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Unidad 5

Actitud positiva con inteligencia


emocional
Actitud positiva con inteligencia emocional en
el trabajo

Introducción
El autor de la inteligencia Emocional Daniel Goleman (1999), determina que las
condiciones intelectuales no son la única garantía de éxito en el ámbito profesional
del trabajo, sino tan sólo un factor, que, unido a las necesidades emocionales
cubiertas del personal como equipo, desarrollará el desempeño y los resultados de
todo líder y trabajador motivándolo emocionalmente a ser productivo.

Las personas son emocionales antes de ser racionales; la lógica hace que las personas
piensen y los sentimientos hacen que actúen, una inteligencia emocional fuerte es
la clave para tener éxito profesional.

El ser humano es también conocido como el animal social por su necesidad innata de
relacionarse con otros individuos, y el mundo de los negocios no es diferente. Los
trabajadores con una fuerte IE son muy valiosos para las empresas porque generan
fuertes relaciones con sus compañeros de trabajo, saben manejar bien las situaciones
estresantes y saben entender a sus colegas.

Un buen líder empresarial debe tener una fuerte IE ya que eso le permite contratar
a los candidatos más eficaces para su compañía, manejar los problemas de
crecimiento de un negocio y enseñar más adecuadamente a sus equipos

Cuatro consejos para equilibrar la inteligencia emocional en


el ámbito laboral:
Analízate a ti mismo. Conoce cuáles son tus emociones típicas y cómo respondes
a diferentes clases de situaciones emocionales. Sé honesto contigo mismo para saber
cuáles emociones son las que más afectan tu desempeño laboral (envidias

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profesionales, reacciones al estrés, inseguridades) y trata de tomar responsabilidad
por tus actos.

No olvides que siempre puedes recurrir a ayuda psicológica profesional si consideras


que necesitas ayuda para entender tus reacciones.

Escucha, no oigas. Muchas veces le ponemos “silencio” a las cosas que no


queremos o no nos interesa escuchare, como un problema con un compañero, y las
conversaciones se quedan como ruido de fondo. Una persona con alta IE sabe enfocar
su atención a lo que los demás de verdad están diciendo, aunque no sea algo que le
agrade o interese particularmente. Trata de enfocar tu mente a lo que los demás
realmente están comunicando y haz un resumen mental de lo que crees que te está
diciendo y si lo necesitas, puedes hacer preguntas para clarificar algún punto. Te
sorprendería lo que se puede aprender cuando guardas silencio y realmente se presta
atención, además profesionalmente te ayudará contar con toda la información
posible para tomar decisiones claras y efectivas.

Recuerda, tienes un lenguaje corporal. Los seres humanos siempre estamos


comunicando con el cuerpo, aunque guarden silencio sus palabras.

Trata de observar si el lenguaje corporal de las personas va de acuerdo con lo que


están diciendo de forma oral. Observa las expresiones faciales, los tonos de voz, los
movimientos de los ojos, etc. Es posible que una conversación laboral tome un tono
completamente distinto una vez que se toman en cuenta el lenguaje corporal.

Identifica que te causa estrés. Existen miles de factores que pueden hacer que
una persona llegue a su punto de quiebre y reaccione de cierta manera a una
situación que no lo requería. Por ejemplo, un problema en casa puede tensionarte
lo suficiente para que le grites a un compañero de trabajo.

Identifica qué es lo que te causa estrés, practica tu capacidad para mantener la


calma y prueba mecanismo de gestión de tensión como meditación, pintura,
ejercicio, etcétera. El punto es saber manejar la frustración de manera sana pues
una persona con alta IE evita descargar su tensión con otras personas. No olvides que
lograr un buen manejo de las emociones no es algo que se logre de un día para otro,
es más bien un trabajo constante.

Toma de Decisiones
El proceso de toma de decisiones se nutre de planear, organizar, decidir y actuar no
solamente se toman decisiones, sino que además es necesario asegurarse de
realizarlas en la práctica, bien sea en una acción personal o delegando su ejecución,
siempre atentos al desarrollo de la actividad.

La toma de decisiones no es un asunto que se realice solamente con conocimientos.


