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COD 163

mareela ferrari
13,5 D/F
los políticos
en la república
radical
:\ prácticas polític~s
.:·_'/
y construcción de poder (1f)16-i930).

~ siglo veintiuno
...I'X.'J ed[tores
)3f()
siglo veintiuno editores argentina s.a.
Tucumán 1621 7° N (Cl050AAG) r Buenos Aires, Argenona
siglo veintiuno editores, s.a. de c.v.
Cerro del ag}la 248, Delegación Coyoacán (04310), D.F., Méxíco
sfg(o veintiuno de españa editores, s.a.
c/Menéndez Pidal, 3 BIS (28oo6) Madrid, España

A Raúl.
A nuestros hijos~ Leticia, Daníela, Julieta y Gastón.

Ferrari, Marcela
L!J~ políticos en la república radical : prácticas políticas y
éon§trucción de poder (1916-1930) //la ed. ~Buenos Aires:
Siglo XXI Editores Argentina, 2008.11 320 p.; 2lxl4 cm. (Historia
y cultura; 32 dirigida por Luís Alberto Romero_)

ISBN 978-987-.629.o364

1. Ciencias Políúcas. 2. Parlamento. l. Título


CDD 328.3

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Diseño de mterior. tho[ón k.unst

© :wo8, Siglo XXI Editores Argenuna SA

!SEN 978-g87-62g-036-4

Impreso en Grafinor 11 Lamadrid 1576, Villa Ballester,


en el mes de JUnio de 2008. e-)
Hecho e! depos1to que marca la ley 11.723
Impreso en Argentina 11 Made ín Argentina
14 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL

UCR, Unión Cívica RadicaL Introducción


UDC. Unión Democrática Crtsttana.
UNC. Universidad Nadonal de Córdoba.
UNLP, Uníversidad Nacional de La Plata.
UPCA, Unión Popular Católica Argentina.

El movzmtento popular es mvencible en la czudad y en et campo.


y creo que, sm vwlencias en la lucha cívtca, se podrá llegar a solu-
ciones favorables a las aspirqCtones del pueblo sin comprometer un
solo principio de nuestro régzmen ú?.Stituctonat. /tntes, le había ma~
nifestada a mi amigo el doctor Ortiz. Herrera, con una lealtad~
una franqueza absoluta, del movimiento de reacción dvzáz <j1Ll! se
operaba y de la necesidad del cambia de régtmen electoral.
Ñfardoqueo Molina, 25/4/1909

Sigo con todo el 1:nterés que merece este -mommiento de opmión


que ha modificado en poco tiempo la situación políttca en Córdoba
porque, aunque las cosas y los hombres contmúen donde estaban, el
ambiente moral es otro, totalmente difen;nte, y la ~:m·tcrcjón polí-·
tzca deberá transfo-rmarse a este clima sz se quwum ''ttuil(J.r las gran~
des perturbactones que es patriótico prevemr.
José Figueroa Alcon.a, 28/5/19091

La correspondencia entre José Figueroa Alcorta, el prilncr


mandatario de la República Argentina, y Mardoqueo :rvfolina.. su
prin1o y presidente del Senado de la Legislatura de Córdoba, traduu'
bastante bíen la posic:íón de los políticos refonnistas de conlienzos
del siglo XX. Estos miembros de las elites dirigentes habían salido de
1as familias de notables que gobemaban el país desde hacía al menos
tretnta años bajo un régímen restrictivo, oligárquico y fraudulento.
de cuestionada legítimídad. Proponían satisfacer pacífican1ente las
demandas de participación política llevando a cabo una reforma que
16 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL INTRODUCCIÓN 1 7

podía tener lugar a condicíón de que los elencos de gobierno com~ sufrieron un duro golpe en 1930, cuando una revuelta cívico-militar
prendieran las ventajas de realizar modiñcaciones para evitar pertur- puso fin a1 segundo gobíemo yrigoyenista.
baciones y proteger la continuidad institucional. Es menos conocida la historia de los representantes seleccionados,
Entendían con acierto que el clima de época alentaba cambios; se a partir de la aplicación de la nueva 1ey, durante los catorce años su-
buscaba la inclusión de un mayor número de individuos en el sistema cesivos a fa llegada de! radicalismo al Ejecutivo nacional. 3 Quiénes
político como forma de dar respuesta a las transformaciones que ha- eran los miembros de los elencos elegidos. cómo hacían carrera en el
bían atravesado a ia sociedad argentina desde fines del síglo XIX, de las interior de los partidos. cuáles eran sus cualidades y atributos, cómo
cuales la principal estaba sígnada por los efectos de la inmigración ma- convertían esos atributos en recursos políticos, qué prácticas utiliza-
sivd. tanto en el aspecto demográfico como en el cualitativo. La reforma ban para construir sus trayectorias y vincularse con otros grupos de
electoral fue la 'respuesta que se dio en lo político: tres años después de poder y con la sociedad, cómo se modificó su perfil a 1o largo de ese e--
la correspondepda cítada en el epígrafe. el parlamento transformaba período son cuestiones que han quedado relativamente soslayadas y '
en ley eleC:to~F~hn proyecto presentado por el presidente de la repú- constituyen ias preocupaciones centrales de este libro. que analiza el
blica, el Dr. Roque Sáenz Peña. La Ley 8871 confirmaba el sufragio uni- personal político argentino durante la experiencia sucesiva a la am-
versal, lo transformaba en obligatorio y secreto para los varones argen- pliación democrática de comienzos del siglo XX.
tinos, nativos o naturalizados~ mayores de 18 años, y .establecía el En relación con las interpretaciones referidas a las elites de go-
sísten1a de representación por "lista incompleta". Sus objetivos princi- bíemo, la historia política del ..largo" siglo XIX. lleva -una vez más-la
pal~~ eran dos: aumentar la participación electoral instaurando la obli- delantera con respecto a la del síglo XX. La clase gobernante del régi-
gación de votar, y dar legitimidad a los comicios y a los candidatos elec- men oligárquico ha sído caracterizada como "un col1)unto de actores
tos pennit:J.endo la incorporación de representantes de las núnorías. En que desempeñaron cargos institucionaLes decisívos y se jerarquizaron,
la prácuca ampliaba la participación del electorado y generaba una ma- unos con respecto a otros~ mediante la acumulación de esos papeles". 4
yor competencia elector·al entre partidos al estimular los esfuerzos de Ya en esta definición Natalio Botana destacaba que los elencos políticos
movilización. reforzaban su poder desde la política y en vrrtud de la obtención de
Las consecuencias de 1a aplicación de la reforma electoral de 1912 cargos en el estado. Quienes alcanzaban posiciones públicas tendían a
son conoddas. Permitió que 1a Unión Cívica Radical (UCR). el prín- permanecer en ellas. oscilando entre cargos representativos y otros de
c1pal partido político de oposición, incorporara sus candidatos algo- la burocracia estatal. En buena medida. esos indivíduos se habían des-
bierno. Desde entonces, el radicalismo fue ganando espacios en el plazado desde eJ. ámbito local o provincial, donde habían adquirido re-
Poder Legislativo nacional y provincial y en la gobernación de Santa conocido prestigio, al nacional. Su poder se desarrollaba en el marco
Fe. En 1916logró llevar a la presidencia de la nación a su principal lí- de un proyecto que conjugaba la autoridad concentrada en las provin-
der, Hipólito Yrígoyen. Repiúó la experiencia en 1922 con Marcelo T. cias con la racionalización jurídica de las instituciones nacionales. El
de Alvear y en 1928, de nuevo, con Yrigoyen. Hasta 1930 ese partido fundamento regíonal de los gobernantes era defendido a medida que
nunca tuvo mayolia propia en el Senado, aunque la consíguió en la crecía el poder presidencial. razón por la cual no se vieron afectadas las
Cámara de Diputados en 1920. También .es sabido que las institucio- oligarquías provinciales del régimen: aunque las intervenciones federa-
nes y el partido radical-que era uno y muchos al mismo tiempo, ya les introdujeron cambios o reajustes entre los dirigentes locales, el po-
que albergaba, b~jo el apelativo común, una multiplicidad de tenden- der central nunca avanzó contra la base de su autoridad.
cias y facciones entre las cuales, las dos mayoritarias. personalismo y Esta dedicación a la política no tmpedía a quienes ta ejercían que
antipersonalismo, actuaron como oposícíón al menos desde 1924--2 desempeñaran ocupaciones en otros órdenes sociales (propietarios,
18 'u:)s POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL INTRODUCCIÓN tg

tnílitares, escritores} que hasta podían llegar a ser el sustento de la ac- territorialn1ente a Lravés de una red de comités pennanentes, y a1 año
tividad pública de los gobernantes. Por lo general, a estos políticos se síguiente tentó una última accíón revolucionaria. Recién después de
los ha caracterizado como notables en tanto eran indivíduos que de- 1912, tras la sanción de ia Ley Sáenz Peña y en virtud dt; qu~-'C·\~a ofre-
tentaban una alta posición econónúca, prestigio social y educación cía las garantías exigídas por el líder del partido, Hipólito Yngo}-rn. el
formal. y transferían esas condicíones de distinción, de superioridad, ra<llcalismo se incorporó a ia lucha electoral. Por su parte, los n6{ables
al ámbito político. Mas no eran los únicos que se dedicaban a la polí- de tendencia conservadora fueron proclives desde el discurso a la ere-
tica: desde sítuaciones más humildes, algunas personas llegaban a adán de partidos orgánicos de principios, no personalistas, pero, aún
ocupar esas posiciones a una edad más tardía que los anteriores. Para en las postrimerías del régímen, estos dirigentes -habítuados a articu-
éstos, la política era un destino plausible en el camino del ascenso so- larse en torno al aparato del estado- no lograron consolidarse como
cial. ya en forma índividual, ya de una generación a otra. una máquina política de alcance nacional. Desde príncipios del siglo
Otro elemento que caracterizaba la formación del poder de los di- XX, entonces, mientras el radicalismo no cesaba de sembrar comités
rigentes de fines del siglo XIX eran los lazos de parentesco. Se ha se- en el territorio nacional, los socialistas permanecieron· máS, ligados a
ñalado que pertenecer a una .. buena familia" era un atributo que.su- los centros urbanos, donde había una n1ayor presencia de sectores so-
maba a la hora de actuar en política antes de la apertura democrática. ciales medios y bajosT y las fuerzas conservadoras no lograban org-Q.ni-
Y tanto los políticos que provenían de familias tradicionales habitua- zar un partido nacional permanente, aun en 1930. Pese a los csfuer.zos
das. a conducír esa actividad como aquellos que emergían de otras de algunos de sus esclarecidos dirigentes. los partidos provinciales o
menos prestigiosas compartían valores y no tenían conflictos Violen- regionales de esta tendencia siguieron fusionándose frente a las co-
tos, aunque sí enfrentamientos que eran producto de las disputas por yunturas electorales, como si contlnuaran detentando e1 aparato del
la dominación. 5 estado. et control de la sucesión o, lo que es peor en el grado de in-
A partir de la década de 1890 hubo importantes transformaciones comprensión de ia realidad, como si la política no hubiera sído afec-
en el campo político. que en buena medida reflejaban c:::ambíos de or- tada por los efectos de la gran transformación operada en el país.
den socia! más amplios, consecuencía de la inmigración masiva y del También la Ley Sáenz Peña, que pautaba nuevas reglas electorales
espectacular crecimíento económico del país. especialmente de la re- para elegir diputados nacionales, senadores por la Capital Federal y
gión pampeana. La masívidad de la sociedad arrastró requerimientos electores de presídente y vicepresídente, constituyó un carnbio im~
de especialización en diferentes campos, y en materia política fueron portante, aunque sus efectos fueron menos rupturistas de lo que se
dos las cuestiones que más contribuyeron a transformar el régimen: creía hasta hace algunas décadas. Está claro que esta nom1ativa refle-
1a necesidad de partidos dotados de carta orgánica y la preocupación jaba un paso importante en pos ~F la construcción de un cqnsenso
por ampliar el electorado. democrático inclusivo sobre e1 cu~ las elites dirigentes vcníatl discu~
La presencia de la UCR y del Partido Socialista signó en buena me- tiendo y tomando medidas. al menos desde comienzos de siglo tales 1

dida los cambios encabalgados entre los dos siglos. Mientras el socia- como la sanción de la ley electoral uninominal por Circunscripciones
lismo se integró tempranamente a la política electoral y en 1904logró de 1902. Con todo, se ha demostrado que los efe e Los de la ley t\lVle-
llevar a su primer representante, Alfredo Palacios, a la Cámara de Di- ron un alcance que se limitaba a la modificación de las reglas del
putados de la nación. el radicalismo -que en la década de 1890 había juego electoral mas no cambíaron las prácticas políticas. Por e1 con-
oscilado entre la participación electoral y !as revoluciones cívicas- se trario: aquellas que suponían algú1i grado de manipulación eran de
replegó en la abstención amparándose en la ilegitimidad de un régí~ probada eficacia y, por ello, muy útiles p,ra reclutar adhesíones
men fraudulento. A partir de 1904 volvió a organizarse, a expandirse cuando la competencia se arnpli~ba.

