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Fuentes de información

Fuente 1

La ONU en México condena las agresiones contra los profesionales de la salud que
lucha contra el coronavirus
El Sistema de las Naciones Unidas en México lamentó este jueves el aumento de
agresiones contra el personal sanitario que combate la pandemia de COVID-19 en el país
norteamericano y destacó la importante labor que llevan a cabo.
Al mismo tiempo, se anima a los gobiernos, tanto al federal como a los estatales, a
adoptar medidas urgentes que sirvan para garantizar la salud física y mental de los
profesionales sanitarios y que garanticen las necesidades inmediatas de las mujeres que
trabajan en este ámbito. La ONU en México llama a "reconocer, aplaudir, respetar y
agradecer el trabajo" del personal médico y de "garantizar los derechos humanos" de
todos los profesionales de la salud: cuerpo médico y de enfermería, paramédicos,
parteras, técnicos de enfermería, obstetricia, farmacéuticos, personal de limpieza y
personal de seguridad, en el contexto de COVID-19. El Sistema de la ONU en México
además reitera su solidaridad con el personal sanitario que ha padecido cualquier forma
de violencia y discriminación relacionada con la pandemia del coronavirus. Del mismo
modo, expresa "su plena disponibilidad" de continuar trabajando en colaboración con el
Estado y la sociedad mexicana, con el objetivo "de garantizar el ejercicio de los derechos
humanos de todas las personas, en momentos en los que más que nunca debemos
reforzar nuestra solidaridad".
Según informaciones de prensa, el Instituto Mexicano del Seguro Social anunció
recientemente medidas de protección para los hospitales junto a las secretarías de
Seguridad y Defensa. De acuerdo con las mismas fuentes, algunos hospitales
proporcionaron transporte privado a sus empleados para garantizar su seguridad; y el
gobierno de la Ciudad de México puso a disposición del personal sanitario habitaciones
de hotel para que puedan descansar fuera de sus casas o como refugio ante posibles
agresiones.
Fuente https://news.un.org/es/story/2020/04/1473372

