexia, Isabel.
Incio León, Adriana
Loconi Cueva, Angie
CURSO:
DERECHO DE OBLIGACIONES
Chiclayo 2022
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I: LA MORA Y USURA
1.1. Antecedentes históricos de la mora
1.2. La constitución en mora y sus efectos
1.2.1. Mora e incumplimiento
1.2.2. Decreto Legislativo N°295 del Código Civil
1.3. La usura
1.3.1. Ley N° 31143 “Ley que protege de la usura a los consumidores de los
servicios financieros”.
1.3.2. Regulación por el Banco Central de Reserva
1.3.3. Ley N.ª 29571 "Código de protección y defensa del consumidor".
1.3.4. Ley N° 28587 - Ley complementaria a la ley de protección al consumidor en
materia de servicios financieros.
CAPÍTULO II: LA MORA EN EL CÓDIGO PERUANO
2.1. Tasas de interés en entidades bancarias del Perú
2.1.1. Banco de Crédito del Perú
2.1.2. Scotiabank Perú
2.1.3. Interbank
2.2. Artículos moratorios por parte del deudor
2.2.1. Mora del deudor
2.2.2. Mora en las obligaciones de dar suma de dinero
2.2.3. Mora en las obligaciones recíprocas
2.2.4. Efectos de la mora del deudor
2.3. Artículos moratorios por parte del acreedor
2.3.1. Mora del acreedor
2.3.2. Efectos de la mora del acreedor: Indemnización de daños
2.3.3. Purgación de la mora
CAPÍTULO III: DERECHO COMPARADO
3.1. Regulación de la mora en los diferentes Códigos Civiles.
3.1.1. Código Civil de Brasil.
3.1.2. Código Civil de Chile.
3.1.3. Código Civil de Argentina.
3.1.4. Código Civil de Italia.
3.1.5. Código Civil de Alemania.
3.1.6. Código Civil de Francia.
3.1.7. Código Civil de España.
3.1.8. Código Civil de Colombia.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación cuenta con tres capítulos. El primer capítulo se titula la
mora y usura, en el cual abordaremos los siguientes subtemas; antecedentes históricos de
la mora en nuestro ordenamiento jurídico, la constitución en mora y sus efectos, régimen
legal de la mora, mora e incumplimiento, decreto Legislativo N°295 del Código Civil, la
usura la usura a los consumidores de los servicios financieros, regulación por el Banco
Central de Reserva, ley N.º 29571 "Código de protección y defensa del consumidor" y la
ley complementaria a la ley de protección al consumidor en materia de servicios
financieros.
Además de ello, en el segundo capítulo titulado la mora en el código peruano, donde
abordaremos; en primer lugar, tasas de interés en entidades bancarias del Perú, artículos
moratorios por parte del deudor; así como también, artículos moratorios por parte del
acreedor. De esta forma, brindando un acercamiento a las entidades presentes en nuestro
país. Por último, contamos con el capítulo tres titulados Derecho comparado. Frente a ello
se establecerá la regulación de la mora en los diferentes Códigos Civiles. Incluyendo de
esta manera a países como Brasil, Chile, Argentina, Italia, Alemania, Francia, España y
Colombia.
CAPÍTULO I: LA MORA Y USURA
Conforme a la opinión más antigua, se conoce que el contrato formal más antiguo en la
sociedad romana era el nexum, negocio que correspondía en su forma a la mancipatio, el
cual era el modo típico que utilizaba Roma para transferir la propiedad. Este, mientras el
deudor no pagaba y otro no se ofrecía a pagar por él para que quede libre por la
solemnidad correspondiente de la solutio, según Bosque (2015) asegura que “el acreedor
había adquirido derecho sobre la persona de un sujeto suyo se le permitía tener encadenado
al nexus, o sea al obligato, golpearlo y hacerlo trabajar en su propia cuenta” (p. 41). En
otras palabras, cuando no se llegaba a cumplir con la obligación, a este se le violentaba
físicamente, prácticamente era de su propiedad y lo hacían trabajar. Por lo que, se
manifiesta que, en el antiguo derecho civil, la obligatio es un estado de sujeción personal,
de atadura de la propia persona.
Con el pasar del tiempo, fue la ley de las XII tablas, dada en los años 470 antes de Cristo,
la que fijó los plazos que habrían de concederse al deudor y también las formalidades que
tenían que cumplirse, con el objetivo de hacer cumplir la justicia. Resumiendo lo
contenido dentro de las tablas, Bosque (2015) nos menciona que “cuando se trata de una
deuda dineraria, el deudor a partir del pronunciamiento de la sentencia tendría 30 días y si
se cumple el plazo, el acreedor es autorizado para efectuar la aprehensión corporal” (p.
20). Dicho de otro modo, se crea así, un estado intermedio, de dilación entre el
cumplimiento e incumplimiento. Luego se va cambiando esta perspectiva, pues en el
periodo clásico aparece un sistema de derechos y deberes.
Dentro del ordenamiento jurídico, está regulada la mora, la cual según Fornos (1997)
es “el retardo culpable del cumplimiento de la obligación, unido a la exigencia por
parte del acreedor de dicho incumplimiento” (p. 285). Es decir, la mora es el retraso
de la obligación pactada, juntando la exigencia que se va a presentar por parte del
acreedor de dicha falta de cumplimiento. Sabemos también, que es necesario que
para que el deudor incurra en mora, el acreedor debe exigir judicial o
extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación. Asimismo, cuando la
obligación ya ha sido exigible, es necesario que esta se tenga que cumplir.
