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Administración pública

La administración pública es un sistema de límites


imprecisos que comprende el conjunto de comunicaciones
con el gobierno público de la ciudad y busca
las organizaciones públicas que realizan la
función administrativa y de gestión del Estado 1
y de
otros entes públicos con personalidad jurídica, ya sean de
ámbito regional o local.
En términos estrictamente académicos, la Administración
pública es la encargada de poner en contacto directo a
la ciudadanía con el poder político mediante la figura de los
servidores públicos «satisfaciendo» los intereses colectivos
de forma inmediata, por contraste con los poderes
legislativo y judicial que lo hacen de forma mediata. Dada la
manera en la cual la Administración Pública se relaciona con
la ciudadanía y la dinámica gubernamental a la que está
sujeta, se trata, entonces, de una rama de la Ciencia Política;
es por ello que la Administración Pública es, tradicionalmente,
estudiada dentro de dicha ciencia social de forma
complementaria.
Se encuentra principalmente regulada por el poder ejecutivo y
los organismos que están en contacto permanente con el
mismo. Por excepción, algunas dependencias del poder
legislativo integran la noción de «Administración pública»
(como las empresas estatales), a la vez que pueden existir
juegos de «Administración general» en los otros cuatro
poderes o en organismos estatales que pueden depender de
alguno.nota 1
La administración comprende el conjunto de comunicaciones
con el gobierno público de la ciudad, la forma en la cual la
administración pública se relaciona con la ciudadanía y la
dinámica gubernamental a la que esta sujeta de cambios.
La noción alcanza a los maestros y demás trabajadores de
la educación pública, así como a los profesionales de los
centros estatales de salud, la policía, las fuerzas armadas, el
servicio de parques nacionales y el servicio postal. En un
concepto más amplio, se puede considerar administración
pública a todo sector o entidad que genera o recibe sus
recursos de alguna fuente de financiamiento del estado. Se
discute, en cambio, si la integran los servicios
públicos prestados por organizaciones privadas con
habilitación del Estado. El concepto no alcanza a las
entidades estatales que realizan la función legislativa ni
la función judicial del Estado.
Origen y alcances del término[editar]
La palabra administrar proviene del latín ad-ministrare,"ad" (ir,
hacia) y "ministrare" ("servir", "cuidar") y tiene relación con la
actividad de los ministros romanos en la antigüedad.
No obstante, el concepto de Administración pública puede
entenderse desde dos puntos de vista. Desde un punto de
vista formal, se entiende a la entidad que administra, es decir,
al organismo público que ha recibido del poder político la
competencia y los medios necesarios para la satisfacción de
los intereses generales. Desde un punto de vista material, se
entiende más bien la actividad administrativa, o sea, la
actividad de este organismo considerado en sus problemas
de gestión y de existencia propia, tanto en sus relaciones con
otros organismos semejantes como con los particulares para
asegurar la ejecución de su misión.
También se puede entender como la disciplina encargada del
manejo científico de los recursos y de la dirección del trabajo
humano enfocada a la satisfacción del interés público,
entendido este último como las expectativas de la
colectividad.
Conceptos de administración pública[editar]
Es la acción del Gobierno al dictar y aplicar las disposiciones
necesarias para el cumplimiento de las leyes y para la
conservación y fomento de los intereses públicos y a resolver
las reclamaciones a lo que dé lugar lo mandado. Es el
conjunto de organismos encargados de cumplir esta función.2
La administración pública, en tanto estructura orgánica, es
una creación del Estado, regulada por el derecho positivo y
como actividad constituye una función pública establecida por
el ordenamiento jurídico nacional. Pero tanto la organización
como la función o actividad reúnen, además, caracteres
técnico políticos, correspondientes a otros campos de estudio
no jurídicos, como los de la teoría de la organización
administrativa y la ciencia política. Por lo tanto la noción de la
Administración pública dependerá de la disciplina o enfoques
principales de estudio (el jurídico, el técnico o el político), en
virtud de no existir, como ya lo hemos señalado, una ciencia
general de la administración pública capaz de armonizar y
fundir todos los elementos y enfoques de este complejo
objeto del conocimiento.3
La Administración pública es la organización que tiene a su
cargo la dirección y la gestión de los negocios estatales
ordinarios dentro del marco de derecho, las exigencias de la
técnica y una orientación política.4
En los términos de la clásica definición de Charles-Jean
Baptiste Bonnin, formulada a inicios del siglo XIX, la
Administración pública es «la que tiene la gestión de los
asuntos respecto a las personas, de los bienes y de las
acciones del ciudadano como miembro del Estado, y de su
persona, sus bienes y sus acciones como incumbiendo al
orden público».
