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La renovacion historiografica: historia del género, historia de las mujeres. Primeras aproximaciones al rescate de la otra mirada durante el periodo paleobabilénico Maria Rosa Oliver. Universidad Nacional de Rosario Introduccién Los profundos cambios sufridos por nuestra disciplina en los tltimos 20 afios, remiten a las nuevas formas de hacer y pensar la historia. Esta visceral transformacién ha visto desarrollarse un vasto campo de andlisis, entre los que se cuentan Jos estudios de género y la historia de las mujeres, Guienes tomaron Ja responsabilidad de restituir a a historia a esa otra protagonista, ausente de la historiografia decimonénica ¢ incluso de la producida en buena parte del siglo XX. ‘Al reflexionar sobre la pre-construccién historiogrifica de nuestro objeto de andlisis: ia situacién de la mujer darante un periodo muy antiguo: la sociedad paleobabilénica del segundo milenio an.e., surge como problematica cuales fueron los espacios que se le atribuyeron y los que logré construir, Entre los espacios asignados se encuentran los adjudicados por ta propia historiografia. Desde la historia del género se plantea que no es slo reintegrar las mujeres a los procesos historicos sino también devolver la historia a las mujeres.' Se trataré de visualizar cuales son los principales referentes historiogrifices que han producido sobre esta problematica. Se haré especial hincapié en los trabajos encarados desde Ia perspectiva del género, pero también en aquellos que consideran colateralmente la problematica de la mujer desde otros referentes tedricos o desde otras disciplinas como la arqueologia, antropologia, etc. E} vasto campo de la asiriologia tiene una génesis temprana que obliga a remontarse a Ja constitucién de la historiografia como disciplina cientifica en el S XIX, la que ha producido una reconstruccién histérica signada por el Positivismo, donde la exclusion de la mujer o su mencién como un apéndice ha sido una de las caracteristicas marcadas. La apelacién al método. importado de las ciencias fisico-matematicas y naturales, produjo un tipo de reconstruccién histrica caracterizada por la biisqueda sistematica de la objetividad como algo absoluto, donde Ja interpretacién y el andlisis eran 1 KELLY-GADOLL, Joan “The Social Relation of the Sexes: Methodological Implications of Woman's History” en Sings; 1976 y Women, Histery and Theory, Chicago, Londres UChicago Press, 1984, 84] La renowacién kistoriogrdfiea: historia del género, kistoria de las mujeres desestimados por su carga subjetiva y se sacralizaba al documento oficial y escrito. El objeto pre-construido que Ilega desde, al decir de Bourdieu’, el sentido comin ordinario pero también desde el académico, sobre el proceso historico que se aborda en este trabajo, remite en una primera instancia” a abordar el objeto preconstruido por la historiografia y la antropologia en torno a las relaciones de patentesco y matrimonio. La propuesta se sustenta en el diélogo entre disciplinas que posibilita una convergencia tebrici metodoldgica: se trataré de analizar desde la perspectiva del género interrelacionada con otros clivajes cémo fa desigualdad social y los aportes teoréticos de los estudios étnicos. 1. Biisqueda e indagacién: los primeros acercamientos al objeto de anilisis La primera aproximacién a esta problemitica se realiza a través del aporte brindado por la Antropologia a los estudios scbre relaciones de parentesco donde el matrimonio surge como una institucién al mismo tiempo productora y reproductora social. El matrimonio, constituye una alianza entre familias que trasciende la decision de dos personas. Esta conceptualizacion es un eje que articula y connota la mirada, poniendo de relieve el entramado de las redes de relaciones de parentesco’. El matrimonio es vital para comprender las alianzas establecidas intergrupos e interfamilias, las que no pueden ser pensadas como vineulos naturales, sino como estrechos lazos sociales que conciernen al grapo y que deben ser compatibles con las exigencias de la vida colectiva y de su supervivencia’. Se hace significativa aqui, la reflexion de Levi-Strauss segin la cual “..,toda relacién de parentesco presupone la consanguinidad y la alianza’. Al renunciar a sus derechos sobre determinadas mujeres (madres, ermanas, hijas), los hombres de un grupo las vuelven disponibles, las recen, adquiriendo derechos sobre las mujeres de otros grupos. Este planteo ? ROURDIEU, P. YL. Wacquant, Respuestas por una Antropotogia Reflexiva, Ed. Grijalbo, Méxiew, 1995. * ste trabajo es solo una parte y continéa con la deconstruccion de los lugares asignados por la historiografia a algunas mujeres, las assat-awilim, las suger y kas antunn tas natu y las sabitum ents otras = [a preocupacién por Ia historia de la familia se inicia sisteméticamente a mediados del siglo XIX, siendo Bachofen, Morgan y Engels los pioneros en esta area. A parti de entonces ef mayor desarrolio se da en el campo de Ia antropotogia, con la construccién de diversas teorias sobre el parentesco puestas a prucba por Jos estudios einologicos. Los trabajos de Levi-Strauss configuraron un punio de inflexidn a partir del cual se instala un debate productivo que genie nuevas lineas de interpretacién y un aporte interdisciplinario ‘uy rico, Los importantes trabajos sobre género y arqueologia, la situacién de ke mujer en Ja cosmovisiGn del Neolitico y en el Paleolitico (figulinas de terracota, diosas-madres, etc.), no sc explicitardn en esta presentacion. * Ver LEVI, Giovanni: La herencia inmaterial, Editorial Netea, Madrid, 1990, Cap. 2 La historia de tres familias: las relaciones de parentesco. SLeviSTRAUSS, Claude: Las esmucturas elementales del parentesco, Vol. 1 Fd. Planeta-Agostin. Barcelona, 1993, p. 66. Ver especificamente Alianza y Filiacién pp. 140-166 Maria Rosa Oliver 85 nos permite comprender que, el peso de la prohibicién del incesto y la exogamia, descansa en lo social mas que en lo bioldgico. Sin embargo esta postura deja de lado Ia historicidad del proceso y es mirada criticamente por las historiadoras del género porque parece llevar la desigualdad de género a un periodo casi intemporal, naturalizando de alguna manera la asimetria. Godelier sefiala que todo sistema de parentesco “...supone una cicrta forma de prohibicién sexual y conyugal®, lo que demuestra el cardcter social de las relaciones de parentesco. La prohibicin del incesto no es solamente una prohibicién sino también una orden. Instaura