En nuestro país, la mora se puede definir según Coca (2020) como aquel “retraso en
el cumplimiento de la obligación del deudor que le es imputable a título de culpa,
cuyo cumplimiento resulte aún posible y que siga siendo útil para el acreedor”
(p.35). Por lo que, se entiende como la falta del cumplimiento a tiempo de una
obligación, la cual aún es posible de realizar y sobre todo que aún sea necesaria y útil
para el acreedor. Con esto, podemos darnos cuenta que las definiciones de la mora
son similares, ya que ambas constan del incumplimiento de la obligación acordada
por las partes, así como el acreedor debe exigir de ésta judicial o extrajudicialmente.
Como efectos de la mora del deudor, nuestro Código Civil regula la responsabilidad
del deudor en caso de mora, específicamente el artículo 1336 del CC nos menciona:
En otras palabras, el presente artículo indica que ninguna de las partes que son
obligadas van a tener que incurrir en la mora, esto se realizará en el momento en el
que uno de ellos cumpla con su obligación pactada o este otorgue algunas garantías
donde se vea que cumplirá con estas.
1.3. La usura
Para poder hablar sobre la usura, debemos tener claro que esta problemática nace a raíz de
las tasas de interés y determinación del costo del crédito, lo que significa que cierto
porcentaje de la operación a realizar (préstamo), cubre el tiempo y el uso del monto
brindado. Ahora bien, el costo del crédito se compone por cuatro elementos, explicados
por Sánchez, Días & Cisneros (2021) empezando por el costo de fondeo o de
financiamiento, es cual refiere a ser la tasa de interés pasiva, los gastos operativos, la
compensación por el riesgo de impago, es decir, las provisiones requeridas ante el posible
deterioro de la cartera crediticia y un margen de ganancia, el cual reditúa al capital
invertido por las entidades del sistema financiero.
Debemos recalcar que las tasas de interés son variables pudiendo ser más elevadas en
casos como consumo o microempresas, esto se debe al poco o nulo historial crediticio que
presentan los usurarios, conectado a esto, presentan gran potencial de riesgo de
incumplimiento de pago, por lo que las entidades asignan más recursos en la evaluación
crediticia, monitoreo y cobranza de sus clientes. Es por ello que Sánchez, Días & Cisneros
(2021), mencionan que existe una mayor diferencia entre las tasas de interés activas y las
tasas de interés pasivas, es decir, las tasas que las entidades pagan por sus depósitos
(refleja el costo de fondeo de la entidad.
1.3.1. Ley N° 31143 “Ley que protege de la usura a los consumidores de los
servicios financieros”
Con fecha 18 de marzo de 2021, se publicó la ley 31143, ley que protege de la usura
a los consumidores de los servicios financieros, aprobada por insistencia del
Congreso de la República, en modificación de los artículos 6 y 11 de la Ley 28587,
Ley Complementaria a la Ley de Protección al Consumidor en Materia de Servicios
Financieros. Dicha norma dispone que el BCR posee la facultad de establecer el
mínimo y máximo de las tasas de interés aplicables en operaciones financieras, tal
como lo expresa el artículo 6 de la misma ley, las tasas de interés moratorio serán las
mismas que el Banco Central de Reserva establece para las operaciones ajenas al
sistema financiero, conforme lo establece el artículo 51 del Decreto Ley 26123, Ley
Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú.
En tal ocasión que entidades financieras sobrepasan con un cobro de tasa por encima
del máximo, se denominará delito de usura, según el Código Procesal Penal del Perú
(1991) el delito de usura está previsto en el artículo 214 de este mismo, sancionado
con pena privativa de la libertad no menor de 1 año ni mayor de 3 años, con 20 a 30
días multa. Además, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) es la
encargada de supervisar el cumplimiento del valor porcentual que establecen las
entidades bancarias, así como sancionar y denunciar ante el Ministerio Público,
cuando existe agravio.
Por otro lado, en caso exista retraso de pago por parte del deudor, es permitido el
cobro de intereses moratorios, en estos casos, la tasa será equivalente a la misma que
el BCRP establece para las operaciones que no están incluidas en el sistema
financiero y, por ende, se prohíbe el cobro de penalidad u otra comisión o gasto.
Asimismo, la norma prohíbe expresamente la capitalización de intereses cuando un
cliente incurra en mora. Es así como la Fundación BBVA (2021) explica que en
cumplimiento de lo establecido en el Art. 1246 del Código Civil, en caso de
incumplimiento de pago solo te será aplicable la tasa de interés convencional
compensatoria pactada, de igual forma, dicha tasa de interés moratorio se devengará
a partir de la fecha en que incurran en mora, sin perjuicio del cobro del interés
convencional compensatorio pactado.
