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Las operaciones activas son instrumentos de financiación que empresas y personas usan para cubrir sus necesidades. Se clasifican según su finalidad, plazo, beneficiario, garantía, riesgo e instrumentalización jurídica. Todas las operaciones activas conllevan riesgos para las entidades financieras, por lo que es importante contar con sistemas de control y seguimiento de riesgos. El análisis de riesgos es ahora un factor clave en la gestión bancaria.
Las operaciones activas son instrumentos de financiación que empresas y personas usan para cubrir sus necesidades. Se clasifican según su finalidad, plazo, beneficiario, garantía, riesgo e instrumentalización jurídica. Todas las operaciones activas conllevan riesgos para las entidades financieras, por lo que es importante contar con sistemas de control y seguimiento de riesgos. El análisis de riesgos es ahora un factor clave en la gestión bancaria.
Las operaciones activas son instrumentos de financiación que empresas y personas usan para cubrir sus necesidades. Se clasifican según su finalidad, plazo, beneficiario, garantía, riesgo e instrumentalización jurídica. Todas las operaciones activas conllevan riesgos para las entidades financieras, por lo que es importante contar con sistemas de control y seguimiento de riesgos. El análisis de riesgos es ahora un factor clave en la gestión bancaria.
Las operaciones activas son un instrumento de financiación al que acuden empresas y personas para cubrir sus necesidades, sean estas de la naturaleza que sean. Clasificación de las operaciones activas. 1. Según su finalidad: a) Consuntivas. Las que su objeto es el consumo, los créditos al consumidor o al comprador. b) Productivas. Las dedicadas a una producción o explotación económica, los créditos a la empresa o al proceso productivo, distinguiéndose. 2. Según el plazo desde el punto de vista legal del Plan General Contable: a) A corto plazo, hasta 1 año. b) A medio plazo, hasta 3 años. c) A largo plazo, desde 3 años. 3. Según el plazo desde el punto de vista legal de las empresas financieras: a) A corto plazo, hasta 18 meses. b) A medio plazo, de 18 meses a 3 años. c) A largo plazo, desde 3 años. 4. Según el beneficiario: a) Privado, a personas físicas o jurídicas. b) Público, las Administraciones Públicas. 5. Según la garantía: a) Garantía personal. A su vez esta se puede dividir en: Del titular (el sujeto responde con su propio patrimonio). De terceros, los denominados avalistas, garantes, fiadores, etc. b) Garantía real. Se responde afectando determinados bienes y derechos. Puede ser: Garantía prendaria, aceptando bienes muebles. Garantía hipotecaria, aceptando bienes inmuebles 6. Según su instrumentalización jurídica o contractual: a) Efectos mercantiles, son las modalidades de descuento. b) Contrato o pólizas: Crédito. Préstamo. 7. Según el riesgo que implican: a) Operaciones de riesgo pleno, en las que el riesgo es directamente para la entidad y se contabilizan, por tanto, en su activo. b) De riesgo condicionado u operaciones de garantía, que se contabilizan en cuentas de orden y el riesgo depende de que el cliente garantizado no haga frente a sus obligaciones; por ejemplo los avales. 8. Según el grado de libertad con que se llevan a cabo: a) Operaciones libres, aquellas que las entidades pactan con su clientela sin limitación alguna en sus condiciones. b) Operaciones reguladas u obligatorias que son las que están sometidas a coeficientes u otras normas de obligado cumplimiento. Dentro de las últimas podemos distinguir entre: 9. Según los sectores económicos a los que se dirigen los recursos prestados o invertidos: a) Operaciones con el sector público. b) Operaciones con el sector privado y el exterior, que a su vez son susceptibles de subdivisiones posteriores. 10. Según la moneda en que se efectúan: a) Operaciones en moneda nacional. b) Operaciones en moneda extranjera. Elementos de las operaciones de activas. Toda operación de crédito y, en general, de activo, comporta riesgos para las entidades financieras que las financian. Consecuentemente es imprescindible contar con un adecuado sistema de control y seguimiento de los riesgos o posiciones asumidas. De hecho, el análisis de riesgos constituye actualmente el factor clave de la gestión bancaria. El riesgo bancario puede entenderse como el riesgo asumido por una entidad de crédito en actividades típicamente bancarias. Legalmente se entiende por “riesgo” cualquier ventaja concedida, ya sea hecha efectiva o no, por una entidad de crédito a un cliente o grupo de clientes relacionados entre sí, quede o no registrada en el balance, que incluya los compromisos y otras eventualidades que las respectivas autoridades competentes consideren importantes para valorar los riesgos identificables de dicha entidad.