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Orientaciones para padres de niños pequeños

con dificultades sociocomunicativas

Laura Verónica García Uribe Santiago de Querétaro, 2016

Uno de los procesos más importantes en los niños pequeños y que más puede
afectar la rutina diaria en casa y la calidad de vida en general de las familias es el
aprendizaje del control de esfínteres; nuestro interés con este documento es
compartir con ustedes, padres de familia, información relevante y concreta que los
oriente en el entrenamiento, facilite su enseñanza y responda a las principales
dudas y necesidades que suelen aparecer durante este.

El aprendizaje del control de esfinteres se trata del entrenamiento de los


músculos esfinteres para lograr su control consciente e inconsciente, cuando
hablamos del control consciente nos referimos, por ejemplo, a cuando el niño puede
esperar a hacer popó hasta encontrar u n baño, y el control inconsciente, por
ejemplo, cuando se mantiene seco mientras está dormido y hace pipí sólo hasta
que despierta.

La imagen representa el funcionamiento fisiológico del control de esfínteres (en este caso de la
vejiga), muestra la relajación y contraccion de los músculos esfinteres que ocurren al llenar y vaciar
la vejiga de pipí y que son necesarias para su control.

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Coordinación General Lic. Edel López Aguiar
Para este aprendizaje su hijo necesita atención y cierto nivel de conciencia o
comprensión de cómo funciona su cuerpo, por ejemplo, debe reconocer la
sensación de cuando su vejiga está llena o entender que hacer popó es un proceso
natural y no tener miedo al desecharla.

El logro del control de esfínteres es muy importante para el desarrollo de


autonomía, seguridad y dignidad de su hijo, así como para la adaptación y
aceptación en su entorno, tiene que ver con la integración escolar, ya que para
muchas escuelas es un requisito para el ingreso a preescolar; por todo esto es
necesario enseñarlo en un momento y forma adecuados.

Al igual que para comer y dormir, en el control de esfínteres tiene mucho que
ver la voluntad del niño, por lo que es fundamental asegurar que el entrenamiento
se trate de un proceso que su hijo disfrute, evitando experiencias desagradables o
estresantes durante este. La meta final del entrenamiento del control de esfínteres,
de manera concreta, es lograr que su hijo reconozca la necesidad de hacer pipí y
popó, controle dicha necesidad hasta llegar al baño y que pueda comunicarla para
avisar o pedir ayuda.

PLANEACIÓN

A) Tu hijo necesitará de su propio tiempo y apoyos

Resulta de mucha importancia tener en cuenta que su hijo es único, necesitará de


su propio tiempo y apoyos para aprender a ir al baño. La primera clave del proceso
es que hagan una planeación basada en sus habilidades y características, que logre
controlar las situaciones que puedan ser incómodas o difíciles para él (como el
ruido, o las texturas de los materiales), y en su lugar asegurar su motivación con
momentos agradables y divertidos, como puede ser reconocer sus logros o
compartir juguetes y juegos con ustedes.

B) Como padres, son las personas mejor indicadas para acompañar en este
proceso

Como padres, son las personas que mejor logran entender y conocer a su hijo, y
por lo tanto podrán acompañarlo y considerar los apoyos necesarios que faciliten
este aprendizaje. Comiencen por observar y detectar el comportamiento de su hijo,
vean si busca un rincón o un cuarto específico de la casa, si se queda tranquilo, se

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agacha o cualquier señal que les indique que está haciendo del baño; intenten
describir los gestos o movimientos que suele hacer cuando va a hacer pipí o popó,
cuando está haciendo y lo que hace y quiere después, esto puede darles idea si él
ya se da cuenta de su necesidad y si le incomoda estar sucio o mojado.

C) Observen y tomen en cuenta todos los ajustes que serán necesarios

Durante estas primeras observaciones llévenlo también al baño, que los acompañe
y los vea usarlo, intenten sentarlo en la taza y observen sus respuestas ante cada
paso, vean sus reacciones al jalar la cadena, lavarse las manos, etc., así podrán
tomar en cuenta todos los recursos que deberán ajustar para que el baño sea
totalmente atractivo, cómodo y accesible para él.

D) Consideren las habilidades de su hijo y los recursos del ambiente

Después de describir estas conductas, es necesario que revisen las habilidades y


condiciones que a continuación se describen en las tablas, estos son puntos que se
esperan en su hijo para el aprendizaje, y por otro lado en su ambiente. Se les sugiere
trabajar en ellos antes de iniciar el entrenamiento ya que facilitarán el proceso y
pueden favorecer sus resultados y la efectividad, sin embargo, tomen en cuenta
que, si su hijo no cumple aun con todos los puntos, no significa que deban retrasar
el proceso, ya que así podría perderse tiempo valioso, mejor consideren estas
necesidades y trabájenlas a la par.