A finales del año 2020, se aprobó la Ley N° 31143, “Ley que protege de la usura a
los consumidores de los servicios financieros”, la cual implementó en su disposición,
la fijación de topes a las tasas de interés en el sistema financiero para los créditos de
consumo y MYPE, a cargo del Banco Central. Por lo que, el BCRP, estableció que el
tope referencial equivale a 2 veces la tasa de interés promedio de éstos del sistema
financiero, buscando minimizar los potenciales efectos negativos de las cláusulas
abusivas. Es así como el Título III, referente a las atribuciones, obligaciones y
prohibiciones, detalla en su artículo 51:
Las mencionadas tasas, así como el Índice de Reajuste de Deuda y las tasas
de interés para las obligaciones sujetas a este sistema, deben guardar
relación con las tasas de interés prevalecientes en las entidades del Sistema
Financiero”. (p. 155)
De esta forma lo que nos menciona este artículo son las tasas máximas de interés
compensatorio, moratorio y legal con respecto a las operaciones ajenas al Sistema
Financiero. Dicho de otra forma, se busca frenar los altos costos que se pueden
establecer con respecto a este tema. Sin regulación oportuna en nuestro
ordenamiento, existirían innumerables situaciones donde se pueden aprovechar de
estos intereses.
De igual forma se manifiesta como atribución y obligación las tasas de interés
pertinentes en el sistema financiero. Las cuales, podrán ser establecidas por la libre
competencia. Por ello, en nuestro ordenamiento jurídico, exactamente hablando en la
Ley N° 31143 encontramos un artículo dirigido a la regulación del mismo; siendo
este; el artículo 52, el cual hace mención al respecto de:
“Artículo 52.- El Banco propicia que las tasas de interés de las operaciones
del sistema financiero sean determinadas por la libre competencia, dentro de
las tasas de interés máximas que fije para ello en ejercicio de sus
atribuciones. El Banco tiene la facultad de fijar tasas de interés máximas y
mínimas, en forma semestral, con el propósito de regular el mercado, dicha
competencia no puede ser delegada a otra entidad.
Las tasas de interés activas máximas fijadas serán exclusivamente para las
operaciones de crédito referidas en el literal c) del inciso 3) del artículo 221
de la Ley 26702, Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de
Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros. Las tasas
de interés activas cobradas por encima de ese límite serán consideradas
tasas de interés de usura y tipificadas como un delito, siendo de aplicación
el artículo 214 del Código Penal, aprobado por Decreto Legislativo 635.
A través del Diario Oficial “El Peruano”, se publicó la ley N° 29571, referida al
Código de Protección y Defensa del Consumidor. Para lo cual, desde la misma
página de INDECOPI (2022) podemos encontrar la siguiente descripción:
Dicho de otra forma, este Código es una norma integradora de lectura obligatoria,
porque es un punto de partida para el conocimiento de tus derechos y cómo
ejercerlos. Además de informar sobre un conjunto de disposiciones referidas a la
protección y relación con los proveedores en todo el país.
Así mismo, dos artículos que debemos resaltar con suma importancia, provenientes
de la Ley N° 28587, empezando por el artículo 6, referente al cobro de intereses,
donde menciona que el porcentaje de la tasa de interés compensatorio o moratorio,
deben especificarse en las cláusulas del contrato.
Lo que nos menciona este artículo es que, los intereses, gastos y comisiones a cobrar
deben ir acorde a lo determinado de forma vigente. Resaltando el hecho que, los
mismos, no podrán ser cobrados de manera injustificada. Además de que, tanto la
tasa de interés compensatorio como moratoria deberá estar tipificado de forma
expresa en el contrato celebrado por las partes participantes.
Por consiguiente, el artículo 11 de la referida ley, hace mención sobre las cláusulas
abusivas, como lo sería que las entidades bancarias establezcan tasas porcentuales de
cobro de interés moratorio y/o compensatorio extremadamente altos.
Dicho de otra forma, todo tipo de cláusula abusiva que la persona o el cliente en
cuestión pueda observar durante la celebración del contrato podrá ser revisada por la
Superintendencia de Banca y Seguros; además de obtener la opinión por parte de
INDECOPI. El mismo, se encuentra tipificado con la finalidad de poder eliminar
todas las cláusulas referidas a un abuso en el cobro de intereses. Siendo estas
mismas, una afectación directa para sus clientes los cuales en muchas ocasiones no
tendrán el dinero necesario para poder pagarlo en su totalidad.
CAPÍTULO II: LA MORA EN EL CÓDIGO PERUANO
El tema de la inflación resulta ser bastante controversial; de esta forma, surge a partir de
una inestabilidad efectuada o establecida entre la demanda y la producción. Por ello, el
autor Moreno (2014), manifiesta que “la inflación es un fenómeno monetario y que existe
una relación inversa entre la inflación y el crecimiento de la economía en diferentes
horizontes temporales” (p.30). Es decir, los diferentes servicios o bienes que se encuentren
en circulación están sujetos a distintos cambios con respecto a su valor. Esta problemática
se manifiesta cuando se produce un alza de precios; teniendo como resultado, la reducción
del valor de nuestra moneda conforme transcurra el tiempo.
