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GUIA PARA EL EXAMEN DE MEMUCO

TEMA 1. EL PAGO
GLOSARIO
Intuitu personæ: Hace referencia a aquellos actos o contratos en que la
identidad o determinadas características personales de una parte (o de ambas)
son factor determinante de su celebración.
Pago por consignación: Es una forma de extinguir las obligaciones, cuyo
propósito es permitir que el deudor cumpla incluso contra la voluntad del
acreedor
Cumplimiento coactivo: Consiste en la realización de la prestación debida o
entrega de la res debita en virtud de mandato judicial instado por el acreedor
demandante.
Ejecución forzada: Es la adecuación de medios para obtener en forma
efectiva el cumplimiento de las obligaciones del deudor o la correspondiente
responsabilidad.
Acreedor quirografario: Es aquel tipo de acreedor que requiere la entrega de
un bien, a modo de prenda, por parte del deudor. Este bien, por tanto, se
entrega a modo de garantía de la devolución inicial.
Deudor recalcitrante: Se emplea para calificar al individuo que se aferra a un
pensamiento o a una decisión, sin escuchar opiniones ajenas.
Acción Pauliana: Consiste en la pretensión concedida al acreedor para
impugnar actos de su deudor que pretende no pagar su deuda
Acción contra la simulación: Tiene por objeto que se destruya la apariencia,
quedando las cosas en su situación real
Acción oblicua: Es una acción o derecho propio del acreedor para proteger su
crédito, cuya finalidad es la de conservar el patrimonio del deudor ante la
inactividad de éste
Derecho de retención: Es la facultad que otorga la ley en casos concretos y
determinados al poseedor de un bien ajeno, para conservar esa posesión hasta
que el propietario le pague lo que le adeude
Teoría de los riesgos: Es una teoría con la cual se pretende establecer un
criterio adecuado para los fines del derecho y de las necesidades sociales de
nuestra época por medio del cual determinar cuál o cuáles son los
responsables de un daño ocasionado a una persona natural o jurídica que no
tenía por qué soportar.
Teoría de la rescisión: Es la acción de dejar sin efecto un contrato o acto
jurídico
Saneamiento por evicción: Es aquella obligación que tiene el vendedor de
responder frente a su comprador en caso de que tras haberle concedido el
bien, exista una privación del mismo
Consignación en pago: Es el ofrecimiento de pago y consignación del deudor
a favor del acreedor efectuado de forma voluntaria sin que medie juicio de
por medio.
Fenece: Dicho de una persona, 'morir' y, dicho de una cosa, 'acabarse o
desaparecer'.
Subrogación: La subrogación es el cambio de uno de los titulares en un
contrato
Consentimiento presunto: Es aquel que el titular del interés no puede otorgar,
expresa o tácticamente, por encontrarse impedido para ello, pero que, dadas
las circunstancias, debe presumir que habría dado de estar en situación de
hacerlo.
Gestión anormal: Es fruto de un hecho ilícito, dejando muy lejos el verdadero
sentido de gestión de negocios.
Sustancia del pago: El objeto del pago
Deuda líquida: Aquella cuya cuantía se haya determinado o puede
determinarse dentro del plazo de nueve días
Bien fungible: Los bienes fungibles son cosas de carácter mueble y
reemplazable, que se agotan con su uso y por lo tanto no puede hacerse un
uso adecuado de ellos sin consumirlos (como el dinero).
Oneroso: Que incluye o implica conmutación de prestaciones recíprocas, en
oposición a lo lucrativo.
Cuantía: Es el valor de las cosas que se disputan en un litigio
Prorrata: Cuota o parte proporcional que toca a cada uno de lo que se reparte
entre varios.
Iuris tantum: Presunción solo de derecho que ordena admitir como probado en
juicio un hecho, mientras no se tenga prueba de lo contrario
Término suspensivo: Es el término de cuya llegada se hace depender que la
relación obligatoria sea exigible. Por tanto, aunque el deudor esté vinculado al
acreedor, éste no puede exigirle la prestación hasta cumplirse el plazo
Nominalismo: El alcance de una obligación monetaria se define de acuerdo
con la suma de la unidad nominal, incluida en ella. La ley no tiene en cuenta los
cambios de valor, ni el valor externo en sus relaciones con las monedas
extranjeras ni el valor interno medido por su poder adquisitivo
Teoría valorista/realista: Enfoque teórico moderno que considera que la
magnitud de una obligación monetaria no está definida por una suma nominal
de unidades de dinero, sino por el valor involucrado en esas unidades de
dinero.
Mutuatario: Persona que recibe una cosa a cambio de otra, especialmente
bajo contrato.
Valor intrínseco: Precio teórico o valor fundamental de un activo,
Valor nominal: Es el valor que su propietario le atribuye a un bien

Introducción
Existen consecuencias comunes a toda obligación tales como:
 El pago o cumplimiento y sus efectos extintivos de la deuda
 El derecho del deudor a pagar mediante la consignación o depósito en pago
 El derecho del acreedor a obtener un cumplimiento coactivo
 La ejecución forzada
Ante la vulnerabilidad del acreedor quirografario hay efectos protectores:
 La acción Pauliana
 La acción contra la simulación
 La acción oblicua
 El derecho de retención
Ante la generación de consecuencias por parte de obligaciones recíprocas:
 La teoría de riesgos
 La teoría de rescisión
 La excepción de contrato no cumplido
Con los efectos particulares de las obligaciones traslativas de cosas:
 El saneamiento por evicción
 El saneamiento por vicios ocultos

1. El pago
Es el cumplimiento de la obligación, cualquiera que sea el propósito de esta.
Se paga al dar una determinada cosa, prestar servicios u observar la
abstención producto de una obligación, pudiendo ser estas obligaciones de dar,
de hacer o de no hacer.
El pago es el efecto normal de toda obligación y por consecuencia la forma
natural de extinguir dicha obligación. Con este la relación jurídica muere y se
agota con su cumplimiento.
ARTÍCULO 2240. Entiéndase por pago o cumplimiento la entrega del bien o la
prestación del hecho que sea objeto de la obligación.
ARTÍCULO 2241. En las obligaciones de no hacer, el pago de las mismas es la
abstención del hecho que constituye su objeto.
2. ¿Quién puede pagar?
Cualquier persona puede pagar, a excepción de las obligaciones concertadas
en consideración a la persona del deudor o sus habilidades particulares (intuitu
personae) en las cuales el cumplimiento debe realizarse sólo por el obligado.
Estas obligaciones son más comunes de encontrarse en las que tienen como
propósito hacer.
Por ejemplo; si contratas a un cirujano para que te realice un procedimiento
médico, este cirujano será el deudor y por ende quien debe realizar la
prestación de hecho, tú no permitirías que otro lo hiciera por él en su lugar, ni
tú podrías ser forzado a aceptarlo.
ARTÍCULO 2244. El pago debe ser hecho por el mismo deudor o por su
representante.
ARTÍCULO 2253. La obligación de prestar un hecho se puede cumplir por persona
distinta del deudor, salvo que se hubiere pactado que la cumpla personalmente el
mismo obligado, o que se hubieren elegido los conocimientos especiales de éste o sus
cualidades personales.

3. Pago efectuado por un tercero


El pago realizado por un tercero genera consecuencias:
a) El pago del tercero con interés jurídico en el cumplimiento de la obligación
provoca la subrogación o sustitución del acreedor por el tercero que paga,
quien toma el sitio de aquél en la relación jurídica.
 ARTÍCULO 2246. El pago puede ser hecho por cualquier otra persona,
que no sea el deudor ni los representantes de éste, y que tenga interés
jurídico en el cumplimiento de la obligación.
b) El pago también puede hacerse por un tercero no interesado en el
cumplimiento de la obligación que obre con consentimiento expreso o
presunto del deudor. Extingue la obligación y tiene el efecto del mandato.
 ARTÍCULO 2247. Puede pagar una persona distinta del deudor, que obre
con consentimiento expreso o presunto de éste, y que no tenga interés en
el cumplimiento de la obligación.
c) El pago del tercero, ignorándolo el deudor, extingue la obligación y
además tiene los efectos de una gestión de negocios.
 ARTÍCULO 2248. Puede hacer el pago un extraño a la obligación
ignorándolo el deudor o contra la voluntad de éste.
 ARTÍCULO 2249. En el caso del artículo 2247, se observarán las
disposiciones relativas al mandato, si el pago se hizo con consentimiento
expreso del deudor, o las relativas a la gestión de negocios si sólo hubo
consentimiento presunto.
d) El pago del tercero contra la voluntad del deudor tiene las características
de una gestión anormal cuando aprovecha al dueño o de un hecho ilícito si
no lo aprovecha.
 ARTÍCULO 2248. Puede hacer el pago un extraño a la obligación
ignorándolo el deudor o contra la voluntad de éste.
4. ¿A quién se debe pagar?
Al acreedor o a aquél señalado por la ley para recibir el pago en su nombre o
en su lugar.
En ocasiones el acreedor ha sido desapoderado de su crédito y el pago no
debe hacerse al acreedor sino a quien está facultado legalmente para poseer el
crédito.
ARTÍCULO 2245. El pago debe hacerse al acreedor o a su representante.
ARTÍCULO 2256. El pago hecho de buena fe al que estuviese en posesión del crédito,
liberará al deudor.
ARTÍCULO 2257. No será válido el pago hecho al acreedor por el deudor, después de
habérsele ordenado judicialmente la retención de la deuda.

En otros casos el verdadero acreedor es desconocido y existe un acreedor


aparente, conocido; el pago efectuado de buena fe a este surtirá plenos efectos
liberatorios para el deudor.
Por ejemplo; El pago realizado al heredero aparente.

5. ¿Qué se debe pagar?


La cosa, hecho o abstención que es el propósito de la obligación, así como el
total de ella. Este principio es el de la identidad en la sustancia del pago.
El acreedor no puede ser obligado a recibir algo diverso de aquello que es
objeto de la obligación, aunque fuera de mayor valor. Tampoco puede ser
forzado a recibir solamente parte del objeto de la obligación si este se debe
entregar totalmente.
El pago parcial es posible:
a. si así se convino
b. si una parte es líquida y la otra no
ARTÍCULO 2240. Entiéndase por pago o cumplimiento la entrega del bien o la
prestación del hecho que sea objeto de la obligación.
ARTÍCULO 2241. En las obligaciones de no hacer, el pago de las mismas es la
abstención del hecho que constituye su objeto.
ARTÍCULO 2260. El pago deberá hacerse del modo que se hubiere pactado, y
nunca podrá hacerse parcialmente sino en virtud de convenio expreso o tácito, o
de disposición de la ley.
ARTÍCULO 2261. Cuando la deuda tuviere una parte líquida y otra ilíquida, podrá
exigir el acreedor y hacer el deudor el pago de la primera sin esperar a que se
liquide la segunda.
6. ¿Cuándo se debe pagar?
Depende de lo que se haya pactado o no el momento del pago. Si se estipuló
cuándo, será exigible en la oportunidad convenida, ya sea en el acto, al
vencimiento del plazo suspensivo o al vencimiento de la condición suspensiva.
ARTÍCULO 2262. El pago se hará en el tiempo designado en el contrato, exceptuando
aquellos casos en que la ley permita o prevenga expresamente otra cosa.
ARTÍCULO 2263. Si no se ha fijado el tiempo en que deba hacerse el pago y se trata
de obligaciones de dar, no podrá el acreedor exigirlo sino después de los treinta días
siguientes a la interpelación que se haga al deudor, ya judicialmente, ya en lo
extrajudicial, ante notario o ante dos testigos.

Tratándose de obligaciones de hacer, el pago debe efectuarse cuando lo exija


el acreedor siempre que haya transcurrido el tiempo necesario para el
cumplimiento de la obligación.

7. ¿Dónde debe efectuarse el pago?


1. En donde se haya convenido. Si hubiere varios domicilios mencionados, el
acreedor elige.
2. A falta de convenio, en el domicilio del deudor. Sin embargo, si se trata de
pago relativo a un inmueble, el pago deberá hacerse en este y, si se refiere
al precio de alguna cosa, deberá hacerse en el sitio en que se entrega esta.
ARTÍCULO 2266. Por regla general el pago debe hacerse en el domicilio del deudor,
salvo que las partes convinieren otra cosa, o que lo contrario se desprenda de las
circunstancias, de la naturaleza de la obligación o de la ley.
Si se han designado varios lugares para hacer el pago, el acreedor puede elegir
cualquiera de ellos.

ARTÍCULO 2267. Si el pago consiste en la tradición de un inmueble o en prestaciones


relativas a un inmueble, deberá hacerse en el lugar donde éste se encuentre.
Si el pago consistiere en una suma de dinero como precio de algún bien enajenado,
deberá ser hecho en el lugar en que se entregó el bien, salvo que se designe otro
lugar.

8. Gastos del pago


Estos gastos van por cuenta del deudor, salvo pacto en contrario.
ARTÍCULO 2268. Los gastos de entrega del bien debido serán de cuenta del deudor si
no se hubiera estipulado otra cosa.
El deudor que después de celebrado el contrato mudare voluntariamente de domicilio,
deberá indemnizar al acreedor de los mayores gastos que haga por esta causa para
obtener el pago.
De la misma manera el acreedor debe indemnizar al deudor cuando debiendo hacerse
el pago en el domicilio de aquél, cambia voluntariamente de domicilio.

El deudor que después de celebrado el contrato mudare voluntariamente de


domicilio, deberá indemnizar al acreedor de los mayores gestos que haga por
esta causa para obtener el pago. De la misma manera el acreedor debe
indemnizar al deudor cuando debiendo hacerse el pago en el domicilio de
aquél, cambia voluntariamente de domicilio.

9. Requisitos de un pago válido


El pago debe hacerse con una cosa propia. Si se paga con una ajena, el pago
es nulo, a menos que se trate de dinero u otra cosa fungible que fuere
consumida de buena fe por el accipiens.
ARTÍCULO 2269. No es válido el pago hecho con bien ajeno; pero si el pago se
hubiere hecho con una cantidad de dinero u otro bien fungible ajeno, no habrá
repetición contra el acreedor que lo haya consumido de buena fe.

10. Imputación del pago


Cuando el deudor tuviere varias deudas frente a un mismo acreedor, y todas
ellas tuvieren el mismo objeto fungible, el deudor puede declarar, al momento
de pagar, a cuál de las deudas desea atribuir o imputar el pago efectuado. Si el
deudor descuida hacer la imputación, la ley aplicará a la deuda más onerosa el
pago efectuado, o a la más antigua si todas fueren igualmente onerosas. Si son
tan onerosas y antiguas, a todas ellas se aplicará el pago en proporción a su
cuantía, a prorrata. Es más onerosa la deuda que sea más gravosa para el
deudor, ―la más desventajosa económicamente― y es más antigua la que fue
primeramente exigible.
ARTÍCULO 2275. El que tuviere contra sí varias deudas en favor de un solo acreedor,
podrá declarar, al tiempo de hacer el pago, a cuál de ellas quiere que éste se aplique.
ARTÍCULO 2276. Si el deudor no hiciere la referida declaración, se entenderá hecho
el pago por cuenta de la deuda que le fuere más onerosa entre las vencidas. En
igualdad de circunstancias, se aplicará a la más antigua, y siendo todas de la misma
fecha, se distribuirá entre todas ellas a prorrata.
ARTÍCULO 2277. Las cantidades pagadas a cuenta de deudas con intereses, no se
imputarán al capital mientras hubiere intereses vencidos y no pagados, salvo convenio
en contrario.

11. Presunciones del pago


De gran utilidad práctica, la ley establece varias presunciones juris tantum:
a) La posesión del título del crédito, por el deudor, hace presumir el pago
de la deuda constante en aquél.
b) El pago del capital hace presumir el pago de los intereses, a menos que
se hiciere reserva expresa de los mismos.
c) La demostración del pago del último abono, a una deuda de tracto
sucesivo, hace presumir el pago de las pensiones anteriores
d) ARTÍCULO 2271. Cuando la deuda es de pensiones que deben satisfacerse
en periodos determinados, y se acredita por escrito el pago de la última, se
presumen pagadas las anteriores.
e) ARTÍCULO 2272. Cuando se paga el capital sin hacerse reserva de réditos, se
presume que éstos están pagados.
f) ARTÍCULO 2273. La entrega del título hecha al deudor hace presumir el pago
de la deuda constante en aquél.
g) ARTÍCULO 2274. Ninguna de las presunciones establecidas en los tres
artículos anteriores opera si hay prueba en contrario.

12. El pago de deudas de dinero


El objeto del pago. El nominalismo y el valorismo.
Si el objeto de las obligaciones es dinero, el deudor deberá cumplirlas
entregando dinero en su integridad.
Pero si el pago debe hacerse a cierto plazo (término suspensivo) ¿Bastará que
se entregue la suma nominal de dinero referida en la obligación? O ¿El deudor
deberá entregar una cantidad que represente el valor real de la cifra concebida
en la obligación?
Ejemplo: Tú diste en mutuo cien mil pesos en el año 2015 para devolverlos en
el año 2021. Al cumplir la obligación de restituir ¿Bastará que te entreguen la
suma nominal citada? O por el contrario en vez de ello ¿Será necesario que te
devuelvan una cantidad de dinero que equivalga al valor real de los cien mil
pesos que diste?
El problema admite ambas soluciones, según la tesis que se sustente: si te
deben restituir sólo la cifra concebida en su cuantificación nominal es que se ha
aceptado el nominalismo.
Si la obligación se extiende a restituir una suma cuyo poder de compra
equivalga al que tenía la cantidad mutuada cuando se constituyó el préstamo,
suficiente para adquirir los bienes que la suma mutuada representaba en el
cambio al celebrarse el mutuo, se postula la teoría valorista o realista.
ARTÍCULO 2798. El mutuo, o préstamo de consumo, es un contrato por el cual el
mutuante se obliga a transferir la propiedad de una suma de dinero o de otros bienes
fungibles al mutuatario, quien se obliga a devolver otro tanto de la misma especie y
calidad.

13. Los diversos valores del dinero


1. Puede tener valor intrínseco, si la materia con la cual ha sido elaborado
posee por sí utilidad o propiedad para el cambio por otros bienes; las
monedas de plata de 100 pesos acuñadas en 1976 pronto se cotizaron en
un precio superior a su valor nominal.
a. La moneda de oro llamada centenario tiene alto valor intrínseco (su
valor reside en sus componentes metálicos) no obstante está fuera
de circulación como dinero con valor en curso estable o creciente;
su valor nominal cuando circuló era de cincuenta pesos.
2. Tiene valor en curso, que es su poder liberatorio real en el cambio, su
valor adquisitivo en un momento dado: se trata de un valor reflejo, no
intrínseco, derivado de una realidad económica.
3. Tiene un valor nominal, que es el que se le asigna el Estado y queda
representado en una cifra numérica.
Artículos
ARTÍCULO 2240. Entiéndase por pago o cumplimiento la entrega del bien o la
prestación del hecho que sea objeto de la obligación.
ARTÍCULO 2241. En las obligaciones de no hacer, el pago de las mismas es la
abstención del hecho que constituye su objeto.
ARTÍCULO 2244. El pago debe ser hecho por el mismo deudor o por su
representante.
ARTÍCULO 2245. El pago debe hacerse al acreedor o a su representante.
ARTÍCULO 2246. El pago puede ser hecho por cualquier otra persona, que no sea el
deudor ni los representantes de éste, y que tenga interés jurídico en el cumplimiento
de la obligación.
ARTÍCULO 2247. Puede pagar una persona distinta del deudor, que obre con
consentimiento expreso o presunto de éste, y que no tenga interés en el cumplimiento
de la obligación.
ARTÍCULO 2248. Puede hacer el pago un extraño a la obligación ignorándolo el
deudor o contra la voluntad de éste.
ARTÍCULO 2249. En el caso del artículo 2247, se observarán las disposiciones
relativas al mandato, si el pago se hizo con consentimiento expreso del deudor, o las
relativas a la gestión de negocios si sólo hubo consentimiento presunto.
ARTÍCULO 2253. La obligación de prestar un hecho se puede cumplir por persona
distinta del deudor, salvo que se hubiere pactado que la cumpla personalmente el
mismo obligado, o que se hubieren elegido los conocimientos especiales de éste o sus
cualidades personales.
ARTÍCULO 2256. El pago hecho de buena fe al que estuviese en posesión del crédito,
liberará al deudor.
ARTÍCULO 2257. No será válido el pago hecho al acreedor por el deudor, después de
habérsele ordenado judicialmente la retención de la deuda.
ARTÍCULO 2260. El pago deberá hacerse del modo que se hubiere pactado, y nunca
podrá hacerse parcialmente sino en virtud de convenio expreso o tácito, o de
disposición de la ley.
ARTÍCULO 2261. Cuando la deuda tuviere una parte líquida y otra ilíquida, podrá
exigir el acreedor y hacer el deudor el pago de la primera sin esperar a que se liquide
la segunda.
ARTÍCULO 2262. El pago se hará en el tiempo designado en el contrato, exceptuando
aquellos casos en que la ley permita o prevenga expresamente otra cosa.
ARTÍCULO 2263. Si no se ha fijado el tiempo en que deba hacerse el pago y se trata
de obligaciones de dar, no podrá el acreedor exigirlo sino después de los treinta días
siguientes a la interpelación que se haga al deudor, ya judicialmente, ya en lo
extrajudicial, ante notario o ante dos testigos.
ARTÍCULO 2266. Por regla general el pago debe hacerse en el domicilio del deudor,
salvo que las partes convinieren otra cosa, o que lo contrario se desprenda de las
circunstancias, de la naturaleza de la obligación o de la ley.
Si se han designado varios lugares para hacer el pago, el acreedor puede elegir
cualquiera de ellos.
ARTÍCULO 2267. Si el pago consiste en la tradición de un inmueble o en prestaciones
relativas a un inmueble, deberá hacerse en el lugar donde éste se encuentre.
Si el pago consistiere en una suma de dinero como precio de algún bien enajenado,
deberá ser hecho en el lugar en que se entregó el bien, salvo que se designe otro
lugar.
ARTÍCULO 2268. Los gastos de entrega del bien debido serán de cuenta del deudor si
no se hubiera estipulado otra cosa.
El deudor que después de celebrado el contrato mudare voluntariamente de domicilio,
deberá indemnizar al acreedor de los mayores gastos que haga por esta causa para
obtener el pago.
De la misma manera el acreedor debe indemnizar al deudor cuando debiendo hacerse
el pago en el domicilio de aquél, cambia voluntariamente de domicilio.
ARTÍCULO 2269. No es válido el pago hecho con bien ajeno; pero si el pago se
hubiere hecho con una cantidad de dinero u otro bien fungible ajeno, no habrá
repetición contra el acreedor que lo haya consumido de buena fe.
ARTÍCULO 2271. Cuando la deuda es de pensiones que deben satisfacerse en
periodos determinados, y se acredita por escrito el pago de la última, se presumen
pagadas las anteriores.
ARTÍCULO 2272. Cuando se paga el capital sin hacerse reserva de réditos, se
presume que éstos están pagados.
ARTÍCULO 2273. La entrega del título hecha al deudor hace presumir el pago de la
deuda constante en aquél.
ARTÍCULO 2274. Ninguna de las presunciones establecidas en los tres artículos
anteriores opera si hay prueba en contrario.
ARTÍCULO 2275. El que tuviere contra sí varias deudas en favor de un solo acreedor,
podrá declarar, al tiempo de hacer el pago, a cuál de ellas quiere que éste se aplique.
ARTÍCULO 2276. Si el deudor no hiciere la referida declaración, se entenderá hecho
el pago por cuenta de la deuda que le fuere más onerosa entre las vencidas. En
igualdad de circunstancias, se aplicará a la más antigua, y siendo todas de la misma
fecha, se distribuirá entre todas ellas a prorrata.
ARTÍCULO 2277. Las cantidades pagadas a cuenta de deudas con intereses, no se
imputarán al capital mientras hubiere intereses vencidos y no pagados, salvo convenio
en contrario.
ARTÍCULO 2798. El mutuo, o préstamo de consumo, es un contrato por el cual el
mutuante se obliga a transferir la propiedad de una suma de dinero o de otros bienes
fungibles al mutuatario, quien se obliga a devolver otro tanto de la misma especie y
calidad.

RESUMEN
TEMA 2. OFRECIMIENTO DE PAGO EN
CONSIGNACION
GLOSARIO
Pago por consignación: Es una forma de extinguir las obligaciones, cuyo
propósito es permitir que el deudor cumpla incluso contra la voluntad del
acreedor
Extrajudicial: Que se hace o se trata fuera de la vía judicial.
Convenir: Llegar [una persona] con otra a un acuerdo en cierto asunto.
Consignación: Señalar o poner por escrito una cosa para dejar constancia de
ella, generalmente de manera formal o legal.
Actuario: Profesional de la ciencia actuarial que se ocupa de las repercusiones
financieras de riesgo e incertidumbre, proporcionan evaluaciones de expertos
de sistemas de garantía financiera, con especial atención a su complejidad, sus
matemáticas y sus mecanismos.
Adscribir: Hacer figurar algo entre lo que corresponde a una persona o a una
cosa
Comparecer: Presentarse [una persona] en un lugar donde ha sido convocada
o donde ha quedado con alguien.
Vía incidental: Es un proceso especial de cognición que tiene por objeto
facilitar el desarrollo de un proceso principal mediante la aclaración de
cuestiones planteadas en el mismo y que ameritan su resolución dentro de un
proceso especial.
Notario público: El notario es un profesional del Derecho, investido de
fe pública por el Estado, que brinda seguridad jurídica y certeza en los actos y
hechos de los que da fe
Edicto: Mandato, decreto publicado con autoridad del príncipe o del
magistrado
Expedir: Despachar, extender por escrito, con las formalidades
acostumbradas, bulas, privilegios, reales órdenes, etc.
Exhorto: Despacho o comunicación que libra un juez a otro de igual categoría
para que ordene dar cumplimiento de lo que se le pide.

