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MATERIA:

Derecho Civil Obligaciones II

TEMA:

La Constitución en Mora

DOCENTE:

Abg. Carlos Manuel Sánchez Carpio

ESTUDIANTES:

Luis Alberto Arteaga Ludeña

Karen Denisse Campoverde Astudillo

Mauricio Antonio Cárdenas Holguín

Gabriela Denisse Neira Rendón

Holger Josué Reyes Vinueza

ENERO 2023

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I.- Introducción.

Se entiende la mora como la tardanza, retardo o demora de forma injustificada


por parte del deudor en relación al cumplimiento de una obligación bajo los términos
que fueron acordados junto al acreedor (Larrea Holguín, 2006). Bajo este concepto,
la constitución en mora hace referencia al reconocimiento de los perjuicios que el
deudor ha ocasionado al acreedor debido al incumplimiento de la obligación
(Fombuena, 1992).
A nivel doctrinal, la posición de la constitución en mora del deudor en relación
al ejercicio de los medios de tutela del acreedor está configurada como un requisito
sine qua non en lo que respecta a: la pretensión de cumplimiento, la indemnización
de perjuicios, la resolución por incumplimiento y la excepción de contrato no cumplido.
Por lo que podría verse, en un sentido amplio, como un supra requisito de la
responsabilidad contractual (Contardo, 2014).
Encontrándose dicha afirmación sustentada en el cómo la configuración de
sistema de remedios se ha efectuado en base al requisito de la existencia de la
constitución en mora del deudor respecto a las obligaciones positivas, como sucede
en el caso de la indemnización de perjuicios ( [C.C], Art.1573). Además de la
configuración del punto a partir del cual el deudor se constituye en mora. En Ecuador,
este momento se marca bajo el sistema de constitución en mora ex re o automática,
es decir, que no existe necesidad de interpelar al deudor, solo basta con que llegue la
fecha límite del plazo establecido entre las parte para que se constituya al deudor
como moroso ([C.C], Art.1567 ). Y con ello, cada vez que el deudor fallé en cumplir
sus obligaciones a tiempo, se constituiría un incumplimiento suficiente para ejercer los
ya mencionados medios de tutela en beneficio del acreedor (Barros, 2008).
Explicadas las bases de esta institución y su importancia dentro del derecho
civil, el presente ensayo pretende realizar una relectura y análisis de la institución de
la constitución en mora, a través del planteamiento de preguntas como: ¿Cuáles son
los elementos indispensables para poder constituir en mora?; ¿Existen casos en
donde el deudor no deba constituir la mora?; o; ¿Es posible constituir en mora a un
deudor por una obligación negativa?
Así, el presente ensayo tiene como objetivo determinar y abarcar los aspectos
doctrinales y legales de la institución de la constitución en mora dentro de un breve y
digerible incluso para aquellos ajenos al tema.

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II.- Marco Teórico

¿Cuáles son los elementos indispensables para poder constituir en mora?

Para constituir en mora al deudor es imprescindible la existencia de tres


elementos:
A) El dolo o culpa del deudor: Este elemento consiste en el hecho de haber
incumplido con la obligación, ya sea por el deudor haber actuado de mala fe o por
simple negligencia; que sin existir ningún obstáculo que impida que se cumpla la
obligación esté no desempeñe su parte del acuerdo por el mero hecho de no querer
hacerlo. Por lo explicado, los casos fortuitos y los acontecimiento por fuerza mayor
son eximentes de este elemento, y por lo tanto de la constitución de la Mora en su
totalidad (Abeliuk, 2014).
B) La Interpelación: Elemento esencial que el acreedor efectúa en pugna del
deudor a través de la autoridad pública facultada para este efecto. Tras las reformas
constatadas por el Código Orgánico General de Procesos, la exclusividad de esta
facultad fue otorgada a los notarios, suprimiéndola así de los jueces competentes en
materia civil, quienes eran los encargados de esta labor antes de la promulgación del
mencionado cuerpo legal (Hurtado Sánchez, 2017).
C) El retardo o tardanza: Este es un requisito material u objetivo de la
constitución en mora; y consiste en el retraso o demora del deudor en el cumplimiento
de la obligación, sobrepasando la fecha del plazo que habían acordado con el
acreedor (Fueyo Laneri, 2004).

Mora y Obligaciones de no hacer.