y funda, directa o indirectamente...un intercambio entre grupos”’. Meillassoux, por su parte, considera que la prohibicién del incesto “...lejos de estar inscripta en la naturaleza... es la transformacién cultural de las prohibiciones endogdmicas (es decir proscripciones de cardcter social) en prohibiciones sexuales (vale decir ‘naturales’ o morales y de proyeccién absoluta) cuando el control matrimonial se convierte en uno de los elementos del poder politico”. Circunscribiendo el objeto de anilisis: Familia, economia y sociedad. Se tendrén en cuenta algunos aspectos de Ia institucién matrimonial durante el perfodo histérico denominado Paleobabilénico, (ca. 2000-1600 a.C.), especialmente durante los reinados de Hammurabi y de su hijo Samsu- jluna (ca. 1792-1712 a.C.). Se trata de rastrear e] matrimonio en esta sociedad, cémo construccién histérica y de alguna manera deconstruccion historiografica, con la finalidad de resignificar el concepto, entendiéndolo fandamentalmente como un nexo entre grupos, rol que a pesar de los matices y caracteristicas que adopta a través de! tiempo, siempre ha poseido. En virtud de esta perspectiva, es que se privilegia abordar la cuestion a partir de fa documentacién generada por los propios actores sociales, es decir, los contratos matrimoniales que regulaban los acuerdos establecidos entre partes (no formulados necesariamente dentro de la esfera estatal) y procesos judiciales de disolucién del vinculo matrimonial. Es en este contexto donde es posible encontrar un resquicio para analizar al matrimonio como producior de vinculos que van més alla de la normativa formal, plasmada en el “Cédigo de Hammurabi, que cn realidad no es una compilacin de todo el © Mas adcfante en cita 9 se especilicard en que medida se visualizan los mecanismos de control sobre tas mujeres, en lo paragrafos del igo’ * GopELies, Maurice: Economia, Fetichismo y Religién en las sociedades primitivas. Ed. $.XXl, México, 1980, pp. 25 y 5s y tambign “Incesto, Parentesco y Poder”. En ET cielo por Asalto’5, Verano 1993, pp. 99 y ss. * Man LAssoux, Claude: Afweres, granoros y capitales, Ed. 8.XXI, Madrid, 1993, p. 25, * La denominacida “e6digo” dada por V. Scheil fue aceptada por los asirilogos de la época, su autoridad determind que toda una linea de orientalistas lo consideraran como un "libro de Leyes", pero actualmente les investigadores entienden que no puede hablarse de Codigo, ya que este término, en su sentido estrcto,, implica una coleccién completa de iodo derecho vigente. Parece no haber sido intencidn de [lammurabi reunit en un compendio todas las leyes vigentes de su época. Ver BOUZON, E.: O Cédigo de Hammurabiy i 86] ‘La renovacién bistoringréfica: historia del géner,kistoria de las mujeres derecho vigente, ni una herramienta referencial para los jueves: probablemente solo se trate de una puesta al dia de lo consuctudinario y de lo que podria denominarse el “deber ser”, ademas y sobre todo de una fuente de alabanza al propio Hammurabi y a sus logros como rey “justo”; claro esta, que no es el nico ni el primero de los ordenamientos de este tipo en el Antiguo Oriente”. La familia era una unidad de produccién y reproduccién social. Gelb plantea que existian en sumerio dos términos para expresat Ia idea de familia: im.ria y é (kimtum y bitum)'' en acadio sespectivamente). Este estudioso interpreta el primer término como familia y el segundo como “casa” (houschold) y sefiala: “El término casa extiende su significado a grupos sociales que van desde un pequefio grupo familiar, vivierido bajo un techo, hasta una gran unidad socioeconémica constituida por propietarios, administradores, fuerza de trabajo, animales domésticos, edificios residenciales, albergues para la fuerza de trabajo, almacenes, corrales para los animales, tanto como campos, huertas, pasturas y bosques”, Jo que también la convierte en una unidad residencial y por lo tanto puede ser estrechamente Fa. Vores, Petropolis, 1992, Prologo y BOUZON, E, “Mesa Redonda 0 “Codigo” de Hammurabi, En [Reviste do Museu de Arqueologia e Einologia, Dédalo 23, 1984. Nos bassmos en 1a version del cédigo realizada por Rott, Martha Law Collections form Mesopotamia and asia Minor, Scholars Press, Aliana, 1995. fran sido revisadas lus versiones de Fiver, André Le Code de Hammu-rapi, Paris. 1973 y Drier, GR. Y MILES J.C. The Babilomian Laws, Oxford, 1952-1955. Desde equi on adelante todas ias ‘veces que sea mencionado se hara encodillado por los presuuestos anteriores. Por su naturaleza estatal, el Yenominado “Codigo de Hammubi” restringe la posibilidad de conocer las diversas veces que interacitian socialmente, pero nos permite aoceder al dispositivo de control, andlisis de ses paraarafos, nos posibilita tun profundo interés del Estado por ordenar aspectos dc ta existoncia social que de forma directa 0 Tegulaban Ta vida de las mujeres. Casi una cuarta parte de Tos parigrulos del Cédigo estén dedicados a alguna cuestion concemicnte a mecanismios de control sobre Ia mujer o disposiciones que delimitan su situacién, En un intento clasificatorio, enuimeramos Jos aspectos regulados: ehcontramos un pardgafo gue define e} matrimonio’ (§ 128), ocho que se refcren al aJulterio considerando diferentes Kituaciones (§ 129, §.131, § 132. § 133, § 134, §135, § 136, §153), trece que contcmplan ceusales de Givorcio o repudio (§ 137. § 138, § 139, § 140, § 141, § 142, § 143, § 144, § 145, § 146, § 147, § 148, § 149), diecimueve regulan asuntos patrimoniales considerandy embargo ones, dates y herencias (§ 150, § 151, § 152, § 162, § 163, § 164, $165, § 165, § 167, § 168, § 169, $1 $173, §174, § 175, § 176, §177), cinco hacen referencia al incesto (§ 154, § 155, § 156, § 157, § 158) y uno a viotacidn (§ 130), ademés se Iegislan casos especiales que tienen como protagonistas a mujeres: en algunas situacioncs vinculadas al templo (§ 40, § 110, § 127, § 178, § 178, § 180, § 181, § 182, § 183, § 184, § 187, § 192, § 193), en otras no, como cl caso de ka nodriza (§ 194) y el de ka tebemera (§ 102). 