1. Introducción
El ofrecimiento de pago en consignación es un procedimiento mediante el cual
se concede al deudor la facultad de liberarse de una obligación mediante la
entrega de prestación debida a favor del acreedor, en el caso en que este se
rehúse a recibir el pago o no pueda hacerse de manera segura y liberatoria.

2. Casos en que procede


1. El acreedor se niega a recibir el dinero, cosa diversa o servicios debidos.
2. El acreedor se resiste a entregar un justificante del pago.
3. El acreedor es desconocido.
4. El acreedor se encuentra fuera de la localidad o cuyo paradero se
ignora.
5. El acreedor tiene un derecho al cobro dudoso o incierto.
6. El acreedor es incapaz, por lo que el deudor no quiere correr los riesgos
de un pago anulable.

3. Procedimiento
1) El procedimiento de pago por consignación consiste, en primer lugar, en
el ofrecimiento del pago en forma extrajudicial para conocer si existirá la
negativa por parte del acreedor, o alguna de las otras circunstancias
mencionadas anteriormente.
2) Después, el deudor podrá presentarse ante un juez ofreciéndole pagar y
pidiéndole que cite al acreedor el día y hora que él señale y que así
mismo, el acreedor comparezca a recibir la cosa o la cantidad debida o
en su caso, a verificar que esta ha sido depositada aún si se niega a
recibirla.
3) El juez deberá atender a esta solicitud, notificando al acreedor para que
manifieste lo que a su derecho convenga y, posteriormente, que el juez
determine si aprueba o no la consignación.
4) La notificación es hecha por medio del actuario adscrito. Si en dicha
diligencia el deudor ofrece el pago y el acreedor acepta el mismo, se
habrá extinto la obligación con todos sus efectos, en caso de que se
niegue, el juez procederá a expedir una constancia de que el día y hora
señalada el acreedor no compareció o compareció, pero se negó a
recibir.
5) Con este certificado el deudor iniciará la vía incidental en el que se va a
discutir si el acreedor justificadamente se rehusó al pago o si tuvo razón
para no recibir, porque se haya violado el principio de exactitud en el
tiempo, lugar, forma o sustancia.

 Principio de exactitud en el tiempo


Cumplir con la obligación en el plazo convenido o a falta de plazo, a lo
dispuesto en el código civil para las obligaciones de dar o hacer
 Principio de exactitud en el lugar
Cumplir con la obligación en el sitio fijado en un acto jurídico o un contrato, a
falta de esta, estar a lo dispuesto por el código civil.
 Principio de exactitud en la forma
El pago deberá hacerse en el modo en que se hubiere pactado y nunca podrá
hacerse parcialmente salvo que el contrato lo estipule o la ley misma.
 Principio de exactitud en la sustancia
El deudor debe pagar entregando exactamente la cosa prometida realizando el
hecho material de la obligación.
El proceso puede realizarse también ante un notario público.
La consignación y el depósito podrán hacerse por conducto de un notario.
En este caso, la designación de depósito será hecha bajo la responsabilidad
del deudor.
El notario se limitará a hacer el ofrecimiento y expedir al deudor la certificación
respectiva. La substanciación de oposiciones del acreedor y declaración de
liberación deberá hacerse por el juzgador competente.

4. Actitudes posibles del acreedor y efectos de la consignación


El acreedor puede conducirse de diversas maneras:
 Comparece y recibe el objeto de la deuda
 Comparece pero se niega a recibirlo
 No asiste al día y la hora señalados por el juez
En la situación de permanecer obligado indefinidamente para cualquier
persona, es por esto que el deudor si bien tiene el deber de pagar, tiene
también el derecho de hacerlo, por lo tanto en la primer situación, la obligación
quedará extinta por satisfacer el pago.
Por otro lado, en las dos restantes no existe aún el cumplimiento liberatorio,
pues el acreedor no recibe la prestación y podría tener motivos legales para
resistirse a hacerlo
Si el acreedor fuere desconocido o incierto o cuyo domicilio se ignore, se le
citará por edictos, por el plazo designado por el juzgador.
Si el acreedor hubiere sido declarado ausente o requiere asistencia o
representación para el ejercicio de su capacidad jurídica, será citado su
representante legítimo.
El ofrecimiento de pago y consignación cuando el acreedor fuere conocido,
pero dudosos sus derechos, podrá hacerse con intervención judicial y bajo la
condición de que el interesado los justifique legalmente de acuerdo al código
procesal civil del estado.
Si se declarase fundada la oposición del acreedor para recibir el pago, el
ofrecimiento y la consignación se tendrán por no hechos. Si se desecha la
oposición, el juzgador aprobará la consignación y declarará que la obligación
queda extinta con la totalidad de sus efectos.

5. Oferta del pago de obligaciones de dar dinero


Si el objeto de la obligación es dinero, valores, alhajas o muebles o de fácil
conducción, la consignación se hará mediante entrega directa al juzgado o a
través de la exhibición de certificados de depósito expedidos por instituciones
de crédito autorizadas.
Si el bien es mueble de difícil conducción, la diligencia se practicará en el lugar
donde se encuentre, siempre que esté dentro del territorio de la jurisdicción; si
se encuentra afuera, se librará exhorto al juzgador correspondiente para que en
su presencia el acreedor reciba o vea depositar la cosa debida, citándosele
para tal efecto.
Si la consignación es de inmuebles bastará con que estos se pongan a
disposición del acreedor y se haga entrega de las llaves, dándose la posesión
por conducto del juzgado.

6. Ofrecimiento de pago de obligaciones de hacer


Tratándose de las obligaciones de hacer o bien de no hacer, en el pago por
consignación, el deudor puede ofrecer al acreedor su disposición de cumplir,
para arrojar sobre él, la responsabilidad de que no acepta el pago y poner en
evidencia su mora de recibir, el deudor puede incluso ofrecer asegurar dicho
cumplimiento prestando la debida garantía del mismo.

Artículos
Código Civil - Coahuila
ARTÍCULO 2283. El deudor tiene el deber de pagar, pero también el derecho
de hacerlo.
El acreedor se constituye en mora cuando sin motivo legítimo no recibe el pago
que se le ofrece legalmente, o no cumple cuanto es necesario a fin de que el
deudor pueda dar cumplimiento a la obligación.
ARTÍCULO 2284. El ofrecimiento de pago, seguido de la consignación del bien
debido, produce los efectos del pago y extingue la obligación, si aquél reúne los
requisitos que para el pago exige la ley.
ARTÍCULO 2285. Si el acreedor rehusare sin justa causa recibir la prestación
debida, o dar el documento justificativo del pago, o si fuere persona incierta, o
incapaz de recibir aquélla, podrá el deudor liberarse consignando el bien
debido, el cual se depositará judicialmente.
ARTÍCULO 2286. Si el acreedor fuere conocido, pero dudosos sus derechos,
podrá el deudor depositar el bien debido, con citación del interesado, a fin de
que justifique sus derechos por los medios legales.
ARTÍCULO 2287. El ofrecimiento y la consignación se harán en la forma y
términos que establezca el Código Procesal Civil.
ARTÍCULO 2288. Si el acreedor se opone a recibir el pago y el juez declara
fundada esa oposición, el ofrecimiento y la consignación se tienen por no
hechos.
ARTÍCULO 2289. Aprobada la consignación por el juez, la obligación queda
extinguida con todos sus efectos.
ARTÍCULO 2290. Si el ofrecimiento y la consignación se han hecho
legalmente, todos los gastos serán de cuenta del acreedor.
ARTÍCULO 2291. Son a cargo del acreedor la pérdida o deterioro del bien
puesto en depósito, en cumplimiento de lo dispuesto en los artículos 2285 y
2286
ARTÍCULO 2292. Mientras el acreedor no acepte la consignación, o no se
pronuncie sentencia sobre ella, podrá el deudor retirar del depósito el bien.
ARTÍCULO 2293. En el caso del artículo anterior subsiste la obligación y la
pérdida o deterioro del bien son a cargo del deudor.
ARTÍCULO 2294. Cuando se siga un juicio de rescisión de contrato por falta de
pago de prestaciones periódicas y el demandado se excepcione con base en
las consignaciones que de las mismas ha hecho, no será necesario que la
resolución relativa a la procedencia o improcedencia de dichas consignaciones,
o sobre si es o no fundada la oposición que en su caso llegará a hacerse valer,
se pronuncie en el juicio especial que a tales consignaciones corresponda, sino
en la misma sentencia que estudie el negocio en su conjunto y ponga fin al
juicio de rescisión.
Código Procesal Civil – Coahuila
ARTÍCULO 333. Si el acreedor rehusare, sin justa causa, recibir la prestación
debida, o dar el documento justificativo de pago, o si fuere persona incierta o
incapaz de recibir, podrá el deudor librarse de la obligación haciendo
judicialmente ofrecimiento de pago, seguido de consignación.
ARTÍCULO 334. Si el acreedor fuere cierto y conocido, el juzgador lo citará
para día, hora y lugar determinados, a fin de que reciba o vea depositar el bien
debido.
Si el bien fuere mueble de difícil conducción, la diligencia se practicará en el
lugar donde se encuentre, siempre que estuviere dentro del territorio de la
jurisdicción; si se encontrare fuera, se librará exhorto al juzgador
correspondiente para que en su presencia el acreedor reciba o vea depositar la
cosa debida, citándosele para tal efecto.
Si el bien fuere dinero, valores, alhajas o muebles de fácil conducción, la
consignación se hará mediante entrega directa al juzgado o a través de la
exhibición de certificados de depósito expedidos por instituciones de crédito
autorizadas.
Si la consignación fuere de inmuebles bastará que éstos se pongan a
disposición del acreedor y se haga entrega de las llaves, dándose la posesión
por conducto del juzgado.
En todos los casos anteriormente mencionados, si el acreedor no ha estado
presente en la oferta y depósito, el juzgador proveerá lo que estime oportuno
para la conservación de los bienes consignados, quedando facultado para
designar depositario si se requiere su intervención.
Si el bien debido debe ser consignado en el lugar en donde se encuentra y el
acreedor no lo retira ni lo transporta, el deudor podrá obtener del juzgador la
autorización para depositarlo en otro lugar.
Cuando el acreedor no haya estado presente en la oferta, el juzgador lo
mandará notificar de las diligencias con entrega de copia simple de ellas.
ARTÍCULO 335. Si el acreedor fuere desconocido o incierto o cuyo domicilio se
ignore, se le citará por edictos, por el plazo que designe el juzgador. La citación
se ajustará a las reglas previstas para el emplazamiento de las personas
inciertas o ignoradas. La diligencia se practicará en la forma prevista en el
artículo anterior.
Lo dispuesto en este artículo es aplicable cuando el ofrecimiento de pago y
consignación se hagan a persona cuyo domicilio se ignore.
ARTÍCULO 336. Si el acreedor hubiere sido declarado ausente de conformidad
con el Código Civil para el Estado de Coahuila o la Ley de Declaración Especial
de Ausencia para Personas Desaparecidas del Estado de Coahuila de
Zaragoza o requiriere asistencia o representación para el ejercicio de su
capacidad jurídica, será citado su representante legítimo y se procederá de
acuerdo con las reglas establecidas en los artículos anteriores, en lo
conducente.
ARTÍCULO 337. El ofrecimiento de pago y consignación cuando el acreedor
fuere conocido, pero dudosos sus derechos, podrá hacerse con intervención
judicial y bajo la condición de que el interesado los justifique legalmente de
acuerdo con las disposiciones anteriores.
ARTÍCULO 338. Cuando el acreedor en el acto de la diligencia o por escrito
antes de ésta, se rehusare a recibir el bien haciendo valer algún motivo de
oposición, el juzgador substanciará la oposición en la vía incidental.
Si se declarase fundada la oposición del acreedor para recibir el pago, el
ofrecimiento y la consignación se tendrán por no hechos. Si se desecha la
oposición, el juzgador aprobará la consignación y declarará que la obligación
queda extinguida con todos sus efectos.

RESUMEN

TEMA 3. EJECUCION FORZADA


GLOSARIO
Avenir: Poner de acuerdo a dos o más personas o partes enfrentadas.
Coercibilidad: Consiste en que la norma puede ser cumplida incluso en contra
de la voluntad de la persona
Coacción: Poder legítimo del derecho para imponer su cumplimiento o
prevalecer sobre su infracción.
Ordinariamente: Generalmente, por lo común.
Pugna: Enfrentamiento, una disputa o un altercado entre seres humanos,
grupos o entidades.
Vía de apremio: Procedimiento para efectuar la ejecución procesal o ejecución
forzada, la cual es la etapa final del proceso
Gravamen: Impuesto o carga que se aplica sobre un bien, riqueza o propiedad
que pertenece a una persona y para indicar que se encuentra comprometido.
Impracticable: Que no puede ser practicado o puesto en práctica.
Indemnización compensatoria: Comprenderá el valor de la suerte principal o
su equivalente en dinero, más los daños y perjuicios causados directamente
por el incumplimiento.
Numerario: Dinero en efectivo.
Cantidad líquida: Consiste en una suma de dinero
Requerimiento: Se caracteriza por el establecimiento o fijación al destinatario
y por parte del Juez de una obligación de hacer o una inactividad, que además
suele ir acompañada del oportuno apercibimiento con fijación de la
consecuencia legal para el supuesto de que se incumpla.
Liquidación: Se entiende la desvinculación de un patrimonio y su conversión
en dinero para entregarse a sus titulares
Promovente: Sujeto legitimado para accionar el proceso constitucional.
Nugatoria: Que burla la esperanza que se había concebido o el juicio que se
tenía hecho.
Mandamiento ejecutivo: Documento expedido por el juez por el que ordena al
demandado que cumpla la obligación en la forma pedida o en la que aquel
considere legal.
Contravención: Incumplimiento de un mandato, ley u otra norma establecida.

1. Introducción
Si el deudor cumple voluntariamente su obligación, esta se extingue por pago,
pero cuando no se aviene a respetar su compromiso, el acreedor puede
forzarlo a pagar con el auxilio de la fuerza pública. Es entonces que funciona el
mecanismo de la ejecución forzada.

2. Cumplimiento coactivo
Una de las características de la norma y la relación jurídica es la coercibilidad,
el poder que tiene el titular de un derecho de lograr el cumplimiento y la
satisfacción del mismo. La posibilidad de poner en movimiento a la autoridad
jurisdiccional para lograr, con auxilio, el respeto de la norma de derecho en los
casos en que el deudor se resista a cumplir, pese a la amenaza de la coacción,
la ejecución forzada por el juez se concreta ordinariamente previa sentencia
judicial que considere los puntos de vista de las partes en pugna.
ARTÍCULO 253. Los juzgadores, para hacer cumplir sus determinaciones,
podrán emplear de los siguientes medios de apremio, el que sea más eficaz:
I. Multa de veinte y hasta doscientos salarios mínimos generales, que se
duplicará en caso de reincidencia.
II. El auxilio de la fuerza pública, que deberá prestarse en el momento en que
sea solicitado.
III. El arresto hasta por treinta y seis horas, después de haberse aplicado la
medida a que se refiere la fracción I.
IV. La ruptura de cerraduras por orden escrita.
V. Cateo.
Si la falta de cumplimiento llegare a implicar la comisión de un delito, se
denunciarán los hechos a la autoridad competente.
Los secretarios y actuarios podrán solicitar directamente y deberá prestárseles
el auxilio de la fuerza pública, cuando actúen para cumplimentar una
determinación del juzgador.
En toda resolución que ordene a las partes y demás personas que intervengan
en el proceso, llevar a cabo uno o varios actos procesales determinados, el
juzgador deberá precisar el plazo o plazos dentro del cual deberán cumplir el
acto ordenado, con el apercibimiento de que, de no hacerlo, les impondrá el
medio de apremio que corresponda conforme a lo previsto en este artículo,
medio que también deberá indicarse en la propia resolución.

3. Ejecución en naturaleza por equivalente


En naturaleza: La ejecución se concreta proporcionando al acreedor el objeto
mismo de la obligación del deudor y entonces se dice que se ha logrado un
cumplimiento forzado en naturaleza.
Por ejemplo: El deudor estaba obligado a pagar mil pesos y el acreedor recibe
esta suma; el deudor estaba comprometido a entregar una cosa determinada y
el acreedor la recibe en su individualidad: o bien se proporciona a este el hecho
mismo que debía darle el deudor o la abstención que debería observar.
En ocasiones resulta imposible alcanzar el cumplimiento del objeto mismo de la
obligación, sobre todo cuando se requiere realizar un hecho o la cooperación
de un deudor renuente a pagar; en tales escenarios la ejecución concede al
acreedor un sustituto de aquel objeto.
Cumplimiento por equivalente: El dinero es el equivalente por excelencia. El
acreedor recibe una indemnización compensatoria del objeto de la obligación
incumplida por concepto de daños y perjuicios, porque el deudor incurrió en el
hecho ilícito del incumplimiento. La ejecución por equivalente es así una forma
de responsabilidad civil.
4. Obligaciones de dar
En las obligaciones de dar una suma de dinero, siempre es posible obtener la
ejecución forzada en naturaleza: como en el derecho existe el principio en el
que el deudor responde de sus obligaciones con la totalidad de su patrimonio,
el obligado a prestar una cantidad de dinero en efectivo que se resistiere a
hacerlo sufriría la ejecución sobre un patrimonio mediante un secuestro o
embargo de bienes, que al ser rematados permitirían disponer del numerario
indispensable para satisfacer al acreedor.

ARTÍCULO 923. Cuando se pida la ejecución de resoluciones que condenen al


pago de cantidades líquidas, se observarán las siguientes reglas:
I. La ejecución se iniciará con embargo de bienes del ejecutado, que se
practicará conforme a las reglas del Capítulo Tercero de este mismo Título.
II. Cuando se trate de ejecución de sentencias de condena y haya transcurrido
el plazo para el cumplimiento voluntario, no se hará el previo requerimiento
personal al obligado.

ARTÍCULO 925. Si la resolución cuya ejecución se pide no contiene cantidad


líquida para llevar adelante la ejecución, deberá previamente liquidarse
conforme a las siguientes prevenciones:
I. Si la resolución no contiene cantidad líquida, la parte a cuyo favor se
pronunció, al promover la ejecución, presentará su liquidación, de la cual se
dará vista por tres días a la parte condenada. Si ésta no la objetare dentro del
plazo fijado, se decretará la ejecución por la cantidad que importe, pero
moderada prudentemente por el juzgador, si fuere necesario; más si expresare
su inconformidad, se dará vista de las razones que alegue a la parte
promovente, por tres días, y de lo que replique, por otros tres días al deudor. El
juzgador fallará dentro de igual plazo lo que estime justo. Esta resolución será
apelable en el efecto devolutivo.
II. Cuando la resolución condene al pago de daños y perjuicios sin fijar su
importe en cantidad líquida, se hayan establecido o no en aquélla las bases
para la liquidación, el que haya obtenido a su favor la resolución presentará con
la solicitud, la relación de los daños y perjuicios y su importe.
De esta solicitud y relación, se correrá traslado al que haya sido condenado,
observándose lo previsto en la fracción anterior.
III. Igual regla que la contenida en las fracciones anteriores se observará
cuando la suma ilíquida proceda de frutos, rentas, intereses o productos de
cualquier clase.

5 Obligaciones de hacer o no hacer


En las obligaciones de hacer o no hacer es indispensable la colaboración del
deudor cuya decidida oposición al pago haría nugatoria toda compulsión
tendente a un cumplimiento en naturaleza. Aunque el juez posee la facultad de
imponerle medidas de apremio para hacerle acatar sus determinaciones,
medidas que van desde la multa hasta el Cateo con apoyo del artículo 253 del
Código de Procedimientos Civiles, la firme resistencia del obligado hará estéril
la coerción.

ARTÍCULO 253. Los juzgadores, para hacer cumplir sus determinaciones,


podrán emplear de los siguientes medios de apremio, el que sea más eficaz:
I. Multa de veinte y hasta doscientos salarios mínimos generales, que se
duplicará en caso de reincidencia.
II. El auxilio de la fuerza pública, que deberá prestarse en el momento en que
sea solicitado.
III. El arresto hasta por treinta y seis horas, después de haberse aplicado la
medida a que se refiere la fracción I.
IV. La ruptura de cerraduras por orden escrita.
V. Cateo.

De hacer: Aquellas en que lo que se debe es un hecho o acción positiva que


no sea la entrega de una cosa.
De no hacer: Aquella obligación en que lo se debe es una abstención del
deudor de realizar algo que de otra forma le sería ilícito.
En ocasiones será posible obtener el acatamiento efectivo de las obligaciones
de hacer si el hecho puede ser proporcionado por un tercero, caso en el cual se
realizará con cargo al deudor, quien deberá abonar igualmente daños y
perjuicios; y también las obligaciones de no hacer, si el hecho del que debió
abstenerse el deudor produjo una obra material que pueda ser destruida.

ARTÍCULO 927. El acreedor podrá solicitar que se le autorice para llevar a


cabo por medio de un tercero, y a expensas del deudor, el hecho debido, si a
juicio de aquél, es esto posible, siempre que no oponiendo defensas el deudor,
se niegue a cumplir el mandamiento ejecutivo, o desobedezca la sentencia que
desechó dichas defensas, o deje transcurrir el plazo a que se refiere el artículo
anterior, sin dar principio a los trabajos, o cuando, comenzada la obra, la
abandone sin causa justificada.
En estos supuestos, se observará lo siguiente:
I. El ejecutante presentará, junto con su solicitud, un presupuesto de lo que
importe la ejecución de la obligación de hacer reclamada. De ellos se correrá
traslado al ejecutado para que dentro del plazo de tres días formule sus
observaciones, y si nada manifiesta dentro de dicho plazo, se considerará que
acepta el costo de la obra presupuestado.
Si aduce objeciones, el juzgador, oído el parecer de un perito, determinará el
monto.

ARTÍCULO 928. Si la resolución que se ejecute condena a no hacer, su


infracción se resolverá en el pago de daños y perjuicios al actor, quien tendrá el
derecho de señalarlos para que por ellos se despache la ejecución, sin
perjuicio de la pena que señale el documento base de la sentencia. La
liquidación definitiva se hará en el incidente que se substanciará conforme a las
reglas del incidente para liquidación de sentencia.
Si la ejecución se refiere a la destrucción de las obras, hechas en
contravención de la obligación de no hacer, el juzgador ordenará su
destrucción a expensas del obligado, si el ejecutante lo pide y siempre que en
subsidio no reclame perjuicios por el incumplimiento.

