Está en la página 1de 8

Aprendizaje por motivación

La motivación hacia el estudio es un proceso general por el


cual se inicia y se dirige una conducta hacia el logro de una
meta en aras de elevar el aprendizaje en una asignatura, a
partir de lograr la motivación hacia el mismo.
La actividad del profesor y sus relaciones con el alumno se
convierten en elemento motivacional. La muestra de apatía,
las decisiones injustas e incluso una presencia personal
inadecuada no estimulan al alumno e influye negativamente
en su estado de ánimo. Por el contrario, la actividad del
profesor ha de caracterizarse por su disposición ante el
trabajo, su trato afable y firme, por introducir medidas para
animar a sus alumnos, por brindar la ayuda oportuna a los
que presentan dificultades.

La forma de orientación, ejecución y control del aprendizaje


en cada asignatura propicia una forma determinada de
vínculo de los educandos con el sistema de contenidos que
están en la base del desarrollo de los procesos y propiedades
cognitivas y que adquieren para ellos un determinado sentido
psicológico.

El profesor crea un tipo determinado de interrelación con sus


educandos y entre ellos. A través de su lenguaje verbal y
extraverbal y su estilo de comunicación transmite y modela un
tipo de clima de relación social e interpersonal en el aula, las
sutilezas de su actuación pueden ser percibidas.
Cuando los estudiantes tienen la posibilidad de indagar, de
confrontar criterios y puntos de vista, se acrecienta su interés
por aprender y esto contribuye a desarrollar motivaciones
más profundas intensivas hacia el aprendizaje y una mayor
implicación de los mismos en el Proceso Docente Educativo,
los alumnos asumen mayor responsabilidad en su propio
aprendizaje. Se percatan de que sólo pueden aprender si lo
hacen por sí mismos, si se implican activa y voluntariamente
en el proceso.

¿Qué es la motivación en el aprendizaje?


Si te dedicas al sector de la enseñanza seguro sabrás que
tener una actitud motivadora es muy importante para los
estudiantes. En verdad, es difícil transmitir algo si no te
sientes cómodo con tu trabajo. Por lo tanto, es recomendable
que disfrutes de tu profesión para que tus alumnos adquieran
conocimientos que les queden para toda la vida.

La motivación en el aprendizaje puede variar a lo largo del


curso escolar. Sin embargo, con un poco de herramientas
didácticas y materiales interactivos, puedes ayudar a superar
las dificultades que forman parte del camino hacia la meta.
No hay que olvidar que la motivación también implica
esfuerzo y constancia. Sin duda, la motivación en el
aprendizaje será determinante y evidenciará la evolución de
cada estudiante.
No obstante, no solo el profesor es el que debe realizar una
labor estimulante. Sin lugar a duda, padres y madres también
deben aportar empeño a esta tarea. Por ejemplo, pueden
establecer un diálogo frecuente con el profesor para que les
indique las mejores formas de aterrizar la motivación en casa.
O, pueden poner en común, padres y profesores, información
sobre posibles cambios de conducta observados en la
motivación del niño. Así se sabrá cómo fortalecer el potencial
del alumno.

La motivación como estrategia


Como hemos dicho, la motivación engloba varios aspectos.
En el ámbito de la educación se refiere, principalmente, a
factores que incitan a los alumnos a prestar atención a los
profesores. Esto se traduce en interés por peguntar y aclarar
dudas que se les presenten durante el proceso. Al igual que
en participar de forma activa en la dinámica de la clase,
proponer actividades y estudiar con técnicas certeras.

En verdad, es fácil notar cuando alguien tiene motivación en


el aprendizaje pues investiga, experimenta y aprende por
descubrimiento. Por un objetivo constructivo y significativo.
Definitivamente, presentar una conducta motivada por
aprender, según las capacidades de cada uno, es una puerta
a un sin fin de posibilidades académicas.
Para que el proceso de aprendizaje sea óptimo, es necesario
que exista una motivación interna y externa de parte del
alumno. Ambas suelen interiorizarse y reflejarse a través de
la observación y la imitación de sus sectores educativos. Por
ejemplo, profesores, alumnos, familias y personal
administrativo. En un ambiente fuera de este entorno los
aspectos socio-culturales serán una gran influencia para el
estudiante. En este caso podemos encontrar sus relaciones
interpersonales con sus amigos.,