En nuestro país, la inflación actual según el Banco central de Reserva del Perú referido al
mes de octubre del presente año se manifiesta con un índice de 8,28%. Resaltando el hecho
que este problema no solamente se presente en nuestro territorio, si no que, por el
contrario, se extiende por todo el mundo. Esto repercute en las tasas de interés; las cuales,
van en aumento conforme avance la inflación. Debido a esto mismo aumento, los efectos
recaen con mayor fuerza sobre las personas naturales quienes requieren de préstamos a
plazos para poder solventar las necesidades que puedan presentar. Sin dejar de mencionar
también a las empresas; quienes, necesitan de este apoyo económico para poder aumentar
su capital y mantener su negocio vigente.
El Banco de Crédito del Perú o mayormente conocido como BCP, es una entidad
financiera que se encuentra operativa en Perú desde el año 1941 con el nombre que
conocemos en la actualidad. La misma, forma parte del grupo Credicorp desde 1995
y sus acciones se encuentran inscritas en la Bolsa de Valores de Nueva York. Posee
una de las más grandes coberturas del sistema debido a su gran expansión realizada
no solamente en nuestro país sino también a diversas partes del mundo. Su misión se
encuentra dirigida en ser la primera opción por parte de las personas que deseen sus
servicios referidos al Sistema Financiero. Mientras que, su propósito es brindar
oportunidades de apoyo hacia sus clientes.
Primero debemos entender que, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) es la tasa
que contiene dentro suyo la totalidad de lo que se debe pagar por un crédito. El cual
incluye gastos, comisiones y la tasa efectiva anual (TEA). La primera de ellas se
encuentra dirigida a los cargos cobrados por cuenta de terceros como lo es el seguro
de desgravamen. En segundo lugar, tenemos las comisiones que, son los cargos
generados a partir de los servicios brindados por la entidad, en este caso BCP, hacía
el cliente; el cual deberá de asumir estos mismos cargos como por ejemplo
operaciones en ventanilla como lo son depósitos y retiros adicionales, envío físico de
estado de cuenta, etc. Por último, tenemos la tasa de interés compensatorio efectivo
anual. Siendo este último, los intereses netos que significan ganancias hacia la
entidad a partir del capital que brindaron respecto a su cliente.
Por lo tanto, este seguro protege tanto a sí mismo como a sus clientes frente a
situaciones imprevistas que puedan generarse con el transcurrir del tiempo. De esta
forma, los herederos no se verán afectados ante deudas contraídas por sus familiares;
por ello, esta entidad se vio en la necesidad de crear este seguro obligatorio por
gravamen como un beneficio para ambos participantes.
Por otro lado, las exclusiones aplicables ante estos gravámenes son; en primer lugar,
por enfermedades preexistentes o enfermedades congénitas. En segundo lugar, por
suicidio o por lesiones efectuadas por terceros con el consentimiento de su persona.
En tercer lugar, con la participación activa ante un hecho; el cual, en nuestro
ordenamiento jurídico se encuentra tipificado como un delito. Por último, la edad
máxima de permanencia sería de 75 años con 364 días.
En el Banco de Crédito del Perú, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) tiene como
máxima referencial el 41.88%. Mientras que, la tasa de interés efectiva anual (TEA)
se basa en un 40% y el seguro de desgravamen mensual de 0.115% del saldo; todo
ello referido al cobro del interés convencional compensatorio pactado. Por otra parte,
el interés moratorio será aquel que entra en vigencia a partir en que la persona
incurra en atraso frente a sus deudas a pagar durante la fecha establecida. En el caso
de este banco, aplicarán los intereses moratorios establecidos en la Hoja de Resumen
de su crédito. El cual, este interés sería de 12.51%. De igual forma, será explicado
mediante el siguiente ejemplo:
TCEA: 41.88
TEA: 40%
La entidad financiera Scotiabank Perú pertenece a The Bank of Nova Scotia (BNS) y
se posiciona como una de las instituciones financieras con mayor presencia en el
mercado norteamericano. Con este posicionamiento, es factible mencionar que,
actualmente, en Perú es el banco con mayor solvencia en lo que respecta a su
patrimonio. Su visión establece que se encuentran comprometidos a proporcionar
soluciones ante los diversos problemas que puedan poseer sus clientes. Por otro lado,
su misión se encuentra dirigida a crear valor a todos sus trabajadores que la
conforman, así como también para la sociedad en general, brindando prestaciones de
servicios financieros.
La tasa del costo efectivo anual (TCEA) posee el costo total a pagar por parte del
cliente. Resaltando que, incluye dentro del mismo; gastos, comisiones y la tasa
efectiva anual (TEA). Los gastos son los cargos que deberán ser asumidos por la
propia persona solicitante del préstamo como por ejemplo el seguro de desgravamen.
Las comisiones, siendo estas, generadas en base de los servicios que pueda brindar el
banco a su cliente; un claro ejemplo, es el estado de cuenta mediante un envío físico.
Por último, contamos con la tasa efectiva anual (TEA); la cual, significan las
ganancias propias que pasarán a ser parte del banco.
Así como se pudo establecer las situaciones en las cuales podrá ser aplicable la
cobertura de este seguro, también se establecen las exclusiones frente al mismo. En
primer lugar, el fallecimiento del asegurado quién haya participado en carreras o
ensayos de velocidad. En segundo lugar, enfermedades desarrolladas o adquiridas,
resaltando la condición respecto que debe estar diagnosticada, con anterioridad a la
fecha del préstamo. Fallecimiento como consecuencia de la participación en guerras.