Artículos
Código Civil – Coahuila
ARTÍCULO 2238. Si el obligado a prestar un hecho, no lo hiciere, el acreedor
tiene derecho de pedir que a costa de aquél se ejecute por otro, cuando la
substitución sea posible.
Esto mismo se observará si el deudor no hiciere el hecho de la manera
convenida. En este caso el acreedor podrá exigir además que se deshaga lo
mal hecho.
ARTÍCULO 2239. El que estuviera obligado a no hacer algo, quedará sujeto al
pago de daños y perjuicios en caso de contravención. Si hubiere obra material,
podrá exigir el acreedor además que sea destruida a costa del obligado.
Código Procesal Civil – Coahuila
ARTÍCULO 253. Los juzgadores, para hacer cumplir sus determinaciones,
podrán emplear de los siguientes medios de apremio, el que sea más eficaz:
I. Multa de veinte y hasta doscientos salarios mínimos generales, que se
duplicará en caso de reincidencia.
II. El auxilio de la fuerza pública, que deberá prestarse en el momento en que
sea solicitado.
III. El arresto hasta por treinta y seis horas, después de haberse aplicado la
medida a que se refiere la fracción I.
IV. La ruptura de cerraduras por orden escrita.
V. Cateo.
Si la falta de cumplimiento llegare a implicar la comisión de un delito, se
denunciarán los hechos a la autoridad competente.
Los secretarios y actuarios podrán solicitar directamente y deberá prestárseles
el auxilio de la fuerza pública, cuando actúen para cumplimentar una
determinación del juzgador.
En toda resolución que ordene a las partes y demás personas que intervengan
en el proceso, llevar a cabo uno o varios actos procesales determinados, el
juzgador deberá precisar el plazo o plazos dentro del cual deberán cumplir el
acto ordenado, con el apercibimiento de que, de no hacerlo, les impondrá el
medio de apremio que corresponda conforme a lo previsto en este artículo,
medio que también deberá indicarse en la propia resolución.
ARTÍCULO 900. Procede la vía de apremio, siempre que se trate de la
ejecución de una sentencia o de un convenio celebrado en juicio.
En dicha ejecución se observarán las siguientes reglas generales:
I. Se llevará a efecto en forma adecuada para que tengan pronto y debido
cumplimiento.
II. Se procurará no ocasionar al ejecutado molestias o gravámenes
innecesarios y que no se traspasen los limites de la resolución que se ejecuta.
III. La ejecución únicamente afectará al deudor y a su patrimonio, y no a
terceras personas, cuyos bienes y derechos deberán ser respetados al
efectuarla.
IV. Se procurará no originar trastornos a la economía llevando a cabo la
ejecución en forma tal que permita conservar abiertas las fuentes de
producción y de trabajo.
ARTÍCULO 923. Cuando se pida la ejecución de resoluciones que condenen al
pago de cantidades líquidas, se observarán las siguientes reglas:
I. La ejecución se iniciará con embargo de bienes del ejecutado, que se
practicará conforme a las reglas del Capítulo Tercero de este mismo Título.
II. Cuando se trate de ejecución de sentencias de condena y haya transcurrido
el plazo para el cumplimiento voluntario, no se hará el previo requerimiento
personal al obligado.
ARTÍCULO 925. Si la resolución cuya ejecución se pide no contiene cantidad
líquida para llevar adelante la ejecución, deberá previamente liquidarse
conforme a las siguientes prevenciones:
I. Si la resolución no contiene cantidad líquida, la parte a cuyo favor se
pronunció, al promover la ejecución, presentará su liquidación, de la cual se
dará vista por tres días a la parte condenada. Si ésta no la objetare dentro del
plazo fijado, se decretará la ejecución por la cantidad que importe, pero
moderada prudentemente por el juzgador, si fuere necesario; más si expresare
su inconformidad, se dará vista de las razones que alegue a la parte
promovente, por tres días, y de lo que replique, por otros tres días al deudor. El
juzgador fallará dentro de igual plazo lo que estime justo. Esta resolución será
apelable en el efecto devolutivo.
II. Cuando la resolución condene al pago de daños y perjuicios sin fijar su
importe en cantidad líquida, se hayan establecido o no en aquélla las bases
para la liquidación, el que haya obtenido a su favor la resolución presentará con
la solicitud, la relación de los daños y perjuicios y su importe.
De esta solicitud y relación, se correrá traslado al que haya sido condenado,
observándose lo previsto en la fracción anterior.
III. Igual regla que la contenida en las fracciones anteriores se observará
cuando la suma ilíquida proceda de frutos, rentas, intereses o productos de
cualquier clase.
IV. En los casos de ejecución procedente de títulos ejecutivos
ARTÍCULO 927. El acreedor podrá solicitar que se le autorice para llevar a
cabo por medio de un tercero, y a expensas del deudor, el hecho debido, si a
juicio de aquél, es esto posible, siempre que no oponiendo defensas el deudor,
se niegue a cumplir el mandamiento ejecutivo, o desobedezca la sentencia que
desechó dichas defensas, o deje transcurrir el plazo a que se refiere el artículo
anterior, sin dar principio a los trabajos, o cuando, comenzada la obra, la
abandone sin causa justificada.
En estos supuestos, se observará lo siguiente:
I. El ejecutante presentará, junto con su solicitud, un presupuesto de lo que
importe la ejecución de la obligación de hacer reclamada. De ellos se correrá
traslado al ejecutado para que dentro del plazo de tres días formule sus
observaciones, y si nada manifiesta dentro de dicho plazo, se considerará que
acepta el costo de la obra presupuestado.
Si aduce objeciones, el juzgador, oído el parecer de un perito, determinará el
monto.
ARTÍCULO 928. Si la resolución que se ejecute condena a no hacer, su
infracción se resolverá en el pago de daños y perjuicios al actor, quien tendrá el
derecho de señalarlos para que por ellos se despache la ejecución, sin
perjuicio de la pena que señale el documento base de la sentencia. La
liquidación definitiva se hará en el incidente que se substanciará conforme a las
reglas del incidente para liquidación de sentencia.
Si la ejecución se refiere a la destrucción de las obras, hechas en
contravención de la obligación de no hacer, el juzgador ordenará su
destrucción a expensas del obligado, si el ejecutante lo pide y siempre que en
subsidio no reclame perjuicios por el incumplimiento.
ARTÍCULO 931. Cuando la ejecución se lleve a cabo sobre bien mueble cierto
y determinado, si hecho el requerimiento de entrega, el ejecutado no la hace,
se pondrá la cosa en embargo judicial. Si la cosa pudiere ser habida y se trata
de ejecución de sentencia definitiva, se le mandará entregar al actor o al
interesado que fije la resolución. Si el obligado se resistiere, lo hará el actuario,
quien podrá hacer uso de la fuerza pública, y aún mandar romper cerraduras.
Cuando en la diligencia de entrega, el ejecutante objetare la identidad o la
calidad de los bienes que deba recibir, el actuario los pondrá en depósito
judicial en tanto, el juzgador resuelve. Cuando la objeción prospere y se
hubiere dispuesto subsidiariamente el pago de daños y perjuicios, continuará el
proceso por estos. Si la objeción fuere rechazada, se declarará cumplida la
obligación y los bienes quedarán a disposición del ejecutante.
En el supuesto de que los bienes no se exhiban en la cantidad ordenada, podrá
disponerse su entrega si el ejecutante lo solicita en la diligencia, y seguirá el
proceso por los daños y perjuicios compensatorios, correspondientes a la parte
insoluta de la obligación, si se hubiere dispuesto su pago.
Si el bien ya no existe, se embargarán los que se estimen suficientes para
cubrir su valor, que será fijado por el ejecutante al igual que los daños y
perjuicios, pudiendo ser moderada esta cantidad por el juzgador. El ejecutado
podrá oponerse a los valores fijados y rendir las pruebas que juzgue
conveniente durante la tramitación.
ARTÍCULO 933. Cuando en virtud de la resolución del juzgador deba
entregarse algún inmueble, se procederá inmediatamente a poner en posesión
del mismo a la parte que corresponda, practicándose para este fin las
diligencias conducentes que solicite el interesado, con base en la ley. En estos
casos podrá ordenarse la desocupación de la finca, aunque esté habitada por
el deudor ejecutado o por un tercero que no tuviere contrato para acreditar el
uso en los términos que fije el Código Civil. En las mismas diligencias, por
disposición del juzgador, se requerirá al ejecutado para que no turbe la
posesión del ejecutante y no se introduzca en el inmueble, apercibiéndole de
que en caso contrario se le volverá a desalojar y, por conducta delictiva
flagrante, se le privará de la libertad y se le pondrá a disposición de la autoridad
competente por los delitos de desobediencia y resistencia de particulares, así
como por despojo de inmueble.
Si en el inmueble existen bienes muebles del deudor, sobre los cuales no recae
la ejecución, o de un tercero en los términos previstos en el párrafo anterior, el
actuario invitará al ejecutado o al tercero a que los retire inmediatamente. En el
caso de negativa o de ausencia, proveerá a su traslado previo inventario, al
local que la autoridad administrativa destine al efecto, o los pondrá bajo la
guarda de un depositario que el ejecutante proponga de entre los que figuran
en la lista de auxiliares en este ramo en el Tribunal Superior de Justicia, a
menos que el propio ejecutante manifieste su interés en mantenerlos bajo su
custodia a costa del ejecutado. Cuando se trate de cosas que por su naturaleza
puedan sufrir grave deterioro, el juzgador podrá aplicar lo dispuesto en el
artículo 948 fracción V de este ordenamiento.
En el acta se indicarán también los gastos que importe el depósito. El acta se
notificará, por medio de copia dentro de los tres días siguientes al deudor
ejecutado o al tercero en su caso, con el apercibimiento de que si no retiran
dentro del plazo fijado por el juzgador, los bienes depositados pagando los
respectivos gastos, serán subastados en la forma prevista por el artículo 974.
Si al final los bienes se hubieren subastado por no haber sido retirados por el
ejecutado, o por el tercero, el juzgador proveerá a la distribución del precio de
la venta, en primer lugar para pagar los gastos originados con motivo del
depósito, después para reembolsar al acreedor ejecutante de las sumas
anticipadas y el resto se depositará a disposición del deudor ejecutado o del
propio tercero, en su caso.
En caso de que la subasta se declare desierta, el juzgador adjudicará los
bienes al acreedor ejecutante por el precio libremente ofrecido por él; sin
perjuicio, de la facultad de quien era propietario de los bienes para pedir, en el
término de un año, la rescisión de la adjudicación por lesión de más de la mitad
del justo precio. En este caso, los gastos del depósito serán pagados por el
adjudicatario hasta la concurrencia del precio de la tasación.
De no poderse entregar los inmuebles señalados en la sentencia, se
despachará ejecución por la cantidad que señale el actor, que podrá ser
moderada prudentemente por el juzgador, sin perjuicio de que se oponga al
monto el deudor.
Si sólo se ha decretado el aseguramiento del inmueble, se aplicarán las reglas
de los embargos.
ARTÍCULO 934. Cuando la sentencia o resolución que se ejecute condene a
rendir cuentas, se seguirán las siguientes reglas:
I. El juzgador señalará un plazo prudente al obligado para que las rinda, e
indicará a quien deberán rendirse, en caso de que la ley, la resolución judicial o
el convenio de las partes no lo establezca. Este plazo no podrá ser prorrogado
sino una sola vez y por causa grave.
II. La cuenta se rendirá presentando los documentos que quien la rinda tenga
en su poder, y el acreedor también presentará los que tenga, relacionados con
ella, poniéndolos a la disposición del deudor en la secretaría.
III. Las cuentas deben rendirse precisamente en los términos de la resolución
que se ejecuta, debiendo contener la indicación de las sumas recibidas y
gastadas y el balance de las entradas y salidas, acompañándose de los
documentos justificativos.
IV. Si el deudor presenta sus cuentas en el plazo señalado, quedarán éstas por
seis días a la vista de las partes en el tribunal, y dentro del mismo tiempo los
interesados presentarán sus objeciones, señalando las partidas no consentidas
y los motivos para rechazarlas.
V. La impugnación de algunas partidas no impedirá que se ordene el pago, a
solicitud de parte, respecto de aquéllas cantidades que confiese tener en su
poder el deudor o quien rinda las cuentas, sin perjuicio de que en el cuaderno
respectivo se substancien las oposiciones de las objetadas.
VI. Las objeciones se substanciarán en la vía incidental.
VII. Si el obligado no rindiere cuentas en el plazo que se señaló, podrá el actor
pedir que se despache ejecución contra el deudor, por la cantidad que fije y
que será moderada prudentemente por el juzgador, si durante el juicio
comprobó que el deudor ha tenido ingresos y las bases para determinar la
cantidad que éstos importaron. El obligado podrá impugnar el monto de la
ejecución, y esta impugnación se substanciará en forma incidental.
VIII. El tribunal podrá permitir que el acreedor, bajo protesta de decir verdad,
manifieste las sumas que se le adeuden, si la parte que está obligada a rendir
cuentas no lo hiciere. El tribunal podrá, además, ordenar que quien rinda
cuentas, declare bajo protesta de decir verdad, cuáles son los rubros a cuyo
respecto no se puede o no se acostumbra pedir comprobantes, y podrá aceptar
éstos cuando sean verosímiles y razonables.
IX. Podrá pedirse la revisión de una cuenta ya aprobada; pero sólo en los
casos de error material, omisiones de ingresos, o falsedad, o duplicidad de
cargos que se hayan descubierto posteriormente. La revisión, en estos
supuestos, se substanciará en incidente por separado, en el que se citará al
que rindió la cuenta y demás interesados; y se les recibirán las pruebas que
ofrezcan. La resolución que se dicte será apelable en el efecto devolutivo, si lo
fuera la definitiva.
ARTÍCULO 940. El requerimiento de pago no será necesario cuando se trate
de ejecución de sentencia y haya transcurrido el plazo que se fijó al deudor
para el cumplimiento voluntario. En los demás casos el requerimiento de pago
se hará en la diligencia de embargo.
Cuando el deudor haga entrega de la cosa materia de la ejecución, se hará
constar en el acta y la diligencia se dará por concluida.
El deudor podrá exhibir la cantidad reclamada con la protesta o reserva de
repetir la suma pagada en los casos en que así proceda, y en este caso el
embargo se hará sobre dicha suma.

RESUMEN

TEMA 4. ACCION PAULIANA


GLOSARIO
Acreedor quirografario: Es aquel tipo de acreedor que requiere la entrega de
un bien, a modo de prenda, por parte del deudor. Este bien, por tanto, se
entrega a modo de garantía de la devolución inicial.
Acreedor hipotecario: Comúnmente una institución financiera, es el proveedor
del préstamo u otro interés otorgado a cambio de la garantía.
Acreedor prendario: Es un acreedor que legalmente es propietario de tu
propiedad (un auto, por ejemplo) hasta que lo pagues por completo, también se
le conoce como acreedor pignoraticio.
Cobranza: Es el acto o procedimiento por el cual se consigue la
contraprestación de un bien o servicio o la cancelación de una deuda.
Contraprestación: Servicio o pago que una persona o entidad hace a otra en
correspondencia al que ha recibido o debe recibir.
Hipoteca: Es un acuerdo entre usted y el prestamista, que le da al prestamista
el derecho a tomar su propiedad si usted no paga el dinero que le ha prestado,
más los intereses.
Acto jurídico ficticio: Son aquellos en los que se aparenta una declaración de
voluntad o la celebración de un acuerdo de voluntades cuya intención es no
efectuar acto alguno o realizar otro acto.
Insolvencia: Es el estado patrimonial en el que un deudor no puede cumplir
con sus obligaciones por carecer de medios líquidos.
Acción declarativa de simulación: Es una acción rescisoria con la que se
busca evitar que el deudor, mediante simulación de negocios jurídicos,
defraude a su acreedor, para lo cual se solicita al juez que declare la
simulación del negocio.
Acción rescisoria: Aquella que puede ejercitar cualquiera de las partes
de un contrato a la que se le produce un perjuicio o lesión.
Prescripción negativa: Es la liberación de obligaciones, por no exigirse su
cumplimiento.
Acción oblicua: Es una acción o derecho propio del acreedor para proteger su
crédito, cuya finalidad es la de conservar el patrimonio del deudor ante la
inactividad de éste.
Derecho de retención: Es la facultad que otorga la ley en casos concretos y
determinados al poseedor de un bien ajeno, para conservar esa posesión hasta
que el propietario le pague lo que le adeude.
Acto de enajenación: Es el acto jurídico por el cual una persona transfiere a
otra la posesión de un bien. Puede ser a título gratuito u oneroso.
Gravamen: Impuesto o carga que se aplica sobre un bien, riqueza o propiedad
que pertenece a una persona y para indicar que se encuentra comprometido.
Renuencia: Actitud del que está poco dispuesto a hacer lo que se le dice o
manda.
Eludir: Evitar una dificultad, obligación, etc.
Condena pecuniaria: Es la denominación de la sanción que consiste en el
pago de una multa al Estado como castigo por haber cometido un delito.
Sustracción: Robar algo sin violencia y generalmente de forma oculta o
fraudulenta.
Jurisdicción voluntaria: Son aquellos en los que la Ley exige la intervención
judicial para declarar o constituir un derecho o una relación jurídica, autentificar
un hecho o autorizar un acto.
Oneroso/a: Que incluye o implica conmutación de prestaciones recíprocas, en
oposición a lo lucrativo.
Recipiendario: Persona recibida solemnemente en una corporación para
formar parte de ella.
Subadquiriente: También llamado tercer adquirente, es la persona que,
mediante un contrato con una de las partes en un contrato ya perfeccionado,
recibe los derechos que en éste adquirió el ahora transmitente.

1. Acreedor quirografario y acreedor con garantía real


Acreedor quirografario: es aquel que no tiene asegurado su crédito con una
garantía real sobre un bien específico del deudor o de un tercero; es el
acreedor común que no posee privilegio para el cobro de la deuda como lo
tienen los acreedores hipotecarios o prendarios quienes, provistos de un
derecho real sobre el bien ajeno (hipotecado o pignorado), ejercen
preferentemente y de manera directa su derecho sobre este bien y poseen gran
seguridad en la cobranza.
Acreedor con garantía real: (La prenda o hipoteca del bien, propiedad del
deudor) Este tipo de acreedores obtienen el pago seguro de la deuda con
cargo al valor de los bienes dados en garantía, que puede perseguir en manos
de quien se encuentren, rematar y cobrar preferentemente del precio que por
ellos se obtenga.

2. Riesgos del acreedor quirografario


1. Concertar actos jurídicos reales de enajenación de bienes o de renuncia
de derechos, que tiendan a disminuir su patrimonio o a sustituir cosas
localizables y embargables con facilidad por otras que puedan ser
disimuladas u ocultadas. Para combatir y frustrar tales argucias se
concede al acreedor la acción Pauliana.
2. Realizar actos jurídicos ficticios en convivencia con un tercero a fin de
aparentar insolvencia, medidas que el acreedor quirografario puede
desarticular con el ejercicio de la acción declarativa de simulación.
3. El deudor puede observar una actitud pasiva y dejar de aprovechar sus
derechos, que se pierden por falta de ejercicio y la abstención de
actualizarlos; esta conducta concede espacio a la prescripción negativa.
Para neutralizar sus efectos, el acreedor dispone de la acción oblicua.
4. Además de los medios defensivos mencionados, en ciertos casos el
acreedor tiene la facultad de conservar en su poder un bien propiedad
del deudor, para posibilitar su embargo y remate o para ejercer presión a
fin de obtener el pago de la deuda; esta medida se conoce como
derecho de retención.

3. Acción Pauliana, su origen


Surge en Roma hacia finales de la República, en el ejercicio del pretor Paulus,
como un remedio contra los actos de enajenación, gravamen o renuncia de
bienes efectuados realmente por un deudor para eludir el pago de sus
obligaciones. La doctrina jurídica explica que el deudor que sustraía sus bienes
de la persecución de sus acreedores de manera intencional, incurría en delito
reprimido penalmente y sancionado en condena pecuniaria por el valor de los
bienes sustraídos, la que era conmutada en el caso que los restituyera al
patrimonio del deudor. La acción Pauliana romana tenía otra característica que
era de carácter colectivo pues la revocación del acto beneficiaba a todos los
acreedores del deudor y no sólo al que había promovido la defensa.

4. La acción Pauliana como institución tutelar del acreedor


quirografario
El deudor que pretende eludir el cumplimiento de sus obligaciones y que
aparenta un estado de insolvencia, mediante actos reales de enajenación o
gravamen de sus bienes (ventas, donaciones, hipotecas, prendas, etc.), de
renuncia de derechos (repudiación de herencia, rechazo a una recompensa,
etc.) o sustituyendo bienes de fácil embargo (como los inmuebles) por otros
que sean inmunes a la persecución de los acreedores.
Para neutralizar dichas acciones o hacer inoponibles las maniobras del deudor,
y para conservar su garantía de pago, el acreedor dispone de la acción
Pauliana.

ARTÍCULO 2360. El acreedor dispone de la acción pauliana y de la acción de


simulación para privar de eficacia los actos del deudor que lo dejan o lo
aparentan dejar insolvente. Igualmente dispone de la acción oblicua para
anular la conducta omisiva del deudor tendiente a impedir que ingresen a su
haber patrimonial bienes que legítimamente le pertenecen; asimismo dispone
del derecho de retención. El acreedor dispondrá de las acciones pauliana y de
simulación en los términos de los Capítulos VII y VIII del Título Tercero del
Libro Quinto; y de la acción oblicua y del derecho de retención en los términos
de los Capítulos II y III del presente Título.

5. Requisitos de procedencia de la acción


ARTÍCULO 2361. El acreedor cuyo crédito sea exigible, puede ejercitar las
acciones que competen a su deudor si se reúnen los siguientes requisitos:
I. Que el deudor sea insolvente o caiga en la insolvencia, de no ejercitarse tales
acciones.
II. Que excitado el deudor por el acreedor, para que deduzca las acciones que
competen a aquél, rehuse hacerlo dentro del plazo de treinta días o en uno
menor, pero en el necesario para que el derecho del deudor no se pierda. La
excitación a que se refiere esta fracción debe hacerse en jurisdicción voluntaria
o ante notario.

6. Explicación de los requisitos


1. Los actos combatibles son verdaderos; el deudor realmente ha vendido o
donado sus bienes, cedido sus derechos, hipotecado o dado en prenda sus
cosas, o renunciado a derechos o facultades que hubieran aumentado su
capacidad económica. Si se tratara de actos ficticios, el remedio apropiado no
sería la acción Pauliana, sino la acción declarativa de simulación.
2. El desprendimiento real de sus bienes o derechos ha dejado al deudor en
situación de insolvencia o ha aumentado la que ya existía por haber cesado en
sus pagos, impidiéndole hacer frente a sus obligaciones. Debería aclararse en
tal precepto que las deudas computables son sólo las que tienen el carácter de
exigibles, pues las que estuvieran sujetas a una condición o plazo suspensivo
no realizado no imponen al deudor el pago inmediato ni lo colocan en situación
de impotencia para cumplir. El requisito se justifica porque si el deudor
conservara todavía bienes suficientes para solventar la deuda, el acreedor no
habría sufrido perjuicio; no tendría interés en el ejercicio de la acción ni sería
admisible su interferencia en los negocios del deudor.
3. El crédito del que intenta la acción Pauliana debe ser anterior al acto que
pretende combatir. Si su derecho fuere posterior al hecho que provocó o
acentuó la insolvencia del deudor, resultaría que el acreedor habría negociado
desde el principio con un insolvente, y éste no habría agravado su situación
patrimonial.
4. Si el acto combatido por la acción Pauliana es oneroso, se necesita además
la mala fe del deudor y del tercero que contrató con él. El requisito se establece
en respeto al derecho y a la protección de las personas de buena fe que
contrataron con el deudor los actos atacables (terceros respecto de la relación
jurídica acreedor-deudor) y dieron una contraprestación equivalente por la
ventaja que les proporcionó el acto cuestionado en la acción.
Por ejemplo, el comprador que pagó el precio de un bien propiedad del deudor
y que ignoraba los móviles de éste —cifrados en burlar acreedores— que le
decidieron a vender, tiene un interés que debe ser protegido, poniéndolo a
salvo de los efectos anulatorios de la acción Pauliana.
La protección de su derecho alcanza también a la seguridad de la contratación
en general, pues no son exclusivamente los intereses privados los que
imponen el requisito comentado, ya que si cualquier comprador de buena fe
pudiera ser afectado por la acción de ineficacia del contrato derivada de
maniobras secretas del vendedor, ¿quién tendría confianza y seguridad en el
contrato?
En cambio, el tercero que conocía la situación patrimonial deficitaria del deudor
y se convirtió en cómplice de su provocada insolvencia, no merece respeto
alguno' actuó de mala fe y no debe ser inmune a la invalidación del acto por
efecto de la acción Pauliana.

7. El caso de los subadquirientes


El bien que fuera propiedad del deudor podría ser objeto de sucesivas
transmisiones a terceros. El adquirente de los bienes del deudor insolvente
puede cederlos a tercera persona. ¿Sería ésta vulnerable a la acción Pauliana?
Sí, con dos condiciones:
1. Que la acción hubiera procedido contra el recipiendario inicial, causante del
subadquirente, y los anteriores a él (porque el acto jurídico hubiere sido gratuito
o bien porque hubieren actuado de mala fe ambos participantes de la
operación, si ésta fuere onerosa).
2. Que el subadquirente mismo hubiere adquirido gratuitamente la cosa o sido
cómplice del acto fraudulento (hubiere actuado de mala fe).
En estricta técnica, aun el subadquirente de buena fe es vulnerable a los
efectos de la acción si obtuvo a título gratuito.
Supongamos que el adquirente primitivo revendió el bien, y que éste se halla
en poder de un subadquirente. Para afectar a este último, ¿deberá el acreedor
probar que ha sido cómplice del fraude? Aquí debe hacerse la distinción
siguiente: ¿Estaba el adquirente al abrigo de la acción Pauliana, es decir, era
acreedor a título oneroso de buena fe? En este caso, también el subadquirente
está a salvo, sea de buena o de mala fe. Pero, si el primer adquirente cae bajo
el golpe de la acción Pauliana, por ser adquirente a título gratuito, o a título
oneroso de mala fe, deben hacerse, en la persona del subadquirente, las
mismas distinciones que en las del adquirente primitivo. La acción Pauliana
prosperará contra él si es subadquirente a título gratuito, o a título oneroso
cómplice del fraude, pero no si es subadquirente a título oneroso de buena fe.

ARTÍCULO 2365. La sentencia condenatoria obtenida por el acreedor que


ejercitó la acción oblicua, favorecerá a éste, para pagarse preferentemente
respecto a los demás acreedores.

ARTÍCULO 2368. El acreedor podrá:


I. Promover, por su deudor, la expedición de un ulterior título ejecutivo para
ejercitar la acción oblicua correspondiente.
II. Interpelar a la persona a quien pretende demandar, para interrumpir la
prescripción.

8. Naturaleza jurídica de la acción Pauliana


En los códigos civiles mexicanos derogados de 1870 y 1884, la acción privaba
de efectos al acto fraudulento y provocaba el regreso al patrimonio del deudor
de los bienes sustraídos, favoreciendo a todos los acreedores de éste, aun a
quienes no habían intentado la nulidad.
Se trataba de una acción anulatoria o revocatoria: de nulidad, si había existido
un vicio de origen en el acto combatido (como la transmisión onerosa de mala
fe); de revocación, si estaba exento de defecto en su celebración, como la
enajenación gratuita de buena fe.
Lo cierto es que la acción Pauliana que instituye el Código Civil no invalida
totalmente el acto combatido, ni lo priva de efectos, ni reintegra al patrimonio
del deudor el bien que hubiere sido transmitido, que serían las consecuencias
de la nulidad o de la revocación.
La acción Pauliana que ha sido declarada procedente origina como efecto
fundamental una invalidez muy peculiar, ya que no anula el acto en sí y sólo
alcanza al deudor y al acreedor demandante un efecto relativo a su persona y
hasta el monto de su interés en juego. El acto cuestionado continúa siendo
válido y eficaz, produciendo consecuencias de derecho para todas las demás
personas, y es oponible a todos salvo a aquel que lo ha combatido con éxito:
constituye una acción de inoponibilidad en relación con el acreedor que la
ejercitó y limitada al monto de su crédito.

