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IGLESIA BAUTISTA PRÍNCIPE DE PAZ

MORELIA, MICHOACÁN, MÉXICO


MINISTERIO DE CAPACITACIÓN

ABDIAS
QFB David L. Montemayor vega
INTRODUCCIÓN
Es el cuarto de los profetas menores en la Biblia hebrea, y quinto en la LXX. Su nombre en hebreo significa
“siervo de Yahvéh” o “adorador de Yahvéh”. Por lo menos seis hombres del Antiguo Testamento llevan este
nombre, y otras alternan esta forma del nombre con “Obadías”.
Fue mayordomo a cargo del palacio del rey Acab de Israel (1R 18:3-16). Desde su juventud fue un devoto
adorador de Yahvéh. Cuando Jezabel perseguía a los profetas de Yahvéh, Abdías escondió cien profetas en dos
cuevas. Durante una sequía, cuando Abdías salió en busca de pasto para los caballos y las mulas del rey, Elías lo
encontró y lo persuadió a que concretara una entrevista con Acab, lo cual dio lugar a la pugna entre Elías y los
profetas de Baal.
Descendiente de David (1 Cr. 3:21). Zabulonita1 de la época de David (1 Cr. 27:19), es autor del libro más
pequeño del Antiguo Testamento (sólo un capítulo con veintiún versículos).
Fue profeta, supuestamente de Judá (Ab 1:1). La Biblia no nos dice nada sobre su vida en forma directa.
Por lo tanto, no sabemos nada sobre su familia, periodo de vida, lugar de nacimiento, muerte y otras circunstancias.
Lo único que sabemos es que pertenece al reino de Judá. Aunque algunos lo ubican antes del exilio, es más
probable que haya vivido en el siglo V a. C. Si este parecer resulta correcto, resulta cronológicamente imposible
considerarlo como el mayordomo de Acab, o con el capitán de Ocozías (2 R 1:13-15).
BOSQUEJO DEL CONTENIDO
El estudio de este libro se puede dividir en dos partes:
a. El juicio de Edom (versículos 1 – 14).
a. Título (v. 1)
b. Advertencia de la reina de Edom (vv. 1b – 4)
c. Destrucción total de Edom (vv. 5 – 9)
d. Razones para el juicio contra Edom (vv. 10 – 14)
b. Juicio universal (vv. 15 – 16)
c. Restauración de Israel (vv. 17 – 21).
FONDO HISTÓRICO
Antes del exilio
La tradición judía en el Talmud2 ubica a Abdías en el reinado de Acab en el siglo IX a. C., y según el orden de los
profetas menores en la Biblia hebrea se encuentra entre los profetas preexílicos. Algunos eruditos han sugerido
que el trasfondo para todo el libro de Abdías es el ataque de los árabes y filisteos a Judá en el reinado de Joram
que se menciona en 2 Cr. 21:16-17, o el ataque edomita a Judá en el reinado de Acaz que se describe en 2 Cr.
28:17. Muchos creen que solo el oráculo3 contra Edom, que Abdías presenta en los vv. 1 – 6, 8 – 9, tiene fondo
preexílico. En los siglos IX a. C. (2 Cr. 21:16-17) y VII a. C. se registran incursiones árabes contra Palestina, y
presuntamente contra Edom también.
Después de 587 a.C.
La mayor parte de los entendidos piensa que la calamidad que sufrió Jerusalén, y que Abdías describe en 11 – 14,
fue su captura por los caldeos en 587 a. C. Esta es la única captura de Jerusalén en la que sabemos que participaron

1
Descendiente de Zabulón. Miembro de esa tribu (Num 26:27; Jue 12:11-12)
2
Talmud: “instrucción, estudio”. Libro que contiene la tradición oral, doctrinas, ceremonias y preceptos de la religión judía.
3
Profecía. Mensaje o respuesta que los sacerdotes daban en nombre de los dioses a las consultas y peticiones que los fieles les formulaban.

