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IMPORTACIA DEL DISCURSO

Cuando hablamos de un discurso, nos referimos a una exposición oral a partir de un


texto escrito este texto lo que hace recoger una serie de ideas y de datos sobre algo
que vamos a decir frente a un público. Dentro de los discursos podemos encontrar
todo tipo de temática, desde la literaria, la social, la técnica, la política, económica, etc.
pero lo que realmente importa es la manera de exponer ese discurso y de transmitirlo
a los demás.

La importancia del discurso radica en la manera en que se transmite a un público. La


mejor manera de hacerlo es siguiendo una serie de pautas que nos va a ayudar a que
se discurso llegue mucho mejor, sea entendible irreconocible y, lo más importante, lo
que le transmitir aquello que quiere que el auditorio reciba.

Para ello debemos partir de una serie de elementos que son esenciales para que
discurso tenga defecto que queremos. Por un lado tenemos que tener muy claro que
más allá de la media hora, máximo 45 minutos, la atención del auditorio, del público,
decae, por lo que debe extenderse hasta el máximo de lo indicado. Por otro lado
debemos de dividir el discurso en tres partes concretas: lo primero una breve
introducción del tema que vamos a tratar, una segunda parte en la que desarrollemos
de una manera sencilla y que sea fácil de entender por el auditorio el tema a tratar y,
finalmente un colofón de su discurso que introduzca o bien preguntas del auditorio o
que termine cerrando un poco el tema del que estamos tratando.

Tenemos que evitar cualquier tipo de dispersión del discurso, de intentar improvisarse
no tenemos esa facilidad, o de dispersarnos en hacer una especie de micro discursos
que, de alguna manera hagan perder el hilo conductor del mismo y, por extensión,
hagan que la atención decaiga antes de lo que nosotros hemos pensado.

La importancia de un buen discurso es el conseguir que el auditorio, una vez finalizada


nuestra exposición tenga la sensación de que se le ha quedado corto. Siempre es
mejor dejar esa sensación a querer hacer un discurso demasiado largo y que, al final, la
sensación que quiere es que se ha hecho pesado.
Otro de los elementos fundamentales en el discurso es que todo lo que digamos tiene
que ser fácilmente entendible por los que lo llevan. Si no conseguimos que la gente
entienda lo que decimos, será imposible conseguir su atención y que quieran participar
de lo que queremos transmitir.

Las frases hechas, muy utilizadas en los discursos, son elemento que, realmente no
interesan. La gente, hoy día, gracias a las redes sociales, Internet, medios de prensa
escritos y la radio, están muy al día de la situación política, social y económica, cultural,
etc. del país, por lo que intentar hacer un discurso demasiado simplista o popular
puede ser algo que consiga el efecto contrario de lo que se pretende. Por eso es
importante ser sinceros con uno mismo y transmitir lo que queremos decir de una
manera directa, siempre y entendible.

Funciones del discurso


Según la postura que toma el hablante, el lenguaje dentro del discurso toma distintas
formas y funciones:

Función expresiva. Cuando el mensaje apela a expresar un sentimiento.


Función apelativa. Cuando el mensaje busca llamar la atención del oyente y provocar
una respuesta.
Función poética. Cuando el discurso prioriza la forma del mensaje.
Función informativa o referencial. Cuando el mensaje brinda información objetiva.
Función de convencimiento. Cuando el mensaje busca vender un bien o servicio.
Función de entretenimiento. Cuando el mensaje busca divertir o distender.

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