9. La acción Pauliana en caso de concurso


Sienta sus bases en la igualdad de todos los acreedores, quienes deben ser
tratados igualmente frente a la situación económica del deudor, pues no es
justo que quien promueva primero la ejecución goce privilegios respecto a los
otros (que no tuvieron posibilidad de tomar parte de ella y concurrir en la
distribución del patrimonio liquidado). La base en que se apoya esta institución
es que todos los acreedores son llamados a intervenir en el juicio ejecutivo,
denunciando a sus créditos, si quieren conservar la eficacia de los mismos, y
están obligados a sugerir la pérdida derivada de la insolvencia parcial del
deudo; pues al ser un procedimiento único y colectivo que aprovecha de igual
manera a todos y evita que un sólo acreedor absorba en prejuicio de los
demás, el activo del patrimonio.

Artículos
Código Civil – Coahuila
ARTÍCULO 2360. El acreedor dispone de la acción pauliana y de la acción de
simulación para privar de eficacia los actos del deudor que lo dejan o lo
aparentan dejar insolvente. Igualmente dispone de la acción oblicua para
anular la conducta omisiva del deudor tendiente a impedir que ingresen a su
haber patrimonial bienes que legítimamente le pertenecen; asimismo dispone
del derecho de retención. El acreedor dispondrá de las acciones pauliana y de
simulación en los términos de los Capítulos VII y VIII del Título Tercero del
Libro Quinto; y de la acción oblicua y del derecho de retención en los términos
de los Capítulos II y III del presente Título.
ARTÍCULO 2361. El acreedor cuyo crédito sea exigible, puede ejercitar las
acciones que competen a su deudor si se reúnen los siguientes requisitos:
I. Que el deudor sea insolvente o caiga en la insolvencia, de no ejercitarse tales
acciones.
II. Que excitado el deudor por el acreedor, para que deduzca las acciones que
competen a aquél, rehuse hacerlo dentro del plazo de treinta días o en uno
menor, pero en el necesario para que el derecho del deudor no se pierda. La
excitación a que se refiere esta fracción debe hacerse en jurisdicción voluntaria
o ante notario.
ARTÍCULO 2362. Si el crédito a favor de quien ejercita la acción oblicua no
constare por escrito, bastará el reconocimiento del mismo por confesión ante el
juez o ante notario.
ARTÍCULO 2363. No pueden ser ejercitadas por el acreedor, las acciones
personalísimas del deudor.
ARTÍCULO 2364. La acción oblicua puede ser paralizada por el deudor de
quien la ejercita o por el demandado:
I. Si pagan al acreedor totalmente el crédito de éste.
II. Si otorgan garantía bastante que asegure al acreedor demandante el pago
de su crédito.
III. Si demuestran la solvencia del deudor del demandante.
IV. Si posteriormente al ejercicio de la acción oblicua, el deudor adquiere
bienes bastantes para responder a su acreedor.
ARTÍCULO 2365. La sentencia condenatoria obtenida por el acreedor que
ejercitó la acción oblicua, favorecerá a éste, para pagarse preferentemente
respecto a los demás acreedores.
ARTÍCULO 2366. El acreedor que ejercite la acción oblicua podrá exigir a su
deudor, la exhibición de los documentos fundatorios y probatorios del derecho
de éste.
ARTÍCULO 2367. Si a pesar de las gestiones del acreedor no obtiene éste la
exhibición de los documentos a que se refiere el artículo anterior, el contenido
de ellos podrá demostrarse por cualquier otro medio probatorio.
ARTÍCULO 2368. El acreedor podrá:
I. Promover, por su deudor, la expedición de un ulterior título ejecutivo para
ejercitar la acción oblicua correspondiente.
II. Interpelar a la persona a quien pretende demandar, para interrumpir la
prescripción.
ARTÍCULO 2369. Existirá el derecho de retención cuando la ley autorice al
detentador o poseedor de un bien ajeno, a conservarlo en su poder hasta que
el dueño de él le pague lo que le adeuda por concepto del bien o por algún otro
motivo.
ARTÍCULO 2370. Cuando la ley no establezca expresamente el derecho de
retención, podrá ejercitarse por el acreedor, si su crédito consta en título
ejecutivo, aunque no haya relación alguna entre el crédito y el bien del deudor
que se encuentre en poder del acreedor, o entre dicho crédito y la causa de la
posesión o detentación.
ARTÍCULO 2371. El acreedor no podrá ejercer el derecho de retención:
I. Si obtuvo del deudor el bien a base de engaños, maquinaciones o artificios, o
con la promesa de devolverlo.
II. Cuando otra persona, sin consentimiento del deudor, le entregue un bien de
éste.
III. Cuando posea o detente el bien de su deudor por virtud de un hecho ilícito.
ARTÍCULO 2372. El derecho de retención sólo puede recaer sobre bienes que
sean propiedad del deudor de quien ejercita tal derecho.
ARTÍCULO 2373. Cuando un deudor tiene respecto de un bien, únicamente el
derecho temporal de uso o goce, y entrega tal bien a su acreedor, éste sólo
puede ejercitar el derecho de retención respecto a los frutos de ese bien, que
pertenezcan al deudor.
ARTÍCULO 2374. El dueño de un taller de reparaciones puede ejercitar el
derecho de retención sobre el bien que se le entregó para su arreglo, hasta que
se le pague su importe, si el presupuesto de la reparación consta por escrito y
con la firma de quien la encargó.
ARTÍCULO 2375. El derecho de retención es oponible al deudor y a quienes no
tengan adquirido un derecho real sobre el bien, anterior a la fecha en que se
ejercita el citado derecho.
ARTÍCULO 2376. Los titulares de derechos reales sobre el bien respecto al
cual se ejercita el derecho de retención, anteriores a este ejercicio, podrán
hacerlos valer sin que les sea oponible éste.
ARTÍCULO 2377. En virtud del derecho de retención, el acreedor no puede de
propia autoridad apropiarse del bien o de sus frutos, o disponer jurídica o
materialmente de tales bienes.
ARTÍCULO 2378. El ejercicio del derecho de retención no requiere fianza del
acreedor y hace a éste depositario del bien retenido.
ARTÍCULO 2379. El acreedor deberá interpelar al deudor requiriéndole el pago
de su deuda. La interpelación se hará como lo disponen los artículos 2263 y
2264.
ARTÍCULO 2380. Hecha la interpelación a que se refiere el artículo anterior, se
aplicarán las siguientes disposiciones:
I. Si el deudor no hace el pago, deberá el acreedor demandarlo dentro de los
treinta días siguientes a la interpelación.
II. Si el acreedor no presenta su demanda en tiempo, quedará sin efecto la
retención y deberá aquél entregar al deudor el bien retenido.
Código Penal – Coahuila
Artículo 297 (Insolvencia fraudulenta)
Se impondrá de dos a seis años de prisión y de quinientos a dos mil días multa,
a quien realice actos de disposición gratuitos u onerosos, de sus bienes o
valores, que le permitan eludir total o parcialmente obligaciones a su cargo con
respecto a uno o más acreedores.
Este delito se perseguirá por querella.
RESUMEN

TEMA 5. ACCION DECLARATORIA DE SIMULACION


GLOSARIO
Acto ficticio: Acto simulado por el cual las partes crean la apariencia de un
vínculo de derecho cuando ellas no han querido obligarse.
Discrepancia deliberada: Falta de acuerdo voluntaria entre dos o más
personas o falta de aceptación de una situación, una decisión o una opinión.
Contradocumento: Es el instrumento que las partes otorgan con objeto de
derogar total o parcialmente los efectos de un acto jurídico simulado, dando a
éste su verdadera naturaleza y eficacia.
Contraescritura: Documento otorgado para protestar o anular otro anterior.
Impuesto predial: es un tributo con el cual se grava una propiedad o posesión
inmobiliaria
Testaferro: Persona que presta su nombre para figurar como titular en un
negocio o asunto jurídico ajenos.
Contrato ficticio de venta: es aquel en la que, en contrato privado o en
escritura notarial, se “simula” que se entrega el precio, cuando en realidad no
ha existido tal pago.
Cesión de derechos: consiste en un negocio jurídico mediante el que el
cedente transmite una titularidad jurídica a un cesionario.
Dación en pago de créditos: es una cláusula legal que permite cancelar una
deuda hipotecaria a cambio de entregar la vivienda a la entidad bancaria.
Inducir:
1. Hacer [una cosa] que ocurra otra como reacción o respuesta a ella.
2. Influir en una persona para que realice una acción o piense del modo que
se desea, especialmente si es para que haga algo malo o perjudicial.

1. La simulación
En vez de celebrar un acto real, el deudor puede realizar de manera ficticia
algunos negocios que disminuyan su activo patrimonial o aumenten su pasivo,
a fin de dar una imagen de insolvencia que le permita rehuir el cumplimiento de
sus obligaciones.
Por ejemplo:
Una persona se pone de acuerdo con un pariente o un amigo para representar
la farsa de un acto jurídico, en el que el deudor se desprende de sus bienes,
aumenta sus obligaciones o rechaza beneficios, con el propósito de aparentar
que carece de medios para cumplir sus compromisos y burlar así a sus
acreedores.
El acuerdo concertado con el pariente o amigo es secreto; la representación del
acto jurídico ficticio es ostensible.
Para frustrar tales maniobras, el acreedor puede echar mano de la acción
declarativa de simulación, que priva de efectos al acto ficticio y trae de nuevo al
patrimonio del deudor los bienes que fingidamente habían salido de él.

2. Concepto.
“Hay simulación cuando se declara una cosa distinta de lo que se quiere, en
forma consciente y con el acuerdo de la persona a quien está dirigida esa
declaración”.
Es una discrepancia deliberada entre lo que se quiere realmente y lo que se
declara querer; entre lo primero (que mantienen en secreto el simulador y su
cómplice) y lo segundo (que se hace público y ostensible con el propósito de
engañar a terceros).

3. Los dos actos de la simulación.


Como se ve, en toda simulación hay dos acuerdos, dos actos de voluntad. En
el primero, secreto, confidencial y verdadero —que puede ser verbal pero que
ordinariamente se formaliza en escrito privado—, convienen que van a fingir un
acto dispositivo de bienes o derechos y declaran que carece de existencia real
o tiene naturaleza diversa de la aparente, por lo que no habrá de producir los
efectos jurídicos correspondientes, y que, en su caso, será destruido a petición
de cualquiera de las partes; el documento donde se consigna se conoce como
contradocumento o contraescritura. El segundo es el acto público y aparente
que ha sido simulado por los actores de tal representación y que no contiene
realidad alguna o tiene una naturaleza diversa de la que ostenta; es el disfraz o
la máscara destinada a engañar a los terceros.

4. Móviles de la simulación.
No todas las simulaciones buscan rehuir el acoso de los acreedores. Los
propósitos que inducen a las partes a celebrar actos ficticios pueden tener una
variedad infinita y no todos ellos son ilícitos, sino únicamente los que fueren
contrarios a las normas de orden público, a las buenas costumbres o vulneren
derechos de tercero.
Existen simulaciones tendentes a hacer fraude al fisco, como el de un
propietario que renta ficticiamente una amplia y valiosa casa en un precio vil,
para pagar los impuestos prediales con base en las rentas y no sobre el valor
del bien. Las hay que se proponen hacer fraude a la ley, como los actos de los
testaferros o prestanombres, quienes simulan ser adquirentes propietarios o
titulares de derechos reservados a los nacionales, a fin de permitir por ese
medio el aprovechamiento de tales ventajas a los extranjeros que
proporcionaron el dinero para la adquisición. Mas la simulación que aquí nos
interesa es la que tiene el propósito de burlar a los acreedores, pues estamos
comentando los efectos o instituciones protectoras del acreedor quirografario.
5. Clases de simulación.
Puede ser absoluta o relativa. Es absoluta cuando, detrás del acto ficticio, no
existe ningún acto jurídico en realidad; es relativa cuando el acto simulado
encubre a otro acto que las partes quisieron ocultar bajo el ropaje de aquél.

ARTÍCULO 2082. La simulación es absoluta cuando el negocio simulado nada


tiene de real; es relativa cuando a un negocio se le da una falsa apariencia que
oculta su verdadero carácter.

6. Procedimientos de simulación.
A fin de figurar su insolvencia, los deudores dolosos han ideado múltiples
procedimientos y maniobras que Ferrara agrupa en dos categorías: "Negocios
que tienden a una disminución del patrimonio y negocios que implican un
aumento del pasivo.” Entre los actos que aparentan una reducción del activo
patrimonial se pueden mencionar los contratos ficticios de venta, cesión de
derechos, donación, aportación de bienes a sociedades con sucesiva
enajenación de las acciones, dación en pago de créditos, etcétera.
La simulación por incremento del pasivo puede realizarse mediante
reconocimientos de adeudo, ya notariales, ya por aceptación o suscripción de
títulos de crédito antedatados (letras de cambio, pagarés), la constitución de
gravámenes por deudas inexistentes, etc., entre los cuales el más común en
nuestro medio es el embargo, que el mismo propietario (deudor) gestiona sobre
sus bienes a través de un tercer cómplice que figura como supuesto acreedor
(autoembargo) y que afecta para su fingida garantía el patrimonio del deudor,
que aparece así ante los verdaderos acreedores como afectado en su totalidad
por sumas muy cuantiosas, e induciéndolos a suponer que será inútil intentar
un reembargo.

7. Consecuencias de la simulación.
Aun cuando el legislador declara, en el artículo 2083 del Código Civil, que el
acto absolutamente simulado no produce efecto jurídico alguno y que está
afectado de nulidad, esta declaración debe ser interpretada jurídicamente en
relación con otros preceptos del Código, a fin de no incurrir en error: debe
distinguirse los efectos que produce el acto ficticio para las partes del mismo de
las consecuencias que genera para los terceros de buena fe.

ARTÍCULO 2083. La simulación absoluta origina la inexistencia del negocio, y,


en consecuencia, lo priva totalmente de efectos jurídicos. De ella puede
prevalerse todo interesado y no desaparece por la prescripción, ni por la
confirmación del negocio.

8. Efectos para las partes.


En lo relativo a las partes (actores de la representación ficticia), el acto jurídico
simulado no produce efecto jurídico alguno.
En realidad el acto es inexistente como tal en vista de la falta de
consentimiento de los contrayentes que, como hemos visto, es requisito
esencial de los actos jurídicos. No obstante, el legislador lo sanciona con
nulidad.
En cambio, las partes sí están ligadas por los términos de su acuerdo secreto,
el cual surte, a su respecto, plenos efectos. Ese acto confidencial sí tiene
existencia real porque contiene el verdadero concierto de sus voluntades. La
sentencia judicial que declare la simulación absoluta privará de efectos en su
totalidad al acto ficticio y pondrá objetivamente de nuevo, en el patrimonio del
deudor enajenante, los bienes que en apariencia habían salido del mismo.

9. Efectos para terceros de buena fe.


El tercero que, habiéndose atenido a los términos de la declaración de voluntad
simulada, hubiere constituido derechos con base en ella, en la ignorancia de su
carácter ficticio, debe ser protegido por la ley. No sólo se trata aquí de respetar
sus derechos adquiridos, sino de preservar el comercio jurídico, pues nadie
tendría confianza en los contratos si fueran frágiles y pudieran ser destruidos
por la existencia de acuerdos secretos previos entre los causantes.

10. El respeto al derecho del tercero de buena fe.


ARTÍCULO 2085. Descubierta la simulación absoluta se restituirá la cosa o
derecho a quien pertenezca, con sus frutos o intereses, si los hubiere; pero si la
cosa o derecho han pasado a título oneroso a un tercero de buena fe, no habrá
lugar a la restitución. También subsistirán los gravámenes impuestos a favor de
un tercero de buena fe.

11. Sujetos legitimados para el ejercicio de la acción.


Aunque el legislador no lo diga, obviamente cualquiera de las partes que han
intervenido en el acto simulado tiene interés jurídico para intentar la acción y
hacer prevalecer los términos de la contraescritura, pero además de ellas,
cualquier tercero al que perjudique la simulación, o el Ministerio Público,
cuando ésta agravia la hacienda pública o quebranta leyes de orden público,
está legitimado para incoar la acción correspondiente.

12. Diferencias entre la acción de simulación y la acción


Pauliana.
Son las siguientes:
1. La acción Pauliana combate actos efectuados realmente; la acción
declarativa de simulación ataca actos ficticios.
2. El ejercicio de la acción Pauliana se reserva a los acreedores. En Cambio, la
acción de simulación puede ser intentada por cualquier tercero interesado,
aunque no sea acreedor.
3. La acción Pauliana requiere que el deudor se encuentre en estado de
insolvencia y que el crédito sea anterior al acto fraudulento. La acción
declarativa de simulación no exige tales requisitos.
4. La acción Pauliana no anula el acto combatido; sólo lo hace inoponible al
acreedor demandante. La acción de simulación priva totalmente de efectos al
acto combatido mientras no se perjudique a tercero de buena fe.
5. La acción Pauliana no trae los bienes de nuevo al patrimonio del deudor; la
acción declarativa de simulación repone las cosas en congruencia con la
realidad y declara que los bienes permanecen, en el patrimonio del deudor.

Artículos
Código Civil – Coahuila
ARTÍCULO 2081. Es simulado el negocio jurídico en el que las partes declaran
o confiesan falsamente lo que en realidad no ha pasado o no se ha convenido
entre ellas.
ARTÍCULO 2082. La simulación es absoluta cuando el negocio simulado nada
tiene de real; es relativa cuando a un negocio se le da una falsa apariencia que
oculta su verdadero carácter.
ARTÍCULO 2083. La simulación absoluta origina la inexistencia del negocio, y,
en consecuencia, lo priva totalmente de efectos jurídicos. De ella puede
prevalerse todo interesado y no desaparece por la prescripción, ni por la
confirmación del negocio.
ARTÍCULO 2084. La simulación relativa, una vez descubierto el negocio real
que oculta, origina la nulidad del negocio aparente o falso. En cuanto al
negocio real o verdadero, éste producirá todos sus efectos, a no ser que esté
afectado de nulidad por alguna causa, o que deba rescindirse o anularse, por
celebrarse en fraude o perjuicio de acreedores.
ARTÍCULO 2085. Descubierta la simulación absoluta se restituirá la cosa o
derecho a quien pertenezca, con sus frutos o intereses, si los hubiere; pero si la
cosa o derecho han pasado a título oneroso a un tercero de buena fe, no habrá
lugar a la restitución. También subsistirán los gravámenes impuestos a favor de
un tercero de buena fe.
ARTÍCULO 2086. Para la comprobación del acto secreto en la simulación
absoluta o relativa, se admiten todos los medios de prueba que el derecho
establece.
Asimismo se admiten tales medios, para demostrar la falsedad del negocio
ostensible o aparente.
ARTÍCULO 2087. Son presunciones de simulación, salvo prueba en contrario,
las siguientes:
I. La existencia de un vil precio en las enajenaciones, cuando el mismo sea
inferior a la mitad del justo valor del negocio o derecho.
II. La realización del negocio entre parientes, consortes, adoptante y adoptado,
socios, patrón y empleado, abogado y cliente, o personas de amistad intima,
siempre y cuando tenga por objeto enajenaciones a título oneroso o gratuito,
después de que se hubiere pronunciado sentencia condenatoria en contra del
enajenante, en cualquiera instancia, o se hubiere expedido mandamiento de
embargo de bienes.
III. La realización del negocio dentro del plazo de treinta días anterior a la
declaración judicial de la quiebra o del concurso del deudor.
ARTÍCULO 2088. Cuando la simulación se cometa en transgresión de una ley
de interés social o de orden público, o perjudique a la Hacienda Pública, el
Ministerio Público podrá invocar la inexistencia o pedir la nulidad del negocio
simulado.
ARTÍCULO 2089. Se puede declarar la inexistencia o la nulidad de una o más
cláusulas simuladas de un negocio jurídico y dejar subsistentes las que no lo
sean.

RESUMEN

TEMA 6. ACCION OBLICUA


GLOSARIO
Acción oblicua: Es una acción o derecho propio del acreedor para proteger su
crédito, cuya finalidad es la de conservar el patrimonio del deudor ante la
inactividad de éste
Subrogar:
1. Sustituir en una obligación o derecho a la persona que los poseía.
2. Sustituir o poner una persona o cosa en lugar de otra en una relación
periódica.
Personalismos: La potestad o atribución meramente individual, inherente a la
persona, no transmisible. Se cuentan entre tales derechos la libertad, la honra,
la integridad física.
Derecho real de uso y habitación: El uso da derecho a percibir de los frutos
de la cosa ajena los que basten a las necesidades del usuario y de su familia,
aunque ésta se aumente. La habitación da a quien tiene este derecho la
facultad de ocupar en una casa ajena las piezas necesarias para sí y para las
personas de su familia.
Título ejecutivo:  se trata de un documento que permite a una parte ejercer
acciones legales para hacer cumplir una obligación o una deuda, que se tiene
con ella, es decir, que realice una cobranza judicial.

1. La acción oblicua
A dicha acción se le conoce como garantía del acreedor ya que por oposición a
la acción directa que el acreedor tiene contra su deudor en la oblicua alcanza al
deudor de su deudor, “el acreedor sólo llega a alcanzar al tercero por
intermedio del deudor”, también se le conoce como acción su rogatoria, porque
produce el efecto de subrogar (sustituir) al deudor por el acreedor que va a
ejercitar los derechos de este frente a un tercero.

2. Diferencia entre la acción oblicua, la acción Pauliana y la


declarativa de simulación
 La acción oblicua se da para contrarrestar actitudes pasivas del deudor;
supone que éste ha omitido atender sus propios intereses y que se ha
abstenido de obrar.
 Las acciones Pauliana y de simulación combaten conductas activas, hechos
positivos del deudor, reales o ficticios, respectivamente.

3. Consagración legal
ARTÍCULO 2361. El acreedor cuyo crédito sea exigible, puede ejercitar las
acciones que competen a su deudor si se reúnen los siguientes requisitos:
I. Que el deudor sea insolvente o caiga en la insolvencia, de no ejercitarse tales
acciones.
II. Que excitado el deudor por el acreedor, para que deduzca las acciones que
competen a aquél, rehúse hacerlo dentro del plazo de treinta días o en uno
menor, pero en el necesario para que el derecho del deudor no se pierda. La
excitación a que se refiere esta fracción debe hacerse en jurisdicción voluntaria
o ante notario.

4. Requisitos de la acción oblicua


La naturaleza auténtica del documento comprobatorio del crédito: debe existir
un crédito que conste en título ejecutivo. Se llama así al documento que trae
aparejada ejecución, es decir, que puede provocar inmediatamente una orden
judicial de coerción sobre los bienes del deudor.
Que el deudor omita ejercitar sus acciones, es decir, que mediante su
inactividad esté dejando perecer sus derechos y que mantenga esa actitud
pasiva pese a ser reconvenido a ejercitarlos, perjudicando a sus acreedores.
Que los derechos descuidados por el deudor no sean personalismos. Hay
ciertos derechos vinculados estrechamente a la persona, y respecto de ellos no
puede pretenderse el ejercicio de una acción oblicua; por ejemplo, el derecho a
percibir alimentos o los derechos reales de uso y habitación, los cuales no
pueden ser ejercidos por persona diversa del titular.

5. Procedimiento
El ejercicio de la acción oblicua o subrogatoria por parte del acreedor está
condicionado a que el titular del derecho que se va a demandar se resista a
intentarlo él mismo; el acreedor debe requerirlo a actuar en tal sentido,
intimándolo a que proceda a incoar su acción. Si dejare de hacerlo en un plazo
razonable que la ley del Distrito Federal no señala, el acreedor podrá sustituirlo
y ejercitar el derecho o la facultad omitidos. El demandado podrá oponer las
mismas excepciones que haría valer ante su propio acreedor, lo cual se explica
en razón de que la pretensión ejercitada no ha cambiado, sino sólo la persona
del demandante, quien sustituye o subroga al titular del derecho por una
legitimación legal para obrar en el proceso y está ejercitando un derecho ajeno.
El Código de Procedimientos Civiles tampoco indica en qué forma debe
hacerse la intimación al deudor para que actúe y, ante su silencio, parece
razonable suponer que debe efectuarse judicialmente, a fin de que el juez
señale el término en que deberá actuar el deudor.
6. Efectos de la acción oblicua
Esa preferencia, concedida por el Código Civil del estado de Morelos al
acreedor que se tomó la molestia de ejercitar la acción, es una medida justa y
razonable. Para constatarlo, basta considerar que el efecto de la acción oblicua
es traer al patrimonio del deudor pasivo los bienes o beneficios de que era
titular y, una vez obrando en ese patrimonio, sus acreedores podrán
embargarlos. De no concederse privilegio a quien entre todos ellos procuró el
beneficio, sería injusto que su esfuerzo fuera para el provecho de otros.
Dicho de otra forma: como la acción subrogatoria sólo tiene efectos
conservatorios del derecho del acreedor y no desapodera al deudor de sus
facultades, el acreedor que la intenta sólo hace ingresar al patrimonio de éste
los beneficios conquistados, no a su propio patrimonio, por lo cual pueden ser
objeto de aseguramiento por otros acreedores.
La finalidad de la acción oblicua es preservar los derechos del deudor y
propiciar el ingreso de nuevos bienes en su patrimonio, con el objeto de
asegurarlos cuando ya figuren e n el activo.

7. Utilidad de la acción oblicua


La utilidad de la acción oblicua es sum am ente limitada en razón de la
exigencia del título ejecutivo como condición de su ejercicio. Si el acreedor
posee un título ejecutivo, le conviene más ejercitar una acción ejecutiva directa
contra su deudor y embargarle el crédito (en manos del deudor de su deudor)
que iniciar una acción oblicua, la cual, por añadidura, es un a sim p le
preparación del embargo y no el aseguramiento en sí.
Cuando el crédito a reclamar por medio de la acción subrogatoria es de dinero,
ésta resulta absolutamente inútil.

