EL PODER TRIBUTARIO DEL ESTADO

Hoy en día estamos inmersos dentro de un Estado de Derecho donde existen

principios que se deben cumplir y especialmente se debe respetar la
constitución. Uno de esos principios es la soberanía popular, por el cual los
ciudadanos tenemos la facultad de elegir a nuestros representantes. Por lo
tanto, cuando suceda ello los que gobiernen el país tendrán un poder sobre
todo el Estado, pero el cual no será absoluto ni mucho menos ilimitado porque
ellos también se someterán a lo dispuesto por la constitución y la ley, de ese
referido poder se va a desprender uno que en este caso nos compete, el cual
es el poder tributario. A través de aquel los órganos del Estado podrán crear
impuestos, contribuciones y tasas. ¿Para qué servirán esas figuras tributarias
para el Estado? Pues, en primer lugar, gracias a ellos se podrá obtener
recursos para financiar ciertos gastos públicos, redistribución de recursos
existentes, control adecuado de la economía del país para evitar inflaciones,
deflación e hiperinflaciones, realizar un control exigente de ciertas actividades y
limitación de las que no resulten pertinentes para el Estado, claro, teniendo en
cuenta que el poder tributario se ejerce de manera esencial más que nada para
satisfacer las necesidades. Ahora bien, entonces, ¿Qué son las tasas,
contribuciones y los impuestos? Pues, el primero se refiere a los tributos que
nosotros pagamos ante la utilidad de un servicio público, como la luz, el agua,
el internet, etc., las contribuciones son los tributos que se pagan, por ejemplo,
por la realización de una obra pública, por último, los impuestos son aquellos
que no exigen necesariamente una contraprestación, son tributos que se pagan
por la posesión de un bien o por la circulación de bienes, entre otros.
Como sabemos existen ciertas teorías que explican la potestad tributaria del
Estado, entre ellas está la teoría de los Servicios Públicos o de la equivalencia,
en donde se indica que el Estado presta sus servicios para satisfacer las
necesidades de las personas y por ello es que debemos de pagar tributos, aquí
se presentaría una contraprestación, el problema de esto es que no todo lo que
el Estado recaude mediante estos tributos, que serían las tasas va dirigido a
costear un servicio público, sino también para la infraestructura del Estado, es
decir, para sus gastos internos. Considero que esta es la teoría que se asemeja
más a la realidad, es decir, de cómo se utiliza el poder tributario dentro de el
Estado para cumplir con otras finalidades.