Fuentes de la relación jurídica: Hechos y actos jurídicos.
Obligaciones y contratos. Cuestiones de la teoría general y contratos en particular. Contratos de consumo. Derechos de los consumidores y usuarios (Leyes 24240 y 26361). Responsabilidad civil.
Fuentes de la relación jurídica: Hechos y actos jurídicos
Como hemos dicho, “toda relación jurídica genera derechos y obligaciones a las partes vinculadas por la misma”. Pero cada relación jurídica tiene una causa que le da origen. Esas causas que dan nacimiento a ese vínculo es lo que en Derecho llamamos fuentes de la relación jurídica. Esas fuentes de la relación jurídica serán hechos o actos jurídicos. Es decir, hechos o actos que producen consecuencias jurídicas, como hacer nacer derechos y obligaciones para las partes. Serán “Hechos” cuando sean producto de los acontecimientos de la naturaleza (como un incendio natural, una inundación, una sequía); y “Actos” cuando sean fruto de la acción de personas físicas (como por ejemplo la celebración de un contrato, un accidente al conducir un automóvil, o la comisión de un hecho delictivo). Obligaciones y contratos. Cuestiones de la teoría general y de los contratos en particular. Habrá obligación cuando una persona llamada “acreedor” pueda exigir de la otra, llamada “deudor”, el cumplimiento de una determinada prestación en su favor, y que podrá consistir en: dar, hacer o no hacer algo. Ejemplos: - Obligación de dar: “dar una suma de dinero” - Obligación de hacer: “pintar un cuadro” - Obligación de no hacer: “no fumigar cerca del ejido urbano” Los contratos son acuerdos de voluntades entre dos o más personas destinados a reglar sus derechos. Las partes contratantes prestan libremente su voluntad para acordar las cláusulas del mismo, como serían las que refieran a: el lugar de pago, la fecha de pago, el vencimiento, la forma de pago, los intereses por mora, etc. Como las partes quedarán obligadas por la firma del contrato, deberán tener capacidad de hecho para celebrarlo y comprender la responsabilidad que ello implica; puesto que su patrimonio podría verse afectado por su incumplimiento. En el caso de los incapaces, los contratos podrán ser celebrados por su representante legal (tutores o curadores) quienes luego deberán rendir cuenta de los mismos. Existen contratos que requieren de una forma especial para ser válidos (Por ejemplo: aquellos que deben ser realizados por escritura pública). Clasificaciones de los contratos: A) Formales y No formales: Los formales requieren de una forma determinada para tener validez legal (Ej.: la compraventa de inmuebles); en cambio los no formales no exigen ninguna forma especial para su validez. B) Onerosos y gratuitos: Los onerosos son aquellos en los que surgen obligaciones para ambas partes (compraventa, locación). La prestación de una de las partes es la causa de la prestación de la otra (la entrega del bien es la causa del pago del precio, y viceversa). En los gratuitos, solo surgen obligaciones para una de las partes (donación). Es un acto de liberalidad de una persona en favor de otra, por razones de afecto o gratitud. C) Bilaterales y unilaterales: En los bilaterales se necesita el consentimiento de ambos contratantes para su celebración (compraventa), en los unilaterales basta la voluntad de uno solo de ellos (Ej.: contrato de donación). D) Conmutativos y aleatorios: En los conmutativos las partes conocen bien sus obligaciones al momento de celebrarse el contrato; en los aleatorios la obligación de una de las partes depende del acaecimiento de un riesgo o álea que puede o no ocurrir (Ej.: Contrato de rifa, o contrato de seguro de incendio) E) Consensuales y reales: Los consensuales quedan concluídos con el mero consentimiento prestado por las partes. Los reales, para su conclusión requieren de la entrega de la cosa.
