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Perfiles Educativos

ISSN: 0185-2698
perfiles@unam.mx
Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación
México

Montes de Oca Navas, Elvia


La educación en México. Los libros oficiales de lectura editados durante el gobierno de Lázaro
Cárdenas, 1934-1940
Perfiles Educativos, vol. XXIX, núm. 117, julio-septiembre, 2007, pp. 111-130
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Distrito Federal, México

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H O R I Z O N T E S

La educación en México.
Los libros oficiales de lectura editados durante
el gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934-1940
ELVIA MONTES DE OCA NAVAS*

Este ensayo analiza los contenidos ideológicos de dos series de libros de lectura
que fueron publicados por el gobierno federal mexicano mediante la Secretaría de Educación Pública,
durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940). Los libros revisados fueron Serie SEP
y Simiente. La primera serie de libros fue escrita para los niños de las escuelas primarias urbanas y la segunda,
para los de las escuelas rurales. En este documento comparo los contenidos ideológicos que se divulgaron
en las lecturas de las dos series, llegando a la conclusión de que cambiaron los escenarios:
ciudad-campo, y los protagonistas: obreros-campesinos y sus familias, pero los contenidos ideológicos,
inclusive los morales, fueron los mismos en ambas series de libros: una fuerte crítica a la sociedad capitalista
en la que se vivía en esos años, explicando sus orígenes en la injusta repartición de la riqueza;
un fuerte llamado al nacionalismo y al reconocimiento del Estado, colocado por encima de las clases,
como dirigente principal del grupo social, vigilante de la educación de los niños
en las escuelas primarias; de ahí la edición oficial de los libros analizados.

In this essay, I analyze the ideological contents of two series of text books that were published
by the Mexican Federal Government, through the Public Education Secretary (Secretaría de Educación Pública),
during Lázaro Cárdenas del Rio’s government (1934-1940). These books were Serie SEP, and Simiente.
The first series of books was written for use in urban primary schools and the second one for rural schools.
In this document, I compare the ideological contents that were promoted in the readings contained in both series,
reaching the conclusion that they changed the scenery: city-country and also they changed the main actors:
workers-peasants and their families. The ideological contents, however, even the moral ones, were the same in both
series of books: a strong sense of criticism towards the capitalist society of those years, explaining its origins in the
unjust distribution of wealth; a strong sense of nationalism and recognition of the State, put above all classes,
as principal director of the social groups and keeper of children’s education in primary schools,
hence, the official publishing of the analyzed books.

Libros de texto / Historia de la educación / Escuela primaria / Contenido ideológico / México


Text books / History of Education / Pimary school / Ideological contents / Mexico

Recepción: 23 de enero de 2007 / Aprobación: 29 de agosto de 2007

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EDUCATIVOS
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INTRODUCCIÓN escolares. Se puede efectuar a partir de sus


contenidos y propósitos ideológicos y cul-
En la producción intelectual, en este caso turales con base en las políticas educativas
los libros escolares, Bordieu (1990) sostie- vigentes. También puede hacerse un análi-
ne que el autor es portador de su propia sis epistemológico atendiendo a las mane-
subjetividad, pero además es portador de la ras en las que se construyen los conoci-
forma de ser de un grupo, de una época y mientos contenidos en los libros, y hasta
de una generación, elementos desde los uno didáctico con base en los métodos de
cuales el autor se constituye a sí mismo, y a enseñanza utilizados y las formas de adqui-
partir de ellos elabora su conocimiento y sición del conocimiento.
explicación del mundo en el que se desem- En este trabajo, desde una perspectiva
peña. La producción intelectual aparece así histórico-cultural, analizo los contenidos
íntimamente ligada, no causada de manera ideológicos de los libros de lectura utiliza-
lineal, a la vida social del productor. Desde dos en México en las escuelas primarias
este mundo de la producción intelectual se durante el gobierno cardenista, especial-
pueden llevar a cabo acciones diversas, mente los editados por la Comisión Edi-
incluso políticas, que van más allá del inte- tora Popular, órgano oficial de la Secretaría
rés personal y que unen al productor con de Educación Pública (SEP) encargada de la
las necesidades y condiciones concretas de edición de los libros oficiales de lectura. El
su tiempo, “las condiciones sociales de pro- análisis se centra en los contenidos ideoló-
ducción son claves para establecer la rela- gicos de los libros elaborados para ser uti-
ción entre autor, obra y espacio de produc- lizados en las escuelas primarias urbanas:
ción” (Pérez, 1997: 17). Serie SEP Escuela Socialista, y los que se
Choppin (2002) habla de diversos tipos hicieron para las escuelas rurales del
de análisis que pueden hacerse de los libros mismo nivel educativo: Simiente, serie
escrita por el profesor Gabriel Lucio. Estos
libros, se dijo entonces y por eso fueron
aprobados, se ajustaron a lo establecido
* Doctora en Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias
por la reforma educativa puesta en marcha
Políticas y Sociales, UNAM. Socio fundador y activo de la durante el cardenismo.
Sociedad Mexicana de Historia de la Educación (SOMEHI- En los contenidos de los libros mencio-
DE); es la actual secretaria de Organización del Consejo
nados se perciben claramente las políticas
Directivo de la SOMEHIDE. Líneas de investigación actual:
historia de la educación en México, siglo XX (libros escola- educativas del gobierno de Lázaro Cárde-
res), e historia del gobierno cardenista en el Estado de nas, dada la reforma educativa de 1934 que
México, 1934-1940. Entre sus más recientes publicaciones modificó el Artículo 3º constitucional y
están: Elvia Montes de Oca Navas (2007), “La vida cotidia-
na de las mujeres mexicanas en las revistas femeninas publi-
que estableció la educación socialista en
cadas durante el cardenismo (1934-1940)”, La Colmena. México. Estas políticas educativas aparecen
Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México, en los textos escolares más nítidamente que
núm. 53, enero-marzo, Toluca, pp. 125-134, y Elvia Montes
de Oca Navas (2006), “La novela y el relato históricos como
en otros periodos de la historia de la educa-
apoyos para la enseñanza de la historia de México a los alum- ción en México, pues significó, al menos en
nos de nivel medio superior y superior”, en Luz Elena los propósitos establecidos, una ruptura con
Galván Lafarga (coord.), La formación de una conciencia his- las políticas educativas anteriores; de ahí el
tórica. Enseñanza de la historia en México, México, Academia
Mexicana de la Historia, pp. 433-460. Correo electrónico: cambio que se manifiesta de manera eviden-
elvia.montesdeoca@gmail.com te y abierta en los contenidos de los libros

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escolares controlados por el gobierno, y en Una de las críticas más fuertes que se
los cuales aparecen actores principales que hicieron y se siguen haciendo a la reforma
antes estaban un tanto opacos y poco visi- educativa de 1934 fue la falta de claridad y
bles, como es el caso de los campesinos, sus difusión de los principios, medios y fines
familias y su entorno, actores que en los de esta nueva escuela; éste y otros elemen-
libros escolares anteriores al cardenismo tos más impidieron la verdadera y correcta
aparecían más como pretexto para que las comprensión de la reforma, y provocaron
familias urbanas se acercaran al campo que no fuera aplicada como se esperaba a lo
mexicano, pintado de manera idílica como largo y ancho del país durante el gobierno
un lugar tranquilo en el que los citadinos cardenista, y que en el siguiente sexenio
merecían pasar unos días de descanso. fuera eliminada de la legislación mexicana,
En los textos escolares cardenistas apa- al implantarse la política educativa de la
recen la ciudad y el campo, los campesinos unidad nacional a partir del gobierno de
y los obreros, los niños campesinos y los Ávila Camacho.
niños citadinos, las madres de estos niños, El Partido Nacional Revolucionario
todos con la misma tarea encomendada: (PNR), partido político creado a finales de
cambiar sus formas de pensamiento para la década de los años veinte con el propósi-
luchar por la transformación de la sociedad to de acabar con los caudillos y caciques
mexicana. A estas nuevas políticas y refor- locales y la violencia revolucionaria que
mas educativas se ajustaron los autores de ponía en peligro la paz necesaria para el
los libros aquí analizados. crecimiento económico del país, y así poder
“dar paso a las instituciones”, fue un im-
La reforma educativa portante apoyo de Cárdenas; el PNR defen-
del gobierno cardenista dió la escuela socialista y la calificó de tal
necesidad que se impuso por su “propia
Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas virtud”.
del Río (1934-1940) se puso en vigor la La educación socialista atacó duramente
reforma educativa que implantó la educa- a la iglesia católica, de ahí su oposición a la
ción socialista en México, con base en las reforma educativa, pues sabía que “si pier-
reformas que se hicieron al Artículo 3º de ese último reducto suyo [la escuela],
constitucional. La educación, en este caso habrá perdido definitivamente en México
la primaria, quedaba bajo el control único la esperanza de rehabilitar su dominio, de
del Estado, tanto la que se impartía en las recuperar su poder terrenal” (Partido Na-
escuelas públicas como en las particulares. cional Revolucionario, 1935: VI). En los
Este mismo poder lo tenía el Estado para documentos del PNR se dijo que la reforma
elaborar planes y programas de estudio, y estaba dirigida a preparar “al proletariado
determinar los métodos de trabajo que se para la lucha de clases”, creándole una con-
debían seguir en todas las escuelas prima- ciencia social en sus hijos al abrirles las
rias. Este poder único se extendió también puertas de la enseñanza técnica-utilitarista,
a los libros escolares cuyos contenidos eran limpiando sus mentes de “prejuicios bur-
revisados y, en su caso, aprobados por la gueses y fanatismos religiosos”. La nueva
Secretaría de Educación Pública, órgano educación iba dirigida, según los defenso-
encargado de la vigilancia de la educación res del PNR, a desarrollar el concepto de
impartida en las escuelas. preeminencia de los intereses colectivos