1© Ee otros el denominado “Cédigo de Eshunna”, les tablilas que contienen este cédigo en forma casi completa fueron encontradas en las excavaciones realizadas en Tell Harmal (antigua Shaduppum) durante tas campafias realizadas entre 1943 y 1947. La fecha de esta coleecidn esta dade por una fOrmula de fecha fragmentaria que probablemeate sc refiere a los eventos acaecidos durante un ano del reinado de Dadusha, ‘gobermante del eino de Fshnuana (ca, 1770 aC.): ene Is cuestiones traladas pueden mencionarse edictos Ge remision de deudas (miéara), asuntos vinculados con la agricultura, robos. depesites y préstamos, servidumbre por deudas, derechos y propiedades maritalcs, ofensas sexuales, esclavos fugitives, eatre otras temas, Hemos sezuido la transliteractsn y traduceién realizadas por torts, Martha, op.cit. {De aqui en mis, s¢ transcribirin las transtiteraciones tal como han sido realizadas por cada uno de los aulores eitados en el trabajo 2 "Grup, Ignace "Household and Family in Early Mesopotamia® en Livinsky (Ld.) State and Temple Economy in the Ancient Near East Orientalia Lovaniensia Analccta, Leuven, 1979,.73 y 89. Maria Rosa Oliver =| relacionada con la comunidad territorial (uru en sumerio, alum en acadio). La complejidad de estas relaciones familiares y territoriales, toma apropiado reafirmar la idea de que, las & deben ser entendidas como unidad basica de produccién y reproduccién social; como célula basica de la economia doméstica; economia que est4 vinculada, directa o indirectamente, al trabajo de ia tierra, factor basico de cohesi6n social. Los procesos histéricos de transformacién de la sociedad paleobabilénica condujeron a una personalizacién del acceso a la tierra que trajo aparejada una transformacién en Ja concepcién tradicional de la transmision hereditaria (una parte para cada hermano con privilegio para el primogénito que recibia dos) siendo reemplazado por el principio de libre Gisponibilidad del patrimonio. Este proceso de “personalizacién” de la propiedad, que se inicié siguiendo el ejemplo de las tierras que eran asignadas a determinado dependiente de palacio y no a su familia, influyé en la transmision o transferencia de tierras’’ en el dmbito comunai, que en la mayoria de los casos se realizaba tratando de evadir los tradicionales obstéculos impuestos a este tipo de transacciones, a través, por ejemplo, de formas ceremoniales, con la presencia de testigos de la comunidad, o a través de ficciones juridicas como la adopeién o las transacciones efectuadas por las naditum'"; Este mismio proceso fue produciendo un corrimiento —que se pone en evidencia en el perfodo paleobabildnico- de la familia extensa a la familia nuclear"’, Como consecuencia de esta tendencia hacia una individuacién més marcada, fueron desestructurandose las solidaridades que habian sido habiiuales en el seno de las comunidades. En el Ambito urbano fueron reemplazadas por otras relaciones signadas por la proximidad, el contacto, la pertenencia a un sector social determinado, donde la apelacién a las 2 Muchos autores hablan directamente de venta de tiemas, aunque este concepto, no nes parece el més adccuado, ya que esté muy vinculado a la existencia de un mercado de tierras, que no era frecuente en este tipo de sociedades. Para un andlisis integral sobre este temiética ver: LIVERAN, M.: El Antiguo Oriente. Historia, sociedad y economia, Ed. Critica, Barcelona (1995) caps. 11 y 14. Con respecto a la transaccin de tiers pueden verse, entre otros: Yorsuse, Norman "Aspects of Mesopotamian Land Sales" en American Anthropologist. Not. 40, 0° 1, 1988, pp 119-130; ¥ Sroxe, Elisabeth "She Social Role of the Naditu Women in Old Babylonian Nippur" en JESHO. Vol. XXV, Part 1. pp. 30-70. 8 Gelb define estos tipos familiares de la siguiente manera: "La familia nuclear es una unidad de dos sgencraciones, que consiste en un hombre, su esposs (o esposas) y sus hijos/as soltcros/as. En aleunos ¢asos, (otros parientes como hermanos 0 hermanas solteros del hombre o st espose, 0 un padre sobreviviente pueden ser sumados a la familia... Contrastando con la familia nuclear, fa definicion de familia extensa es ‘muy eomtrovertida, Como yo la entiendo, la familia extense es una unidad multigeneracional compucsta del pater familias como cabeza de familia, sus hermanes y hermeanas solteros, su espose (0 esposas), sus hijos € hijas solteros, sus hijos casados (chijes? o STERN, Steve, op. Cit, pp. 42/43. 90 a renowacitrsbstoriagifca: historia del género, historia de las musjeres que contribuian a la celebracién de un matrimonio, a partir de los fragmentos dispersos de los rituales del matrimonio sagrado. como también, a partir de tuna recapitulacién detallada de los gastos realizados por una familia de la Ur paleobabildnica con motivo de la boda de una de sus hijas, y de otros datos, que en forma parcial, aportan otros documentos. Habia cuatro momentos”, en el Ambito de fiestas colectivas y banquetes, que eran resaltados especialmente y a través de los cuales, progresivamente se actualizaba la unién. En primer lugar, el joven cortejaba a Ja prometida, Ja que, ella misma o por mediacién de su padre, le enviaba un regalo gistum, habitualmente ropa y metales preciosos. Esta situacién se prolongaba hasta el dia en que la familia del pretendiente entregaba el biblun™, compuesto de manjares y bebidas, completado a veces con otras ofrendas consumibles. La costumbre establecfa que ta familia de la joven devolviese la bandeja, igualmente provista a la familia del futuro esposo, elementos que permiten pensar en la pervivencia de la reciprocidad al interior de las aldeas. Otros regalos similares, los zubuili, podian acompafiar al biblum. Renger dedica un trabajo a esta cuestién” y afirma que, en ocasin de un matrimonio, eran intercambiados regalos entre las dos familias involucradas siguiendo cierta regla de reciprocidad: diversos miembros de caria una de las familias eran receptores de los mismos y existe la posibilidad de que otros miembros, més alla del novio y del padre de la novia, fueran dadores. Concluye considerando al intercambio de regalos entre las dos familias como una funcién que trascendia ia unién de un joven y una muchacha: Este intercambio es un medio pata establecer o mantener una alianza, una relacién cercana entre estas dos familias. S6lo sobre esta base. puede ser comprendida totalmente la costumbre de intercambiar regales entre dos familias”. “ En este contexto debe ser considerado uno de les dos momentos significativos en Ia simbolizacion de Ja alianza: el ierharum designado tradicionalmente como el “precio de 1a novia”, constituia la entrega de un monto equiparable a la sheriktum o dote que usualmente recibia la mujer al abandonar la 6 o bitum (sea en sumerio o en acadio) de su familia. De acuerdo 2 GLASSNER, JP, op.cit. 118 Se hace referencia al ibiza en los §§ 159-16] del Cdigo de Hammurabi. 2 RENGER, Johannes, "Who are all those people? En Or, 42 Fase. 1-2 (en homengje a L pp. 259273, Tbidem,p. 273. 