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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

Facultad de Filosofía y Letras

Colegio de filosofía

Enero – Junio 2022

Historia de la Filosofía Griega

Unidad de aprendizaje:

PIA (segunda parte)

Docente: Mayra Jocelin Martínez Martínez

Alumno: Mario Ervey González Valdés

Grupo: N25 Matrícula: 2012810

26/05/2022
CORPUS PLATÓNICO.

- Diálogos del período Socrático.

Apología a Sócrates: Platón, quien estuvo en el juicio de su maestro Sócrates escribe


la defensa de este ante su juicio a muerte, ante unos 500 jueces. Sócrates define entre
dos tipos de jueces, quienes han ido formalmente a votar y quienes van más
anónimamente y son quienes propagan mentiras sobre él. Les dedica un mensaje a
estos segundos jueces, a los anónimos, diciendo que no debían enfadarse con él sino
consigo mismos, por haber creído que sabían cuando no sabían nada. Fue juzgado por
no creer en los dioses de la ciudad y traer otros nuevos y por corromper a la juventud.
Al aceptar de manera solemne sin sollozos su juicio y no intentar pedir perdón a pesar
de que esto le costara la vida Sócrates demuestra que es preferible haber muerto de
esa manera que vivir después de pedir perdón cuando no hizo nada malo, y que
conservar la vida física no lo es todo ante cualquier otra cosa. Al final Sócrates acepta
su condena a muerte.

Critón: Platón nos describe el cómo Critón un buen amigo de Sócrates soborna a los
guardias del encierro de Sócrates para que este pueda escapar de la cuidad antes de
su ejecución y así salvarse de la pena de muerte. Sócrates dice que no se irá ya que
no teme a la muerte y huir sería cometer injusticia ante las leyes de la ciudad y estaría
implícito que sí era culpable de lo que se le acusaba.

Laques: Laques fue un general ateniense con el cuál en este diálogo Sócrates
mantuvo una conversación acerca de ¿qué es la valentía? Y Laques da por respuesta
un ejemplo, no una definición; este dice que es cualquiera que conserve su posición y
combata al enemigo, Sócrates le contradice dándole de ejemplo las retiradas
planeadas para atraer al enemigo a donde es deseado, es así como se da lugar a su
discusión.

Lisis: En este diálogo se busca la definición de la naturaleza de la virtud de la amistad.

Cármides: En este diálogo se trata de la prudencia, en el cual se llegan a plantear


hasta seis posibles respuestas de las cuales ninguna escapar con validez de la crítica
del método socrático.
Eutifrón: La pregunta que se trata en este diálogo es lo que es la piedad, y en este se
presenta el dilema de Eutifrón el cual se cuestiona si ¿Dios manda algo porque es
bueno? o si ¿algo es bueno porque lo manda Dios? En este diálogo se entera Sócrates
que Meleto lo acaba de acusar de impiedad y de corromper a los jóvenes y que tendrá
que enfrentarse a juicio por este mismo tema. Sócrates por unos cuantos motivos
personales de Eutifrón considera que este sabe lo que es piedad y le pide que se lo
enseña para así poder defenderse en su juicio. Al final ninguna de las respuestas de
Eutifrón satisfacen a Sócrates y caen en el dilema antes mencionado.

Ión: Platón trata en este diálogo en ¿Qué es la poesía? Y lo representa con un diálogo
entre Sócrates y Ión de Efeso, un rapsoda, es decir alguien que recita poemas, se
preguntan por la naturaleza de ésta y si es un arte que se pueda enseñar y aprender
con el tiempo o si es puramente por inspiración divina.

Protágoras: En este diálogo Sócrates dialoga con Protágoras acerca de ¿qué es la


virtud? Y si esta se puede enseñar o no. Se dice que como de la virtud depende la
felicidad están muchas cosas en juego al saber si la virtud se puede enseñar, si esto
fuese posible, la próxima pregunta sería ¿quién es el mejor maestro de la virtud? A
través del diálogo cada uno se los interlocutores (Sócrates y Protágoras) termina el
diálogo con la opinión contraria respecto a la que tenían en un principio; por su parte
Sócrates no sería que fuese posible enseñar la virtud, pero termina pensando que
puede ser posible, mientras que Protágoras se hacía pasar como un maestro de la
virtud y termina dudando de sí y de lo que puede o no hacer.