• Disposición de la familia: deben tener mucha dedicación y


paciencia, es importante que confíen tanto en sus propias
habilidades como en las de su hijo.
• Atención y tiempo: contar con el tiempo y apoyos que les
permitan dedicarse a enseñar y acompañar a su hijo, los
periodos de vacaciones o fines de semana en los que no tengan
En el
presión de horarios ni prisas, son los ideales.
ambiente
• Comunicación con otros ambientes: debe existir la misma
disposición por parte de los ambientes en los que su hijo se
desenvuelve, como la escuela y otras actividades, procurando
ajustarse a las estrategias y apoyos usados en casa, además de
mantener estrecha comunicación entre todos para compartir
continuamente experiencias y comentarios sobre el
entrenamiento.

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• Nivel madurativo: que su hijo cuente con una edad mental de
al menos dos años, esto significa que ya logra completar
tableros, hacer garabatos, identificar objetos, construir con
cubos y aparear imágenes o colores. Eviten iniciar el proceso
antes de los 18 meses y después de los 5 años de edad.
• Nivel de conciencia corporal: su hijo debe reconocer algunas
partes de su cuerpo, hacer notar que está mojado o mostrar
algún signo de incomodidad, pueden ser gestos o cambios en el
comportamiento como tocarse el pañal, ir a un rincón o detener
lo que estaba haciendo; estas conductas no necesariamente
son intencionadas, pero ustedes pueden identificarlas.
• Interés en hacer pipí o popó: muestra atención cuando se le
cambia el pañal o cuando ha llegado a ir al baño, ya sea porque
reconoce las acciones, el cuarto de baño y los materiales, o
porque participa en alguno de los pasos como jalar la cadena,
En el niño usar papel higiénico, etc.
• Horario regular para hacer pipí: por un lado, debe lograr
permanecer seco al menos por periodos de dos horas en el día,
o amanecer seco en ocasiones; y por otro se debe identificar un
patrón de frecuencia en sus horarios para hacer pipí durante
varios días, es decir, saber la cantidad de veces y el tiempo que
le toma hacer pipí después de tomar líquidos.
• Regulación física y coordinación: que logre saltar con dos
pies, subir y bajar escaleras alternando los pies, hacer una
misma actividad por 5 minutos y sentarse solo por
aproximadamente 2 minutos.
• Uso y comprensión de la comunicación: su hijo ya puede
pedir algunas cosas, hace uso de alguno de los recursos para
comunicarse, pueden ser palabras, gestos o imágenes; y
también puede seguir órdenes sencillas como siéntate, ven,
dame, toca tus ojos, entre otras.
• Buenas condiciones de salud: no hay ningún problema en la
condición física de su hijo, como estreñimiento, constipación,
etc. Si tienen alguna inquietud al respecto, consideren llevarlo al
médico.

E) Comiencen el entrenamiento vesical

Una vez que hayan evaluado estos puntos deberán comenzar con el entrenamiento
del control de esfínter vesical, es decir la pipí, se inicia con esta necesidad debido

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a que ocurre más veces durante el día, aproximadamente de 4 a 7 veces, y esto
permite que su hijo tenga más oportunidades para practicar; además resulta más
fácil provocarla o incitarla al aumentar la cantidad de líquidos para tomar y así lograr
más ensayos para aprender el control.

La propuesta de entrenamiento se divide en cuatro fases para su comprensión y


práctica:

1. CONTROL EXTERNO
Inicialmente su hijo comenzará con un control totalmente externo, es
decir que ustedes lo van a llevar y él se irá adaptando a las invitaciones
que le hagan, estas se irán a la vez prolongando en cuanto a tiempo y
serán cada vez menos frecuentes.

2. CONTROL EXTERNO
Cuando él ya logre esperar a que ustedes lo lleven al baño para hacer
pipí el control se volverá interno, significa que su hijo identifica la
necesidad y se aguanta, aunque aún no la comunique.

3. CONTROL Y AUTONOMÍA
Después, él comenzará a ir por su propia cuenta al baño y a realizar
algunos de los pasos sin ayuda de ustedes.

4. AUTONOMÍA Y COMUNICACIÓN
Finalmente pasará a la fase donde deberá aprender a comunicar que
necesita ir al baño para pedir permiso o ayuda para ir.

PRIMERA FASE
CONTROL EXTERNO

Paso 1: Preparen el baño

Dedíquense a preparar el baño, es fundamental asegurar estabilidad y armonía en


el cuarto ya que sólo si su hijo disfruta al estar allí y entender lo que pasa para poder
predecirlo, es como va a poder aprender a usarlo.

