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plazo determinado, con objetivos académicos y formativos predeterminados. A corto plazo, sirven para que
el alumno practique lo que vio en clase o realice actividades que por su naturaleza no pueden hacerse en
el aula y también para que desarrolle sus habilidades creativas y su juicio crítico cuando realice prácticas
de estudio e investigación. A largo plazo, sirven para que el alumno mejore en su rendimiento escolar,
aprenda a aprender, forme hábitos de estudio y de trabajo personal y colectivo, supere sus problemas de
aprendizaje y sea más responsable en su vida adulta.
Pero estas deben ser en su medida justa y deben complementar lo aprendido en clase, conectando al
chico con el contexto que lo rodea.
tareas positivas aquellas que sirvan para incentivar el desarrollo de las destrezas de los alumnos. Por
ejemplo tomar un párrafo de un libro, de un periódico, de una revista, y señalar algunos conceptos que les
llamen la atención para explicarlos en clase, o hacer resúmenes de dichos párrafos, o ampliarlos con sus
propios conceptos.
llevar a clase interrogantes (porqués), y entre todo el grupo dar respuestas. Y…muchas más situaciones
que ayuden a que el alumno se forme como persona, que reflexione, intuya, deduzca, analice.
De esta manera, los padres, al llegar al hogar, participarán en la tarea de sus hijos -eso es necesario-
pero desde otro punto de vista: el de darse cuenta del desarrollo de su niños, comprobar, mediante lo que
ellos fueron capaces de realizar solos (sus competencias), que las tareas sí están cumpliendo su finalidad,
cual es la de que el niño se vincule personalmente al saber y desarrolle su creatividad.
Sirven para reforzar y cumplimentar lo aprendido en clase, ayudando a conectar lo aprendido con el
mundo cotidiano que lo rodea.
Sirven para construir conceptos o dudas que puedan ampliarse luego en el aula, de manera colaborativa
con los docentes y demás compañeros.
Incluyen tecnología: Los chicos hoy en día se encuentran conectados. Utilizar esta tendencia tecnológica
para incentivar el aprendizaje es una buena estrategia.
Es una actividad que no toma el tiempo que debe ser dedicarse a otras actividades esenciales como jugar,
hacer deporte, arte, entre otras.
Generan independencia: las tareas serán de gran utilidad si el chico de a poco puede hacerlas solo,
afianzando la seguridad en sí mismo.
Que apuesten a la creatividad o utilización de nuevas tecnologías: escuchar una canción, buscar algún
texto que se relacione con lo visto en clase en una revista o blog de su interés, charlar con algún familiar
sobre alguna experiencia.
Que sean introducción a una clase presencial más interesante: Cambiar el paradigma y aprovechar el
trabajo en hogar para generar mayor curiosidad en el chico y que esto desemboque en una estrategia
de aula inversa que sea más atractiva para los chicos.
La tarea escolar debe ser el resultado de un análisis, programación y evaluación apropiados para
seguir generando en el alumno la confianza en su exigencia y aportación al proceso de enseñanza
aprendizaje. Revisar, registrar, evaluar y retroalimentar la tarea escolar desgasta al docente a
veces innecesariamente para cumplir con dicha actividad (Salazar Troncoso, 2014).
Para considerarse adecuadas, las tareas escolares deben ser moderadas y atractivas, meditadas por el
estudiante, graduales según la edad y su avance, oportunas, y aptas para su disfrute (Alarcón Ganem, et
al., 2007, p. 150).
Pertinencia: Es decir, de acuerdo con la edad, con la planificación didáctica, con la accesibilidad al
recurso.
Planificación: No pueden ser improvisadas. Deben estar alineadas a los objetivos y ser congruentes con
los conocimientos desarrollados en el aula; desafiantes y consensuadas con los demás docentes del curso
o clase.
Cantidad: La dosificación de las tareas es importante, tomar en cuenta los espacios de recreación y
deportivas de los estudiantes, así como la afectación en la convivencia familiar.
Bien planeadas ayudan a mejorar el nivel de aprendizaje del grupo y de cada alumno.
Favorecen la comunicación con los padres ya que permiten al maestro conocer el tipo de ayuda que le dan
los padres a sus hijos
Tener presente que son trabajos de apoyo al proceso educativo y no un recurso didáctico.
Considerar el grado, asignatura y oportunidades que ofrezca el medio, así como las actividades familiares,
recreativas y condiciones económicas para asegurar su realización.