Las obligaciones negativas consisten en la abstención de realizar alguna acción
del modo y en el tiempo acordado; y es por esa naturaleza que no es posible que
cumpla con dos de los tres elementos indispensables descritos con anterioridad; el
retardo y por consiguiente la interpelación; lo que concluye en que no se puede
constituir en mora una obligación de no hacer. Estas obligaciones cuentan con sus
propias formas de buscar la indemnización del daño, como lo es la contravención
([C.C], Articulo 1573)

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La investigación en el campo de las ciencias jurídicas tropieza con numerosas
limitaciones, surgidas de nuestra propia naturaleza humana y del hecho de que el
objeto de nuestro estudio son las relaciones sociales, sobre las que no podemos
actuar a voluntad repitiendo los fenómenos cuantas veces deseemos, como puede
hacerse en las ciencias de la naturaleza. Por eso con frecuencia, nuestro trabajo se
basa en un número limitado de hipótesis de las que extraemos conclusiones valederas
"para esos casos", pero que solemos generalizar, como si no hubiese ninguna otra
posibilidad fáctica.
Eso es, precisamente, lo que ocurre con relación a las obligaciones de no hacer
y la mora, ya que la mayor parte de la doctrina se ha limitado a analizar ejemplos
escolásticos de obligaciones de no hacer en los que tienen razón su violación acarrea
siempre el incumplimiento.
Algo semejante sucedería si en las obligaciones a plazo estudiásemos
únicamente aquellas que tienen plazo esencial: extraeríamos una conclusión errónea
si afirmásemos que "en todas las obligaciones a plazo" no hay mora, sino
incumplimiento.
El acreedor, tiene derecho a reclamar que este hecho le produjere, es decir “la
mora por parte del deudor”, los mismos que se apreciarán desde el momento de la
contravención o ejecución del hecho prohibido, tal como establece el Art 1573 del
Código Civil.

Efectos de la Mora.
Dos son los efectos de la mora: responsabilidad por daños y perjuicios
causados por el retardo en el cumplimiento de la obligación; y, responsabilidad de la
pérdida por caso fortuito o fuerza mayor.
Cuanto, a lo primero, los daños y perjuicios llamados moratorios se unen a la
ejecución de la obligación en su forma natural, que, en todo caso, mientras la
prestación le sea útil, puede exigir el acreedor.
La demora en sí suele ser causa de responsabilidad por daños y perjuicios
compensatorios a los que son acumulables los moratorios, si tal demora ha tornado
inútil la prestación para el acreedor.
Éste puede, entonces, probando tal circunstancia, rechazar la ejecución de la
obligación en su forma natural y exigir el pago de su equivalente.

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Como la responsabilidad por daños y perjuicios moratorios resulta de la
consideración de que la mora es una de las formas de la culpa, tal responsabilidad
desaparece si la mora no es inculpable al deudor.
El deudor deberá probar tal ausencia de culpa, que acompaña como
presunción a la mora. En otro caso, si hubo culpa y desde luego dolo, sobreviene
responsabilidad para el deudor.
El monto de los daños y perjuicios moratorios se determina judicialmente;
acreditando el pretensor su existencia. Puede también convenirse al respecto una
pena convencional (artículo 1551 del Código Civil).
En cuanto a la responsabilidad por imposibilidad de la prestación por caso
fortuito, la regla es la consagración del tradicional principio de obligatio per moram
debitoris perpetua fit.
La mora supone culpa, de tal modo que, si la prestación deviene imposible
después de que el deudor está en mora, es indiferente para el efecto de referirse al
vencimiento de una condición.
La responsabilidad que tal imposibilidad se haya producido por hecho
imputable o no al deudor. Éste ya se encontraba en falta, y el caso se halla bajo la
influencia de esa falta seu culpa determinatus.
De otro lado, los efectos de la responsabilidad por caso fortuito se asientan en
el deudor, en caso de mora, así ellos no sean consecuencia misma de dicha mora.
Por la misma razón y de acuerdo con lo indicado al tratar de los daños y perjuicios
moratorios, la responsabilidad por el caso fortuito desaparece si la mora ha
sobrevenido sin culpa del deudor, correspondiendo al mismo la prueba en este punto.
El deudor en mora también se libera de la responsabilidad por caso fortuito, si
comprueba que la cosa hubiera perecido igualmente, de hallarse en poder del
acreedor con la debida oportunidad.
La excepción se fundamenta en un principio de equidad: la pérdida de la cosa
resulta completamente extraña a la mora, y producida está o no, la pérdida siempre
habría sobrevenido.
Desaparece toda presunta culpa del deudor por el hecho de la mora, y con ello
toda responsabilidad. La anterior regla que excusa al deudor de responsabilidad por
la pérdida post moram.