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2 O LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL INTRODUCCIÓN 2·.1

La preg·unta que se impone en ese contexto, transformado por la nutría de figuras de mayor y menor jerarquía. Poco se sabía sobre !os
confonnación de 1os partidos y la sanción de la ley electoral, es saber políticos locales o provinciales. los punteros. los afiliados, los militan-
cuánto de nuevo y de viejo había entre los elementos constitutivos de tes y sobre el rosario de figuras que resultaban índispensables a la
la democracia dur::tnte la república radical, en sus políticos, cuando la hora de actuar como intermediarios para establecer relaciones entre
competenc1a el~ctoral era más ardua y los esfuerzos de movilización las bases del electorado -los votantes. la gente- y aquellos que. por
debían ser rnayCites para seducir o arrastrar las voluntades ·del más ele- detentar posiciones de poder, que les insumían mucho tiempo y hasta
vado númerp d(!,:personas, en un universo de votantes ampliado por la los obligaban a desplazarse de sus lugares de origen a la capital de la
obligatoried~d.:''d.~I sufragio y la tnclusión del radicalismo en la lucha república, estaban alejados de sus representados. Estos hombres. difi-
electoraL ¿Eran necesarias nuevas capacidades en los dirigentes políti- ciles de reconocer por no haber dejado trazos significativos en la hís-
cos para atender los requerinlientos de una socíedad transformada? toria nacional. construían poder.
¿Para los partidos políticos era más adecuado retener a los hombres . Recapítulando. uno de los objetivos de esta investigación era saber
que contaban con experiencia previa y, a la vez, indispensable a la si la sociedad más compleja y diversificada de principios del siglo XX
hora de acumular votos, o preferían hombres nuevos. que encarnaran había provocado una transformación del personal político de elites y
una concepción de la política respetuosa de los preceptos constitucio- de base a lo largo del tiempo, y en qué medida esto era resultado de
nales? Darío Cantón ofreció algunas respuestas considerando los atri.. los cambios ocurridos durante ese período en la política y, más am-
bu tos de poder y las características de los parlamentarios en 1916. En pliamente, en la sociedad. que afrontaba los procesos de argentiniza-
su argumentación confirmó en dicha cohorte la presencia de viejos ac- ción, de movilidad socia! y de profesionalización política.
tores junto a algunos nuevos que tendían a especializarse en política o En este libro se sostiene que, durante el periodo señalado. se acen-
que, si bien no eran profesionales, contaban con sustento popular. Tal tuó un proceso que no era nuevo en la Argentina: e! de la autonomi-
como ocurría a fines del siglo XIX. en 1916 la educación, una «buena zadón de lo político y, con ello. la formación de una dirigencía espe-
familia'', el ejercícío de la actividad periodística y e1 ejército podían cializada, aquella a la cual Ja sociedad suele llamar "clase política'\ un
contribuir a lanzar una carrera política. t>ero la confirmación de los concepto de uso común que está algo reñido -ya se verá- con térmi-
parlamentarios provenía de los partidos a los que éstos pertenecían. 6 nos de clase más estrictos. Por otro lado. se hace referencia al personal
Los señalamientos realizados por Cantón resultaron estimulantes político de la república radical entendiéndolo como una multiplici-
para profundizar en el estudio de! personal político. pero es necesa- dad de actores, entre 1os cuales algunos recién llegados se sumaban a
rio tener en cuenta dos cuestiones. La primera, que si bien estas ob- otros de vieja presencia que se iban adaptando a las nuevas reglas de
servaciones ofrecían respuestas referidas a ia composición de los elen- juego, reproducían sus formas de hacer política o las transformaban
cos parlamentarios en una coyuntura de cambio (1916), dejaban utilizando la orgariízación y los recursos de los partidos para ínflurr so-
abíertas las preguntas para los catorce años que duró la etapa que en bre e1 electorado y, más ampliamente, sobre la población en general.
este libro se ha llamado "república radical", un período que. por También se plantea que el recambío generacional y el ingreso de nue-
cierto, no fue homogéneo. Sólo consíderando los perfiles de los pre- vos individuos en el campo político fueron llevando a 1a extinción de
stdentes Yrigoyen y Alvear, y teniendo en cuenta que los seguidores los notables y de sus formas de concebir la acdón política. Todas estas
del primero eran más plebeyos que los del segundo, pueden hipoteti- modificaciones fueron paulatinas. complejas. nunca lineales. y se die-
zarse transformaciones en el personal político elegido para ocupar ron en un contexto en el que coexistían diferentes grupos en conti-
cargos representativos en cada periodo presidencial. La segunda, que nua evolución. es decir. en un espacio político compartido por víejos y
los parlamentarios eran sólo una parte del personal político. que se nuevos actores en el que los segundos, provenientes de los aparatos
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22 LOS POLITlCOS EN LA REPUBLICA RA.DICAL INTRODUCCIÓN 23

partidarios~ iban cobrando primada. Si bien algunos notables pudie- del personal político. En el caso de los primeros, porque tanto la m~
ron permanecer en carrera adaptándose. 1a tendencia general era que troduccíón de representantes de las n1lnorias de cada distrito con1o e}
la política fuera quedando en manos de individuos que se dedicaban recambio parcial de sus miembros cada dos o tres aii.os. según se tra.-
a ella cada vez con mayor exclusívidad, que invertían su tiempo y es- ta.se respectivamente de diputados o senadores, permitían captar la
fuerzo para obtener buenos resultados a 1a hora de competir electoral- diversificación paulatina de1 personal políuco. En el segundo, porque
mente y, con posterioridad. para permanecer en puestos expectables. la composición de los colegios electorales proporcionaba una foto-
Los representantes más importantes, aquellos que llegaron a ocupar grafía en la que se veía cnstalizada esa diversificación en tres mornen-
cargos de gobierno remunerados y pudieron sostenerse en ellos, vivie- tos significauvos de la hístoria política nacíonal: 1916, 1922 y 1928,
ron para la política a condición de Vivír de ella: se profesionalizaron.7 años de recambío p1esidencial. De los más de 1.500 individuos que
Junto a ellos -o por deb~o de ellos en 1a escala jerárquica- se ubicaba componían la totalidad de representantes elegidos. aquí se dec1dió
un sinnúmero de figuras que. actuando desde la estructura de los par- investigar en profundidad a aquellos de dos distritos relevantes en la
tidos y en contacto directo con la gente. íntegrando redes de sociabi- toma de decisiones del periodo, los que. por otra parte, habían sido
lidad de existencia prevía a los mísmos partidos, nutrian la política y la menos frecuentados por los estudios históricos que la capital de la re-
llenaban de prácticas singulares plausibles de contribuir a lograr adhe- pública: la provincia de Buenos Aires y Córdoba. La muestra dejó de
siones y hasta apoyos traducidos en votos durante la competencia elec- ser representativa. pero ganó en significatividad para comprender los
toral. Estos políticos de segundo o tercer orden en la escala nacional, mecanismos propios del campo político.
que en algunos casos actuaban de manera vocadonal y sín remunera- La provincia de Buenos Aires se imponía como opción por ser ·~el
ción, constituyen un punto de vista privilegiado para comprender los primer estado argentino" y también porque sus gobiernos fueron ra-
mecanísmos de la acción política y entender qué era para ellos hacer dicales desde la intervención federa.! de 1917 y, por elecciones suce~
política, cuál era su horizonte de poder o qué retribuciones esperaban sivas, hasta concluir el período analizado. Era e1lnás poblado de los
obtener a cambio de sus servidos. distritos y, dado que los diputados y los electores eran elegidos en
Para observar ese proceso. el corpus de análisís fue restringido a proporción al número de habitantes, tenía el mayor número de rew
quíenes, luego de haber sido elegidos en regla, ocuparon puestos en presentantes en la Cámara Baja y en los colegios electorales. Ade1nás,
ínstitudones y cuerpos constitucionales de representación nacional. desde el punto de vista económíco, era una de ias provincias rrlc:jor
Por su función y su poder de legislar, los diputados y senadores nacio- adaptadas a la producción de carnes y de cereales, des tinados al con~
nales fueron considerados a prian como míembros de las elites políti- sumo interno y a !a exportación. En la selección del corpus, entonces,
cas. Además, para recuperar el universo de políticos de menor jerar- se tuvo en .cuenta que los re:presentantes bonaerenses podían estar
quía e identificar mejor las «ventajas competitivas" que distinguían vinculados a los intereses de la economía agroexportadora.
jerárquicamente a los parlamentarios de otros miembros de los par- A diferencia la provincia de Buenos Aires, Córdoba Luvo más go ..
tidos, fueron incluidos en este libro otros actores menos conocidos y biernos demócratas -de tendencia conservadora- que radicales: en~
reconocidos, con fines comparativos: los miembros de los colegios tre 1919 y 1928 fue gobernada por opositores al gobíemo nacional.
electorales. Salvo excepciones, eran cuadros situados por debajo de Por la cantidad de población. era el tercer distrito electoral de la
los parlamentarios en el orden nacional, pero que solían integrar las república. Mientras el norte de 1a provinda -que durante el período
elites políticas de los lugares donde se desempeñaban. co1onial y buena parte del síglo XIX había sido la región más impor-
Parlamentarios y electores de presidente resultaron un buen labo- tante en lo económico- permanecía al margen de las transformacio-
ratorio para observar cómo la ley electoral de 1912 afectó la selección nes que afectaron al litoral, el sur y el este habían sido integrados al
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sistema de producción predomínante, por la fertilidad de sus tierras puede brindarle apoyo. al menos simbólico, a la hora de nutrir su ca-
y por la expansión del proceso inmigratorio santafesino sobre estas pítal político? El estudio de las trayectorias permitió, además, eluci-
regiones. En el centro, ía capital de la provincia conservaba rasgos dar el modo en que eran construidos los candidatos a quienes la ciu-
que ya eran evidentes en tiempos de la colonia, tales como la influen- dadanía delegaba la facultad de gobemar1a, con mayor o menor
cia de la íglesia católica y la condición de centro comerdal. sobre los conciencia a la hora de evaluar estas figuras y !os proyectos -explíci-
cuales reposaban los sectores más elevados de la escala social. Al tos o no- que representaban. A la vez, contribuyó a reconocer cuáles
rnismo tiempo, la ciudad había cambiado y una manifestación de las eran las capacidades, aptitudes y actitudes valoradas en un candidato
transformaciones era 1a presenda de ínmígrantes de primera o se- por la sociedad y por el partido que lo seleccionaba. Pero. a los fines
gunda generacíón que penetraban en las elites de poder. Además, en de esta investigación. conocer los recursos de los políticos era ínsufi~
relación con esta província existían estudios previos referidos a los cien te para comprender el modo en que éstos se hacían elegír por la
principales partidos políticos del período a analizar. 8 población que les delegaba la representación. Ni los ingresos, ni la ri-
Seieccionados los elencos procedentes de cada uno de los distritos, queza, ni la profesión, ni el lugar ocupado en lajerarquía institucio-
fueron elegidos los represenL1.ntes de sus partidos mayoritarios: los nal, ni el estilo de vida definían a un dirigente político. Lejos de todo
radicales y sus opositores de tendencia conservadora, demócratas de automatismo, las vías de acceso a la política durante e1 período selec-
Córdoba y conservadores de Buenos Aires. De este modo, el universo cionado fueron múltiples y complejas, y la principal tomaba cuerpo
analítico quedó reducido a 430 personas; así. pudieron realizarse en el seno de los partidos políticos.
comparaciones entre provincias. entre partidos y entre cuerpos parla-
mentarios y constitucionales, comparaciones que no son nunca mecá- Los fenómenos que se analizan en esta ínvestigación son tres: el del
nicas y pemliten observar tendencias comunes y particularidades. funcíonamiento de los partidos políticos, el de la conformación de las
Entre los distintos abordajes posibles del tema, se eligió indagar las elites y, más ampliamente. del personal políúco. y el de la profesíona-
trayectorias individuales -diversas, imprevisibles. nunca lineales-, que lización de ia actividad.
penn1tieron u-azar perfiles de conjunto utilizando el método proso- Con respecto al primero, está claro que en la Argentina de 1916-
pográfico, específico para construir biografías colectivas~ a la vez que 1930 no se discutía que el lugar desde el cual lanzarse a la política
destacar casos personales. Se analizó el recorrido político, pero tam- eran los partidos. La principal fuerza mayoritaria era la UCR, sobre Ja
bién el social, económico y cultural de los miembros de los elencos cual existen, a grandes rasgos, dos líneas interpretativas sólidamente
seleccionados, con el objetivo de captar la nqueza de las experiencias instaladas por la abundante literatura que se produjo. La primera. de
de vida.9 Es c1erto que. durante el período analizado, la política era corte rupturista. vincula la llegada del radicalismo al gobierno con el
un campo autónorno, contaba con sus propias formas de organiza- acceso de las clases medias o, en palabras de algunos contemporá-
ción y su jerarquía era distinta a la de otros órdenes sociales. Sin em- neos, de la "chusma" al poder. lO En esta línea se inscriben Jos relatos
bargo. dejando de "lado los consu·eñimíentos propios de marcos teó- de militantes. entre los cuales se destaca el de Gabriel de! Mazo, que
ricos que ven en ella un epífenómeno de lo social, existen ciertas consagró una visión diádica del radicalismo: por un lado. un tronco
dimensiones de 1o social que ernergen a través de la política. Por partidario popular y mayoritario, encolumnado tras Yrigoyen, y
ejemplo, ¿cómo es posible no reconocer en un miembro de la Socie- frente a este grupo, por otro lado. un ala minoritaria, más conserva-
dad Rural Argentina (SRA) que llega a ser diputado a un indivíduo dora, seguidora de Alvear. La segunda línea ínterpretativa se inscribe
que tiene intereses en e1 sector ganadero y está dispuesto a favorecer en una perspectiva más continuista, introducida por un trabajo pio-
la produccíón agropecuaria; o en 1a SRA, a una corporación que nero de Ezequiel Gallo y Siliva Sigal. Más tarde. otros estudios -que
2G LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL INTRODUCCIÓN 27

