Un problema, o una situación problemática, es una situación
real o imaginaria a la que tenemos que buscar una solución que no sabemos aplicar en este momento. El resultado suele ser un aumento del nivel de estrés y de las emociones negativas. • Incrementa la motivación de los • Se produce coste personal, grupal y miembros del grupo, social; la comunicación se reduce y se • Supone frecuentemente un reto a las hace más insegura; propias capacidades, • Se producen juicios erróneos basados en • Aumenta la calidad en la toma de falsas percepciones; etc. decisiones, • Promueve la cohesión e integración de grupo. • El conflicto es el motor de cambio • El conflicto, con demasiada frecuencia, reduce la comunicación. Si es el caso, el mero hecho de reconocer esto ya nos lleva a tener medio problema solucionado. El papel de las emociones en la solución de problemas
❖ Los problemas pueden generar ansiedad, depresión, ira, etc., en algunos
individuos. Pero en otros no producen emociones negativas ya que son capaces de afrontarlas y superarlas.
❖ Las emociones positivas suelen aparecer si el individuo ve el problema como una
parte normal de su vida y lo ve resoluble.
❖ Las emociones negativas, cuando ve el problema como algo que le desborda, que no sabe cómo resolverlo o que es irresoluble del modo que él pretende.
El cómo decida yo afrontar y gestionar esas emociones va a
determinar en gran medida, que resuelva o no el problema. Cómo gestionar las Emociones "Negativas"
• Identificar la emoción: Para aprender a notar e identificar tus
sentimientos es necesaria la práctica. Además de concentrarte en tus sentimientos, presta atención a tu cuerpo. Tal vez, con algunas emociones, tengas sensaciones en el cuerpo; quizás sientas calor en el rostro o los músculos tensos. • Sé consciente de cómo te sientes. Cuando tengas una emoción negativa, como el enfado, intenta ponerle un nombre a lo que sientes. Ej.: Miedo, rabia, tristeza. • No niegues lo que sientes. Es posible que no desees contarles a otras personas sobre tus sentimientos. Pero no reprimas lo que sientes. • Trata de descubrir por qué te sientes de esa manera. Piensa qué ocurrió para que te sientas de esta manera. Cómo gestionar las Emociones "Negativas" • No busques un culpable. Ser capaz de reconocer y explicar tus emociones no es lo mismo que culpar a alguien o algo por la manera en la que te sientes. • No te juzgues por las emociones que sientes. Es normal que las sientas. • Toma medidas: Una vez que hayas procesado lo que estás sintiendo, puedes decidir si necesitas expresar tu emoción. A veces, darse cuenta de lo que uno siente es suficiente, pero en otros casos, querrás hacer algo para sentirte mejor. Decide si es necesario confrontar a la otra persona, si lo harás, que sea amablemente. • Prestar atención a las cosas buenas, incluso cuando te sientas mal, puede ayudar a cambiar tu estado de ánimo de negativo a positivo. • Busca apoyo. Habla sobre cómo te sientes con quien confíes. • Busca ayuda profesional para las emociones difíciles ¿Qué puedo hacer cuando no encuentro la solución a un problema? Sencillamente seguir una serie de estrategias que son las que llevan a solucionar adecuadamente un problema. o a buscar la mejor solución de entre las posibles, aunque a veces la opción elegida no es la que nos gustaría, pero no hay otra.
Este entrenamiento consta de cinco fases:
1. Reconocer que el problema existe.
2. Definición y formulación del problema 3. Generación de varias soluciones alternativas. 4. Toma de decisiones para seleccionar la mejor solución 5. Puesta en práctica de la solución elegida 1. Reconocer que el problema existe Los problemas son cotidianos en nuestra vida. Unas personas solucionan los problemas mejor que otras. El perfeccionismo, la falta de habilidades u otras características personales son barreras importantes para solucionar problemas. Por ello, reconocer que existen problemas y que tenemos que buscarles soluciones es el primer paso.
Si algo nos preocupa, puede haber un
problema; si estamos continuamente rumiando sobre algo, puede haber un problema; cuando no somos capaces de tomar una decisión, hay un problema. O más bien, no le encontramos solución. 2. Definición y formulación del problema Cuando sabemos que un problema existe debemos definirlo claramente, de modo operativo, específico y concreto, utilizando información relevante al respecto. Esto es, tenemos que ser lo más objetivos posible, como si fuésemos una persona externa que evalúa si el problema existe y cuál es su magnitud. Tenemos que basarnos en hechos, no en creencias; tenemos que ser concretos (hoy, ayer, siempre...), tenemos que formularlo sin pensar ahora en la solución, tenemos que dejar nuestros prejuicios ante la definición y centrarnos sólo en datos objetivos, concretar si nos afecta a nosotros o a otros, si es sencillo o complejo, reciente o crónico... 3. Generación de soluciones alternativas al problema
No se debe aceptar únicamente la solución que se
daba hasta ahora a ese problema. Hay que buscar soluciones alternativas generando el mayor número posible de ellas. Se recomienda hacer un listado con todas aquellas posibles soluciones que vengan a la mente. Cualquiera vale. Ahora no las vamos a juzgar, ya lo haremos más tarde. La única regla a tener en cuenta es que sean soluciones concretas, centradas en el problema y no vagas o ambiguas. 4. Toma de decisiones para seleccionar la mejor solución De todas las alternativas de solución propuestas, hay que elegir una, en función del valor de la alternativa para solucionar el problema y de las consecuencias personales, sociales, económicas, etc., que implica; ventajas y desventajas; resultados a corto y largo plazo. La que se seleccione tiene, antes de ponerse en práctica, que ser una posible solución viable al problema. Ya seleccionada, se diseñará una táctica concreta para ponerla en práctica. 5. Puesta en práctica y verificación de la solución La solución elegida se pondrá en Cuando se realiza adecuadamente práctica y se comprobará si con ella el proceso, podemos pasar de una se resuelve el problema. Se a otra fase y llegar a la mejor observará si el problema queda solución de las posibles. resuelto. O, de ser necesario, se revisará todo el proceso, en el caso de que el resultado no haya sido el esperado. Si ocurre esto, hay que volver de nuevo al principio y repetir el proceso.