Está en la página 1de 20

DESTREZAS PARA UNA VIDA DE PAZ

A DONDE VOY
1.- Definir el problema: elaborar una lista de dudas, pros y contras sobre las distintas carreras, el
estilo de vida que se desea y las características que se buscan en una carrera. Estos criterios pueden
guiar el proceso.
2.- Establecer un plan de acción: preparar un plan para atender las dudas. Por ejemplo, si se piensa
que el diseño gráfico no está bien remunerado, se puede concertar una cita con un diseñador para
preguntarle.
3.- Conocer los valores: ordenar las posibles carreras, o características de carreras, dando prioridad a
las más acordes con los valores personales.
4.- Conocer aptitudes: evaluar las competencias propias con relación a las competencias requeridas
para la carrera. Por ejemplo, si al joven no se le da bien el dibujo, probablemente se sentirá
frustrado si estudia arquitectura.
5.- Conocer el autoconcepto: incluir el desarrollo de la autoestima y el autoconcepto en la enseñanza
para tomar decisiones basadas en lo que el joven o la joven realmente quiere, cree, siente y piensa.
6.- Conocer la personalidad: tener en cuenta las características personales del joven y su potencial
de desempeño para hacer una orientación alineada con su individualidad.
7.- Conocer el rendimiento escolar: identificar las calificaciones con relación a las exigencias de la
profesión.
8.- Explorar el mundo laboral y las posibilidades de emprendimiento: investigar para conocer a
algunos profesionales interesantes y buscar oportunidades de negocios para emprender.
9.- Descubrir riesgos en la decisión: explorar los posibles riesgos de estudiar cada carrera y las
actitudes para afrontarlos.
10.- Eliminar alternativas y decidir: evaluar pros, contras y posibles resultados.

El país en que se vive: juega un papel importante en el futuro profesional de la persona. Determina
las necesidades, tendencias y oportunidades de desarrollo a nivel económico, político, social y
cultural.
La familia: El ámbito familiar tiene una gran influencia en:
 La profesión que los padres eligieron, o aquellas que siempre quisieron ejercer y no
pudieron, o las expectativas que tienen para sus hijos.
 La relación que se tiene con los padres. Esta afecta a la formación de la personalidad y del
autoconcepto como individuo y como ser social, y, por ende, a los gustos, intereses y camino
vocacional.
Aspectos socioculturales: La sociedad impone exigencias o presiones, explícitas o implícitas, que
influyen en la elección de una vocación. Por ejemplo, existen países o culturas en las que
únicamente las carreras tradicionales se consideran valiosas.
Las relaciones sociales: La relación del adolescente con sus compañeros y amigos se basa a menudo
en intereses y actividades compartidas. Las opiniones y actividades de los amigos influyen en las
decisiones de los jóvenes.
EXPRESIONES PREVIAS: (Condiciones y vivencias).

El orientador apoya al joven en su búsqueda personal como individuo y como ciudadano. Le invita a
conocerse a sí mismo, a través de las experiencias que ha tenido, para poder abordar el futuro.

SITUACIONES PRESENTES: (Familiares, comunitarias, del país y del mundo).

El orientador facilita la reflexión y conocimiento sobre el medio en el que se desarrolla el joven,


vinculándolo con los recursos y deseos personales.

EXPECTATIVAS FUTURAS: (Tendencias de las profesiones, expectativas y deseos).

El orientador invita al joven a imaginar su futuro, a identificar sus dudas e interrogantes y a


preguntarse quién quiere ser y qué quiere hacer. Para ello, tiene en cuenta lo cambiante que es el
mercado laboral y prevé cómo podría ser más adelante.

LA GLOBALIZACIÓN: (Ventajas y oportunidades).

El orientador promueve una cultura de ciudadanía global y de destrezas transferibles que prepare a
los jóvenes para un mundo en el que las empresas buscan el mayor beneficio a través de nuevos
productos, lugares y mercados, sin las barreras de la ubicación.
EJEMPLO: Un joven muy activo no se sentiría nada motivado con un trabajo rutinario de oficina,
pero sí con otros en los que las tareas sean menos repetitivas como, por ejemplo, autor de guías de
turismo, médico o bombero.

ACTITUD: La actitud es la forma de responder pensando, sintiendo y actuando.

APTITUD: La aptitud es la capacidad de aprendizaje o de adquisición de habilidades de la persona


(Salkind, N., 2008).

INTERÉS: El interés es la inclinación o afinidad de la persona hacia algo o alguien.


R-ealista (Dinámica) Estas personas prefieren los trabajos físicos o que se realizan con las manos,
estar al aire libre, manejar instrumentos o máquinas, interactuar con animales, etc.

I-nvestigativo (Pensadora) Estas personas son introspectivas e inquisitivas. Prefieren profesiones


científicas relacionadas con problemas teóricos.

A-rtístico (Creadora) Estas personas emplean los sentimientos, la intuición y la imaginación. Se


interesan por las abstracciones, la innovación y la espontaneidad.

S-ocial (Dispuesta a ayudar) Estas personas son generosas, empáticas, cooperadoras y solidarias,
prefieren trabajar en equipo, ayudar a los otros, impactar en la sociedad y enseñar.
E-mprendedor (Persuasiva) Estas personas tienen una actitud dominante, enérgica e impulsiva. Les
gusta influir en los otros, liderar, arriesgarse y competir.

C-onvencional (Organizador) Estas personas prefieren actividades prácticas, estructuradas y


organizadas. Valoran la precisión, son honestas y siguen las reglas.
¿PARA QUÉ SIRVE? El proyecto de vida sirve para vivir con las ideas más claras, tener mayor
entusiasmo y poner en marcha las acciones necesarias para hacer realidad los sueños.
¿CÓMO SE ELABORA? El joven o la joven deben:
Escribir su autobiografía: experiencias, éxitos y fracasos, personas importantes en su vida, etc.
Hacer un perfil de su personalidad.
Crear una línea del tiempo: hoy, en seis meses, en un año, en tres, en cinco, en diez.
Crear un plan de acción, teniendo en cuenta las siguientes preguntas:
 ¿Cuál es mi realidad?
 ¿Qué tengo?
 ¿Qué necesito?
 ¿Qué puedo hacer?
 ¿Qué voy a hacer?
¿Para qué sirve? Sirve para…
Concertar entrevistas de trabajo.
Resaltar las habilidades, logros y experiencia laboral.
Distinguirse del resto de candidatos en un proceso de contratación.

¿Cómo se hace? Habitualmente, se redacta en orden cronológico. Es decir, las experiencias laborales
más recientes se ponen en primer lugar, seguidas de las más antiguas.

Para redactarlo hay que…


 Ir “al grano”: no es necesario incluir sujetos o pronombres, sino frases activas, breves y
enfocadas a resultados y logros concretos.
 Escribir, como máximo, dos páginas.
 Utilizar un tipo de letra profesional y sencilla, con un tamaño entre 10 y 12 puntos.
 Usar verbos activos al inicio de cada frase. Por ejemplo: contribuí, coordiné, lideré,
desarrollé, investigué, etc.

También podría gustarte