A pesar de su categoría de supermarca global, con 30.000 restaurantes y 46 millones de
clientes al día, parece ser que McDonald's no puede tener superbeneficios.El crecimiento de las ventas y los beneficios en la pionera multinacional de comida rápida de la "M dorada" se ha estancado y sus acciones han alcanzando el nivel más bajo en siete años. El 17 de diciembre de 2002, McDonald´s anunció, tras una desastrosa guerra de precios con empresas rivales estadounidenses y por primera vez en su historia, pérdidas para el trimestre.En el extranjero, la empresa es el blanco de antiamericanismo; tan sólo en el último mes se han arrojado bombas en restaurantes de París, Mumbai -antiguamente Bombay- e Indonesia. Incluso se ha culpado a McDonald's de haber hecho engordar a los estadounidenses en una demanda judicial colectiva al estilo del litigio del tabaco. Con poca capacidad de crecimiento en sus saturados mercados, la empresa intenta descubrir el camino para seguir progresando con la fórmula como el líder del mercado durante más de 40 años. "Éste es el talón de Aquiles del éxito", dice el profesor de marketing en Wharton Stephen Hoch. "Con el tiempo, el secreto está en averiguar cómo eliminar lo malo y quedarse con lo bueno".McDonald's ha intentado expandir su marca con nuevos productos en sus menús, como crepes, sandwiches de jamón y queso o batidos de mango. Pero los nuevos productos hicieron demeritar en la rapidez del servicio característica de McDonald's, e hicieron surgir problemas de calidad. "Ya han probado el camino de aumentar sus ventas ampliando el menú y creo que se han dado cuenta –correctamente- de que no es el buen camino", añade Hoch. Terminan causándose perjuicios a sí mismos "cuando se desvían demasiado de sus productos clave". Al profesor de marketing en Wharton David Reibstein le preocupa que esos mismos aspectos que en la actualidad están dando problemas a McDonald's pasen factura a Starbucks, empresa que también está intentando aumentar las ventas ampliando la variedad de productos que vende. "Antes se solía asociar Starbucks con el café. Incluso podías imaginarte a Starbucks vendiendo artículos relacionados con el café, como pueden ser tazas, café en grano o jarras para el café", afirma Reibstein. "Pero ahora venden tarjetas de felicitaciones, música, sandwiches y zumo de mango. Mi preocupación es que Starbucks esté perdiendo lo que significa ser Starbucks... Es algo muy arriesgado".Existen muchos ejemplos de empresas con marcas maduras que son capaces de desarrollar nuevas marcas que no menoscaban a la franquicia original, señala Reibstein explicando que Coca Cola ha tenido éxito al añadir segundas y terceras marcas a su poderoso producto estrella. Los fabricantes de automóviles y las cadenas de hoteles también han sido capaces de expandirse con nuevas marcas. Hoch y Reibstein aprueban la estrategia de McDonald's de comprar parte o la totalidad de otras cadenas para seguir creciendo. En los cuatro últimos años ha comprado Boston Chicken -que estaba en suspensión de pagos-, Donatos Pizzerias, Chipotle Mexican Grill y Aroma Cafe -una cadena de cafés con sede en Londres-. "Llegar y comprar o crear nuevas marcas sin alejarse excesivamente del producto principal de la empresa es una estrategia inteligente", afirma Hoch.Según Carl Sibilski, que cubre los asuntos de McDonald's para Morningstar en Chicago, aún así las ventas no procedentes del negocio de las hamburguesas son minúsculas, tan sólo 1.200 millones de los 40.000 millones de dólares en ventas anuales de la empresa. Sibilski afirma que las nuevas adquisiciones no tendrán importancia en términos de ventas, sino como fuente de nuevas ideas para productos y negocios. La "M dorada" se va al extranjero El crecimiento internacional es crucial para McDonald's, que ya tiene un enorme liderazgo en el mercado extranjero de las "hamburguesas americanas". "Ahí fuera hay muchos restaurantes de comida rápida y mucha competencia", señala Hoch. "No les va a ser muy fácil crecer en el mercado doméstico y además cada vez que entran en un nuevo mercado extranjero se tienen que enfrentar a problemas diferentes. Unas veces lo hacen bien y otras veces no".Sibilski sugiere que en Europa el miedo a la enfermedad de las vacas locas ya ha pasado, pero en Japón sigue siendo un problema. A pesar de que la carne de vacuno servida en Japón es criada en Estados Unidos, "los japoneses desconfían". La empresa también se ha visto perjudicada por unos tipos de cambio desfavorables y por las inundaciones de este verano en Europa Central, añade. Culturalmente la cadena se ha convertido alrededor de todo el planeta en la diana de los