En los procesos de aprendizaje la pieza fundamental para


motivar al estudiante es el profesor, junto con los papás y las
mamás. Como docentes hay que saber que debe darse una
predisposición por parte del alumnado para que quieran
aprender. De no ser así, por más esfuerzo que se haga como
agentes motivadores, será muy complicado que el estudiante
responda. Sin embargo, también resulta básico el uso de
herramientas y estrategas motivadoras adaptadas a las
necesidades, gustos e intereses de alumnos y alumnas.
¿Cómo motivar a los alumnos para el aprendizaje desde
casa?
Una buena forma de motivar a los hijos a estudiar es
establecer hábitos positivos desde las primeras etapas. Así
vemos que poner hábitos de estudio adecuados para cada
edad es determinante. De acuerdo con esto, la rutina es un
punto clave para que los alumnos adapten un tiempo al
espacio de tareas y deberes.

Pero, ¿cómo pueden motivar padres y madres a sus hijos en


la enseñanza? Estas son algunas pautas para lograrlo, ¡toma
nota!:

Establecer un horario habitual para estudiar.


Disponer de una zona de estudio que sea adecuada en
iluminación, tranquilidad y orden.
Transmitir a hijos e hijas el ejemplo de la motivación en su
rutina. Por ejemplo, mostrarles motivación del trabajo diario
puede ser una enseñanza muy ilustrativa con la que guiar a tu
hijo o hija. Y es que tan importante es la motivación en el
proceso de aprendizaje como la motivación en el trabajo.
Motivar el aprendizaje es una tarea que debe estar presente
en todos los aspectos de la vida del estudiante. Así, niñas y
niños también estarán motivados en sus actividades
extraescolares. Algo que puede ayudar en el alumno es que
se apunte a aquellas actividades que le gustan, así tendrá
más capacidad de iniciativa.
Determinar espacios o actividades de mayor motivación. Esto
será una compensación frente a otros aspectos de la rutina
que pueden ser más desmotivantes.

¿Cuál es el papel de la motivación?


Al ser profesional tienes la oportunidad tanto de motivar como
de motivarte para seguir aprendiendo. Un aspecto importante
y que es necesario que sea constante en la formación
académica. Por lo tanto, la motivación para el aprendizaje es
un aspecto inevitable.

Gracias a la innovación tecnológica en el aula, los incentivos


están muy presentes por medio de distintas metodologías. En
la infancia existe un ejemplo de recurso que eleva la
motivación en el aprendizaje: el juego. Los niños disfrutan y
se entretienen en torno a una actividad y, a la vez, aprenden.
Por todo ello, puedes observar la influencia que la motivación
tiene en las distintas etapas de la vida académica. Un alumno
motivado persevera en la consecución de nuevas metas y
esta experiencia también reforzará su autoestima.
Factores que inciden en el interés del alumno
El entusiasmo del profesor, el clima que reina en la clase, las
buenas relaciones entre los miembros, alumnos y profesor o
entre los mismos alumnos, el gusto por acudir a clase, etc.
Unos alumnos también pueden influir en otros, positiva o
negativamente, la referencia a lo real, relacionar lo que se
enseña con el mundo real, los hechos y experiencias del
alumno, el reconocimiento del esfuerzo que desarrollan los
alumnos, evitando la censura o animando a la mejora.

Variación de estímulos
La metodología didáctica y las nuevas tecnologías son
suficientemente ricas en posibilidades como para que el
profesor ponga en funcionamiento sus mecanismos de
creatividad y pueda variar los estímulos, las actividades y las
situaciones de aprendizaje con la frecuencia que cada
alumno o grupo necesite. Cambiar de actividad, hacer
participar, preguntar, hacer prácticas o ejercicios, cambiar de
grupo o lugar, etc., ayudan a captar el interés o mejorar la
atención.

Que el aprendizaje sea significativo


Un objetivo o actividad es significativa, cuando significa algo
para el alumno, cuando se ve en ella alguna utilidad o cuando
entretiene o divierte.
Tener posibilidades de éxito
El éxito anima, el fracaso desanima. Hay alumnos que saben
de antemano de su fracaso, y no ponen ningún interés en su
aprendizaje. Una evaluación animosa por parte del profesor
es eficaz.

También podría gustarte