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CONTROL DE

ESFÍNTERES

UNIVERSIDAD POPULAR AUTÓNOMA DE VERACRUZ

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

ESTUDIO DE CASO

PARA ACREDITAR LA MATERIA DE PSICOLOGÍA DE LA


INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA IMPARTIDA POR LA
PSICÓLOGA REYNA ISABEL CONTRERAS RUIZ

PRESENTADO POR CYNTHIA VANELLY VÉLEZ


SANDOVAL

ABRIL DE 2023
INTRODUCCIÓN

El control de esfínteres supone el paso de un comportamiento reflejo


automático a una conducta voluntaria y controlada. Por eso, es
importante acompañar a los más pequeños de la casa en este
proceso.

Es conveniente que antes de iniciar la educación de esfínteres, el


niño tenga algunas nociones del esquema corporal para poder seguir
instrucciones básicas, además de entender lo que es la micción o la
defecación y poder decir esas palabras. De esta forma, la
comunicación es más fácil y sencilla. En el segundo año de vida, el
niño inicia la percepción de sensaciones y va adquiriendo la
capacidad de impedir la micción; es decir va conociendo el control de
los esfínteres.

También hay que tener en cuenta que de los 2 a los 5 años el niño
aprende a inhibir la micción y posponerla hasta el
momento adecuado; es decir, adquiere la continencia diurna y la
nocturna. La mayoría de niños logran el control de esfínteres diurno
entro los 2 y los 3 años, y el nocturno antes de los 5 años. Una vez
conseguido el control de esfínteres durante el día, se pasa a retirar el
pañal de la noche definitivamente.
ANTECEDENTES

Erikson (1950) identificó el periodo entre los 18 meses y los tres años
como la segunda etapa del desarrollo de la personalidad , autonomía
frente a vergüenza y duda, la cual se caracteriza por un cambio del
control externo al autocontrol . Una vez que salieron de la infancia
con un sentido de confianza básica en el mundo y una incipiente
conciencia de sí mismos, los niños empiezan a sustituir el juicio de
sus cuidadores por el suyo propio. La virtud que emerge en esta
etapa es la voluntad . El entrenamiento en el control de esfínteres es
un paso importante hacia la autonomía y el autocontrol.

Freud pensaba que las primeras tres etapas (de los primeros años
de vida) eran cruciales para el desarrollo de la personalidad.
Afirmaba que si los niños reciben muy poca o demasiada gratificación
en cualquiera de estas etapas, corren el riesgo de sufrir una fijación
, que es una detención del desarrollo que puede manifestarse en la
personalidad del adulto . Una persona que en la niñez padeció un
control de esfínteres demasiado riguroso podría fijarse en la etapa
anal , en la cual la principal fuente de placer es el movimiento de los
intestinos. Tal persona podría convertirse en alguien obsesivamente
limpio, atado rígidamente a horarios y rutinas o ser
provocadoramente desordenado.

Es importante conocer el desarrollo normal del control de esfínteres


para evitar sufrimientos innecesarios y, a veces, malos hábitos que
luego son muy difíciles de quitar. La edad en que los niños adquieren
el control de esfínteres es muy variable. El momento de quitar el
pañal al niño es muchas veces motivo de preocupación para los
padres cuando ven que sus hijos son más lentos que otros niños o
que tardan más de lo que ellos quisieran en mantenerse secos.

Las preocupaciones o la ansiedad (celos, hospitalizaciones, excesiva


disciplina, discusiones domésticas) pueden retrasar la adquisición del
control e incluso provocar su pérdida si lleva poco tiempo establecido.

El control de las heces se suele adquirir antes que el de la orina. Por


regla general, las niñas adquieren antes el control de esfínteres que
los niños.

La mayoría de los niños alcanzan la maduración:

• Para el control diurno: entre los dos y los tres años.

• Para el control nocturno: sobre los 5 años.

El momento en que cada niño consigue la maduración del sistema


nervioso va a ser determinante para conseguir el control de
esfínteres. Cada uno lo realizará a una edad determinada, lo mismo
que no todos los niños empiezan a andar o a hablar a la misma edad.
También puede haber situaciones que harán que el niño tarde más o
menos en conseguirlo. Cualquier situación que suponga tensión o
ansiedad puede retrasar el control de esfínteres.