Se hace imprescindible desarrollarlo en la práctica. Inicialmente se realiza un
ejercicio mental de lo que va a hacer y de la manera como se va a hacer, de tal
forma que la persona se prepara para efectuar todo el proceso de toma de decisiones

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en una forma natural con la consecuente disminución de los niveles de tensión e
inseguridad que a pesar de todo se generan.

Proceso de toma de decisiones:

• Definición del problema e identificación.

• Apropiarse del problema.

• Interpretación del problema.

• Generar alternativas.

• Analizar alternativas mediante evaluación.

• Decisión

• Ejecutar la decisión

• Evaluar. Controlar, hacer ajustes.

Tomar decisiones es una de las acciones más comprometedoras de los profesionales


y su éxito dependerá de la actitud que asuman para asegurar la participación y el
interés del equipo; así como las motivaciones y el reconocimiento por los logros
alcanzados.

En el nivel de competencia en la toma de decisiones se supera día a día mediante


actitudes decididas, entusiastas, llenas de seguridad y confianza que son el reflejo
de su capacidad creadora e innovadora para asumir el trabajo, logrando los mejores
resultados.

La toma de decisiones implica correr y afrontar responsablemente los riesgos que se


presenten en el transcurso del trabajo en equipo. Es importante tener presente que
los riesgos no se deben evitar, porque esto conlleva a resquebrajar la confianza y la
voluntad del trabajo. El riesgo se asume y se afronta directamente para conocerlo,
tipificarlo y establecer la gama de alternativas de solución que conduzcan al éxito
de la decisión tomada.

Estrés Laboral
Solemos hablar del estrés como un factor negativo asociado a nuestra forma de vida,
sin embargo, los expertos indican que en realidad el estrés es una respuesta orgánica
que no tiene por qué ser negativa, y que siempre dependerá de la respuesta personal.
El estrés en una respuesta natural ante las amenazas externas de cualquier tipo, un
estado de alerta ante una situación que pone en marcha nuestros mecanismos
biológicos. Lo que dicen los que trabajan con el estrés dicen que no se puede evitar

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la respuesta física al estrés, pero si se puede trabajar la respuesta emocional.
Aprovechar el estrés para que en vez de paralizarnos nos ayude a crecer.

1. Tomar conciencia de qué nos estresa: Conocer el problema siempre ayuda a


encontrar soluciones.

2. Aprender a priorizar: esto es diferenciar lo urgente y lo importante, organizar


nuestra agenda, establecer prioridades porque no podemos estar a todo, ni en el
trabajo ni en la vida.

3. No sobredimensionar los problemas: Debemos ser conscientes de que los


mensajes que nos mandamos a nosotros mismos nos afectan y nos condicionan en los
retos, porque si son negativos entonces estamos mermando nuestras fuerzas. Al
contrario, hay que motivarse con frases como “sí que puedo, “yo lo logro” o “qué
bien lo hago”. Esto nos hace mirar a los problemas desde arriba, ponernos en una
situación superior para minimizar el problema para no sobredimensionarlo.

4. Atreverse a tomar decisiones: no dejar que las situaciones de estrés nos bloqueen
y nos paralicen, hay que dar pasos y pasar a la acción.

5. Aceptar la posibilidad de error: si nos equivocamos aprendemos del error pero


no atreverse a emprender retos no nos ayuda, al contrario, nos bloquea y nos
angustia.

6. Relajarse: esto es ‘saber pisar el freno’ en nuestro día a día. No todo hay que
hacerlo rápidamente, hay que entender que determinadas situaciones no dependen
de nosotros y conviene no estresarse ante las mismas. Ejemplo: alterarse porque
estamos atrapados en mitad del tráfico y llegamos tarde a la oficina.

7. Aprender a pedir ayuda: todo es más fácil si uno sabe delegar, compartir y
verbalizar las tareas y los objetivos con los compañeros, dos cabezas piensan mejor
que una.

8. Aprender a decir no: La mayoría de la gente no sabe decir que no. Tenemos tanto
derecho a decir que sí como que no, esto nos ayuda a poner los límites, tanto los
propios como los ajenos.

9.Reírnos más: nos reímos poco en el ambiente laboral, tal vez que porque
asociamos el trabajo con seriedad.

10.Cuidarnos físicamente: dormir bien, hacer ejercicio, aprender técnicas de


relajación, cuidar la alimentación.

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