Fallecimiento por suicidio. Muerte derivada de accidentes aéreos; exceptuando los
mismos referidos a su producción en condición de pasajero de líneas comerciales.
Muerte como consecuencia de haber adquirido el Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA). Por último, fallecimiento de la persona bajo estado etílico,
mediante la influencia de drogas o incluso en condición de sonambulismo.
En el Banco Scotiabank Perú, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) tiene como
máxima referencial el 54.46%. Mientras que, la tasa de interés efectiva anual (TEA)
se basa en un 45% y el seguro de desgravamen mensual de 0.1995% del saldo; todo
ello referido al cobro del interés convencional compensatorio pactado. Por otra parte,
el interés moratorio será aquel que entra en vigencia a partir en que la persona
incurra en atraso frente a sus deudas a pagar durante la fecha establecida. En el caso
de este banco, aplicarán los intereses moratorios establecidos en el tarifario vigente
de la entidad. El cual, este interés sería de 11.84%. De igual forma, será explicado
mediante el siguiente ejemplo:
TCEA: 54.46%
TEA: 45%
2.1.3. Interbank
El seguro de desgravamen del banco INTERBANK de igual forma que las entidades
financieras anteriormente mencionadas es de carácter obligatorio. La misma se
utilizará como el seguro que podrá cubrir la deuda efectuada entre el cliente y la
entidad perteneciente al sistema financiero ante situaciones de fallecimiento e
invalidez total. De igual forma se deberá entender que las situaciones en donde no
aplica mismo son ante situaciones como la pena de muerte, suicidio, intento de
suicidio, automutilación, actos delictivos, participación en deportes de riesgo, guerra,
enfermedades preexistentes, efectos de drogas (Interseguros, 2019).
En el banco INTERBANK, la tasa del costo efectivo anual (TCEA) tiene como
máxima referencial el 40.60%. Mientras que, la tasa de interés efectiva anual (TEA)
se basa en un 35.90% y el seguro de desgravamen mensual de 0.028% del saldo;
todo ello referido al cobro del interés convencional compensatorio pactado. Por otra
parte, el interés moratorio será aquel que entra en vigencia a partir en que la persona
incurra en atraso frente a sus deudas a pagar durante la fecha establecida. En el caso
de este banco, aplicarán los intereses moratorios establecidos en el tarifario vigente
de la entidad. El cual, este interés sería de 12.51%. De igual forma, será explicado
mediante el siguiente ejemplo:
TCEA: 40.60%
TEA: 35.90%
La mora del deudor se establece cuando existe una falta de cumplimiento por parte
de la obligación en referencia del plazo establecido por las partes. El mismo, podrá
tipificarse de forma deliberada o con culpa. Por ello, el artículo 1333 del Código
Civil Peruano (1984) manifiesta que:
Según lo establecido en este artículo, el deudor deberá pagar daños y perjuicios ante
el acreedor por el establecimiento de mora; siendo este, el retraso del cumplimiento
con respecto a la prestación. En la misma, el acreedor deberá de exigir el pago al
deudor en casos donde se presente esta situación. El deudor deberá de presentar
pruebas arraigadas a que se encuentra incurriendo en mora debido a situaciones sin
culpa que puedan imputarse a su persona. En otras palabras, si se presentan hechos
en lo que respecta a casos excepcionales o fortuitos; el deudor no podrá ser declarado
en mora.
Debemos establecer en primer lugar que las definiciones referidas a la mora,
incumplimiento y retraso son conceptos totalmente distintos. De esta forma, una
persona se encuentra constituida en mora cuando el acreedor exige el cumplimiento
de la obligación con relación al deudor. El retraso y la mora significa que la
prestación a pesar de realizarse con posterioridad a la fecha pactada; todavía puede
cubrir con el interés propio del acreedor. Mientras que, el incumplimiento
establecido de forma definitiva cuando no es posible su realización o cuando a pesar
de todavía poder realizar la obligación esta ya no puede satisfacer el interés del
acreedor. En el caso de los préstamos, la mora se tipifica ante las situaciones donde
el deudor mantiene una deuda con el acreedor. Mediante la misma, el acreedor podrá
recibir los intereses moratorios tras el incumplimiento de esta obligación. Dicho de
otra forma, todavía se puede satisfacer el interés del acreedor, siendo este útil para la
entidad financiera.
Los elementos referentes a este tema vienen siendo; en primer lugar, el retraso
con respecto a la satisfacción del interés propio del acreedor (elemento
material). En segundo lugar, contamos con el elemento subjetivo el cual es la
atribución en relación del incumplimiento bajos las causales de dolo o culpa.
Por otro lado, el autor Torres (2014) manifiesta que “se requiere de dos
requisitos que deben darse copulativamente: a) La posibilidad de cumplimiento
de las obligaciones; y, b) La subsistencia del interés del acreedor por el
cumplimiento, aunque tardío de la obligación.” (p.1106). En otras palabras, la
indispensabilidad de estos requisitos recae en el hecho de que el primero de
ellos se encuentra regulando la posibilidad acerca del cumplimiento. Por otro
lado, el segundo de ellos, el interés del deudor debe continuar. En algunos
casos existirán situaciones donde, al ocurrir el retraso, el interés del acreedor se
pierde porque ya no le es factible la cosa debida ni le resulta de utilidad. Ante
las situaciones donde los clientes realizaron préstamos con entidades
financieras, el interés de las mismas todavía se encuentra vigente. Pues la
misma, significaría el pago de lo debido por el deudor.