Algunas pautas a seguir son las siguientes:

1. Favorecer conductas y hábitos relacionados con el autocuidado

Además de ser una conducta, el control de esfínter es un hábito que


significa dar un paso de la dependencia a la independencia; lo que a
su vez se acompaña de otros hábitos que también permiten la
socialización (como el vestirse solos, lavarse los dientes, ducharse,
comunicarse, etc.). Por eso, si tenemos la intención de estimular el
control de esfínter, es útil favorecer también otros hábitos
relacionados con la independencia y el autocuidado.

2. Modelamiento y preparar las condiciones del espacio

El modelamiento es una de las estrategias más populares en la


psicología cognitivo-conductual y consiste básicamente en servir de
modelo a otra persona, para ayudarle a adquirir una conducta. En
este sentido, hay que enseñarle al niño cómo y en dónde se orina y
se defeca. Esto lo podemos hacer directamente los adultos, pero
también podemos apoyarnos en materiales didácticos, como los
cuentos. Así mismo es importante asegurarnos de que los niños
tienen un espacio acondicionado a su tamaño, y ponerles ropa que
se puedan quitar con facilidad. A partir de ahí es útil invitarlos poco a
poco a sentarse en el orinal en momentos específicos (justo después
de las comidas, al despertarse o antes de dormir); así como hacerlos
partícipes en su propio cambio de pañal (por ejemplo pedirles que
tomen ellos mismos los pañales limpios, las toallas húmedas, la ropa,
etc.).

3. No presionar

Es necesario tener bien presente que los niños y niñas tienen


diferentes ritmos y que asimilan las situaciones de formas también
distintas. Transmitirles tranquilidad y calma es uno de los métodos
más eficaces.

Es común que cuando el proceso inicia se presenten periodos de


incontinencia, en los cuales hay que evitar regañarlos. En el mismo
sentido hay que tener presente que pueden adquirir primero el control
de esfínter diurno, por lo que debemos ser pacientes si durante la
noche el proceso es más lento. En el mismo sentido evitar
comparaciones como “tu hermano controló mucho antes”, o frases
como ”eres un meón”, ya que esto genera angustia y retrasa aún más
el proceso. Si lo que queremos es que se sientan responsables sobre
su propia higiene no es necesario regañarlos o castigarlos, podemos
hacerlo de otras maneras.
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

El control de esfínteres es una parte muy importante en el desarrollo


del infante, tanto en el ámbito físico, como en el desarrollo cognitivo,
emocional e incluso social; es un parteaguas de su independencia y
la diferencia entre un niño pequeño a un niño mayor, lo que causa
validación a su persona y planta en él, el autocuidado.

La manera en que el niño llega al control de esfínteres puede


determinar rasgos conductuales en él, al igual que puede o no tener
retrocesos durante el proceso.

Al ser una acción que el niño pueda sentir y controlar, pasa a ser un
proceso que necesita de paciencia por parte de los cuidadores y de
toda la atención posible.

Los procesos de gratificación en exceso pueden no ser lo más viable,


pues aunque el control de esfínteres es un tanto imitación y otro tanto
condicionamiento, el fin de este es que la satisfacción de lograrlo sea
propia y no por motivos externos.
JUSTIFICACIÓN

El estudio de caso se ha realizado a un varón que lleva por nombre


Miguel H.V., de 2 años 7 meses de edad, miembro de una familia de
4 hijos, siendo este el hijo número 3, primer varón de los 4 hermanos
antecediendo a un hijo varón de 8 meses.

La madre y el padre han optado por iniciar el proceso de control de


esfínteres luego de dar por aceptada su relación con el hermano
recién nacido, pues anteriormente se había intentado sin dar
resultados, ya que no había presentado la comunicación de sus
necesidades.

Como primer etapa de este proceso, cuenta la madre del pequeño


que lo llevó a elegir su nica; esta situación se acompañó de una
pequeña explicación de lo que era y para qué servía, de igual manera
acondicionó un espacio en el baño para que fuera su propio sanitario.
De la misma manera fue la selección de su ropa interior, con
personajes que al pequeño le llamaron la atención, pasó de usar
pañalero a utilizar únicamente su ropa interior y short o pantalones
fáciles de bajar y subir, así como, también usar sandalias
antiderrapantes y fáciles de utilizar.

En el día uno de su entrenamiento para control de esfínteres, al


despertar se le retiró el pañal y se le explicó el por qué de esa acción
aunado a lo que él debía hacer para no tener accidentes. Se logró la
micción y la evacuación en los horarios que ya tenía establecidos.
Aunque se le puso pañal en la siesta de la tarde reporta su mamá
que no hizo del baño en él, al despertar de la siesta el pequeño pidió
ir al baño y con ayuda de mamá para bajar su ropa, él se sentó y
miccionó. Por la noche se le volvió a poner pañal y a la mañana
siguiente no estaba sucio, se repitió la acción del día anterior. Una
semana transcurrió de la misma manera.

