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CLARIDAD

La claridad es la cualidad de lo claro, es decir, la condición que tienen las cosas que están correcta
y suficientemente iluminadas. La claridad es lo contrario a la oscuridad, por lo tanto, y proviene
como palabra de la voz latina claritas, derivada a su vez de clarus (“claro”).

En la cultura grecorromana, como en la inmensa mayoría de las civilizaciones humanas, la luz del
día y lo que estaba al alcance de la vista tenía su equivalente, metafóricamente, en el pensamiento
y las ideas, ya que en el ojo de la mente las puede ver con mayor o menor claridad dependiendo
de qué tanto brille en una persona la luz de la razón.

Así, la vida y la razón humana estaban emparentadas con el día y la claridad, mientras que la
noche y la oscuridad tenían que ver con la muerte, el sueño y la inconsciencia. Por eso, hoy en día
hablamos de claridad para referirnos, también, al entendimiento.

Por ejemplo, preguntamos si algo “está claro” o “quedó claro” para saber si nuestro interlocutor lo
entendió a cabalidad, y le pedimos a alguien que “hable claro” si notamos que no está
pronunciando muy correctamente o está hablando de un modo difícil de entender. Igualmente,
decimos que una instrucción “no fue muy clara” cuando no logró transmitirnos lo que debemos
hacer o nos dejó con demasiadas dudas al respecto

ACEPTABILIDAD

En el ámbito de la lingüística se denomina aceptabilidad, a la forma en que un texto concuerda con


las intuiciones lingüísticas de las personas que hablan dicho idioma en tanto ellos comprenden el
mensaje y lo reconocen. 1

En su análisis las personas pueden además recurrir a conocimientos que exceden el ámbito
lingüístico tales como la simpleza del texto, la frecuencia con que dicha forma gramatical ocurre en
el lenguaje cotidiano, su semántica, y como se adapta el texto a una determinada forma
lingüística.

Sin embargo, es posible que una persona admita un texto agramatical, debido a la simpleza de su
representación. Pero, puede ser el caso que dicho texto vaya en contra de algún principio
gramatical. Por ello, las personas que hablan un idioma no son siempre buenas varas de medida,
ya que sus intuiciones no siempre son coincidentes con lo que la gramática determina es
apropiado para ese idioma.

SENSIBILIDAD

Del latín sensibilĭtas, la sensibilidad es la facultad de sentir (propia de los seres sensibles y
animados). El término adquiere diferentes significados de acuerdo al contexto.

La sensibilidad puede ser la propensión natural del ser humano a dejarse llevar de los afectos de la
ternura y la compasión. Por ejemplo: “La foto de un niño desnutrido despertó mi sensibilidad y
decidí colaborar”, “A mi marido no le gustan esas películas, parece que no tiene la sensibilidad
muy desarrollada”, “Para trabajar en el hospital hay que dejar la sensibilidad de lado y no
comprometerse afectivamente con los pacientes”.

Del latín sensibilĭtas, la sensibilidad es la facultad de sentir (propia de los seres sensibles y
animados). El término adquiere diferentes significados de acuerdo al contexto.

La sensibilidad puede ser la propensión natural del ser humano a dejarse llevar de los afectos de la
ternura y la compasión. Por ejemplo: “La foto de un niño desnutrido despertó mi sensibilidad y
decidí colaborar”, “A mi marido no le gustan esas películas, parece que no tiene la sensibilidad
muy desarrollada”, “Para trabajar en el hospital hay que dejar la sensibilidad de lado y no
comprometerse afectivamente con los pacientes”.

OBJETIVIDAD

Objetividad es un término empleado para referirse a la cualidad de objeto, es decir a la emisión de


un comentario que se encuentre sujeto en sí mismo al objeto o tema que se esté hablando,
independientemente de la sensibilidad o afinidad que posea la persona que comente, esta debe
limitarse a solamente indicar las características observables que posee dicho objeto; de acuerdo a
esta descripción, la objetividad no es más que la medida en la cual un sujeto puede dar su punto
de vista de algo o alguien, desligado de los sentimientos que este posea, esto es muy aplicado en
líneas de profesiones donde se da un trato muy cercano al público, como por ejemplo: la medicina
o en la psicología.

