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Liceo Católico Cristo Rey

Docente: Mario Pérez

Curso: 11 de Administración e Informática

Fecha: 19/09/2022

TEMA: SER PERSONA, LLAMADO ESPECIFICO DE DIOS AL SER


HUMANO

En el contexto de la fe cristiana, el ser humano no es un objeto más, sino


que es el ser mas importante porque Dios lo dignifico y lo premio con el
poder y el reinado sobre todas las cosas del mundo.

Las personas humanas han sido creadas a imagen y semejanza de Dios (cf.
Gn 1, 26.27). este hecho confirma su carácter único e irrepetible, su propia
singularidad, su condición de valor absoluto e intangible.
La teología busca presentar una visión integral de la persona humana, por
cuanto todo lo que concierne a su crecimiento no le puede ser indiferente,
ya que ella está dotada de un alma espiritual e inmortal que la hace única
en la tierra para buscar y alcanzar la vida eterna. De conformidad con esta
visión integral, el ser humano puede y debe ser considerado de forma
sistemática en su totalidad, como un todo, pues este no es exclusivamente
materia o exclusivamente espíritu, sino que está compuesto por la unidad
de cuerpo y alma.

Como creación de Dios, la persona humana depende absolutamente de Él


y participa de la luz y la fuerza del espíritu santo. ya que el ser humano
posee la razón, es capaz de comprender el orden de las cosas establecido
por el Creador, y su voluntad lo capacita para dirigirse por sí mismo al bien
verdadero. No obstante, es gracias a su conexión espiritual con Dios que
encuentra su perfección en la búsqueda y el amor de la verdad y del bien.

La persona, en la profundidad y la complejidad de su ser, es un misterio


que solamente se esclarece, aunque suene paradójico, en el misterio del
Verbo encarnado, es decir, en Jesucristo. Adán como primera persona
humana era figura del que habría de venir, es decir, cristo, el nuevo Adán
(cf. Rm 5, 14.)

A la luz de la doctrina cristiana, la persona humana no puede ser


considerada como una realidad cerrada en sí misma, sino como un ser
abierto esencialmente a su relación con los de más, con la naturaleza
creada y, finalmente, con Dios.

Ahora bien, el hecho de ser persona, entendiéndolo como un llamado que


Dios hace al ser humano, exige de parte de éste un proceso sincero de
lógica, de voluntad y de sentido común. La respuesta requiere la
consideración de varias alternativas y el uso de una conciencia atenta y
honesta. Cualquier decisión que la persona tome, con respecto a
momentos trascendentales de la vida, le producirá angustia, desasosiego,
temor, pero cuando la realice, de modo consciente y en libertad, sentirá la
satisfacción de ser amado por el Padre, quien ama a todas sus criaturas y
protege a aquellos que se acogen a su voluntad.
La dignidad de la persona humana

Comprender en qué consiste la dignidad del ser humano y vivir en


consecuencia, permite a la persona adueñarse de su historia y de
su ser, entender y valorar las propias capacidades y virtudes, y
establecer un adecuado proyecto de vida. La dignidad de la persona
se manifiesta en el respeto, la administración y la tolerancia del
individuo hacia sí mismo y hacia los demás.

lee a continuación, lo que dicen sobre la dignidad de la persona, el


documento de puebla y la encíclica gaudium et spes:

profesamos, pues, que todo hombre y toda mujer por más insignificantes
que parezcan tienen en si una nobleza inviolable, que ellos mismos y los
demás deben respetar y hacer respetar sin condiciones; que toda vida
humana merece por sí misma en cualquier circunstancia, su dignificación;
que toda convivencia humana tiene que fundarse en el bien común,
consistente en la realización cada vez mas fraterna de la común dignidad,
lo cual exige no instrumentalizar a unos a favor de otros y estaré
dispuestos a sacrificar aun bienes particulares.

De amor por su criatura y la ha hecho a su imagen y semejanza. En esa


relación que la persona establece con Dios está su dignidad, y en Él tiene
lugar el fundamento y la perfección de dicho vínculo:

El fundamento esencial de la dignidad humana está en la vocación de la


persona a la comunicación con Dios. El ser humano está invitado, desde
que nace, aun dialogo con Dios: pues existe porque fue creado por Dios en
un impulso de amor; debe entonces su conservación a ese mismo amor, y
no vive de verdad sino lo reconoce libremente y no se entrega a su
creador.

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