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 Consideren que sea un espacio agradable a la vista, coloquen dibujos que
le gusten a su hijo en las paredes para que le guste estar allí.
 Decidan si usará la taza o bacinica, es preferible trabajar directamente con
el uso de la taza, pero esto dependerá de la aceptación y comodidad de su
hijo.
 En el caso de los varones deberán decidir también si enseñarán a hacer pipí
de pie o sentado, de nuevo se recomienda trabajar directamente con el hábito
que al final desean que mantenga, en este caso que haga pipí parado, para
evitar más adelante tener que enseñarle el cambio de postura.
 Al usar la taza, aseguren que todo quede a la medida de su hijo, por ejemplo,
usen un banco para que al sentarlo no le queden los pies colgando o sin
apoyo ya que esto puede provocarle inseguridad e inestabilidad.
 Usen asientos para la taza que se ajusten al tamaño de su hijo y eviten que
se sienta inseguro o preocupado por mantener el equilibrio.
 Utilicen apoyos visuales para darle información importante, pueden ser
imágenes, dibujos o fotos que faciliten su comprensión, como la secuencia
de pasos, reglas o recordatorios. Deben ponerlos frente a la taza o en la caja
de agua, según el caso, para que su hijo los vea al momento de hacer pipí.
 Pongan todos los materiales que va a necesitar a su alcance, como el
papel higiénico, jabón, toallas, etc., y eviten saturar el espacio con otros
objetos que lo distraigan.
 Tengan a la mano materiales de su agrado que sirvan como reforzadores o
premios, pero sean ustedes los que los entregan en el momento indicado,
evitando que su hijo tenga acceso libremente a ellos (juguetes, paletas,
dulces, muñecos).
 Usen también un escalón para que alcance el lavabo al lavarse las manos.

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Paso 2: Quiten el pañal

Quiten el pañal de manera definitiva y vistan a su hijo con prendas de fácil manejo,
es decir, que él se pueda bajar y subir sin dificultad, como short o pantalones
holgados, y pónganle chanclas en vez de zapatos en esos días, así será más fácil
cambiarlo. Al quitar el pañal, se busca favorecer el proceso sensorial también, esto
significa que su hijo se dé cuenta de cuándo está mojado o que esto le incomode al
estar en contacto la ropa mojada directamente con su piel, pero procuren cambiarlo
en poco tiempo para evitar que se acostumbre a estar mojado y que esto deje de
incomodarle.

Paso 3: Registren los horarios

Durante un fin de semana o varios días seguidos (de 3 a 7 días) anoten cada
momento del día en el que su hijo hace pipí y popó, para poder identificar sus
horarios. Usen el registro de frecuencia que a continuación les presentamos:

 Anoten el tiempo que tarda entre que toma algún líquido y hace pipí.
 Regulen el tipo, cantidad y horarios de líquidos y comidas, para identificar de
manera clara los horarios en que hace del baño.
 Anoten la hora en la que su hijo hace del baño y si hace pipí o popó.
 Registren la cantidad de veces que hace cada necesidad al día.
 Anoten también la cantidad de agua que bebe a lo largo del día.

Es importante aclarar que, aunque se vaya a trabajar primero con el control de la


pipí, deben aprovechar este registro para identificar los horarios en los que su hijo
hace popó, ya que serán datos que más adelante en el proceso serán necesarios
para el aprendizaje del control de esfínteres intestinal.

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Registro de frecuencia
(Ejemplo de llenado):

Anexo 2. Material tomado directamente del documento “Orientaciones para el control de esfínteres.” Región de Murcia
Consejería de Educación Formación y Empleo.

