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BLOQUE 1
LAS DROGAS
CONCEPTO
INTRODUCCIÓN
La potencial peligrosidad a la que puede conducir el abuso de las sustancias estupefacientes y psicotrópicas, la
imposibilidad de prescindir de las mismas para usos terapéuticos y científicos así como la preocupación por la
magnitud y la tendencia creciente de la producción, la demanda y el tráfico ilícito de estas sustancias hace necesaria
una especial actuación de cada Estado en la intervención, control y vigilancia de las mismas en todos los campos,
desde la producción al consumo, dicha acción ha de ser coordinada en el marco de una cooperación y fiscalización
internacional constante orientada por principios idénticos y objetivos comunes.
CONCEPTO DE DROGA
Existen multitud de definiciones del término droga, pero vamos a citar aquí
la determinación del concepto según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), cuando en el año 1994 elaboró el Glosario de términos de alcohol y
drogas, quedando el mismo tal que así:
Término de uso variado. En medicina se refiere a toda sustancia con potencial para prevenir o curar una
enfermedad o aumentar la salud física o mental y en farmacología como toda sustancia química que modifica
los procesos fisiológicos y bioquímicos de los tejidos o los organismos. De ahí que una droga sea una sustancia
que está o pueda estar incluida en la Farmacopea. En el lenguaje coloquial, el término suele referirse
concretamente a las sustancias psicoactivas y, a menudo, de forma aún más concreta, a las drogas ilegales. Las
teorías profesionales (p. ej., “alcohol y otras drogas”) intentan normalmente demostrar que la cafeína, el tabaco,
el alcohol y otras sustancias utilizadas a menudo con fines no médicos son también drogas en el sentido de que
se toman, el menos en parte, por sus efectos psicoactivos.
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DIFERENTES USOS DE TÉRMINOS
El elenco normativo ante el que nos encontramos en nuestro ordenamiento jurídico hace referencia a términos
variados, no solo a drogas, sino concreta en determinados casos entre estupefacientes y psicotrópicos. Prueba de
ello tenemos:
Art. 14 del RDL 5/2015 (LSV) prohíbe que el conductor de un vehículo circule con presencia de drogas,
Art. 36.16 de la L.O 4/2015 (LPSC) castiga el consumo o la tenencia ilícitos de drogas tóxicas, estupefacientes
o sustancias psicotrópicas,
Art. 368 de la L.O 10/1995 (CP) castiga los que […] de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas[…]
ESTUPEFACIENTES
De un punto de vista oficial, los estupefacientes se definen en la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes,
enmendada por el Protocolo de 1972, de la Organización de las Naciones Unidas:
Art. 1.1.j) Por “estupefaciente” se entiende cualquiera de las sustancias de las listas I y II, naturales o sintéticas.
Podemos observar como esa definición no es clara. Una aceptada por la mayoría de la comunidad es que un
estupefaciente se trata de toda aquella sustancia que provoca sueño o estupor y en la mayoría de los casos, inhiben
la transmisión de señales nerviosas asociadas al dolor.
PSICOTRÓPICOS
En su acepción más general, término que significa lo mismo que “psicoactivo”, es decir, que afecta a la
mente o a los procesos mentales. En sentido estricto, una sustancia psicotrópica es cualquier sustancia
química que ejerce sus efectos principales o importantes en el sistema nervioso central. Algunos autores
aplican el término a los medicamentos que se utilizan fundamentalmente en el tratamiento de los trastornos
mentales: ansiolíticos, sedantes, antidepresivos, antimaníacos y neurolépticos. Otros utilizan este término
para referirse a las sustancias que tienen un elevado potencial de abuso debido a sus efectos sobre el estado
de ánimo, la conciencia o ambos: estimulantes, alucinógenos, opiáceos, sedantes/hipnóticos (incluido el
alcohol), etc. En el contexto internacional del control de drogas, el término “sustancias psicotrópicas” hace
referencia a las sustancias controladas por el Convenio de 1971 sobre Sustancias Psicotrópicas
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TIPOS DE DROGAS, MÉTODOS DE ADMINISTRACIÓN Y
CONCEPTOS RELACIONADOS
En lo que respecta a este último criterio (peligrosidad) se tienen en cuenta al menos tres factores principales:
De acuerdo con este criterio, las drogas pueden ser: Depresoras, Estimulantes
y Alucinógenas.