En otras palabras, lo que nos señala este artículo es que, no se puede entender o
considerar a una persona como morosa si alguna de las partes participantes no ha
cumplido con la obligación pactada. Por ello, se puede entender que la prestación es
motivo de la contraprestación; estableciendo de esta forma una relación ya sea de
esta forma o contraria. Teniendo como derivado que, una de las partes no podrá
exigir lo que se le debe si la misma no ha efectuado su parte en la obligación. Dicho
de otro modo, si una de las partes ejecuta su parte en la obligación empezará a correr
la mora para la parte.
En pocas palabras, se menciona que existe dos maneras que el deudor cumpla con la
obligación, pero con intereses moratorios, el primero de ellos es la indemnización y el
segundo es la perpetuación de la obligación Esta última, hace referencia que el deudor
queda eximido de la obligación, dado que, su incumplimiento se debe por un factor de
fuerza mayor que obstaculiza la prestación. Sin embargo, esta parte se hace cargo de
cualquier situación, a menos que demuestre que en realidad no fue su culpa, de lo
contrario tendrá que recaer en mora.
Por lo tanto, el primer efecto vendría a ser la indemnización por daños y perjuicios al
acreedor, pues esto se debe a que el deudor es moroso, es decir, se encuentra fuera del
plazo establecido por la otra parte. Siendo así, en este caso, el deudor no solo paga lo
que corresponde a la prestación, sino también los pagos moratorios, teniendo que la
otra parte aceptarlo, así como también de exigir ese derecho, y de no ser así, justificar
su accionar. Como segundo efecto está la presunción como deudor moroso del riesgo
la sobrevenida de la imposibilidad de la prestación, esto significa que puede que esté
fuera del alcance del deudor. Sin embargo, ahora deberá indemnizar por la extinción o
pérdida del bien, pero este puede exculparse de esta situación, demostrando dicha
afirmación, de lo contrario será responsable de las consecuencias.
La ley peruana no solo estipula normas moratorias hacia el deudor, sino también al
acreedor, pues ambas partes deben cumplir con la prestación. Por lo tanto, en el
artículo 1338 del Código Civil Peruano (1984) señala que el acreedor incurrirá en
mora en situaciones excepcionales o también denominado como sin motivo legítimo
en las ocasiones donde; en primer lugar, la propia persona no acepte o se niegue a
aceptar la prestación que fue ofrecida por la otra parte. Mientras que, en segundo
lugar, cuando no cumple los actos necesarios e indispensables para la ejecución de la
obligación.
Este artículo, nos señala que nuestro ordenamiento jurídico establece dos supuestos
para que esta mora produzca efectos, primero es que el acreedor se niega al pago o
segundo, no actúa en colaboración con el deudor. En estos casos el código civil actúa
en protección del deudor, debido a que, se ha evidenciado casos en donde este tiene
la intención de cumplir con la obligación determinada, sin embargo, no lo puede
desarrollar por culpa del acreedor. No obstante, podemos afirmar que no siempre el
deudor tiene el deber de cumplir con las tasas moratorias, puesto que, este artículo
demuestra lo contrario.
Por lo tanto, la mora del acreedor vendría a ser el retraso en la ejecución de la
prestación debida dentro de lo pactado. Siendo así, Parodi y Gonzales (2006) resaltan
que, al observar el retraso, no significa que la relación obligacional este extinto, pues
únicamente lo que se establece en el código civil es el respaldo al deudor. Es decir,
solo permite el traslado de los costos e intereses que el deudor debería cumplir en el
caso que él no cumple con la obligación, pues ahora sería deber del acreedor.
Aquí se nos menciona, que estamos frente a un acreedor moroso, esto quiere decir,
que no cumple con lo pactado en un comienzo. Asimismo, al no cumplir debe haber
una indemnización al deudor, ya sea de los gastos surgidos por el ofrecimiento del
pago no aceptado, así como también no haber dado colaboración por la cosa debida,
de los daños que sufra el deudor durante el periodo de la mora, y la liberación del
deudor de esta. Como consecuencia de ello, el deudor sólo estará sujeto a restituir los
provechos de la prestación, dado que, puede abandonar su posesión de manera
judicial. Por ello, se entiende en este artículo, que el deudor puede actuar
judicialmente, por lo tanto, el acreedor tiene que indemnizar por el resarcimiento de
los gastos adicionales, pues recae con el ofrecimiento infructuoso, y la custodia y
conservación del bien debido.
“Art. 395. El deudor es responsable de los daños causados por su mora, más
los intereses, actualización de valores monetarios según índices oficiales
periódicamente establecidos, y honorarios de abogados.
Párrafo único. Si la cuota, por mora, se hiciere inútil para el acreedor, éste
podrá rechazarla, y exigir indemnización por daños y perjuicios”. (p. 150)
En otras palabras, lo que nos menciona este artículo es que, si el deudor se encuentra
incurriendo en mora, deberá pagar daños y perjuicios ocasionados por su persona
hacía el acreedor. Tomando en cuenta de igual forma los intereses establecidos en
vigencia durante la fecha. Ante ello, podemos encontrar una comparación con
nuestra legislación donde, de igual forma, ambos países tienen regulado lo referente
a los daños y perjuicios que causa y deberá asumir el deudor como un medio de
indemnizar al acreedor por una falta efectuada por su persona.