2 Koschaker defiende la idea de venta de la mujer de aht esta consideraciin de “precio de la novia” y St6l Jo retoma sosteniendo que a pesar de la discusién al respecto no hay una mejor forma para considerarlo, lo asoeia sobre todo en los cas05 de nifias pobres, aquellas que sus padres no podian reunir la sheriktum © ote. Dentro de esta linea también sc lo denomina “precio de una virgen”. Ver Stol, op.cit. pp-5-7. Ver también cita 28. ih) 1973, Maria Rosa Oliver 2 con Glassner podria considerarse una promesa de matrimonio, puede pensarse también como una garantia de que la alianza iba a concretarse, podia ser entregado en partes o totalmente y solia aprovecharse la ocasién del biblum como cierre de la celebracion del acuerdo. Matrimonio, contrato 0 alianza? La formalizacion de la alianza matrimonial, tal como lo demuestran los §§ 27 y 28 del Cédigo de Egnunna y el § 128 del Codigo de Hammurabi, se coneretaba a través del riksdtum término que los estudiosos traducen como contrato: § 27: Si un hombre toma la hija de (otro) hombre, sin solicitar permiso al padre y a la madre, y no pacta un contrato matrimonial (riksattn) formal con el padre y con Ja madre, ella no cs su mujer. aunque viva en su casa durante un afio. § 28: Si concluye un contrato formal (riksatum) con.el padre y con madre, y cohabita con ella, es su mujer. Si es sorprendida con (otro) hombre, moriré, no escapard viva. § 128: “Si un awilunr’ toma una esposa pero no le extiende un contrato (riksdtuim), esta mujer no podré considerarse una esposa De qué forma considerar tal contrato matrimonial, nos remite a una discusién muy especffica en que se sumieron diversos especialistas durante un lepso prolongade de tiempo, en la cual es posible establecer dos posiciones contrastantes y una intermedia que sistematizaremos a través de una breve Sin contrato escrito no hay matrimonio. Matrimonios por contratos y matrimonios de hecho. Contratos escritos y contratos orales. ® GLASSNER. LP...9p.ct. p. 116-118. ‘Con respeeto a las tes categorias legates que aparecen mencionades en el Cédigo de Hammurabi, adoptamos la interpretackin de Diakonoff: "En mu opiniGn, las sociedad paleobshilinica estaba dividida (aparte de los csclavos [wardiu)) en: a), ia gente cuya cabeza patrircal de famitiadisfrtaba de plenos derechos, de ciudadana er las ‘comunidades, ncluyendo los derechos de propiedad de la tierra derecho de autogobiers de ta comnidac: yb). 108, vionts reales que gavabum s6lo del uso de parcels de tera distribuidas por el rey a condicitin de servicio: todos los sirvientes reales, desde los pater emus hasta los menores, estaban bajo la jusisdicein de la administracicn rea Estas dos catogoras on las qucesiaba sunivicida la sociedad eran los "hambes (ail) 1s ensimisin (Gate el ey)" (naetkern). ea “On the Structure of the Old Babilonian Society.” en Beitrag zur Soralen Siruktur des Altes Vorderasten, pp. 15-32, Akelemie Veriag, Bein, 1970 92 La renovacin bistoriogrfica: historia del gbnero, historia de las meres La primera posicién fue desarrollada por Koschaker™, una autoridad y pionero en esta tematica, jurista ¢ historiador del derecho en la antigiiedad, especialmente de derecho romano, hace un anélisis comparativo entre las principales instituciones del derecho romano y las formas normativas que se rastrean a través de la legislacién hammurabiana. Su mayor actividad académica se desarrolla en la primera mitad del siglo XX y su postura sigue los lineamientos esperados por el clima universal de ideas del paradigma vigente: pensar estas fuentes como un cédigo legal, considerar la ley escrita como fuente principal de Derecho. No sorprende entonces que luego de examinar exhaustivamente el § 128, haya sostenido que el riksdtum era el contrato de matrimonio, sin contrato no existia matrimonio, y éste como instrumento legal debia ser escrito; en una interpretacién posterior consider6 que Hammurabi habia agregado a la forma matrimonial existente, un requi adicional: el esposo debia otorgar un documento estableciendo Ja posicién legal y derechos de Ja mujer. En la posicién intermedia, se encuentra el andlisis de Driver y Miles” sobre el § 128. Estos autores plantean que el awilum deberi extender el riksdtum para que la mujer adquiera el status de a’Satum o aisat-awilim, ya que de no existir la decision personai del hombre de otorgar un contrato, ésta no sera considerada como tal. De acuerdo con esta explicacién, la decisi parece ser individual, es el awilwm quien lo decide. Para reforzar este argumento citan el § 135 del Cédigo de Hammurabi, de acuerdo con el cual, si una mujer es abandonada sin sustento por su propio marido, y ella “entra” en la casa de otro hombre, no podra ser castigada por ello, pero no se convertira en una asfat-awilim. Para estos autores, la conclusién es que un hombre puede tener una esposa 0 quizas mas, aunque no entren dentro de esta categoria. Esta deduccion, da una idea de eleccién masculina e individuai. Considero que este criterio de interpretacion debe ser matizado, ya que no condice totalmente con muchos de les aspectos de dindmica interna que fueron intrinsecos a esta sociedad, donde Io colectivo y consuctudinario conservaron todo su vigor durante muy largo tiempo. Se entiende por riksatum o contrato, un acuerdo entre dos hombres que representan a sus familias; se puede pensar este contrato como una 2 - Se citan algunas de sus obras en que desertola esa temitca Koschaker, Paul,” “Eheschiliessung und Kan nach alten Reéchen, mit besondcrer Bericksichtinzung der ateren Keischiftrechte”. En Arch Orientdiné 18°3 (1930) ‘pp 210-296; "Zur interpretation des Art $9 des Codex Bilatama," JCS 5 (1951), 104-22._, "In det Tat durfe in ‘VAS 8445 der Schreibersich verschen und im Ausdnuck veruiflen haben.” Z445 (1935), 208-T1._, "Fratriarchal, Hausgemeinschafl und Muttemecht in Keilscriftrechten," Z4 41 (1933), 1-89._. Rechiswergleichende Saatien aur Gesetscebung Hammurapis. Lcipeig. 1917. Siguiendo esta linea del contraio eri para pensar el matrimonio ‘abilnico, tambien se encuentra Alonso Royano, Felix, “FI contrato matrimonial en el Derecho Palevbabilénico”, En Memorias de Tistoria Antigua X1-XU, 1990-1991, Servicio de Publicaciones, Ins. de Historia Antigua, Un. De Oviedo. 