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Administración pública

Administración pública es un sistema de límites imprecisos que comprende el conjunto


de organizaciones públicas que realizan la función administrativa y de gestión del Estado1
y de otros entes públicos con personalidad jurídica, ya sean de ámbito regional o local.
Por su función, la Administración Pública pone en contacto directo a la ciudadanía con
el poder político (servidores públicos), «satisfaciendo» los intereses colectivos de forma
inmediata, por contraste con los poderes legislativo y judicial, que lo hacen de forma
mediata.2
Se encuentra principalmente regulada por el poder ejecutivo y los organismos que están
en contacto permanente con el mismo.1 Por excepción, algunas dependencias del poder
legislativo integran la noción de «Administración pública» (como las empresas estatales), a
la vez que pueden existir juegos de «Administración General» en los otros cuatro poderes
o en organismos estatales que pueden depender de alguno.nota 1
La noción alcanza a los maestros y demás trabajadores de la educación pública, así como
a los profesionales de los centros estatales de salud, la policía, las fuerzas armadas, el
servicio de parques nacionales y el servicio postal. Se discute, en cambio, si la integran
los servicios públicos prestados por organizaciones privadas con habilitación del Estado. El
concepto no alcanza a las entidades estatales que realizan la función legislativa ni
la función judicial del Estado.

Índice
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 1Origen y alcances del término


o 1.1Conceptos de administración pública
 2Elementos de la administración pública
 3Nueva gestión pública
 4Administración electrónica
 5Situación por países
o 5.1Argentina
o 5.2España
 6Porcentaje de empleados públicos por país
 7Véase también
 8Notas
 9Referencias
 10Bibliografía

Origen y alcances del término[editar]


La palabra administrar proviene del latín ad-ministrare,"ad" (ir, hacia) y "ministrare"
("servir", "cuidar") y tiene relación con la actividad de los ministros romanos en la
antigüedad.
No obstante, el concepto de Administración pública puede entenderse desde dos puntos
de vista. Desde un punto de vista formal, se entiende a la entidad que administra, es decir,
al organismo público que ha recibido del poder político la competencia y los medios
necesarios para la satisfacción de los intereses generales. Desde un punto de vista
material, se entiende más bien la actividad administrativa, o sea, la actividad de este
organismo considerado en sus problemas de gestión y de existencia propia, tanto en sus
relaciones con otros organismos semejantes como con los particulares para asegurar la
ejecución de su misión.
También se puede entender como la disciplina encargada del manejo científico de los
recursos y de la dirección del trabajo humano enfocada a la satisfacción del interés
público, entendido este último como las expectativas de la colectividad.
Conceptos de administración pública[editar]
Es la acción del gobierno al dictar y aplicar las disposiciones necesarias para el
cumplimiento de las leyes y para la conservación y fomento de los intereses públicos y a
resolver las reclamaciones a que dé lugar lo mandado. Es el conjunto de organismos
encargados de cumplir esta función3
La administración pública, en tanto estructura orgánica, es una creación del Estado,
regulada por el derecho positivo y como actividad constituye una función pública
establecida por el ordenamiento jurídico nacional. Pero tanto la organización como la
función o actividad reúnen, además, caracteres tecnicopolíticos, correspondientes a otros
campos de estudio no jurídicos, como los de la teoría de la organización administrativa y
la ciencia política. Por lo tanto la noción de la administración pública dependerá de la
disciplina o enfoques principales de estudio (el jurídico, el técnico o el político), en virtud de
no existir, como ya lo hemos señalado, una ciencia general de la administración pública
capaz de armonizar y fundir todos los elementos y enfoques de este complejo objeto del
conocimiento.4
La administración pública es la organización que tiene a su cargo la dirección y la gestión
de los negocios estatales ordinarios dentro del marco de derecho, las exigencias de la
técnica y una orientación política.5
En los términos de la clásica definición de Charles- Jean Bonnin, formulada a inicios del
siglo XIX, la Administración Pública es «la que tiene la gestión de los asuntos respecto a
las personas, de los bienes y de las acciones del ciudadano como miembro del Estado, y
de su persona, sus bienes y sus acciones como incumbiendo al orden público».
Años después, se ha dicho que la administración pública es parte del poder ejecutivo y se
ve regulada por el derecho administrativo, tanto en su estructura y organización como en
su actividad o funcionamiento. Sin embargo, cabe aclarar que no todo el poder ejecutivo es
administración pública y que la inserción de esta en el ámbito del poder ejecutivo no
impide que también se ubique, en menor medida, en las esferas del poder legislativo y del
poder judicial, lo mismo que en los organismos constitucionales autónomos. En suma, no
todo el poder ejecutivo es administración pública, ni toda la administración pública se sitúa
en el área del poder ejecutivo.
Se puede entender la administración pública como el conjunto de áreas del sector público
del Estado que, mediante el ejercicio de la función administrativa, la prestación de
los servicios públicos, la ejecución de las obras públicas y la realización de otras
actividades socioeconómicas de interés público trata de lograr los fines del Estado.
Marshall Dimock afirmaba: «La administración pública tiene relación con los problemas del
gobierno, es que está interesada en conseguir los fines y los objetivos del Estado. La
administración pública es el Estado en acción, el Estado como constructor».6
La administración pública está caracterizada por atributos propiamente estatales. Dicha
administración, por principio, es una cualidad del Estado y solo se puede explicar a partir
del Estado. Tal aseveración es aplicable a todas las organizaciones de dominación que se
han sucedido en la historia de la humanidad, pero para nuestro caso, es suficiente con
ceñirnos al Estado tal y como lo denominó Maquiavelo tiempo atrás: «los estados y
soberanías que han existido y tienen autoridad sobre los hombres, fueron y son, o
repúblicas o principados».7
Es el subsistema instrumental del sistema político compuesto por un conjunto de
interacciones, a través de las cuales se generan las normas, los servicios, los bienes y la
información que demanda la comunidad, en cumplimiento de las decisiones del sistema
político. La Administración pública constituye siempre un instrumento que, al menos
formalmente, se encuentra al servicio de fines ulteriores: aquellos que una sociedad
históricamente determina por medio de su instancia gubernamental y que considera como
políticamente valiosos.8