Fuente 2
La discriminación y el estigma en tiempo de pandemia: ¿un fenómeno mundial?
El COVID-19 ha provocado una serie de actos discriminatorios en todos los continentes,
con diferentes grupos como objetivo. En este artículo, 10 Cátedras UNESCO que se
ocupan de los derechos humanos y la inclusión social proporcionan información sobre
cómo se manifiesta este fenómeno mundial en sus países. El artículo no es exhaustivo.
Su propósito es ayudar a ilustrar, a través de las experiencias locales comunicadas por
las Cátedras, la pluralidad de formas que pueden adoptar la discriminación y el estigma
relacionados con el COVID-19 en diferentes contextos. Para que sean eficaces, las
respuestas deberán tener en cuenta las especificidades de cada manifestación,
abordando, en particular, las pautas de exclusión profundamente arraigadas.
Desde el brote del COVID-19, "la inestabilidad y el temor que engendra la pandemia está
exacerbando las preocupaciones existentes en materia de derechos humanos, como la
discriminación contra determinados grupos", como señaló el Secretario General de las
Naciones Unidas en un informe de política sobre el COVID-19 y los derechos humanos.
La Sra. E. Tendayi Achiume y el Sr. Fernand de Varennes, respectivamente los Relatores
Especiales de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo y sobre
cuestiones relativas a las minorías, también informaron sobre los ataques relacionados
con el COVID-19 contra grupos minoritarios en todo el mundo. A pesar de la escasez de
datos sobre este fenómeno, los incidentes discriminatorios denunciados en los artículos
de los periódicos y en los medios de comunicación social parecen confirmar que se trata
de un fenómeno mundial. La información recibida por 10 cátedras de la UNESCO sobre
las repercusiones del COVID-19 en los grupos vulnerables ilustra cómo se vieron
afectados sus respectivos países.
El brote del COVID-19 reforzó el objetivo del "otro"
Si bien el perfil de las víctimas varía de un país a otro, parece haber una pauta común en
los actos discriminatorios que se producen durante la pandemia: en la mayoría de los
casos el objetivo es generalmente el "otro", es decir, el extranjero, alguien que pertenece
a una minoría étnica o cultural, etc.
Durante la primera fase del contagio del COVID-19, los que más sufrieron la
discriminación fueron los asiáticos y las personas de ascendencia asiática, que fueron
frecuentemente el blanco de ataques por causar la pandemia y su propagación. Como
informaron las Cátedras UNESCO de Italia, España, Grecia, Dinamarca y los Países
Bajos, los episodios discriminatorios consistieron en agresiones verbales en lugares
públicos, campañas denigrantes en los medios de comunicación social, el boicot de sus
actividades comerciales y, en algunos casos, dificultades de acceso a las instituciones
educativas.
En algunos contextos, los ataques discriminatorios se extendieron a otros grupos. Según
la Cátedra UNESCO de Educación para la Justicia Social de la Universidad Autónoma de
Madrid, las comunidades romaníes del norte de España fueron objeto de ataques,
supuestamente por ser las primeras en ser contaminadas por el COVID-19.
Análogamente, la Cátedra UNESCO para la promoción de la cultura de la paz y la no
violencia de la Academia Manipal de Educación Superior de la India informó de que las
comunidades musulmanas, que representan la minoría más numerosa del país, han sido
víctimas de ataques y otras formas de discriminación en medio de la pandemia. Estos
episodios comenzaron a surgir cuando la propagación del virus se asoció presuntamente
con una reunión celebrada por un movimiento misionero musulmán en marzo.
La discriminación y el estigma adoptan nuevas formas a medida que evoluciona la
pandemia
Se ha observado que la discriminación evolucionó en muchos lugares de forma paralela a
la pandemia, y que se eligieron nuevos objetivos en el camino. Si al principio los objetivos
eran los que erróneamente se consideraban como la causa de la enfermedad, el temor al
contagio llevó progresivamente a ataques también contra personas que, por diferentes
razones, estaban particularmente expuestas al virus.
Según la Cátedra UNESCO de vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona
(España), los blancos de los ataques discriminatorios cambiaron a lo largo de las
semanas, ya que "otro tipo de estigmatización surgió por el miedo a ser infectado". En
algunos casos, este temor dio lugar a amenazas contra los trabajadores de la salud y los
empleados de los supermercados que corrían el riesgo de ser infectados en sus lugares
de trabajo. Por ejemplo, la Cátedra UNESCO de resolución de conflictos de la Universidad
de Córdoba informó de que las comunidades pedían a los profesionales de la salud que
no volvieran a sus hogares para evitar la contaminación de sus vecinos. En otros casos, el
temor al contagio provocó el estigma y los ataques discriminatorios contra las personas
sin hogar que, debido a su situación, no pueden cumplir con el encierro ni aplicar otras
medidas preventivas básicas.
Todos estos incidentes parecen confirmar que, en tiempos de crisis y de gran
incertidumbre, especialmente de una magnitud como la que estamos viviendo
actualmente, la gente tiende a buscar chivos expiatorios para desahogar sus
frustraciones, preocupaciones y miedos.
Contrarrestar el estigma mediante una mayor solidaridad y sensibilización
A medida que la pandemia se intensificaba, las organizaciones internacionales y
regionales pedían la solidaridad de los Estados, no sólo para hacer frente a la emergencia
sanitaria sino también a sus repercusiones, especialmente en los más vulnerables.
En muchos países, las respuestas adoptaron la forma de campañas en los medios de
comunicación de masas lanzadas por las autoridades nacionales y locales y la sociedad
civil. Éstas tenían los siguientes objetivos: hacer un llamamiento a la solidaridad
ciudadana y contribuir a cambiar las actitudes de las personas hacia los grupos que
corren el riesgo de ser discriminados en un contexto específico. La lucha contra los
prejuicios surge, por lo tanto, como una intervención clave, junto con otras medidas de
apoyo financiero o destinadas a mejorar el acceso de los grupos desfavorecidos a los
servicios básicos.
Las cátedras de la UNESCO que participaron en este estudio informaron de la
multiplicación de esas iniciativas en sus países. Cabe mencionar la aparición de redes de
apoyo y solidaridad impulsadas por los ciudadanos que "desempeñan un papel crucial en
la prevención y limitación de los efectos de la estigmatización social y la discriminación
étnica asociadas al virus", como señalaron las Cátedras UNESCO de la Universidad
Carlos III de Madrid, la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona y la Universidad de
Florencia. La Cátedra UNESCO de Educación para los Derechos Humanos, la Paz y la
Democracia de la Universidad Aristóteles de Salónica informó de que, en Grecia, donde el
número de inmigrantes y solicitantes de asilo ha aumentado considerablemente desde
2015, las ONG nacionales y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
lanzaron campañas en las que se pedía el apoyo de los ciudadanos a los refugiados.
Fuente https://es.unesco.org/news/discriminacion-y-estigma-relacionados-covid-19-
fenomeno-mundial
Fuente 3
La estigmatización social en la salud
En el área de la salud, se trata de la asociación negativa de un grupo social hacia una
persona o una minoría que comparten ciertas características y una enfermedad
específica. En una situación de pandemia como la que enfrentamos, este proceso puede
significar que las personas sean etiquetadas, estereotipadas, discriminadas, maltratadas,
marginadas, excluidas y/o que experimenten una pérdida de estatus debido a su conexión
con la enfermedad. Este trato puede tener efectos negativos diversos a nivel psicológico y
social, no solo para los que tienen la enfermedad, sino también para quienes los cuidan,
para sus familiares o para quienes comparten alguna característica con ese grupo.
Causas
La situación de miedo, angustia, ansiedad y confusión en la población son totalmente
comprensibles; desafortunadamente, también fomentan estereotipos dañinos. Existen tres
factores fundamentales que fomentan está situación:
Efectos sociales y psicológicos La estigmatización puede generar que:
• Personas con sospecha de presentar algunos síntomas de la enfermedad se aíslen por
miedo a verse discriminadas o rechazadas por otros.
• Personas que presuman tener COVID-19 no busquen atención médica inmediata.
• Quienes padecen o tuvieron la enfermedad vean su salud mental comprometida.
• El personal que trabaja y atiende a personas con el virus se deshumanice en el trato.
• Exista la negación de atención médica, educación, vivienda o empleo.
• Las personas contagiadas sean víctimas de violencia física.
¿Cómo contrarrestar la estigmatización?
Para poder contrarrestar esta situación es necesario crear un entorno en el que se pueda
discutir y abordar la enfermedad y sus repercusiones de manera abierta, sincera y eficaz.
Además, hay que tomar ciertas medidas:
• Conocer la información referente a la enfermedad y compartirla con otras personas.
• Mostrar empatía con los afectados.
• Comprender la enfermedad.
• Adoptar medidas eficaces y prácticas para que las personas puedan contribuir a su
seguridad y a la de sus seres queridos.
• Hacer uso de una comunicación adecuada y efectiva.
Fuente https://vmtsalud.com.pe/noticias/el-covid-19-y-su-estigmatizacion
Fuente 4
Discriminación y racismo
Discriminación