2 "Darver, GR. y J, C. MILES: The Hafylonian Laws, Vol 1, The Clarendon Press, Oxford, 1952-55, pp.24s-358. Maria Rosa Oliver 93} proteccién del padre hacia su hija, una proteccién que no estard solamente signada por el afecto, sino también en la de salvaguardar el patrimonio personal y familiar. La a’¥at-cwilim, puede inferirse que era la esposa de un hombre libre, ya que otras mujeres de diferente status como la esclava (antum), la manumitida, 0 la mujer del muskemum’? no tenian derecho a utilizar esta denominacién. La esposa de un awilum; s6lo se tendria condicién de tal a través del riksafum, y éste seré considerado una prerrogativa masculina. El resto de las uniones, no selladas por el riksatum, fueron relacionadas de hecho, con el término juridico actual concubinato, que no parece el més apropiado para interpretar los lazos matrimoniales fundados y tejidos en practicas consuetudinarias que sostengo, en la mayoria de los casos se realizaban a través de acuerdos orales que era la forma de consolidar los vinculos en aquella sociedad. Debo introducir aqui la tercera perspectiva analitica, a la que adhicro. que contrasta sobre todo con la primera de las expuestas. Este criterio apunta a considerar la consolidacién de las uniones matrimoniales a través de contratos tanto escritos como orales, en un mismo grado de validez. En este sentido, Sti! y Glassner” realizan una puesta al dia del debate, y asumen, en la linea de autores como Greengus, Veenhof y otros, que “...gran parte de nuestro conocimiento sobre el matrimonio esié basado en Ios contratos matrimoniales y en este tema hay que ir con cuidado. Greengus ha mostrado que en la mayorfa de tos casos el acuerdo era oral. “Los contratos escritos que peseemos son excepciones y deben ser vistos como regulatorios, ...como cuando se mezclaban intereses financieros””’ y sostiene que, en un contexto legal, riksdtum puede ser traducido como “acuerdo de unién, pacto, convenio”. Glassner refuerza esta opinion: parte de considerar que el término matrimonio no existe ni en sumerio ni en acadio, “... para designarlo bastaba asociar dos términos abstractos, ashshut u mututu, la calidad de esposo y esposa”™ y por lo tanto es mas adecuado el término acadio riksdtum 0 riksu, que posee una raiz comin rks, que significa unir, establecer un vinculo. Esta idea se acerea més a nuestra percepcién de la operatividad interna de la sociedad paleobabilénica, Greengus sostiene que riksdtum puede entenderse también, en un sentido amplio, como “contrato™’, aunque éste debe ser desligado del carécter escrito con que se lo asocia actualmente, puesto que se remonta a sociedades © Ver nota 20. ™ Sot, Mz “Mujeres en Mesopotamia”, En JESHO 38, 2. Mayo 1995. pp. 123-144. » GLASSNER, Jean op. cit. p. 115. ® ston, Mop. cit.p. 2. GLASSNER, 1. op. elt. pp. 116 ys. % Para una explicacion mas amplia ver GRELNGUS, Samuel. "The Old Babylonian Marriage Contract" en JAOS 89/3 (1969) pp.505-532, con respecto a la traduceiGn del témino riksdium especialmente notas 9 y 10, 94] La renonacin bistoriogdfca: historia del género, biscoria de las mujeres mos de sin estado y sin escritura, donde la oralidad atraviesa todos los mecani comunicacién, compromiso y sancién, es decir, toda la vida de relacién, con raices consuetudinarias muy fuertes. En la sociedad paleobabilénica donde la escritura ya ha operado, transformando la impronta oral y expresando a través de su tamiz nuevas necesidades de los grupos de poder, los contratos en buena parte continéan siendo orales™, reservindose el contrato escrito, para situaciones en que aumenta el grado potencial de especificacién debido a los intereses en juego, donde es necesario volver explicito lo implicito. El contrato, realizado en una tablilla, con su correspondiente copia, lo que hacia cra garantizar ciertos acuerdos previos que protegian el patrimonio o condicién de alguno o ambos contrayentes. De alguna manera, es la estratificacion social la que va marcando este proceso. El contrato oral debe haber existido como la imica formula que sellaba las alianzas matrimoniales, antes que los procesos internos de diferenciacién dentro de la sociedad hayan establecido la necesidad del contrato escrito para garantizar el patrimonio, lo que esti sefialando una transformacién en la norma consuetudinaria, en beneficio de ciertos sectores, que también apelan al contrato escrito para mantener sus prerrogativas. Greengus lo plantea de la siguiente manera: “Si examinamos las situaciones subyacentes de ios documentos matrimoniales paleobabilénicos, encontramos que muchos de estos registros representan situaciones familiares anormales. La esposa es frecuentemente una nifia-esclava manumitida 0 adoptada; en los documentos vinculados con estas mujeres uno encuentra: renuncia a reclamos por parte de la mujer manumitida. La manumitida adoptada prometiendo mantenimiento a quien la ha manumitido... En otros contextos, la esposa aparece como siendo aun esclava; en estos documentos, encontramos a la esposa esclava obligada a respetar a su ama y a sus parientes obligados a no disputar la propiedad de la esposa esclava. Otros documentos registran la adopcién de hermandad... donde una esposa adopta como hermana a otra mujer quien debe servir. a su vez, como esposa (de menor rango) para su marido. Estos documentos focalizan su atencién en cl status y los deberes de cada una de las mujeres con respecto a la otra, asi como para con su esposo™’. Este estudioso concluye que, el principal propésito de los denominados documentos matrimoniales, no era registrar el matrimonio, sino transacciones importantes que podian afectar el status y derechos de esposos y esposas % Entre los trabajos existentes sobre el paso de la oralidad a Ia escritura y sus conmotaciones sociales, es interesante cl aporte realizado por GooDY, Jack en dos de sus obras: La damesticacién del pensamicnio salvaje Fd, Akal, Madrid, 1985 y La légica de ta eseritura y la organizaciOn de la sociedad Atianza Ed, Madrid, 1990. ¥ GREENGUS, op.cit. p. 512. Maria Rosa Oliver 95| A priori se podria pensar que la letra cristalizada por escrito perjudicaba a la mujer, pero en algunas ocasiones la beneficiaba; se estipulaba en el contrato, Ia condicién de esposa principal, si su marido podia o no tener concubinas (se sabe que esta sociedad aceptaba la poligamia, aunque generalmente estaba reducida al dmbito de las familias ricas), si éstas le estarian subordinadas, si en el caso de resultar estéril podia elegir una esclava para procrear por ella sin perder su condicién; hay que tener presente que cn esta sociedad, la imposibilidad de tener hijos era un estigma que autorizaba al marido a repudiarla -sin indemnizacién alguna-, si no era establecido en el contrato lo contrario, y devolverla a la casa paterna, donde no siempre