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los edomitas4 (Sal. 137:7; Esd. 4:45). Las referencias a los sufrimientos causados por la caída de Jerusalén son tan
claras, que algunos eruditos piensan que se debe colocar a Abdías poco después, durante el periodo del exilio.
Muchos, sin embargo, piensan que la última parte de Abdías refleja un fondo preexílico. El versículo 7 afirma que
los edomitas habían sido echados de su antigua tierra. Después de la caída de Jerusalén los edomitas, por presión
árabe, comenzaron a entrar en el Neguev5, que luego se llamó Idumea6, y hacia fines del siglo VI a. C. los árabes
en buena medida los habían desalojado de la zona de Petra, que una vez fuera la capital edomita. Los versículos
8-10 anuncian la futura aniquilación de los edomitas como nación; esta profecía debe haberse formulado antes de
su cumplimiento, que se produjo en el periodo macabeo. El territorio ocupado por los judíos, de acuerdo con los
versículos 19-20, es la zona que circunda Jerusalén, como en los días de Nehemías (Neh. 11:25-36). Es por ello
que durante la última indicación clara en cuanto a fecha en la profecía es a mediados del siglo V a. C.
aproximadamente en la época de Malaquías.
PARALELOS EN OTRAS PROFECÍAS
Entre otras acusaciones proféticas de Edom encontramos Is. 34:5-17; Jer. 49:7-22; Lm. 4:21-22; Ez. 26:12-14; Jl.
3:19; Am 1:11-12.
Las muchas frases idénticas que hallamos en Abd. 1-9 y Jer. 49:7-22 sugieren cierta relación literaria entre
los dos pasajes. El orden diferente en las frases en las dos profecías nos hace pensar que es probable que ambos
citado algún oráculo divino anterior dirigido contra Edom. Dado que parte del material adicional en Jeremías es
característico de este profeta, y como el orden es más natural en Abdías, es probable que este último haya seguido
más fielmente la forma de la profecía original. Algunos eruditos, sin embargo, sostienen que uno de los dos utilizó
material del otro.
En Abdías y Joel encontramos varias frases comunes a ambos: Abdías 10 es igual a Joel 3:19; Abdías 11
es igual a Joel 3:3; Abdías 15 es igual a Joel 1:15; 2:1; 3:4, 7, 14; Abdías 18 es igual a Joel 3:8. En 2:32 Joel indica
por medio de las palabras “como lo ha dicho Jehová”, que está citado, probablemente en Abdías 17. Por lo tanto,
Abdías precedió a Joel, y sin duda ejerció su influencia sobre algunas de las otras frases comunes a ambos profetas.
MENSAJES PRINCIPALES
El problema entre Israel y Edom comenzó desde hace mucho tiempo, con dos mellizos, Esaú y Jacob. Esaú, mayor
por algunos minutos, habría heredado el liderazgo familiar, pero en un momento de hambre lo cambió por una
comida (Gn. 25:19-34). Jacob llegó a ser el patriarca fundador de la nación de Israel. Esaú, cazador por vocación,
se mudó hacia el sur, hacia el país montañoso y desierto. El fundó la nación de Edom.
Sus descendientes continuaron la reyerta. A lo largo de cientos de años las dos naciones habían luchado
en forma repetida, pero no definitoria. En el tiempo de Abdías los edomitas vivían al sur del Mar Muerto. Su
capital, Sela, era una ciudad rodeada de montañas rocosas que estaba situada en una alta meseta, enmarcada por
un acantilado alto: su único acceso era una “hendidura en la peña”, muy profunda, un cañón que terminaba en un
estrecho desfiladero donde apenas podían pasar dos personas. Desde este refugio protegido, los edomitas
descendían para saquear a Israel.
Aunque a los israelitas se les había ordenado, “no aborrecerás al edomita, porque es tu hermano” (Dt.
23:7), ellos llegaron a Repetidamente los profetas vaticinaron el castigo de Edom por parte de Dios. La gota que
colmó el vaso cayó cuando Babilonia desmembró a Jerusalén y se llevó a sus ciudadanos al exilio. Los edomitas
alentaron a los ejércitos conquistadores, hicieron presa de los judíos que escapaban y colaboraron con el saqueo
de Israel. El Salmo 137, uno de los pasajes más tristes de la Biblia, registra la amargura de los judíos ante este
hecho. Así como Esaú se había interesado más por una comida que por el nombre de la familia, así sus