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sobre los individuales en las conciencias de otro presidente más impuesto por Calles
los alumnos, a procurar una mayor equidad –tal como había pasado durante los años
en la distribución de la riqueza; a despertar anteriores en el periodo conocido en la his-
en los niños sentimientos de cooperación y toria nacional como “el maximato”–, una
solidaridad y de lucha contra el fanatismo, vez que empezó el gobierno cardenista y
a la par que contra los vicios, reconociendo más cuando ocurrió el rompimiento Calles-
al Estado, encarnado en el gobierno fede- Cárdenas, los miembros del PCM apoyaron
ral, como representante legal y directo de la las políticas del gobierno cardenista, entre
sociedad en su conjunto. ellas la reforma educativa.
Los libros escolares, según las nuevas Entre los miembros del PCM estuvo
políticas educativas, debían contener situa- Hernán Laborde, quien habló de “hacer de
ciones reales y concretas de la vida social y la escuela un instrumento eficaz para la
natural, así como tomar como base los inte- unión del pueblo y para la realización inte-
reses de los niños. Esto debía guiar “la ense- gral de las tareas actuales de la Revolución
ñanza del lenguaje, de las matemáticas, el Mexicana” (Partido Comunista de México,
estudio de la naturaleza, el estudio y activi- 1938: 10-11). La labor de la escuela, según
dades relacionadas con la producción eco- el PCM, era forjar en las mentes infantiles
nómica, con la lucha social, con las activi- formas de pensar y percibir el mundo nece-
dades recreativas, con las actividades sarias para destruir la sociedad de clases en
artísticas, con la cultura física y la higiene y México, y preparar el advenimiento de la
en general con las situaciones concretas que sociedad socialista. El maestro consumaría
la vida presenta” (STERM y CTM, 1939: 32). la labor revolucionaria de los obreros y de
Durante el cardenismo, el Partido los campesinos, convertido en un actor
Comunista de México (PCM), entre otros social de cambio, fundamental para la his-
actores más, se preocupó también por pre- toria de México.
cisar la ideología que defendía y sostenía la Esta nueva escuela exigía una nueva
llamada escuela socialista, así como la pedagogía, nuevos textos y nuevos progra-
metodología más adecuada para transmitir- mas escolares, así como nuevas técnicas
la y dirigir el pensamiento y la acción de los pedagógicas para hacer una escuela activa,
alumnos. Todos estos esfuerzos se hicieron hecha para la vida; una escuela convertida
para aclarar a los mexicanos el carácter en un “laboratorio experimental”, en la que
social-tranformador –y evidentemente pe- se conociera, analizara y criticara el sistema
dagógico– de la reforma educativa, así social existente y se inculcara la necesidad
como para ayudar a contrarrestar los ata- de transformarlo. Una enseñanza utilitaris-
ques de sus detractores, entre los que estu- ta y colectivista que preparara a los alum-
vieron los altos jerarcas de la iglesia católica nos para la producción, que les fomentara
que se opusieron a la reforma educativa de el amor al trabajo como un deber social,
1934, y diversos sacerdotes que desde los que les inculcara una conciencia gremial.
púlpitos de los pueblos se dedicaron a ata- La educación fue considerada como aptitud
carla. Había que luchar contra ello y por para la lucha por una vida digna de ser vivi-
eso la participación de los partidos políti- da por todo ser humano. Esta nueva educa-
cos como el PNR y el PCM. Si bien este últi- ción requería de libros escolares que refleja-
mo se opuso en un principio al gobierno ran las realidades que se vivían en México,
cardenista por considerar a Cárdenas como que fueran escritos por personas que cono-

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cieran el medio y los fines que perseguía la La libertad de prensa que entonces exis-
escuela socialista, que poseyeran un claro tía, al menos así se decía en los principales
“espíritu revolucionario”, y que respondie- periódicos que circulaban entonces: El
ran a las necesidades de cambio social. Nacional, El Universal y el Excélsior, sirvió
Diversos conceptos tuvieron mayor vi- como arena de contienda de las diversas y
gencia en México durante el gobierno opuestas posiciones que se dieron frente a
cardenista, la educación por la acción, la la reforma. A partir de esos periódicos pre-
educación con base en la razón y la ciencia, sento algo de esta contienda.
el aprender haciendo.1 El autogobierno El Nacional era un “periódico oficial”,
escolar reemplazaría a la antigua autoridad creado en 1929 y era el encargado de di-
absoluta del docente; el orden sería el resul- fundir los planes y políticas públicas, espe-
tado lógico del trabajo y el compañerismo. cialmente del gobierno federal. Frente a él
Se atacaría el parasitismo de unos pocos en estaban los otros periódicos, El Universal y
perjuicio de los demás, igual se atacaría el el Excélsior, que frecuentemente criticaban
caciquismo y la acumulación desmedida de con dureza esas mismas políticas.
la riqueza. Se criticarían y vigilarían las ins- Ante el “rumor” que corría sobre la ya
tituciones sociales, a diferencia de los años cercana implantación de la educación
anteriores donde las instituciones debían ser socialista en México, las “fuerzas vivas” de
respetadas y acatadas sin criticar. Durante el entonces pronto estuvieron listas para ex-
cardenismo los murales de Rivera y Orozco, plicar lo que cada quien entendía como lo
los grabados de Posada y los corridos revo- que “real y verdaderamente” significaba la
lucionarios encontraron espacios en los reforma que ya se discutía en los recintos
libros y programas escolares; todo este político-legislativos y académicos. Pocos
mundo de ideas se manifiesta en los textos hablaban de los contenidos y métodos de la
oficiales de lectura: Serie SEP y Simiente. nueva escuela, la polémica más fuerte esta-
ba alrededor del calificativo socialista que
Posiciones diversas y contrarias se le dio a la educación.
frente a la reforma educativa Ángel Dotor en El Nacional fue de los
pocos que hizo referencias a las metodologí-
Antes de que se pusiera en práctica la refor- as y corrientes pedagógicas probables de ser
ma del Artículo 3º que implantó la educa- adoptadas en la reforma educativa que se
ción socialista en México, hubo una fuerte avecinaba. Entre los pedagogos revisados
lucha de posiciones en pro y en contra de por Dotor resaltan Rousseau, Claparede y
tal reforma y la libertad de educación. Esta Dewey, quienes establecieron la educación
oposición se dio en las cámaras, en institu- activa-funcional con base en los intereses y
ciones educativas como la Universidad necesidades de los niños, palancas funda-
Nacional,2 en los periódicos de la época en mentales del aprendizaje. “Es necesario el re-
los que escribían los ideólogos más conoci- torno a la naturaleza como inspiradora de la
dos de entonces. Estas posiciones contrarias educación” (El Nacional, 5 de enero de
sólo hacían dudar aún más a los indecisos 1933). A este carácter práctico y activo de la
frente a la reforma, especialmente a los educación se le añadirán otros de carácter
padres a quienes se les mandaban mensajes abiertamente ideológico en nombre de una
no sólo distintos sino hasta contrarios de lo nueva sociedad mexicana más justa e iguali-
que era la educación socialista. taria para todas las clases sociales.