era bien vista una boca més para alimentar. Vemos, entonces, algunas prerrogativas de cierias mujeres que disponian de una tablilla con condiciones, que Iegado el momento, podian hacer cumplir. Pero qué mujeres eran éstas? Tal vez eran hijas de un alto funcionario de palacio, un importante sacerdote o un cabeza de familia de la comunidad, con muchas y buenas tierras en su poder, en muchos casos no lo sabemos, pero si conocemos que su ubicacin social le permitfa imponer condiciones a la contraparte que también era otro hombre, su consuegro o su futuro yerno. Rescatando la oralidad a través de la impronta escrita. Esta percepcién de contratos escritos y orales nos posibilita un resquicio para repensar una sociedad més dinamica y donde ciertas especificidades que la caracterizan nos pueden orientar en su comprensién. Tal como ya ha sido sefialado. la mayoria de los contratos eran orales. Es interesante remarcar que los investigadores dedicados al estudio de sistemas legales “arcaicos” han observado que los acuerdos no escritos estén usualmente conformados por medio de ritos simbélicos 0 por verba solenmia, © por una combinacién de ambos elementos. Si bien las ceremonias de este tipo pueden tener significacién en distintos niveles simultineamente importancia de la declamacién de palabras solemnes y de los ritos simbélicos que aqui interesa, est vinculada con el hecho de asentar el momento del cambio; cuando las palabras eran solemnemente promunciadas o cuando eran realizados los ritos familiares en presencia de testigos, todos recordarian que alguna obligacién habia comenzado o que habia sobrevenido un cambio de status. Greengus plantea que los ritos simbélicos eran definitivamente una parte del casamiento paleobabilénico, poniendo como ejemplo al Kirrum, un Las ceremonias y rituales han sido explicados en términos de su significacion socioldgica 0 puicoldgica, como reacciones tradicioneles y permitidas o "representaciones tearalizadas” por individvos y grupos que estén haciendo frente s conflictos y problemas de adaptacin causados por cambios en el status y en los roles tanto en situaciones de vida como en el orden social. Ver: GLUCKMAN, Max Politics, Law and Ritual ‘mn Tribal Societies, Basil Blackwell, Oxford, 1965, pp. 246-266. storia del géner, bistoria de ls meses 96 rito de libacién que esta asentado en los §§ 27 y 28 del Codigo de Eshnunna, aunque no puede determinar si era un elemento indispensable en la consolidacién del acuerdo. Existe mayor informacién con respecto al uso de palabras solemnes: se sabe que eran recitadas en periodos posteriores al paleobabilénico y se ha sugerido su uso durante éste periodo”. Nos han Ilegado manifestaciones que podrian reflejar o reproducir las palabras solemnes que se expresaban en ocasién del matrimonio, a través de testimonios indirectos, como son las fuentes literarias. Si bien es cierto, tal como plantean Driver y Miles, que no se encuentra verba solemnia ni en las Leyes ni en ningun contrato...”, la contrapartida de estas formulas ocurre en conexién con la ruptura del vinculo matrimonial. Se ha registrado que esposos y esposas proclamaban: “tu no eres mi esposa, tu no eres mi esposo™!. El juego de formulas contrastantes, la de matrimonio y la de disolucién del matrimonio, es evidente y ademés puede establecerse una analogia con aquellas -positivas y negativas respectivamente- de adopcién y de repudio de la adopeidn. Si bien hay muchos detalles desconocidos, los textos literarios sugieren que la recitacién de las palabras sofemnes se realizaba en la casa de la novia, cuando el novio le entregaba un regalo de bodas””. La percepeién de que la oralidad atraviesa profundamente esta sociedad contrasta con la informacién que se recibe a través de la singularidad de un tipo de documentacién como Ios contratos matrimoniales. Estos permiten observar, para algunas situaciones especiales, como se contempla el deseo de disolver el lazo conyugal. Esto nos remite a una situacién ambigua: estamos planteando que el hecho de la escritura implica una anomalia’®, una ruptura de la norma, ,cémo comprender, entonces, esta necesidad de reforzar a través del contrato escrito, esta cuestién? No era muy probable entonces, que las mujeres dijeran a sus esposos {Ti no eres mi esposo!, quizi como interpretan algunos autores, se refiere a la negativa al débito conyugal, la de sostener relaciones sexuales. Lo que probablemente era algo asiduo era cl repudio de la mujer sin ninguna indemnizacién, las razones podian ser diversas pero seguramente una de las de mayor importancia era la 2 para mayores datos Ver: GREENGUS, op. cit. pp. 514-524; GREENGUS, S. JCS 20 pp. 55-72. # DRIVER y MILES op. cit. pp. 402, cita 2. +1 Eytas formulas de divorcio estén invariablemente atestiguadas en pares: una declaracién contemplando la accion de divorcio de 1a esposa, otra la del marido. Para mayores precisiones ver: GREENGUS, 8. op. cit. p. 517, nota 58. © GLASSNER, op. cl © Civil, Miguel: “Les limites de Pinformation textuette” en Collogues intemnationaux du CNRS, LARCHEOLOGIE DE L'IRAQ: PERSPECTIVES ET LIMITES DE L'INTERPRETATION ANTROPOLOGIQUE DES DOCUMENTS. Paris, 1980, Traduceion: Maria Rosa Oliver. pp. $22-§24. Maria Rasa Oliver | imposibilidad de tener hijos. La existencia de la clausula nos esta seijalando otra cuesti6n, su voz seré escuchada y nos interesa conocer el por qué. La situaci6n se va aclarando al encontrar otros contratos donde lo que se est preservando es la paridad de derechos entre fos cényuges. Tal ver. lo que se deba pensar es que existen modalidades y matices que tienen que ver con tiempos y espacios diferentes. Es posible rastrear costumbres no tan rigidas que involucraban. masivamente a la sociedad mesopotimica, es probable que los hdbitos de disolucién hayan sido comunes a hombres y mujeres, antes que se fueran afianzando las prerrogativas masculinas y una vez extendidas estas condiciones, se agudizaron las diferencias. Para poder comprender por qué algunos contratos cscritos profundizaron la situacién de desventaja para la mujer y otros por el contrario Ja preservaron de ella, debemos preguntarnos como operaba la desigualdad social y quiengs eran fas mujeres que se benefician con la cldusula de paridad del contrato. Dadas las condiciones generales de la sociedad y la documentacién escasa’ y sesgada en relacién a [a cantidad légica de ciones que deben haberse producido, deducimos que sélo el sector femenino que tenia acceso a estos beneficios por sus lazos de parentesco, es ef que quedaba registrado per escrito, sélo las que pertenecian a los sectores privilegiados. A continuacién transcribimos un conirato de matrimonio, con estas caracteristicas, para una mayor comprensién de lo expuesto: Mes de Nissan, 28 aio de Samsw-iluna rey Ama-Suickal hija de Ninurta Mansum, ha sido tomada en matrimonio por Enlil-Issu - el gran sacerdote de Enlit- hijo de Lugai-Azida. Ama-Sukkal ha traido a Enlil-Issu, su maride 19 sheckels de plata (como dote=serigtum) Si Enlil-lzcu alguna vez dijera a Ama-Sukkal su mujer “No eres mas mi esposa” deberd devolver los 19 sheckels de plata (0 sea la dote 0 serigtum} y también tenéré que pesar ' mina de plata (equivalente 250 grs de plata= "4 kg.) como indemmizacién por repudio or otro lado, si alguna vez Ama-Sukkal difera a Enlil-Issu, su esposo ‘Tu ya no eres mi esposc” Le deberd dejar los 19 sheckels [correspondientes a su dote 0 seriqtum] y deberd también pesar 1 mina de plata.