- Diálogos en período de transición.

Georgias: Algo a destacar de este texto es que empieza la transición en la cual Platón
pasa de retratar cómo era su maestro y su método de enseñar a hacerlo portavoz de
sus propias teorías y postulados, como por ejemplo la teoría de las ideas. Como temas
principales trata la retórica y la justicia, es una discusión de Sócrates y otros griegos
más, los interlocutores que defienden sus artes criticadas por Sócrates son Georgias,
Polo y Calícles.
Crátilo: En este diálogo se aborda la cuestión de las palabras y sus significados, y se
contrapone la duda de si el sentido de las palabras es natural o arbitrario dependiente
de las costumbres humanas, Sócrates no está de acuerdo completamente con ninguna
de estas dos.

Hipias mayor: Aquí Sócrates dialoga con Hipias acerca de ¿qué es lo bello?, pero
todas las respuestas terminan siendo descartadas, especialmente las de3 Hipias que
se basaban en reducir la belleza a una simple cosa como un buen caballo, una casa
bien construida, etc. sin llegar a concretar qué es lo que tienen en común todas estas
cosas que son consideradas bellas.

Hipias menor: Este diálogo es llamado así porque igualmente Sócrates dialoga con
Hipias y este diálogo es más corto que el anterior. En este se dialoga acerca de cuál de
los dos personajes de la mitología griega es el mejor entre Aquiles u Odiseo.

Eutidemo: Se contrapone la retórica de los sofistas (la cual es orientada


exclusivamente a ganar una discusión) con la del método dialéctico de Sócrates (el
cual es un método demostrativo y que busca la realidad) es así como en este diálogo
se diferencia del filósofo al sofista, y se aclara que Sócrates no quiere dejar para el
mundo griego un arte de la palabra para tener el dominio sobre las masas, sino un
método de investigación para las personas enamoradas de la realidad.

Menón: Trata de nuevo el tema de la enseñanza de la virtud y se introduce aquí la


teoría de la reminiscencia del alma.

Menéxeno: Este parece ser un discurso fúnebre en el cual Sócrates se burla de la


facilidad de composición de los discursos de los oradores. Puede ser que se trate de
una burla al sofista Pericles o al patriotismo ateniense, o bien, simplemente Platón
mostrando los peligros de la retórica.

- Diálogos en período de madurez.

Fedón: En este diálogo se aborda el tema de la inmortalidad del alma, situando este
dialogo en el último día de Sócrates contando a sus discípulos por qué no han de estar
seguros de que su alma muere y dándoles así la esperanza de poder volverse a
encontrar en el futuro. En este diálogo se trata la teoría de las ideas, la reminiscencia
del alma y la transmigración de las almas (metempsícosis).

Banquete: Trata sobre el amor, y es una charla de sobre mesa donde todos dan su
concepción del Eros, sin embargo, Sócrates les acusa de haber faltado a la verdad y el
se dispone a hablar del amor como es, sin adornos o intenciones de engañar
compartiendo lo que le enseñó la sacerdotisa Diotima.

República: Diez libros que se dedican a indagar en la naturaleza de la justicia, del


alma y de la ciudad ideal. Se encuentra la leyenda del anillo de Giges, la teoría de las
ideas, también la doctrina de las tres partes del alma, el mito de la caverna, el mito de
Er, la tesis del filósofo rey, etc.

Fedro: Este diálogo trata de la retórica y del amor, en este diálogo se utiliza el arte de
la retórica por Sócrates sin dejar de buscar la verdad en ningún momento, también se
presenta en este diálogo el mito del carro alado, que intenta explicar la situación del
alma humana atrapada en la cárcel corpórea a partir de un fallo original.