Años después, se ha dicho que la administración pública es
parte del poder ejecutivo y se ve regulada por el derecho
administrativo, tanto en su estructura y organización como en
su actividad o funcionamiento. Sin embargo, cabe aclarar que
no todo el poder ejecutivo es administración pública y que la
inserción de esta en el ámbito del poder ejecutivo no impide
que también se ubique, en menor medida, en las esferas del
poder legislativo y del poder judicial, lo mismo que en los
organismos constitucionales autónomos. En suma, no todo el
poder ejecutivo es administración pública, ni toda la
administración pública se sitúa en el área del poder ejecutivo.
Se puede entender la administración pública como el conjunto
de áreas del sector público del Estado que, mediante el
ejercicio de la función administrativa, la prestación de
los servicios públicos, la ejecución de las obras públicas y la
realización de otras actividades socioeconómicas de interés
público trata de lograr los fines del Estado.
Marshall Dimock afirmaba: «La Administración pública tiene
relación con los problemas del Gobierno, es que está
interesada en conseguir los fines y los objetivos del Estado.
La administración pública es el Estado en acción, el Estado
como constructor».5
La administración pública está caracterizada por atributos
propiamente estatales. Dicha administración, por principio, es
una cualidad del Estado y solo se puede explicar a partir del
Estado. Tal aseveración es aplicable a todas las
organizaciones de dominación que se han sucedido en la
historia de la humanidad, pero para nuestro caso, es
suficiente con ceñirnos al Estado tal y como lo
denominó Maquiavelo tiempo atrás: «los estados y
soberanías que han existido y tienen autoridad sobre los
hombres, fueron y son, o repúblicas o principados».6
Es el subsistema instrumental del sistema político compuesto
por un conjunto de interacciones, a través de las cuales se
generan las normas, los servicios, los bienes y la información
que demanda la comunidad, en cumplimiento de las
decisiones del sistema político. La Administración pública
constituye siempre un instrumento que, al menos
formalmente, se encuentra al servicio de fines ulteriores:
aquellos que una sociedad históricamente determina por
medio de su instancia gubernamental y que considera como
políticamente valiosos.7
Elementos de la administración pública[editar]
Jurídicamente, el concepto de Administración pública se usa
más frecuentemente en sentido formal, el cual en palabras
de Rafael Bielsa, no denota una persona jurídica, sino un
organismo que realiza una actividad del Estado. En este
sentido, si decimos «responsabilidad de la Administración» se
quiere significar que el acto o hecho de la Administración es
lo que responsabiliza al Estado. Así pues, en realidad es el
Estado la parte en juicio, a ese título tiene la Administración
pública el privilegio de lo contencioso administrativo.
Actualmente el modelo de Administración habitual es el
modelo burocrático descrito por Max Weber. Se basa en la
racionalidad instrumental y en el ajuste entre objetivos y
medios.
La Administración posee una serie de prerrogativas que la
colocan en una posición superior a la del administrado. Entre
dichos poderes destacan: la interpretación unilateral
de contratos, la capacidad ejecutiva de los actos
administrativos (por ejemplo, el cobro de multas por
el procedimiento de apremio). Es decir, los actos de la
Administración deben cumplirse, son obligatorios, y la
Administración está autorizada para imponerlos
unilateralmente a los particulares. Por último, el sometimiento
a una jurisdicción especializada, la jurisdicción Contencioso-
Administrativa.