Estimulantes o Psicoanalépticos: Son drogas que aceleran la actividad del sistema nervioso central
provocando euforia, desinhibición, menor control emocional, irritabilidad, agresividad, menor fatiga,
disminución del sueño, excitación motora, inquietud. Dentro de este grupo se incluyen la cocaína, los
estimulantes de tipo anfetamínico y la mayor parte de las sustancias de síntesis y de las nuevas sustancias
psicoactivas.
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OTRAS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
No todas las drogas encajan en las tres categorías anteriores de una manera exacta y clara, por lo que fuera de
ellas, podríamos encontrar:
Inhalantes: Casi todos los inhalantes producen efectos anestésicos y el retardo de las
funciones corporales. Su uso prolongado produce daños permanentes al sistema
nervioso con la consiguiente reducción de las capacidades físicas y mentales.
*UNODC: United Nations Office on Drugs and Crime (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito)
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NUEVAS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
Estos son receptores agonistas de cannabinoides, los cuales producen efectos similares a los
CANNABINOIDES SINTÉTICOS del delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo del cannabis.
Los cannabinoides sintéticos son generalmente mezclados en productos herbarios y
vendidos bajo el nombre de spice, K2, Kronic, etc.
Estos son análogos/derivados de la sustancia internacionalmente controlada catinona, uno
CATINONAS SINTÉTICAS de los componentes activos de la planta khat. Generalmente tienen efectos estimulantes e
incluyen NSP reportadas frecuentemente, tales como mefedrona y MDPV
(metilendioxipirovalerona).
Es un anestésico humano y veterinario que actúa como un estimulante en dosis bajas y
KETAMINA como un alucinógeno en dosis altas. Es una de las NSP más comunes en Asia y su uso ha sido
igualmente comunicado por varios países de América Latina
Este grupo contiene sustancias relacionadas con la anfetamina y metanfetamina y
FENETILAMINAS generalmente produce efectos estimulantes. Sin embargo, la modificación de estos
compuestos puede dar lugar a potentes alucinógenos como el Bromo-Dragonfly
Estas sustancias se venden frecuentemente como "éxtasis", debido a sus propiedades
PIPERAZINAS estimulantes del sistema nervioso central. Los miembros más comúnmente reportados de
este grupo son benzilpiperazina (BZP) y mCPP (m-Clorofenilpiperazina).
Este grupo incluye plantas con propiedades psicoactivas. Las más frecuentemente
reportadas son:
- Kratom (mitragyna speciosa Korth), es una planta nativa del Sudeste Asiático que
SUSTANCIAS DE ORIGEN tiene efectos según la dosis empleada: es estimulante en dosis bajas y produce
VEGETAL efectos sedantes a dosis más elevadas.
- Salvia divinorum, es una planta autóctona de las zonas forestales en Oaxaca,
México, que contiene el principio activo salvinorina A, una sustancia alucinógena.
- Khat (Catha edulis), es una planta nativa de la región del Cuerno de África y la
península arábiga. Las hojas de la planta se mastican, lo que resulta en la liberación
de los estimulantes catinona y catina.
OTRAS SUSTANCIAS Tales como aminoindanos (estimulantes), sustancias tipo fenciclidina (alucinógenos) y
triptaminas (alucinógenos).
En nuestro país, existe el Sistema Español de Alerta Temprana, incardinado en la Delegación del Gobierno para
el Plan Nacional Sobre Drogas, como sistema de detección de estas nuevas sustancias.
MÉTODOS DE ADMINISTRACIÓN
Sabemos que cada sustancia puede tener diferentes efectos en el cuerpo y la mente, que una misma sustancia
puede cambiar dramáticamente la naturaleza de su interacción con el organismo dependiendo de la dosis utilizada,
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y que el lugar y el estado de ánimo en el que se consuman definirá en gran medida la experiencia del consumo de
cualquier droga, sea café, alcohol o heroína. Ahora es importante definir y diferenciar las vías o rutas de consumo de
cualquier sustancia psicoactiva.