Artículos
Código Civil – Coahuila
ARTÍCULO 2361. El acreedor cuyo crédito sea exigible, puede ejercitar las
acciones que competen a su deudor si se reúnen los siguientes requisitos:
I. Que el deudor sea insolvente o caiga en la insolvencia, de no ejercitarse tales
acciones.
II. Que excitado el deudor por el acreedor, para que deduzca las acciones que
competen a aquél, rehúse hacerlo dentro del plazo de treinta días o en uno
menor, pero en el necesario para que el derecho del deudor no se pierda. La
excitación a que se refiere esta fracción debe hacerse en jurisdicción voluntaria
o ante notario.
ARTÍCULO 2362. Si el crédito a favor de quien ejercita la acción oblicua no
constare por escrito, bastará el reconocimiento del mismo por confesión ante el
juez o ante notario.
ARTÍCULO 2363. No pueden ser ejercitadas por el acreedor, las acciones
personalísimas del deudor.
ARTÍCULO 2364. La acción oblicua puede ser paralizada por el deudor de
quien la ejercita o por el demandado:
I. Si pagan al acreedor totalmente el crédito de éste.
II. Si otorgan garantía bastante que asegure al acreedor demandante el pago
de su crédito.
III. Si demuestran la solvencia del deudor del demandante.
IV. Si posteriormente al ejercicio de la acción oblicua, el deudor adquiere
bienes bastantes para responder a su acreedor.
ARTÍCULO 2365. La sentencia condenatoria obtenida por el acreedor que
ejercitó la acción oblicua, favorecerá a éste, para pagarse preferentemente
respecto a los demás acreedores.
ARTÍCULO 2366. El acreedor que ejercite la acción oblicua podrá exigir a su
deudor, la exhibición de los documentos fundatorios y probatorios del derecho
de éste.
ARTÍCULO 2367. Si a pesar de las gestiones del acreedor no obtiene éste la
exhibición de los documentos a que se refiere el artículo anterior, el contenido
de ellos podrá demostrarse por cualquier otro medio probatorio.
ARTÍCULO 2368. El acreedor podrá:
I. Promover, por su deudor, la expedición de un ulterior título ejecutivo para
ejercitar la acción oblicua correspondiente.
II. Interpelar a la persona a quien pretende demandar, para interrumpir la
prescripción.

RESUMEN

TEMA 7. DERECHO DE RETENCION


GLOSARIO
Derecho de retención: es la facultad que otorga la ley en casos concretos y
determinados al poseedor de un bien ajeno, para conservar esa posesión hasta
que el propietario le pague lo que le adeude
Embargo: es un medio de ejecución forzosa por el que un acreedor pone en
manos de la justicia los bienes de su deudor, con el objetivo de saldar la deuda.
Detentador: Se dice de quien, sin justo título ni buena fe, retiene la posesión o
pretende la propiedad de lo que no es suyo.
Tenencia: es el hecho de tener en su poder un bien en virtud de un título que
atribuye a otro la propiedad de dicho bien.
Ejecución forzada: es la adecuación de medios para obtener en forma
efectiva el cumplimiento de las obligaciones del deudor o la correspondiente
responsabilidad.
Contrato sinalagmáticos: aquél que supone obligaciones para las dos partes
que lo firman, ambos firmantes se obligan recíprocamente y la obligación (u
obligaciones) que asume cada uno de ellos está directamente
relacionada con las que asume el otro.
Prestaciones: son los derechos irrenunciables que un empleado debe tener
garantizados por el patrón o empresa en una relación laboral. 
Excepción dilatoria: son las que impiden entrar momentáneamente al
conocimiento del negocio.

1. El derecho de retención
Este derecho es otra posible defensa del acreedor y consiste en la facultad que
tiene de negarse a devolver una cosa, propiedad de su deudor, mientras éste
no le pague lo que le debe en relación con esa misma cosa.

El relojero que reparó el reloj de usted o el mecánico que le arregló su


automóvil tienen la facultad de rechazar la solicitud de devolución de la cosa
mientras no les sea pagado el precio del trabajo efectuado, como lo tiene el
hotelero para conservar el equipaje del turista o el porteador respecto de las
cosas que ha transportado, mientras no les sea cubierto el precio de los
servicios prestados.

ARTÍCULO 2374. El dueño de un taller de reparaciones puede ejercitar el


derecho de retención sobre el bien que se le entregó para su arreglo, hasta que
se le pague su importe, si el presupuesto de la reparación consta por escrito y
con la firma de quien la encargó.

2. Ventajas del derecho de retención


La utilidad que esta medida tiene para el acreedor es doble. Por una parte,
ejerce presión sobre el deudor, quien estará privado de la cosa retenida y de
los beneficios o provechos que le puede proporcionar mientras no pague la
deuda. Por la otra, la posesión de ella da al acreedor una mayor seguridad, al
facilitarle su embargo y remate para obtener el pago del crédito.
3. Dominio de aplicación
¿En qué casos puede ejercer el acreedor la facultad de retener una cosa ajena
mientras no le sea pagado su crédito?

ARTÍCULO 2369. Existirá el derecho de retención cuando la ley autorice al


detentador o poseedor de un bien ajeno, a conservarlo en su poder hasta que
el dueño de él le pague lo que le adeuda por concepto del bien o por algún otro
motivo.
ARTÍCULO 2370. Cuando la ley no establezca expresamente el derecho de
retención, podrá ejercitarse por el acreedor, si su crédito consta en título
ejecutivo, aunque no haya relación alguna entre el crédito y el bien del deudor
que se encuentre en poder del acreedor, o entre dicho crédito y la causa de la
posesión o detentación.

4. Elementos del derecho de retención


Según lo antes expuesto, los elementos son tres:
1. Tenencia de una cosa ajena.
2. Un crédito del tenedor de la cosa contra quien exige la entrega.
3. Cierto vínculo o conexión entre los dos elementos anteriores, o sea, entre el
crédito y la cosa (muy destacado, por ejemplo, en el supuesto de que el crédito
haya nacido por razón o con ocasión de la cosa)
5. ¿Es la retención un caso de justicia privada?
Al ser la retención una abstención autorizada/una negativa lícita que no tiene el
alcance de resolver el conflicto ni autoriza al acreedor a pagarse con la cosa
detenida o a disponer de ella, sus efectos no llegan a constituir "justicia
privada" ni vías de hecho. El acreedor no se hace justicia por mano propia
reteniendo, porque retener no es obtener pago, y la justicia, para él, es cobrar
su crédito; resultado que ante la resistencia de su deudor no logrará por la
retención, sino mediante la ejecución forzada (embargo y remate) y con
intervención de la autoridad judicial. La retención es sólo un medio conservativo
legal que facilita el embargo.

ARTÍCULO 2377. En virtud del derecho de retención, el acreedor no puede de


propia autoridad apropiarse del bien o de sus frutos, o disponer jurídica o
materialmente de tales bienes.

6. El derecho de retención y la excepción de contrato no


cumplido
En los contratos sinalagmáticos o bilaterales, en los que las partes deben
cumplir de manera simultánea sus prestaciones recíprocas, ninguna de ellas
debe exigir judicialmente el cumplimiento del otro si a su vez no ha cumplido o
no se allana a solventar su propia deuda.
Por ejemplo, en la compraventa, el comprador no puede demandar la entrega
de la cosa vendida si él se resiste a pagar el precio de ella; si lo hiciere, el
vendedor podría oponer a tal pretensión una excepción dilatoria: la excepción
de contrato no cumplido {exceptio non adimpleti contractus), que consiste en
negarse a cumplir la prestación mientras la otra parte no cumpla la suya (no
entrega la cosa mientras no le paguen el precio) (véase sección 16.3).
Esa negativa a cumplir suele traducirse en el hecho de retener una cosa
mientras el acreedor de ella no pague lo que debe en relación con esa cosa
(derecho de retención), de lo cual se sigue que con frecuencia, en ambas
instituciones, la excepción de contrato no cumplido y la excusa de retener
(derecho de retención) tienen un dominio común. En el ejemplo de la
compraventa, el vendedor está autorizado a retener la cosa mientras no le sea
pagado el precio de ella y, además, si fuere demandado en juicio por la
entrega, puede oponer la excepción de contrato no cumplido para aplazarla
hasta que le sea pagado el precio.
7. Diferencias del contrato de retención y la excepción de
contrato no cumplido
Son las siguientes:
 El derecho de retención se refiere tradicionalmente a obligaciones de dar
cosas corporales. La excepción de contrato no cumplido opera respecto de
cualquier obligación de dar, hacer o no hacer.
 El derecho de retención funciona fuera de juicio, aun cuando también puede
alegarse dentro de él. La excepción de contrato no cumplido es una defensa
procesal.
 El derecho de retención existe aún a falta de contrato (por ejemplo, en la
posesión). La excepción de contrato no cumplido sólo se presenta a
propósito de un contrato sinalagmático.
8. Semejanzas
Como obedecen al mismo principio, según se ha apuntado, ambas son
excusas contra una pretensión ajena de entrega o cumplimiento de quien ha
violado su propio deber jurídico. Tienen un dominio común: el de las
obligaciones de dar engendradas por un contrato sinalagmático.
9. Naturaleza jurídica del derecho de retención
¿En qué especie de derechos cabe catalogar al derecho de retención? Se ha
cuestionado si es un derecho real o un derecho personal y, sin embargo, no es
ninguno, pues un examen a fondo de sus características lleva a concluir que se
trata de un derecho de naturaleza sui generis que no puede ser caracterizado
como real ni como personal.
10. Efectos del derecho de retención
El derecho de retención no concede más atributos que la tenencia de la cosa.
El retenedor no podrá usarla ni obtener ningún provecho de la misma. Si
produjere frutos, de la clase que fueren, deberán ser entregados con la cosa a
su dueño al terminar la retención.
Artículos
Código Civil – Coahuila
ARTÍCULO 2369. Existirá el derecho de retención cuando la ley autorice al
detentador o poseedor de un bien ajeno, a conservarlo en su poder hasta que
el dueño de él le pague lo que le adeuda por concepto del bien o por algún otro
motivo.
ARTÍCULO 2370. Cuando la ley no establezca expresamente el derecho de
retención, podrá ejercitarse por el acreedor, si su crédito consta en título
ejecutivo, aunque no haya relación alguna entre el crédito y el bien del deudor
que se encuentre en poder del acreedor, o entre dicho crédito y la causa de la
posesión o detentación.
ARTÍCULO 2371. El acreedor no podrá ejercer el derecho de retención:
I. Si obtuvo del deudor el bien a base de engaños, maquinaciones o artificios, o
con la promesa de devolverlo.
II. Cuando otra persona, sin consentimiento del deudor, le entregue un bien de
éste.
III. Cuando posea o detente el bien de su deudor por virtud de un hecho ilícito.
ARTÍCULO 2372. El derecho de retención sólo puede recaer sobre bienes que
sean propiedad del deudor de quien ejercita tal derecho.
ARTÍCULO 2373. Cuando un deudor tiene respecto de un bien, únicamente el
derecho temporal de uso o goce, y entrega tal bien a su acreedor, éste sólo
puede ejercitar el derecho de retención respecto a los frutos de ese bien, que
pertenezcan al deudor.
ARTÍCULO 2374. El dueño de un taller de reparaciones puede ejercitar el
derecho de retención sobre el bien que se le entregó para su arreglo, hasta que
se le pague su importe, si el presupuesto de la reparación consta por escrito y
con la firma de quien la encargó.
ARTÍCULO 2375. El derecho de retención es oponible al deudor y a quienes no
tengan adquirido un derecho real sobre el bien, anterior a la fecha en que se
ejercita el citado derecho.
ARTÍCULO 2376. Los titulares de derechos reales sobre el bien respecto al
cual se ejercita el derecho de retención, anteriores a este ejercicio, podrán
hacerlos valer sin que les sea oponible éste.
ARTÍCULO 2377. En virtud del derecho de retención, el acreedor no puede de
propia autoridad apropiarse del bien o de sus frutos, o disponer jurídica o
materialmente de tales bienes.
ARTÍCULO 2378. El ejercicio del derecho de retención no requiere fianza del
acreedor y hace a éste depositario del bien retenido.
ARTÍCULO 2379. El acreedor deberá interpelar al deudor requiriéndole el pago
de su deuda. La interpelación se hará como lo disponen los artículos 2263 y
2264.
ARTÍCULO 2380. Hecha la interpelación a que se refiere el artículo anterior, se
aplicarán las siguientes disposiciones:
I. Si el deudor no hace el pago, deberá el acreedor demandarlo dentro de los
treinta días siguientes a la interpelación.
II. Si el acreedor no presenta su demanda en tiempo, quedará sin efecto la
retención y deberá aquél entregar al deudor el bien retenido.
ARTÍCULO 2381. La fecha de presentación de la demanda a que se refiere la
fracción I del artículo anterior y, en su caso, la anotación de la misma en el
Registro Público, establecerán su preferencia frente a otros acreedores.
ARTÍCULO 2382. El derecho de retención faculta al acreedor para conservar
en su poder los bienes que retenga y que sean propiedad del deudor, hasta ser
pagado directamente o en ejecución de sentencia.
ARTÍCULO 2383. Quien ejercita el derecho de retención puede entablar los
interdictos, tratándose de inmuebles, o perseguir el bien mueble, cuando haya
sido desposeído de él.
ARTÍCULO 2384. Si se remata el bien, el derecho de retención otorga a quien
lo ejercitó, preferencia frente a los demás acreedores que no tengan garantía
real, anterior a la fecha en que se hizo valer la retención.
ARTÍCULO 2385. En los casos de concurso o liquidación judicial del deudor, el
derecho de retención será oponible para que el acreedor no sea privado del
bien, y obtenga en su caso pago preferente, según los artículos que anteceden.
ARTÍCULO 2386. El derecho de retención no produce los efectos establecidos
en los artículos anteriores:
I. Si se demuestra, por quien tenga interés jurídico, que hubo acuerdo
fraudulento o simulado entre acreedor y deudor.
II. Si el deudor entregó el bien a uno de sus acreedores en perjuicio de los
demás.
ARTÍCULO 2387. Se considerará que existe el supuesto previsto en la fracción
II del artículo anterior, cuando el importe de los bienes del deudor, sin tomar en
cuenta los que haya entregado al acreedor, sea inferior al valor de sus deudas.
ARTÍCULO 2388. Son aplicables a los casos mencionados en los dos artículos
anteriores, las presunciones de fraude y simulación establecidas por este
código para los actos ejecutados en perjuicio de acreedores.

RESUMEN

TEMA 8. TEORIA DE LOS RIESGOS


GLOSARIO
Contrato sinalagmático: Aquél que supone obligaciones para las dos partes
que lo firman, ambos firmantes se obligan recíprocamente y la obligación (u
obligaciones) que asume cada uno de ellos está directamente
relacionada con las que asume el otro.
Excepción de contrato no cumplido: Es el derecho o facultad que se da en
las obligaciones recíprocas, fundada en la regla de cumplimiento simultáneo de
las mismas y que implica que una parte puede negarse al cumplimiento de su
obligación mientras la otra no cumpla la suya.
Caso fortuito o de fuerza mayor: Todo acontecimiento previsible o
imprevisible realizado sin intervención humana, o con la intervención de una o
más personas, determinadas o indeterminadas, que sea además inevitable y
por virtud del cual se pierda el bien o se imposibilite el cumplimiento de la
obligación.
Teoría de los riesgos: Es una teoría con la cual se pretende establecer un
criterio adecuado para los fines del derecho y de las necesidades sociales de
nuestra época por medio del cual determinar cuál o cuáles son los
responsables de un daño ocasionado a una persona natural o jurídica que no
tenía por qué soportar.
Recisión del contrato: Implica un incumplimiento de alguna de las
obligaciones pactadas en el mismo, mediante la declaración judicial.
Prestación: Cosa o servicio que alguien recibe o debe recibir de otra persona
en virtud de un contrato o de una obligación legal 
Exonerar: Hacer que una persona quede libre de una carga, una culpa, una
obligación o un compromiso.
Contrato unilateral: Acuerdo contractual que genera obligaciones para una
sola de las partes, como el contrato de donación.
Contrato bilateral: Es un acuerdo vinculante en el que dos partes se
comprometen a cumplir con las obligaciones acordadas.
Obligación recíproca: aquellas en que cada una de las partes se hace
prometer una prestación y promete a otra a título de contrapartida de aquella.
Devenir: Llegar a ser o convertirse.
Contrato traslativo de dominio: son acuerdos escritos, generados entre dos
partes, cuyo objetivo es la transferencia de los derechos reales de un bien: su
uso, goce y disfrute
Eximir: Hacer que una persona quede libre de una carga, una culpa, una
obligación o un compromiso.
Compraventa: Actividad de la persona que se dedica a comprar cosas,
generalmente objetos usados, para revenderlas posteriormente.
Permuta: Intercambio de una cosa por otra sin mediación de dinero, salvo
excepciones.
Pérdida fortuita: Resulta del daño, destrucción o pérdida de su propiedad por
un suceso repentino, inesperado o poco común, tal como una inundación,
huracán, tornado, incendio, terremoto o erupción volcánica
Demérito: Falta de mérito
Principio res perit domino: “La cosa perece para su dueño”. Cuando algo
perece, en principio es su propietario quien soporta la pérdida.
Traslación de propiedad: La acción jurídica de transmitir una propiedad.
Siniestro fortuito: Accidente, pérdida o daño que puede considerarse
inevitable.
Contrato traslativo de dominio: Son acuerdos escritos, generados entre dos
partes, cuyo objetivo es la transferencia de los derechos reales de un bien: su
uso, goce y disfrute.
Negligencia: Falta de cuidado, aplicación y diligencia de una persona en lo que
hace, en especial en el cumplimiento de una obligación.

1. Principio explicativo de los efectos de las obligaciones


recíprocas
Los actos jurídicos creadores de obligaciones recíprocas (señaladamente los
contratos bilaterales) tienen algunos efectos característicos que se explican por
el enlace y la interdependencia de las obligaciones que asumen ambas partes:
cada una da algo porque recibe o espera recibir de la otra una prestación a
cambio de la suya, y ambas obligaciones se generan y subsisten en razón y a
causa de la recíproca. Por ejemplo: si usted me compra un reloj, su obligación
de pagarme el precio está relacionada con mi obligación de entregarle la cosa,
y ambas dependen una de la otra.
La obligación de cada una de las partes se explica y justifica por la obligación
de su cocontratante; ambas se sirven de causa, como sostienen los autores
causalistas. A consecuencia de ello, si falta o se extingue una de las
prestaciones la otra no tiene razón de subsistir.
Este elemental principio aclara y justifica los efectos característicos de los
contratos sinalagmáticos, que se actualizan: a) En la regla general de la teoría
delos riesgos; b) En la teoría de la resolución por incumplimiento culpable, y c)
En la excepción de contrato no cumplido.
a) Si una parte contratante no cumple su obligación porque se lo impide un
caso fortuito o de fuerza mayor, la otra parte también será dispensada de
cumplir la suya (teoría de los riesgos)
b) Si una parte no quiere cumplir su obligación o deja de hacerlo
culpablemente, la otra podrá desligarse de la suya y obtener la rescisión del
contrato (resolución por incumplimiento culpable)
c) Si una parte reclama el cumplimiento por la vía judicial sin haber pagado su
propia prestación, la otra tendrá la facultad de defenderse posponiendo su
pago hasta que el demandante cumpla con el suyo (excepción de contrato
no cumplido).

2. Teoría de los riesgos: Imposibilidad de cumplimiento por


caso fortuito
Al estudiar el caso fortuito o la fuerza mayor como excluyente de
responsabilidad, concluimos que la imposibilidad de ejecutar una obligación
proveniente de un acontecimiento ajeno al deudor que no pudo resistir ni evitar,
lo liberta del cumplimiento y lo exonera de toda responsabilidad.

ARTÍCULO 2229. Se entiende por caso fortuito o de fuerza mayor todo


acontecimiento previsible o imprevisible, realizado sin intervención humana, o
con la intervención de una o más personas, determinadas o indeterminadas,
que sea además inevitable y por virtud del cual se pierda el bien o se
imposibilite el cumplimiento de la obligación.
ARTÍCULO 2230. La imposibilidad para el cumplimiento de la obligación, en el
caso fortuito o de fuerza mayor, debe ser absoluta, de manera que ni el deudor
ni cualquiera otra persona puedan realizar la prestación debida.

Ejemplo
Me comprometí a donar a mi madre un ramo de rosas de mi jardín; no
obstante, la helada que cayó anoche las destruyó todas, impidiendo que
cumpliera mí obligación. Ésta quedó extinguida, sin responsabilidad de mi
parte.
La solución no suscita dudas cuando se trata de un contrato unilateral, como en
el caso planteado, pues la única obligación generada por el acto queda
extinguida por la imposibilidad de ejecución, lo mismo que el contrato, sin
responsabilidad del deudor. El problema se presenta a propósito de los contra
tos bilaterales, cuando una de las obligaciones emergentes del contrato devino
de ejecución imposible por caso fortuito y, en cambio, la obligación recíproca, la
del cocontratante, sí tiene posibilidad de ser cumplida.
Ejemplo
Vendí a usted un cuadro de Van Gogh en 500 mil pesos. Un súbito incendio
producido por un rayo consume mi casa y la pintura que estaba en ella; yo no
puedo cumplir mi obligación de entregarle el cuadro, pero usted sí puede
cumplir la suya de pagarme los 500 mil pesos. El lienzo se perdió por caso
fortuito, ¿quién lo pierde?, ¿quién debe correr el riesgo de su pérdida?, ¿quién
sufre el siniestro una vez acaecido? Si no tengo derecho a que usted me pague
el precio, yo, vendedor, corro el riesgo y resiento la pérdida; si tengo ese
derecho, usted, comprador, sufre el riesgo y la pérdida.

3. Aplicación de los principios a las obligaciones de hacer y no


hacer
Los principios se aplican no sólo a las obligaciones de dar, sino también a las
de hacer y no hacer, pues éstas igualmente pueden devenir imposibles de
cumplir por fuerza mayor. El hecho que se va a prestar no se “pierde” lo mismo
que la abstención debida; sin embargo, un caso fortuito puede ocasionar su
imposibilidad de ejecución u observancia. En tales supuestos, mal puede
predicarse de “riesgo de la cosa” pero en todos ellos se trata de un
incumplimiento derivado de causa ajena e irresistible, y, más valdría
identificarlos con la expresión del principio que los rige.

4. Reglas de la solución
Principio general. Se aplica a todos los contratos, excepto a los traslativos de
dominio (a los que producen el efecto de transmitir la propiedad, como la
compraventa, permuta, etcétera).
Si en un contrato bilateral una de las partes no puede cumplir su prestación a
causa de un caso fortuito o de fuerza mayor, queda eximida de hacerlo, lo
mismo que su cocontratante, y el contrato se extingue sin responsabilidad de
las partes, que resienten y absorben la pérdida de sus gastos.
"Nadie está obligado a lo imposible” declara el principio jurídico, y esa
impotencia, derivada de causa ajena (que no es culpa del deudor) e irresistible
(que no puede evitar), lo exime de toda responsabilidad y lo liberta de su
obligación. Pero, en reciprocidad, la otra parte también queda exonerada de
cumplir (aunque su prestación sí pueda ejecutarse), y el contrato se extingue.
En la compraventa, la permuta, etc., en los cuales es el dueño quien sufre la
pérdida fortuita o el demérito de la cosa objeto del contrato; y la resiente el
dueño por razón natural, en aplicación lógica del principio res perit domino (la
cosa se pierde para su dueño). El riesgo es para quien sea dueño de la cosa
en el momento en que ocurra la pérdida.
Si la cosa enajenada es específica (cierta y determinada), “la traslación de la
propiedad se verifica entre los contratantes, por mero efecto del contrato, sin
dependencia de tradición". Si se vende un cuerpo cierto (este automóvil, aquel
caballo, etc.), el comprador es el dueño desde la celebración del contrato; la
traslación de la propiedad se produjo "por mero efecto del contrato"
Si el bien transmitido es una cosa genérica (designada por su especie, e
indeterminada su particular entidad), “la propiedad no se transferirá sino hasta
el momento en que la cosa se hace cierta y determinada con conocimiento del
acreedor".
Si se vende una tonelada de trigo, 100 cabezas de ganado, 20 litros de vino, el
vendedor sigue siendo el dueño mientras no se determine y especifique la cosa
vendida con el conocimiento del comprador; es decir, hasta que la cosa se
individualice frente al adquirente

5. Cosas específicas
Si los contratos traslativos de dominio de cosas ciertas hacen dueño al
adquirente desde el momento en que se celebra el acto, arrojan sobre él los
riesgos de su pérdida aunque no hayan sido entregadas ni hubiere sido pagado
el precio; por tanto, si las pierde, el comprador de cosas específicas perecidas
que devino propietario de ellas debe pagar su precio.

6. Cosas genéricas
Como la transmisión del dominio de las cosas genéricas no se efectúa sino
hasta que “se hacen ciertas y determinadas con conocimiento del acreedor” el
riesgo de su pérdida o depreciación lo corre el vendedor, quien, en caso de
siniestro fortuito para cumplir su obligación, puede y debe entregar otras cosas
de la misma especie, adquiriéndolas donde las haya.

