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1.

TEORÍA DE LA PERSONALIDAD DE SIGMUND FREUD

El Psicoanalista Sigmund Freud creía que el comportamiento y


la personalidad derivan de la interacción constante y única de fuerzas psicológicas
conflictivas que operan en tres diferentes niveles de conciencia: el preconsciente,
el consciente y el inconsciente. La teoría psicoanalítica de la mente consciente
e inconsciente a menudo se explica utilizando una metáfora del iceberg: El
conocimiento consciente es la punta del iceberg, mientras que el inconsciente está
representado por el hielo oculto debajo de la superficie del agua, muchos de
nosotros hemos experimentado lo que comúnmente se conoce como un acto
fallido. Estos errores se cree que revelan pensamientos o sentimientos
inconscientes.

Antes de que podamos entender la teoría de la personalidad de Freud, debemos


primero entender su punto de vista de cómo está organizada la mente Según
Freud, se puede dividir en tres niveles diferentes:

La mente consciente
Incluye todo aquello de lo que somos conscientes. Este es el aspecto de nuestro
proceso mental que nos permite pensar y hablar de forma racional. A parte de
esto, incluye nuestra memoria, que no siempre es parte de la conciencia, pero se
puede recuperar fácilmente en cualquier momento y se pone en nuestro
conocimiento. Freud llamó a esto el preconsciente.

La mente preconsciente

Es la parte de la mente que representa la memoria ordinaria. Si bien no somos


conscientes de esta información en cualquier momento dado, podemos
recuperarla y tirar de ella en la conciencia cuando sea necesario.

La mente inconsciente

Es donde guardamos nuestros sentimientos, pensamientos, impulsos y los


recuerdos que se encuentran fuera de nuestro conocimiento consciente. La mayor
parte de los contenidos del inconsciente, según Freud, son inaceptables o
desagradables, como los sentimientos de dolor, ansiedad o conflicto.

De este modo, Freud comparó estos tres niveles de la mente con un iceberg:
 La punta del iceberg que se puede ver por encima del agua representa
la mente consciente.
 La parte del iceberg que se sumerge debajo del agua, pero es aún
visible es el preconsciente.
 El grueso del iceberg está oculto debajo de la línea de flotación y
representa el inconsciente.

¿En qué consisten el Ello, el Yo y el Superyó?

Cada persona posee también una cierta cantidad de energía psicológica que
forma las tres estructuras básicas de la personalidad: el ello, el yo y el
superyó. Estas tres estructuras tienen funciones diferentes y actúan en distintos
niveles de la mente.

El Ello

El Ello es muy importante desde los momentos más tempranos de la vida, ya que
asegura que se satisfagan las necesidades de un bebé. Si el bebé tiene hambre o
se siente incómodo, él o ella van a llorar hasta que las demandas del Ello sean
satisfechas. Sin embargo, el inmediato el cumplimiento de estas necesidades no
siempre es realista ni posible. Si estuvimos gobernados enteramente por
el principio del placer, conforme nos hacemos mayores podríamos cogeríamos sin
más las cosas que queremos sin importarnos las otras personas, para satisfacer
nuestros propios deseos.

El Yo

El Yo funciona basándose en el principio de la realidad, que se esfuerza por


satisfacer los deseos del Ello de forma realista y socialmente adecuada. El
principio de realidad sopesa los costos y beneficios de una acción antes de
decidirse a actuar sobre los impulsos o abandonar. En muchos casos, los
impulsos del Ello pueden ser satisfechos a través de un proceso de retraso de la
gratificación. El Yo finalmente permitirá el comportamiento que busca el Ello, pero
sólo en el lugar y momento adecuado.

El Yo también descarga la tensión creada por los impulsos no satisfechos a través


de un proceso secundario, en el que el Yo trata de encontrar un objeto en el
mundo real que coincida con la imagen mental creada por el proceso primario del
Ello.
El Superyó

El Superyó actúa para perfeccionar y civilizar nuestro comportamiento.


Trabaja para suprimir todos los impulsos inaceptables del Ello y se esfuerza por
hacer que los actos de Yo se encuadren en las normas sociales, más que en
principios realistas. El Superyó está presente en el consciente, preconsciente e
inconsciente.

La interacción entre el Ello, el Yo y el Superyó

Con tantas fuerzas en competencia, es fácil ver cómo podría surgir un conflicto
entre el Ello, el Yo y el Superyó. Freud utilizó el término fuerza del ego para
referirse a la capacidad del ego para funcionar a pesar de estas fuerzas en duelo.
Una persona con buena fuerza del Yo es capaz de gestionar eficazmente estas
presiones, mientras que aquellos con muy poca fuerza del Yo, pueden llegar a ser
demasiado inflexibles o antisociales.