La objetividad y la subjetividad entran en el campo de estudio de la filosofía. Se habla de objeto


como todo aquello que el sujeto puede conocer, comprender, o sentir, pudiendo ser un objeto
tanto el amor, como un determinado ser vivo, y hasta el mismo sujeto.

Por ejemplo: yo puedo reflexionar acerca de mí mismo, siendo yo el sujeto y el objeto de la


reflexión, y puedo hacerlo tanto de manera subjetiva, como objetiva; si me analizo de manera
objetiva podría decir que tengo tez oscura, cabello largo, y ojos marrones, es decir, cualidades que
me identifican, pero en las cuales no expreso mi opinión acerca de cómo creo que soy.

No obstante, una persona sumamente subjetiva podría decirme que mi tez es más bien clara, pues
ella tiene otro criterio de tonos claros y oscuros, y en realidad lo claro y lo oscuro es relativo, que
mi cabello no es tan largo y que mis ojos son algo marrones y algo grises, pero quizás hasta sean
verdes; ante ese panorama para ser más objetivos aún podríamos decir por ejemplo, que nuestro
cabello mide 60 cm., sin expresar que eso nos parece largo.

RELEVANCIA

Palabra relevancia es un sustantivo abstracto que alude a aquello que es importante, y se deriva
del verbo latino “relevare” integrado por “re” que refuerza la intensidad de la acción y por
“levare”, que significa elevar, restablecer.
Se aplica para hacer referencia a todo lo que resulte destacable, por ejemplo: “la relevancia de los
datos obtenidos del censo nacional es que permiten ver el crecimiento poblacional en las
diferentes zonas del país, la edad, y la situación económico social de los habitantes, para poder
establecer medidas políticas al respecto” o “la relevancia del estudio en el progreso de los jóvenes
está demostrada por la calidad de empleo al que pueden acceder cuanto más capacitados estén”.

La relevancia es un concepto relativo en cuanto a su valoración, ya que lo que para unos puede ser
relevante, para otros puede no serlo, por ejemplo: “este actor adquirió mucho más relevancia en
el extranjero que en su propio país, donde se lo considera un mediocre” o “le están dando
demasiada relevancia a ese punto del programa de estudios, y descuidan los demás que son
igualmente importantes”. Lo contrario es la irrelevancia, que hace referencia a aquello que no
posee mucha importancia.

SUFICIENCIA

Suficiencia, con origen etimológico en el latín sufficientĭa, es un término que puede usarse para
hacer mención a una habilidad, un talento o una capacidad. Por ejemplo: “El equipo local se
impuso con suficiencia en el primer partido del campeonato”, “Las fuerzas de seguridad no
tuvieron suficiencia para contener a los manifestantes”, “La suficiencia financiera de la empresa
fue puesta en duda por los auditores”.

La suficiencia se entiende en dichos casos como el resultado de haber satisfecho una serie de
requisitos para la resolución de un problema o para la ejecución de un determinado proceso, ya
sea que se trate de la formación académica y la práctica necesarias para el ejercicio de una carrera
profesional con todas las herramientas necesarias, o de la elaboración de un plan de acción que
sirva para hacer frente a una determinada situación. Actuar con suficiencia significa estar a la
altura de las circunstancias.

En el ámbito académico, el término «suficiente» es una de las calificaciones posibles, y se usa


generalmente en la educación primaria. En este caso, es importante señalar que no posee el
impacto de los ejemplos anteriores, sino que indica que el alumno ha alcanzado el mínimo nivel
esperado para aprobar. De forma opuesta, la calificación «insuficiente» expresa que su
desempeño no demuestra las habilidades necesarias para considerar que haya aprendido el tema
evaluado.