Discriminación significa tratar a alguien de forma diferente, es decir, tratar a una persona
peor que a otra en las mismas circunstancias. El motivo de la discriminación puede ser el
origen étnico, la nacionalidad o la religión, entre otras cosas.

También se considera discriminación la creación de un ambiente amenazador, hostil,


despectivo o humillante, así como obligar o alentar a otra persona a realizar actos
discriminatorios.

Un ejemplo de discriminación sería no recibir un servicio por motivos origen étnico o que,
en una reunión de trabajo, se le exija un dominio absoluto de la lengua finesa, aunque
este no fuera un requisito para el trabajo en cuestión.

El hecho de tratar a las personas de distintas formas no siempre es discriminación. Se


puede tratar a las personas de diferente modo cuando hay un motivo aceptable.

La ley de no discriminación establece qué se considera discriminación.

La ley de no discriminación prohíbe la discriminación por edad, origen, nacionalidad,


idioma, religión, convicción, opinión, actividad política, actividad sindical, relaciones
familiares, estado de salud, discapacidad, orientación sexual u otros motivos relacionados
con la persona. Nadie puede verse en una situación desfavorable por ninguno de estos
motivos.

La ley de igualdad prohíbe la discriminación por motivos de sexo.

Tipos

La discriminación es un trato desfavorable o de inferioridad, de desprecio inmerecido


hacia una persona, que puede ser discriminada, es decir, separada o maltratada, tanto
física como mentalmente, impidiendo el ejercicio de sus derechos.

Entre las personas que son más propensas a sufrir de discriminación son los
discapacitados, niños y niñas, indígenas, embarazadas, no heterosexuales, LGBT,
migrantes y refugiados.

En este sentido existen distintos tipos de discriminación, entre los que se pueden
mencionar los siguientes:

Discriminación racial: por pertenecer a una raza no predominante o debido a prejuicios


asociados a determinada etnia,
Discriminación de género o sexual: debido a desigualdades de género o violencia
contra alguna orientación sexual,
Discriminación por edad: especialmente dirigidos a los niños y niñas que sufren por
abusos de poder,
Discriminación por su nacionalidad o su origen: especialmente dirigidos a migrantes o
extranjeros de países que sufren de prejuicios,
Discriminación religiosa: debido a su credo, prácticas o costumbres religiosas,
Discriminación política: censura por sus ideas políticas,
Discriminación por su situación o su posición social: el trato desigual por condiciones
de discapacidad o por clase social.
Racismo

El racismo es un fenómeno social que tiene diferentes componentes que se materializa en


la exclusión y vulneración de derechos y libertades de las personas. Es un problema que
afecta gravemente a la sociedad peruana, más de la mitad de peruanos/as se ha sentido
discriminado siendo las principales manifestaciones de discriminación la negativa a ser
atendido/a, el trato diferenciado y las bromas*. Esto acentúa la desintegración nacional y
profundiza las impidiendo un desarrollo basado en la igualdad y afectando principalmente
a personas pertenecientes a pueblos indígenas, población afrodescendiente y personas
de origen o ascendencias andina o amazónica.