Parménides: En este diálogo un Sócrates joven dialoga con Parménides ya anciano y


lo intenta convencer de la realidad de las ideas, sin embargo, se invierten los papeles
esta vez ya que es Sócrates el que se ve instruido dialécticamente por Parménides,
este objeta la teoría de las ideas como por ejemplo el argumento del tercer hombre. En
la segunda parte del diálogo Parménides expone su propia filosofía en el cual el mundo
de los sentidos y del movimiento es una ilusión y solo existe un uno que carece de
partes.

Teeteto: Este diálogo trata acerca de qué es el conocimiento y tiene cierta similitud con
los diálogos de juventud porque termina en aporía. Es preciso mencionar que una de
las respuestas que se dan a esta cuestión es la que la mayoría de los filósofos
contemporáneos aceptan hoy en día.

- Diálogos en período de vejez.

Sofista: En este diálogo Sócrates no tiene le papel protagonista, sino que lo tiene un
extranjero, miembro de la escuela de Parménides, el diálogo gira en torno de los
sofistas, preguntándose quien, y porqué se es sofista, también para diferenciarlo del
filósofo.

Político: Después del diálogo anterior este parece ser la continuación ya que sigue
siendo este mismo extranjero el protagonista del diálogo y se cuestiona ahora las
diferencias entre político y filósofo.

Filebo: En este diálogo Sócrates vuelve a ser el personaje principal y trata sobre el
placer y su lugar en la vida, se discute la supremacía de la inteligencia y prudencia
sobre la del placer y el disfrute.

Timeo: En este diálogo Platón vuelve a hacer uso del personaje del extranjero y
expone una cosmogonía, un mito acerca del origen del mundo sensible. Se describe al
Demiurgo y cómo moldeó la realidad a partir del mundo de las ideas.

Critias: Este diálogo quedó incompleto, pero describe una guerra mitológica entre la
Atenas antigua y la Atlántida, puede ser una reflexión de la historia y como esta genera
caos y desorden a medida que se aleja del origen primigenio.

Las Leyes: Este es el diálogo más largo. En este diálogo Platón retoma las ideas que
trató en La República, pero de manera más realista; en este diálogo no aparece
Sócrates y se cambian muchas cosas de La República.

1.Fernández Gel, Enric “Descubre TODOS los Diálogos de PLATÓN en 25 Minutos…


(Y En Orden!!) | Filosofía” Adictos a la Filosofía, 4 de ferbero de 2021, video,
25m34s, https://www.youtube.com/watch?v=VsY-P43y9UI&t=573s
Fedro

El diálogo Platónico “Fedro” pertenece al período de madurez, habla principalmente del


amor, de la retórica y de lo bello. El diálogo es entablado simplemente por dos
interlocutores, Fedro y Sócrates, sin embargo, se lee un discurso de un tercero y se
hacen referencia a otros seres mitológicos.

Los acontecimientos que suceden a destacar en este diálogo son estos y suceden en
este orden cronológico.

Encuentro con Fedro: Esto corresponde al inicio del diálogo en el cual Sócrates se
encuentra con Fedro y le interroga que de donde viene y hacia donde va; se percata
Sócrates que Fedro sostenía un discurso de Lisias bajo el brazo, y le pide que se lo
recite, Fedro accede y buscan antes un lugar cómodo para tumbarse y estar. Se van
caminando por la orilla del río Iliso y se tumban bajo un gran árbol de plátano.

El mito de Bórea y Oritia: Estando bajo el árbol de plátano comienzan a cuestionarse si


acaso ¿no fue allí donde sucedió el mito de Bóreas y Oritia? Este mito trata sobre una
princesa llamada Oritia que fue raptada por un Dios, este de nombre Bóreas. Este Dios
anteriormente intentó repetidas veces enamorar a Oritia sin éxito alguno, una vez que
la vio en el río Iliso la raptó. Tuvieron 4 hijos, Zetes, Calais, Quíone y Cleopatra.

Fedro pidió a Sócrates su opinión respecto a este mito y si es que acaso


Sócrates creía en él, pero Sócrates se mostró escéptico. Dijo lo que creía que había
sucedido, que era diferente a lo del mito, Sócrates afirmó que creía que no fue raptada,
sino que el viento la había precipitado a las rocas y por eso se decía que había sido
Bóreas quien la raptó.