** En mutuo acuerdo han jurado juntos por el rey A continuacién los nombres de 8 hombres y 2 mujeres, el escriba y el notario, precedido de la firma y sellado, 2 veces cada dos sellos. Se pueden extraer algunas inferencias de este contrato en el sentido esbozado: las dos familias que establecen Ia alianza matrimonial son muy + 20 sheckels = 166 grs. de plata; I mina de plata~ 60 sheckels= sheckels= % kg. de plata, kg, de plata; ¥ mina de plata 30 98 ‘La renovacién historiogrifca:bieoria del género, historia de las sores importantes, la jerarquia de la familia de la mujer puede constatarse por el nivel social del hombre, sacerdote principal de Enlil. Esta posicién le permite ala mujer, una aiSat-awilim, 0 a su poderosa familia plantear la paridad de condiciones con respecto al esposo, ya que en los dos casos la indemnizacion es una compensacién en metilico. Los matices se explican por la jerarquia social, las condiciones més duras se les imponen a los mas desfavorecidos. El contrato de matrimonio aludido tiene su correlato en el proceso de disolucién del mismo. Se reunieron las dos puntas del ovillo, por un lado se pudo rastrear la concrecién de la alianza y por otro nos encontramos con la indagatoria que se le realiza a Ama-sukkal en el babtum’?, para poner fin al matrimonio. Las solidaridades se evidencian entre las integrantes de un babrum de Ja ciudad de Nippur, son las vecinas de Ama-sukkal las que testifican a favor de ella en el proceso que transcribimos a continuacién, En cl contrato citado supra hay una cliusula que fa preservaba, ella podia optar por Ia disolucion del inairimonio, perdiendo su dote y aportando una indemnizaci6n, sin embargo debia someterse igual que cualquier mujer a una indagatoria sobre su conducta que se realizaba en una de las puertas de Ia ciudad ante la estatua dei dios Ninurta, que era frente a quien los (estigos debian jurar y realizar su testimonio. Se reitera, el contrato puede considerarse como una alianza entre familias, lo que implica una serie de derechos y obligaciones, donde la mujer opera como un bien puesto en circulacién. Como se dijo anteriormente, cl contrato escrito no era habitual, salvo que existieran preocupaciones particulates 0 intereses y propiedades que salvaguardar. En algunos casos como el de disolucidn del matrimonio, puede percibirse cierta proteccién a la mujer, lo que se advierte en el andilisis det proceso judicial que realiza el asiridlogo Georges Dossin“®, Toma como referencia un documento de tiempos de Samsu-iluna, la contracara del riksatum analizado: El arma del Dios Ninurta * Las grandes ciudades podian ser divididas en distritos @ barrios tlamados DAG.GL.A en sumerio 0 ‘habuom en acadio, La palabra fabtum es ta forma femenina de babu ("puerta"), sugiriendo tanto que cada puerta de Ia ciudad daba avceso a su propia 5abtum, como que el acceso a esas drcas residenci jes estaba Controlada por puertas que se hallaban dentro de la ciudad. Los basrius funcionaban como mini- comunidades dentro de In ciudad. Los oficiales del barrio, podian advert y conformar cortes y audiencias Sobre asuntos relacionados por ejemplo, con cl estado de los edificios 0 con Ta peligrosidad de animales doméstiens. Los residentes del barrio podian ser llamados por los oficiales pera investigar Ia conducta y Castidad de una mujer que pretendia repudiar a su esposo. E. Stone ufirma a partir de sus estudio desarrotlados en Nippur. gue los veeinos estaban fiecuentemente emparentados, eunque no de una forma tan directa como para que pudicra aparceer en sus patronimicas. Ver: STONE, Elisabeth. Nizpur Neighbourhoods. The Oriental Institute of the University of Chicago, Chicago, 1987. ws DOSSIN, G (comp.): “Melanges d'Assiriologie (1934-1959)" En Akkadica, Supplementum 1, Ed. Peciers, Leuven, sif(C # Revue d'Assiriologie 42, 1948 pp.113/124) Trad, Maria Rosa Oliver, El signo de jnterrogacion que figura a! lado de contrat significa que todavia no se io habia encontrado, su hallavz0 permitio su transiteraciOn e interpretacion posterior. Maria Rosa Oliver 991 ha venido a emplazarse a !a “Puerta” Luego las mujeres (designadas como) sus testigos se han presentado. De los insultos que Ama-Sukkal [esposa] habria dirigido a Enlil-Issu [esposo] ellas no estan convencidas; Por el contrario, de los ultrajes y de los malos tratos de Enlil-lssu a su respecto; ellas lo han convencido a ét Después de fo cual Enlil-Issu ha hee ¢Pueden Uds. convencerme atin mi Ain asi yo no quiero tenerla més Que se me fuerce (por contrato)(?) a pagar. (siguen los nombres de 9 testigos mujeres ¥ Aparentemente nuestros protagonistas no vivian en armonia cory el esposo Enlif-is Osa Aina-sukkal, ante tos juce: 10 la declaracién siguiente: que ahora? por esposa ssu decide enfreniar a su es ja acusa de haberlo ofendido. Pero las mujeres* que han side citadas por ef tribunal como testigos declaran ante ei dios Ninurta, representado en ef oceso por su imagen, que ellas nunca han observado a Ama-Sukkal injuriar a su marida, sino que es él, por el contrario, quien ultraja y malirata a Falil-tssu al no poder sostener sus argumentos, por los testimonics presentados, se declara dispuesto a repudiaria y se compromete a pagar | indemnizacion prevista en el contrato de matrimonio. Este punto esta presente en el contrato de matrimonio, riksufum, que en este caso, como hemos visto. impone condiciones de casi paridad para ambos contrayentes Esta cuestion nos remite a Ja consideracion que tenia en el marco de esa sociedad, una férmula consuetudinaria como la mencionada, inspirada en el juramento, con