movimientos "antiamericanos". En muchos países extranjeros -dice Hoch-, "hay una relación amor-odio con Estados Unidos. La gente tiene una relación amor-odio con McDonald´s. Es, en parte, el precio del éxito". En Inglaterra, un decidido grupo de activistas anti- McDonald's ha lanzado una campaña global contra la empresa, retratándola como el brazo explotador del capitalismo. "La empresa está intentando desesperadamente mantener a flote su patética pero costosa imagen prefabricada y el atractivo de sus mediocres y prácticamente inútiles productos", dice David Morris, uno de las dos personas demandadas por difamación por McDonald's en un celebrado juicio en Gran Bretañafactores, añade Morris. Sin embargo, en opinión de Sibilski, los activistas han tenido poco impacto en la cuenta de resultados de McDonald's; es más, lo que se ha logrado es dañar a las franquicias y a los empleados, pero no a la empresa. Mientras tanto, la cúpula directiva de la empresa ha adoptado un aire más internacional estos días tras la repentina jubilación el 5 de diciembre de 2002 del vicepresidente ejecutivo Jack Greenberg, el cual a principios de este año sin embargo declaraba que pretendía permanecer en el cargo hasta el 2005. Así, Jim Cantalupo, de 59 años y antiguo vicepresidente y director ejecutivo de McDonald's International, fue nombrado vicepresidente ejecutivo. Charlie Bell, un australiano de 42 años que había estado a cargo de las operaciones en Europa, fue nombrado presidente y vicepresidente operativo y es considerado el futuro heredero. Perdiendo mercado entre la generación del Baby Boom En Estados Unidos la empresa también se enfrenta a problemas culturales, señala el licenciado en Wharton Jon Lansner, el cual cubre ret "Culturalmente creo que, de repente, estamos más abiertos a las novedades y a todo lo que despierte nuestra curiosidad".McDonald's todavía domina el mercado infantil con sus cuidadas áreas de juego, Happy Meals y demás -añade Lansner- pero está perdiendo terreno entre la generación del baby boom (los nacidos tras la II Guerra Mundial), los cuales han crecido con la M dorada y ya se muestran cansados. Adolescentes y jóvenes -dice- ven a McDonald's como "el restaurante de comida rápida de sus padres". McDonald's se ha convertido en "el gran mastodonte que por una parte es admirable, pero por la otra en la actualidad ya no tiene aquél atractivo que tenía ... El tema cultural va a suponer un duro reto".McDonald's no es la única cadena de comida rápida con dificultades. El 13 de diciembre, Diageo, el propietario de Burger King -con sede en Londres-, anunció la venta de la cadena de hamburguesas por 1.500 millones de dólares al grupo de inversiones compuesto por Texas Pacific Group, Bain Capital Partners y Goldman Sachs Capital Partners. No obstante, el precio de compra está por debajo de los 2.260 millones de dólares anunciados en julio; Burger King no logró alcanzar el precio objetivo ni tampoco los resultados esperados.. Según Sibilski el nuevo precio -más bajo- ayudará a McDonald's. Sibilski argumenta que si los nuevos propietarios de Burger King hubiesen invertido más en el negocio, tal vez se sintiesen más presionados para invertir todavía más capital y así poder competir de una forma más eficiente con McDonald's.Mientras tanto, unas cuantas franquicias próximas a la jubilación se han mostrado reacias a reinvertir en sus locales, añade Sibilski. La empresa está a punto de inaugurar un nuevo programa para inyectar hasta 400 millones de dólares en renovar o reacondicionar cada McDonald's de Estados Unidos que tenga más de 15 años. La empresa prestará dinero a las franquicias para hacer las mejoras; si sus ventas no aumentan, las franquicias no tendrán que devolver el préstamo. Un programa similar en el sur de California y Francia -dice- obtuvo como resultado un crecimiento de las ventas de uno a tres puntos porcentuales en determinados establecimientos.Pero ninguna empresa, independientemente de lo importante que sea su marca, puede permitirse quedarse cruzada de brazos, dice Reibstein haciendo ver que todas las empresas deben crecer para atraer capital financiero y humano en forma de trabajadores dedicados y creativos. Si las empresas no crecen, los inversores desplazarán su capital hacia otras inversiones que les proporcionen mejores rendimientos. McDonald's -sentencia Reibstein- "tiene la necesidad de crecer". 1. ¿Cuáles son los factores que han perjudicado a Mc donalds en su crecimiento? 2. ¿Cuál es la estrategia para que mejoren los resultados? 3. ¿En cuánto a los factores culturales como se han enfrentado? 4. ¿Cuál ha sido el reto para Mc Donalds en el extranjero?