Este artículo lo que nos manifiesta viene siendo que necesariamente el deudor deberá
o está obligado a pagar los intereses moratorios efectuados hacía su persona. Las
mismas no solamente se extienden a las deudas en efectivo; si no también a, cuotas
pactadas pero que pertenezcan a otra naturaleza. Este interés moratorio podrá ser
establecido ya sea por sentencia judicial, mediante un arbitraje o por un acuerdo
entre las partes. Resaltando el hecho que, ya se presente cualquier establecimiento de
la mora, el deudor se encuentra en la obligación de pagar el mismo por los daños
efectuados hacia el acreedor con el incumplimiento de la obligación.
Por otro lado, lo que nos menciona el Código Civil de Chile (1856) manifiesta de
forma expresa en el artículo 1551 de la presente normativa los supuestos en donde el
deudor se encuentra incurriendo en mora. Por lo tanto, estamos frente a una
diferencia entre ambos códigos. De esta forma lo establecido en el artículo
anteriormente mencionado del Código Civil Chileno estipula que:
2º. Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto
espacio de tiempo, y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla;
Siendo de igual forma manifestado dentro del Código Civil chileno (1856),
precisando en el artículo 1559 de este mismo, la obligación es de pagar una cantidad
de dinero, por lo que, en caso de mora, se debe seguir ciertas reglas para la
indemnización existente de perjuicios, siendo estas las reglas sujetas:
“Art. 1559. Si la obligación es de pagar una cantidad de dinero, la
indemnización de perjuicios por la mora está sujeta a las reglas siguientes:
Así mismo, podemos agregar que, al igual que en el BCRP, el cual publica
mensualmente la actualización o variaciones del programa monetario, en Chile, los
promedios son establecidos y publicados por la página web de la Comisión para el
Mercado Financiero y en el Diario Oficial mensualmente. Además, al artículo 6 de la
ley N° 18010 (1981) posee diferentes puntos referentes al cobro de intereses,
manifestando algo con cierta similitud a lo normado en nuestro país, diciendo que:
En otras palabras, lo tipificado en este artículo son; el porcentaje que no podrá ser
excedido relacionado con el interés. Donde, no se podrá establecer 1,5 veces según el
tipo de crédito. Sin dejar de mencionar acerca del incremento en 2 puntos
porcentuales. En este caso, se refiere acerca del interés máximo convencional.
En lo que respecta al presente artículo nos menciona que, aparte del incumplimiento
de su obligación, el deudor debe pagar por todo el daño causado y también por los
intereses que se hayan generado por no ejecutar su responsabilidad. Siendo este un
artículo que busca la protección del acreedor frente al retraso ocasionado por parte
del deudor ante el incumplimiento de una obligación. Por ello, deberá pagar daños y
perjuicios a partir del mismo.
De esta forma, lo que el artículo 509 nos quiere manifestar es que, cuando se
presentan las obligaciones a plazo, si estas no se producen por su vencimiento, se
dan por alguna condición que tenga la obligación acordada con anticipación.
Además, también menciona que, si no existiera plazo alguno, será el juez quien lo
fijará en el procedimiento. Por último, si el deudor prueba que no le es imputable,
éste queda eximido de las responsabilidades.
Interpretando así, que, dentro de las obligaciones recíprocas, uno de los partícipes de
la obligación no debe cumplir con la mora si es que el otro no ejerce el cumplimiento
planteado desde un inicio. Por ello, la obligación al no ser cumplida por alguna de
las partes ocasiona que la mora no pueda establecerse. De esta forma, su
cumplimiento es un requisito esencial para entender que las partes puedan
considerarse como morosas.
Artículo 1206: “El acreedor está en mora cuando, sin causa legítima, no
recibe el pago que se le ofrece en las formas señaladas por los artículos
siguientes o deja de hacer lo necesario para que el deudor pueda cumplir la
obligación (art. 160)”.
Es decir, en este artículo se habla de cuándo el acreedor estará en mora, las cuales,
según el Código Civil Italiano, serán cuando este no haya recibido el pago que se le
ofreció desde un inicio en lo señalado por los artículos o si este realiza acciones que
impidan que el deudor pueda cumplir con su obligación.
En otras palabras, la mora presenta efectos, los cuales se van a producir desde el día
de la oferta, sólo si esta se declara válida con una sentencia firme, además, cuando el
acreedor está incurriendo en mora, este tiene que responder por el incumplimiento.
Asimismo, este artículo nos dice que, el acreedor está obligado también a indemnizar
los daños que hayan derivado de su mora.
Si, por el contrario, se trata de cosas muebles para ser entregadas en lugar
diferente, la oferta consiste en notificar al acreedor para recibirlas, hecha
por escritura notificada a él en las formas prescritas para la citación (Código
Procesal Civil 137 y siguientes).
Entendiendo que, este artículo nos menciona que cuando se trata de una obligación
que tenga por objeto el dinero o cosas muebles, toda oferta para ser entregada debe
ser real. Mientras que, por otro lado, si se trata de cosas muebles, pero estas son
entregadas fuera del domicilio del acreedor, se le debe notificar para que pueda
recibirlas, todo esto en una escritura para la citación.