Las principales vías o rutas de administración que se utilizan para consumir diferentes sustancias psicoactivas son:
o Subcutánea: es la menos común y consiste en utilizar una aguja muy delgada para atravesar
únicamente las capas superiores de la piel y liberar la sustancia en la capa de tejido graso que se
encuentra debajo de la piel pero por encima del músculo. No hay mucha irrigación sanguínea así que
se absorbe lentamente. Sin embargo no se pueden utilizar volúmenes grandes ni líquidos muy viscosos.
o Intramuscular: se utiliza una aguja mucho más gruesa y larga para atravesar todas las capas de la piel y
el tejido graso y entrar en el músculo. También tiene una absorción lenta pero se puede introducir un
mayor volumen, el líquido inyectado puede ser más denso y el movimiento del músculo puede ayudar
a que se absorba más rápido.
o Intravenosa: se trata del tipo de inyección más riesgoso tanto por el impacto de la sustancia como por
la velocidad de su efecto. Para lograr una inyección intravenosa se utilizan agujas muy delgadas
(generalmente de insulina) para perforar la pared de una vena e introducir la sustancia directamente
en el torrente sanguíneo. Para ello, es necesario filtrar muy bien el líquido y tener mucho cuidado con
la dosis ya que esta es la vía que logra llevar la sustancia al cerebro en el menor tiempo.
Compartir los utensilios para inhalar (popote, billete, etc.) puede tener las mismas implicaciones que
compartir una jeringa, pues ambos objetos pueden transportar bacterias o virus como el VIH y Hepatitis C y,
debido a la irritación de las paredes nasales en donde se generan microlasceraciones por las cuales pueden
penetrar los patógenos.
Para evitar este tipo de deterioro, hay quienes utilizan vaporizadores que
calientan la sustancia sin aplicar fuego o calor directo y logran que se libere en
forma de vapor gaseoso sin residuos tóxicos. Los efectos de la sustancia suelen ser un poco más lentos que
al inhalar, pero son también más intensos, dependiendo de la sustancia y la dosis.
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Ingerida: Al ingerir una sustancia el tiempo de absorción se incrementa bastante
debido al proceso de digestión. A veces, esto provoca que se ingiera una segunda o
tercer dosis antes de empezar a sentir los efectos de la primera dosis. Esto implica un
alto riesgo de sobredosis si no se controlan las cantidades desde el principio.
Muchas veces, cuando hay algún caso de sobredosis por ingesta se pueden hacer
lavados de estómago.
Rectal o Vaginal: Con esta ruta se aprovechan las membranas y los vasos
sanguíneos del interior de estas zonas. Quien consume la sustancia introduce
la dosis al interior del recto o de la vagina y espera alrededor de 45-60 minutos
para que se absorba completamente.
Sin embargo muchas sustancias provocan irritaciones y en ciertos casos pueden llegar a presentarse
infecciones vaginales o en las vías urinarias.
CONCEPTOS RELACIONADOS
De una breve manera, vamos a ver cuáles son las definiciones de los términos más comúnmente asociados con
el uso problemático de sustancias psicoactiva:
Tolerancia: Es un estado de adaptación biológica que se caracteriza porque disminuye la respuesta que
provoca la administración de la misma cantidad de una droga. Existen los siguientes tipos de tolerancia:
o Metabólica: Es el incremento de la capacidad para metabolizar la droga. Puede ser inducida por la propia
droga o por cualquier otro agente farmacológico.
o Cruzada: Fenómeno que tiene lugar cuando un órgano o sistema que presenta tolerancia a una
determinada substancia desarrolla tolerancia a otra.
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o Pérdida de Tolerancia: Se relaciona con el daño neuronal o con alteración del “clearance” metabólico. El
concepto de depuración o aclaramiento ("clearance") implica, esencialmente, un proceso de eliminación
de un fármaco desde el organismo sin referencia al mecanismo del proceso.
Dependencia: Se define como el estado psíquico, y en ocasiones también físico, resultado de la interacción
entre un organismo vivo y una droga, y que se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por
otras reacciones. En ese estado, siempre aparece una pulsión a ingerir la sustancia de forma continua o
periódica, con objeto de volver a experimentar sus efectos psíquicos o, en otras ocasiones, para evitar el
malestar que provoca no poder consumirla.
Síndrome de Abstinencia: Tras la no administración de la droga a un sujeto que presenta dependencia a ella
aparecen un conjunto de síntomas y signos comunes para cada grupo de droga, y es uno de los indicadores
de la presencia de síndrome de dependencia.
Drogadicción: Si bien es cierto que en el caso de la mayoría de las personas la decisión inicial de tomar drogas
es voluntaria, con el tiempo, los cambios que ocurren en el cerebro pueden afectar a la persona consumidora
de modo que no pueda resistir el impulso intenso de consumir cierta o ciertas drogas. La drogadicción es
considerada una enfermedad crónica del cerebro, a menudo con recaídas, caracterizada por la búsqueda y
el consumo compulsivo de drogas a pesar de las consecuencias nocivas para la persona adicta y para los que
le rodean.