Paso 4: Llévenlo al baño

Una vez que encuentren el tiempo en el que su hijo suele hacer pipí comiencen con
las invitaciones al baño, cada vez que vean que está a punto de hacer pipí, llévenlo,
procuren ser muy precisos con los horarios para estar al pendiente de estas señales.
Si identifican mediante el registro de frecuencia que por ejemplo su hijo hace pipí
cada hora, lo deben llevar diez minutos antes de esta, es decir cada 50 minutos,
con la intención de que la invitación al baño se haga antes de que tenga un
accidente en su ropa, pero asegurando que va a tener la necesidad de hacer pipí al
estar ya en el baño, y así aumentar la posibilidad de que esto ocurrirá sólo allí y que
con mayor frecuencia haga pipí en cada invitación, para que relacione la sensación
y las acciones realizadas cada vez que lo llevan.
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 Pueden considerar también intentar darle más agua para beber en poco
tiempo, darle uno o dos vasos de alguna bebida que le guste como jugos o
leche en no más de 20 minutos, para llevarlo al baño unos 10 o 15 minutos
después de que lo tomó, buscando más oportunidades de entrenamiento;
tomen en cuenta que si su hijo no quiere tomar más líquidos no es necesario
obligarlo, ésta es sólo una opción para aumentar la cantidad de ensayos para
usar el baño.
 Desde que empiecen a llevarlo al baño, es importante elegir las palabras
clave que usarán siempre para anticiparle a su hijo que lo llevarán, con la
intención de que logre ir relacionando lo que escucha con lo que pasa,
díganle: “baño” o “pipí” junto con algún gesto o imagen que le ayude a
comprender según su nivel de comunicación y el tipo de apoyo al que esté
acostumbrado.
 Ya en el baño cuando sienten a su hijo en la taza, es importante no dejarlo
allí por más de 5 minutos, estos son suficientes para que, si tiene ganas de
hacer pipí, haga, la acción no ocurre por pedírsela sino sólo si tiene la
necesidad. Este tiempo sentado debe ser placentero, propongan cantar
canciones, contarle un breve cuento o juegos simples como cosquillas o
escondite para entretenerlo.
 Hagan uso de recursos estimulantes como dejar correr el agua, que él la
toque, o que vea a alguien más usar el baño, para estimular o provocar que
haga pipí. Si no hace pipí, sólo completen la rutina del uso del baño (vestirlo,
lavarle las manos) y llévenlo de nuevo más tarde.
 Una parte fundamental del proceso, es el uso de reforzadores, estos son
todos los objetos, alimentos o actividades favoritas de su hijo que sirven para
motivarlo, den alguno de estos cuando haga pipí en el baño, ya que pueden
ayudarle a entender qué es esto lo que se espera de él y lo adecuado, y por
lo tanto que este logro se repita. Procuren que el uso de reforzadores vaya
siendo cada vez menor, eviten darlos con la misma frecuencia que al inicio
hasta que ya no sean necesarios al lograr la motivación interna y
comprensión del uso del baño por parte de su hijo.
 Por otro lado, deben considerar que los accidentes también se esperan y por
supuesto con mayor frecuencia en esta fase, luego deberán ser menos, pero
es fundamental que eviten reaccionar con enojo, regaños, gritos o castigos
cuando su hijo tenga accidentes, sólo háganle notar que está mojado y
recuérdenle que debe hacer pipí en el baño llevándolo a este o mostrándole
una imagen del mismo, después ayúdenlo para cambiarse de ropa y hagan
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que les ayude a limpiar y colocar su ropa en el cesto, estas consecuencias
naturales son suficientes para que entienda que hacer pipí fuera del baño no
es una conducta esperada o adecuada.

Paso 5: Registren los resultados y observaciones

Al empezar con las invitaciones registren en el formato de resultados si su hijo logra


hacer pipí cuando lo llevan al baño, si llega a este ya mojado o si hay accidentes
después de llevarlo. Esta es una forma gráfica que les ayudará fácilmente a notar
si el entrenamiento va teniendo resultados, intenten usarlo al menos durante dos
semanas o hasta que su hijo tenga ya muy pocos accidentes.

Registro de resultados
(Ejemplo de llenado):

Anexo 3. Material tomado


directamente del documento
“Orientaciones para el control de
esfínteres.”, Región de Murcia
Consejería de Educación,
Formación y Empleo.

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El final de esta primera fase ocurre cuando los accidentes son pocos ya que
su hijo logra hacer pipí de manera inmediata cuando lo llevan al baño, comienza a
pasar periodos más largos seco y a esperarse para no hacer pipí si ustedes toman
un poco más del tiempo inicial para llevarlo al baño. Si esto ocurre él solito dará la
pauta para pasar a la siguiente fase.

SEGUNDA FASE
CONTROL EXTERNO

Paso 6: Aumenten el tiempo entre las visitas al baño

Busquen aumentar el tiempo en el que su hijo se mantiene seco y que sea menor
la cantidad de veces que hace pipí en el día, de manera específica que él logre
controlar la necesidad de hacer pipí hasta que ustedes lo llevan al baño. Ya no
deberán llevarlo en base a sus horarios, sino que deberán esperar y retarlo a que
se vaya aguantando, en este momento del proceso él ya debe mostrar gestos o
conductas claras que les permiten a ustedes notar su incomodidad por querer o
tener que hacer pipí. Significa que él ya identifica bien la sensación, la controla y se
espera, aunque aún no vaya solo al baño ni avise que quiere ir.

Paso 7: Sigan una rutina visual

Hasta este momento deberán enfocarse ya al seguimiento de pasos para completar


la rutina de baño, que significa hacer todas las acciones para usarlo (bajarse el
pantalón, limpiarse, jalar la cadena, lavarse las manos) recuerden que establecer
una secuencia visual clara que pueda repetirse todas las veces que su hijo use el
baño y de la misma manera, es clave para el proceso de aprendizaje. Eviten dar
lugar a comportamientos inapropiados o rituales que su hijo pueda relacionar con el
proceso, tales como necesitar de algún objeto para poder sentarse, jugar con agua
o el papel o quitarse toda la ropa para hacer pipí.

 Practiquen una rutina simple que considere todas las medidas higiénicas
y de seguridad (limpiarse, lavarse las manos, cerrar la puerta, no correr o
jugar en el baño, entre otras).
 Elaboren el material visual necesario (imágenes o fotos) con sus propios
hábitos y prioridades para usar el baño, más adelante les compartimos
una propuesta de secuencia de rutina que les puede servir.