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Narciso Bassols era en 1933 el secreta- mayo de 1933 en El Nacional apareció el


rio de Educación Pública, y es a quien se le comunicado que el día anterior la Federa-
atribuye en gran medida esta reforma edu- ción de Maestros del Distrito Federal había
cativa. El secretario instaló el Consejo de enviado a todos los profesores del país con
Educación Primaria y Normal del Distrito motivo de la celebración del Día del
Federal el 29 de abril de 1933 para la refor- Maestro. En tal comunicado se les convocó
ma de la educación primaria. En sus princi- a convertirse en “vanguardia del proletaria-
pios, el consejo se comprometió a colaborar do”, a luchar, entre otras cosas, por la alian-
activa y decididamente con la reforma que za entre maestros, estudiantes, obreros y
ya se estaba discutiendo, marcando las dife- campesinos para cambiar las condiciones
rencias que habría entre la nueva escuela y la sociales y económicas del país.
escuela liberal decimonónica que hasta El diputado Alberto Bremaunz, miembro
entonces, se dijo, era la que estaba en vigor: de la Comisión de Educación encargada de
“La escuela primaria actual es la que se iden- presentar a la XXV Legislatura Federal el
tifica con la ideología liberal que aspiraba a proyecto de la reforma educativa, explicaba
formar individuos aislados de la colectividad mediante los periódicos de entonces, espe-
en sus aspiraciones de mejoramiento y en cialmente en El Nacional, que la reforma
sus relaciones sociales; la nueva aspiración es propuesta tenía como fin modificar el pen-
que la escuela primaria enseñe a formar samiento y la conciencia de las nuevas gene-
sociedades humanas y no individuos perfec- raciones, implantando en las escuelas nuevas
tos” (El Nacional, 29 de abril de 1933). formas de trabajo y de organización. La
La ideología liberal de la segunda mitad escuela era un medio para transformar las
del siglo XIX reflejada en la educación era mentalidades y las relaciones establecidas
ahora acusada de haber sido la principal entre los alumnos, tanto dentro de la insti-
responsable de fomentar en los niños una tución como en sus comunidades, no un
serie de prejuicios que los dirigía a la com- semillero de violencia revolucionaria como
petencia de unos contra otros, no a la cola- decían sus opositores. El cooperativismo era
boración y al trabajo en equipo; una escue- la nueva forma de organización del trabajo
la en la que se privilegiaba el triunfo de que debía fomentarse en las escuelas, para
unos cuantos sobre el fracaso de los demás, después pasar a la organización de la socie-
donde el éxito era obra del individuo, pre- dad en su conjunto. Esto requería del cam-
cisamente por ser el “más capaz”, sin reco- bio de mentalidades con respecto al trabajo
nocer las condiciones sociales en las que productivo, a la naturaleza y a las relaciones
vivía “el triunfador” y “el fracasado”. Una sociales vigentes, además de una eficaz capa-
escuela liberal que no permitía la ingeren- citación para la producción.
cia de la religión dentro de sus muros, pero La Unión Nacional de Padres de Familia
que fuera de ella no se oponía a la serie de (UNPF), frente a los intentos de establecer en
falsedades y supersticiones que las religio- México la educación socialista, a través de
nes fomentaban en las conciencias infanti- Excélsior y de periodistas como Güilebaldo
les, especialmente la religión católica. La Murillo exclamó: “Se trata de arrebatarnos
nueva escuela lucharía por desterrar las a nuestros hijos, de prostituirles el entendi-
explicaciones religiosas y las supersticiones miento y el corazón y donde ellos servirán
tanto dentro como fuera de sus aulas, por de carne de experimentación” (Excélsior, 17
carecer de fundamento racional. El 16 de de enero de 1934).

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Frente a esta posición de la UNPF, en el terada afirmaba en sus discursos que la


Distrito Federal se formó el Frente Nacional Constitución Mexicana y el Plan Sexenal
Socialista del Magisterio; el profesor Isaac librarían a México del “carácter colonial”
Velásquez fue su presidente. Este frente que hasta entonces todavía tenía, y lo con-
publicó mediante El Nacional diversos traba- vertirían en una país libre, no sólo política
jos para “aclarar” las “falsedades” divulgadas sino también económicamente hablando,
por los opositores a la reforma educativa que pero esto sólo sería posible con la ayuda y
se veía venir: “Como lo indica el nombre de el apoyo de todos los trabajadores, inclu-
la organización, nos proponemos pugnar yendo por supuesto a los maestros. Cárde-
por el establecimiento de una escuela que, nas dijo en su Manifiesto: “Conceptúo que
tomando en cuenta las tendencias e idiosin- la implantación de la escuela socialista que
crasia características del pueblo mexicano, señala el Plan Sexenal intensificará la obra
los recursos naturales del país, nuestros pro- cultural que la Revolución ha emprendido
pios problemas, etc., adapte o aplique los para la emancipación del pueblo laborante,
principios generales de la doctrina socialista” preparándolo científica y socialmente”
(El Nacional, 3 de agosto de 1933). (Excélsior, 1 de julio de 1934). Por eso el
Se fomentaría la explotación colectiva de Estado impulsaría la educación activa en
las riquezas naturales del país, así como la grupo, fomentaría el amor al trabajo y el
educación rural que capacitara a los campe- deber social en los alumnos, “que les incul-
sinos a una mejor y mayor explotación de que una conciencia gremial” para que lo que
los recursos (El Nacional, 10 de agosto de recibieran merced a la escuela socialista lo
1933). La progresiva socialización de los pusieran al servicio “de su clase”. Asimismo,
medios de producción sería “seriamente” el Estado mexicano cuidaría de no permitir
estudiada, así como el fin de dogmas y pre- en las escuelas cualquier influencia que pro-
juicios religiosos que impidieran la forma- vocara la división entre los jóvenes y los
ción de un México mejor (Excélsior, 16 de niños mexicanos, convirtiéndolos en “ene-
enero de 1934). migos de las clases trabajadoras”.
Paralelo a estas polémicas, en el seno del Jorge Cuesta, importante ideólogo de la
Partido Nacional Revolucionario (PNR) se época, atacó duramente a la educación
estaba ya discutiendo el primer Plan socialista a través de la prensa. En 1934
Sexenal de Gobierno, discusiones que se Cuesta publicó Crítica a la reforma del
anunciaban en El Nacional como la entra- Artículo Tercero, en el cual reunió varios de
da de México a un “régimen de economía sus trabajos publicados en los periódicos
dirigida”. En materia educativa se decía que durante 1933. Las críticas que hizo Cuesta
la nueva educación “defendería la concien- contra la reforma educativa iban enca-
cia de los niños frente a la perturbación que minadas a su abierta oposición a que la
se ejerce en las escuelas primarias adminis- escuela fuera convertida en instrumento de
tradas por maestros religiosos y sus agentes” propaganda de una ideología única: el so-
(El Nacional, 21 de enero de 1934), esto cialismo. Si se trataba de lograr una mayor
último en clara alusión a la iglesia católica justicia social para todos los mexicanos y
que se opuso de manera férrea a la educa- no sólo para unos cuantos privilegiados, a
ción socialista en México. lo que Cuesta no se oponía, esto no podía
Lázaro Cárdenas era entonces el candi- hacerse desde la escuela sin darle siquiera
dato presidencial del PNR, y de manera rei- los instrumentos mínimos necesarios para

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llevar a cabo adecuadamente su labor edu- La educación socialista es un proceso general


cativa, que era de la única que debía ocu- de vida cuya finalidad específica es alcanzar la
parse, pues esa era su tarea, no una función formación de una sociedad mejor con una
ideológica de difusión como la que le que- vida mejor en todos sus aspectos, consagrada
ría imponer la llamada educación socialis- por completo al bienestar de la comunidad.
ta. Si al interior de la escuela se iban a La educación es vida. Agente de progreso
modificar las relaciones económico-sociales, social.
entonces, escribió Cuesta, que el congreso
reforme los artículos referentes a la propie- Alberto Bremauntz, Humberto Tejera,
dad privada y la distribución de la riqueza, Ignacio García Téllez y otros intelectuales
y no se le encargue eso a la escuela. más explicaban que la escuela socialista no
Luis Cabrera fue otro importante inte- iba a ser la encargada de hacer el cambio
lectual e ideólogo de la época que se opuso social y económico que se esperaba en
a la educación socialista. Cabrera argumen- México, sino de preparar las mentes de los
tó que el engrandecimiento y desarrollo de alumnos, y cambiar sus formas de pensar
la sociedad mexicana no era obra de los es- por otras acordes con el advenimiento de
colares y de la escuela, sino de todos los una futura sociedad mexicana. Humberto
que la integraban, y se preguntaba: ¿qué Tejera escribió:
será de los niños educados en el socialismo
ante una sociedad capitalista? Desde luego debe decirse: la educación socia-
lita no implica la incrustación, a la fuerza, de
En cuanto a la educación socialista de que dogmas de ninguna especie en la mente de los
tanto se habla ahora, apuntemos algo. Yo soy alumnos. La educación socialista abre el
socialista, si se entiende por socialista que no campo a toda especie de dogmas, hipótesis,
haya ni servos ni esclavos; yo estoy de acuer- críticas y sugestiones; y sólo enseña a confron-
do en que se acerca el fin del capitalismo. tar ese conjunto de conocimientos con un cri-
Pero si se educa en las escuelas para cambiar terio de justicia económico social (El Nacional,
el actual régimen, habría que decir con clari- 3 de octubre de 1934).
dad qué es lo que se proponen […]. Hay que
educar para la cooperación social, sí, pero Finalmente la reforma fue aprobada por
¿cuál es el socialismo posible en México, dada las cámaras, de Diputados y de Senadores,
su realidad, una realidad que nada puede el 10 de octubre de 1934. El nuevo
cambiar, ni ningún discurso, ni ninguna de- Artículo 3º estableció:
claración, ni ningún congreso comunista?
¿Cuál es el régimen económico posible y de- La educación que imparta el Estado será socia-
seable para México? (Excélsior, 25 de agosto lista, y además de excluir toda doctrina religio-
de 1934). sa, combatirá el fanatismo y los prejuicios,
para lo cual la escuela organizará sus enseñan-
Para dar respuesta a estas preguntas y zas y actividades en forma que permita crear
dudas, los partidarios de la reforma contes- en la juventud un concepto racional y exacto
taban también por medio de los periódi- del universo y de la vida social.
cos. Luis Hidalgo Monroy respondió en El
Nacional (1 de septiembre de 1934): Instalada ya la educación socialista con
la llegada de Lázaro Cárdenas a la presi-