el peso que un compromiso de este tenor tenia en este contexto, donde la palabra empefiada, supone la obligacién consiguiente ya 1e Ja apelacion a los dioses como testigos y protectores, ¢ incluso como jucces severisimos si por alguna causa se desatendia o rompia el juramento, hacia casi imposible el soslayarlo. Este proceso legal y su confrontacién con el correspondiente contrato matrimonial”, nos permite reconstruir la situacién: Enlil-issu, gran sacerdote de Enlil, hijo de Lugal-azida y Ama- sukkal, hija de Ninurta-mansum, conwajeron matrimonio en e! afio 13 del reinado de Samsu-iluna y estipularon ciertas cuestiones en su contrato matrimonial que fue realizado por escrito ante doce testigos; luego de diez aiios de convivencia ya no existia armonia conyugal, por lo que se presentan * Ver cita 51 ¥ prrrcHarn, J. (Comp) op. ci, p. 219 1o9| La renovacién bistoviognfca: historia del género, historia de as mujeres ante los jueces en “la Puerta™®. Durante el proceso observamos que el marido trata por todos los medios de difamar a su mujer, esto se comprende al ver plasmada la situacion en los §§ 141, 142 y 143 del “Codigo de Hammurabi": si la esposa descuidé su casa o se le puede probar que said en demasia y provocd la desunién y la divisién en su hogar, seré repudiada sin ninguna indemnizacion”. Este es el primer paso que intenta el esposo para no respetar cl contrato que estipulaba la indemnizacién por repudio. Pero en el proceso los testigos -nueve mujeres* de la vecindad- declaran y juran ante el dios Ninurta, representado en el proceso por su imagen, que elles nunca han observado a ‘Ama-sukkal injuriar a su marido, sino que es él, por el contrario, quien ultraja y maltrata a su mujer. Enlil-issu, ante la fuerza de los testimonios ofrecidos ante el dios, debe aceptar su culpabilidad y responsabilizarse por los agravios cometidos, ya que los testimonios presentados son irrefutables. Se declara dispuesto a repudiarla y se compromete a pagar la indemnizacién prevista en el contrato: “Si Enlil-izzu alguna vez dice a Ama-sukkal, su esposa, “Ya no eres més mi esposa’ debera devolverle los 19 shekels de plata (de la dote} y ademas deberd pesar [entregarle] 1% mina de plata como arreglo de divercio..., Estas mujeres que saitan a la vista, que se muestran en los intersticios, en las anomalias de la norma son capaces también de atravesar la farea duracién para mostrar la mirada obturada de los que se niegan a verlas. Los nombres escritos en las tablillas de un procese judicial nos revelan que es posible que un histeriador de la magnitud Stl, pueden afirmar gue no existen testigos mujeres en la Mesopotamia Antigua’ Este proceso, nos abre varios ejes de reflexién en el sentido de las Iineas de trabajo que se habian planteado, En este proceso en particular se pone en luncionamiento, la red de relaciones informales activada por Ama- sukkal: son sus vecinas, sus amigas las que atestiguan a su favor. Son quiza las relaciones sociales, en las cuales estas mujeres estén inmersas, las que posibilitan que trasciendan los limites impuestos a su género por esta sociedad? Por otra parte debemos remarcar el valor del juramento en el marco de esta sociedad, Es evidente que su peso era tal. que se podia dudar de ta palabra de un hombre: las mujeres testigos juraron ante el dios Ninurta, y el denunciante no tuvo , S. "Legal and Social of the Near Kast, Macmillan Institutions of Ancient Mesopotamia” en Sasson. J. (Ed) C Library Reference USA, New York, 1995, pp. 469-489. © Para un andlisis muy irGnico pero basudo en fuentes y en su gran crudicion ver BOTTERO, J.; “Las libertades de las Mujeres de Babilonia”. En Iniraducctén al Antiguo Oriente. De Sumer a la Biblia . Critica Gnjelbo, Barcelona, 1996: pp.126-137. * Ver cita 51 © prrrcHtaRp, J. (Comp) op. cit 51 S81, M: op ct. “La tinica cupacidad legal que una mujer numea tuvo fue lade ser testizo”. p12 Maria Rosa Oliver 101] ‘otra opcién que aceptar su culpa. El juramento era una cuestién solemne, en que la persona que juraba debia tocar o mover un emblema sagrado de la deidad que se hallaba en el templo. Frecuentemente se encuentran registrados juramentos por el arma del dios. El tocar el arma, podia traer el castigo a quien hubiera jurado en falso y es probable que, aquel que pensara hacerlo, desistiera, ante el terror que generaba un posible castigo”. La institucién matrimonial, fuertemente enraizada en lo consuctudina- rio nos permite advertir que muchos acuerdos se pactaban verbalmente y si bien podemos analizarlos actualmente porque algunos permanecieron fijados por escrito, en sus intersticios podemos asir la presencia de la oralidad -el juramento ante cl dios, la declaracion de las mujeres solidarias con una de sus congéneres-, ciertos atisbos vivenciales, que si bien no pueden ser generalizados para toda la sociedad, permiten una mirada diferente. Considerar al matrimonio como contrato o alianza, ya no es una opesicién valida, puesto que el contrato, en sus manifestaciones oral y escrita, es la forma que adopta Ia alianza para anudar los tazos entre grupos que se comprometen mutuamente. Los contratos escritos, consolidan la alianza explicitando cuestiones que pueden ser discutibles o conflictivas en aspectos patrimoniales y/o de status, marcando las diferencias, es decir, afianzando ios privilegios de ciertos sectores sociales en deiriments de otros. A manera de cierre Esta primera aproximaci6n a la construccién del objeto de andlisis ha permitido por un lado la deconstruccion historiografica de los procesos sociales en los que esta involucrado nuestro objeto y por el otro provocar una conversién de la mirada, unos nuevos lentes para visualizar a aquellas mujeres que en muchos casos cran mencionadas por los anélisis histéricos tradicionales sin que esto significara que obtuvieran su lugar, sino que por el contrario eran incluidas solo como apéndice 0 agregado. Quiza los eruditos no pudieron soslayar lo que las propias fuentes revelaban un espacio complejo, el que habréi que analizar. ¢Su iniencionalidad era la de regular y controlar la sexualidad femenina, sus atribuciones, derechos y obligaciones o se pueden inferir otros espacios? Desde Ia opacidad de aquellos estudios, los documentos deberan ser repreguniados para que se transformen en fuentes. con una mirada de rescate y de portavoz de aquellas otras mujeres que constituian la mayoria silenciosa que no aparece en las tablillas. © GREENGUS, S. op. cit. pp. 473-475,

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