analizaban la composición social de los gabinetes radicales, que en su y gobernaban en nombre de los habitantes de la localidad, provincia
mayoria formaban parte de la membresía de la Sociedad Rural Ar- o nación. y de este modo obtenían benefidos para ellos nlismos y
gentina- reforzaron esa hipótesis. Y los últimos trabajos sobre el radi- para los miembros del partido al que pertenecían. Así, los políticos
calismo. elaborados desde una perspectiva que privilegiaba los nue- se imponían a una sociedad que tenía la ilusión de elegirlos y, en
vos enfoques de la hístoria política. mostraron la pluralidad de tiempos de cambio, llegaban !a conformar una nueva elite de go--
actores contenidos en el partido; éstos. en términos generales, adhe- bierno.13
rían a distintas líneas internas por enfrentamíentos políticos y no ne- En efecto, en virtud del calendario electoral había un recambío
cesariamente en razón de su extracción social. Para esta línea. la UCR paulatino de representantes. Si el perfil político de los electos repetía
/_,.... .no fue fundada con el objetivo de representar a ningún sector sociaL el de los dirigentes que los precedían se daba un proceso de asinlila-
,Ylasí continuó. Esto sugíere que ni el "arco iris radical" ni las ínnume- cíón o cooptación. Sólo cuando la renovación pcqnitía incorporar
rables facciones en que estaba divídido e! radicalismo en los distritos elementos nuevos, externos y distintos a los dirigentes de un lugar y
provincíales con tenían un único perfil de hombres políticos.ll un momento determinados, se producía el proceso que Vilfredo Pa-
En cuanto a las fuerzas conservadoras, los aportes son menos a~un­ reto denominó como "circuiación"14
dantes. Los estudios referidos a estos partidos provinciales o regiona- Además, en esas sociedades complejas donde existía divísión del tra--
les, en general. focalizan su atención en los años posteriores al golpe bajo, surgían íntereses del grupo dirigente en sí y para sí. que incluso
de 1930, cuando se realizaron avances en pos de la unificación de las en los partidos de izquíerda llegaban a desviar a sus cúpulas de las fi-
derechas y cuando estos sectores fueron oficialismo. Con respecto at nalidades que ínícialmente las habían reunido. Éste fue el fenómeno
período que aquí se analiza. se ha coincidido en señalar que. en esos al que Robert :Michels. observando la socíaldemocrada desde su pers-
años. eran organízaciones lábiles a pesar de su institucíonalización y pectiva revolucíonaria, caracterizó como "la ley de hierro de las oligar·
de algunos íntentos de autodepuración, fuertemente afectadas por 1a quías", que confirmaba que los goben1antes estaban más preocupados
faccionalizacíón y el personalismo al punto de no lograr consolidar por mantenerse en el poder que por representar los intereses de los
una máquína política de alcance nadonaJ.l2 habitantes de la nación una vez que, abandonados sus principios, en-
Con sus particularidades, el proceso argentino se enmarcaba en contraban en la perpetuación del ínterés particular un fin en sí
uno más universal que lo antecedía o acompañaba: el de la democra- miSmo. El proceso desembocaba -según !o entendía Maif. vVeber.
tización y la ampliación política que arrasó con las democracias par- qtúen creía en 1a efidenc1a de los individuos foxjados en las luchas de-
lamentarias y las repúblicas restrictivístas en Europa y en los Estados mocráticas mas no en la voluntad popular- en el surgimientQ de lapo-
Unidos. Por esa razón, para abordar el segundo eje problemático en línea como profesión, entendida como una actividad de tiempo corn~
lo que respecta atas elites gobemantes, se tomaron en cuenta las re- p1eto, que permltia vivir de ella a condición de vivír para ella.l 5
flexiones de algunos observadores contemporáneos que, ante la Ahora bien, la actividad política no se llevaba a cabo individual-
emergenda de la demacrada de masas, explicaron cómo en sistemas mente ni a través de negociaciones entre los miembros de los parla-
democráticos regidos por principios igualitarios según los cuales to- mentos como en tiempos de la demacrada restrictiV1sta. Según obser-
dos los ciudadanos tenían la posibilidad de elegír y de ser elegidos, vaba Moisei Ostrogorski, en una democracia de masas los partidos
sólo algunos se presentaban como candidatos, accedían a puestos políticos actuaban como maquinarias jerárquican1ente organizadas,
públicos y se Inantenían en ellos. Gaetano Mosca sostenía que en las en las cuales cada índividuo cumplía funciones específicas para alcan-
sociedades de iguales había individuos que, a través del ejercicio de zar la meta propuesta: reclutar la mayor cantidad de adhesiones po-
prácticas políticas, se reladonaban con su sociedad~ se hacían elegir sible para obtener el triunfo electorai.l6
28 LOS POÚTICOS EN L\. REPÚBLICA RADICAL INTRODUCCIÓN 29

Este conjunto de interpretaciones que sírvíeron para pensar las reglas de juego del sistema, ya que la periodicídad de las funciones
transformaciones producidas en el continente europeo y en los Esta- permite acercarse a! ejercicio de cargos públicos de manera intermi-
dos U nidos -y han sido presentadas como un coro polifónico, de ma- tente.
nera sLn1plista- ofrece un diag11óstico de la época en cuanto al modo Ahora bien, ¿qué era profesionalizarse en política en la Argentina
de abordar las transforrnacíones de los elencos políticos de elite del durante el primer tercio del siglo X.X?l9 Como se verá, existía un
período que se analiza desde la perspectiva de pensadores con~empo­ enorme abanico de individuos que hacían política. Recuperando la
ráneos. Mucho más recientemente. otros aportes contribuyeron a noción weberiana. no todos vivían de ella y, por lo mismo, tampoco
analizar dichos elencos. U no de ellos es el concepto de "personal pü-< todos vivían para ella. Había políticos profesionales y otros que no lo
lítico" en el sentido establecido por Raymond Aran. es decir, aquella eran. Pero el campo político era lo suficientemente vasto como para
'~minoría (algunos cientos o miles de personas) que~ conforme a la ofrecer posibilidades de inserción a unos y otros. y los convertía en
fórmula de legíthnidad y a su traducción institucional, está compro- engranajes necesarios para que la maquinaria funcionara aceitada-
metida en la competencia en la que está en juego eL ejercicio del po- mente. En este libro se sostendrá que, en tiempos de la república ra-
der ... [o] ... rrunoría que engloba a los delegados de quienes deten- dical. los políticos se hacían en el ejercicio de !a práctica y desde los
tan el poder", 17 Ésta es una categoría abierta en tanto da la partidos, no obstante lo cual los individuos solían iniciarse en la ac-
posibilidad de incluir a individuos de distintos sectores sociales y de ción política a través de espacios de sociabilidad en los cuales se de-
constatar los lazos o sumisiones de sus miembros a otros grupos de senvolvían con anterioridad a su incorporación en esas organizacio-
poder o a miembros de ou·os grupos de poder; permite expresar la nes. La posibilidad de entrar y salir de la actividad convertía a los
eventual separación entre quienes ocupan puestos de gobierno y políticos en un conjunto dinámico. inestable, en e! que tanto podían
quienes tienen la propíedad de los medios de producción; y pone en profesionalizarse como practicar la política esporádicamente, sin ale-
evidencia el carácter transitorio de la función pública a diferencia de jarse de ella.
Ja permanencia que supone, por ejemplo, la noción de clase. En En este libro. también se considera que lo particular del quehacer
suma, ofrece la posibilidad de captar la diversidad y los matices que político era el dominio de prácticas de lo más diversas, entre otras, el
coexisten en los representantes, que, si sólo son considerados por su uso del discurso oral o escrito. el establecimiento de relaciones clien-
función, pueden parecer homogéneos. telares~ ciertas dosis de manipulación~ la participación en distintas
El tercer problema que atraviesa el análisis es el de la profesionali~ instancias de la organización partidaria. la competencia ínterna y ex-
zación de la política, a 1a que ya se ha aludido. Mkhel Offerlé, recu- tema~ y el ejercido de la representación. La condición de político se
perando a Max Weber y a Pierre Bourdieu, la entiende como un pro- consolidaba mediante la permanencia en la actividad. a través del re-
ceso, com,o, ~~s~'tJargo movimiento secular durante el cual los actores conodmíento de aquellos que continuaban en ella. y por la valida-
..~.;-~:
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políticos; espeCializándose en política, se consagran a esta actividad ción de quienes estaban fuera de tos espacios donde se hacía política
de tiempo completo",18 En e1 curso de una vida, ello implica un des- en sentido estricto.
prendinüento de las primeras actividades ocupacionales. Pero tal Entoncest el dominio de una forma de relacionarse con los pares y
transformación pllede ser temporarta o definitiva. Y si bien aquellos con la población, así como e1 uso de prácticas específicas y 1a inver-
que asumen la política de manera definitiva, en tanto ejercen prácti- sión de tiempo en la actividad eran condiciones imprescindibles para
cas, referencias, creencias e intereses comunes, son verdaderos profe- un profesional de la política. ¿Cuánta permanencia? Se ha optado
sionales políticos, esto no significa que quien se dedique a esta activi- por considerar especialistas en política a quienes ocuparon puestos
dad ten1porariamente sea un profano, alguien que no tiene fe en las remunerados~ partidarios, municipales, provinciales o nacionales du-
1
30 !::OS POLÍTICOS EN LA REPÚBUCA RADICAl.. INTRODt1CCIÓN 31