Sin embargo, al llegar al día 6 del proceso de control de esfínteres


comenzó a tener “accidentes” por lo que los padres optaron por
hablar con él y explicarle que era un niño mayor, que podía seguir
haciendo sus necesidades en la nica y modificaron su rutina diaria,
donde se implementaron más espacios de juegos “pasivos” para que
el pequeño tuviera la oportunidad de parar el juego e ir a hacer sus
necesidades, también se implementaron canciones para que él
reconociera la sensación de ir al sanitario. Se regularon las salidas a
la calle y en cada ocasión pertinente se le preguntaba si necesitaba
ir al sanitario.

En todo este proceso se ha logrado que el niño vaya solo al baño la


mayor parte del día y que pida apoyo sólo en algunas ocasiones.

Este proceso ha traído consigo que el pequeño comience a vestir y


desvestir la parte de abajo solo, a tratar de limpiarse igualmente solo
después de cada evacuación y a realizar otras actividades de aseo
por su propia cuenta, como el lavado de dientes y manos, también el
poner su ropa mojada en la lavadora e ir por alguna jerga si llega a
tener un accidente. Los padres comunican que la evacuación la ha
logrado realizar en sanitarios que no son sólo el de él, que comunica
la necesidad y pide apoyo cuando le es necesario.
OBJETIVO DEL ESTUDIO

El cliente recurrió a la asesoría psicológica después del día 8 en


control de esfínteres con su hijo, pues fue aquí donde empezaron a
haber inconvenientes y accidentes.

En primera parte, el cliente quería una solución rápida al problema,


sin embargo, al mostrar el esquema mental del niño de 2 años con 7
meses, comprendió que este sería un proceso que necesitaba tener
constancia, apoyo mutuo y seguimiento para obtener los resultados
esperados.

Al comprender el punto anterior, su objetivo se tornó en la


comunicación y organización familiar que tendrían que realizar para
no caer en la presión hacia el niño y poder lograr avances.
TRATAMIENTO DEL PROBLEMA

El desafío principal en este control de esfínteres fue la integración de


la familia como un equipo para poder alcanzar el objetivo para con el
pequeño. De igual manera, implementar estrategias que fueran
viables para ambos padres, sus horarios y diferentes ocupaciones.
Una de las estrategias implementadas en esta parte del proceso, fue
la realización de una bitácora, donde se anotó la cantidad de veces
que el niño iba en promedio al baño por día y lo que en ese momento
evacuaba. Seguido de esto, se realizó un horario, que pudieran tener
ambos padres, para observar en qué momento debía llevar a cabo
cierto juego pasivo donde al niño se le preguntaba si tenía la
necesidad de ir al baño y si la respuesta era “no” los padres debían
comentar que avisara cuando quisiera ir al baño.

En este caso, la madre es la principal figura de acompañamiento que


tiene el niño y con ella se trabajó la rutina diaria del pequeño, la
tolerancia a la frustración y el desapego para dejar que el pequeño
realizara acciones por sí mismo.

Por otro lado, al padre se le asignaron tareas a realizar con el


pequeño para que fuera su segunda persona de confianza en
acompañarlo al baño, estas tareas fueron, la inclusión en el proceso
de control de esfínteres, enseñarle a limpiar sus genitales al terminar
de evacuar y nombrarlos de la manera adecuada. También fue
importante comunicarle la importancia de mostrarle al niño sus
errores sin llegar al regaño o a la recriminación respecto a los
accidentes que había tenido el pequeño.
INSTRUMENTOS UTILIZADOS

Este proceso del control de esfínteres del pequeño de 2 años 7


meses, no sólo se centro en el acompañamiento para dejar el pañal,
sino, también en brindar herramientas que los padres podrán utilizar
en diversas situaciones que se irán presentando en su hijo.

Una de estas herramientas que les ayudarán para lo que resta el


camino de la crianza es la tolerancia a la frustración, que irá dando
inteligencia emocional tanto a padres como al pequeño, pues en esta
se dan pautas para buscar solución al problema que está generando
situaciones de frustración.