7. Consagración legal de las reglas


Conforme a la tradición, el Código Civil regula la teoría de los riesgos sólo
respecto de las obligaciones de dar y por ello se refiere a la pérdida de la cosa,
pero como hemos visto, el problema puede presentarse a propósito de
cualquier obligación (de dar, hacer o no hacer) susceptible de no ser cumplida
por caso fortuito. Las reglas legales deberían contemplar toda imposibilidad de
ejecución por caso fortuito.
El principio particular, para los contratos traslativos de propiedad, está
contenido en el artículo 2234:

ARTÍCULO 2234. Cuando en esos mismos contratos traslativos de propiedad


el enajenante se reserva la posesión, uso o goce del bien hasta cierto tiempo, y
éste perece por caso fortuito o fuerza mayor, cada interesado sufrirá la pérdida
que le corresponda, es decir la pérdida de la propiedad el dueño y la pérdida de
la posesión, uso o goce su contraparte; en todo, si el bien perece totalmente, o
en parte, si la pérdida fuese solamente parcial.

El principio general para todo contrato no traslativo de dominio se encuentra en


el artículo 2223:

ARTÍCULO 2223. En los contratos en que la prestación del bien no importe la


traslación de la propiedad, el riesgo será siempre de cuenta del propietario, a
menos que intervenga culpa o negligencia de la otra parte, o que la ley
disponga lo contrario.

8. Convenio sobre riesgos


Las partes pueden derogar los principios estudiados y convenir que una de
ellas asuma los riesgos. Sería un convenio de responsabilidad con renuncia a
la exoneración proveniente del caso fortuito. La autorización expresa para
hacerlo se encuentra en el artículo 2307:

ARTÍCULO 2307. Nadie está obligado al caso fortuito o de fuerza mayor sino
cuando ha dado causa o contribuido a él, cuando ha aceptado expresamente
esa responsabilidad o cuando la ley se la impone.

Artículos
Código Civil – Coahuila
ARTÍCULO 2214. Salvo convenio en contrario, en las enajenaciones de bienes
ciertos y determinados la traslación de la propiedad se verifica entre los
contratantes, por mero efecto del contrato, sin dependencia de tradición o
entrega, ya sea natural, jurídica, virtual o simbólica; debiendo tenerse en
cuenta las disposiciones relativas del Registro Público.
ARTÍCULO 2215. En las enajenaciones de alguna especie indeterminada, la
propiedad no se transferirá sino hasta el momento en que el bien se haga cierto
y determinado con conocimiento del acreedor.
ARTÍCULO 2216. En los casos en que la obligación de dar un bien cierto
importe la traslación de la propiedad y se pierda o deteriore en poder del
deudor, se observarán las reglas siguientes:
I. Si la pérdida fue por culpa del deudor, éste responderá al acreedor por el
valor del bien y por los daños y perjuicios.
II. Si el bien se deteriorare por culpa del deudor, el acreedor puede optar por la
rescisión del contrato y el pago de daños y perjuicios, o por recibir el bien en el
estado en que se encuentre y exigir la reducción del precio y el pago de daños
y perjuicios.
III. Si el bien se perdiere por culpa del acreedor, el deudor queda libre de la
obligación.
IV. Si se deteriorare por culpa del acreedor, éste tiene obligación de recibir el
bien en el estado en que se halle.
ARTÍCULO 2217. La pérdida del bien en poder del deudor se presume por
culpa suya, mientras no se pruebe lo contrario.
ARTÍCULO 2218. Cuando el deber de restituir un bien cierto y determinado
procediere de delito o falta, no se eximirá el deudor del pago de su precio,
cualquiera que hubiere sido el motivo de la pérdida, a no ser que, habiendo
ofrecido el bien al que debió recibirlo, éste se haya constituido en mora de
recibir.
ARTÍCULO 2219. El deudor de un bien perdido o deteriorado sin culpa suya,
está obligado a ceder al acreedor cuantos derechos y acciones tuviere para
reclamar la indemnización a quien fuere responsable.
ARTÍCULO 2220. La pérdida del bien puede verificarse:
I. Pereciendo el bien o quedando fuera del comercio.
II. Desapareciendo de modo que no se tengan noticias de él o que aunque se
tenga alguna, el bien no se pueda recobrar.
ARTÍCULO 2221. Cuando la obligación de dar tenga por objeto un bien
designado sólo por su género y cantidad, luego que el bien se individualice por
la elección del deudor o del acreedor, se aplicarán, en caso de pérdida o
deterioro, las reglas establecidas al respecto en el artículo 2216.
ARTÍCULO 2222. En los casos de enajenación con reserva de la posesión, el
uso o el goce del bien hasta cierto tiempo, se observarán las reglas siguientes:
I. Si hay convenio expreso, se estará a lo estipulado.
II. Si la pérdida fuere por culpa de alguno de los contratantes, el importe será
de la responsabilidad de éste.
III. A falta de convenio o de culpa, cada interesado sufrirá la pérdida que le
corresponda; en todo, si el bien perece totalmente, o en parte, si la pérdida
fuere solamente parcial.
IV. En el caso de la fracción que precede, si la pérdida fuere parcial y las partes
no convinieren en la disminución de sus respectivos derechos, se nombrarán
peritos que la determinen.
ARTÍCULO 2223. En los contratos en que la prestación del bien no importe la
traslación de la propiedad, el riesgo será siempre de cuenta del propietario, a
menos que intervenga culpa o negligencia de la otra parte, o que la ley
disponga lo contrario.
ARTÍCULO 2224. Hay culpa o negligencia cuando el obligado ejecuta actos
contrarios a la conservación del bien, y cuando deja de ejecutar los actos que
son necesarios para dicha conservación.
ARTÍCULO 2225. La culpa será grave cuando el obligado a conservar o
custodiar un bien ajeno, no observe la diligencia mínima, que el común de los
hombres pone en el cuidado de sus bienes; será leve, cuando aquél no
observe la diligencia media que acostumbra el buen padre de familia en el
cuidado de sus bienes, y será levísima, cuando el deudor no observe la
diligencia máxima que acostumbra el diligentísimo padre de familia en el
cuidado de lo suyo.
ARTÍCULO 2226. La calificación de la culpa queda al prudente arbitrio del juez,
según las circunstancias del hecho, del contrato y de las personas.
ARTÍCULO 2227. Si fueren varios los obligados a prestar el mismo bien, cada
uno de ellos incurrirá en responsabilidad, proporcionalmente a sus porciones
salvo en los siguientes casos:
I. Cuando cada uno de ellos se hubiere obligado solidariamente.
II. Cuando la prestación consistiere en un bien cierto y determinado que se
encuentre en poder de uno de ellos, o cuando dependa de hecho que sólo uno
de los obligados pueda prestar.
III. Cuando la obligación sea indivisible.
IV. Cuando por contrato se hayan establecido otras reglas.
ARTÍCULO 2228. La pérdida fortuita de un bien corre a cargo de su dueño. Los
géneros no perecen.
La imputación del riesgo en los contratos, cuando el bien materia de éstos se
pierde o deteriora por caso fortuito o fuerza mayor, se regulará conforme a los
siguientes artículos.
ARTÍCULO 2229. Se entiende por caso fortuito o de fuerza mayor todo
acontecimiento previsible o imprevisible, realizado sin intervención humana, o
con la intervención de una o más personas, determinadas o indeterminadas,
que sea además inevitable y por virtud del cual se pierda el bien o se
imposibilite el cumplimiento de la obligación.
ARTÍCULO 2230. La imposibilidad para el cumplimiento de la obligación, en el
caso fortuito o de fuerza mayor, debe ser absoluta, de manera que ni el deudor
ni cualquiera otra persona puedan realizar la prestación debida.
ARTÍCULO 2231. Si el contrato es traslativo de propiedad a título gratuito y el
bien perece por caso fortuito o fuerza mayor, la obligación queda extinguida y
el deudor liberado de toda responsabilidad; pero si el bien no perece, sino que
simplemente se deteriora, el deudor cumple con entregarlo en el estado en que
el acontecimiento fortuito lo haya dejado.
ARTÍCULO 2232. Las mismas reglas se aplicarán en los contratos unilaterales
o bilaterales que no trasladen la propiedad sino sólo la posesión derivada,
cuando el bien se pierde o se deteriora fortuitamente, ya sea que todavía se
encuentre en poder del dueño o que se halle en poder del poseedor.
ARTÍCULO 2233. En los contratos traslativos de dominio de bien cierto y
determinado sin reserva de posesión, uso o goce, se extingue la obligación de
entregar el bien si éste perece por caso fortuito o fuerza mayor, pues la pérdida
corre a cargo del dueño, quien por ello mismo deberá pagar el precio, sin que
pueda oponer válidamente la excepción de que el bien no le fue entregado.
ARTÍCULO 2234. Cuando en esos mismos contratos traslativos de propiedad
el enajenante se reserva la posesión, uso o goce del bien hasta cierto tiempo, y
éste perece por caso fortuito o fuerza mayor, cada interesado sufrirá la pérdida
que le corresponda, es decir la pérdida de la propiedad el dueño y la pérdida de
la posesión, uso o goce su contraparte; en todo, si el bien perece totalmente, o
en parte, si la pérdida fuese solamente parcial.
ARTÍCULO 2235. Las reglas contenidas en los dos artículos anteriores se
observarán también en los casos en que la obligación de dar tenga por objeto
una especie indeterminada, pero sólo si el bien ya se hubiera convertido en
cierto y determinado con conocimiento del acreedor, cuando su pérdida hubiere
acontecido por caso fortuito o fuerza mayor.
ARTÍCULO 2236. Cuando la obligación se contraiga bajo condición suspensiva
y, pendiente ésta, se pierda el bien por caso fortuito o fuerza mayor, la
obligación quedará extinguida y el bien perecerá para su dueño, sin ninguna
obligación, por tanto, de su contraparte de pagar el precio del bien.
ARTÍCULO 2237. En el supuesto de que el caso fortuito o la fuerza mayor no
produzcan la pérdida o perecimiento del bien, sino sólo su deterioro, el
acreedor está obligado a recibir el bien en el estado en que se encuentre al
realizarse la condición, en el precio que se fije mediante juicio de peritos.
ARTÍCULO 2307. Nadie está obligado al caso fortuito o de fuerza mayor sino
cuando ha dado causa o contribuido a él, cuando ha aceptado expresamente
esa responsabilidad o cuando la ley se la impone.

ESTUDIO
ARTÍCULO 2206. La obligación de dar o de prestación de bienes puede
consistir:
I. En la traslación del dominio de un bien cierto.
II. En la enajenación temporal del uso o goce de un bien cierto.
III. En la restitución de un bien ajeno.
IV. En el pago de un bien debido.
ARTÍCULO 2214. Salvo convenio en contrario, en las enajenaciones de bienes
ciertos y determinados, la traslación de la propiedad se verifica entre los
contratantes, por mero efecto del contrato, sin dependencia de tradición o
entrega, ya sea natural, jurídica, virtual o simbólica; debiendo tenerse en
cuenta las disposiciones relativas del Registro Público.
ARTÍCULO 2215. En las enajenaciones de alguna especie indeterminada, la
propiedad no se transferirá sino hasta el momento en que el bien se haga cierto
y determinado con conocimiento del acreedor.
ARTÍCULO 2216. En los casos en que la obligación de dar un bien cierto
importe la traslación de la propiedad y se pierda o deteriore en poder del
deudor, se observarán las reglas siguientes:
I. Si la pérdida fue por culpa del deudor, éste responderá al acreedor por el
valor del bien y por los daños y perjuicios.
II. Si el bien se deteriorare por culpa del deudor, el acreedor puede optar por la
rescisión del contrato y el pago de daños y perjuicios, o por recibir el bien en el
estado en que se encuentre y exigir la reducción del precio y el pago de daños
y perjuicios.
III. Si el bien se perdiere por culpa del acreedor, el deudor queda libre de la
obligación.
IV. Si se deteriorare por culpa del acreedor, éste tiene obligación de recibir el
bien en el estado en que se halle.
ARTÍCULO 2223. En los contratos en que la prestación del bien no importe la
traslación de la propiedad, el riesgo será siempre de cuenta del propietario, a
menos que intervenga culpa o negligencia de la otra parte, o que la ley
disponga lo contrario.
ARTÍCULO 2228. La pérdida fortuita de un bien corre a cargo de su dueño. Los
géneros no perecen.
ARTÍCULO 2229. Se entiende por caso fortuito o de fuerza mayor todo
acontecimiento previsible o imprevisible, realizado sin intervención humana, o
con la intervención de una o más personas, determinadas o indeterminadas,
que sea además inevitable y por virtud del cual se pierda el bien o se
imposibilite el cumplimiento de la obligación.
ARTÍCULO 2231. Si el contrato es traslativo de propiedad a título gratuito y el
bien perece por caso fortuito o fuerza mayor, la obligación queda extinguida y
el deudor liberado de toda responsabilidad; pero si el bien no perece, sino que
simplemente se deteriora, el deudor cumple con entregarlo en el estado en que
el acontecimiento fortuito lo haya dejado.
ARTÍCULO 2233. En los contratos traslativos de dominio de bien cierto y
determinado sin reserva de posesión, uso o goce, se extingue la obligación de
entregar el bien si éste perece por caso fortuito o fuerza mayor, pues la pérdida
corre a cargo del dueño, quien por ello mismo deberá pagar el precio, sin que
pueda oponer válidamente la excepción de que el bien no le fue entregado.
ARTÍCULO 2307. Nadie está obligado al caso fortuito o de fuerza mayor sino
cuando ha dado causa o contribuido a él, cuando ha aceptado expresamente
esa responsabilidad o cuando la ley se la impone.
ARTÍCULO 2657. Por regla general, la venta es perfecta y obligatoria para las
partes, por el solo convenio de ellas respecto al bien vendido y al precio,
aunque el primero no haya sido entregado ni el segundo satisfecho.

TEMA 9. RESOLUCION DE INCUMPLIMIENTO


CULPABLE (RESCICION)
GLOSARIO
Hecho ilícito: conducta culpable de una persona que lesiona injustamente la
esfera jurídica ajena.
Responsabilidad civil: es la obligación de pagar por los daños y perjuicios que
se causen a una persona o a su patrimonio.
Rescisión: es la acción de dejar sin efecto un contrato o acto jurídico. De ese
modo, las obligaciones y/o derechos de las partes dejan de estar en vigor. En
otras palabras, una rescisión es un acto formal por el cual una
relación jurídica deja de contar con validez o, en simple, es anulada.
Contrato bilateral: Es un acuerdo vinculante en el que dos partes se
comprometen a cumplir con las obligaciones acordadas.
Ejecución forzada: Es la adecuación de medios para obtener en forma
efectiva el cumplimiento de las obligaciones del deudor o la correspondiente
responsabilidad.
Obligación correlativa: Aquella en que, para su cumplimiento, se depende del
cumplimiento de otra obligación de la contraparte. Las partes se obligan
recíprocamente, la una a la otra.
Rescisión del contrato: alude a un remedio para dejar sin efecto
un contrato válido que está produciendo perjuicios injustos para alguna de las
partes.
Conducta antijurídica: que es ilícita o contraria a derecho
Conducta culpable: es una conducta personalmente reprochable, que le
podemos echar en cara al autor.
Contrato sinalagmático: aquél que supone obligaciones para las dos partes
que lo firman, ambos firmantes se obligan recíprocamente y la obligación (u
obligaciones) que asume cada uno de ellos está directamente
relacionada con las que asume el otro.
Vía judicial: es el último recurso legal que tiene el consumidor o usuario para
hacer valer sus derechos frente a un comerciante o profesional con el que
sostiene una disputa de consumo.
Legitimación: Define la cualidad de ser conforme a un mandato legal, a la
justicia, a la razón o a cualquier otro mandato cierto. El proceso mediante
el cual una persona obtiene legitimidad se denomina legitimación.
Rescisión de la compraventa: consiste en dejar sin efecto un contrato o una
obligación, es la ineficacia sobrevenida de un negocio jurídico, al cual no le
falta ninguno de sus elementos esenciales ni hay vicio en ellos.
Cláusula resolutoria: es el acuerdo formal en los contratos de arrendamiento,
con ratificación de su contenido y firmas ante notario público, donde se
establecen las causas, procedimiento y consecuencias de la resolución por el
incumplimiento de una de las partes
Prestación: Cosa o servicio que alguien recibe o debe recibir de otra persona
en virtud de un contrato o de una obligación legal 
Retribución: Consiste en complementar el salario base o la retribución variable
con una serie de beneficios no monetarios a los empleados
Restituible: Que se puede restituir.
Rescindir: Dejar sin efecto un contrato u otra obligación legal.
Arrendamiento: Contrato por el que una de las partes cede a la otra el uso
temporal de una cosa, mueble o inmueble, por cierta cantidad de dinero.
Inquilino: Persona que alquila una vivienda o parte de ella para habitarla.
Bien enajenado: es el acto jurídico por el cual una persona transfiere a otra la
posesión de un bien.
Tracto sucesivo: es un principio del derecho registral por el cual se conoce la
historia de dominio de la propiedad. El tracto sucesivo es el historial de
propiedad de un bien desde su primera inscripción hasta la fecha.
Rescisión del contrato: alude a un remedio para dejar sin efecto
un contrato válido que está produciendo perjuicios injustos para alguna de las
partes. Se utiliza cuando no hay otra forma de solucionar este problema.

1. Resolución de incumplimiento culpable


El incumplimiento del contrato motivado por un caso fortuito no responsabiliza
al deudor, pero el que se genera por su culpa constituye, como hemos visto, un
hecho ilícito fuente de obligaciones (acción antijurídica culpable y dañosa) que
lo compromete a reparar los daños que cause (responsabilidad civil) y da
derecho a la víctima a desligarse de su propia obligación resolviendo el
contrato (rescisión). Por tanto, si en el contrato bilateral una de las partes no
cumple por su culpa, la otra parte contratante puede exigir:
 La ejecución forzada (y el pago de daños y perjuicios por el hecho ilícito).
Y como suele suceder que el cumplimiento compulsivo sea difícil de
practicar o inútil ante un deudor realmente insolvente, en tal supuesto
conviene más al acreedor desligarse de su propia obligación correlativa y
privar de efectos al contrato por medio de;
 La rescisión del contrato (y el pago de daños y perjuicios por el hecho
ilícito del deudor).
El acreedor frustrado por el incumplimiento de su deudor puede decidir
libremente el ejercicio de una u otra acción e incluso pedir la rescisión, si la
ejecución compulsiva elegida inicialmente resultare imposible. En ambos casos
podrá acumular a la demanda la reparación de daños y perjuicios, porque el
deudor incurrió en un hecho ilícito al dejar de cumplir el contrato (conducta
antijurídica) por causa imputable a su incuria o descuido (conducta culpable),
que al perjudicar al acreedor (conducta dañosa) es fuente de obligaciones
(responsabilidad civil).

2. Concepto
La rescisión es la resolución de un contrato bilateral plenamente válido, a
causa del incumplimiento culpable de una de las partes. Es una facultad que se
concede en todo contrato sinalagmático al acreedor de una obligación
incumplida, que al obtener la resolución del contrato se libera de sus propias
obligaciones.
¿En que se distingue de la nulidad?
La rescisión extingue un contrato bilateral válido que una de las partes no ha
cumplido. La nulidad extingue un contrato que nació viciado. La rescisión es
provocada por un vicio de origen.

3. Ejercicio de la acción de rescisión


La rescisión debe ser pronunciada por el juez, a menos que las partes hubieren
estipulado expresamente y reglamentado la cláusula rescisoria automática,
caso en el cual su voluntad crea la norma que surte plenos efectos si no
contraviene disposiciones de orden público o derechos de tercero.

ARTÍCULO 2125. Pueden las partes regular convencionalmente la forma en


que proceda la rescisión y los efectos de ella; y en este caso se estará a lo
pactado.

También puede ejercitarse, ya en la vía judicial, ya fuera de ella por declaración


del acreedor, a reserva, claro es, de que si la declaración de resolución hecha
por alguna de las partes se impugna por la otra, puede aquella sometida al
examen y sanción de los tribunales que habrán de declarar, en definitiva, bien
hecha la resolución, o por el contrario, no ajustada a derecho.

4. Requisitos y características de la rescisión


¿Cuáles son los requisitos de procedencia de la acción rescisoria?
1. La existencia de un contrato sinalagmático.
2. El incumplimiento de una de las partes a sus obligaciones contractuales.
3. La culpa del deudor en ese incumplimiento.
4. La legitimación del acreedor para ejercitar la acción.
5. Efectos
El efecto de la rescisión del contrato entre las partes es la extinción retroactiva
del acto cuando se trata de obligaciones de dar; que regula la rescisión de la
compraventa, establece la restitución integral de las prestaciones: devolución
de cosa y precio; entrega de una renta por el uso de la cosa que hizo el
comprador y una indemnización a su cargo por el demérito derivado de dicho
uso, y la restitución del vendedor, de los intereses del precio pagados por el
comprador.
Ahora bien, debe aplicarse preferentemente la disposición más favorable al
deudor, y el efecto para terceros sólo opera en caso de que la cláusula
resolutoria hubiere sido inscrita en el Registro Público de la Propiedad.
Ejemplo:
Si se rescinde un contrato de compraventa, ambas partes deberán restituirse
las prestaciones cumplidas: al vendedor se le devolverá la cosa, al comprador
se le reintegrará el precio. El comprador pagará una suma por el
aprovechamiento que tuvo de la cosa y una retribución por el demérito de ella,
y el vendedor, los intereses legales de la suma (precio) que tuvo en su
patrimonio.
ARTÍCULO 2714. Si se rescinde la venta, el vendedor y el comprador deben
restituirse las prestaciones que se hubieren hecho; pero el vendedor que
hubiere entregado el bien vendido puede exigir del comprador, por el uso de él,
el pago de un alquiler o renta que fijarán peritos, y una indemnización, también
fijada por peritos, por el deterioro que haya sufrido el bien.
Las partes pueden convenir anticipadamente el monto del alquiler o renta para
el caso de rescisión.
ARTÍCULO 2715. En el caso del artículo anterior, el comprador que haya
pagado parte del precio tiene derecho a los intereses legales de la cantidad
que entregó.
No obstante, hay ocasiones en que no puede producirse esa extinción
retroactiva del contrato; ello sucede en dos casos:
1. Cuando la resolución pudiere causar perjuicios a tercero de buena fe,
cuyos derechos deben ser respetados. Por ejemplo, si el comprador
hubiere hipotecado o dado en prenda la cosa, el acreedor con ella
garantizado no podría sufrir los efectos de la rescisión: su garantía
sobrevive en contra de quien sea el dueño de la cosa gravada. No
obstante, la cláusula rescisoria surtiría efectos aun contra estos terceros si
hubiera sido inscrita en el Registro Público de la Propiedad.
2. Cuando el contrato hubiere engendrado efectos no restituibles.
Ejemplo:
Si se rescinde un arrendamiento, las prestaciones cumplidas en favor del
arrendatario (inquilino) no son reintegrables, pues éste no podrá devolver el
aprovechamiento de la cosa. En tal caso, el efecto extintivo será sólo para el
futuro.