Nueva gestión pública[editar]
Es una serie de reformas administrativas que involucran una
gestión por objetivos que usa indicadores cuantitativos, uso
de la privatización, separación entre clientes y contratistas, la
desintegración de instituciones administrativas tradicionales,
el enfoque del Estado como productor de servicios públicos,
uso de incentivos en salarios, costos reducidos y mayor
disciplina presupuestaria. Usa la evaluación como
instrumento para mejorar el proceso.8
La nueva gestión pública tiene cuatro métodos:
La delegación de la toma de decisiones en jerarquías
inferiores como agencias operativas, organismos regionales y
gobiernos subnacionales, pues estos están más próximos al
problema y tienen objetivos más claros.
Una orientación hacia el desempeño que comienza desde los
insumos y el cumplimiento legal hasta los incentivos y los
productos.
Un mayor orientación hacia el cliente bajo las estrategias de
informar y escuchar al cliente para comprender lo que quieren
los ciudadanos y responder con buenos servicios.
Una mayor orientación de mercado, aprovechando los
mercados o cuasi-mercados (a través de contratos de gestión
y personal), la competencia entre los organismos públicos, el
cobro entre los organismos y la externalización, mejoran los
incentivos orientados al desempeño.9
Así, la dirección de las reformas sería:
Una ordenación más estratégica de las políticas públicas.
Separadora del diseño de las políticas de la implementación,
o el financiamiento de la provisión.
Un sistema de gestión financiera que haga énfasis en los
resultados, entregue un costeo completo, contabilice todos
los insumos y los productos, y que al mismo tiempo
descentralice los controles de gastos ex ante; comúnmente,
los controles se hacen menos específicos (categorías
presupuestarias más amplias, por ejemplo) y no se eliminan
los controles externos, sino que se cambian de ex ante a ex
post.
Un sistema de personal descentralizado que ponga mayor
énfasis en la gratificación por el desempeño.10
Para mejorar la eficiencia y transparencia de los gobiernos de
América Latina y el Caribe, la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico y el Banco
Interamericano de Desarrollo crearon 45 indicadores clave
para medir aspectos de la gestión pública, incluyendo las
finanzas públicas y la economía, el empleo público, el papel y
la influencia del centro de gobierno, la política y la
gobernanza regulatoría, el gobierno abierto y digital y la
contratación pública.11
Administración electrónica[editar]
Artículo principal: Administración electrónica
La e-Administración o Administración electrónica, hace
referencia a la incorporación de las tecnologías de la
información y las comunicaciones en dos vertientes: desde un
punto de vista intraorganizativo transformar
las oficinas tradicionales, convirtiendo los procesos en papel,
en procesos electrónicos, con el fin de crear una oficina sin
papeles y desde una perspectiva de las relaciones externas
habilitar la vía electrónica como un nuevo medio para la
relación con el ciudadano y las empresas. Es una
herramienta con un elevado potencial de mejora de
la productividad y simplificación de los diferentes procesos del
día a día que se dan en las diferentes organizaciones.
La definición de la Comisión Europea de la Unión Europea es
la siguiente: «La Administración electrónica es el uso de las
TIC en las AAPP, combinado con cambios organizativos y
nuevas aptitudes, con el fin de mejorar los servicios públicos
y los procesos democráticos y reforzar el apoyo a las políticas
públicas».
Su principal herramienta ha sido Internet como medio de
acceso para los ciudadanos en su relación por la vía
electrónica con la Administración. Los beneficios, tanto
en eficacia y eficiencia, son de una envergadura que
la Administración electrónica se ha convertido en una de las
estrategias claves de las políticas de la mayoría de los países
avanzados, ya que es posiblemente el elemento con el mayor
potencial de impacto y de transformación en los procesos de
modernización administrativa.
Esto significa en definitiva, como se resume en el Manual
Práctico de Supervivencia en la Administración electrónica,
que «se quiere menos burocracia, muchísimo menos, no una
burocracia por Internet».12

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