Algunos contratos en particular:
1- Compraventa: Es un contrato por el cual un sujeto llamado vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa, y el otro, llamado comprador, se obliga a recibirla y pagar a cambio una suma de dinero (precio). Ej.: Compraventa de inmuebles, automotores, electrodomésticos, maquinarias, etc. 2- Locación: Es un contrato por el cual un sujeto llamado locador, se obliga a entregar a otro el uso y goce temporario de una cosa al otro sujeto llamado locatario, quien a cambio se obliga a pagar una suma de dinero (precio o canon locativo). Ej.: Alquiler de inmuebles para vivienda o para oficinas, alquiler de automóviles, de motocicletas, etc. 3- Suministro: Es un contrato por el cual el suministrante se obliga a entregar bienes, incluso servicios sin relación de dependencia, en forma periódica o continuada, y el suministrado a pagar un precio por cada entrega o grupo de ellas. 4- Leasing: Es un contrato por el cual el dador conviene transferir al tomador la tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce, contra el pago de un canon y le confiere una opción de compra por un precio (esto último lo diferencia de la locación). 5- Obra y servicios: Según el Código C. y C., habrá contrato de obra o de servicio cuando una persona, según el caso el contratista o el prestador de servicios, actuando independientemente, se obliga a favor de otra, llamada comitente, a realizar una obra material o intelectual o a proveer un servicio mediante una retribución. 6- Transporte: cuando una parte llamada transportista o porteador se obliga a trasladar personas o cosas de un lugar a otro y la otra, llamada pasajero o cargador, se obliga a pagar un precio o flete. Ej.: Transporte de personas en colectivos, trenes, barcos, o transporte de mercaderías por tren, buque, etc. 7- Mandato: cuando una parte, llamada mandatario, se obliga a realizar uno o más actos jurídicos en interés de la otra llamada mandante. 8- Depósito: Cuando una parte se obliga a recibir de otra una cosa con la obligación de custodiarla y restituirla con sus frutos. 9- Contratos bancarios: Son contratos celebrados entre una persona física o jurídica y una entidad financiera. Rigen las normas referidas a los contratos de consumo en defensa de los consumidores y usuarios. Algunos de ellos son: depósito bancario, cuenta corriente bancaria, préstamo y descuento bancario, apertura de crédito, servicio de caja de seguridad, custodia de títulos.
Contratos de consumo. Derechos de los consumidores y
usuarios (Ley 24240 y 26361) Evolución de la contratación desde el antiguo Código Civil Argentino: En un origen, los contratos se entendía que eran celebrados de buena fe y basándose en el principio de la autonomía de la voluntad de las partes, que quedaban obligadas a las cláusulas del mismo. Esto se daba en un contexto de filosofía liberal, que luego de la Revolución Francesa había inspirado al codificador en 1801 (Código Civil Francés). Velez Sarsfield, autor del Código Civil Argentino de 1869, tomó aquél código de fuente principal, para dictar el nuestro, inspirándose en las mismas ideas propias de la filosofía jurídica liberal de la época. Bajo esta perspectiva, los contratos eran celebrados por las partes de común acuerdo, negociando y estableciendo en forma conjunta las cláusulas por escrito a las cuales quedarían obligados. Con el tiempo, y con el crecimiento y desarrollo de las empresas, éstas pudieron imponer su posición en el mercado, elaborando los llamados “contratos tipo” o contratos en “Formularios tipo” o “Con cláusulas predispuestas”. Esto generó una situación de injusticia ya que a la otra parte de la relación negocial, llamada “comprador”, no le quedaba otra opción que aceptar las cláusulas del contrato ya predispuestas por la empresa vendedora o bien rechazarlas. Pero fruto de la necesidad y de la urgencia, sumado a la falta de experiencia o conocimientos específicos sobre el tema, fue llevando a que muchos compradores aceptaran esas condiciones pre-dispuestas, sometiéndose muchas veces a abusos que les provocaron enormes pérdidas económicas y perjuicios, que redundaron en beneficio de dichas empresas. Así fue que surgieron nuevas corrientes del pensamiento jurídico, que crearon los llamados “contratos de consumo”; una importante figura jurídica destinada a darle entidad y poder a los consumidores frente a los constantes abusos de las empresas proveedoras de bienes y/o