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Podemos distinguir tres sentidos clásicos del término “marxismo” que coinciden con
otras tantas facetas de Karl Marx:
a. La producción ya no la realiza un taller con unos pocos artesanos, sino una fábrica a
través de procesos mecánicos controlados por cientos e incluso, a veces, miles de
trabajadores.
Las primeras obras de Marx son las que tienen una impronta más filosófica. En los
Manuscritos de 1844 Marx formula toda una antropología: el hombre es un ser
fundamentalmente social y solamente en sociedad, es decir, en su relación con
otros hombres puede alcanzar su realización y su felicidad. ¿Cómo se establecen
estas relaciones? Fundamentalmente a través del trabajo El trabajo es la
transformación conjunta de la naturaleza. El hombre sólo puede hacerse hombre si
transforma la naturaleza humanizándola, junto a otros hombres, mediante su
trabajo.Según el autor, por medio del trabajo el hombre establece una doble relación,
(ver texto Selectividad)
• la esencia del hombre no es nada que resida en su interioridad; no es algo así como
un alma o una conciencia, sino que es justamente su exterioridad: sus relaciones con
los demás hombres y sus relaciones con la naturaleza. La esencia del hombre reside
en el conjunto de relaciones con la naturaleza y con otros.
• el trabajo no es un castigo para el hombre, por tanto, sino que es, en sus dos
dimensiones, la esencia el ser humano. Debería ser, por tanto, algo que le permitiera
realizarse y dignificarse.
• el hombre no puede ser libre sino a través de su trabajo, puesto que es a través de
éste como manifiesta su esencia, la hace presente, expresa su creatividad. La libertad
es, para Marx, la capacidad de darse cada uno a sí mismo su propia existencia
específica. Los animales no son libres por cuanto viven bajo el imperio de la
necesidad, simplemente responden obligados por sus exigencias naturales, pero no son
capaces de darse sus propias condiciones materiales creando así, también, sus propias
exigencias.
• esta libertad no es infinita, sino que está limitada por las propias condiciones
materiales existentes en las que el ser humano tiene que realizar su acción con los
otros hombres en la naturaleza. Podemos decir, que la actividad humana es, al mismo
tiempo, condicionada y condicionante, o lo que es lo mismo: la sociedad produce al
hombre, pero el hombre produce a la sociedad.
“El hombre pone su vida en el objeto pero entonces ya no le pertenece a él, sino al
objeto…”
Fuerza productiva: capacidad de trabajo de los hombres. Ver problema del ser
humano.
Esta es la idea general del materialismo histórico: para entender la historia hay
que analizar primero la base económica de la sociedad o infraestructura ya que
esta determina la forma en que los hombre piensan o superestructura.
Clases sociales.
En un principio está claro que la clase opresora tiene todas las de ganar pues controla
todo el poder del estado, no sólo el poder físico, a través de la policía y el ejército,
sino también el poder ideológico a través de la Iglesia, la escuela, la moral etc. Pero el
desarrollo de las fuerzas productivas hace que las antiguas relaciones de producción
queden obsoletas y se abre el camino a una época revolucionaria en la que se cambian
por completo las estructuras económicas de la sociedad y comienza un nuevo periodo.
La lucha de clases.
Las clases sociales son grupos sociales antagónicos que se definen por el lugar que
ocupan en la estructura económica de un modo de producción determinado, lugar que
está determinado, fundamentalmente, por la forma específica en que se relaciona con
los medios de producción. Por consiguiente,el concepto de clase no se definía por
la renta, sino por la posición que se ocupaba en relación con los medios de
producción; es decir, la definían las relaciones sociales de producción.
Una revolución no es una simple revuelta social con el fin de conseguir mayor
justicia. No es, tampoco, un “golpe de estado” que pretenda sustituir un gobierno por
otro. Una revolución es un proceso en el cual la mayoría de los individuos de una
sociedad se enfrentan al poder establecido con el fin de sustituir no solamente a la
autoridad o gobierno, sino a un régimen político por otro. La forma específica de
revolución que deberá sustituir al modo de producción capitalista y su superestructura
y culminar con la instauración de un régimen político comunista, tendrá, como toda
revolución, un proceso particular de desarrollo que, en este caso, tiene dos fases: la
fase socialista y la fase comunista.
7. EL PROBLEMA DE LA MORAL: LA REVOLUCIÓN COMUNISTA.
Igual que en la época anterior, el desarrollo de la clase de los opresores (en este caso
la burguesía capitalista) necesariamente desarrollará la clase de los que acabarán con
ella: el proletariado. De esto no son conscientes los capitalistas: la acumulación cada
vez mayor del capital en unas pocas manos, hace que las fábricas sean más numerosas
y se concentren en zonas industriales. De esta forma, los obreros que trabajan en esas
fábricas, no se encuentran aislados unos de otros, sino que se encuentran todos
concentrados en las zonas industriales y en los barrios obreros de las grandes
ciudades. Cuando los obreros se den cuenta de su capacidad de organización y de su
propia fuerza, formarán ejércitos de proletarios y harán la revolución derribando los
pedestales de los opresores capitalistas.
Marx no describe este paso como uno más dentro del proceso histórico dialéctico,
sino que lo describe como el último paso. Con la revolución proletaria, escribe,
termina la época de la prehistoria humana. Esto es así porque, con el comunismo, se
supera definitivamente toda clase de antagonismo social: con el comunismo
desaparecen las clases sociales y por tanto la fuente del conflicto que mueve la
historia. No hay clases sociales, ni, por tanto, dominación de una clase por parte de
otra, porque el comunismo supone la abolición de la propiedad privada, de la
propiedad de los medios de producción por parte de una clase que, de este modo
puede ejercer el dominio sobre la clase de los desposeídos.
SUPERESTRUCTURA
INFRAESTRUCTURA.
Tipos de ideologías
Aunque Marx no trata expresamente el tema de Dios, ofrece una teoría sobre la
religión. Cómo hemos visto, la alienación fundamental de la sociedad capitalista
reside en la alienación del trabajo que, a su vez, promueve otras formas de alienación
como la religiosa.
TEXTOS
Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de luchas de clases.
Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales;
en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha
ininterrumpida, velada unas veces, y otras, franca y abierta, en una lucha que conduce en
cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de
ambas clases beligerantes. (...). En la Roma antigua son los patricios, los équites, los
plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y
los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases
todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones.
La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha
abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas
condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las
antiguas. Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber
simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez
más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la
burguesía y el proletariado.