rante cinco años consecutivos o diez años altemados antes del ejerci- Se ha prestado especial atención a la 1nanera en que las relaciones
do del cargo por el cual fueron seleccíonados, o que continuaron primarias contribuían a la construcción de poder, para lo cual se
ejerciendo cargos políticos durante períodos semejantes en las mis- abordaron las acciones de los miembros de las redes familiares que,
mas condidones. consciente o inconscientemente, ayudaban a proyect;ar una trayecto-
ria; se profundizó, en particular, el estudio de dos casos fanúliares.
El libro recupera el conJunto de problemas señalados en seis capítu- Por último, fueron analizada-; algunas relaciones establecidas entre
los. que abordan sucesivamente las condiciones del espacio político y miembros de ios elencos seleccionados y dos corporaciones de poder:
de los actores colectivos que Jo nutrían. las características y atributos !a iglesia católica y las fuerzas armadas. A partir de las múltiples posi-
de los elencos seleccionados. sus prácticas y algunas de Las re!acíones ciones que ocupaban los individuos en la socíedad. se observó la exis"
que contribuían a foxjar las trayectorias individuales por fuera de lo tencia de vínculos extrapartidarios que derivanJn en la constitución
estrictamente institucional. Al comienzo se observa el contexto polí- de configuraciones sociales dinámicas, de contornos lábiles, a partir
tico. y se hace hincapié en las consecuencías de la aplicaci6n de la de las cuales se establecían lealtades que atravesaban a !os partidos
Ley Sáenz Peña para 1a elección de diputados nacionales de tod?s los mayoritarios y se superponían con los objetivos de estos últin1os.20 :Fi-
d.istrítos, de senadores de la Capital Federal y de electores de segundo nalmente, las conclusiones retoman las principales cuestiones anali-
grado. A partir de ello. se hace referencia a la evolución de la activi- zadas en el libro y abren algunos tópicos posibles para continuar en
dad parlamentaria y de los colegios electorales sucesivos mediante la el futuro.
· descripción de representaciones y autorrepresentaciones que ofrecen
una imagen impresionista de los actores políticos analizados en el El libro es el resultado de una profunda reformulación de n1i tcs1s
contexto de !a demacrada ampliada. Luego son analizadas las posibi- doctoral.21 A lo largo de los años que duró el proceso de investiga-
lidades de hacer carrera en el interior de las organizaciones partida- ción y escritura. la deuda contraída es cuantiosa. Quiero agradecer,
rias, !as oportunidades ofrecidas por la lucha intrapartidaria para el en primer lugar. a mi directora, Moníque de Saint Martin, por haber
desarrollo de las trayectorias políticas individuales, y se trazan perfiles guiado una experiencia de investigación "transatlántica" y asumido
del personal político por cargos desempeñados. los esfuerzos extraordinarios que ello implica, y por su lúcida orienta-
Posteriormente se sintetizan algunas características de ese personal ción, su disponibilidad y su generosidad. También a quienes fueron
(edad, nacionalidad de tos padres) y atributos tales como nivel de es- miembros del jury de defensa, Pilar González Bemaldo, Míchcl
tudios u ocupaciones desempeñadas por estos actores con anteriori- Offerlé. Jacques Revel y Silvia Siga!, cuyos señalamientos fueron de
dad a íntegrar los e1encos estudiados, y se observa et modo en que gran valor para mí y han sido especialmente tenidos en cuenta en
esos recursos podían ser capitalizados políticamente. esta instancia.
También se hace referencia al repertorio de prácticas que estaban a La investigación fue realizada entre 1997 y 2004 en el marco íns ti-
disposición de los miembros del personal político, independiente" tucional de la Universidad Nacional de Mar del Plata, de la cual
mente del partido al que pertenecieran. Una vez ídentificados los es- formo parte como docente e investigadora. Agradezco especíalrnente
pacios de influencía. se analizan distintos modos de lograr "el control a la École des Hautes Études en Sciences Sociales -en particular, al
de 1a situación". Es explorada la utilización de la prensa periódica con Centro de Estudio de los Movínúentos Sociales (CE"l\15)- y a su enton-
fines políticos y, especialmente. el papel de aquellos intennediartos ces president.e.Jacques Revel. quien siem.pre colaboró dando <ioporte
que proveían información o distribuían bíenes y servicios a favor de académico a mi proyecto. La Maison des Sdences de l'Homme hizo
un partido. de una tendencia o de un miembro de las elites políticas. posible mi estadía en Francía en dos oportunidades. Maurice Ayrnard
32 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBUCA RADICAL

me ofreció su apoyo y su confianza, que fueron de un valor inestima- I. El personal político en la


ble. La Latin Axnerícan Studies Associatíon (lASA) financió mi asis-
tencia a un congreso internacional donde tuve la oportunidad de
democracia ampliada
discutir resultados parciales de la ínvestigación con colegas norteame-
ricanos.
También deseo expresar mi gratitud al personal del·Archivo Histó-
rico de la Provincia de Buenos Aires, del Archivo General" de la Na...
ción y del Ministere des Affalres Etrangeres de Paris. A Leonor 01-
sína, a los empleados de la biblioteca de la Legislatura de Córdoba,
de los fondos reservados de la Biblioteca Mayor de la Universidad Na- Parlamentarios y electores de presidente y vicepresidente
cional de Córdoba y de la Hemeroteca del Congreso Nacional. constituyen la vía de entrada elegida en este libro para e1 estudio dei
Los aportes de mís colegas fueron de gran valor. Gardenia Vidal me personal político de la república radical. Pese a cumplir funciones
perrnitió consulr.ar su fichero personal. y así fue posible abreviar el muy diferentes, ambos colectivos formaban parte del untverso de per-
tiempo de búsqueda de información referente a la provincia de Cór- sonas seleccionadas para ocupar cargos ínstitucionates luego de ha-
doba. Nicolás (..>uíroga me proporcionó gran ayuda en el momento ber competido en instancias electorales que los convertían en legíti-
de la infot-matiz.ación. El seminario dirigido por Luis Alberto Romero mos representantes de los habitantes de la nación y, en el caso de los
y Lilia Ana Bertoni, "Problemas de la historia argentina contemporá- senadores~ de los estados províncíales y la Capital Federal.
nea" (UBA), ofreció un marco de intercambio de ídeas sumamente Según los principios establrcidos por la Constitucíón Nacíonal, los
estimulante. Los comentarios de Paula Alonso, Joel Horowitz~ Darío representantes no tenían martdato imperativo. ¿Cómo actuaban en-
lv1acor y Mariano Plotkin a versiones parciales del trabajo enriquecie- tonces? Durante la república restrictivista el parlamento había sido
ron ios resultados finales. Los miembros del grupo de ínvestígación un escenario privilegiado donde se debatían los grandes problemas
uActores y poder en Argentinan del Centro de Estudios Históricos nacionales que afectaban a la sodedad transformada por efectos de
(CEHis-UNMdP), en especíal Valentina Ayrolo y Mariano Fabris, dis- la inmigración masiva y del espectacular crecimiento económico de
cutieron algunos capítulos e hicieron sugerencias muy interesantes. fin de siglo. Sus diputados y senadores ofrecieron respuestas a la
Silvia Romano y Claudia M6ller estimularon constantemente el tra- cuestión social: intentaron disminuir las posibilidades de conflicto
bajo a la distancia. Vicky Persello y Carlos Hud.son tomaron a su cargo entre el trabajo y el capital, orientaron el papel del estado para ar-
e1 engorroso trabajo de realizar revisiones completas del texto. gentinizar a las masas a través de dos ínstrumentos esenciales~ la es-
He dejado para e1 final mi agradecimiento a Luis Alberto Romero, cuela y el ejército, y buscaron el modo de incluir en el sístema polí-
por haberme invitado a participar en esta colección, por slis enrique- tico a los hijos de los inmígrantes.l De manera que, aun en un
cedoras sugerendas y por su enorme capacidad para alentar la forma- régimen presídencíalista como el argentino, ios parlamentarios deli-
cíón de historiadores a partir del desarrollo de la conñanza en el tra- neaban las soluciones ofrecidas a los princípales problemas de la po-
bajo personal, aun en tiempos íngratos. lítica nacíonaL
El libro está dedicado a mis incondicionales. En la misma época, los electores de segundo grado, cuya función se
restringía a elegir la fórmula presidencial en un solo día, en general
representaban la voluntad de los notables del régimen. Aunque tam-
poco ellos estaban sujetos a mandato imperativo, no tenían voz pro-
Conclusiones

¿Y córfw se jonna el crédito de un partido st no es


por la actuación de sus hombres en las
representaáones públicas?
Víctor Guillotl

La intervención del diputado radical por la Capital Federal


Víctor J. Guillot al explicítar la importancía de las acciones indivi-
duales para comprender la acción partidaria resume, en parte, la in~
tendón de este libro: examinar la complejidad del espacio político
durante el' período que una y otra vez ha sido llamado república ra-
dical, a partir de algunas de las trayectoria<.; de quienes la hícieron
posible.
El momento era singular y estaba signado por el carnbio de las re-
gias de la co1npetencia electoral introducídas por la ley de 1912 que,
en cuanto a variaciones fundamentales se refiere, había ampliado las
dimensiones del electorado al imponer la obligatoriedad del sufragio
y había permitido la representación de las minorías mediante el lla-
mado sistema de lista incompleta. Ello posibilitó la llegada del radica-
lismo a1 gobiemo de la república, un partido sostenido por una ex-
tendida organización nacional que íncluía un sinnúmero de figuras
políticas que, más temprano o más tarde, se alinearon en tendencias
o se fraccionaron por razones intemas, entre las cuales cobraba rele-
vancía el posicionamiento con respecto al líder. Hipólíto Yrigoyen.
Frente ai radicalismo en ascenso. las fuerzas conservadoras se parape~
taron en algunas provincias, donde lograron controlar el poder alter~
258 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA R.t\.DICAL CONCLUSIONES 259

nando con el radicalismo, y también en el Congreso, sin conseguir fu- partido solían ser benefidados con una candidatura al poco tiempo
síonarse en un partido nacional. de ingresar. Otro rasgo general era que, entre los diputados~ se en-
En ese contexto. e1 perfil del personal político del período 1916- contraba la mayor concentración de profesionales universitarios. Del
1930 fue variando. Las trayectorias de parlamentarios y electores na- conjunto de señalamientos se infiere que el perfil político de los di-
cionales de los partidos n1ayoritanos procedentes de las_ provincias de putados y los senadores no difería sustancialmente.
Córdoba y Buenos Aires constituyeron un buen punto de míra para La gran diferencia en el personal político analizado se presentaba
comprenderlo. A pnori se podía haber afinnado que los .parlamenta- entre los parlamentarios y los electores. un elenco reclutado más a!
rios. por sus posicíones de superioridad dentro de la jerarquía política ras del suelo. entre hombres de segundas o terceras líneas partidarias
y sus funciones legislativas, eran elencos de elite. A través del reco- si se los observa desde una perspectiva nacional. Sin embargo. su ac-
rrido efe,ctuado, se demostró por qué y cómo alcanzaron esa condi- tividad política era fundamen'tal en los espacios regionales, secciona-
ción. U na senaduría era el corolario de una larga y probada trayecto- les o locales. a los cuaJes ésta se mantuvo circunscripta. Allí donde se
ria interna. Si bien eran representantes de los estados províncíales, desempeñaban no pasaban inadvertidos y también ellos solían formar
todos los senadores habían realizado -y realizaban- una acción febril parte de las elites políticas. En buena medida. eran hijos de ínmigran-
dentro del partido en el que se nutría su capital político. Su proyec- tes. El cuerpo de electores tenía un menor nivel de instrucción que
ción pública y, su ínfluencia polín ca eran nacionales. Se destacaban los parlamentarios -aunque,,siempre superaba los porcentajes de la
como hábiles negociadores entre fuerzas provinciales, una capacidad población total- y sus integrantes eran reclutados de un espectro so--
particularmente visible en el caso de los 'demócratas y los conservado-- cial amplio. si bien ninguno de ellos pertenecía a los sectores más ba-
res. Los senadores radicales, que estaban enrolados siempre en al- jos de la escala socio-ocupacional.
guna tendencia 1ntema. trataban de ínterceder buscando solucíones Como se ve, los partidos no investían a indivíduos con las mismas
de conjunto. Todos se dedicaban a la actividad política full time, eran características para ocupar los distintos cargos: tendían a reservar las
hijos de argentinos y, en su mayoría, contaban con formación univer- senadurias para quienes tenían mayor influencia y experiencia en el
sitana. Eran. además. propietarios rurales. La herencia política solía interior de los partidos~ asegurar las diputaciones para quienes hubie-
ser un factor de gravitación en sus carreras. pero no era imprescíndi- ran participado en los órganos centrales del partido y tuvieran alguna
ble. En cambío, sí lo era que supieran diríg¡r, negociar, nuclear ten- experiencia en las capitales provinciales. y llevar como electores a
dencías. Este rasgo era fundamental entre los senadores que fueron quienes cumplieran tareas políticas en sus jurisdicciones y distritos,
dingentes de primer nivel dentro de sus respectivos partidos. de modo de asegurar la permanencia y, eventualmente. la expansión
Los diputados compartían varias de las condiciones señaladas. Esta- del aparato partidario. Pero en todos los casos mediaba una afilia-
ban más sujetos que los anteriores a los avatares internos de1 partido ción: ninguno de estos políticos ocupó cargos en calidad de extrapar-
al que pertenecían, avatares que ellos mismos producían y traducían tidario.
en fraccionamientos. Presentaban una gran diversidad. pese a lo cual Dentro de cada uno de los partidos mayoritarios -la UCR. el PD de
se pudieron rescatar características comunes. Una de ellas era que to- la provincia de Córdoba y el Partido Conservador de la provincia de
dos habían participado en los organismos de conducción partidaria y, Buenos Aires-, los dirigentes trazaban sus trayectorias combinando
aun quienes provenían del interior de su provincia. habían desempe- sus posibilidades y ambíciones. Y el modo de inserción fue distinto a
ñado cargos en los órganos centrales del partido cuyas sedes estaban medida que pasaba ~1 tiempo. En el transcurso de los años analizados
en las capitales provinciales. Esto ímplicaba la realización de un cur~ se registró una transformación general del personal político. La ten-
sus honorum. salvo en el caso de quienes por aportar redes -y votos- al dencía al recambío se puso en evidencía en los elencos parlamenta-
260 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL CONCLUSIONES 261