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dencia (1 de diciembre de 1934), la polé- ese capital merece plenas garantías y el estímu-
mica no disminuyó de tono y continuó así lo del gobierno.
a lo largo del sexenio, con altas y bajas más
o menos detectables. Los defensores de la reforma educati-
El Excélsior (9 de febrero de 1935 ) va, además del presidente, anunciaron con
publicó un artículo acusando al Estado de mucho optimismo la apertura de cursos en
monopólico y absolutista en lo que se refe- 1936, segundo año de aplicación de la
ría a la educación, por estar impuesta y reforma educativa. “El primero [1935 ] ha
controlada desde el Estado mismo: sido ensayo, pero un ensayo feliz. Se ha
demostrado que la nueva escuela no es peli-
Dentro de esta fórmula [Estado liberal-fede- grosa, ni desquiciadora, es sencillamente
ral] no se concibe, no puede concebirse, una emancipadora y liberatriz” (El Nacional, 5
educación oficial contraria al primer deber del de febrero de 1936). Los “trabajadores la
poder público: el aseguramiento de la paz habían recibido con cariño” al ver sus resul-
social fundada en los principios de tolerancia tados. La nueva escuela tenía una técnica
de las instituciones de un régimen liberal fundamentalmente activa: “preparar para la
democrático. producción moderna en un país semicolo-
Formar espíritus de sectarios, crear una nial, con una ideología científica y una filo-
sociedad dividida por violencias y animadver- sofía socialista”.
siones es destruir la corriente sobre la que Gonzalo Vázquez Vela, segundo secre-
debe alzarse una Patria. Si el concepto de la tario de Educación del gabinete cardenista,
nueva educación es la interpretación marxista llamaba a los maestros “Camaradas y solda-
de la lucha de clases y la dictadura del prole- dos heroicos de la Revolución”. Los edito-
tariado ya dígasenos de una vez por todas lo riales de El Nacional exaltaban a los maes-
que va a suceder después: una guerra civil.3 tros de batallas y tareas diarias en sus
escuelas y comunidades, y reprobaban al
Cárdenas y su gobierno fueron acusados erudito teórico que no conocía la realidad
de comunistas. Frente a estas acusaciones y que explicaba teorías que a veces solo él
el presidente hacía frecuentes declaraciones entendía, pero que no tenían ningún bene-
para “aclarar” malos entendidos. El 13 de ficio práctico para quienes más necesitados
abril de 1935 los principales periódicos del estaban de una mayor justicia social:
país publicaron en sus primeras páginas la
entrevista que Ezequiel Padilla le hizo a Una de las equivocaciones más ingenuas y
Cárdenas. En ella el presidente negó que el corrientes es la de suponer que los mejores
comunismo fuera la doctrina oficial de su maestros son aquellos que han escrito libros
gobierno. Cárdenas dijo: llenos de erudición pedagógica. No, el maes-
tro, el verdadero educador, el que necesita y ha
Debemos combatir al capitalismo, a la escuela servido a la Revolución, es un hombre predo-
liberal capitalista que ignora la dignidad minantemente práctico, aquel que consagra su
humana de los trabajadores y los derechos de vida a la verdadera acción educativa, aquel que
la colectividad; pero el capital que se ajusta a no se detiene en la acción puramente escolar,
las nuevas normas de justicia distributiva, que sino que la lleva extramuros al taller o al
garantiza buenos salarios y cumple con los campo, que defiende la parcela de los campe-
derechos esenciales de las clases trabajadoras, sinos, el salario de los trabajadores, en fin,

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aquel que hace de sus educandos: niños, jóve- socialista. Ya para mediados de 1939, algu-
nes o adultos, sujetos y agentes eficaces de pro- nos editorialistas de El Universal se atrevie-
paganda a favor de la sanidad, trabajo y movi- ron abiertamente a escribir: “Urge, apre-
lización en cada uno de los centros del mia, por el decoro de México, que se borre
ambiente que los circunda (El Nacional, 17 de del texto de la Constitución y se suprima
mayo de 1936). de la práctica de la enseñanza esa bochor-
nosa petulancia que tan pobre idea da de la
En la segunda mitad del cardenismo, mentalidad de nuestros gobernantes” (El
disminuyó la fuerza de la acción revolucio- Universal, 26 de junio de 1939). De retirar
naria-popular del gobierno federal, o al de nuestra Constitución esa “bochornosa
menos ya no caminó con el mismo ímpetu petulancia”, la educación socialista, se
que los primeros años; esto fue aprovecha- encargará el gobierno de Ávila Camacho
do por los opositores para intensificar sus (1940-1946).
críticas a las políticas del gobierno encabe-
zado por Cárdenas, en este caso las relacio- Nuevos libros escolares
nadas con la educación socialista. Para
1938 aún no estaban claramente definidos Frente a la falta de libros que comprendie-
los contenidos de la educación primaria, no ran los contenidos de la nueva escuela
existía la ley correspondiente al Artículo 3º socialista, diferentes a los que se usaban
constitucional.4 Esto había provocado antes de la reforma, El Nacional se dedicó a
anarquía y desorden en planes y programas publicar libros de texto y de pedagogía para
de las escuelas primarias en las diversas reforzar la nueva educación en México. Se
entidades del país. No había escuelas ni publicaron libros como Cartas a los maestros
maestros suficientes para todos los niños rurales de León Díaz Cárdenas, El método de
del país que estaban en edad para recibir la proyectos en las escuelas rurales, de Fernando
educación básica; los maestros, muchos de Sáinz, Utilización del radio como medio edu-
ellos, estaban viviendo tal “efervescencia cativo, de Simón Serna, Cartilla de libera-
gremial y sindical”, que perdían el tiempo ción proletaria para la enseñanza de la lectu-
en actividades no necesariamente académi- ra a los adultos, de Blanca Luna Islas, y Las
cas; las escuelas normales estaban ocupadas pequeñas industrias en la escuela del campo,
más en producir “maestros agitadores y de Aurelio del Río. Los autores eran profe-
revoltosos”, que en formar auténticos maes- sores en activo. Se contrastó el contenido de
tros de vocación y al servicio de lo que se estos libros “prácticos y reales” con los que
suponía iba a ser la escuela socialista, una se habían publicado en la década de los
escuela de servicio a la comunidad. En las veinte, cuando José Vasconcelos estuvo al
escuelas oficiales se carecía de material frente de la SEP. Se dijo entonces que los
didáctico suficiente, instalaciones, maqui- libros editados por órdenes de Vasconcelos
naria y todo lo necesario para llevar a cabo eran para “los estudiantes que aspiran a la
su ambiciosa tarea social; asimismo se care- introversión histórica y mística”, no para
cía de libros acordes con la reforma y, si quienes luchaban activamente por la trans-
existían ya algunos, no llegaban hasta los formación de México.
lugares más remotos del país que eran los Seguramente que hay diferencias entre
más necesitados de educación innovadora, los profesores que elaboraron los textos
como se dijo que iba a ser la educación escolares, así como entre las comunidades a