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Principio “La mora purga la mora”
Lo que comúnmente se aplicaba en la antigüedad como el trueque, esto es,
que no se intercambiaba algo hasta que la otra parte cumpliera con su obligación. En
esta misma vía, jurídicamente se desarrolló el principio exceptio non adimpleti
contractus o excepción de contrato no cumplido. Este principio se funda en aquellas
obligaciones basadas en la reciprocidad y el cumplimiento compartido constituido en
la buena fe, para que el deudor de una obligación pueda negarse a cumplir aquello a
lo que se obligó en tanto la contraparte no cumpla u ofrezca cumplir la prestación que
a él le debe.
La constitución en mora opera, como regla general, requiriendo judicial o
extrajudicialmente el cumplimiento de la obligación. Mal podría requerir y, por tanto,
constituir en mora, quien no ha cumplido con la obligación a su cargo o no ha otorgado
garantías de que la cumplirá. La conexión entre el cumplimiento de las prestaciones
que recíprocamente se deben las partes y, sobre todo, elementales principios de
equidad y de buena fe que deben presidir toda relación obligacional, se oponen a ello.
(Osterling Parodi , 1987)
Ahora, con respecto con el principio “la mora purga la mora”, que se encuentra
acogida por nuestro Código Civil en el Art. 1568, se refiere a los contratos bilaterales
en donde se debe cumplir y primero una obligación para luego cumplirse con la
obligación posterior. Para que exista concordancia entre lo acordado y el cumplimiento
mero de las partes, se debe analizar el contexto contractual y resolver que obligación
no se cumplió en primera instancia para que la otra dejase de cumplir, esto es, verificar
la bilateralidad del contrato y finalmente, a constitución en mora de la obligación inicial.
Dicho sea de paso, este principio no conlleva a una terminación de contrato sino la
suspensión del cumplimiento de obligaciones correlativas.
Finalmente, se debe atender las circunstancias del caso ya que el principio de
“la mora purga la mora” que aplica en contratos bilaterales, no debiera ser de igual
forma en el ámbito privado del público ya que se deben considerar todas las
consecuencias que su aplicación arrastra.
Conclusión
La doctrina de la constitución por mora es vasta, como conclusión nos podemos
inclinar a la esencia de su origen que no es más que el reconocimiento de los
perjuicios que el deudor ha ocasionado al acreedor debido al incumplimiento de la
obligación.

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Claro esta que esta obligación que fue pactada de manera contractual,
especificando términos y plazos. La mora también se la reconoce como la tardanza,
retardo o demora injustificada que realiza el deudor contra el acreedor para cumplir
determinada obligación.
Una de las características que nos trae la constitución en mora es que al
momento de que el deudor es constituido en mora automáticamente el acreedor tiene
la facultad de realizar : la primera, posterior a la constitución en mora, sea automática
o por vía de requerimiento, el acreedor puede solicitar a un juez competente el
cumplimiento forzoso de la obligación con el reconocimiento de los perjuicios
moratorios que ha sufrido; y, la segunda, solicitar al juez la resolución del contrato con
el reconocimiento de los perjuicios compensatorios como consecuencia del
incumplimiento de la obligación por parte del deudor. Esto es muy importante recalcar
como nuestra legislación castiga de manera correcta la mora, ya que obliga al deudor
a estar al día en sus obligaciones
Una de las reglas generales de esta gran institución como lo es la mora es que
en nuestra legislación en el ART 1567 establece como regla general que por el solo
hecho de incumplir la obligación dentro del plazo acordado se constituye en mora al
deudor, y establece que, de forma excepcional, cuando la ley así lo disponga, debe
existir de por medio un requerimiento formal para así constituirlo. De tal manera que,
si las partes acordaron dentro del contrato un plazo o término para el cumplimiento de
la obligación por parte del deudor, sea de dar o hacer, éste se constituirá en mora
automáticamente por el simple incumplimiento de la obligación después del
vencimiento de aquel plazo, sin que exista un requerimiento por parte del acreedor.
Otras de las reglas importantes de la constitución en mora es recordar que ante
un caso fortuito o un caso de fuerza mayor no da lugar a indemnización de perjuicios.
Es decir, al demostrar estos casos, estar no en mora no constituirá el pago de estos
daños
Para finalizar debemos hacer conciencia al momento de contraer una
obligación contractual de cualquier índole, ser puntuales y respetar lo pactado ya que
nuestro código civil castiga severamente estar en mora.

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Bibliografía
[C.C], Art.1573. (s.f.). Código Civil. Codificación No. 2005010.
[C.C], Art.1567. (s.f.). Código Civil. Codificación No. 2005010.
[C.C], Articulo 1573. (s.f.). Código Civil. (Codificación No. 2005010).
Abeliuk, M. R. (2014). Las obligaciones. Santiago: Legal Publishing 6ª edición.
Barros, B. E. (2008). Tratado de responsabilidad extracontractual, Santiago: Editorial
Jurídica de Chile.
Contardo, G. J. (2014). Una interpretación restrictiva sobre los efectos de la
constitución en mora del deudor según el" Código Civil". Revista de derecho
(Valparaíso) °43, 77-116.
Espinoza, J. E. (2015). La Mora. THEMIS Revista de Derecho n°68, 229-244.
Fombuena, M. D. (1992). La mora del deudor en el Código Civil. Doctoral dissertation,
Universitat de Barcelona.
Fueyo Laneri, F. (2004). Cumplimiento e incumplimiento de las obligaciones. Santiago:
Editorial Jurídica de Chile.
Hurtado Sánchez, J. M. (2017). Análisis de la facultad exclusiva de los notarios para
constituir al deudor en mora. Guayaquil.
Larrea Holguín, J. (2006). Diccionario del Derecho Civil. Guayaquil: Corporación de
Estudios y Publicaciones.
Osterling Parodi , F. (1987). Dialnet. file:///C:/Users/cc02/Downloads/Dialnet-
MoraDelDeudor-5110077.pdf
Bonnecase, J. (s.f.). Tratado elemental de derecho civil (Vol. 1). México: Oxford
University Press.

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