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FRIEDRICH NIETZSCHE
Lo dionisíaco: caos, instinto,
voluntad irracional Se opone a Schopenhauer:
Vida=voluntad de poder no hay que negar la vida,
Lo apolíneo: equilibrio, sino afirmarla.
armonía, razón

Triunfo en la cultura occidental

Filosofía a Crítica a la cultura occidental Método genealógico

martillazos (niega la vida)

Moral Metafísica Ciencia y lenguaje

• Moral de señores • Sócrates/Platón • Origen metafórico del concepto

• Moral de esclavos • Cristianismo • Verdad como perspectiva
• No hay hechos sino interpretaciones
Transmutación de los • Ilusión del mundo
valores verdadero
Moral contranatural
MUERTE DE DIOS

Transformaciones:
• Camello
• León
Pasivo Nihilismo Activo
• Niño

Último hombre Superhombre

• Transvaloración de los valores

• Inocencia: más allá del bien y del mal
• Sí a la vida: amor fati (eterno retorno)

La filosofía de Nietzsche
Influencia fundamental
Schopenhauer es su influencia más importante. De este filósofo toma el concepto de voluntad de
vivir y la idea del arte como liberación, aunque niega su pesimismo: no se trata de huir de la vida,
sino de afirmarla.
Lo apolíneo y lo dionisíaco
Son los dos principios que componen la realidad, la vida, y que están representados en la tragedia
griega:
• Apolíneo: Apolo es el dios de la luz, del arte clásico, de la armonía y el equilibrio. Representa la
razón.
• Dionisíaco: Dionisos es el dios del vino, la música, la poesía. Representa la voluntad irracional.
La tragedia combinaba las dos dimensiones de la realidad, pero Sócrates hizo triunfar al «individuo
teórico» sobre el «individuo trágico». Empieza así la historia de la filosofía (la historia de un error).

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Crítica a la cultura occidental

Nietzsche hace una crítica radical de la cultura occidental: la considera decadente y basada en una
ficción que hay que desenmascarar con un método genealógico (rastrear el origen de los concep-
tos y mostrar los instintos que hay tras ellos). Esta crítica afecta a la moral, la metafísica, el lenguaje
y la ciencia:
• Crítica a la moral. Nietzsche rastrea etimológicamente los conceptos de bueno y malo, y descu-
bre que en un principio no tenían sentido moral, sino únicamente estamental. Los aristócratas se
denominaban a sí mismos buenos, y denominaban malos a los plebeyos.
Cuando los plebeyos se rebelan, movidos por el resentimiento, invierten los valores y les dan un
sentido moral. Se produce la transmutación de los valores: la moral de los señores, de afirmación
de la vida, de imposición de la voluntad de poder (voluntad de superación que es una fuerza vi-
tal irracional) es entonces suplantada por la moral de los esclavos, propia del hombre plebeyo,
servil, que forma parte del rebaño y, puesto que no puede alcanzar los valores de los señores, crea
unos valores que niegan la vida y que son producto del resentimiento. Esta moral contranatural
se ha impuesto en Occidente y ha creado una civilización enemiga de la vida. Su base filosófica
se encuentra en el platonismo y el cristianismo.
• Crítica a la metafísica. Sócrates impuso el pensamiento lógico y racional. Platón infravaloró el
mundo sensible y creó la ilusión del mundo verdadero, colocando las esencias de las cosas en un
mundo aparte. Separó así la apariencia de la esencia (para Nietzsche la apariencia es lo único que
existe, y los conceptos metafísicos —sustancia, causa, finalidad, cosa en sí— nos alejan de esta
única realidad).
El cristianismo es un platonismo para el pueblo: coloca el sentido de la vida fuera de la vida misma.
Es una moral de renuncia que convierte en valores los sentimientos del rebaño, contrarios a la vida.
Surge así el ideal ascético, que consiste en la negación de la vida. Además de platonismo y cris-
tianismo, Nietzsche considera en la historia otros dispensadores de sentido que han querido ocu-
par el lugar de Dios: la razón, el progreso, la historia.
En el socialismo y la democracia, que se basan en el concepto de igualdad, Nietzsche ve también
los valores cristianos del rebaño: la igualdad se opone a la voluntad de poder, a la jerarquía na-
tural propia de la vida.
• Crítica al lenguaje y a la ciencia. La cultura occidental ha supuesto que el lenguaje nos permite
un conocimiento objetivo sobre la realidad. El método genealógico de Nietzsche descubre que un
concepto es solo una metáfora que responde a la pretensión de fijar la realidad, que es cambiante
y caótica: un concepto es siempre una generalización. Cuando el concepto se hace común, por
un pacto entre los individuos, entonces lo denominamos verdad, y pasamos a considerar men-
tira lo que se sale del pacto. Este pacto nos permite «domesticar» la realidad, y gracias a él te-
nemos un lenguaje que nos permite pensar y desarrollar la ciencia, pero no constituye conoci-
miento real. Nietzsche considera la historia de la Filosofía como un error filológico: confundir
lenguaje con realidad.
Si los conceptos no nos ofrecen la verdad, entonces no hay valores absolutos. La noción de ver-
dad de Nietzsche es perspectivista: para cada individuo la verdad es su perspectiva, lo que au-
menta su voluntad de poder. Frente a la ciencia positiva de su tiempo, que reducía la verdad a he-
chos objetivos, Nietzsche considera que «no hay hechos, sino interpretaciones», y todas
igualmente válidas.
El pronóstico: la muerte de Dios y el nihilismo
Nietzsche anuncia la muerte de Dios (lo que significa la muerte del Dios cristiano, pero también
de todo lo que ha tratado de ocupar su lugar negando la vida: la razón, el progreso, la historia, la
ciencia). Tras la muerte de Dios, aparece el nihilismo (negación de valores). Nietzsche distingue
dos tipos:
• Nihilismo pasivo. Es el del hombre incapaz de asumir la muerte de Dios y el hundimiento de los
valores occidentales. La desorientación le lleva a la angustia y a la desesperación.
• Nihilismo activo. Consiste en asumir la muerte de Dios y contribuir activamente a que los valo-
res caigan, sin esperar a que se derrumben, creando valores propios y dando sentido así a la pro-
pia vida.