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las que llegaron esos libros, las autoridades Textos oficiales de lectura
civiles y escolares, los profesores, los alum- de la escuela socialista
nos y toda una serie de actores que elabora-
ron, recibieron, asimilaron y modificaron Si la lectura es comprendida como un con-
los discursos y las fuentes originales, abrién- junto de prácticas y representaciones por
dose en todos los espacios y niveles diversos las cuales el lector se ayuda a construir el
márgenes y posibilidades de acomodo y sentido de su existencia a partir de unas
negociación.5 necesidades sociales, como lo establece
Mary Kay Vaughan (2000), mediante la Chartier (1996), entonces el lector configu-
categoría de negociación, ha puesto en ra, representa, apropia y produce sentido a
duda la idea de la construcción de una lo que lee a partir de necesidades y circuns-
nación impuesta desde arriba, lo mismo tancias concretas. La lectura entendida
podría decirse de una cultura y visión del como una práctica concreta y como modo
mundo impuesta, de manera igual, en vir- de interpretación y representación tiene
tud de las políticas educativas y los libros una historia y una sociología, y sus signifi-
escolares. cados dependen de las circunstancias de los
En este juego de negociaciones y acuer- diversos receptores, tanto los que leen como
dos, los maestros y los libros escolares tie- los que escuchan (Chartier, 2000: 171). La
nen un papel importante para trasmitir una construcción de sentido es histórica y social-
ideología de Estado con propósitos de con- mente variable, se halla entre las propias
trol social, pero también pueden servir a los competencias y conocimientos previos de
participantes para impugnar esas políticas los lectores, pero también entre las intencio-
estatales, y darles instrumentos ideológicos, nes mismas del autor del texto. Las signifi-
técnicos y organizativos para ponerlas en caciones de los textos escolares son históri-
duda e incluso para promover su oposición camente construidas, aunque sus autores
de manera activa, no solamente pasiva pretendan controlarlas. El libro de texto
como podría ser la lectura por la lectura como medio de aculturación que remodela
misma. “No basta interesarse sólo por las y modifica formas de pensar y actuar no
cuestiones que abordan los autores y la parte de una tabula rasa a la manera del
manera en que lo hacen también; hay que empirismo más radical, sino de una estruc-
poner atención a los aspectos que pasan tura diversa en cada lector, propia de sus cir-
inadvertidos, ya que si bien el manual es un cunstancias y sus antecedentes personales,
espejo, o un prisma, también puede ser un culturales y sociales, de ahí los distintos sen-
filtro o una pantalla” (Chartier, 1993: 368). tidos que se le dan al texto impreso, tanto
La Secretaría de Educación Pública, los lectores, en el caso de la lectura en silen-
mediante la Comisión Editora Popular, cio, como los escuchas, en el caso de la lec-
publicó libros acordes con la nueva reforma. tura que se hace en voz alta. Saber leer es
Entre los libros editados por la SEP sobresa- desplegar las riquezas múltiples de la cultu-
len dos series de textos escolares de lectura: ra escrita (Chartier, 1993: 185).
Serie SEP Escuela Socialista para ser utilizados Los relatos contenidos en los libros de
por los niños de las escuelas urbanas, y lectura difunden y socializan una forma
Simiente para los niños de las escuelas rurales. especial de ver e interpretar el mundo social
Al análisis de los contenidos ideológicos de y natural en el que vive el lector, pero tam-
estos libros me dedicaré ahora. bién un mundo en el cual se quisiera vivir,

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estableciéndose un juego entre el presente, dad” (Dalongeville, 2003: 251). La plurali-


la realidad, y el deseo, el futuro, con base dad de interpretaciones podría aprovecharse
en la voluntad de acción utilizando la ima- como múltiples representaciones ideológi-
ginación y las representaciones sensibles. cas, filosóficas, sociológicas, históricas que
Todo se pone en juego en la lectura de enriquecen a todos los lectores en la discu-
estos relatos contenidos en los libros esco- sión, incluido, por supuesto, el maestro.
lares. Formar una identidad común que le En los textos cardenistas, los campesinos
permita a los lectores participar en la socie- trabajando en el campo y los obreros en la
dad conforme a los modelos contenidos en ciudad, y sus hijos en las escuelas urbanas y
las lecturas, éste es el propósito expreso de rurales, aparecen como sujetos activos en la
los autores y compiladores, así como de construcción de su propia historia. Se esta-
quienes hacen la edición de esos textos, blece una visión del mundo social en el que
pero en la realidad esto no sucede necesa- los trabajadores, rurales y urbanos, y su tra-
riamente así. bajo productivo y honrado, están por enci-
La socialización de los niños en las escue- ma de los que poseían el capital, más si éste
las, el establecimiento de reglas conforme a se había logrado con base en la explotación
las cuales deben actuar, el carácter normati- de los campesinos y de los obreros. Los tex-
vo de la educación, la divulgación de iguales tos, especialmente los de lectura, debían
reglas de actuar y pensar en la familia, la tener un fin práctico: cambiar las mentali-
escuela, la calle, la sociedad toda, esta gama dades de los lectores infantiles para provo-
complicada de elementos y actores se refleja car los cambios de los patrones sociales exis-
en los libros de lectura; aunque “la imposi- tentes hasta entonces. “La ideología del
ción de modelos culturales nunca anula por cardenismo consistió en el intento de con-
completo la creatividad de la recepción y la formar una conciencia nacionalista y anti-
apropiación” (Chartier, 2000: 128). imperialista, y para ello la educación debía
La complejidad de las funciones que emanar del gobierno y difundirse de mane-
cumplen los libros escolares de lectura difi- ra uniforme por todo el país” (Mendoza,
culta su análisis; el asunto no es tan senci- 2005: 10); de esto debían encargarse los
llo como verlos sólo como receptáculos de libros escolares, en este caso los de lectura.
verdades y políticas educativas establecidas En el gobierno cardenista se incremen-
desde arriba y de manera vertical, políticas taron las tareas de centralización de un sis-
seguidas por los autores de estos textos. El tema escolar nacional, y el libro de texto
autor, comprendido como agente social e fue considerado como un elemento princi-
histórico, introduce nuevas habilidades y pal en la unificación y la graduación curri-
formas de pensar, selecciona y ordena los cular. Se crearon comisiones lectoras y dic-
contenidos de sus textos, los hace suyos y, taminadoras de textos, las que además
aunque siga un modelo oficial, “lo hace a autorizaron su producción y circulación,
su manera” (Mendoza, 2005). controlado todo desde el gobierno federal.
El autor de la narración tiene sus pro- Así se legitimó una visión impuesta por las
pios puntos de vista, pero existen diversas políticas educativas vigentes, con el propó-
formas de interpretación, “crea múltiples sito de conservar el dominio hegemónico y
puertas de entrada al trabajo propuesto a el consenso social.
los alumnos, les permite construir sentidos Las políticas educativas cardenistas criti-
y abrirse en el presente a su propia reali- caron los libros de lectura que se utilizaron

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antes de este gobierno y de la reforma pues- En las pastas de los libros para las escue-
ta en marcha. Las críticas fueron, entre las urbanas, ocupando planos distintos,
otras, por el carácter sentimental y román- aparece un salón de clases en cuyo pizarrón
tico de los textos contenidos, alejados de la se lee “Escuela Socialista”, están sentados
realidad social que se vivía en México, rela- alumnos y alumnas y, al frente de pie, está
cionados con escenarios sociales idílicos e una maestra; también aparecen unos obre-
imaginarios que poco tenían que ver con ros, un campesino y un soldado represen-
las condiciones sociales en las que vivía la tando al ejército; recordemos que también
mayoría de los niños mexicanos. Además los militares formaban parte del partido
estos libros, los criticados por la reforma político oficial.
educativa, fueron considerados como há- En las pastas de los libros para las escue-
biles instrumentos para inculcar en las las rurales se muestra una escena al aire
conciencias de los escolares el egoísmo, la libre, un maestro sentado a la sombra de un
filosofía del triunfo del más fuerte, econó- árbol, con niños y niñas sentados a su alre-
micamente hablando; el predominio del dedor. El maestro tiene un libro en una
privilegio y de la injusticia, la caridad cris- mano y con la otra señala a un campesino
tiana que aseguraba el dominio indefinido que ara la tierra. Desde las pastas de estos
de las minorías explotadoras, convencien- textos escolares se anuncian sus contenidos,
do a las mayorías explotadas de la grande- asimismo se acentúa el peso que se le dio a
za del sufrimiento en esta vida para esperar la escuela, a los maestros, a los libros y a los
la recompensa en la otra.6 niños en el cambio que se esperaba de la
Los libros oficiales de lectura, Serie SEP sociedad mexicana. En las pastas de ambas
y Simiente, aparecieron ya avanzado el go- series aparecen niños y niñas, con esto se
bierno cardenista, entre 1937 y 1939 –al confirma el carácter mixto de la escuela
menos de estos años son los libros que yo socialista y el ataque que se hizo a las escue-
he localizado–; esto seguramente dificultó las unisexuales, que eran las dominantes
su distribución a tiempo, así como su antes del cardenismo.
cobertura nacional, principalmente en los Son innumerables los contenidos de
lugares más alejados y atrasados de nuestro estos libros referentes a los ideales de la
país para los cuales se habían hecho estos nueva escuela socialista y de la nueva socie-
libros, especialmente los que iban dirigidos dad mexicana que tendría a los trabajado-
a las escuelas campesinas. Estos libros de res, rurales y urbanos, como los pilares fun-
lectura constituyeron series que iban del damentales de su organización; veamos
primero al sexto grado de primaria. Eran algunos ejemplos:
libros sencillos en su materialidad, peque-
ños en su tamaño y número de páginas, de Mi México es grande, mi México es rico, mi
pasta dura, impresos en papel común y México es bello. / Si es bello, si es rico, muy
corriente, con pocas ilustraciones en sus rico y extenso, quiero que mi padre, que tra-
portadas y en su interior; las imágenes baja tanto, tenga un pedacito de tierra de
interiores son en blanco y negro, casi de México / Quiero que los pobres dejen de ser
carácter lineal, las de las pastas contienen pobres. / Quiero que los hombres todos sean
escasos colores que sólo cambian depen- iguales. / Quiero que mi México, muy rico y
diendo del grado, pero las imágenes son las extenso, sea una patria fuerte de trabajadores
mismas. (Serie SEP. Primer año, 1938: 61).