En otras palabras, lo que el presente artículo nos manifiesta es que, los intereses se
entenderán vigente durante el periodo en donde no se hayan pagado. Este mismo
interés no podrá exceder los 5 puntos porcentuales por encima del mínimo en cuanto
el retraso sea considerado de forma anual. Mientras que, el acreedor si considera
necesario o que la afectación le causó gran daño podrá reclamar intereses más altos.
Por último, el acreedor podrá exigir una penalización por otros daños ante el
incumplimiento del mismo.
Por último, la presente normativa regula acerca del incumplimiento del prestatario.
De esta forma, al igual que el artículo anterior, sobre el establecimiento de los
intereses que se deberán pagar. Añadiendo de esta forma, en el segundo inciso,
donde se deberán depositar los mismo. Lo que nos menciona el artículo 497 es lo
siguiente:
Dicho de otra forma, como se pudo apreciar en el artículo anterior, los intereses
moratorios que se deben de solventar no podrán superar los 5 puntos porcentuales en
relación a la obligación efectuada. Por ello, se hace mención expresa a lo acordado
con aparato 1 del artículo 288. En segundo lugar, encontramos que estos intereses no
podrán ser depositados en cualquier cuenta corriente; sino que, debe ser una cuenta
separada.
“Artículo 1139
Por otro lado, lo que nos menciona el artículo que podrá ser presentado a
continuación se estipuló a base de que, el pago de daños y perjuicios solo podrán
solicitarse cuando se incurre en mora. De esta forma, es un requisito esencial incurrir
en mora para acceder ante los mismos. Ante ello, la presente normativa tipifica que:
“Artículo 1146
Lo que nos hace mención este artículo es que, los daños causados por el
incumplimiento de la prestación debida por parte de los participantes solo deberán
solicitarse siempre y cuando el deudor sea moroso. Dicho de otra forma, el acreedor
no podrá requerir cuando el deudor no se encuentre bajo esta condición. Por otro
lado, el artículo que líneas antes se pudo explicar, contiene las situaciones en las
cuales el deudor es considerado como moroso. Ante las mismas, si estas no se
presentan, no se le podrá catalogar de esta forma y, por lo mismo, no se le podrá
exigir el cumplimiento de los intereses ni tampoco de los daños o perjuicios.
“Incurren en mora los obligados a entregar o a hacer alguna cosa desde que
el acreedor les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su
obligación. No será, sin embargo, necesaria la intimación del acreedor para
que la mora exista:
Por otro lado, se establece la compensación al recaer en mora, pues se necesita que
éste repare el daño causado al acreedor. Por ende, el artículo 1108 del Código Civil
Español (1889) menciona:
2o.) Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto
tiempo y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla.
Este artículo nos menciona las situaciones en las que el deudor se constituye en
mora, dado que, se requiere el conocimiento de esto para que el acreedor haga
ejercer su derecho como tal. Es decir, aquí señala que se tiene un plazo determinado
para realizar la obligación, de no estar dentro del tiempo pactado, inmediatamente el
deudor se constituye en mora. Asimismo, cuando el acreedor exige su deuda
judicialmente, se evidencia la mora, pues se recae en incumplimiento tardío,
afectando y perjudicando a este. Por ende, la causa principal es el tiempo, pues
normalmente en un acto jurídico celebrado, se pacta un plazo por ambas partes,
manifestando su voluntad, teniendo que ser respetado.
Por otro lado, en el siguiente artículo que se presentará, se nos señala que esta
indemnización por mora se da a través de un valor cuantificable, en otras palabras, se
realiza el pago con dinero. Esto se encuentra en el artículo 1617 del Código Civil
Colombiano (1887) que menciona lo siguiente:
Por otro lado, la ley peruana da la libertad a las empresas de fijar el porcentaje con el que
trabajarán, pero este no debe superar el límite impuesto por el Banco Central de Reserva.
El mismo se refiere al 14%, es aquí cuando nace la usura, la cual está tipificado como el
acto ilícito de establecer intereses de préstamo excesivamente altos. El mismo lo
concentramos en el tema de entidades financieras, las cuales venden carteras de préstamo.
De esta forma es como se puede llegar a configurar en las cláusulas del contrato, un
abusivo cobro de intereses ya sean compensatorios o moratorios, los cuales obligan a los
usuarios a compensar.
En lo que respecta a la mora del deudor, encontramos una regulación pertinente tipificada
en nuestro ordenamiento jurídico. Resaltando el hecho de que, se encontraran establecidos
de forma expresa artículos dirigidos a la protección; en primer lugar, del interés del
acreedor. De esta forma, encontramos las situaciones donde el deudor puede establecerse
como moroso; además del pago de los daños y perjuicios que deberá pagar por el
incumplimiento de la obligación. Asimismo, se ha evidenciado que el acreedor también
puede recaer en mora, pues, en este caso, este genera obstáculos para que la prestación no
sea cumplida. En otras palabras, que se niega al pago de la obligación sin motivo o
fundamento alguno a ello, donde el deudor tiene la intención, pero por la otra parte, no
puede hacerlo.
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