ríos, cuando algunos notables que habían fotjado su trayectoria posición en una línea in terna para sos tener las ídeas del grupo al que
desde fines del siglo XIX iban dejando espacio a los hombres de par- pertenecían o para defender sus íntereses cuando la conducción de
tido. El clima político del Centenario había inspirado a los reformis- turno los colocaba en una situación adversa. El fracc1onamien to y
tas a producir cambíos que~ una vez que se concretaban. los llevaban aun la faccionalización, prácticas corrientes en el íntérior de !os par~
a transformarse. Se avanzaba cada vez más en la consolidación de los tidos del período~ solían ser negativos para el conjunto si las desinte~
partidos. Los notables. formados en la escuela política del siglo XIX. ligencías se profundizaban al punto de presentar listas separada.<; en
eran testigos de su propia muerte anunciada -en tanto figuras políti- elecc1ones abiertas. Pero organizar una facción opositora -incluso so-
cas-. salvo que se adaptaran a las nuevas reglas del juego. Por eso en portando la expulsión-.. tener presencia en el partido y en la opíníón
algunos casos asumieron funciones de gobierno pensando que po- pública solían posicionar ventajosamente a los políticos en la interna,
drían representar a las mayorías en pos de la premisa del bien co- darles mayor visibilidad y hasta un lugar de fortaleza para negociar
mún, y pronto comprendieron la necesidad de organizarse en parti- posiciones de poder en disputa con ios adversarios del propio par-
dos para ganar elecciones y se convirtieron. ellos mismos, en tido. Además, la competencia interna proporcionaba a ios candida-
hombres de partido. Pero no en cualquíer hombre de partido: su ba- tos el suficiente entrenamiento para que, una vez ínstaiados en car-
gaje político y su experiencia les permitían ínserta.rse en las organiza- gos de gobierno. enfrentaran a los opositores con conocímíento del
ciones desde arriba", por lo general, como fundadores, organízado-
04
oficio. Un oficio que, como se observó en el caso del parlamento, po...
res o transmisores de la experiencia de negociación previamente día llegar hasta la defintcíón de la propia identidad partidaria o a ia
adquírida. Se distinguían bien de aquellos que. no obstante compar- defensa férrea de las posiciones de poder ocupadas, pero que solía
tir bancas parlamentarias, hacían carrera dentro de los partidos pel- no ser suficiente para garantizar el ~jercicio eficiente de la función
daño a peldaño, y frecuentemente eran de origen más plebeyo y más Legislativa.
jóvenes. En especial estos últimos dependían de la fuerza de 1a orga- La UCR, que se consolidó como partido dominante al ganar tres
nización para imponerse, por 1o que realizaban una carrera partida- veces consecutivas las elecciones presidenciales, constituyó un espacio
ria, un cursus honorum que implicaba partidpar en los órganos de con- promisório para forjar una trayectoria. La organizaciqn nacional del
ducción internos, luchar frente a sus pares por ocupar ciertas radicalismo resultó un ínstrumento útil para ganar elecciones. Lejos
posícíones, invertir esfuerzos y compax:tir o rechazar programas o había quedado el objetivo de terminar con "la máquina electoral"
ideas a falta de una ídeología común. Todos coexístian en institucio- planteado por algunos reformistas. Por el contrario, a la 1náquina del
nes que evolucionaban privilegiando la especialización en la actividad régímen oligárquico se la vendó con más máquina, ya que el radica~
política y se distribuían en los partidos mayoritarios. Y el parlamento lismo tendió su vasta red de comités en todo el país para movilizar a
era el escenario principal de esa "coexistencia en evolución" del per-- la población allí donde actuaba. Debido a ello ofrecía múltiples posi-
sonal político bilidades de inserción a los militantes que quísíeran hacer carrera en
El eje partidario permite reconocer algunas diferencias entre los su seno. Los comités y convenciones de distintos niveles, desde donde
dirigentes. La permanencia de un individuo en una fuerza política los políticos podían actuar, les permitían participar en la conducción
era uno de los factores que contribuía a impulsar una trayectoria ha- de alguna ínstancia interna que, eventualmente y 1nediando una
cia los cargos más altos. Con todo. los políticos solían trasvasar su le- combinación de circunstancias y voluntad, podía traducirse en la ob~
altad y la de sus seguídores de un partido a otro. Fue notorio e1 des- tendón de algún lugar de poder. La necesídad de real.izar una carrera
plazamiento de núcleos dirigentes hacía el radicalismo a partir- de en el interior del partido para alcanzar cargos efectivos de gob1erno
1912 y hasta 1916. Una vez en el partido, era frecuente que tomaran se profundizó con el tiempo. Al comienzo del periodo analizado fue-
262 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL CONCLUSIONES 263

ron sobre tocio los fundadores quienes ocuparon los cargos parla- que estaba en disputa entre ambos grupos era sí la provínda sería
mentarios, muchos de los cuales en 1916 exhibían una trayectoria só- gobernada por bonaerenses o por dirigentes más cercanos al círculo
lida dentro del radicalismo sin que esto supusiera un ascenso paula~ presidencial. Pero a mediados de la década de 1920, los fracciona-
tino en su interior. En su pasado radical pesaban la experienda mientos entre los dirigentes de los elencos analizados habían catali·
fundacional, la oposición al régimen oligárquico, la participación en zado, grosso modo, por la posíción asumida ante el estilo personalista
las revolucíones cívicas de 1890, 1893 y 1905, la resistencia en la abs~ de Yrigoyen.
tención, todo lo cual les valía el reconocimiento de los pares. Pero Frente a un radicalismo en crecimiento. las fuerzas conservadoras
esto ocurría en 1a provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, resultaron menos atractivas que sus principales opositores para ·quie-
donde el partido había nacido. En otros distritos. como Córdoba, nes estuvíeron dispuestos a competir políticamente. En buena me-
donde la UCR ganó presencia efectiva después de 1905. había necesi- dida esto podría ser observado como el resultado de la falta de ínte-
dad de incorporar individuos. Fue sobre todo en estos distritos donde gración de· un partido político nacional. En Córdoba, donde el PD
se registró el anibo de dirigentes que, ya en forma individual~ ya logró controlar los destinos de la provincia entre 1919 y 1928 -en al-
arrastrando un caudal de adherentes o con1o íntegrantes de partidos gunas ocasiones por méritos propios, en otras por demérito del radi-
regionales o departarnentales. trasvasaban sus lealtades a esta fuerza calismo que acudió dividido a elecciones de gobernador-, en lo que
política en ascenso. Estos neorradicales tuvieron la posibilidad de al- se refiere estrictamente a los elencos analizados, el partido consolidó
canzar pronto~ y con relativa facilidad~ cargos de gobierno como los a las figuras y a los grupos que se fusionaron en 1913. la situación del
apuntados. Pero la coyuntura que daba "ganandas de fundador" fue conservadurismo bonaerense fue más dificil aún: apartados de los es-
irrepetible. A medida que el radicalismo se consolidó como partido pacios de poder desde 1917, les resultó imposible volver a imponerse
de gobíerno en el país a partir de 1916, en la provincia de Buenos Ai- en la provincia. Pese al éxito que pudieran tener en algunas comu-
res después de la intervención federal de 1917 y aun en Córdoba nas, la carencia de un partido nacional constituyó un techo para las
-pese a que ias gobernaciones radicales sólo se dieron preanun.. carreras políticas internas.
dando o coincidiendo con los dos triunfos de Hipólito Yrigoyen-, se Demócratas y conservadores se planteaban estrictamente como
acentuaba la necesídad de realizar mayores inversiones en el partido. miembros de partidos. no de movimientos. En Córdoba, el PD conti-
La filigrana de la organización radical ofreció abundantes oportuni- nuó nudeando a sus dirigentes· entre las elites; su fraccionamiento de
dades para hacer carrera ínterna. mediados de la década de 1920 se debió a razones de apertura ideo-
El radicalismo, concebído como un movímíento político. resultó lógíca más que a clivajes sociales. No ocurrió lo mismo en la provincia
alra:ctivo para una pluralidad de figuras que pronto se alinearon en de Buenos Aires. Antes de verse obligados a abandonar el poder en
distintas tendencias y fracciones. Además de las que se dieron entre 1917, los conservadores también se vieron afectados por la disputa
rojos y azules, y las que se fueron acentuando hasta desembocar en entre metropolitanos y provincialistas, y entre principistas, partidarios ·
el gran cisma de l 924, en las províncías y en las localidades había de la re.. orma. y ugartistas. La derrota electoral operó sobre ellos
muchos radicalismos que, no obstante, se alineaban a partir de cliva- acentuando los enfrentamientos y la faccionalización política. que co-
jes que definían tendencias. En Córdoba. esos alineamientos se die- bró toda su magnitud en !os años treinta. En !os veinte se enfrentaron
ron más que nada en torno a la pertenencia a los sectores de elite o los sectores de elites y los populares. nucleados respectivamente en
sectores populares desde los años de la ampliación democrática. En tomo a las figuras de Rodolfo Moreno y Alberto Barceló. Este último
Buenos Aires. en cambio. las diferencias entre metropolitanos y pro- organízó su Partido Provincial y no volvió a fusionarse con el tronco
vincialistas se hicieron claras a partir de la intervención de 1917. Lo conservador hasta fines d~Ja década.
CONCLUSIONES 265
264 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL
vinculada a ia capital, no se diversificaba socialmente y continuaba re-
El radicalismo crecíó. a pesar de sus divisiones internas -y tal vez clutando prioritariamente a los graduados de la catTera más tradici~r
por ellas-. ofreciendo posibilidades de inserción a sectores sociales na1: Derecho.
diversos. Fue atractivo para los hijos de inmigrantes, que actuaron en
!os órdenes locales o regionales. En Córdoba .. especialmente. la pro- Ahora bien. las diferencías en la composición del personal político ra~
cedencia de los dirigentes puso de manifiesto la expansión de la UCR dical y de tendencia conservadora se diluían en lo que al repertorio
desde la capital de la província hasta zonas como la pampa agrícola de prácticas políticas empleadas se refiere. ¿Por qué habrian de carn~
províncial, que nutrió al partido de políticos que encontraron inser~ biarse aquellas prácticas que habían manifestado su probada efectíVI"
ción entre los parlamentarios y, sobre todo, en los cuadros inferiores dad una vez que la competencia se había incrementado por efectos
de aquél. A diferencía de ello, los miembros de los elencos naciona- de la obligatoriedad del sufragío?
les del PD continuaron estrechamente vinculados a la capital provin- La prensa periódica cumplía un rol especial en la constnlcdón de
cial. Esa tendencia a la concentración en la ciudad de Córdoba como las trayectorias políticas, y todos los dirigentes y los partidos -o las ten-
lugar de procedencia privilegíado de los dirigentes con representa- dencias internas de éstos-la utilizaban en alguna instancia para ínci-
ción nacional se acentuó entre 1916 y 1928. dir en el electorado y, más ampliamente. en la población. Los medios
En la provincia de Buenos Aires la diferencia del reclutamiento te- nacionales, aun aquellos que -como La Nación- se representaban por
rritorial por partidos no fue tan nítida. Las autoridades radicales y encima de los avatares de las prácticas políticas, favorecían a unos so-
conservadoras se organízaban respetando la divisíón por secciones bre otros y hasta les ofrecían espacios para difundir sus ideas. La
electorales, constituidas por cantidades semejantes de población. De prensa provincial se manifestaba, lógicamente, más comprometida
esa agregación de jurisdicciones se elegían delegados para integrar con la política y los políticos de los distritos a ios que llegaba la tirada
ios organismos provinciales en esca1as también semejantes. y de ellos del periódico. Pero si en algún espado los políti e os procuraban in-
resultaban las candidaturas de los parlamentarios y las listas de electo- fluir sobre sus votantes en forma casi directa era en el municipio y lo
res. con lo cual la procedencia de los dirigentes era más equilibrada hacían a través de la prensa local, muchas veces también partidaria o
terrttorialmente que en Córdoba. con una leve inclinación favorable facciosa, con el propósito de elevar o denostar a ciertas figuras ape~
para la tercera sección electoral, donde se encontraban La Plata y dis- landa al reconocimiento entre vecinos.
tritos como Avellaneda. En la Argentina radical de comienzos del siglo XX. los intermedia~
La ampliación del área de reclutamiento y la diversificación social rios políticos cobraban especial valor. Por un lado, para mantener al
de la UCR tuvo su correlato en la presencia de indivíduos pertene- tanto de lo ocurrido en el medio político loca1 a los miembros de las
dentes a sectores socio-ocupacional es diversos. sobre todo entre los cúpulas partidarias, que, debido al cumplirníento de sus funcwnes, es-
electores, sin llegar nunca a contar con la presencia de los níveles taban alejados de sus lugares geográficos de procedencía. Los infor-
más bajos de la escala social. Políticos, profesionales liberales y pro- mantes leales se encargaban de que las figuras de primera línea tuvíe-
pietarios rurales fueron los grupos más representados, en ese orden. .:ran conocimiento de las ínternas de! partido, de las versiones que
En cuanto a los segundos, en las carrenci hniversitarias de los políti- círculaban en tomo a 1a ocupación de futuras candidaturas o del
cos radicales se observa la presencia de menos abogados y más médi~ juego político de los opositores y de los adversarios del propio partido.
cos que entre Jos partidos opositores de las dos províncías. Por otro, los Intermediarios resultaban fundamentales corno eslabón
El radicalismo en expansíón atrajo a jóvenes y se fue remozando que unía a los dirigentes de primera o segunda línea con las bases en
con el tiempo. Esto fue particularmente notable en Córdoba, frente a la cadena de poder. Estos dirigentes solían ser caudillos políticos -que
una dirigencia demócrata quey a la par que envejecía. ·permanecía
266 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL CONCLUSIONES 267,