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 Cada vez que su hijo use el baño, acostúmbrenlo a revisar de manera
inmediata la secuencia de pasos, que deberá estar colocada donde pueda
verla de manera inmediata.
 Al ir completando la secuencia, es importante que su hijo ponga atención
a cada paso que va terminando y al que le toca hacer después, ya sea
guiando su mano para que toque, señale, nombre la imagen o haga un
gesto que represente la acción que termina.
 Su hijo debe saber en todo momento qué paso o acción se encuentra
haciendo, pueden también usar una guía visual como una flecha o
palomita que muestre el paso en el que está e ir moviéndola según vaya
completando la secuencia y avanzar hasta llegar a la última tarea.
 Todas las veces que lo lleven insistan en completar la rutina entera de
inicio a fin, para que su hijo logre entender muy bien todo lo que debe
hacer, cómo hacerlo y en qué momento.

Anexo 4. Material elaborado por Red de Atención a la Neurodiversidad con imágenes de ARASAAC

Además de la secuencia de rutina dentro del baño, es importante que


trabajen con una rutina diaria a través de una agenda visual que anticipe las
actividades que su hijo va a hacer en un periodo de tiempo, dentro de esta, deben
aparecer las visitas al baño para hacer pipí, así la tarea termina siendo una actividad
natural dentro de su dinámica regular pero sobre todo, le da información temporal
para que él pueda saber cuándo es el momento para ir al baño y entonces esperar
hasta llegar a este para hacer pipí, logrando así el control de esfínteres interno.

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Paso 8: Reduzcan el apoyo físico

En esta segunda fase el apoyo físico deberá ser menor ya que su hijo ha tenido
muchas experiencias ya para practicar las habilidades, las ayudas que le den para
subir su pantalón, limpiarse, etc. deben irse retirando de manera invertida, es decir,
si primero le bajaban por completo el pantalón para sentarlo, sólo se le bajará
entonces hasta las rodillas, más tarde será sólo a la cadera para que finalmente él
lo baje solo después de varios ensayos, poco a poco deben dejar que su hijo lo
intente, provocando que participe más y se esfuerce para lograrlo. De esta manera
deberán trabajar con cada paso de la rutina para lograr que sea más independiente.

La segunda fase terminará cuando su hijo comience a ir solo al baño en la


casa o lugares conocidos si quiere hacer pipí, gracias a que ya logra atender a las
sensaciones de su cuerpo, controlarlas y entiende el uso general del baño.

TERCERA FASE
CONTROL Y AUTONOMÌA

Paso 9: Enseñen el uso de diferentes aparatos

En la tercera fase su hijo logra ir solo al baño en ambientes familiares como su casa
o la escuela, en esta aún no logra comunicar o avisar para ir al baño, pero ya
comprende todos los pasos de la rutina, esto pueden notarlo si ya ha logrado varias
veces usar el baño sin apoyos. Es necesario que lo apoyen con supervisión y le
enseñen a usar los aparatos o accesorios diferentes a los que usa en su casa, como
pueden ser el secador de manos, los baños automáticos, otro tipo de cadenas u
aparatos para conseguir papel y jabón.

Paso 10: Aclaren medidas de higiene y seguridad

Es fundamental en este momento que dediquen tiempo para aclarar y enfatizar las
medidas de higiene, seguridad y pudor, ya que pronto su hijo empezará a usar solo
otros baños sin que ustedes lo acompañen, por lo que deben asegurarse que
cumple con los cuidados necesarios para proteger y cuidar su cuerpo. Con el apoyo
de herramientas como las historias sociales (que son representaciones con

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imágenes o dibujos de situaciones importantes) o cuentos pueden ayudarle a
entender las medidas básicas y reglas:

 Hablen de acciones privadas y públicas, muestren qué puede hacer en el


baño y qué no puede hacer fuera de él, como bajarse la ropa, mostrar sus
genitales, etc.
 Ayúdenlo a que reconozca su género y muestren reglas como cerrar
siempre la puerta, salir completamente vestido; en el caso de los varones
enseñen a no bajar su pantalón más allá de los glúteos.

 Ayúdenlo a reconocer a las personas que pueden ayudarlo y quiénes no


deben acercarse, y él no permitir que lo toquen, esto puede funcionar
mostrándole fotos de diferentes personas, y con el uso de símbolos como
caritas felices y tristes, color verde y rojo, o taches y palomitas para referir
quienes son extraños.

Paso 11: Usen diferentes baños

Deberán lograr que su hijo ahora use diferentes baños y pueda hacerlo igual de
independiente que como lo hace en casa.