Abuso: El abuso es el patrón de uso de la sustancia que produce perturbaciones o limitaciones clínicamente
significativas, que se manifiestan por uno o más de los siguientes indicadores:
o No poder cumplir, o repetidos fracasos para desempeñar obligaciones transcendentes (en el hogar,
la escuela o el trabajo)
o Uso recurrente en situaciones que conlleven un peligro físico, como conducir ebrio
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NORMATIVA REGULADORA
Este punto es uno de los que genera mayor controversia y dudas sobre los que estudian la materia, puesto que
no existe una legislación o normativa que diga claramente las sustancias estupefacientes o psicotrópicas que son
legales o ilegales; si lo comparamos con otros ámbitos de una intervención policial, donde la actuación pueda ser
mucho más sencilla e intuitiva.
Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, enmendada por el Protocolo de 1972. Firmada el 30
de Marzo en Nueva York.
Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas
de 1988. 20 de Diciembre en Viena.
Todos estos instrumentos fueron elaborados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
No hay en las convenciones ninguna obligación específica de tipificar como delito el uso de drogas per se. Así,
el ‘uso’ de drogas no se menciona en las disposiciones penales de la Convención Única (artículo 36) ni en el Convenio
de 1971 (artículo 22) ni en el artículo 3 (‘Delitos y Sanciones’) de la Convención de 1988.
Esto tiene que ver, en primer lugar, con el hecho de que los tratados no exigen a los países “prohibir” ninguna
de las sustancias clasificadas en sí. Los tratados solo establecen un sistema de estricto control legal de la producción
y el suministro de todas las drogas controladas para fines médicos y científicos, a la vez que introducen sanciones
para luchar contra la producción y la distribución ilícitas de esas mismas sustancias para otros fines.
ESTUPEFACIENTES
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tráfico de drogas mediante la cooperación internacional encaminada a disuadir y desalentar a los traficantes de
drogas.
Art. 1.1.j) Por “estupefaciente” se entiende cualquiera de las sustancias de las listas I y II, naturales o sintéticas.
Desde un punto de vista práctico, las aplicación de las listas quedaría al que así:
Lista I: Estupefacientes que requieren Receta Oficial de Estupefacientes (ROE), para su prescripción y
dispensación, debiendo contabilizarse en el Libro Oficial de Contabilidad de Estupefacientes.
Lista II: Estupefacientes que solo necesitan prescripción y dispensación en Receta Oficial de Estupefacientes
cuando superan las dosificaciones o no cumplen las condiciones de combinación expresadas en la Lista III, en
cuyo caso también se contabilizan en Libro Oficial de Contabilidad de Estupefacientes. Por tanto la Lista III más
que una lista, es en realidad una aclaración a las listas I y II.
- Ley 17/1967, de 8 de abril, por la que se actualizan las normas vigentes sobre estupefacientes y adaptándolas
a lo establecido en el convenio de 1961 de las Naciones Unidas.
- Real Decreto 1675/2012, de 14 de diciembre, por el que se regulan las recetas oficiales y los requisitos
especiales de prescripción y dispensación de estupefacientes para uso humano y veterinario.
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- Real Decreto 1194/2011, de 19 de agosto, por el que se establece el procedimiento para que una sustancia
sea considerada estupefaciente en el ámbito nacional.
- Real Decreto 1573/1993, de 10 de septiembre, por el que se somete a ciertas restricciones la circulación de
los productos psicotrópicos y estupefacientes.
La Receta Oficial de Estupefacientes (ROE) se regula en el Real Decreto 1675/2012. Cabe destacar que dicha
receta tiene una validez de 10 días desde su prescripción, sin superar un total de cuatro envases.
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PSICOTRÓPICOS
En comparación con los estrictos controles que establecen las listas de la Convención Única sobre las drogas
derivadas de plantas, el tratado de 1971 impuso una estructura de fiscalización menos rígida, exceptuando la
Lista I.
La lista es inversa a la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, siendo la Lista I la más restrictiva y
la IV la menos.
Desde un punto de vista práctico, las aplicación de las listas quedaría tal que así:
Lista I: Sustancias de las que se afirma que comportan un riesgo grave para la salud pública, cuyo valor
terapéutico no es reconocido actualmente por la Comisión de Estupefacientes. Incluye psicodélicos sintéticos
como el LSD y el MDMA, comúnmente conocido como ‘éxtasis’.
Lista II: Incluye los estimulantes de tipo anfetamínico cuyo valor terapéutico se considera limitado, así
como algunos analgésicos, y el dronabinol, que es un isómero (compuesto químico) del THC o
tetrahidrocannabinol, importante ingrediente del cannabis.