El discurso de Fedro: Estando lo anterior aclarado y ambos en comodidad bajo el árbol


de plátano Sócrates pide a Fedro que recite el discurso y así sucede.

Análisis del discurso: Sócrates no se encuentra del todo satisfecho con el lenguaje y
como es usado en el discurso de Lisias diciendo que solo prestó atención a la retórica
con la que Lisias se comunicaba y encontró que repetía las cosas dos o tres veces
“como si anduviese un poco escaso de perspectiva en este asunto” Platón, Fedro,
235ª1

Preparación del discurso de Sócrates: Después de escuchar el discurso de Lisias y


hacer una breve observación respecto al lenguaje que se utiliza en este Fedro de pide
a Sócrates recitar un discurso igual de bueno que el de Lisias sin cometer las faltas que
Sócrates le señala. El requisito de recitar un discurso de Sócrates hacia Fedro es casi
una obligación por parte de Fedro ya que amenaza a Sócrates con un juramento que
Sócrates no soportaría, le jura que si no recita un discurso mejor que el de Lisias o al
menos igual nunca más le compartirá los discursos que lleguen a sus manos.

“Y lo que diga será como un juramento. Te juro, pues —¿por quién, por
qué dios, o quieres que por este plátano que tenemos delante? —, que, si
no me pronuncias tu discurso ante este mismo árbol, nunca te mostraré
otro discurso ni te haré partícipe de ningún otro, sea de quien sea.”
Platón, Fedro, 216 d.

Discurso de Sócrates: Al verse obligado Sócrates a improvisar tan importante discurso


(ya que estaba mucho en juego) se ve en la necesidad de tomar inspiración de las
musas y es así como se prepara para comenzar su discurso haciendo una distinción
acerca de qué es el amor.

Qué es el amor: Comienza por definir el amor como un deseo y denota que existen dos
movimientos en el amor los cuales son: La acción innata del deseo y la acción
adquirida de obtener siempre lo mejor. Señala que alguna de las dos es predominante
la mayoría de las veces y que no es muy común cuando son concordantes. Cuando
hay mayor predilección por querer siempre lo mejor es llamado templanza, y la acción
innata al deseo que lleva siempre a los placeres se llamará intemperancia.

La intemperancia: Esta es conocida bajo muchos nombres, como, por ejemplo, cuando
tenemos intemperancia por la bebida se nos considera borrachos, o si tenemos
intemperancia por los juegos de azar se nos denominaría ludópatas, es así como todo

1Platón and Íñigo, Diálogos III.


lo relacionado con la intemperancia tiene su propia definición, es por eso que Sócrates
dice que la intemperancia producida por el placer de la belleza se llama Eros (amor).

Los enamorados: Menciona Sócrates que cuando alguien es dominado por sus deseos
buscará a alguien que sacie su deseo y le agrade. Sócrates considera que el enfermo
siempre quiere a alguien igual a él y el enamorado no querrá a alguien que lo iguale o
lo sobrepase, de hecho, dice que este hará de todo para que tenga un nivel más bajo.

Menciona también en esta parte del discurso que a causa de los celos el enamorado
separará al amado de las otras relaciones que este tenga debido a que podrían
agrandarle. Por eso Sócrates considera que el enamorado buscará denigrar a su
amado y así alejarlo de las cosas que podrían mejorarlo. Dice Sócrates que incluso de
la familia buscará separarle, incluidos los hijos. Toma como objetivo último del
enamorado la saciedad del amado.

Segundo discurso de Sócrates: Sócrates termina este primer discurso y se siente algo
insatisfecho porque considera que ha repetido en cierta medida lo que decía Lisias con
su discurso, a pesar de que Fedro elogia este primer discurso de Sócrates se decide a
recitar lo que sigue…

La locura: En esta parte del discurso Sócrates pretende mostrar las benevolencias que
entrega el enamoramiento aun siendo un enamorado loco sin sentido.

Uno de sus argumentos a favor de esto es remitirse a que los antiguos consideraban la
locura como algo divino. Maniké, es decir, la adivinación era considerada por Sócrates
una de las artes más hermosas que han existido, incluso más hermosa que la cordura.