Elementos de la administración pública[editar]


Jurídicamente, el concepto de Administración pública se usa más frecuentemente en
sentido formal, el cual en palabras de Rafael Bielsa, no denota una persona jurídica, sino
un organismo que realiza una actividad del Estado. En este sentido, si decimos
«responsabilidad de la Administración» se quiere significar que el acto o hecho de la
Administración es lo que responsabiliza al Estado. Así pues, en realidad es el Estado la
parte en juicio, a ese título tiene la Administración pública el privilegio de lo contencioso
administrativo.
Actualmente el modelo de Administración habitual es el modelo burocrático descrito
por Max Weber. Se basa en la racionalidad instrumental y en el ajuste entre objetivos y
medios.
La Administración posee una serie de prerrogativas que la colocan en una posición
superior a la del administrado. Entre dichos poderes destacan: la interpretación unilateral
de contratos, la capacidad ejecutiva de los actos administrativos (por ejemplo, el cobro de
multas por el procedimiento de apremio). Es decir, los actos de la Administración deben
cumplirse, son obligatorios, y la Administración está autorizada para imponerlos
unilateralmente a los particulares. Por último, el sometimiento a una jurisdicción
especializada, la jurisdicción Contencioso-Administrativa.

Nueva gestión pública[editar]


Es una serie de reformas administrativas que involucran una gestión por objetivos que usa
indicadores cuantitativos, uso de la privatización, separación entre clientes y contratistas,
la desintegración de instituciones administrativas tradicionales, el enfoque del Estado
como productor de servicios públicos, uso de incentivos en salarios, costos reducidos y
mayor disciplina presupuestaria. Usa la evaluación como instrumento para mejorar el
proceso.9
La nueva gestión pública tiene cuatro métodos:

 La delegación de la toma de decisiones en jerarquías inferiores como agencias


operativas, organismos regionales y gobiernos subnacionales, pues estos están más
próximos al problema y tienen objetivos más claros.
 Una orientación hacia el desempeño que comienza desde los insumos y el
cumplimiento legal hasta los incentivos y los productos.
 Un mayor orientación hacia el cliente bajo las estrategias de informar y escuchar al
cliente para comprender lo que quieren los ciudadanos y responder con buenos
servicios.
 Una mayor orientación de mercado, aprovechando los mercados o cuasi-mercados
(a través de contratos de gestión y personal), la competencia entre los organismos
públicos, el cobro entre los organismos y la externalización, mejoran los incentivos
orientados al desempeño.10
Así, la dirección de las reformas sería:

 Una ordenación más estratégica de las políticas públicas.


 Separadora del diseño de las políticas de la implementación, o el financiamiento de
la provisión.
 Un sistema de gestión financiera que haga énfasis en los resultados, entregue un
costeo completo, contabilice todos los insumos y los productos, y que al mismo tiempo
descentralice los controles de gastos ex ante; comúnmente, los controles se hacen
menos específicos (categorías presupuestarias más amplias, por ejemplo) y no se
eliminan los controles externos, sino que se cambian de ex ante a ex post.
 Un sistema de personal descentralizado que ponga mayor énfasis en la
gratificación por el desempeño.11
Para mejorar la eficiencia y transparencia de los gobiernos de América Latina y el Caribe,
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y el Banco Interamericano
de Desarrollo crearon 45 indicadores clave para medir aspectos de la gestión pública,
incluyendo las finanzas públicas y la economía, el empleo público, el papel y la influencia
del centro de gobierno, la política y la gobernanza regulatoria, el gobierno abierto y digital y
la contratación pública.12