Según la I Encuesta Nacional ‘Percepciones y Actitudes sobre Diversidad Cultural y


Discriminación Étnico-Racial’ revela que el 53% de los/as encuestados/as considera a los
peruanos/as racistas, pero solo el 8% se considera a sí mismo racista. La diferencia
porcentual entre aquellos que se identifican como racistas y a quienes consideramos
como racistas nos permite identificar como uno de los principales problemas para
enfrentarlo es su normalización, lo que lleva a la negación de que el racismo existe y de
las consecuencias que tiene en la forma como nos organizamos como sociedad.

En el Perú existen muy pocos procedimientos administrativos o judiciales iniciados por


motivos de discriminación étnico -racial, las no suelen denunciar haber sido víctimas o
testigos de este tipo de hechos. Esta situación se explica por diversos factores que
limitan las posibilidades reconocer y actuar ante esta problemática y perpetúan el daño
social que causa. Entre los principales encontramos:

Los principales lugares donde los peruanos/as se han sentido discriminados son


hospitales públicos o postas médica (22%), comisarias (19%) y municipalidades (14%).

 la vergüenza de denunciar tales hechos


 la negación y normalización de actos, frases o palabras racistas
 el desconocimiento de los mecanismos de denuncia
 la reproducción de estereotipos y prejuicios en medios de comunicación
 la dificultad para contar con medios probatorios y
 la ausencia de una cultura de sanción social contra la discriminación.
 La discriminación racial en Perú  
 Un panorama general sobre la discriminación racial en el Perú nos muestran las
siguientes cifras. Más de un millón de peruanos han sufrido de discriminación 2.
Además, el 81% de los encuestados indica que la “discriminación ocurre todo el
tiempo y nadie hace nada”  3.  También, el 79% de la población dice que “El Perú
es un país racista4. Como las cifras evidencian, nos encontramos inmersos en una
sociedad cuyas prácticas cotidianas se entremezclan con actos de  discriminación
étnico-  racial.
 En nuestro país, la discriminación étnico- racial presenta patrones que
caracterizan a nuestra sociedad de manera particular 5. En primer lugar,
la negación y naturalización es uno de los patrones más presentes. La negación
de la discriminación étnico racial se constituye como un mecanismo de defensa
para no involucrase con el problema. Se niega su existencia. Entonces, a través
de la naturalización, que funcionaría como una forma de negación, las personas
indican que no son discriminadas y ellos mismos han interiorizado que no tienen
derecho a un trato como los demás.
 En segundo lugar, la jerarquización de la diferencia es otro de los patrones
presentes en la discriminación étnico- racial. El Perú presenta gran diversidad, si
bien esta nos llena de orgullo, existe un doble discurso. Son estas mismas
diferencias que, también, son motivo de discriminación y el establecimiento de
relaciones jerárquicas. Históricamente, se ha planteado un modelo de peruano
cuyas características físicas y/o origen étnico-cultural son similares a las del
anglosajón. Mientras más nos parezcamos a él, “consideramos que nos
encontramos en un nivel superior y sentimos mayor motivo para discriminar o
menospreciar al otro”5.
 Es por tal motivo, que las situaciones de discriminación racial aumentan cada vez
que se cree que una persona o grupo está en un nivel o lugar que no le
corresponde.  La autora Cecilia Méndez afirma lo siguiente: “La valoración
tremendamente peyorativa que ha adquirido la sierra como una geografía
asociada a lo rural por antonomasia, así como sus poblaciones, que étnica y
racialmente han sido reducidas a la condición de «indios»” 6. Es así, como la
palabra “indio” se ha posicionado como un insulto y de la misma forma la palabra
“serrano” es usada para discriminar.  Estas palabras han sido entendidas como
ofensas en base a prejuicios y estereotipos que están presentes en nuestra
sociedad desde la época colonial.  
 Los patrones anteriormente señalados no permiten el ejercicio pleno de los
derechos de las personas, dado que estas son discriminadas siendo
imposibilitadas de participar y opinar, su voz no cuenta en estas circunstancias, y
por tanto, su condición de ciudadanos y ciudadanas se encuentra menoscabada.
 Por último, la Constitución Política del Perú señala en el artículo 2 inciso 2: “Toda
persona tiene derecho a la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por
motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de
cualquiera otra índole”.  Si bien nuestra Constitución señala que los peruanos
tenemos derecho a la no discriminación, la rutina diaria del ciudadano peruano
muestra que los actos discriminatorios están presentes en el contacto
interpersonal y  a través de los medios. Estas situaciones demuestras que aún hay
mucho por trabajar.

(I Encuesta Nacional, 2017)

FUENTES AUDIOVISUALES

Vea y analice los videos


Fuente 1
https://www.youtube.com/watch?v=F_6ElCIyr5Y 03:11

Fuente 2

https://lpderecho.pe/discriminacion-laboral-delito-romy-chang/ (6:34)

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