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Esto leía un niño de primer grado en las También se criticó de manera reiterada
escuelas urbanas acerca de lo que México la holganza y los vicios, se consideraron
iba a ser en un futuro cercano, gracias, en como una carga perniciosa que afectaba a
buena medida, a la nueva escuela socialista muchos mexicanos, y retrasaban el desarro-
que ayudaría a terminar con el sistema llo económico y social del país. Así se recri-
social que entonces se vivía en México, minó a Gregorio, un niño campesino que
fomentando la crítica en los alumnos hacia no trabajaba al ritmo que lo hacían los
ese sistema. Un ejemplo lo tenemos en la demás:
misma serie en el libro de quinto grado:
“En el sistema de producción capitalista, Es necesario que te decidas a cambiar tu pro-
especialmente en las grandes empresas, la ceder. Si vuelves los ojos a tu derredor, verás a
organización, es decir, la forma de distri- los campesinos entregados a sus faenas: los
buir, combinar y operar el trabajo, es ver- hombres en el campo, las mujeres en el hogar,
daderamente admirable desde el punto de los niños en la escuela, todos cumpliendo
vista del lucro, puesto que se arranca de gozosos con su deber, menos tú, que eres el
cada obrero el mayor rendimiento que es único perezoso (Simiente. Libro III, 1939: 43).
posible (Serie SEP. Quinto año, 1939: 240). Ese terrible vicio [el alcoholismo] aleja a los
En las lecturas contenidas en estos hombres del trabajo, les roba la salud, les hace
libros, se criticó la explotación de los tra- perder la voluntad y con muchísima frecuen-
bajadores, el derroche y el lujo en el que cia es causa de desgracias (Simiente. Libro III,
vivían unos cuantos, propietarios de las 1939: 130).
fábricas, las tierras y el dinero, con base en La pasión del juego envilece las almas, borra
el trabajo de los obreros y de los campesi- de éstas los altos sentimientos humanos, e
nos: “El día en que ningún hombre pueda induce a los individuos al alcoholismo y al
explotar el trabajo de otro, cuando cada robo (Simiente. Libro III, 1939: 96).
quien reciba el producto completo de su
labor, aparte de lo que la sociedad reserve Los niños que leían estos libros debían
con destino a producir más, no habrá por aprender a valorar el trabajo productivo
qué consumir menos de lo que se ha pro- honesto, luchar contra la desigualdad y la
ducido y habrá ocupación para todos los injusticia; fomentar en todos lados la coo-
hombres (Serie SEP. Quinto año, 1939: peración y la solidaridad, la participación
153). activa e igualitaria de todos los miembros
A esa conclusión llega un maestro urba- de la comunidad; aprender a defender sus
no al discutir con sus alumnos sobre el des- derechos como futuros trabajadores califi-
pido que se hizo de unos obreros que tra- cados, productivos, sanos y alejados de los
bajaban en una fábrica de hilados cercana a vicios.
la escuela. Esto significaba que ya no se Los contenidos de los libros que leían
produjeran más telas para confeccionar ves- los niños, tanto de las escuelas urbanas
tidos para la población, cuando por todos como rurales, eran semejantes. Los escena-
lados “se ven gentes que apenas si van ves- rios eran distintos: el campo y la ciudad,
tidas”; lo mismo pasaría con quien fabrica- pero las enseñanzas que debían aprender
ra zapatos u otros medios de consumo para eran las mismas. En estos libros la reforma
la población más necesitada. La lección se agraria y el reparto de tierras tuvieron un
titula “¡Que absurdo!”. lugar central: “Todos los hombres que

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viven en el campo tienen derecho a poseer tenido; la otra nube le contestó: “–No–,
un pedazo de tierra. Esta tierra debe ser de porque todas esas tierras pertenecen a un
tal modo grande, que permita el sosteni- hacendado. Los hombres a quienes vemos
miento de una familia. Por eso nuestro trabajando son peones; el producto de su
Gobierno se ha preocupado por repartir esfuerzo lo aprovecha tan sólo el amo,
tierras a los campesinos” (Simiente. Libro II, quien lleva lujosa y regalada vida, mientras
1939: 64). los jornaleros de las haciendas padecen pri-
En el reparto de tierras a los campesinos, vaciones y miserias. Sigamos adelante” (Si-
movimiento apoyado por el mismo Cárde- miente. Libro II, 1939: 56). Finalmente las
nas como una de las políticas centrales de nubes dejaron caer la lluvia sobre las parce-
su gobierno, los maestros rurales, aunque las de un ejido que era labrado por los nue-
seguramente no todos, jugaron un papel vos ejidatarios, beneficiados por las políti-
muy importante orientando a los campesi- cas agrarias del gobierno cardenista.
nos para la demanda de tierras y ejidos; así En los textos analizados, la tierra y el tra-
como los maestros urbanos apoyaron y bajo humano son considerados como úni-
orientaron a los obreros de las fábricas en la cos y válidos proveedores de los satisfactores
defensa de sus derechos laborales, de acuer- necesarios para los hombres: “Todo lo que
do con lo establecido en la Constitución nos alimenta viene de la tierra, arrancado
General y en la Ley Federal del Trabajo de por el trabajo. Todo lo que nos viste, nos es
1931, legislación que en diversas entidades útil en la casa, la casa misma, los muebles,
del país –por ejemplo, en el Estado de etc., etc., han sido producidos por el esfuer-
México– seguía siendo letra muerta cuando zo del hombre, por el trabajo” (Simiente.
Cárdenas llegó a la presidencia.7 Libro V, 1938: 130).
El trabajo humano, considerado como el Los contenidos de los libros de lectura
legítimo productor de lo necesario para aquí revisados responden a los fundamen-
vivir, era reconocido como eje de desarrollo tos y objetivos ideológicos de la escuela
de la sociedad y motivo de orgullo de quien socialista puesta en marcha durante el
lo ejercía: “Niño campesino, enorgullécete gobierno de Lázaro Cárdenas. La sociedad
del trabajo y de la vida de tu padre y de tus mexicana reflejada en los textos escolares
compañeros (Simiente. Libro III, 1939: 73). dejó de ser un “nido social” que daba pro-
En estos libros no sólo los seres humanos, tección y seguridad a sus miembros, y en su
en este caso los niños, debían trabajar y pug- lugar se reflejó una sociedad históricamen-
nar por una sociedad mexicana más equita- te injusta y con grandes conflictos sociales.
tiva y justa al reconocer su papel en la histo- Los textos escolares hablaron de la explota-
ria, sino hasta la naturaleza se “ideologizó” y ción del trabajo de la mayoría de los mexi-
por ello debía tomar partido. Un rosal le canos a partir, especialmente, de la llegada
dijo a otro: “Y tú, buen rosal, también pue- de los españoles a estas tierras y durante el
des hacer algo por la causa de los oprimidos. virreinato, de ahí la labor realizada por
¡Niégate a dar rosas para los ricos haraga- Hidalgo y Morelos a favor de la Indepen-
nes!” (Simiente. Libro III, 1939: 101). dencia de México. Hidalgo y Morelos fue-
Se presentó un “diálogo” entre dos ron reconocidos en estos libros como hé-
nubes que cruzaban el campo mexicano, y roes principales de la historia nacional. De
una le preguntó a la otra si sobre un campo Morelos se dijo: “estuvo siempre unificado
muy bien labrado debía dejar caer su con- con los de abajo, siempre en guerra con los