Administración electrónica[editar]
Artículo principal: Administración pública electrónica

La e-Administración o Administración electrónica, hace referencia a la incorporación de


la tecnologías de la información y las comunicaciones en dos vertientes: desde un punto
de vista intraorganizativo transformar las oficinas tradicionales, convirtiendo los procesos
en papel, en procesos electrónicos, con el fin de crear una oficina sin papeles y desde una
perspectiva de las relaciones externas habilitar la vía electrónica como un nuevo medio
para la relación con el ciudadano y las empresas. Es una herramienta con un elevado
potencial de mejora de la productividad y simplificación de los diferentes procesos del día a
día que se dan en las diferentes organizaciones.
La definición de la Comisión Europea de la Unión Europea es la siguiente: «La
Administración electrónica es el uso de las TIC en las AAPP, combinado con cambios
organizativos y nuevas aptitudes, con el fin de mejorar los servicios públicos y los procesos
democráticos y reforzar el apoyo a las políticas públicas».
Su principal herramienta ha sido Internet como medio de acceso para los ciudadanos en
su relación por la vía electrónica con la Administración. Los beneficios, tanto
en eficaciay eficiencia, son de una envergadura que la Administración electrónica se ha
convertido en una de las estrategias claves de las políticas de la mayoría de los países
avanzados, ya que es posiblemente el elemento con el mayor potencial de impacto y de
transformación en los procesos de modernización administrativa.
Esto significa en definitiva, como se resume en el Manual Práctico de Supervivencia en la
Administración electrónica, que «se quiere menos burocracia, muchísimo menos, no una
burocracia por Internet».13

Situación por países[editar]


Argentina[editar]
Artículo principal: Administración Pública de la Argentina

La Administración Pública de la Argentina es el conjunto de organismos estatales que


prestan servicios a los habitantes y realizan las funciones administrativas del Estado
argentino. En general abarca a los distintos entes y dependencias que integran el Poder
Ejecutivo Nacional (PEN), y los poderes ejecutivos provinciales y de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, así como las administraciones municipales.
El concepto de Administración pública es impreciso y suele ser usado con diversos
alcances. En la Argentina, la Administración pública no incluye el poder legislativo ni
el poder judicial. Tampoco abarca las empresas estatales ni entes privados que
prestan servicios públicos. Incluye en cambio a las entidades públicas descentralizadas y
las especializadas, como los centros de enseñanza, hospitales y museos. En principio,
las Fuerzas Armadas integran la Administración pública, aunque poseen un régimen
especial.
En 2006, los empleados públicos en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires eran de
1 465 548.14 Por su parte, la Administración Pública Nacional tenía empleados en el primer
trimestre de 2007 a 299 377 personas.15 En la misma época, la población económicamente
activa era de aproximadamente 17 000 000.
España[editar]
Artículo principal: Administración Pública de España

Véase también: Principios de la Administración Pública de España

Según el artículo 103 de la Constitución, la Administración Pública de España sirve con


objetividad a los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia,
jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la
ley y al Derecho.
A nivel territorial, la Constitución de 1978 divide la Administración pública en tres niveles
como consecuencia de la definición de estado fuertemente descentralizado:

 Administración General del Estado: es la administración central de todo el Estado


Español (artículos 97 y ss. de la CE) encargada de llevar a la práctica el programa del
Gobierno y de satisfacer los intereses generales.
 Administración autonómica: compuesta por todos aquellos organismos que
gestionan competencias atribuidas total o parcialmente a las regiones de España
(artículos 137 y ss. de la CE).
 Administración local: comprende las competencias transferidas a municipios,
diputaciones provinciales o forales y cabildos insulares (artículos 140 y ss. de la CE).
La pluralidad de administraciones públicas en España se completa con las
administraciones no territoriales que desarrollan actividades concretas con potestades
limitadas. Las corporaciones: Colegios profesionales, Cámaras de Comercio, Industria y
Navegación, Cofradías de pescadores, Federaciones deportivas, etc.
Las Instituciones: Fundaciones públicas, Organismos Autónomos y Entidades Públicas
Empresariales. Y las Administraciones independientes: Banco de España, Comisión
Nacional del Mercado de Valores, Universidades, etc.

Porcentaje de empleados públicos por país[editar]


Porcentaje de empleados públicos sobre el total de la fuerza
de trabajo por país (2005)

País %

Noruega 30

Suecia 28

Francia 22

Finlandia 21

Hungría 19

Bélgica 17

Inglaterra 17

Canadá 15
Eslovaquia 15

Estados Unidos 14

Australia 14

Portugal 13

Polonia 13

Holanda 13

Australia 13

España 13

México 10

Alemania 10

Austria 10

Turquía 9

Suiza 6

Corea del Sur 5

Japón 5

Fuente: OCDE.16

Véase también

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