El trabajo que se realizó en conjunto con los padres del pequeño, fue
acompañado de los acuerdos que ellos ya habían fijado con el niño
al inicio del control de esfínteres. Estos son, si llega a tener un
accidente, debe limpiar el lugar donde ensució con la ayuda de mamá
o papá, colocar la ropa sucia en la lavadora y buscar su ropa limpia
para ponérsela, si llega a necesitar ayuda debe pedirla. También, se
asignó la lectura de un cuento cuando ocurriera un accidente, el
cuento se llama “Pipí popo | Dejar el pañal” y se encuentra en
YouTube. De igual manera, se aumentó la toma de líquidos en el niño
para provocarle ganas de ir al baño con más frecuencia y así él pueda
reconocer la sensación que esto genera en su cuerpo.
CONCLUSIÓNES

Este estudio de caso ha llegado a su fin después de guiar, regular y


dar seguimiento por 7 días consecutivos a los padres de Miguel H.V.

Se puede concluir qué la atención brindada por los padres hacia el


pequeño ha dado como resultado un avance significativo en el control
de esfínteres.

Es importante mencionar que el acompañamiento resulta ser


adecuado cuando éste se realiza bajo el consentimiento Y la
participación activa de los padres. Cabe recalcar que las estrategias
Implementadas fueron comunicadas con anterioridad a los padres
para adecuarlas a la rutina y el desarrollo que ya viene manejando el
niño en su dinámica familiar.

Las dinámicas elaboradas en este estudio de caso quedan abiertas


para futuros casos a trabajar, pues como se ha mencionado
anteriormente, se deben adecuar a la dinámica del niño o niña y de
los padres o cuidadores.

Personalmente, los resultados han sido los esperados, el trabajo en


equipo y la evolución en cuanto a la comunicación entre padres y el
pequeño ha sido gratificante y en gran escala avanzó a comparación
de como iniciaron. Se agradece la participación de la familia H.V. para
la realización de este estudio de caso, pues no solo se acompañó al
pequeño en el proceso, también se trabajó con la mamá y el papá
para desarrollar los roles que tendrían que ejecutar en esta
adaptación para dejar el pañal y para hacer posible el avance notorio
en cuanto al control de esfínteres de su hijo.
ANEXOS

Entrevista realizada a los padres de Miguel H.V.

Mamá

1. ¿Qué resultados pretende obtener con el seguimiento


psicológico en cuanto al control de esfínteres de su hijo?
-Que sepa distinguir entre pipí y popo
-Que se sienta seguro de ir al baño acompañado y en su debido
tiempo solo
-Que sepa que no pasa nada si llega a tener accidentes
2. ¿Cree que haya algún inconveniente en este proceso?
-Espero que no, pero si lo hay espero que podamos resolverlo
en conjunto.
3. ¿Cuál?
-Tal vez que se sienta presionado o juzgado si no puede
hacerlo.
4. ¿Cómo definiría la relación que tiene con su hijo?
-Muy cercana, es muy apegado a mí y hasta cierto punto, yo a
él.
5. Mencione 3 habilidades que crea son necesarias para dejar el
pañal que tiene su hijo.
-Sabe poner y quitar su ropa.
-Ha comenzado a decir más palabras.
-Sabe cuando su pañal está sucio.
Papá

1. Qué resultados pretende obtener con el seguimiento


psicológico en cuanto al control de esfínteres de su hijo?
-Que avise para llevarlo al baño.
-Que ya no use pañal en la noche.
-Que sepa ir al baño.
2. ¿Cree que haya algún inconveniente en este proceso?
-No.
3. ¿Cuál?
-Ninguno.
4. ¿Cómo definiría la relación que tiene con su hijo?
-Buena
5. Mencione 3 habilidades que crea son necesarias para dejar el
pañal que tiene su hijo.
-Es muy inteligente.
-Es independiente.
-Sabe cuando está sucio su pañal.
Encuesta realizada a los padres de Miguel H.V. al terminar el
acompañamiento psicológico.

Mamá

1. ¿Los resultados obtenidos cubren su expectativas?


-Si
-No
2. ¿Fueron prácticas las herramientas proporcionadas para el
control de esfínteres?
-Si
-No
3. De una opinión abierta en cuanto a los resultados obtenidos.

Papá

1. ¿Los resultados obtenidos cubren su expectativas?


-Si
-No
2. ¿Fueron prácticas las herramientas proporcionadas para el
control de esfínteres?
-Si
-No
3. De una opinión abierta en cuanto a los resultados obtenidos.
BLIBLIOGRAFÍA

Garza-Elizondo R. Control de esfínteres.

Acta Pediatr Mex. 2020;41(1):40-2.

DOI: http://dx.doi.org/10.18233/APM41No1pp40-421974

http://repositorio.ug.edu.ec/handle/redug/14363

https://repositorio.uta.edu.ec/handle/123456789/37362

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