La música es vida

Pablo Governatori es productor musical, ingeniero de mezcla y baterista argentino. Cuenta con más de
veintiocho años de trayectoria. Ganador de seis premios Grammy, entre los que destacan los álbumes
Salsa Big Band y Salswing de Rubén Blades con Roberto Delgado y Orquesta, que obtuvieron el premio
Latin Grammy como “Mejor álbum del año”, uno de los galardones más importante que se le entrega a
los artistas e ingenieros en la Academia Latina de la Grabación. También ha sido nominado en ocho
ocasiones en los mismos galardones con diferentes artistas latinos. Además, Pablo ha trabajado y
colaborado con artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Diego Torres, CJ Ramone del mítico grupo The
Ramones, Rosana, Felipe Peláez, Gilberto Santarrosa, Rabanes, Fer Dente, Chaqueño Palavecino, Lucas
Sugo, MDO, Pedro Arroyo, Tony Vega, Omar Alfano, Chabuco, Flora Martinez, Margarita Henríquez, Joey
Montana, entre otros.

Javier Medina Bernal: Che, cuéntanos sobre tus comienzos como baterista en Argentina.

Pablo Governatori: Todo comenzó con una charla de compañeros de segundo año de secundaria. Hacía
bastante calor aquel día. Estábamos hablando frente a mi casa, debajo de un árbol. Ahí decidimos que
íbamos a formar una banda. Designamos los instrumentos y a mí me tocó la batería. Cabe destacar que,
de esa charla, fui el único que cumplió.

J. M. B.: ¿Cómo se llamaron tus primeras bandas?

P. B.: Mi primera banda se llamó Trece Espinas. Fue con la primera que grabamos demos y álbum,
alrededor de los años 1993 y 1994. Después vinieron Las Viejas, que fue la más importante. Tocábamos
mucho, grabamos álbum y giramos con algunos de los músicos más importantes de Argentina.

J. M. B.: ¿Qué tan importante es Panamá para ti y por qué?

P. G.: Panamá es el comienzo de una nueva etapa en todo sentido, tanto musical como vital. Es un
quiebre mental en cuanto a cómo trabajar con música a tiempo completo y cómo vivir de ella. Es la
etapa más importante de mi vida.

J. M. B.: ¿Qué significa el músico e ingeniero de sonido panameño Ignacio Molino en tu vida?

P. G.: Nacho, como le decimos los amigos, es la persona que me abrió las puertas en Panamá. Fue quien
confió en mí. Yo era un desconocido que venía de lejos con bastante currículo como baterista, pero muy
nuevo en estudios de grabación. Hemos trabajado mucho durante diez años y hemos aprendido mucho.
Considero que es el ingeniero de grabación más importante nacido en Panamá. Y para mí es como un
hermano.

J. M. B.: ¿Hay algún momento que haya representado un antes y un después en trayectoria como
baterista?

P. B.: Me fui a la isla de Cerdeña, en Italia a tocar con una banda. Tocamos ochenta y dos shows en tres
meses. Interpretamos de todo, desde Tango, jazz, folclore argentino, música bailable. Defentivamente
fue un antes y un después en mi hoja de vida como músico.

J. M. B.: Instrumento que no tocas que te gustaría dominar y por qué.

P. B.: ¡Todos!, ja,ja, ja.

J. M. B.: Momento decepcionante que hayas tenido en tu carrera.

P. B.: Cada mentira o falsa promesa que se hace en esta profesión es decepcionante. Pasa a menudo.

J. M. B.: ¿Qué es lo que más te ha impresionado, desde el lado humano o artístico, de gente como
Rubén Blades o Joan Manuel Serrat, u otros?

P. B.: Su apertura mental, su profesionalismo y que no dejan nada al azar, saben lo que hacen y por qué.
Eso te hace grande como ser humano.