 Usen la anticipación para evitar accidentes o experiencias estresantes para


él, por ejemplo, al llegar a lugares nuevos como restaurantes, casas de
familiares o amigos, centros comerciales o jardines de fiestas, busquen
juntos y de inmediato los baños; ya que él todavía no puede pedir esa ayuda
muéstrenselos e intenten quedarse cerca de ellos para que rápido pueda ir
cuando lo necesite.
 Es importante que ustedes pasen y conozcan los baños para identificar si
necesitará ayuda o acompañamiento.
 Tomen en cuenta que los baños públicos pueden ser de los lugares más
estresantes para su hijo ya que normalmente hay muchos baños y gente,
posiblemente tendrá que esperar en una fila, escuchará muchas veces jalar
de la cadena, no habrá el papel suave de casa, las toallas ni otros materiales
a los que está acostumbrado, entre muchos otros factores. Es fundamental
que puedan darle en ese momento los apoyos necesarios, información que
le permita comprender y adaptarse.

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 Procuren varias experiencias de este tipo de manera constante para lograr
que sea cada vez más flexible y pueda usar cualquier baño, al hacer la
mayoría de los pasos de la rutina sin su ayuda, es decir, completa los pasos
para vestirse, limpiarse y mantener el baño ordenado y limpio.

CUARTA FASE
AUTONOMÍA Y COMUNICACIÓN

Paso 12: Expresar la necesidad

En la cuarta fase, la habilidad que queda por enseñar es la comunicación, que su


hijo pueda expresar su necesidad de ir al baño, esta meta se pone en la última fase
del entrenamiento debido a que exigir que pida o comunique su necesidad antes,
pudo limitar el dominio y el interés en este, provocando posibles retrocesos o
extender el proceso de entrenamiento. Según el nivel de comunicación de su hijo
se pueden considerar diferentes estrategias:

 Si utiliza gestos, palabras sueltas o imágenes para pedir, deben usar apoyos
visuales, estos son una herramienta fundamental tanto para apoyar, como
para desarrollar la comunicación, ya que pueden ser una pista en situaciones
nuevas o en las que su hijo no sabe usar la palabra (pipí, baño) o gestos
clave de forma espontánea para conseguir lo que quiere, como puede ser el
no ubicar o reconocer el baño o la rutina en espacios nuevos o materiales
diferentes.
 Pueden colocar imágenes, gafetes o letreros, al alcance visual inmediato
y accesible en el camino hacia el baño, para que su hijo lo muestre a la
persona indicada en cada contexto (escuela, casa), lo entregue o lo coloque
en algún tablero o lugar específico antes de ir al baño y así avisar que irá a
este.
 Si su hijo ya utiliza más palabras y llega a armar frases o comprenderlas, otra
estrategia son las preguntas de invitación o insinuaciones, deberán
preguntarle ¿qué quieres hacer? o ¿qué necesitas? cuando vean los
comportamientos que indiquen que se está aguantando.

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 Es importante en esta parte del proceso que eviten dar la instrucción precisa
“ve al baño”, sino en su lugar, promover que él cree y dé la respuesta de
manera espontánea reconociendo en su cuerpo si tiene la necesidad o no,
para lo cual requiere de mucha práctica en situaciones nuevas, como puede
ser la escuela, en una fiesta de cumpleaños, cuando esté muy entretenido
en alguna actividad, etc.

Paso 13: Control total

Finalmente, el último paso será que su hijo logre indicar, sin pistas, la necesidad de
hacer pipí, pueda pedir permiso o preguntar dónde hay un baño; y al estar en este
logre completar todos los pasos de la rutina de manera independiente debido a que
la ha comprendido y dominado, logrando así la generalización para el uso
espontáneo, flexible y autónomo de cualquier baño.

Una vez que se logra el total control de esfínteres en la rutina diurna, es decir,
que su hijo ya no tiene accidentes durante todo el día; dos de los procesos que
quedan pendientes por lograr es el control nocturno y el control intestinal, que a
continuación se describen de manera breve.

CONTROL NOCTURNO

Este se define como la habilidad del niño para mantenerse seco durante toda la
noche. El entrenamiento nocturno necesita de la ejercitación previa los músculos
esfínteres, por lo que será una meta a tomar en cuenta después de lograr el
completo control por el día. Para iniciar con el entrenamiento será necesario que en
casa:

 Establezcan rutinas que fomenten hábitos que favorezcan este


aprendizaje, es decir, primero propongan en la rutina diaria tareas que
vayan marcando una disminución de la actividad, movimiento y
sobreestimulación de los sentidos, y que propicien la relajación para
provocar el sueño, que su hijo esté menos agitado y activo, proponiendo
tareas como leer cuentos, dibujar, tomar un baño, cenar, etc.

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 Al mismo tiempo deberán controlar y reducir la cantidad de líquidos que
su hijo tome por la tarde y evitar que los beba en la noche dos o tres horas
antes de la hora de dormir.
 Recuérdenle ir al baño antes de irse a la cama y al despertar por la mañana.
 Al inicio es necesario que lo despierten probando diferentes horarios
hasta identificar el momento en el que es más frecuente que haga pipí. Una
vez por noche es suficiente.
 Deben tomar en cuenta las mismas estrategias de reforzamiento y
consecuencias utilizadas en el control diurno.
 Después de cierto tiempo de haberlo despertado a la misma hora y que los
accidentes se hayan reducido, busquen dejar a su hijo dormir por más
tiempo y acercar la invitación al horario normal que tiene para despertarse
por la mañana, hasta que logre amanecer seco o despertarse por su
propia cuenta si tiene la necesidad de hacer pipí.