4
Edom: región del levante Mediterráneo, ubicada al sur de Judea y del Mar Muerto, habitada principalmente por el pueblo semita o idumeos.
5
Neguev: desierto de Asia, situado al sur de Israel, en el Distrito Meridional. Su nombre significa “seco”.
6
Idumea: País habitado por los descendientes de Edom.

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descendientes se habían interesado más por la ganancia que podían obtener del pillaje que por la compasión que
sus hermanos se merecían.
La profecía tiene un destino: Edom. Este pueblo es caracterizado en el Antiguo Testamento como
orgulloso, desconsiderado y egoísta. En el Nuevo Testamento son llamados idumeos y sus “ejemplares” típicos
fueron los Herodes. Esa posición geográfica inexpugnable les daba un falso sentido de seguridad que el Profeta se
encarga muy bien de señalar.
Aparentemente el énfasis de Abdías es en venganza y castigo, pero analizado correctamente se puede ver
que el deseo del Profeta es por justicia, pero eso se dirige a Dios para que corrija la injusticia a través del juicio.
Abdías predice una justicia irónica para la Edom orgullosa: su traición a Judá (vv. 11-12) tendrá como pago la
traición de sus propios aliados (v. 7); su robo (v. 13) tendrá como recompensa su propia pérdida por robo (vv. 5-
6); su violencia (v. 10) será pagada con violencia (v. 9); su amor por la destrucción (vv. 12-14) tendrá como pago
su destrucción total (v. 10, 18). Abdías preanuncia que la Judá sometida volverá a alzarse, pero que Edom
desaparecerá de la faz de la tierra.
Esta profecía se cumplió al pie de la letra. Edom fue destruida, no por Judá, sino por una serie de invasores
extranjeros. Los últimos remanentes de los Edomitas fueron destruidos en el sitio de Jerusalén por parte de los
romanos en el año 70 de nuestra era. Irónicamente, la nación que había atormentado a los judíos de Jerusalén
pereció más tarde defendiendo esa misma ciudad.
Hay una expectativa corriendo a través de todo el libro, y es la retribución justa que el Día de Jehová traerá
consigo. Es semejante al pasaje del Nuevo Testamento que dice. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues
todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Ga. 6:7).
Hay también una nota de esperanza en el libro, lo que lo coloca en el rango de los escatológico7. Israel
será restaurado entre las naciones.
a. Inspiración divina. El profeta afirma cuatro veces (vv. 1, 4, 8 y 18) que sus palabras son de origen divino.
b. Juicio divino. El principal mensaje de este profeta es el juicio moral de Dios a las naciones. Se juzga a Edom
por su trato inhumano de Israel, el que también ha sido castigado. Finalmente, todas las naciones serán
juzgadas en el día de Yahvéh.
c. El reino celestial. La meta final, según Abdías, es que “el reino será de Jehová”. La esperanza de restauración
para su propio pueblo va más allá de un mero nacionalismo, porque en la victoria de dicho pueblo ve el
establecimiento del reino de Dios (v. 21). Este reino se caracterizará por el triunfo de la “salvación” y la
“santidad” (v. 17), ideas que posteriormente amplía el Nuevo Testamento.
BOSQUEJO
VERSÍCULO CONTENIDO
1 – 16 La caída de Edom
1–9 La seguridad de la caída
10 – 14 Las razones de la caída
15 – 16 El alcance de la caída
17 – 21 La liberación de Israel
17 – 18 El triunfo de Israel
19, 20 Las posesiones de Israel
21 El establecimiento de Israel

7
Parte de la teología que estudia el destino último del ser humano y el universo.

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