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Zaratustra: el superhombre y el eterno retorno

Zaratustra es el personaje que predica la parte positiva de la filosofía de Nietzsche, que da respuesta
a la decadencia de la cultura occidental: la llegada del superhombre y el eterno retorno.
• El superhombre. Zaratustra anuncia el tiempo del último hombre, que ha visto cómo se hundían
sus valores y ha caído en el nihilismo pasivo. Ha de llegar el superhombre, capaz de asumir la
muerte de Dios y crear sus propios valores, de realizar la transvaloración de los valores (invertir
los valores que niegan la vida), recuperando la inocencia primitiva (es decir, situándose más allá
de toda moral, más allá del bien y del mal). Para que llegue el superhombre, son necesarias tres
transformaciones:
— El camello acepta la carga que le impone la moral tradicional y debe convertirse en león.
— El león se niega a aceptar la carga de la moral y conquista su libertad. No es capaz todavía de
crear sus propios valores: debe convertirse en niño.
— El niño, símbolo de la inocencia, es el superhombre que afirma la vida.
• El eterno retorno. Este concepto se refiere al modo en que el superhombre interpreta el devenir:
el eterno retorno es la máxima afirmación de la vida. Requiere un amor fati (amor por el destino),
de manera que cada momento sea vivido deseando que se repita eternamente.

Vigencia del pensamiento de Nietzsche

La crítica contundente y radical de Nietzsche a la civilización occidental y a la decadencia de sus
valores ha resultado muy estimulante para las generaciones del siglo XX, que han conocido la cri-
sis de los valores religiosos y morales que él anunció: no hay que olvidar que las frases de Nietzs-
che estaban en los muros de las universidades francesas en la revolución juvenil de mayo del 68.
La vigencia de su crítica al racionalismo puede detectarse en la filosofía de la posmodernidad, que
ha tratado de abrir caminos nuevos para la filosofía más allá de la razón, y en la actual filosofía del
lenguaje, que recoge sus análisis. Su pensamiento poco sistemático está lleno de afirmaciones su-
gerentes, y la brillantez de su escritura aforística ha hecho que estas afirmaciones mantengan su
atractivo y penetren en la cultura de nuestra época más allá de la filosofía académica: la frase «Dios
ha muerto», por ejemplo, que puede ser interpretada de diferentes maneras, es hoy un lugar común,
y exige ser repensada en un mundo multicultural en el que los valores religiosos vuelven a apare-
cer como signos de identidad en algunas culturas.

Glosario
AMOR FATI: «amor al destino», característico del su-
perhombre, que asume y desea el eterno retorno de
lo que libremente ha querido su voluntad de poder.
APOLÍNEO: Apolo representaba en la Grecia clásica el
Sol y la luz, el arte clásico, el equilibrio y la armonía.
Nietzsche identifica lo apolíneo con la razón.
CAMELLO: primera transformación del espíritu que
anuncia Zaratustra. Es el animal que acepta la carga
que le impone la moral tradicional.
CONCEPTO: el concepto es en su origen una metáfora,
que no capta la realidad. Es una generalización en la
que el hombre ha querido fijar la realidad, que es
cambiante.
CRISTIANISMO: Nietzsche lo considera un platonismo
para el pueblo. Ha colocado el sentido de la vida
fuera del mundo y ha impuesto una moral de renun-
cia a la vida.
DIONISÍACO: Dionisos representaba en la Grecia clásica
la embriaguez, la música y la poesía. Nietzsche iden-
tifica lo dionisíaco con la vida. Consideraba que este
elemento se manifestaba en la tragedia griega a tra-
vés del coro, que señalaba la fuerza irresistible de la
vida incluyendo el sufrimiento.
ETERNO RETORNO: interpretación que hace el superhom-
bre del devenir: vivir cada momento deseando que se
repita eternamente.
IDEAL ASCÉTICO: es un ideal que niega la vida, y que
surge cuando triunfa la moral de renuncia que con-
vierte en valores los sentimientos del rebaño, con-
trarios a la vida.
ILUSIÓN DEL MUNDO VERDADERO: ensueño de que existe un
mundo más allá del sensible y de que ese mundo es
el verdadero. Es una ilusión creada por el plato-
nismo.
LENGUAJE: está hecho de conceptos y, por tanto, de
metáforas. No nos ofrece conocimiento verdadero de
la realidad (aunque solo podemos pensar dentro de
los límites que el lenguaje nos permite).