en palabras de un publicista de la época, evolucionaban a pesar de sí Pero no eran sólo los lazos primarios los que contribuían a nutrir ei
mismos al adaptarse a los tiempos que corrían-. figuras reconocidas capital político de parlamentarios y electores por fuera del ámbíto es-
por su trabajo político o bíen personas que, por su ocupación, estable- trictamente partidario. La participación en redes de sociabilidad an-
dan numerosos y fluidos contactos con fa gente del lugar. Unos y otros tes o durante el ejercicio del cargo y la experiencia adquirida en ellas
aseguraban la presencia del partido en los municipios o en los espa- cuando los políticos las conducían les proporcíonaban a éstos conocí~
cios rurales. Al pem1anecer en sus lugares de origen, en contacto con míentos de orden práctico. el reconocimiento de otros afiliados y,
las bases, lograban mantener el arraígo de los dirigentes que se encon- eventualmente. el apoyo político necesario para impulsar o sostener
traban alejados de ellas. El vínculo directo establecido con la pobla- sus trayectorias. En algunos casos. la pertenencia allaicado católico
ción, a través de relaciones cara a cara. les pernútía aparecer frente a en formación o al sistema militar y a las FF.AA. generaban no sólo
1os superiores en la jerarquía partidaria corno quienes controlaban la apoyo de sus pares síno. además. dobles lealtades, partidarias y corpo-
siruación local, y ante la gente como los representantes de una estruc- rativas. entre quienes se desempeñaban en ambos espacios. Esas leal-
tura partidaria de la que derivaba cierto poder. Por los servicios pres-- tades suprapartidarias. que atravesaban a ambos partidos mayorita-
tados, infom1antes e intermediarios recibían beneficíos que podían rios, llevó a que -aun cuando !a identidad política fuera fuerte- los
ser tanto materiales -un trab~o para sí o sus familiares- como sini.bó- individuos fueran permeables a favorecer los intereses corporativos a
licos. Un beneficio simbólico era el nombramiento coq1o elector. un la hora de tomar decisiones.
cargo que, no obstante ser efin1ero, colocaba a quien lo detentaba en
un lugar de reconocímíento y reforzaba su visibilidad en la sociedad ¿Qué fue de estos elencos políticos con posterioridad a1 período ana-
donde actuaba. A través de esas figuras se observa también que el mu- lizado? No es posible dar respuestas acabadas, pero sí señalar algunas
nicipio era confinnado como el ámbito donde las transacciones políti- pistas plausibles de ser seguidas en tratamientos futuros. Además del
cas se consolidaban en tomo a vínculos personales y al empleo de reemplazo biológico, la inestabilidad política argentina fue clave en
prácticas de uso corríente. tales corno el control del mercado de tra~ la ínterrupción de las carreras. El golpe del 6 de septiembre de 1930
bajo privado o estatal. la retención de libretas o el recurso extremo de fue especialmente traumático para los parlamentarios radicales: el
la violencia. 80% de los bonaerenses y el 75% de los cordobeses no volvieron a
También las familía.s. los amigos u otras redes de sociabilidad en las desempeñar cargos efectivos de gobierno de ese tipo después de
que se desenvolvían los individuos contribuían a nutrir las carreras ín- 1930, aunque. de hecho, el retiro de esas posídones de poder no im-
dividuales. Los vínculos familiares o amicales y la politizacíón de las plicara necesariamente up.,~_,,alejamiento de la política. Esto resulta
experiendas: d~~~~,~Íabilidad derivadas de ellos aportaban a la cons~·c muy curioso para un partid~ que permaneció tan sólo seís años fuera
trucción de una carrera: la herencia política. e1 aprendizaje de cunan
14
del juego electoral y merecería una exploración más profunda sobre
de los modos de hacer política o las ~buenas" alianzas matrimoniales ese otro período. Las trayectorias de los parlamentarios de tendencia
solían .favorecer la consolidación de una trayectoria. sobre todo entre conservadora, favorecidos por los gobiernos ínstaurados a partir de
·las integrantes de las elites. Y era ínvalorable la acción directa en po- 1930. manifestaron nn recambio más paulatino. El 32% de los conser-
lítica de las familias cuando permítía que uno o más de sus miembros vadores de la provincia de Buenos Aires concluyó su carrera antes de
pudieran acceder a espacios de poder~ para lo cual utilizaban meca- 1930 y el44% antes de 1943. En Córdoba~ de los representantes del
nísrnos que iban desde la distribución de los integrantes de la paren- envejecido PD, e153% finalizó su trayectoria antes de 1930 y el 36%
tela en distintos partidos hasta la puesta en ejecución de algunas de antes de 1943. En el caso de los electores. la tendencía general seña-
!as prácticas que se rnencionaron precedentemente. lada para cada uno de los partidos se repitió. Y para la mayoría de es-
268 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL CONCLUSIONES 2 6g

tas figuras, el desempeño en cargos políticos provinciales constituyó Está claro que los parlamentarios estaban fuerten1ente especializa-
un horizonte. a la vez que un final de carrera. dos en política y usufructuaban de sus holgadas dietas presupuesta-
Otra cuestión se refiere a la reínserción del personal político en la rias. El 77% vivía de la política, de la administración estatal o de ia
activídad privada una vez que sus miembros se alejaban voluntaria o mag¡stratura ya antes de ocupar el cargo por el que fue seleccio-
forzosamente del gobierno. Al respecto es remarcable, en primer lu- nado. Se habían desempeñado en el orden municipal, provincial o
gar, el atractivo de la propiedad rural tanto para quienes con anterio- nacíonai, o en puestos de la administración pública al menos du-
ridad al ejercícío de la función parlamentaria habían sido empresa- rante cinco años consecutivos o diez años alternados. Solían haber
rios rurales como para aquellos que. aparentemente sin experiencia pasado por distintos cargos y, aunque no. fue den1asiado frecuente,
previa. se volcaron a ella con posterioridad al ejercícío de sus cargos. con posterioridad a haber accedido a una banca nacional podían
Es probable que a estos últimos ei ejercicio profesíonal de la política volver al ámbito provincial o locaL La permanenCla en el estado les
les haya permitido acumular el capital necesario para adquirir esta- daba la posibilidad de capitalizar los conocimientos obtenidos, a la
blecimientos de campo. En cualquíer caso, lo cierto es que 1a adquisi- vez que consenrar una fuente de ingresos. Es decir. vivían de la polí-
ción de tierras constituía una meta para los ínversionistas argentinos, tica. Pero, ¿VIvían para la política? Podían dedicarse por completo o
políticos o no, y que un análisis que partiera del índicio señalado no a la actividad y nada les impedía que, en simult<íneo. desempeña-
pondría a prueba la vieja hipótesis que interpreta a la política como ran otras ocupaciones o tuvieran rentas. También podían salir del
un atajo en el camino de la movilidad social ascendente. El segundo campo político por un tiempo. sín abandonarlo. En cuanto al de-
señalamiento es que, una vez que dejaban sus bancas parlamentarias, sempeño de la función parlamentana en térnnnos de presencia,
algunos de los individuos solían incorporarse a organizaciones econó- cumplimiento de la carga horaria y dedicación a la tarea legislativa,
micas o financieras en posícíones ventajosas. Esto ha sido observado los testimonios de fa prensa o de diplomáticos extranjeros contem-
sobre todo entre miembros de los elencos conservadores pertene~ poráneos muestran a las claras cierta negligencia en e1 ejercicio del
cien tes a los estratos socioeconómícos más elevados y es un indicio in- cargo, sin tener en cuenta la inacción legislativa que tifló todo el pe-
teresante para quien desee profundizar las relaciones entre poder po- ríodo y se agravó en 1930 cuando el parlamento no leg1sló.
lítico y empresaria1.2 Con respecto a los electores~ dado lo efimero de su paso por los cuer-
pos constitucionales y el hecho de que su desempeño constituía prác-
Finalmente, ¿qué tan profesíonalizados estaban estos elencos? La clásica ticamente un reconocinuento que, en tanto tal, era de carácter sirnbó-
definición weberiana que enfrenta a los políticos profesionales y a los licol debían desempeñar otra ocupación. En ocasiones, eran actividades
vocacionales -un valiosísimo disparador para comenzar a pensar qué políticas provinciales o locales. La mayoría de las veces, sín embargo.
era ser miembro de tos elencos políticos en la Argentina de los años eran ocupaciones privadas. En este sentido, en con1paración con los
1916 a 1930- mostró 1as limítacíones de los tipos ideales al ser ubicados parlamentarios, vivían más para la política que de ella; de hecho, no se
en situaciones históricas concretas. El personal político de la república encontró evidencia d.e que hubieran percibido remuneración alguna
radical constituía un uníverso de fronteras laxas, diffciles de señalar en por su condición de miembros activos de los partidos políticos. Inde-
virtud de que tanto se podía permanecer en la actividad política como pendientemente de ello~ sus contactos y sus gestiones solian abrirles
abandonarla. Una persona que durante un tiempo dejaba de tener visi- posibilidades de ocupar, en algún momento, un cargo de gobíen1o
bilidad pública no dejaba, necesariamente, de ser un político. Quienes provincial o municipal, o puestos en la administración pública.
vívían de la política tampoco constituían un grupo completamente defi- Otra posibilidad para observar la especialización de los políticos
nido debido a !a periodicidad del ejercício de la función pública. del período es comparar sus condiciones con las de otros grupos pro-
2 70 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL

fesionales.3 En estos últirnos se considera fundamental la adquísición


de un diploma que valide el ejercicio de la profesión. Hacer política
Anexo
durante la república radical no suponía una formación estrícta ni la Elencos políticos por provincias,
existencia de un diploma que consagrara "he aquí un político", Es cargos y partidos
cierto que la formación en derecho contribuía a ello~ pero no era su-
ficiente. La aprobación del diploma que se otorgaba a los parlamen-
tarios o a los electores y se ponía a consideración de los pares para
pertnítir sus incorporaciones a los cuerpos constitucionales respecti-
vos validaba el ejercicio de la representación. pero no era garantía de Elencos políticos de la provincia de Córdoba
una formación sistemática específica previa. El manejo de la cosa pú-
blica se adquiría empíricamente.
Tampoco la carrera política suponía! como en otras profesiones, Senadores, diputados y electores nacionales de los partidos mayori-
un mismo recorrido antes de ejercer la actividad en forma remune- tarios, 1916-1930
rada. Si alguna característica es ia que define mejor a los elencos se-
leccionados es la diversidad en las trayectorias previas al momento de Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año Año
ocupar los cargos analizados. Diversidad de perñles políticos y soda- imClO fin inicio 2 fin 2
les; de tendencias desde las que actuaban en los partidos mayorita- Aw Senadores
rios; de zonas de influencia, de recursos y de prácticas políticas. Diver7 Funes, Augusto M. S ·~~; PD
PD
1925
1919
1930
1928
sidad de contactos, de fuentes complementanas de poder. No es Llanos, Pedro S