J. M. B.: ¿Con qué otros grandes te gustaría trabajar?

P. B.: La mayoría ya ha muerto. Me encantaría trabajar con David Gilmour (Pink Floyd), que aún vive.

J. M. B.: Afectó de alguna manera la muerte de tu madre en tu proceso creativo como músico o
ingeniero.

P. B.: No afectó mi creatividad, pero sí me puso en una zona de temor a lo nuevo (algunos le llaman zona
de confort). Me costó un tiempo superarlo. No podría explicar por qué sucedió. Tal vez fue parte del
duelo.

J. M. B.: Bateristas que admiras y por qué.

P. G.: A Omar Hakim lo admiro por su groove y su buen gusto, es insuperable; a Vinnie Colaiuta porque
simplemente es increíble lo que hace: poder girar con Megadeth y grabar con Sanz al mismo tiempo y
hacerlo con el más alto nivel; Steve Jordan: su groove es único y, aparte, es un productor de primera
línea.

J. M. B.: Lo más importante que hayas aprendido trabajando en el mundo de la salsa.

P. G.: No te cruces con la clave.

J. M. B.: Lo que no te gusta del mundo de la salsa.

P. G.: Son muy cerrados en cuanto a innovar en el estilo.

J. M. B.: ¿Qué te gustó de Las Vegas cuando fuiste a las ceremonias de los Grammy? y qué no te gustó
de Las Vegas?

P. G.: Me gustó el encuentro con los colegas, se la pasa muy bien con ellos.

J. M. B.: ¿Y qué no te gustó?

P. G.: No me gustaron las caretas en la alfombra roja y los V.I.P.

J. M. B.: Primera palabra o frase que se te venga a la cabeza al escuchar los siguientes nombres.

Luca Prodan.

P. G.: Loco.

J. M. B.: Rubén Blades.

P. G.: Leyenda.

J. M. B.: Charlie García.

P. G.: Único.

J. M. B.: Gustavo Cerati.

P. G.: Fino.

J. M. B.: Rock Británico.

P. G.: El mejor.

J. M. B.: Radiohead.

P. G.: Mega banda.

J. M. B.: Elbow.

P. G.: Me matan sus melodías.

J. M. B.: Indio Solari.

P. G.: 300.000 personas en sus shows, sin necesidad de marketing.

J. M. B.: Jazz.

P. G.: Me deja sabor a dudas.

J. M. B.: Vinnie Colaiuta.

P. G.: Es un tren.

J. M. B.: Roberto Delgado.

P. G.: Arreglista increíble.

J. M. B.: Maradona.

P. G.: Tracción a sangre.

J. M. B.: Messi.

P. G.: Su vida es un balón.

J. M. B.: Gardel.

P. G.: Sinónimo de tango.

J. M. B.: Argentina.

P. G.: Caos y pasión.

J. M. B.: Familia (mujer, hijo, amigos).

P. G.: Lo son todo para mí.

J. M. B.: Nombra tres discos que te llevarías a una isla desierta.

P. G.: Dark side of the moon, de Pink Floyd; Love Songs for Robots, de Patrick Watson; Ten Summoner´s
Tales, de Sting.

J. M. B.: Sé que admiras a Los Luthiers. ¿A qué otros comediantes de tu país deberíamos conocer? ¿Qué
tan importante es el humor y no tomarse tan en serio a uno mismo en esta vida?

P. G.: ¡Diego Capusotto es increíble! Transforma la realidad en humor ácido. Yo soy mucho de las
humoradas, tanto con mi familia como con amigos, aunque no lo aparente mucho en las fotos. Creo que
el humor es vital para pasar la locura que es vivir en el mundo de hoy.

J. M. B.: ¿A qué músico de tu país deberíamos conocer?

P. G.: Lisandro Aristimuño.

J. M. B.: ¿Y del mundo?

P. G.: A Patrick Watson, de Canadá.

J. M. B.: ¿Qué consejo les darías a los músicos de sesión?

P. G.: Que estudien lo que van a grabar. Si no saben hacerlo, consulten, tomen clases, cursos, talleres,
vean videos de Youtube, lo que sea; pero que no lleguen al estudio a divagar.

J. M. B.: ¿La música sirve para ser menos miserables en esta vida?

P. G.: La música es vida.