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de arriba; por esto anhelaba la independen- yen riqueza! […] Toda producción represen-
cia sin españoles, confiscando sus inmensas ta la dominación y utilización de la Natu-
riquezas para repartirlas entre artesanos y raleza en beneficio del hombre” (Simiente.
labriegos; por esto, siguiendo el ejemplo de Libro IV, 1938: 68 y 130).
su maestro Hidalgo, prometió tierras a Se reiteró la supeditación que debía exis-
indios y mestizos, distribuyéndolas en las tir de los intereses individuales a los colec-
zonas dominadas por sus tropas” (Simiente. tivos: “Ustedes [dice un profesor rural a sus
Libro IV, 1938: 8). alumnos] deben esforzarse por acabar con
A Morelos se le reconoció como el autor ese individualismo [el que se fomentaba en
de las bases del agrarismo revolucionario en las escuelas anteriores a las socialistas], y
México, defensor de las clases sociales más por la formación de comunidades que sean
desprotegidas, especialmente los campesinos. fuertes, por que sus miembros sepan subor-
Los textos explicaron la historia na- dinar sus intereses personales a los intereses
cional con base en la lucha de las clases colectivos (Simiente. Libro IV, 1938: 24).
sociales hasta llegar al siglo XX, donde se Las mujeres fueron también incluidas en
presentan enfrentados la burguesía y el los textos, las que vivían en el campo y en la
proletariado: “Todos los desposeídos, los ciudad; generalmente fueron las esposas de
que nada tienen o los que apenas han los obreros y de los campesinos y madres de
logrado mínima parte en la distribución de los niños que iban a las escuelas rurales y
la riqueza, constituyen el proletariado” urbanas. Fueron mujeres que participaron
(Simiente. Libro XL, 1938: 133). activamente en los cambios sociales que se
La escuela y todos los sujetos implicados anunciaban en los textos, pero casi siempre
en ella aparecen al lado de los trabajadores lo hicieron a partir de su comunidad más
buscando, con base en la ciencia y la razón próxima: el hogar. “En los hogares campe-
y alejados de todo fanatismo y prejuicio reli- sinos, esparcidos por las tierras labrantías o
gioso como lo estableció el Artículo 3º cons- juntos en los poblados rurales, las mujeres,
titucional reformado, los caminos para la también afanosas y contentas, desempeñan
construcción de una sociedad más justa e los trabajos de la casa; cuidan de los galli-
igualitaria, así como la explotación racional neros, que rinden tan buenos productos, y
y moderna de la naturaleza.8 El conocimien- aun explotan algunas pequeñas industrias,
to científico de la naturaleza permitiría su como la conservación de frutas y legum-
explotación racional y correcta, así como la bres” (Simiente. Libro III, 1939: 110).
distribución justa de la riqueza obtenida Si bien son más amplios los horizontes
mediante el trabajo humano, considerado de participación social de las mujeres a las
como el único y verdadero camino para la que se alude en los libros revisados, en la
producción de lo necesario para vivir. Se mayoría de los casos se les sigue confinan-
dice que México es rico en recursos natura- do a los muros de su casa, y se les siguen
les, y en los libros se incluyen lecturas que adjudicando sus “virtudes naturales” asocia-
enseñan a los niños su explotación racional, das con la maternidad y el cuidado de sus
así como su conservación conociendo su familias.
origen, desarrollo y utilidad para los seres En los libros no aparecen conceptos y
humanos, con base, preferentemente, en el personajes relacionados con las religiones,
trabajo colectivo.9 “¡Los productos de la especialmente la católica que era entonces la
Naturaleza sabiamente explotados constitu- predominante y cuyos dirigentes se opusie-

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ron con mayor fuerza a la reforma educati- El rico sí tenía su reino en este mundo y lo
va. Si se abordan las religiones en estos compartía con el representante del Señor,
libros, sólo fue para explicarlas como proce- quien, agradecido, oraba fervientemente para
sos humanos carentes de todo fundamento que el amo reinara también en el otro mundo.
racional y científico. Los miembros del clero El pobre sería recompensado con creces, es
católico, cuando se aluden, aparecen a lo cierto; ¡pero en el cielo! Aquí, látigo, alcohol,
largo de la historia al lado de los conquista- ignorancia, grillos, cepo de campaña, etc., eran
dores, los hacendados y los llamados bur- bastante (Simiente, Libro IV, 1938: 112.
gueses, todos calificados como depredadores
de los trabajadores del campo y de ciudad. Así se hablaba de las condiciones en las
“Desde los principios de la época colonial, que vivían los indígenas en las haciendas
se inicia el despojo a los indios de las tierras del pueblo de Muxupip, en Yucatán, donde
de cuya labranza habían vivido. Este despo- los hacendados y los curas formaban un
jo se realiza por tres grupos: los conquista- solo grupo en contra de los trabajadores de
dores premiados con extensiones de tierra e las haciendas.
indios en encomienda para que se las culti-
varan; la Iglesia, y otros colonos peninsula- Reflexiones finales
res que se trasladaron a Nueva España con
el fin de enriquecerse (Serie SEP. Quinto año, Es cierto que en los textos revisados cam-
1939: 57). biaron los contenidos de las lecturas, los
Los miembros del clero católico fueron autores de ellas y las circunstancias histó-
duramente criticados en estos textos, segu- rico-sociales en las que se escribieron, pero
ramente en respuesta a su oposición a la los mitos y arquetipos morales utilizados
reforma. A los curas católicos se les identi- para construir “tipos ideales”, a la manera
ficó como personas que no hacían lo que de Weber, fueron los mismos en los libros
decían, personas cuya conducta era repro- utilizados antes y durante el gobierno de
bable, a pesar de decirse que eran los minis- Lázaro Cárdenas. Cambiaron algunos
tros de Dios en la tierra, y los encargados mitos y arquetipos sociales tradicionales,
de enseñar su doctrina a los católicos: sin embargo se conservaron conceptos
considerados como valores humanos fun-
El señor cura, que estaba las más de las veces a damentales, tales como la honestidad, la
la mesa del hacendado, recomendaba resigna- afabilidad, la compasión por los pobres y
ción, prudencia, bondad. los necesitados, la buena convivencia, el
–Recordad, hijos míos –les decía–, que nues- decoro, la cortesía, el honor, el amor a la
tro reino no es de este mundo. patria, la veracidad. Se trató de mostrar en
Los pobres recibirían la recompensa allá en el los libros de lectura un deber ser, incul-
cielo, supuesto que son bienaventurados. cando formas de pensar y actuar social-
El hacendado, dueño de todo, no estaba com- mente aceptadas y reconocidas como
prendido en las palabras de Jesús, aquellas que superiores, presentes en la vida cotidiana
dicen que más fácil ha de ser el paso de un de los lectores. Seguro que en este juego
camello por el ojo de una aguja, antes que el de valores y virtudes aparecieron tensiones
rico entre al reino de los cielos. No; el señor y diferencias entre una caracterización
cura tenía olvidadas estas frases, quizá por moral con rasgos de universalidad e
demasiado cristianas. intemporalidad, y una situación y circuns-

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tancias sociales distintas, cambiantes con con un nuevo México que, se dijo, iba a ser
respecto a tiempos y lugares. construido a partir del gobierno cardenista.
Sin embargo, en los libros escolares uti- Hoy los tiempos son otros; México está
lizados en las escuelas primarias cardenistas en condiciones diferentes a las que se vivie-
cambiaron los modelos sociales, se fomentó ron en los años treinta del siglo pasado. Sin
y provocó la crítica a la sociedad que se embargo, se sigue buscando el tipo ideal de
vivía en México en los años treinta, se hombre y de ciudadano, principalmente
inculcó la necesidad del cambio y la cons- por medio de la educación. Infinidad de
trucción de una nueva sociedad pero, en su veces se han reformado los planes y progra-
carácter moralizador no se distinguieron mas de estudio de las escuelas primarias
mucho de los textos utilizados en las déca- mexicanas, se han producido los libros de
das anteriores. Se trataba de libros que bus- texto gratuito para lograr unificar el pensa-
caban la formación de seres humanos miento de los niños y sus formas de ver el
nobles, trabajadores, justos, libres y buenos mundo natural y social; empero, hoy es
patriotas, amantes de su patria y respetuo- patente la preocupación que existe por la
sos de leyes, como lo debía ser todo buen decadencia de los valores considerados
ciudadano. como fundamentales en la formación de los
Los libros de lectura aprobados para ser seres humanos, y de lo que civilmente se
leídos por los niños que vivieron la reforma considera como buen ciudadano. Si esto es
educativa de 1934 siguieron buscando al así, no estaría de más una revisión histórica-
buen ciudadano contenido desde siempre en sociológica de la educación en México, y
los libros de este tipo, pero ahora como un conocer lo que se ha hecho en el pasado en
ciudadano que buscara nuevas formas de materia de la formación cívica de los mexi-
convivencia social. Para ello debía iniciarse canos, especialmente por medio de los
con la crítica a las condiciones sociales que libros que para ese fin fueron editados,
se vivían en el México de entonces; la crítica como los que aquí se revisaron. Es útil hacer
y la comparación con la realidad debían ser un análisis de los contenidos de los textos
caminos para la búsqueda de una mejor y escolares, oficiales o no, que muestran las
más justa sociedad mexicana. Luego el ideal permanencias y los cambios que han ocurri-
en estos libros de lectura era la formación de do en este terreno. Así podremos compren-
un futuro ciudadano crítico, y a la vez res- der mejor lo que hoy está sucediendo en
petuoso de valores cívicos y morales acordes México en este campo de la educación.