extraña tal diversidad al hablar de un conjunto complejo de personas Posse, Justiniano S PD 1910 1919
que eran una y muchas cosas al mismo uempo. se desplazaban, ocu- Seria, Benito S UCR 1928 1930
paban n1últiples posic10nes. carnbiaban de opinión y de situación. En
cambio, lo que sí compartían los políticos con otros profesíonales era B- Diputado y senador
ei hecho de que, una vez que llegaban a tener visibilidad como un co- Roca, Julio A. d PD 1904 1916
lectivo construído en el tiempo, que habían adquírido un conoci- S 1916 1925
miento empírico, una "técnica" en virtud de la cual controlaban la ac- d 1926 1930
tividad, dominaban un campo de poder no exento de luchas C. Diputados
internas. en constante cambio y abierto a nuevas incorporaciones. Agmrre Cámara, José A d PD 1930 1930
Anquín, lreneo de d UCR 1916 1920
Argüello Lencinas, Rosario d UCR 1928 1930
Astrada, Carlos Alfredo d PD 1928 1930
Astrada, Manuelj. d PO 1920 1924
Barco,Jerómmo del d PD 1916 1920
Bas, Arturo M. d UCR 1920 1924
BQrda, Julio C. d UCR 1915 1918 1928 1930
Caferaua,juan F. d PD 1912 - -1920
1916 1928
-~~-------
27'2 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL
ANEXO 273
Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año Año Apellido y nombres
·-·
Cargo Partido Año Año Año Año
ínicio fin inicio 2 fin 2 mido fin - imcio 2 fin 2
Cárcano, Ramón J. d PD 1920 1925 D· Diputados y electores
Carranza, Wences1ao C. d UCR 1916 1920 Cárcano, Miguel A. e PD 1922
Ceballos, Mariano P. d PD 1919 1924 1924 1928 d 1930 1930
Centeno, Díonisio d PD 1924 1928 Duff¡ (o Duffi) t Eduardo N. e UCR 1916
Costa Méndez, Nicanor d PD 1930 1930 d 1916 1918 1922 1926 1

Dussaut, Rubén d PD 1920 1924 Gallardo, Alejandro e UCR 1922


Femández, Damián d PD 1928 1930 cf 1928 1930
Femández, Daniel d UCR 1920 1924 Noble, Andrés]. e UCR 1922
Garzón, Félix T. d PD 1914 1918 d 1930 1930
Gigena, Alejandro M. d PD 1926 1930 Salas Oroño, Nicasio d UCR 1914 1918
Gil, Martín d PD 1926 1930 e 1928
Gómez Palmés, Osear d PD 1~2~' 1930 Villarroel. Agustinj. e UCR 1916
González, Elpidio d UCR 19l6 . 1920 d 1918 1920
lturraspe Cabot, Federico d PD 1924 1928 Zarazaga, Marcial e PD 1922
Loustau Bidau, Pedro d UCR 1922 1926 1928 1930 d 1930 1930
Maidana, Juiián d PD 1916 1920 1920 1924 ...........
Martínez, Ennque d UCR 1918 1922 E- Electores
Martínez,Jo. Heribeno d PD 1920 1922 1922 1930 Almada, Guillermo e UCR 1928
Martínez,José María d UCR 1918 1922 1922 1926 Alonso, Francísco e UCR 1928
Martínez, Raúl V. d UCR 1928 1930 Arana, Genaro e UCR 1922
Moreno, Pedro Antonio d UCR 1922 1926 Argañaraz, Pablo e PO 1922
Núñez, Rafael d PD 1918 1922 Argüello, Alejandro e PD 1922
Peña, Manuel d PD 1920 1922 1924 1928 Anas, Gabriei e UCR 1928
Piqué,José Maria d UCR 1928 1930 Barrionuevo, Rufino e PD 1916
Porra, Víctor M. d UCR 1928 1930 Basso,José e PD 1922
Quinteros, Eduardo F. d UCR 1920 1924 Bazan, Fidel e PO 1928
Rodriguez, Carlos J. d UCR 1916 1922 1926 19.30 Berrotanin, Marcelino e UCR 1916
Rothe, Guíllermo d PO 1912 1916 1920 1924 Bertello, Carlos e UCR 1928
Rueda. Pablo d PD 1924 1928 Bértolo, Natalio A. e UCR 1928
Vaca Narvaja,Jesús d UCR 1916 1920 Bodereau, Enrique e UCR 1922
Zalazar, José Maria d UCR 1916 1920 Boero, Augusto e UCR 1916 1922
Bustamante, Dermidio e UCR 1916
Cáceres, LUis B. e UCR 1928
Carranza, Cirilo e PO-
1922
274 LOS POLÍTIC OS EN LA REPÚBLI CA RADICAL ANEXO 275

·- Cargo Partido Año Año Año Año Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año Año
Apellido y nombres
ímc10 fin inicio 2 fin 2 inicio fin inícío 2 fin 2
e UCR 1922 Palmero, Alfredo e UCR 1928
Carranza, Eugenio
Carranza, Manuel l. e PD 1922 Patri,José Camilo e UCR 1916
e UCR 1922 Peralta, Cipriano e UCR 1916
Carnzo, Luis
Castellano s, Evc.risto e UCR 1916 1928 Ponce, Miguel G. e UCR 1916
Castellano s, Nicolás e PD 1916 Rivas, Alejandro e UCR 1922
e UCR 1922 Rodríguez , Daniel S. e UCR 1922
Córdoba, Lucas V.
UCR 1922 Rodn·guez , José W. e ¡,, UCR 1928
Costa, Juan e
Crespo, Natal e PD 1922 Ruiz Palacios, David e UCR 1922
Domec, Luis M. e UCR 1928 Sab?tcini, Arnadeo e UCR 1922
Echegaray, José Maria e UCR 1928 Seco, Frandsco e UCR 1916
e PD 1916 Sarta, Ramón A. e UCR 1922
Echegoyen, José
Fraire, Oreste e UCR 1928 Soumerou . Augusto S. e UCR 1916
Gauna, Enrique e UCR 1922 Torres Altamíra, José e UCR 1916
UCR 1928 Torres~ Bernardo e UCR 1922
Igoillo, Fernando F. e
e UCR 1922' Torres, Wilfrido S. e UCR 1922
lroz,Juan
Konekam p, Eugenío C. e UCR 1928 Vallejos. Antonio e UCR 1928
e PD 1916 Vélez, Luis e UCR 1928
Lastra, Enrique de la
López, Manuel M. e PD 1916 , Villaba, Julio F. e UCR 1922
López, Pablo C. e UCR 1916 Zampteri, Agustín e UCR 1928
e UCR 1916 Zubiri, Ezequiel e UCR 1928
Loza, Enrique
Ludueña, José R. e PD 1916
Luján, Franc1sco e UCR 1922
Luna,Jua n P. e PD 1922 Elencos políticos de la provincia de Buenos Aires
Mal donado, Jo rcián e UCR 1916
Marre ro, José e UCR 1928 Senadores , diputados y electores nacionale s de los partidos mayoritan os, 191&.1930
Marúnez Chávez.., LU!.s e PO 1916
Martínez, Pablo e UCR 1922 Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año Año
Miéres,Jo se F. e UCR 1928 ÍnÍCIO fin inicio2 fin 2
Melina, Antonino S. e UCR 1916 A- Senadore s
e UCR 1928 Del Valle, Delfor S UCR 1922 1930
Momeneg ro, Lisandro
e UCR 1922 Garcia, LuiS S Cons. 1914 1922
Moyano, BenJamÍn
Navarro, Tadeo S. e UCR 1916 lrigoyen. Ignacio D S Cons. 1910 1919
UCR 1928 Torello, Pablo S UCR 1928 1930
Otero Caballero . Enrique e
Pala~los,Jestis M. e UCR 1916 -··-.. --. -~·-··----
276 LOS POLÍTI COS EN LA REPÚB LICA RADIC AL ANEXO 277
...
Apellid o y nombre s Cargo Partido Año Año Año Año Apellid o y nombre s Cargo Partido Año Año Año Afio
início fin inicio 2 fin 2 iniCIO fin micio 2 fin 2
Echagü e, Alfredo d Cons.
- 1914 1918
--·
B- Diputad o y senado r 1920 1924
Saguier, Fernand o d UCR 1912 1919 Empara nza, Francisc o d UCR 1922 1930
S 1919 1928 Errea, Fermin d UCR 1926 1930
Errecar t,Juan A. d UCR 1922 1928
C- Diputad os Escobar, Adrián C. d Cons. 1916 1924
Agote, Luis d Cons. 1916 1920 Fresco, Manuel d Cons. 1930 1930
Aldazáb al, Máximo d UCR 1924 1930 García Tuñón, Eduard o d UCR 1922 1930
Alvarado, Manuel Rómulo d UCR 1924 1928 Carral da, Juan d UCR 1926 1930
Alvear, Marcelo T. de d UCR 1916 1917 Gibert, Pedro F. d UCR 1918 1922
Amadeo y Videla, Daniel d Cons. 1924 1928 1930 1930 Gnecco , Manuel F. d Cons. 1924 1930
Amado, Isaias R d UCR 1922 1926 González, Enrique d UCR 1926 1930
Arnoed o, Aurelia F. d Cons. 1928 1930 Goiii, Blas d UCR 1924 1930
Aparicio , Néstor l. d UCR 1930 1930 Gortan. Francis co d UCR 1928 1930
Arnmbu ru,Juan B. d UCR 1918 1924 Grau,Jo sé M. d UCR 1920 1920
Arana, Eduard o d Cons. 1920 1924 Grisolia, Luis d Cons. 1930 1930
Arce, José d Cons. 1913 1920 1924 1928 Güercí, Lu1s d Cons. 1920 1928
Avellan eda, Marco A. d Cons. I9lr: 1922 Guido, Mano M. d UCR 1920 1926
Avellan eda, Nicolás A. d Cons. 1914 1922 lsnardi, Arturo d UCR 1918 1922
Barbich , M.Jasé d UCR 1922 1930 Juárez Cefman , Miguel A. d Cons. 1926 1930
Barceló , Alberto d Cons. 1916 1920 1922 1926 Lagoma rsino, Angel M. d UCR 1926 1930
Bary, Alberto de d UCR 1920 1924 Lillia, Fernan do C. d UCR 1924 1930
Beguert stam, Manuel d UCR 1920 1930 López Buchar do,J. Cecíli pd Cans. 1914 1918
Boatti, Ernesto C. d UCR 1924 1926 1930 1930 Martine z Guerrer o,
Bustillo ,Jusé M. (h) d Cons. 1928 1930 Guillerm o d UCR 1928 1930
Cabrera , Ennque d UCR 1918 1922 Massa, Arturo H. d Cons. 1912 1920
Canale, Pedro d UCR 1922 1926 Massoni, José S. d UCR 1920 1924
Caracoc he, Pedro d UCR 1918 1922 Medús, Alberto J. d Cons. 1928 1930
Costa, julio A. d Cons. 1914 1918 1918 1922 Míguez, Edgard o J. d Cons. 1920 1930
Cristobo , Gumers indo L. d UCR 1920 1924 1924 1928 Miñone s, Alejand ro d UCR 1920 1924 1926 1930
Davel. Ricardo J. d UCR 1918 1922 1922 1926 Momev erde, Luis d UCR 1924 1928
Dávila, Miguel V. d Cons. 1926 1928 Moreno , J. Alejand ro d Cans. 1916 1920
Demarc hi, Alfredo d UCR 1914 1918 Moreno , Rodolfo (h) d Cons. 1916 1920 1922 1926
Deman' a, Mariano (h) d Cons. 1914 1924 Noncga ,Jasé Víctor d UCR 1920 1922
Díaz. Raúl d Cons. 1930 1930 Olaso, Ezequie l S. d Cons 1922 1926
--- --- -
278 LOS POLÍTI COS EN LA REPÚB LICA RADIC AL ANEXO 279