CONTROL INTESTINAL

Para el control de esfínter intestinal, la popó, consideren que ya hay un


entrenamiento previo, deberán comenzar el trabajo de igual manera que como lo
hicieron con el pipí. El formato de frecuencia que llenaron en el paso 3, puede ser
de mucha ayuda para saber en cuanto tiempo deben levantarlo después de comer
y las veces al día que hace popó.

 Tomen en cuenta que los gestos o comportamientos suelen ser más


evidentes en este proceso, para que puedan hacer la invitación al baño con
mayor certeza de la necesidad.
 Busquen que su hijo comprenda y logre reconocer las funciones
fisiológicas, los ruidos de su estómago, gases o desechar la popó.
 Aseguren dar los apoyos necesarios que reduzcan las posibles conductas
difíciles, como puede ser que juegue con su popó, que quiera usar el pañal
para hacer del baño, etc.
 Ajusten una dieta alta en fibra: debe contener suficientes frutas, verduras,
granos, para evitar constipación o estreñimiento.

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 Procuren que su hijo tenga actividad física, se puede considerar alguna
clase como natación o dediquen tiempo específico del día para llevarlo al
parque y que esté ejercitándose.
 Establezcan la tarea de ir al baño como una actividad más dentro de la
agenda del día para que se acostumbre a tomarlo con naturalidad.
 Procuren que al llevarlo al baño permanezca tiempo suficiente sentado,
canten una canción o jueguen para procurar que pase más tiempo ahí hasta
que le den ganas de hacer del baño, pero eviten que el momento llegue ser
estresante o desagradable y que no pase de más de 5 minutos.
 Motívenlo poniendo actividades que le gusten después de ir al baño como
parte de su rutina.

CONCLUSIONES

Esperando que este documento haya cumplido con el objetivo de orientar y otorgar
información precisa e importante para ustedes y las personas que participan en el
entrenamiento con su hijo, es necesario recordarles que en el control de esfínteres
se debe trabajar a partir de la motivación.

Tomen en cuenta que mientras más tiempo se deje pasar y más grande sea
el niño, mayores dificultades pueden presentarse para el logro de la conducta al
estar involucradas ya otras limitaciones y hábitos que pueden condicionar el
proceso, así que asegúrense de proponerlo en el momento indicado y evitar
postergarlo.

La clave del entrenamiento es ser constantes y sistemáticos, no


desesperarse ni esperar resultados inmediatos, para esto es importante que tengan
clara la información que les permita reconocer de manera concreta su participación
y papel en el proceso. Recuerden que ustedes serán las personas más habilitadas
e indicadas para la enseñanza y éxito de este aprendizaje.

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BIBLIOGRAFÍA

 Aplicando los principios estructurados de enseñanza para el entrenamiento del


baño.
 Dickinson, P. Problemas con el control de esfínteres. Disponible en
ww.autism99.org
 Grupo de Atención Temprana. (2000). Libro Blanco de la Atención Temprana.
Madrid: Real Patronato de Prevención y Atención a Personas con Minusvalía.
 Kranowitz, C. Manual de entrenamiento de control de esfínteres para personas
con autismo.
 Martos, J. (2009). Los niños pequeños con autismo. España.
 NYS Office for people with developmental disabilities. Entrenamiento para usar
el baño, Manual del Cuidador.
 Región de Murcia Consejería de Educación, Formación y Empleo. Orientaciones
para el control de esfínteres.
 Imágenes tomadas de ARASAAC, mediante la herramienta Picto Selector.

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ANEXOS

Anexo 1

La siguiente tabla contiene algunos de los problemas más comunes que dificultan
el proceso de enseñanza del control de esfínteres junto con diferentes alternativas
de solución para cada situación.

 Siéntenlo con el asiento tapado.


 Permitan que se siente con ropa.
 Ofrézcanle actividades agradables mientras está sentado.
 Siéntense con él en la taza o por turnos.
Se resiste a  Usen asientos ajustados a su tamaño para que no tenga la
sentarse en la sensación de caerse ni se preocupe por mantener el equilibrio.
taza  Jueguen con muñecos, que él los ponga a hacer la misma
acción.
 Permitan que los vea a ustedes como padres, al usar el baño.
 Invítenlo a permanecer sentado durante un tiempo específico,
por ejemplo mientras se canta una canción o hasta que suena
una alarma como la del teléfono.
 Permítanle seguirlo usando pero dentro del baño, la meta es
Pide el pañal ir acercándolo a la taza.
 Vayan proponiéndole aproximaciones como hacer pipí con el
para hacer
pañal pero sentado en la taza, deben ir aflojando el pañal
del baño hasta que casi no tenga contacto con la piel y logre hacer
directamente en la taza.

