La Persecución de Maximino Tracio

Maximino Tracio fue un emperador romano entre los años 235 y 238 d.C. después
del asesinato de su primo.
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Debido a sus orígenes humildes y las sospechas de
Durante este periodo se produjo la Maximino sobre la nobleza y el Senado podrían
septima persecución que duro hasta el estar bien fundadas, las relaciones nunca fueron
año 235d.C, este gobernador ordenó bien. La victoria de Maximino puso fin a la
ejecución contra los dirigentes campaña militar de Alejandro Severo en Alemania, a
pesar de las numerosas bajas del lado romano.
cristianos.

Final
Aunque el gobernador de Mauritania, leal a Maximinus, derrotó a Godianus y sus
hijos, la situación de Maximinus se deterioró rápidamente. El Senado romano incluso
nombró a dos emperadores para controlar su progreso, Pupieno y Balbino. Así,
Maximinus encontró a sus tropas desnutridas y sitió la ciudad de Aquileia, que le
negó el acceso, mientras que Pupinus reunió a su ejército contra él en Rávena. En
este caso, algunos de sus propios soldados se rebelaron y asesinaron a Maximino y
su hijo.
La persecución de los cristianos por
Deseus tuvo lugar en el año 250 dC, bajo
el emperador romano Deseus. Emitió un
decreto ordenando a todos en el imperio,
excepto a los judíos, que estaban exentos,
a hacer sacrificios por el bienestar de
los dioses y el emperador romanos.
La Persecución de Decio
Los efectos del edicto
sobre las comunidades
cristianas, muchas de las
cuales habían vivido hasta
entonces de forma pacífica
y sin alteraciones, fueron
traumáticos.
La sacrificio tenía que hacerse en presencia
del gobernante romano y confirmado por un
certificado firmado y atestiguado por el
gobernante. Aunque el texto del decreto se ha
perdido, todavía existen muchos ejemplos de
certificados.
A los cristianos se les prohibió adorar a los
dioses romanos o quemar incienso frente a las
imágenes de los emperadores debido a sus
creencias. La negativa provocó la muerte de
algunos cristianos destacados, como el Papa
Fabián, Babilonia en Antioquía y Alejandría en
Jerusalén. No se sabe hasta qué punto las
autoridades se han esforzado en comprobar que
todos los habitantes del imperio han
calumniado prueba de su sacrificio.