Lista III: Productos barbitúricos con efectos rápidos o medios, que son objeto de uso indebido grave a
pesar de su utilidad terapéutica, como el flunitrazepam y algunos analgésicos como la buprenorfina.
Lista IV: Incluye algunos barbitúricos más suaves, como el fenobarbital, y otros hipnóticos, ansiolíticos
hipnóticos, benzodiacepinas y algunos estimulantes más suaves.
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En lo que a normativa estatal sobre psicotrópicos, existe:
- Real Decreto 2829/1977, de 6 de octubre por el que se regulan las sustancias y preparados medicinales
psicotrópicos, así como la fiscalización e inspección de su fabricación, distribución, prescripción y
dispensación.
- Real Decreto 1573/1993, de 10 de septiembre, por el que se somete a ciertas restricciones la circulación de
los productos psicotrópicos y estupefacientes.
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ESTADÍSTICAS SOBRE LAS DROGAS
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INFORME OEDT
Alcohol: El alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida. El 78% ha consumido alcohol en los
últimos 12 meses, el 64% en los últimos 30 días y el 10% diariamente en los últimos 30 días. La prevalencia de
consumo de alcohol mantiene una tendencia estable y en niveles altos desde la década de los 90.
Tabaco: El 73% de la población de 15 a 64 años ha consumido tabaco alguna vez, el 41% en el último
año, el 38% en el último mes y el 31% diariamente en el último mes.
Cannabis: El 30% de la población de 15 a 64 años ha consumido cannabis alguna vez en su vida, el 9% en los
últimos 12 meses, el 7% en los últimos 30 días y el 2% a diario en el último mes. Desde 2005, desciende
ligeramente el consumo (último año y último mes) de cannabis entre la población general, mostrando cierta
estabilización el consumo diario. La edad media de inicio del consumo se sitúa en 19 años.
Cocaína: El 10% de la población de 15 a 64 años ha consumido cocaína (polvo y/o base) alguna vez, el 2% en
el último año y el 1% en el último mes. La prevalencia de consumo de cocaína sigue disminuyendo,
confirmándose la tendencia descendente iniciada en 2007.
Heroína: En 2013 el 0,7% de la población de 15 a 64 años ha consumido alguna vez cocaína y el 0,1% en el
último año. El consumo de heroína está estabilizado desde mediados de los años 90. La edad media de inicio
es de 21 años.
Nuevas sustancias psicoactivas: En 2013, 3 de cada 4 personas de 15 a 64 años no ha oído hablar de las nuevas
sustancias psicoactivas (sustancias que imitan el efecto de drogas ilegales y que se pueden presentar en forma
de hierbas, pastillas, polvos, líquidos, inciensos, etc.). El 3% (15-64 años) las ha probado alguna vez, el 0,7% las
ha consumido en los últimos 12 meses y el 0,2% en el último mes.
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CONSECUENCIAS DE SU CONSUMO
Trastornos fisiológicos y psicológicos: Entre los trastornos fisiológicos tenemos el síndrome de abstinencia,
convulsiones, cambios en el ritmo cardiaco, deterioro del sistema nervioso central, etc. Entre los trastornos
psicológicos tenemos: alucinaciones, tendencias paranoicas, depresión, neurosis, etc.
Deterioro de las relaciones personales: el drogadicto ya no es capaz de mantener relaciones estables, ya sea
con familiares o amigos. Muchas veces roba o engaña para poder conseguir droga, lo cual deteriora aún más
su vida. Al principio el fumador de porros es amigo de los grupos y las risas, pero el consumo crónico le lleva
al aislamiento antisocial.
Baja del rendimiento en el trabajo o en el estudio. Se llega al grado de abandonar metas y planes,
recurriendo a la droga como única “solución”. La droga crea problemas que el consumo de la sustancia vuelve
a reparar; un pez que se muerde la cola.
Consecuencias sociales: el drogadicto puede verse involucrado en agresiones o conflictos. Bajo la influencia
de la droga, o con el mono de consumirla, se pueden llegar a cometer delitos tales como robos u homicidios.
Consecuencias económicas: Hay personas que dejan todo su dinero en drogas, las drogas no solamente
tienen consecuencias negativas para quienes las usan. También se ven afectadas las personas que rodean al
drogadicto, especialmente las de su entorno más cercano, como familiares y amigos. No es sólo la vida del
drogadicto la que está en juego.
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