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NOTAS productos; la reproducción y cría de animales útiles para


el consumo y el comercio; la mejora en la producción
1. Para conocer un poco más sobre la escuela activa y sobre agrícola como el uso de abonos, la rotación de cultivos, la
el pensamiento de diversos pedagogos “modernos”, véase selección de semillas.
el libro de Antonio Santoni (1996), Nostalgia del maestro 9. En los textos hay varias lecturas que se refieren a la forma-
artesano. ción de cooperativas y los beneficios que se obtienen de
2. Recomiendo aquí el famoso debate entre Antonio Caso y ellas, tanto económicos como organizativos, en Simiente,
Vicente Lombardo Toledano sobre la libertad de cátedra Libro IV, aparece una lección titulada “La tienda”, que es
que debía haber en la Universidad Nacional de México. una cooperativa de consumo, otra “Cooperativa agrícola”
3. Afortunadamente, y contra estos tristes vaticinios, la gue- que es de producción y de atención médica. En Simiente,
rra civil no se dio en México durante el cardenismo, aun- Libro III, aparece una cooperativa escolar que es tanto de
que las relaciones sociales, especialmente en algunos luga- producción como de consumo.
res, llegaron a tensarse de tal manera que pudieron haber
puesto en peligro la estabilidad social de México. A crear REFERENCIAS
esta situación de peligro ayudó, en buena medida, la posi-
ción de la iglesia católica en México, especialmente la del BORDIEU, Pierre (1990), Sociología y cultura, México, CONA-
alto clero, que se opuso de todas las maneras posibles, CULTA/Grijalbo.
abiertas y veladas, a la reforma educativa de 1934. Sobre BREMAUNTZ, Alberto (1943), La educación socialista en México.
este tema se recomienda Yankelevich, 1985, y Montes de (Antecedentes y fundamentos de la reforma de 1934),
Oca, 1997. México, s.e.
4. La ley respectiva, con base en la propuesta hecha por CASO, Antonio y Vicente Lombardo Toledano (1975),
Cárdenas y enviada al congreso, fue aprobada por la Idealismo vs. materialismo dialéctico, México, Universidad
Cámara de Diputados el 28 de diciembre de 1939 y dos Obrera de México Vicente Lombardo Toledano.
días después por la de Senadores. Dicha ley apareció CUESTA, Jorge (1934), Crítica de la reforma del Artículo
publicada en el Diario Oficial el 3 de febrero de 1940, año Tercero, México, s.e.
en que concluyó el gobierno cardenista. CHARTIER, Roger (2000), Las revoluciones de la cultura escrita.
5. Elsie Rokwell (1999, 2004) ha analizado la negociación Diálogo e intervenciones, Barcelona, España, Gedisa.
como concepto analítico que ayuda a la interpretación CHARTIER, Roger (1996), El orden de los libros. Lectores, auto-
social para comprender la interacción que hay entre res, bibliotecas en Europa entre los siglos XIV y XVIII, Barce-
Estado, políticas estatales, destinatarios de esas políticas, lona, España, Gedisa.
intermediarios, es decir, la diversidad que en la realidad CHARTIER, Roger (1993), Libros, lecturas y lectores en la Edad
adquiere este nudo de relaciones y actores sociales. Moderna, Madrid, Alianza Editorial.
6. La serie de libros de lectura Rosas de la Infancia, de María CHOPPIN, Alain (2000), “Pasado y presente de los manuales
Enriqueta Camarillo, fue una de las más criticadas por su escolares”, en Julio Ruiz Berrio (ed.), La cultura escolar de
carácter “sentimentaloide y socialmente inocuo”, por Europa. Tendencias históricas emergentes, Madrid, España,
desarrollar en sus lecciones temas y asuntos que poco o Alianza Editorial, pp. 10-141.
nada tenían que ver con la sociedad mexicana, al menos DALONGEVILLE, Alain (2003), “Los desafíos de la didáctica de
con los más necesitados. En estos libros, como en otros, la historia hoy. Aportes europeos y nuevas perspectivas”,
los sectores más pobres de la sociedad mexicana ocupan en VI Congreso Nacional de Investigación Educativa.
un lugar de subordinados, y se aconseja ayudarlos por Conferencias Magistrales, México, COMIE, pp. 233-255.
medio de la caridad a quienes tienen posibilidades para LUCIO, Gabriel (1938-1939), Simiente. Libro para escuelas
hacerlo. Los pobres son pobres y siempre lo serán, así rurales, México, Comisión Editora Popular/SEP.
como los ricos son ricos y siempre lo serán, pero los que MENDOZA Ramírez, María Guadalupe (2005), “La producción
tienen deben ayudar, en el ejercicio de la misericordia, a cultural de los libros de texto de historia oficial en México
los más necesitados. Rosas de la Infancia fueron libros 1934-1959”, tesis de doctorado en Ciencias Sociales, El
muy utilizados en México desde los años veinte y hasta los Colegio Mexiquense, Toluca, México.
cincuenta de siglo XIX o tal vez todavía en la década MONTES de Oca Navas, Elvia (2000) Política laboral y corpora-
siguiente, incluso en los inventarios escolares aparecen tivismo en el Estado de México 1934-1940, Toluca, El
estos libros como material de lectura de los alumnos Colegio Mexiquense/ ITESM-Toluca.
durante el cardenismo, a pesar de las políticas educativas MONTES de Oca Navas, Elvia (1998), La educación socialista en
del gobierno encabezado por Cárdenas, que quisieron reti- el Estado de México 1934-1940. Una historia olvidada, El
rarlos de las escuelas por los contenidos de sus lecturas. Colegio Mexiquense/ ITESM-Toluca, Toluca, Méx.
7. En Montes de Oca, 2000, ofrezco suficiente información MONTES de Oca Navas, Elvia (1997), “La iglesia católica y la
sobre este tema. educación socialista en el Estado de México, 1934-1940”,
8. En los libros aquí analizados, son varias las lecturas dedi- en Nelly Sigaut (ed.), La iglesia católica en México,
cadas a la enseñanza de diversas industrias, como las rela- Zamora, El Colegio de Michoacán/Secretaría de Gober-
cionadas con: la elaboración de conservas de frutas y nación, pp. 321-332.
legumbres, la industrialización de la leche, la miel y otros Partido Comunista de México (1938), Hacia una educación al

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servicio del pueblo. Resoluciones y principios presentados en SANTONI Rugiu, Antonio (1996), Nostalgia del maestro artesa-
la Conferencia Pedagógica del Partido Comunista, México, no, México, CESU-UNAM/Miguel Ángel Porrúa.
Imprenta Mundial. Secretaría de Educación Pública (1938-1939), Serie SEP,
Partido Nacional Revolucionario (1935), La educación socialis- Escuelas primarias urbanas, Lectura oral, México, Comi-
ta. Edición oficial del partido Nacional Revolucionario, Mé- sión Editora Popular,.
xico, Secretaría de Prensa y Propaganda. STERM y CTM (1939), Memoria de la Conferencia Nacional de
PÉREZ, Teresa de Jesús (1997), Francisco Larroyo y la historia Educación celebrada en el Palacio de las Bellas Artes (11-
de la educación en México. Configuración de un campo dis- 17 de diciembre de 1939) organizada por el STERM y la
ciplinario, México, CESU-UNAM (Cuadernos del CESU, 34). CTM, STERM y CTM, México.
ROCKWELL, Elsie R. (2004), “Entre la vida y los libros: prácti- VAUGHAN, Mary Kay (2000), La política cultural en la revolu-
cas de lectura en las escuelas de la Malintzi a principios ción. Maestros, campesinos y escuelas en México 1930-1940,
del siglo XX”, en Carmen Castañeda García, Luz Elena México, SEP-Biblioteca del Maestro/Fondo de Cultura
Galván Lafarga y Lucía Martínez Moctezuma (coords.), Económica.
Lecturas y lectores en la historia de México, México, Centro VAUGHAN, Mary Kay (1997), “Cambio ideológico en la políti-
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología ca educativa de la SEP: programas y libros de textos, 1921-
Social/Universidad Autónoma del Estado de Morelos/El 1940”, en Susana Quintanillla y Mary Kay Vaughan,
Colegio de Michoacán, pp. 327-357. Escuela y sociedad en el periodo cardenista, México, Fondo
ROCKWELL, Elsie R. (1999), “La historia de la cultura y los tex- de Cultura Económica, pp. 77-108.
tos escolares”, en Memorias. V Congreso Nacional de Inves- YANKELEVICH, Pablo (1985), La educación socialista en Jalisco,
tigación Educativa, 30-31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, Jalisco, Departamento de Educación Pública del Estado
Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes de Jalisco.
/Consejo Mexicano de Investigación Educativa.

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