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Régimen del interés simple:

Valor actual: Es el valor presente que tiene una determinada cantidad de


dinero que vamos a recibir en un futuro. Para conocer este valor actual habrá
que tener en cuenta el flujo de dinero que vamos a recibir y una tasa que
tendremos que descontar de esos flujos futuros. Este concepto se utiliza
normalmente para comprobar si una inversión es viable en el futuro.

Valor presente: Es la forma de valorar activos, cuyo cálculo es el descontar el


flujo futuro basándose en una tasa de rentabilidad ofrecida por alternativas de
inversión comparables, denominada costo de capital o tasa mínima. Es decir,
el valor presente permite que se pueda conocer el valor que una cantidad de
dinero actual tendrá en el futuro. Al calcular el valor presente se debe
comprobar el activo futuro basándose en la cantidad actual (del momento).

Descuentos: Racional Matemático Comercial Bancarios y pagare  

El descuento racional: El descuento real, racional o matemático también


se realiza a corto plazo, a diferencia del descuento compuesto, que puede
llevarse a cabo dentro de un corto o largo plazo, permite la reversibilidad entre
sus variables, es decir, a través de la tasa de descuento (la tasa de interés
nominal vencida o la tasa de interés efectiva vencida) el valor futuro del título-
valor puede convertirse en un valor presente y viceversa. Por último, si al
capital adelantado le sumamos los intereses obtendríamos el capital final, algo
que no ocurre con la modalidad comercial.

Su cálculo se efectúa a partir de la diferencia entre el monto a pagar o


valor nominal y su valor actual, por lo que no se toma el valor nominal sino el
valor real, y en ello radica la principal diferencia con respecto al descuento
comercial. Se calcula a partir del valor nominal del capital en el momento en
que se negocia, y se define como el interés simple calculado sobre el valor
actual, con una tasa de interés.

En otras palabras, calcular el descuento racional requiere determinar el


valor actual de la suma a la tasa indicada y restar ese valor actual de dicha
cantidad. Como resultado obtendremos el descuento racional, que será igual a
la cantidad a pagar menos el valor actual del capital. Así, es el descuento de su
respectivo interés aplicado al valor nominal de un título-valor, calculado a partir
de la tasa de interés nominal vencida o con la tasa de interés efectiva vencida.

El descuento comercial o bancario: es un instrumento de financiación a


corto plazo que permite a la empresa obtener liquidez de créditos comerciales
no vencidos, a cambio de un precio pactado por ambas partes. A través de esta
operación, las entidades financieras les anticipan el importe de sus créditos
comerciales no vencidos instrumentados mediante efectos mercantiles. A
cambio de la cesión o endoso de los efectos mercantiles (letras de cambio y
otros), la entidad financiera (cajas de ahorro, bancos o entidades de
crédito) cobra un precio determinado en función de distintos intereses, gastos y
comisiones. Es decir, si bien se le cede a ésta una parte del importe de las
ventas realizadas a terceros, gracias a esta operación conseguimos disponer
anticipadamente de efectivo.

Tanto el descuento comercial como racional suponen adelantar el


vencimiento de un capital futuro, lo que implicará el cálculo de los intereses que
se descontarán de ese capital para así poder adelantar su disponibilidad. Se
trata, por lo tanto, de una operación inversa a la capitalización, que precisa la
realización de cálculos para determinar los intereses descontados por la
operación.

Los descuentos también pueden ser letras, pagarés, recibos bancarios o


certificaciones:

Letras de cambio: Son los documentos más utilizados en esta


operación. Antes de presentarla al banco la libraremos al cliente por el importe
correspondiente en una fecha determinada a favor de un tercero, tomador o
beneficiario, cuyo nombre ha de figurar. Cuando el cliente la acepta y nos la
devuelve podremos endosarla a un tercero, es decir, a la entidad bancaria.

Pagarés: En este caso el cliente o librador hace una promesa


incondicional de pago a un tercero, en la fecha y cantidad reflejadas. Mediante
su expedición se genera un documento descontable, cuyo importe podemos
cobrar anticipadamente, según las condiciones pactadas con el banco, con
unos límites que serán los asociados a la línea de descuento.

Recibos bancarios: Para poder recurrir al descuento de recibos éstos


han de estar normalizados y también han de cumplirse requisitos formales,
pues el formato ha de ser el establecido por el Consejo Superior Bancario. Al
obtenerse antes que el pagaré, pues podemos obtenerlos una vez facturadas
las mercancías o servicios, el descuento será más rápido.

Certificaciones de obra: Documentos que se descuentan como si


fuesen letras de cambio, calculando intereses hasta la fecha de pago acordada.
Es común en las empresas suministradoras o ejecutoras de obras para una
entidad pública.

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