La naturaleza y principio del alma (humana y divina): La demostración que da Sócrates


acerca de que el alma y la locura tienen principios divinos se basa en los enunciados
siguientes: Toda alma es inmortal, pues todo lo que se mueve a sí mismo, es inmortal y

Lo que no es movido por otro y se mueve a si mismo, no cesa de moverse y es el


principio de todo lo que se mueve.

Mito del carro alado: Este famoso mito está en ese diálogo y es la continuación del
segundo discurso de Sócrates.
El caballo y sus aurigas: Muy influenciado por el contexto de su época Sócrates hace
referencia a que el alma es como una carreta siendo conducida por un hombre y siendo
llevada por dos caballos alados. Entre los caballos existe una importante distinción, la
cual es: el caballo blanco cuenta con habilidades buenas como lo serían el ser noble,
sin embargo, el otro caballo, el caballo negro tiene cualidades malas como el ser
irascible. Quién maneja el carro dice Sócrates es la razón quien debe dirigir a los
caballos.

Lo que constituye a un mortal: En el libro de la República se menciona que el alma es


lo que mueve al cuerpo, el alma da vida a lo inanimado y recorre los cielos
eternamente. Cuando un alma pierde las alas cae a un cuerpo material y en cierto
modo el alma queda prisionera en el cuerpo, al cuerpo material manejado por un alma
se la llama mortal.

¿Por qué el alma cae o se eleva?: El alma se eleva a medida que sus alas crecen
mientras el alma sigue buenas disposiciones y se acerca a la verdad. Las cosas malas
como lo vergonzoso hacen que las alas del carro paren de crecer.

El alma asciende a los cielos si sigue las buenas disposiciones y se acerca a la verdad,
sin embargo, si el alma se remite a la opinión y al mundo sensible estará obligada a
caer aprisionada a un cuerpo. Al mismo tiempo que se contempla la verdad se
contempla la belleza.

División de las almas: Se menciono anteriormente, pero para que quede claro el alma
se divide en tres, quien conduce el carro alado que es la razón y los dos caballos que
representan la parte concupiscible e irascible del alma.

Caballo blanco: El caballo blanco representa la parte irascible del alma, la parte que
tiende al bien y sus cualidades son por ejemplo la moderación, la obediencia. En
cuanto a personalidad por así decirlo se dice que es amante de la gloria, con ojos
negros, erguido cuello alto.

Caballo negro: El caballo negro corresponde a la parte concupiscible del alma, es


decir que es propenso a irritarse, o enfadarse, se describe como pesado, de cuello
robusto y corto, con frente achatada, ojos grises, compañero del exceso, de
personalidad soberbia, sordo y desobediente.

La razón: Esta parte del alma también llamado auriga deberá coordinar la conducción
para llegar al mundo de las ideas ya que una vez lo alcanza contempla la belleza y la
verdad de este mundo.

En resumen, el alma racional corresponde al auriga, la parte irascible del alma al


caballo blanco y la parte concupiscible al caballo negro.

Es con esto con lo que Sócrates da fin a su segundo discurso.

Repercusión del diálogo en la obra platónica: Sin duda esta obra tiene una gran
repercusión en la obra platónica ya que incluye una importante parte de la teoría de las
ideas que es el mito del carro alado, sin este mito estaría muy incompleta la teoría de
las ideas ya que no habría relación entre ese mundo y los humanos, pero es
precisamente este mito el que nos relaciona a nosotros y nuestro cuerpo material con
el alma que viene del mundo etéreo y perfecto.

Como conclusión me queda por decir lo bello que es este texto en cuanto a lo poético y
sin duda lo bello que lo hace el tema del amor y de la belleza, suena un poco retorcido
cuando Sócrates insinúa que el enamorado procura el mal del amado sin duda
comprendo que lo hace con fines a elaborar una idea más grande que escapa de eso.
En la elaboración del discurso improvisado el Sócrates era una pistolona, quisiera tener
esa habilidad para improvisar parecido a el jajaja.
Bibliografía:

Platón, and E. LLedo Íñigo. Diálogos III. Edited by Gredos. Gredos, 2008.
https://es.usa1lib.org/book/11907222/71c771.

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