ALEJANDRA ELIDE MONTES LECHUGA LA IMPORTANCIA QUE TIENE LA ADMINISTRACIÓN EN EL ÁREA DE LA SALUD
La demanda de acceso a los servicios de salud ha estado aumentando, este
crecimiento se ha hecho evidente a lo largo del tiempo, tanto en volumen como en complejidad, y es un desafío permanente para las instituciones, en especial los gobiernos, quienes son cada vez más responsables de la salud de la comunidad. Los sistemas de salud se construyen para cumplir funciones sociales expresadas en las necesidades y demandas de los servicios de salud. Un sistema de salud es una interrelación de recursos, finanzas, organización y administración que, en última instancia, brinda servicios de salud a una población. Es necesario construir el concepto de que la organización prestadora de servicios de salud es una empresa pública. Es pública porque sirve a una comunidad, es una empresa porque tiene que establecer metas y objetivos a todos los niveles, y tiene que cumplirse con economía y eficiencia. Un sistema de salud y sus subsistemas (clínicas, hospitales, unidades médicas, etc.) deben tener una gestión eficaz para poder cumplir con las metas previstas en sus diferentes planes de salud, y así responder a las demandas de la sociedad sobre ellos. Los desafíos que enfrentan los sistemas de salud en nuestro tiempo incluyen el desarrollo de la capacidad administrativa de los encargados. El objetivo de resolver los problemas humanos es hacer un mejor uso de los recursos siempre limitados, lo cual es imperativo. Para lograr este objetivo, se han implementado diversas políticas y procedimientos de acuerdo con el desarrollo de conceptos y técnicas de gestión. La administración sanitaria no puede escapar a esta tendencia ya que promueve el pleno desarrollo del negocio para conseguir los mejores resultados en la prestación de los servicios. En la actualidad, la gestión de los sistemas de salud requiere de un conjunto de conocimientos, habilidades y técnicas basadas en un equilibrio armónico que proporcione al gestor una adecuada preparación y le permita realizar una serie de acciones para alcanzar metas específicas en el abordaje de problemas prioritarios. El administrador de salud debe tener una visión holística y completa del sistema, por lo que su visión y trabajo va más allá de la gestión de una clínica, hospital, unidad médica o centro de salud; debe ser capaz de diseñar (planificar), desarrollar (operar), sistematizar (pedidos y registros), evaluar y retroalimentar (análisis y reposicionamiento de acciones y metas) sus planes y planes de trabajo. A nivel federal y estatal, los cargos administrativos de más alto nivel en el sistema de salud son ocupados por personal médico o afines debido a la necesidad inherente de conocimientos en el campo de la salud, lo que sugiere que la toma de decisiones administrativas se centre en profesionales cuyos perfiles no están relacionados con el campo. Existe un debate sobre quién debe gestionar los servicios de salud. Paradójicamente, mientras que algunos dicen que es conveniente que un médico administre un establecimiento de salud, es más fácil para él ganarse la confianza, el respeto y la cooperación de todo el personal, pero se dice que un médico no está capacitado para administrar. Por otro lado, se dice que los profesionales no médicos con formación profesional en administración de la salud se desempeñan bien en la gestión de hospitales y clínicas. Mucho se puede decir sobre esta polémica, pero es innegable que una persona que puede equilibrar posiciones e intereses es un médico-administrador específicamente preparado en la administración, pues la razón de ser de las instituciones que integran el sistema de salud es precisamente el servicio a la salud, por lo que es importante que las decisiones deban ser tomadas por un médico. Asimismo, cada vez es más evidente que las funciones de dirección de los establecimientos de salud no deben ser visibles a personas que no han recibido la formación adecuada en gestión sanitaria, sino que la selección de los directivos debe realizarse íntegramente sobre la base de competencia según el programa, si bien los candidatos demuestran sentido común y deseo de ocupar el cargo, no conocen los conocimientos más básicos para ejercer estos cargos de manera profesional. Cuando se trata de administrar los recursos de un establecimiento de salud, uno no puede hacerlo intuitivamente, la responsabilidad moral y legal es grande, y para hacerlo bien deben prepararse. Es innegable que cuanta más preparación, conocimiento y experiencia en medicina y manejo, mejores serán los resultados Independientemente de la forma en que se formen los directivos, el objetivo final es el mismo, desarrollar profesionales versátiles con los conocimientos, competencias y habilidades necesarias para poder consolidar líderes efectivos en sus campos. o zonas de influencia. Es deber del Director de Atención a la Salud que su institución brinde servicios oportunos al menor costo y con la mejor calidad, tratando a los pacientes como individuos, familiares y miembros de la sociedad. Por lo tanto, el propósito de los administradores de los sistemas de salud es asegurar que las actividades y funciones de sus instituciones se racionalicen y realicen funciones de promoción de la salud, prevención de enfermedades, tratamiento de enfermedades y rehabilitación de discapacidades, así como educación e investigación, y cumplir con eficacia estas funciones.