Artículos
Código Civil – Coahuila
ARTÍCULO 2122. No pueden rescindirse o resolverse más que los negocios
jurídicos que en sí mismos son válidos.
ARTÍCULO 2123. Hay rescisión o resolución:
I. Por mutuo consentimiento.
II. Por incumplimiento imputable a alguna de las partes.
III. Por la realización de la condición resolutoria a que esté sujeto el negocio.
IV. Porque la cosa perezca o se pierda por caso fortuito o fuerza mayor, salvo
que la ley disponga otra cosa.
V. Por vicios o defectos ocultos del bien enajenado, sin perjuicio de que la ley
confiera al perjudicado otras acciones además de la rescisoria.
VI. En todos los demás casos establecidos expresamente por la ley.
Los casos a que se refieren las fracciones II a VI de este artículo admiten
también la rescisión por mutuo consentimiento.
ARTÍCULO 2124. Si la rescisión de un negocio jurídico se dejare a la decisión
o dependiera de un tercero y éste lo rescindiere injustificadamente, o fuere
dolosamente inducido a rescindirlo, se tendrá por no rescindido.
ARTÍCULO 2125. Pueden las partes regular convencionalmente la forma en
que proceda la rescisión y los efectos de ella; y en este caso se estará a lo
pactado.
ARTÍCULO 2126. La rescisión producirá sus efectos retroactivamente, salvo
pacto en contrario o imposibilidad material; pero si el negocio es de tracto
sucesivo o de ejecuciones periódicas, tal efecto retroactivo no se extenderá a
las prestaciones ya realizadas.
ARTÍCULO 2127. Para la devolución recíproca de las prestaciones en la
rescisión se estará a lo que para la nulidad se dispone al respecto en el
capítulo siguiente.
ARTÍCULO 2128. Los efectos restitutorios de la rescisión son sin perjuicio de la
responsabilidad civil en que incurran las partes.
ARTÍCULO 2129. La rescisión del negocio jurídico fundada en la falta de pago
por parte del adquirente de la propiedad de bienes inmuebles u otro derecho
real sobre los mismos, no surtirá efecto contra tercero de buena fe, si no se
estipuló expresamente e inscribió en el Registro Público, en la forma prevenida
por la ley.
ARTÍCULO 2130. Respecto de los negocios jurídicos cuyo objeto sea uno o
varios bienes muebles se aplicarán las siguientes disposiciones:
I. Quedan sujetos a lo dispuesto por el artículo 2131 y demás relativos, en caso
de incumplimiento culpable de una de las partes.
II. La rescisión no producirá efectos contra persona distinta de las partes que
de buena fe haya adquirido el bien o bienes muebles objeto del negocio.
III. Cuando se haya cumplido la prestación, cuyo objeto sea un bien consumible
por el primer uso, no procede la rescisión del contrato.
ARTÍCULO 2131. La facultad de cualquiera de las partes para resolver los
negocios jurídicos, se entiende implícita cuando haya prestaciones recíprocas,
para el caso de que la otra parte no cumpliere lo que le incumbe.
El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución del
negocio, con el resarcimiento de daños y perjuicios en ambos casos.
ARTÍCULO 2132. Elegida la vía del cumplimiento, podrá el interesado, si tal
cumplimiento resultare imposible, demandar después la resolución; pero no
podrá exigir el cumplimiento después de haber optado por la resolución.
Desde la fecha de la demanda de resolución, la parte que no cumplió ya no
podrá cumplir su obligación.
No se podrá resolver el negocio si el incumplimiento de una de las partes
tuviese escasa importancia, tomando en cuenta el interés de la otra.
ARTÍCULO 2133. A la parte incumplidora la otra podrá requerirle por escrito
que cumpla dentro de un término conveniente, bajo el apercibimiento de que,
transcurrido inútilmente dicho término, el negocio se entenderá, sin más,
resuelto. El término no podrá ser inferior a quince días salvo pacto en contrario
de las partes o que, por la naturaleza del contrato o de acuerdo con la
costumbre, resulte conveniente un término menor. Transcurrido el término sin
que se haya cumplido la obligación, el negocio quedará resuelto de pleno
derecho.
ARTÍCULO 2134. Los contratantes podrán convenir expresamente que el
negocio se resuelva en el caso de que determinada obligación no se cumpliera
conforme a lo pactado.
En este caso, cuando la parte interesada declare a la otra que quiere valerse
de la cláusula resolutoria, la resolución se producirá de pleno derecho.
ARTÍCULO 2135. Si el término fijado para la prestación de una de las partes
debiese considerarse esencial para el interés de la otra, ésta, salvo pacto en
contrario, si quisiera exigir su ejecución a pesar del vencimiento del término,
deberá notificar de ello a la otra parte dentro de tres días.
En defecto de esa notificación, el negocio se entenderá resuelto de pleno
derecho, aunque no se hubiese pactado expresamente la resolución.
ARTÍCULO 2136. Cuando exista un principio o inicio de ejecución de la
obligación, ninguna de las partes podrá operar por sí y ante sí la resolución de
pleno derecho establecida en los artículos anteriores, pero sí podrá demandar
judicialmente a su contraparte por el total cumplimiento del negocio o por la
resolución del mismo, con el resarcimiento de daños y perjuicios en ambos
casos.
ARTÍCULO 2137. En los contratos con más de dos partes, en los que las
prestaciones de cada una de ellas van dirigidas a la consecución de un fin
común, el incumplimiento de una de las partes no importa la resolución del
negocio respecto de las otras, salvo que la prestación incumplida haya de
considerarse, de acuerdo con las circunstancias, como esencial
ARTÍCULO 2138. En los negocios con prestaciones recíprocas, cada uno de
los contratantes podrá rehusarse a cumplir su obligación si el otro no cumpliese
u ofreciese cumplir simultáneamente la suya, salvo que las partes hubiesen
establecido, o que de la naturaleza del negocio resultasen, términos diferentes
para el cumplimiento.
Sin embargo, no podrá rehusarse la ejecución si, teniendo en cuenta las
circunstancias, la negativa fuese contraria a la buena fe.
ARTÍCULO 2139. Cada contratante podrá suspender la ejecución de la
prestación debida por él, si las condiciones patrimoniales del otro llegasen a ser
tales que pongan en peligro evidente la consecución de la contraprestación,
salvo que se prestare una garantía suficiente.
ARTÍCULO 2140. La cláusula mediante la cual se establezca que una de las
partes no podrá oponer excepciones a fin de evitar o retardar la prestación
debida, no tendrá efecto respecto de las excepciones de nulidad, anulabilidad o
rescisión del contrato.
En los casos en que la cláusula sea eficaz, el juez, si reconociera que
concurren motivos graves, podrá, sin embargo, suspender la condena,
imponiendo, si fuese el caso, una caución.
ARTÍCULO 2141. La acción para pedir la rescisión o resolución prescribe en un
año.
ARTÍCULO 2142. La imposibilidad sobrevenida de ejecutar la prestación
debida por una de las partes en un negocio jurídico con prestaciones
recíprocas es causa de la rescisión de éste; pero la parte liberada por tal
imposibilidad no podrá exigir la contraprestación y deberá restituir lo que en
todo o en parte ya hubiere recibido.
ARTÍCULO 2143. Cuando la prestación de una de las partes hubiere llegado a
ser sólo parcialmente imposible, la otra podrá escoger entre la reducción
equitativa de su obligación o la rescisión del negocio.
ARTÍCULO 2144. Tratándose de contratos por cuyo mero efecto se haya
trasladado el dominio de una cosa cierta y determinada, si la imposibilidad de
entregar esa cosa sobreviene por un caso fortuito o de fuerza mayor que haga
que la cosa se destruya o perezca estando todavía en poder del enajenante, no
libera al adquirente de ejecutar la contraprestación que le corresponde.
ARTÍCULO 2714. Si se rescinde la venta, el vendedor y el comprador deben
restituirse las prestaciones que se hubieren hecho; pero el vendedor que
hubiere entregado el bien vendido puede exigir del comprador, por el uso de él,
el pago de un alquiler o renta que fijarán peritos, y una indemnización, también
fijada por peritos, por el deterioro que haya sufrido el bien.
Las partes pueden convenir anticipadamente el monto del alquiler o renta para
el caso de rescisión.
ARTÍCULO 2715. En el caso del artículo anterior, el comprador que haya
pagado parte del precio tiene derecho a los intereses legales de la cantidad
que entregó.

ESTUDIO
¿Cuáles son los requisitos de procedencia de la acción rescisoria?
1. La existencia de un contrato sinalagmático.
2. El incumplimiento de una de las partes a sus obligaciones contractuales.
3. La culpa del deudor en ese incumplimiento.
4. La legitimación del acreedor para ejercitar la acción.
ARTÍCULO 2122. No pueden rescindirse o resolverse más que los negocios
jurídicos que en sí mismos son válidos.
ARTÍCULO 2123. Hay rescisión o resolución:
I. Por mutuo consentimiento.
II. Por incumplimiento imputable a alguna de las partes.
III. Por la realización de la condición resolutoria a que esté sujeto el negocio.
ARTÍCULO 2131. La facultad de cualquiera de las partes para resolver los
negocios jurídicos, se entiende implícita cuando haya prestaciones recíprocas,
para el caso de que la otra parte no cumpliere lo que le incumbe.
El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución del
negocio, con el resarcimiento de daños y perjuicios en ambos casos.
ARTÍCULO 2141. La acción para pedir la rescisión o resolución prescribe en un
año.
ARTÍCULO 2714. Si se rescinde la venta, el vendedor y el comprador deben
restituirse las prestaciones que se hubieren hecho; pero el vendedor que
hubiere entregado el bien vendido puede exigir del comprador, por el uso de él,
el pago de un alquiler o renta que fijarán peritos, y una indemnización, también
fijada por peritos, por el deterioro que haya sufrido el bien.
Las partes pueden convenir anticipadamente el monto del alquiler o renta para
el caso de rescisión.
ARTÍCULO 2715. En el caso del artículo anterior, el comprador que haya
pagado parte del precio tiene derecho a los intereses legales de la cantidad
que entregó.
ARTÍCULO 1885. Para cuantificar la responsabilidad a que se refieren los
artículos anteriores, se entiende por daño la pérdida o menoscabo sufrido en el
patrimonio; y se reputa perjuicio la privación de cualquier ganancia lícita que
pudiera haberse obtenido.
ARTÍCULO 1886. La reparación del daño debe consistir en el restablecimiento
de la situación anterior a la producción de aquél, cuando ello sea posible, o en
el pago de una suma de dinero que equivalga a los daños y perjuicios.

TEMA 10. EXCEPCION DE CONTRATO NO CUMPLIDO


GLOSARIO
Allanamiento: es una conducta o acto procesal que implica el sometimiento
por parte del demandado o de quien resiste en el proceso, a las pretensiones
de quien acciona.
Excepción dilatoria: son las que impiden entrar momentáneamente al
conocimiento del negocio.
Derecho de retención: Es la facultad que otorga la ley en casos concretos y
determinados al poseedor de un bien ajeno, para conservar esa posesión hasta
que el propietario le pague lo que le adeude
Dilatar: Hacer que algo dure más tiempo del previsto.
Diferir: Dejar para un momento o fecha posteriores a los inicialmente fijados la
realización de una cosa.
Acción de rescisión: es la acción de dejar sin efecto un contrato o acto
jurídico. De ese modo, las obligaciones y/o derechos de las partes dejan de
estar en vigor.

1. Excepción de contrato no cumplido


En principio, las obligaciones nacidas de un contrato bilateral deberán ser
cumplidas simultáneamente. Si una de las partes, sin haber proporcionado su
prestación, demanda el pago a la otra, ésta podrá resistirse a darlo mientras el
demandante no entregue el suyo o se allane a hacerlo.
Se trata de la excepción dilatoria de contrato no cumplido, inspirado en el
mismo principio de justicia del derecho de retención.
Evidentemente no opera en los contratos que no imponen la simultaneidad en
el pago. Si las obligaciones de una de las partes están sujetas a plazo y no las
del contratante, éste debe cumplir y no puede dilatar o diferir su prestación.
A diferencia de la acción de rescisión, el contratante que opone esta excepción
no intenta extinguir el contrato, sino busca su cumplimiento simultáneo.
El Código Civil no contiene disposición expresa que consagre esta defensa,
pero la doctrina reconoce unánimemente su positividad en nuestro sistema
jurídico, lo mismo que la jurisprudencia.
Como ya hemos visto, si el incumplimiento del cocontratante autoriza a la
víctima a rescindir el contrato, mayormente le faculta a posponer su
cumplimiento.
Esta excepción tiene como efecto, el de aplazar el pago, no extingue el negocio
jurídico, es una excepción dilatoria y como tal se hace valer en proceso
jurisdiccional.
El Código Civil de Coahuila determina, en su artículo 2138:

ARTÍCULO 2138. En los negocios con prestaciones recíprocas, cada uno de


los contratantes podrá rehusarse a cumplir su obligación si el otro no cumpliese
u ofreciese cumplir simultáneamente la suya, salvo que las partes hubiesen
establecido, o que de la naturaleza del negocio resultasen, términos diferentes
para el cumplimiento.

Sin embargo, no podrá rehusarse la ejecución si, teniendo en cuenta las


circunstancias, la negativa fuese contraria a la buena fe.
Y el Código Procesal impone en el artículo 903:

ARTÍCULO 903. En todos los casos en que a la obligación del deudor


corresponda un derecho suyo a una contraprestación, no se podrá proceder a
la ejecución, si el deudor ofrece satisfacer, con medios considerados idóneos
por el juzgador, su obligación contra el simultáneo cumplimiento de la
contraprestación y el acreedor, sin justo motivo rechaza la oferta.
En este caso, el obligado, debe hacer el depósito del bien que es objeto de su
obligación, en tanto el juzgador resuelve lo conducente.

Artículos
ARTÍCULO 2138. En los negocios con prestaciones recíprocas, cada uno de
los contratantes podrá rehusarse a cumplir su obligación si el otro no cumpliese
u ofreciese cumplir simultáneamente la suya, salvo que las partes hubiesen
establecido, o que de la naturaleza del negocio resultasen, términos diferentes
para el cumplimiento.
ARTÍCULO 903. En todos los casos en que a la obligación del deudor
corresponda un derecho suyo a una contraprestación, no se podrá proceder a
la ejecución, si el deudor ofrece satisfacer, con medios considerados idóneos
por el juzgador, su obligación contra el simultáneo cumplimiento de la
contraprestación y el acreedor, sin justo motivo rechaza la oferta.
En este caso, el obligado, debe hacer el depósito del bien que es objeto de su
obligación, en tanto el juzgador resuelve lo conducente.
ESTUDIO
En principio, las obligaciones nacidas de un contrato bilateral deberán ser
cumplidas simultáneamente. Si una de las partes, sin haber proporcionado su
prestación, demanda el pago a la otra, ésta podrá resistirse a darlo mientras el
demandante no entregue el suyo o se allane a hacerlo.
A diferencia de la acción de rescisión, el contratante que opone esta excepción
no intenta extinguir el contrato, sino busca su cumplimiento simultáneo.
Esta excepción tiene como efecto, el de aplazar el pago, no extingue el negocio
jurídico, es una excepción dilatoria y como tal se hace valer en proceso
jurisdiccional.
El Código Civil de Coahuila determina, en su artículo 2138:
ARTÍCULO 2138. En los negocios con prestaciones recíprocas, cada uno de
los contratantes podrá rehusarse a cumplir su obligación si el otro no cumpliese
u ofreciese cumplir simultáneamente la suya, salvo que las partes hubiesen
establecido, o que de la naturaleza del negocio resultasen, términos diferentes
para el cumplimiento.
Sin embargo, no podrá rehusarse la ejecución si, teniendo en cuenta las
circunstancias, la negativa fuese contraria a la buena fe.

TEMA 11. SANEAMIENTO POR EVICCION


GLOSARIO
Enajenar: Vender, donar o ceder el derecho o el dominio que se tiene sobre un
bien o una propiedad.
Saneamiento: obligación que asume el vendedor frente al comprador de
responder de cualquier defecto que haga impropio el uso de la cosa vendida o
disminuya su uso
Evicción: es una situación jurídica que se caracteriza por la privación total o
parcial de una cosa, sufrida por su adquirente, en virtud de una sentencia
judicial o administrativa, "esta puede ser derivada de una acción reivindicatoria"
dictada sobre la base de derechos alegados por terceros cuyas causas son
anteriores al título de adquisición del primero.
Título oneroso: aquella que para el adquirente representa una Pérdida
matrimonial equivalente o disminución en dinero (compra), la entrega de alguna
cosa suya (permuta) o una prestación (de trabajo, de servicios o de otra índole
obligatoria)
Cabalidad: Que es exacto y coincidente y no aproximado.
Posesión pacífica: quiere decir que la adquisición y posesión del bien no haya
sido con violencia.
Posesión útil: son aquellas que habilitan para adquirir el dominio por
prescripción adquisitiva
Tenencia: es el hecho de tener en su poder un bien en virtud de un título que
atribuye a otro la propiedad de dicho bien.
Indemnización: es la compensación que debe otorgar una persona por haber
ocasionado un daño a otra.
Saneamiento por evicción: Es aquella obligación que tiene el vendedor de
responder frente a su comprador en caso de que tras haberle concedido el
bien, exista una privación del mismo
Sentencia que cause ejecutoria: Es la sentencia que ya no admite recurso
judicial alguno, y se puede exigir el cumplimiento incidental o iniciar demanda
ejecutiva en su caso. Se dice que la causa está "ejecutoriada", cuando ya han
terminado todos los trámites legales y produce además el efecto jurídico de
cosa juzgada.
Desapoderamiento: Efecto de la declaración de la quiebra sobre
un deudor consistente en la disposición de sus bienes y pertenencias, que se
produce como aspecto natural de la inhabilitación del quebrado.
Enajenante: Quien enajena o transmite sus bienes, voluntaria o forzosamente
Enajenado: Quien es enajenado o se le transmiten bienes.
Acción judicial: Es la vía de derecho que consiste en dirigirse a los Tribunales
en solicitud de protección para una situación jurídica violada, desconocida o en
cualquier forma contradicha, sea para obtener su mantenimiento o su
restablecimiento, sea las reparaciones adecuadas.
Acción plenaria de posesión: compete al adquirente de buena fe que no está
en posesión de la cosa que tiene derecho a poseer con justo título, aunque no
lo acredite como propietario
Acción reivindicatoria: es aquélla en la cual el actor alega que es propietario
de una cosa que el demandado posee o detenta sin derecho para ello y,
consecuencialmente, pide que se le condene a la devolución de dicha cosa,
dicha acción en ciertos casos permite también la restitución o el valor de frutos
y gastos, es la acción judicial que puede ejercitar el propietario de una cosa
contra las personas que la poseen sin ser propietarios.
Constreñido: Obligar, precisar, compeler por fuerza a alguien a que haga y
ejecute algo.
Resarcimiento: Dar una cosa o hacer un beneficio a una persona como
reparación de un daño, perjuicio o molestia que se le ha causado.
Perjuicio: Daño moral o material que una persona o una cosa causa en el valor
de algo o en la salud o el bienestar de alguien.
Dolo: cualquiera sugestión o artificio que se emplee para inducir a error o
mantener en él a alguno de los contratantes; y por mala fe, la disimulación del
error de uno de los contratantes, una vez conocido.
Exoneración: es dispensar a una persona física o jurídica de una carga u
obligación que había contraído a través de contrato o por mandato de una
norma.
Mala fe: es la disimulación del error de uno de los contratantes, una vez
conocido.
Evicción: Pérdida de un derecho por sentencia firme y en virtud de derecho
anterior ajeno.
Transigir: Concluir una transacción (v.), sobre lo que no se estima justo,
razonable o verdadero, para conciliar discrepancias, evitar un conflicto o poner
término al suscitado; pero con la imprescindible circunstancia de que haya
recíprocas concesiones y renuncias.
Ejecución forzada: Es la adecuación de medios para obtener en forma
efectiva el cumplimiento de las obligaciones del deudor o la correspondiente
responsabilidad.
Finca: Propiedad inmueble en el campo o en la ciudad.
Carga: La carga o gravamen (en este caso para señalar la carga en el ámbito
del derecho tributario como obligación de pago) presenta, en el ámbito jurídico,
una doble acepción, dependiendo si la carga se vincula a una persona o a una
cosa. Las cargas tienen su origen histórico en las onus del Derecho romano.
Servidumbre voluntaria: La servidumbre voluntaria es una individualización
del derecho de vecindad.
Rescisión del contrato: alude a un remedio para dejar sin efecto
un contrato válido que está produciendo perjuicios injustos para alguna de las
partes.
Emplazamiento: es una orden de un juez que consiste en otorgar a la parte
interesada un plazo para presentarse ante el Tribunal, con el objeto de realizar
un acto necesario para el proceso.
Pleito de evicción: es la privación de un derecho derivada de una sentencia
firme, que se establece de acuerdo a un derecho anterior ajeno. Esta situación
implica la pérdida parcial o total de una cosa por un fallo administrativo o
judicial.
Coadyuvante: En lo contencioso administrativo, parte que, juntamente con el
fiscal, sostiene la resolución de la administración demandada.
Reconvenir: es la acción que un demandado lleva adelante para responder a
aquel que impulsó un proceso en su contra.
Íntegro: [cosa] Que está completo o tiene todas sus partes.
Agravaciones: Aumento de la gravedad o intensidad de un conflicto, asunto,
situación, etc.
Convenir: Llegar [una persona] con otra a un acuerdo en cierto asunto.
Prevenir: Tomar precauciones o medidas por adelantado para evitar un daño,
un riesgo o un peligro.
Remate judicial: El remate es un acto de autoridad jurisdiccional, que se
traduce en una venta pública y se realiza en la fase de ejecución de la
sentencia de un juicio
Rematar: Acabar completamente una cosa.

1. Introducción
ARTÍCULO 2316. Todo el que enajena está obligado al saneamiento por causa
de evicción aunque nada se haya expresado en el contrato.

Las obligaciones que tienen por objeto transmitir cosas a título oneroso (por
ejemplo, la del vendedor, los permutantes, el arrendador, etc.) producen
algunos efectos particulares a cargo del deudor.
El que transfiere una cosa no cumple de manera cabal su obligación con el
hecho de entregarla, sino que, adicionalmente debe proporcionar al adquirente
una posesión pacífica y útil. El fin de tales obligaciones sólo se logra si la
tenencia que adquiere el acreedor le permite gozar, apacible y tranquilamente,
una cosa que además, tiene la utilidad esperada.
Si la cosa que adquirió le es recogida por orden judicial o no sirve para el fin de
su normal (o convencional) destino, tiene derecho a ser indemnizado de los
daños emergentes de tales situaciones. El deudor de la cosa —quien la
transmitió— debe reparar los daños causados al adquirente, porque la
transferencia sin derecho de una cosa ajena o inservible, es un hecho ilícito
que compromete su responsabilidad civil.
Esta indemnización toma el nombre particular de saneamiento y puede ser de
dos clases:
1. Saneamiento por evicción.
2. Saneamiento por vicios ocultos.

2. Concepto de saneamiento
Saneamiento es la necesidad de reparar los daños y perjuicios causados al
adquirente, a título oneroso de una cosa, por causa de evicción o de vicios
ocultos.

3. Saneamiento por causa de evicción


ARTÍCULO 2317. Habrá evicción cuando el que adquirió algún bien fuere
privado del todo o parte de él, por sentencia que cause ejecutoria, en razón de
algún derecho anterior a la adquisición.

ARTÍCULO 2318. Habrá también evicción cuando el adquirente a quien se


entregó la posesión del bien enajenado, lo reclama judicialmente del tercero
que lo tiene en su poder y éste prueba ser el dueño del mismo.
4. Elementos de la evicción
 El adquirente sufre la privación total o parcial de una cosa.
 Por sentencia que cause ejecutoria.
 Fundada en un derecho anterior a la adquisición.
No habrá evicción ni, por ende, saneamiento, en cualquiera de los casos
siguientes:
 Si el adquirente es víctima de amenazas de ser privado de la cosa, pero
no llega a ser desposeído.
 Si fuere privado de ella por vías de hecho, o la entregó al demandante
de una acción judicial antes de ser condenado por sentencia firme.
 Si resulta desposeído de la cosa con base en un derecho posterior a su
adquisición; en este caso la causa de su privación sobrevino cuando la
cosa ya era propiedad del adquirente y de nada podría culpar al
enajenante.

5. El pleito de evicción
Se inicia por un tercero contra el adquirente en reclamación de la cosa, con
fundamento en un mejor derecho que el de quien le transmitió el bien. El juicio
suele contener una acción reivindicatoria, pero también puede ser originado por
una acción plenaria de posesión o cualquier otra acción o excepción de tercero,
que prive al adquirente total o parcialmente de la cosa. Tan pronto sea
emplazado a contestar la demanda, el adquirente deberá denunciar el pleito al
enajenante, a fin de que éste salga en su defensa. La falta de este aviso
oportuno extingue la acción de reparación. La exigencia se justifica por el
hecho de que el enajenante, conocedor de las circunstancias en que adquirió la
cosa y de las particularidades de su derecho, podría defenderlo en forma
adecuada y evitar que sea vencido en el juicio, es decir, evitarla evicción.

6. El pleito de saneamiento
Si el adquirente sufre la evicción, deberá ser “saneado" o indemnizado por el
enajenante, quien deviene obligado a reparar los daños; si no accede a cumplir
voluntariamente su obligación, puede ser constreñido a hacerlo mediante el
juicio de saneamiento.

7. Cuantía de saneamiento
El monto de la indemnización varía según se defina si el enajenante obró a
sabiendas de que carecía del derecho de disponer de la cosa (de mala fe) o en
la ignorancia de los vicios de su tenencia (de buena fe). La enajenación de
mala fe es un hecho ilícito intencional que compromete la plena
responsabilidad del autor al resarcimiento de todos los daños y perjuicios.

 Excluyentes del saneamiento


Si el adquirente renunció a ser indemnizado (cláusula de no
responsabilidad). La exclusión total del saneamiento sólo es posible
cuando la renuncia se vierte en términos que denoten que el adquirente
lo hizo con conocimiento de los riesgos de evicción y sometiéndose a
sus consecuencias.
 Si la dimisión no se expresa en tal sentido, no surtirá pleno efecto
liberatorio.
 Además, la renuncia será inútil.
 Si se obtuvo por dolo del enajenante.
 Si el adquirente no denunció al enajenante el pleito de evicción. La culpa
de la víctima que no se defendió adecuadamente— justifica la causa de
la exoneración.
 Si la evicción se produjo por culpa de la víctima.
 Si el adquirente actuó de mala fe. Es otro caso en el que la evicción se
produce por culpa de la víctima.
 Si no hay propiamente evicción, pues proviene de causa posterior a la
adquisición.
 Si el adquirente transige y no es vencido por sentencia firme, caso en el
que, técnicamente, tampoco hay evicción.

8. Adquisición en pública almoneda


Un caso particular de limitación legal de los efectos del saneamiento es la
adquisición en remate judicial. El que adquiere en pública almoneda por venta
judicial y sufre la evicción, sólo tiene derecho a recobrar el precio que pagó por
la cosa. El efecto obedece a que la enajenación se produjo por orden judicial y
el enajenante fue el juez que determinó la ejecución forzada, no el presunto
propietario de la cosa, quien no pudo obrar de mala fe.

9. Evicción parcial
Si el adquirente sufre la pérdida de parte de la cosa podrá optar entre ser
indemnizado y conservarla o rescindir la operación. El mismo principio se aplica
al enajenar varias cosas en conjunto, sin especificar sus respectivos precios.
El legislador considera como caso de evicción el gravamen de una finca
adquirida con cargas o servidumbres voluntarias no aparentes, ignoradas por el
adquirente, quien también podrá elegir entre la indemnización y la rescisión del
contrato.