servicios. Estos contratos se dan cuando una de las partes (proveedor de bienes y/o servicios) se encuentra en un claro nivel de superioridad negocial frente al otro contratante, llamado consumidor o usuario. Luego surgieron las leyes de defensa de los consumidores y usuarios. En nuestro país, a estos nuevos derechos se les dio rango constitucional con la reforma del año 1994, incorporándolos a la Constitución Nacional en el art. 42. Este artículo determina que la defensa de los derechos de los consumidores de bienes y los usuarios de servicios son normas de orden público, que las partes contratantes no pueden dejar de lado. Es decir que el Estado tiene un interés especial en velar y resguardar su cumplimiento, bajo pena de aplicar sanciones a quienes las violaren. Se busca evitar la publicidad engañosa, y todo acto que fuere destinado a perjudicar al consumidor con maniobras dolosas y fraudulentas. Se exige a los proveedores el deber de información al consumidor (información que debe ser veraz, detallada) respecto de las calidades reales de los bienes y servicios, y de los posibles perjuicios que se le pudieren ocasionar, como así también las formas de pago, las erogaciones que pudieran surgir en el futuro, los tipos de interés que se le pudieran cobrar, y todo dato que necesitare saber para poder decidir libremente si aceptar la oferta o rechazarla. Asimismo fueron dictadas dos leyes muy importantes en defensa de esos derechos. La Ley 24240 y la Ley 26361. Les conceden entre otras cosas: - El derecho a llevar a juicio a las empresas en los tribunales del domicilio del consumidor; - Establece un criterio de interpretación a los jueces, que en caso de duda sobre la aplicación de una ley deberá estarse a aquella que sea la más beneficiosa para el consumidor. - Establecen los principios de economía procesal, de celeridad y de gratuidad de los trámites para los consumidores. - Las cláusulas abusivas de los contratos se tendrán por no escritas o nulas, quedando al consumidor la posibilidad de mantener la validez del resto del contrato si le conviniere. - Se crean organismos administrativos para efectuar denuncias contra las empresas que violaren las normas o causaren perjuicios, o para solicitar la aplicación de sanciones. - Se exige que las empresas deberán dar trato respetuoso a los clientes, evitando maltratos o todo tipo de discriminación. - Se amplían los plazos de prescripción para efectuar reclamos judiciales a favor de los consumidores. - Se recomienda el desarrollo de planes de educación en todo el país en materia de defensa de los consumidores y usuarios de bienes y servicios. Responsabilidad Civil: Como vimos antes, toda comisión de un acto o la omisión de ello, o bien un hecho de la naturaleza, podrían generar un daño en la persona o en los bienes de un tercero. Frente a esta situación, quien causare el daño o fuere sujeto legalmente responsable (caso del padre por los actos de sus hijos menores, o del tutor o encargado, o el dueño de un vehículo), deberá indemnizar a la víctima del mismo. Indemnizar (o Dejar indemne): significa dejar “sin daño”, cubrir el daño. Esto se logra dando una cosa igual a la perdida o dañada, cuando se pudiera hacerlo (entregar un electrodoméstico igual al dañado); o bien, dando una suma de dinero que compense de alguna manera el perjuicio injustamente sufrido por el damnificado (cuando se dañare a otro por una maniobra imprudente en un accidente de tránsito y hubiere que reparar los gastos médicos, o cuando se provocare un daño moral a otro por avergonzarlo o calumniarlo en las redes sociales).
Existen dos tipos de responsabilidad civil:
1) Responsabilidad subjetiva: Cuando se lo demanda al otro a reparar por haber sido el causante del daño producto de su obrar humano. Se lo demanda a título de culpa: la persona causa el daño por obrar con negligencia, imprudencia, o impericia. (Ej.: daños provocados a una persona en un accidente de tránsito por realizar una maniobra imprudente, manejar en exceso de velocidad). La mirada se centra en el sujeto. 2) Responsabilidad objetiva: Cuando se responde por el daño causado por la cosa de la que se sirve el titular, aunque su obrar no fuera culposo. (Ej.: daño causado por una máquina, una caldera o una garrafa que explota y daña a los inmuebles vecinos). No se responde a título de culpa, sino por ser titular y servirse de una cosa que podía generar un daño. La mirada se centra en el objeto.