 Pueden cerrar el paso de agua.


 Den claves visuales para marcar que ya realizó la conducta,
Insiste en en la rutina, él puede ir marcando lo que ya realizó.
jalar la  Como recordatorio colocar información visual para que sepa
cadena una y cuántas veces se debe jalar la cadena, puede ser un número,
otra vez o una imagen de la caja de agua.
 Ayúdenlo a retomar o continuar con la secuencia de pasos de
la rutina.

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 Denle otro juguete para distraerlo.
 Pongan una mesa o superficie que evite que meta las manos
mientras está sentado.
 Mantengan la tapa abajo hasta usarlo y tapen
Juega con el inmediatamente al terminar.
 Muéstrenle un recordatorio visual para que entienda que la
agua de la
conducta es indebida.
taza
 Den instrucciones para que sepa qué hacer cuando ya hizo
del baño, recordarle que es momento de limpiarse y jalar la
cadena.
 Ofrezcan de inmediato el papel y reduzcan la posibilidad de
que interactúe con el agua. .

 Practiquen el uso de otros baños de la casa primero.


Usa  Anticípenle con imágenes o dibujos a dónde lo llevarán y lo
solamente el que hará.
baño de su  Usen los objetos o accesorios a los que está acostumbrado
casa ahora en el nuevo baño como el mismo papel, su asiento, una
toalla, etc.

 Pueden cambiar este paso para el final de la rutina.


 Permitirle que salga antes y ustedes jalar la cadena.
 Anticiparle siempre cuando se le va a jalar al baño.
Le da miedo  Dejar que la puerta esté abierta antes de jalar la cadena.
jalar la  Puede permanecer en la puerta o del otro lado del baño
cadena cuando vaya a jalarse la cadena.
 Cuenten números para hacerlo, anticipando la tarea o
mientras está el ruido del agua.

Reacciona  Procuren regular la cantidad de objetos, adornos y otros


alterado a materiales que no sean indispensables para el baño y que
sonidos, puedan ser distractores.
objetos,  Quiten aromatizantes, plantas, cuadros, y otros objetos que
olores o detonen la conducta de su hijo.
texturas  Tengan a la mano objetos que lo calman o le dan seguridad.

Se niega a  Intenten que use el pañal sobre el calzón.


 Procuren que use el calzón por periodos específicos, por
que se le
ejemplo durante una actividad, e ir prolongando el tiempo con
quite el pañal este para que vaya tolerando no tener el pañal puesto.

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 Pueden darle ustedes el papel.
 Tener cortados pedazos en una canasta de la cantidad exacta
para usar.
Juega con
 Poner en el papel marcas que le permitan identificar la
papel
cantidad adecuada para cortarlo.
higiénico  Poner un modelo de referencia en la pared para que él
compare y pueda medir el largo que debe usar.
 Usen toallitas húmedas.

Juega con  Distráiganlo, ofrezcan algún objeto o juego de su interés.


sus genitales  Ayúdenlo a continuar con el siguiente paso de la rutina.

 Usen otros materiales que le sean más agradables, prueben


con diferentes marcas de papel higiénico o toallitas húmedas.
 Consideren cuentos, historias o videos donde los personajes
pasen por esto y expliquen por qué es importante asearse.
Se resiste a
 Usen muñecos para desensibilizar, que él juegue a hacer lo
que lo limpien
mismo con ellos.
 Anticípenle lo que harán y háganlo paso a paso con
delicadeza, que se acostumbre al papel y a la sensación hasta
que pueda tolerarla.

 Ayúdenlo a seguir los pasos de la rutina, que se acostumbre


a completarlos hasta lavarse las manos.
Sale  Añadan como paso dentro de la rutina que se vea en el espejo
para revisar que está listo para salir.
desvestido
 Coloquen apoyos visuales como recordatorios para evitar la
del baño conducta, marcando la imagen con un tache o círculo rojo para
que él comprenda que no es adecuado salir sin estar
completamente vestido.

No lograr  Pueden utilizar colorante para el agua para lograr llamar su


hacer pipí atención y que se mantenga viendo la taza mientras hace pipí.
dentro de la  Coloquen pedazos de papel u objetos desechables a los que
taza deba “atinarle” para orientarlo y mantenerse atento.

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Anexo 2

Registro de frecuencia

Material tomado directamente del documento “Orientaciones para el control de


esfínteres.”, Región de Murcia Consejería de Educación, Formación y Empleo.

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Anexo 3
Registro de resultados

Material tomado directamente del documento “Orientaciones para el control de


esfínteres.”, Región de Murcia Consejería de Educación, Formación y Empleo.
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Anexo 4

Secuencia de la rutina para usar el baño

Material elaborado por Red de Atención a la Neurodiversidad con imágenes de


ARASAAC.

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