2. TEORÍA DE LA MOTIVACIÓN DE ABRAHAM MASLOW

Maslow propone la “Teoría de la Motivación Humana”, la cual trata de una


jerarquía de necesidades y factores que motivan a las personas; esta jerarquía
identifica cinco categorías de necesidades y considera un orden jerárquico
ascendente de acuerdo a su importancia para la supervivencia y la capacidad de
motivación. Es así como a medida que el hombre va satisfaciendo sus
necesidades surgen otras que cambian o modifican el comportamiento del mismo;
considerando que solo cuando una necesidad está “razonablemente” satisfecha,
se disparará una nueva necesidad.

Las cinco categorías de necesidades son: fisiológicas, de seguridad, de amor y


pertenencia, de estima y de auto-realización.

Necesidades fisiológicas: son de origen biológico y refieren a  la supervivencia


del hombre; considerando necesidades básicas e incluyen cosas como: necesidad
de respirar, de beber agua, de dormir, de comer, de sexo, de refugio.

Necesidades de seguridad: cuando las necesidades fisiológicas están en su


gran parte satisfechas, surge un segundo escalón de necesidades que se orienta
a la seguridad personal, el orden, la estabilidad y la protección. Aquí se
encuentran cosas como: seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos,
familiar, de salud y contra el crimen de la propiedad personal.

Necesidades de amor, afecto y pertenencia: cuando las necesidades anteriores


están medianamente satisfechas, la siguiente clase de necesidades contiene el
amor, el afecto y la pertenencia o afiliación a un cierto grupo social y buscan
superar los sentimientos de soledad y alienación. Estas necesidades se presentan
continuamente en la vida diaria, cuando el ser humano muestra deseos de
casarse, de tener una familia, de ser parte de una comunidad, ser miembro de una
iglesia o asistir a un club social.

Necesidades de estima: cuando las tres primeras necesidades están


medianamente satisfechas, surgen las necesidades de estima que refieren a la
autoestima, el reconocimiento hacia la persona, el logro particular y el respeto
hacia los demás; al satisfacer estas necesidades, las personas tienden a sentirse
seguras de sí misma y valiosas dentro de una sociedad.

Necesidades de auto-realización: son las más elevadas encontrándose en la


cima de la jerarquía; responde a la necesidad de una persona para ser y hacer lo
que la persona “nació para hacer”, es decir, es el cumplimiento del potencial
personal a través de una actividad específica, de esta forma una persona que está
inspirada para la música debe hacer música, un artista debe pintar, y un poeta
debe escribir.

Necesidades estéticas: no son universales, pero al menos ciertos grupos de


personas en todas las culturas parecen estar motivadas por la necesidad de
belleza exterior y de experiencias estéticas gratificantes

Necesidades cognitivas: están asociadas al deseo de conocer, que posee la


mayoría de las personas; como resolver misterios, ser curioso e investigar
actividades diversas fueron llamadas necesidades cognitivas, destacando que
este tipo de necesidad es muy importante para adaptarse a las cinco necesidades
antes descritas.

Necesidades de auto-trascendencia: Hacen referencia a promover una causa


más allá de sí mismo y experimentar una comunión fuera de los límites del yo;
esto puede significar el servicio hacia otras personas o grupos, el perseguir un
ideal o una causa, la fe religiosa, la búsqueda de la ciencia y la unión con lo divino.
Es necesario destacar que esta teoría,  forma parte del paradigma educativo
humanista, para el cual el logro máximo de la auto-realización de los estudiantes
en todos los aspectos de la personalidad es fundamental, procurando,
proporcionar una educación con formación y crecimiento personal se debe tener
en cuenta, además, que para que un alumno pueda llegar a la autorealización se
requiere que las otras necesidades estén cubiertas, lo que se plantea como una
dificultad para aulas en que los niños no han satisfecho necesidades de tipo
fisiológicas, de seguridad o de amor, pertenencia y de estima. Por ello las formas
en que se aborda la satisfacción de estas necesidades también se torna como un
desafío para las instituciones educativas y el sistema escolar en general.