Cargo Partido Año Año Año Año Apellid o y nombre s Cargo Partido Año Año Año
Apellid o y nombre s Año
mielO fm inicio 2 fin 2 imcio fin micio 2 fin 2
d UCR 1920 1924 Vedia, Mariano de d Cons. 1914 1918 1920 1922
Olmos, José T.
UCR 1920 1924 Verdug a,José Maria d UCR 1922 1926
O'Reilly, GuiHerrno R. d
UCR 1914 1922 Vergara, Valentín d UCR 1918 1926
Oyhana rte, Horacio B. d
UCR 1920 1930 Viñas, Alberto d Cons. 1926 1930
Oyhana.rte, Raúl F. d
Pachan o, Félix A. d UCR 1925 1930
d Cons. 1916 1920 D· Diputad os y electore s
Pagés, Pedro T.
Cons. 1920 1924 De Miguel, Benito d Cons. 1924 1928
Parodi, Silvío E. d
Pan)', Roberto d UCR 1920 1924 e 1928
UCR 1914 1918 Liceaga, Fennin M. e UCR 1916
Pereyra Iraola, Leonard o d
Pereyra Rozas, Ricardo d UCR 1920 1924 d 1924 19.30
d UCR 1926 1930 Maciel, Antonio e UCR 1916
Pérez, Inocenc ia A
Pineda, Fedenc o d Cons. 1914 1918 d 1928 19.30
Cons. 1920 1930 Moreno , Albeno e Cons. 1922
Pintos, Ángel d
Pradere . Carlos M. d UCR 1916 1924 d 1926 1930
UCR 1926 1930 Núñez, Pedro R. e UCR 1916
Prat.]u an d
Rapallíni, Martin d UCR 1924 1928 d 1920 1930
UCR 1914 1922 O'Farre ll,Juan A. e UCR 1916
Riú, Francisc o Aníba1 d
Rodrígu ez, Alfredo d Cons. 1916 1930 d 1918 1930
d UCR 1916 1920 Otamen di.josé A e UCR 1916
Salaberry. Domingo E.
Salcedo , Saturni no d Cons. 1926 1930 d 1920 1924
Cons. 1922 1926 Zerillo, Juan C. e UCR 1928
Sánchez Elía, Ángel d
Sánchez Sorond o, Marias d Cons 1918 1926 d 19.30 1930
Sánchez , Carlos A d UCR 1924 1930
d UCR 1920 1930 E- Electore s
Santa Maria, Arturo
Cons. 1916 1924 1926 1930 Aberg Cabo, Ricardo e Cons. 1916
Santam arina, Antonio d
Cons. 1928 1930 Ageítos, Manuel M. (h) e UCR 1928
SaríJ.t, Rodolfo P. d
UCR 1924 1930 1 Agotegaray, Pedro (h) e UCR 1922
Siri. Emilio P. d !

UCR 1930 1930 Agüer, Félix e UCR 1928


Solanet , Emilio d
UCR 1916 1924 Aguerre , Juan Claudio e UCR 1922
Solanet, Pedro d
Cons. 1926 1930 Aguirre . Alberto e Cons. 1916
Solís, Rogelio J. d
d UCR 1924 1930 Aguirre , Ernesto e Cons. 1916
Subiza, Pascual
UCR 1916 1924 Alcorta, Rafael e Cons. 1916
Valle, Delfor del d
Cons. 1914 1918 Alcuaz, Doming o e UCR 1922 1928
Varela, Horado C. d
d UCR 1924 1930 Aldazábat. Manuel e UCR 1922
Vásque z,Juan Car.Jos
2 80 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL
ANEXO 281

Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año Año ---..---..-- ·----.
inic1o fin inicio 2 fin 2 Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Añ< Año
Alfara, Fernando e Cons. 1916 micio fin mi eto 2! fin 2
Castro, Emilio e UCR 1928
Almeyrn. Hipólito e Cons. 1916
Castro, Miguel e UCR 1928
Althabe, Bernardino e UCR 1922
Cons. 1916
Catalá, Carlos M. e UCR 1922 1m 8
Ámadeo, Octavio R. e
Cavanagh, José J. e UCR 1922
Ambrosoni. Nicolás e UCR 1922
Cerro, Aurelio del e Cons. 1916
Anelli, Antomo e UCR 1928
1916
Ceruti,Jacinto A. e UCR 1922
Arana, Daniel e Cons.
1916
Cichero, Esteban V. e Cons. 1922
Arana. Ernesto e Cons.
Cóccaro, Arnaldo J. e UCR 1928
Arana,Juan S. e UCR 1928
1916
Coll. A.C. e Cons. 1922
Arce, Luis e Cons.
Coll, Carlos M. e Cons. 1916
Arrebillaga, Loren:z.o e UCR 1922
Collazo, Héctor P. e Cons. 1928
Arrué, José V. e Cons. 1928
Conrurbi. Luis]. e Caos. 1922
Barrenechea, Ezequiel e Cons. 1916
Coronel, Carlos e Cons. 1922
Barzi, Alberto J. e UCR 1922
Costa Paz, julio e Cons. 1916
Bastanchmi, Bautista e UCR 1922
1928
Cosm. Antomo B. e UCR 1922
Beltrame, Juan M. e Caos.
Co.sra., Francisco e UCR 1928
Bergez, Juan A. e Cons. 1922
Crovara, Estebanjorge e UGR 1928
Berraondo, José Man·a e Cons. 1922
Cucullu, Carlos E. e Cons. 1922
Bertullo, Ambrosio
1922
Cuu.ani, Agustín e UCR 1928
Antonio e UCR
UCR 1928
De !barra, Eugenio Leal e Cons. 1928
Biocca, Carlos F. e
1922
De la Torre, Raúl e UCR 1922 19~ 8
Bordenave, Hipólito e UCR i

1922 1928 de Olariaga. Nemesio (h) e UCR 1928


Borzani, Carlos e UCR
Debenedetti, Agustín e UCR 1916
Brenan, Maúas e UCR 1916
1928
Dcbenedetti, Felipe e UCR 1922
Burgueño, Felipe e UCR
Del Gage, Alfredo e Cons. 1922
Burón, Felipe e Cons. 1928
1928
Dellepiane,Juan e UCR 1916
Caballero, Claudia D. e Cons.
1916
DesboulS, Vicente e UCR 1928
Campo, Estaníslao del e Cons.
1922
Di Paoli, José e UCR 1928
Capdevila . Ramón Rafaet e UCR
Duffy, Miguel P. e UCR 1916
Carramasa, Pedro J. e UCR 1922
Duhalde, Bernardo e Cons. 1916
Castedo,Juan A. e Cons. 1922
Egan, Santiago V. e UCR 1922
Casrells, Manuet (Marcial) e UCR 1922
Elichiry, Miguel e UCR 1928
Castro Vélez Sársfield,
Elizondo, Marcos e UCR 1928
Guillermo e UCR 1928
.. -·- Elliff, Tomás e UCR 1922
282 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL ANEXO 283

Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año Año Apellido y nombres Cargo Patúdo Año Año Año Año
inicio fin inicio 2 fin 2 inicio fin inicio 2 fin 2
Elordi,Juanjosé e Cons. 1916 Iriarte, Isidoro e UCR 1922
Elustondo, Pío N. e UCR 1922 Iribame, Pedro e UCR 1922
Emparanza, Horacio e UCR. 1928 Ingoin,Juan e UCR 1922
Erase, Ignacio e UCR 1928 Ingoyen, Miguel P. e UCR 1928
Espinosa, Fernando e UCR 1916 Irumaga,Juan e UCR 1922
Esteves, Alfredo F. e Cons. 1922 Jones, Juan E. e Cons. 1922
Etcheverry, Ángel e Cons. 1916 Keravenant, Dionisia G. de e UCR 1916
Faulín, Antonio e UCR 1928 Lanzaco, Pedro F. e UCR 1922 1928
Fauzon, Eduardo A. e UCR 1916 Lasalle, Lorenzo e Cons. 1916
Femández Guerrico, G. e Cons. 1916 Lavalle. Ricardo F. e Cons. 1916
Femández, Arturo e UCR 1922 Llobet,José M. e Cons. 1916
Florio, Lucio J. e UCR 1922 López Cabanillas, Tomás e Cons. 1916
Gamba, Juan e UCR 1928 López Moreno, Manuel e Cons. 1922
Gandulfo, Andrés e Cons. 1922 López, Ramón B. e Cons. 1928
Garcia, Manuel]. e UCR 1922 Luro, Carlos e Cons. 1916
Garralda, Vtctonano e UCR 1922 Maciel, Roberto S. e UCR 1928
Garrtz, Victoriano M. e UCR 1928 Maresca, Antonio J. e Cons. 1916
González Acuña, Tomas e UCR 1928 Martinez, Guillermo e UCR 1922
Gonzá.lez, Alberto e UCR 1916 Martinez, Luís E. e Cons. 1916
Gonz.ález, Eduardo e VCR 1922 Massés. Pablo E. e UCR 1916
Goñi,José Maria e Cons. 1916 1922 Medo, Ángel e UCR 1928
Creen, Samuel e Cons. 1922 Malina, Ramón E. e Cons. 1928
Grigera, Marcos L. e UCR 1916 Moreno, Rodolfo e Cons. 1922
·:·.

Grimaldi, Amadeo e Cons. 1922 Margan, Geronimo L. e ,_¡ 'UCR 1928


Grondona,Eduardo e Cons. 1916 Murray, Miguel e UCR 1922 1928
Guerrero, A. e UCR 1922 Naón, Rómulo e Cons. 1928
Cutz.alaga, FélLx e Cons. 1916 Navarro Vega, Alejandro e UCR 1922
Haramboure, Pedro e UCR 1928 Navarro, Juan Beltrán e Cons. 1928
Harguindegui, Héctor e UCR 1928 Noel, Martín e UCR 1922
Hegoburo, Francisco J. e UCR 1922 Orella~JoséBenito e UCR 1928
Hemández, Alfredo e UCR 1928 Orlando Tránsito e UCR 1928
Hemandez, Pedro J. e UCR 1922 O taño, Justo J. e UCR 1928
Hiriart, Antonio E. e UCR 1928 Otero. Manueli e UCR 1928
lacranci,Juan A. e UCR 1922 Paget, Pedro F. e UCR 1928
-. -~··
284 LOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA RADICAL ANEXO 285
--·-)
Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año Año Apellido y nombres Cargo Partido Año Año Año o .
iniCIO fin inicto 2 fin 2 tnlClO fin imcio__! 2
Palacios, Domíngo G. e Cons. 1922 Thompson, Diego E. e Cons. 1928
Pascual Pastolino, Pascual e UCR 1922 Tobio, Luis e Cons. 1928
Pa.zz.aglia, Antonio e UCR 1922 Tomkinson, Carlos e Cons. 1916
Peirano, Abdónjosé e UCR 1928 Tomkinson, Guillermo e Cons. 1916
Peltzer,Juvenal F. e Cons. 1928 Tormey,Jerónimo V e UCR 1928
Pestaña. Horacio e UCR 1922 Torre, A Pablo e UCR 1928
Pieres, Ramón e UCR 1916 U th urnaga, Andrés e UCR 1922
Pretane, Pedro e ·ucR 1922 Vacarezza,Fücardo e UCR 1922
Querido. Vicente e UCR 1928 Valmarrosa, Benjamín e UCR 1928
Razquín. Ramón e UCR 1922 Vega, León E. e UCR 1922
Repetto, Carlos E. e UCR 1928 Viaie, José A. e Cons. 1916
Retes. Martín A. e UCR 1922 Viale, Sa1vador M. e UCR 1922
Rocca,SantiagoH. e UCR 1928 Vldeia Doma, Daniel e Cons. 1922
Rodríguez Maiaver,Jorge e UCR 19~2 Viera, Jacinto e Cons. 1922
Rodríguez, Ramón e UCR 1928 Volponi, José e Cons. 1928
Rotger (o Rotteger), Yrujo,J. (hijo) e UCR 1922
Roberto P. e UCR 1916 Zubíllaga,José Mariano e UCR 1928
Ruiz, Manuel e Cons. 1916
Rutz, Pedro e UCR 1922
Sagaste. Baldomero e UCR 1928
Salas, Adolfo e Cons. 1916
Sallarés, Salvador e UCR 1928
Sán~hez,juan P. e Cons. 1928
Sansinena, Martín e UCR 1922
San~arina,Enrique e Cons. 1928
Saravia, Jorge e Cons. 1922
Sardi, Andrés e UCR 1928 ~

Scotto, Arturo e Cons. 1916


Servetti, Antonio e UCR 1928
Solart,José e Cons. 1928
Solveyra Casares, Ramón e Cons. 1916
Soriano, Félix e Cons. 1916
Sorondo, Alejandro e Cons. 1916
Suárez, Luis -·--·--·--·--
e Cons. 1928

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