COHERENCIA

Como coherencia se denomina la relación, conexión o unión de unas cosas con otras, o aquello
que interconecta o mantiene unidas las partes de un todo.

También se conoce como coherencia la relación lógica y adecuada que se identifica entre las
distintas partes que conforman una totalidad.

Por otra parte, también se llama coherencia a la actitud consecuente de una persona en relación
con una postura asumida anteriormente. En este sentido, cuando se dice que alguien es
coherente, es porque se verifica que existe correspondencia entre su forma de pensar y de
conducirse.

Coherencia textual

La coherencia textual es la característica que se asocia a los textos en los cuales se identifica, entre
las unidades que lo componen (oraciones, párrafos, secciones o partes), relaciones de coherencia
que permiten reconocerlos como entidades semánticas unitarias. En este sentido, para que un
texto tenga coherencia textual, es necesario que las diversas ideas que lo construyen, tanto las
principales como las secundarias, se encuentren vinculadas lógica y eficazmente de modo que el
lector pueda identificar el significado global del texto.

Decimos que un libro tiene coherencia textual, por ejemplo, cuando encontramos que entre todos
los capítulos o partes que lo componen están ensamblados en función de un tema central. Esta
misma característica debe poder ser identificada a niveles estructurales inferiores, en las
relaciones que se establecen entre las distintas oraciones y párrafos que componen cada sección o
capítulo del libro.
Trinomio cuadrado de la forma x2 + bx + c
Este tipo de trinomio tiene las siguientes características:

 Tienen un termino positivo elevado al cuadrado y con coeficiente 1 ( ).

 Posee un termino que tiene la misma letra que el termino anterior pero
elevada a 1 (bx) (puede ser negativo o positivo).

 Tienen un termino independiente de la letra que aparece en los otros dos (+


o -).

Reglas para factorizar un trinomio de esta forma:

1. Se descompone el trinomio en dos factores binomios cuyo primer termino


será la raíz cuadrada del termino  .

2. El signo del primer binomio será el mismo signo que tenga el termino “bx”,
el signo del segundo binomio será igual a la multiplicación de los signos de
“bx” y de “c”.

3. Si los dos factores tienen signos iguales entonces se buscan dos números


cuya suma sea igual que el valor absoluto del factor “b” de “bx”, y cuyo
producto sea igual al valor absoluto del factor “c”, estos números son los
segundos términos de los factores binomios.

4. Si los dos factores tienen signos diferentes entonces se buscan dos números


cuya diferencia sea igual que el valor absoluto del factor “b” de “bx”, y cuyo
producto sea igual al valor absoluto del factor “c”, el mayor de estos
números será el  segundo término del primer factor binomio, y el menor de
estos números será el  segundo término del segundo factor binomio.

Ejemplo explicativo:
FRACCIONES ALGEBRAICAS MAXIMO COMUN DIVISOR
El máximo común divisor(mcd) de dos o más expresiones
algebraicas es el mayor coeficiente numérico y la letra de mayor
grado que está contenida en cada una de ellas. Si se tiene duda
en cómo obtener el mcd del coeficiente es recomendable realizar
un repaso.

MCD de monomios
Primeramente se debe obtener el mcd de los coeficientes y
posteriormente se escribe las letras comunes. La letra en común
debe ser como resultado la de menor exponente que se tenga en
las expresiones dadas.
Hallar el mcd de 3a 2 x 2  y 9a 3 bc. Primeramente se debe obtener el
m.c.d. de 3 y 9 que será 3, ahora el máximo común divisor de las
letras con respecto a los monomios dados a 2 x 2  y a 3 bc que será a 2 ,
no es posible x 2 , b o c ya que no están contenidas en las dos
expresiones a analizar. El resultado del mcd será: 3a 2
Para comprobar verificamos que sea divisible cada expresión
entre el resultado obtenido:

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