3. TEORÍA CONDUCTISTA SOBRE LA PERSONALIDAD. B.F. SKINNER,


IVAN PAVLOV

Burrhus Frederic Skinner no es solo una de las figuras históricas más importantes
de la psicología; es, en muchos aspectos, el responsable de que esta se haya
afirmado como ciencia. 
Sus aportaciones a este ámbito no son solo metodológicos, sino también
filosóficos, y su conductismo radical, a pesar de no ser ni mucho menos
hegemónico actualmente, permitió entre otras cosas que en la segunda mitad del
siglo XX se fuese perfeccionando una herramienta tan útil como la Terapia
Cognitivo Conductual, muy inspiradas por este investigador. Veamos cuáles
fueron las principales claves de la teoría de B. F. Skinner.

¿Cómo empezó el conductismo?

El médico ruso Pavlov fue el primero en estudiar teorías relativas al conductismo


en la década de 1890. El condicionamiento clásico pavloviano fue descubierto por
accidente, cuando descubrió, en un experimento sobre la digestión de sus perros,
que éstos salivaban cuando él entraba en la habitación, sin siquiera traer comida
consigo.
Un giro hacia el condicionamiento operante

Cuando B. F. Skinner empezó sus estudios, el conductismo se fundamentaba


básicamente en el condicionamiento simple heredado del fisiólogo ruso Iván
Pavlov y popularizado por John B. Watson. 
Explicado muy por encima, este primer enfoque de la psicología conductista
proponía modificar el comportamiento haciendo que estímulos agradables o
desagradables que se presentaban a la vez que otros estímulos a los que se
quería que el individuo desarrollase aversión o agrado. Digo "individuos" y no
"personas" porque el condicionamiento simple era tan rudimentario que
funcionaba incluso con formas de vida con un sistema nervioso tan simple como el
de los reptiles o moluscos.

Para Skinner, el aprendizaje a partir de las consecuencias que tiene el modo en el


que se interactúa con el mundo era el principal mecanismo de modificación de la
conducta. Tanto los seres humanos como los animales estamos realizando
siempre todo tipo de acciones, por insignificantes que sean, y estas tienen siempre
una consecuencia para nosotros, que recibimos en forma de estímulos. Esta
asociación entre lo que hacemos y lo que notamos que son las consecuencias de
nuestras acciones son el fundamento del condicionamiento operante, también
conocido como condicionamiento instrumental, que según Skinner era la forma
básica de aprendizaje en buena parte de las formas de vida.

La caja negra y Skinner

Los conductistas siempre han sido muy conocidos por su conceptualización de los
procesos mentales como fenómenos que ocurren dentro de una "caja negra",
metáfora que sirve para indicar la imposibilidad de observar desde fuera lo que
ocurre en la mente de las personas. Sin embargo, la caja negra de la teoría de
Skinner no era la misma que la de los primeros conductistas. Mientras que
psicólogos como John B. Watson negaban la existencia de un mundo mental,
Skinner sí creía que el estudio de los procesos mentales podría ser útil en
psicología.
De hecho, el mismo concepto de "la mente" era engañoso para Skinner: lleva a
pensar que hay algo dentro de nosotros que hace aparecer de la nada
pensamientos y planes de acción, como si nuestra vida psíquica estuviese
desconectada de nuestro entorno. Es por eso que en la teoría de B. F. Skinner el
objeto de estudio de la psicología es la conducta, y no la mente o la mente y la
conducta a la vez.
Según este conductista, todo aquello a lo que se le suele llamar "proceso mental"
era en realidad una forma de conducta más, algo que se pone en marcha para
hacer que el ajuste entre nuestras acciones y las consecuencias esperadas sea
óptimo.

El legado de la teoría de B. F. Skinner

El legado teórico del padre del conductismo radical supuso un rechazo total a los
métodos de investigación especulativos propios del psicoanálisis y una propuesta
de investigación al margen de la introspección y centrada solo en variables
objetivas y fáciles de medir. 
Además, indicó el riesgo de transformar constructos teóricos muy abstractos
(como "mente" o "desmotivación") en elementos causales que expliquen nuestros
comportamientos. Por decirlo de algún modo, para Skinner decir que alguien ha
cometido un crimen a causa de su sentimiento de soledad es como decir que una
locomotora avanza a causa del movimiento.
BIBLIOGRAFIA

GUERRI, M. (s.f.). PSICOACTIVA. Obtenido de


https://www.psicoactiva.com/blog/teoria-la-personalidad-freud-consciente-
inconsciente-superyo-ello/
Quintero, & J. (2007). psicopedagogiaaprendizajeuc. Obtenido de
https://psicopedagogiaaprendizajeuc.wordpress.com/2012/06/29/abraham-
maslow-y-su-teoria-de-la-motivacion-humana/
TRIGLIA, A. (1988). Psicología y Mente. Obtenido de
https://psicologiaymente.com/psicologia/teoria-bf-skinner-conductismo

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