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ENSAYO ANALÍTICO
Cuatrimestre: I
Sin duda, la comprensión de las dinámicas que se relacionan con el diseño curricular sirve como
punto de partida para el análisis que sigue sobre la administración y evaluación del currículo
como componente de la gestión y planificación educativa. Es fundamental revisar los pasos o
fases que componen este proceso y su organización para poder administrar o evaluar
adecuadamente un currículo.
La administración educativa tiene interacción con las ocupaciones que hacen los competidores
del proceso educativo con el deseo de mejorarlo. En las ocupaciones que se hacen tienen la
posibilidad de enumerar el promover el trabajo colegiado, tener en cuenta las propiedades y
necesidades de los relacionados, etc.; podría decirse que 3 líneas clave para la evaluación de la
administración educativa, en la mayor parte de las naciones, son: cobertura, eficiencia y calidad
educativa.
Para tener en cuenta que la administración procura la cobertura, eficiencia y calidad se tienen que
examinar los procesos, como el de entrenamiento metodológico grupo en el cual se vinculan los
recursos organizativos; otro proceso es el sistema de trabajo donde se garantice la organización,
misma que es imprescindible para poder hacer la calidad y eficiencia; y un tercer proceso es la
evaluación interna, externa y autoevaluación. Se necesita examinar el procedimiento científico
que asegura la vinculación de dichos procesos y recursos para llegar a la evaluación sistémica de
la administración educativa.
Gestión de recursos.
Tendencia a la optimización.
Toma de elecciones.
En resumen, la evaluación de administración sirve para tener una mejor gestión de tiempos y
recursos, detectar las debilidades y fortalezas, tomar elecciones, detectar las necesidades, hacer
adecuaciones, etc. Además, pretende conservar y/o mejorar el grado de competencias y
capacidades por medio del diseño de actividades concretas, que permitan hacer los planes de
entrenamiento y capacitación de forma particulares que favorezcan el aprendizaje del estudiante.
No es posible por consiguiente definir las pautas y/o políticas que delimiten el control, la
ejecución o la evaluación del currículo y el diseño curricular sin antes conocer a fondo su
estructura y su composición. En este sentido, Arnaz (1981) propone que, la construcción del
currículo desarrolla las siguientes fases esenciales:
1. Tiene que ser asumido y desarrollado por la comunidad educativa, ya que en ella se
legitima la autonomía institucional y el compromiso de todos sus miembros.
2. Debe ser entendido como una actividad diagnóstica que ofrezca posibilidades de mejora
de las practicas curriculares.
3. Tiene que ser holístico y retroalimentador, es decir que su aplicación tenga incidencia en
la totalidad de componentes del currículo y en las practicas institucionales, aunque
enfatice en actividades formativas y etnográficas.
4. Debe implicar la utilización de técnicas de recogida y análisis de datos contextualizadas,
especialmente desde el enfoque cualitativo, sin renunciar a los datos estadísticos propios
de una perspectiva cuantitativa.
5. Deberá ser sistemáticamente contrastado con la realidad, para poder atender los cambios
en la misma que lleven a planteamientos innovadores del modelo.
6. En instituciones democráticas y abiertas los procesos evaluativos deben ser iniciados por
los profesores de las propias instituciones educativas (p.109).
En la evaluación curricular hay 2 puntos para tener en cuenta que aportan información de enorme
relevancia y son respectivamente la efectividad y la eficiencia del currículo. Para evaluar dichos
2 puntos, la evaluación curricular se enfoca a partir de una visión interna y externa.
1. Dimensión social:
2. Dimensión técnica:
3. Dimensión política:
4. Dimensión cultural:
5. Dimensión prospectiva:
La inclusión de un modelo de contexto que represente las situaciones que identifican entidades,
permite la captura de información adicional que puede ser aprovechada por mecanismos de
razonamiento, los cuales contienen datos propios del dominio y ambiente de ejecución.
Asimismo, el modelo de contexto propuesto para la gestión del currículo está basado en
información contextual, que a su vez componen las situaciones contextuales propias del proceso.
Así pues, el modelo facilita el razonamiento basado en inferencias sobre un proceso específico.
Referencias
Arnaz, J. (1981). Guía para Ja elaboración de un perfil del egresado. Revista de educación
superior, vol. 1 O, núm. 4 (40).