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LEÓN: segunda transformación del espíritu que anun-
cia Zaratustra. El león se niega a aceptar la carga de
la moral y conquista su libertad, pero no es capaz to-
davía de crear sus propios valores.
MENTIRA: todo aquello que se sale de la norma acep-
tada, del pacto por el que hemos generalizado los
conceptos.
MÉTODO GENEALÓGICO: consiste en rastrear los orígenes
de los conceptos básicos de la cultura occidental para
denunciar los instintos que subyacen en ellos. En lo
que se refiere a los valores morales, se convierte en
método etimológico.
MORAL DE LOS ESCLAVOS: propia del hombre vulgar,
opuesta a la del hombre superior de la antigua aris-
tocracia. Es resultado del resentimiento, de la reac-
ción frente a los valores nobles. Es una moral del re-
baño, propia de los espíritus débiles.
MORAL DE LOS SEÑORES: propia de las aristocracias anti-
guas. Es una moral de autoafirmación de la voluntad
de poder, del sí a la vida. Impone jerarquías y des-
igualdades.
MUERTE DE DIOS: desaparición del concepto de Dios,
que agoniza desde la Ilustración, y que es un lastre
que impide el reconocimiento de la vida como única
realidad. La muerte de Dios es condición para la lle-
gada del superhombre.
MUNDO APARENTE: es el mundo que percibimos a través
de los sentidos. Para el platonismo era un mundo
falso. Para Nietzsche, es el único mundo verdadero.
NIHILISMO ACTIVO: consiste en contribuir activamente a
la destrucción de los valores tradicionales creando los
propios y dando así sentido a la propia vida. Es lo pro-
pio del superhombre.
NIHILISMO PASIVO: angustia y desorientación que surgen
en el último hombre ante la muerte de Dios y la pér-
dida de los valores tradicionales.
NIÑO: tercera y última transformación del espíritu que
anuncia Zaratustra. El niño es símbolo de la inocencia crea-
dora de valores: es el superhombre que afirma la vida.
PERSPECTIVISMO: concepto de verdad que defiende
Nietzsche, según el cual hay una pluralidad de pers-
pectivas, todas igualmente válidas.
PLATONISMO: es el que ha creado la ilusión del mundo
verdadero, infravalorando el mundo sensible. Da lu-
gar al error que está en la base de la historia de la Fi-
losofía.
RESENTIMIENTO: es un sentimiento de reacción de los
plebeyos, los débiles, frente a unos valores (los de
la moral de los señores) que no pueden alcanzar. El
resentimiento produce la transmutación de los va-
lores.
SUPERHOMBRE: es el producto de las tres transforma-
ciones del hombre que anuncia Zaratustra. Es capaz
de situarse más allá del bien y del mal y de crear sus
propios valores, afirmando la vida hasta el punto de
desear que todo retorne exactamente igual.
TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES: se produce cuando los
plebeyos se rebelan, movidos por el resentimiento, y
se autodenominan buenos, considerando malos a
los nobles que antes eran denominados buenos. Es
obra del judaísmo, primero, y del cristianismo des-
pués.
TRANSVALORACIÓN DE LOS VALORES: es la inversión de valo-
res que llevará a cabo el superhombre, que volverá a
imponer los valores que afirman la vida.
ÚLTIMO HOMBRE: es el hombre que ha visto cómo se hun-
dían sus valores y ha caído en un nihilismo pasivo. Es
previo a la llegada del superhombre.
VERDAD: lo que llamamos verdad no es más que el
concepto generalizado mediante un pacto. El con-
cepto de verdad que propone Nietzsche es el único
posible: la perspectiva individual.
VITALISMO: teoría filosófica que defiende la existencia
de una fuerza o impulso vital sin el cual la vida no
puede explicarse. La filosofía de Nietzsche (y la de
Schopenhauer) es un vitalismo.
VOLUNTAD DE PODER: es la afirmación de la vida, voluntad
de superación, fuerza vital irracional, energía creadora
que tiende a expandirse. Nietzsche la entiende sobre
todo como fuerza creadora de valores.
ZARATUSTRA: personaje que predica la parte positiva de
la filosofía de Nietzsche, que da respuesta a la deca-
dencia de la cultura occidental con el anuncio de la
llegada del superhombre y el eterno retorno.
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