Artículos
ARTÍCULO 2316. Todo el que enajena está obligado al saneamiento por causa
de evicción aunque nada se haya expresado en el contrato.
ARTÍCULO 2317. Habrá evicción cuando el que adquirió algún bien fuere
privado del todo o parte de él, por sentencia que cause ejecutoria, en razón de
algún derecho anterior a la adquisición.
ARTÍCULO 2318. Habrá también evicción cuando el adquirente a quien se
entregó la posesión del bien enajenado, lo reclama judicialmente del tercero
que lo tiene en su poder y éste prueba ser el dueño del mismo.
ARTÍCULO 2319. Si el bien objeto de la evicción hubiere pertenecido
sucesivamente a diversos propietarios, cada uno de éstos está obligado con el
inmediato adquirente, y tiene derecho de reclamar el saneamiento al que le
enajenó, con arreglo a las disposiciones de esta sección.
ARTÍCULO 2320. Los contratantes pueden aumentar o disminuir
convencionalmente los efectos de la evicción y aún convenir en que ésta no se
preste en ningún caso.
ARTÍCULO 2321. Será nulo el pacto que exima al que enajena de responder
por la evicción, si hubiere mala fe de parte suya.
ARTÍCULO 2322. Cuando el adquirente ha renunciado el derecho al
saneamiento para el caso de evicción, llegado que sea éste, debe el que
enajena entregar únicamente el precio del bien, o en su caso, la prestación que
recibió por éste, conforme a lo dispuesto en los artículos 2325 fracción I y 2326
fracción I; pero aún de esta obligación quedará libre, si el que adquirió lo hizo
con conocimiento expreso de los riesgos de evicción y sometiéndose a sus
consecuencias.
ARTÍCULO 2323. El adquirente, luego que sea emplazado, debe denunciar el
pleito de evicción al que le enajenó, para que la sentencia surta efectos en su
contra, solicitando al juez llame a juicio al enajenante. Para tal efecto deberá
proporcionar el domicilio de éste, y si no lo hace no se dará curso a la petición
respectiva; si afirmare que lo desconoce, deberá exhibir el importe de la
publicación de los edictos para notificar al enajenante en esta forma.
Si el enajenante comparece al juicio, se convierte en principal; y, en tal
supuesto, el adquirente podrá ser coadyuvante.
En los mismos términos deberá el adquirente denunciar el pleito de evicción al
que le enajenó, cuando se le notifique la contestación de la demanda, o sea
reconvenido en el supuesto del artículo 2318.
ARTÍCULO 2324. El fallo judicial impone al que enajena la obligación de
indemnizar a quien sufrió la evicción, en los términos de los artículos
siguientes.
ARTÍCULO 2325. Si el que enajenó hubiere procedido de buena fe, estará
obligado a entregar al que sufrió la evicción:
I. El precio íntegro o, en su caso, la prestación que recibió por el bien.
II. Los gastos causados en el contrato, si fueron satisfechos por el adquirente.
III. Los causados en el juicio de evicción y en el de saneamiento.
IV. El valor de las mejoras útiles y necesarias, siempre que en la sentencia no
se determine que el vencedor satisfaga su importe.
ARTÍCULO 2326. Si el que enajena hubiere procedido de mala fe tendrá las
obligaciones que expresa el artículo anterior, con las agravaciones siguientes:
I. Devolverá, a elección del adquirente, el precio que el bien tenía al tiempo de
la adquisición, o el que tenga al tiempo en que sufra la evicción.
II. Satisfará al adquirente el importe de las mejoras voluntarias y de mero placer
que haya hecho en el bien.
III. Pagará los daños y perjuicios.
ARTÍCULO 2327. Si el enajenante no sale sin justa causa al juicio de evicción
en tiempo hábil, o si no rinde prueba alguna, o si no alega, queda obligado al
saneamiento en los términos del artículo anterior.
ARTÍCULO 2328. Si tanto el que enajena como el que adquiere proceden de
mala fe, no tendrá el segundo, en ningún caso, derecho al saneamiento ni a
indemnización de ninguna especie.
ARTÍCULO 2329. Si el adquirente fuere condenado a restituir los frutos del
bien, podrá exigir del enajenante la indemnización de ellos o el interés legal del
precio que haya dado.
Si el que adquirió no fuere condenado a dicha restitución quedarán
compensados los intereses del precio con los frutos recibidos.
ARTÍCULO 2330. Si el que enajena, al ser emplazado, manifiesta que no tiene
medios de defensa y consigna el precio por no quererlo recibir el adquirente,
queda libre de cualquiera responsabilidad posterior a la fecha de la
consignación, sin perjuicio de las demás responsabilidades que le imponen, en
su caso, los artículos 2325 y 2326 por causas anteriores a la consignación.
ARTÍCULO 2331. Si al denunciársele el juicio, o durante él, reconoce el
enajenante el derecho del que reclama y se obliga a pagar conforme a las
prescripciones de esta subsección, sólo será responsable de los gastos que se
hayan causado hasta el reconocimiento, sea cual fuere el resultado del juicio.
ARTÍCULO 2332. Las mejoras que quien enajenó hubiese hecho antes de la
enajenación, se le tomarán a cuenta de lo que debe pagar, siempre que fueren
abonadas por el vencedor.
ARTÍCULO 2333. Cuando el adquirente sólo fuere privado por la evicción de
una parte del bien adquirido, se observarán respecto de éste, las reglas
establecidas en esta subsección, a no ser que el adquirente prefiera la
rescisión del contrato.
Lo mismo se observará cuando en un solo contrato se hayan enajenado dos o
más bienes sin fijar el precio de cada uno de ellos, y uno solo sufra la evicción.
ARTÍCULO 2334. En los dos casos del artículo anterior, si el que adquiere
elige la rescisión del contrato, está obligado a devolver el bien libre de los
gravámenes que le haya impuesto.
ARTÍCULO 2335. Si el inmueble que se enajenó se halla gravado sin haberse
hecho mención de ello en la escritura, con alguna carga o servidumbre
voluntaria no aparente, el que adquirió puede pedir la indemnización
correspondiente al gravamen o la rescisión del contrato.
Las acciones de rescisión y de indemnización a que se refiere este artículo
prescriben en un año, que se contará desde el día en que el adquirente tenga
noticia de la carga o servidumbre.
ARTÍCULO 2336. El enajenante no responde por la evicción:
I. Sí así se hubiere convenido.
II. En el caso del artículo 2322.
III. Si conociendo el adquirente el derecho del que entabla la evicción, lo
hubiere ocultado dolosamente al enajenante.
IV. Si la evicción procede de una causa posterior al acto de enajenación, no
imputable al que enajena, o de hecho del que adquiere, ya sea anterior o
posterior al mismo acto;
V. Si el adquirente no cumple lo prevenido en el artículo 2323.
VI. Si el adquirente y el que reclama transigen o comprometen el negocio en
árbitros, sin consentimiento del que enajenó.
VII. Si la evicción tuvo lugar por culpa del adquirente.
ARTÍCULO 2337. En las enajenaciones hechas en remate judicial, la persona a
quien se remató un bien, está obligada por la evicción del bien rematado que
sufra el adquirente, a restituir a éste únicamente el precio que haya pagado por
su postura más los gastos que hubiere hecho.

ESTUDIO
ARTÍCULO 2316. Todo el que enajena está obligado al saneamiento por causa
de evicción aunque nada se haya expresado en el contrato.
El deudor de la cosa —quien la transmitió— debe reparar los daños causados
al adquirente, porque la transferencia sin derecho de una cosa ajena o
inservible, es un hecho ilícito que compromete su responsabilidad civil.
Esta indemnización toma el nombre particular de saneamiento y puede ser de
dos clases:
3. Saneamiento por evicción.
4. Saneamiento por vicios ocultos.
Saneamiento es la necesidad de reparar los daños y perjuicios causados al
adquirente, a título oneroso de una cosa, por causa de evicción o de vicios
ocultos.
 El adquirente sufre la privación total o parcial de una cosa.
 Por sentencia que cause ejecutoria.
 Fundada en un derecho anterior a la adquisición.
Se inicia por un tercero contra el adquirente en reclamación de la cosa, con
fundamento en un mejor derecho que el de quien le transmitió el bien.
Si el adquirente sufre la evicción, deberá ser “saneado" o indemnizado por el
enajenante, quien deviene obligado a reparar los daños; si no accede a cumplir
voluntariamente su obligación, puede ser constreñido a hacerlo mediante el
juicio de saneamiento.
ARTÍCULO 2316. Todo el que enajena está obligado al saneamiento por causa
de evicción aunque nada se haya expresado en el contrato.
ARTÍCULO 2317. Habrá evicción cuando el que adquirió algún bien fuere
privado del todo o parte de él, por sentencia que cause ejecutoria, en razón de
algún derecho anterior a la adquisición.
ARTÍCULO 2318. Habrá también evicción cuando el adquirente a quien se
entregó la posesión del bien enajenado, lo reclama judicialmente del tercero
que lo tiene en su poder y éste prueba ser el dueño del mismo.
ARTÍCULO 2323. El adquirente, luego que sea emplazado, debe denunciar el
pleito de evicción al que le enajenó, para que la sentencia surta efectos en su
contra, solicitando al juez llame a juicio al enajenante. Para tal efecto deberá
proporcionar el domicilio de éste, y si no lo hace no se dará curso a la petición
respectiva; si afirmare que lo desconoce, deberá exhibir el importe de la
publicación de los edictos para notificar al enajenante en esta forma.
Si el enajenante comparece al juicio, se convierte en principal; y, en tal
supuesto, el adquirente podrá ser coadyuvante.
En los mismos términos deberá el adquirente denunciar el pleito de evicción al
que le enajenó, cuando se le notifique la contestación de la demanda, o sea
reconvenido en el supuesto del artículo 2318.
ARTÍCULO 2335. Si el inmueble que se enajenó se halla gravado sin haberse
hecho mención de ello en la escritura, con alguna carga o servidumbre
voluntaria no aparente, el que adquirió puede pedir la indemnización
correspondiente al gravamen o la rescisión del contrato.
Las acciones de rescisión y de indemnización a que se refiere este artículo
prescriben en un año, que se contará desde el día en que el adquirente tenga
noticia de la carga o servidumbre.
ARTÍCULO 2327. Si el enajenante no sale sin justa causa al juicio de evicción
en tiempo hábil, o si no rinde prueba alguna, o si no alega, queda obligado al
saneamiento en los términos del artículo anterior.
ARTÍCULO 2336. El enajenante no responde por la evicción:
I. Sí así se hubiere convenido.
II. En el caso del artículo 2322.
III. Si conociendo el adquirente el derecho del que entabla la evicción, lo
hubiere ocultado dolosamente al enajenante.
IV. Si la evicción procede de una causa posterior al acto de enajenación, no
imputable al que enajena, o de hecho del que adquiere, ya sea anterior o
posterior al mismo acto
ARTÍCULO 2337. En las enajenaciones hechas en remate judicial, la persona a
quien se remató un bien, está obligada por la evicción del bien rematado que
sufra el adquirente, a restituir a éste únicamente el precio que haya pagado por
su postura más los gastos que hubiere hecho.

TEMA 12. SANEAMIENTO POR VICIOS OCULTOS


GLOSARIO
Enajenante: Quien enajena o transmite sus bienes, voluntaria o forzosamente
Saneamiento: obligación que asume el vendedor frente al comprador de
responder de cualquier defecto que haga impropio el uso de la cosa vendida o
disminuya su uso
Acción redhibitoria: es la opción que tiene el comprador cuando encuentra
vicios ocultos en el bien que ha comprado.
Acción estimatoria: acción que se dirige a obtener la rescisión parcial de la
compraventa cuando la cosa vendida presenta vicios ocultos que conllevan la
obligación de saneamiento por el vendedor y, ello no obstante, sigue sirviendo
para el uso al que se la destina. Es una redhibición impropia.
Vicios: los defectos que afectan a la conformidad de voluntades, es decir, que
son componentes que impiden que el consentimiento pueda reunir las
características necesarias para su validez.
Ostensible: Que se ve o percibe con facilidad.
Accipiens: Palabra latina que designa la persona que recibe un pago; en
general el accipiens suele ser el acreedor.
Hecho ilícito civil: puede definirse como la conducta culpable de una persona
que lesiona injustamente la esfera jurídica ajena.
Preexistencia: Existencia real de una cosa o de un derecho antes del acto o
momento en que tenga que tratarse de ello.
Presunción: La presunción jurídica es un juicio lógico del legislador o del juez,
en virtud del cual se considera como cierto o probable un hecho, con apoyo en
las máximas generales de experiencia, que le indican cuál es el modo normal
como suceden los acontecimientos.
Discordia: Una discordia es un enfrentamiento o una discrepancia que surge
cuando no se logra un acuerdo respecto a un asunto de interés compartido.
Acaecer: Suceder (producirse un hecho).
Vicio oculto: Los vicios ocultos son aquellos defectos que no se conocen de
antemano antes de celebrar un contrato de compraventa.
Remate: Acabar completamente una cosa.
Prescripción: es una forma de adquirir cosas ajenas, o bien, de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído dichas cosas o no haberse
ejercido dichas acciones y derechos durante un lapso de tiempo determinado.

1. Introducción
El que transmite una cosa debe conceder una posesión útil de ella, pues todos
los bienes aportan ciertas ventajas o provechos a sus poseedores, y el
adquirente de una cosa espera que ésta sirva para el fin de su destino.
Si el bien transferido tiene defectos o imperfecciones no detectables que
disminuyen o suprimen su utilidad, se dice que tiene vicios ocultos.

ARTÍCULO 2338. En los contratos conmutativos, el enajenante está obligado al


saneamiento por los vicios o defectos ocultos del bien enajenado, que lo hagan
impropio para el uso a que se le destina, o que disminuyan de tal modo este
uso, que de haberlos conocido el adquirente no hubiere hecho la adquisición o
habría dado una prestación menor.

2. El saneamiento
El adquirente de una cosa inservible, que no satisfará por ello el propósito de
su adquisición, tiene derecho a ser indemnizado (saneamiento). Este
saneamiento puede consistir:
En la resolución del contrato, con sus efectos de restitución de la cosa y del
precio (lo que es propiamente un restablecimiento de la situación anterior)
mediante la acción redhibitoria (de redhibere, "devolver").
En la reducción del precio de la cosa (lo que es propiamente una
indemnización en dinero de la deficiencia que presenta) mediante la acción
estimatoria o quanti minoris.

ARTÍCULO 2340. En los casos a que se refiere el artículo 2338 el adquirente


tiene derecho:
I. A exigir la rescisión del contrato y el pago de los gastos que por él hubiere
hecho; o
II. A que se le rebaje una cantidad proporcionada de la prestación que hubiere
dado, a juicio de peritos.

ARTÍCULO 2341. El derecho concedido al adquirente, por la fracción II del


artículo anterior, subsiste aunque el bien defectuoso perezca por caso fortuito o
de fuerza mayor o por culpa del mismo adquirente.
ARTÍCULO 2342. Si se probare que el enajenante conocía los vicios ocultos
del bien, y no los manifestó al adquirente, tendrá éste los mismos derechos que
le conceden los dos artículos anteriores, debiendo, además, ser indemnizado
de los daños y perjuicios si prefiere la rescisión.
ARTÍCULO 2343. En los casos en que el adquirente pueda elegir la
indemnización o la rescisión del contrato, una vez hecha por él la elección del
derecho que va a ejercitar, no puede usar del otro sin el consentimiento del
enajenante.

3. Requisitos del saneamiento por vicios ocultos


Son necesarios tres requisitos:
1. Transmisión de una cosa que ya presenta deficiencias o vicios.
2. Esos vicios impiden o disminuyen la utilidad de la cosa.
3. Tales vicios no son ostensibles.

4. Análisis de los requisitos


Requisito 1. Los defectos o vicios de la cosa deben existir en el acto de la
transmisión.
Se presupone que afectaban ya a la cosa al momento de su entrega al
adquirente y, en consecuencia, el enajenante debió de haber transmitido una
cosa ya viciada.
Si los vicios se originaron después de su entrega al adquirente, éste no podrá
atribuir responsabilidad alguna al tradens.
Requisito 2. Los vicios deben ser graves, de tal entidad que disminuyan o
supriman la utilidad de las cosas. Todos los bienes proporcionan ventajas o
alguna utilidad a su propietario, poseedor o titular; todos sirven para algo, a
cada especie de cosas le es inherente cierta utilidad objetiva.
Requisito 3. Los vicios no han de ser aparentes y ostensibles. Si hubieran sido
visibles o evidentes, el accipiens habría decidido su adquisición en tal estado o
incurrido en culpa al omitir su examen detenido, casos en que le sería negada
la acción, no basta que los defectos estén encubiertos.

5. Efectos de la acción redhibitoria


Es una acción de rescisión o resolutoria; por tanto, extingue el contrato
retroactivamente: el adquirente (accipiens) restituirá la cosa viciada en el
mismo estado en que la recibió, pero podrá hacer suyos los frutos y recibir
indemnización de las mejoras útiles y necesarias.
El enajenante, transmisor (tradens) de buena fe, devolverá el precio recibido y
los gastos del contrato; además, deberá pagar las mejoras efectuadas sobre la
cosa.
Ahora bien, si el enajenante hubiere actuado de mala fe, si hubiere transmitido
la cosa a sabiendas de que estaba defectuosa, deberá indemnizar todos los
daños y perjuicios resentidos por el adquirente, pues habrá incurrido en un
hecho ilícito.
6. Procedimiento para hacer efectivas las acciones de vicios
ocultos
El adquirente deberá demostrar la preexistencia de los vicios y su gravedad. La
ley arroja sobre él la carga de la prueba, al establecer la presunción jurís
tantum de que los defectos son posteriores a la adquisición. La calificación
tanto de los vicios como de su trascendencia y antigüedad será efectuada por
expertos, que las partes y el juez nombrarán de acuerdo con las reglas de
evacuación de la prueba pericial.

ARTÍCULO 2353. La calificación de los vicios del bien enajenado se hará por
peritos nombrados por las partes, y por un tercero que elegirá el juez en caso
de discordia.
ARTÍCULO 2354. Los peritos declararán terminantemente si los vicios eran
anteriores a la enajenación y si por causa de ellos no puede destinarse el bien
a los usos para los que fue adquirido.

7. Reglas especiales
En la adquisición de animales operan reglas particulares: si su muerte acaece
durante los tres días siguientes a la adquisición, se presume causada por vicio
oculto. La acción judicial sólo dura 20 días. Si se han enajenado cosas de fácil
descomposición, el adquirente debe negarse a recibirlas, anunciándolo así de
inmediato al enajenante; en tanto que en la adquisición por remate o
adjudicación judicial no hay responsabilidad por vicios redhibitorios.

ARTÍCULO 2347. Enajenándose dos o más animales juntamente, sea en un


precio alzado o sea señalándolo a cada uno de ellos, el vicio de uno da sólo
lugar a la acción redhibitoria respecto de él y no respecto a los demás, a no ser
que aparezca que el adquirente no habría adquirido el sano o sanos sin el
vicioso, o que la enajenación fuese de un rebaño y el vicio fuere contagioso.
ARTÍCULO 2348. Se presume que el adquirente no tenía voluntad de adquirir
uno solo de los animales, cuando se adquiere un tiro, yunta o pareja, aunque
se haya señalado un precio separado a cada uno de los animales que los
componen.
ARTÍCULO 2349. Lo dispuesto en el artículo 2347 es aplicable a la
enajenación de cualesquiera otros bienes.
ARTÍCULO 2350. Si un animal muere dentro de los tres días siguientes a su
adquisición, es responsable el enajenante si por juicio de peritos se prueba que
la enfermedad existía antes de la enajenación.
ARTÍCULO 2351. En todos los casos de enajenación de animales, sea que
ésta se realice individualmente o sea por troncos, yuntas o rebaños, la acción
redhibitoria por tachas o vicios ocultos sólo dura veinte días a partir de la fecha
de la entrega.
ARTÍCULO 2352. Si la enajenación se declara resuelta, debe devolverse el
bien enajenado en el mismo estado en que se entregó, siendo responsable el
adquirente de cualquier deterioro que no proceda del vicio o defecto ocultados.
Prescripción: Las acciones de vicios ocultos prescriben en seis meses, salvo
los casos de excepción.

Artículos
ARTÍCULO 2338. En los contratos conmutativos, el enajenante está obligado al
saneamiento por los vicios o defectos ocultos del bien enajenado, que lo hagan
impropio para el uso a que se le destina, o que disminuyan de tal modo este
uso, que de haberlos conocido el adquirente no hubiere hecho la adquisición o
habría dado una prestación menor.
ARTÍCULO 2339. El enajenante no es responsable de los vicios o defectos
manifiestos o que estén a la vista, ni tampoco de los que no lo están, si el
adquirente es un perito que por razón de su oficio o profesión debe fácilmente
conocerlos.
ARTÍCULO 2340. En los casos a que se refiere el artículo 2338 el adquirente
tiene derecho:
I. A exigir la rescisión del contrato y el pago de los gastos que por él hubiere
hecho; o
II. A que se le rebaje una cantidad proporcionada de la prestación que hubiere
dado, a juicio de peritos.
ARTÍCULO 2341. El derecho concedido al adquirente, por la fracción II del
artículo anterior, subsiste aunque el bien defectuoso perezca por caso fortuito o
de fuerza mayor o por culpa del mismo adquirente.
ARTÍCULO 2342. Si se probare que el enajenante conocía los vicios ocultos
del bien, y no los manifestó al adquirente, tendrá éste los mismos derechos que
le conceden los dos artículos anteriores, debiendo, además, ser indemnizado
de los daños y perjuicios si prefiere la rescisión.
ARTÍCULO 2343. En los casos en que el adquirente pueda elegir la
indemnización o la rescisión del contrato, una vez hecha por él la elección del
derecho que va a ejercitar, no puede usar del otro sin el consentimiento del
enajenante.
ARTÍCULO 2344. Si el bien enajenado pereciere o mudare de naturaleza a
consecuencia de los vicios que tenía y eran conocidos del enajenante, éste
sufrirá la pérdida y deberá restituir el precio y abonar los gastos del contrato
con los daños y perjuicios.
ARTÍCULO 2345. Si el enajenante no conocía los vicios, solamente deberá
restituir el precio y abonar los gastos del contrato en el caso de que el
adquirente los haya pagado.
ARTÍCULO 2346. Las acciones que nacen de lo dispuesto en los artículos del
2338 al 2345 se extinguen a los seis meses contados desde la entrega del bien
enajenado.
ARTÍCULO 2347. Enajenándose dos o más animales juntamente, sea en un
precio alzado o sea señalándolo a cada uno de ellos, el vicio de uno da sólo
lugar a la acción redhibitoria respecto de él y no respecto a los demás, a no ser
que aparezca que el adquirente no habría adquirido el sano o sanos sin el
vicioso, o que la enajenación fuese de un rebaño y el vicio fuere contagioso.
ARTÍCULO 2348. Se presume que el adquirente no tenía voluntad de adquirir
uno solo de los animales, cuando se adquiere un tiro, yunta o pareja, aunque
se haya señalado un precio separado a cada uno de los animales que los
componen.
ARTÍCULO 2349. Lo dispuesto en el artículo 2347 es aplicable a la
enajenación de cualesquiera otros bienes.
ARTÍCULO 2350. Si un animal muere dentro de los tres días siguientes a su
adquisición, es responsable el enajenante si por juicio de peritos se prueba que
la enfermedad existía antes de la enajenación.
ARTÍCULO 2351. En todos los casos de enajenación de animales, sea que
ésta se realice individualmente o sea por troncos, yuntas o rebaños, la acción
redhibitoria por tachas o vicios ocultos sólo dura veinte días a partir de la fecha
de la entrega.
ARTÍCULO 2352. Si la enajenación se declara resuelta, debe devolverse el
bien enajenado en el mismo estado en que se entregó, siendo responsable el
adquirente de cualquier deterioro que no proceda del vicio o defecto ocultados.
ARTÍCULO 2353. La calificación de los vicios del bien enajenado se hará por
peritos nombrados por las partes, y por un tercero que elegirá el juez en caso
de discordia.
ARTÍCULO 2354. Los peritos declararán terminantemente si los vicios eran
anteriores a la enajenación y si por causa de ellos no puede destinarse el bien
a los usos para los que fue adquirido.
ARTÍCULO 2355. Las partes pueden restringir, renunciar o ampliar su
responsabilidad por los vicios redhibitorios, siempre que no haya mala fe.
ARTÍCULO 2356. Incumbe al adquirente probar que el vicio existía al tiempo
de la adquisición y no probándolo, se juzga que el vicio sobrevino después.
ARTÍCULO 2357. Si el bien enajenado por vicios redhibitorios se pierde por
caso fortuito o por culpa del adquirente, le queda a éste, sin embargo, el
derecho de pedir el menor valor del bien por el vicio redhibitorio.
ARTÍCULO 2358. El adquirente del bien remitido de otro lugar que alegare
tiene vicios redhibitorios, si se trata de bienes que rápidamente se
descomponen, tiene obligación de avisar inmediatamente al enajenante que no
recibe el bien. Si no lo hace, será responsable de los daños y perjuicios que su
omisión ocasione.
ARTÍCULO 2359. En las enajenaciones hechas en remate judicial, el
demandado a quien se remata un bien no tiene la obligación de responder de
los vicios redihibitorios.

ESTUDIO
ARTÍCULO 2338. En los contratos conmutativos, el enajenante está obligado al
saneamiento por los vicios o defectos ocultos del bien enajenado, que lo hagan
impropio para el uso a que se le destina, o que disminuyan de tal modo este
uso, que de haberlos conocido el adquirente no hubiere hecho la adquisición o
habría dado una prestación menor.
ARTÍCULO 2339. El enajenante no es responsable de los vicios o defectos
manifiestos o que estén a la vista, ni tampoco de los que no lo están, si el
adquirente es un perito que por razón de su oficio o profesión debe fácilmente
conocerlos.
ARTÍCULO 2340. En los casos a que se refiere el artículo 2338 el adquirente
tiene derecho:
I. A exigir la rescisión del contrato y el pago de los gastos que por él hubiere
hecho; o
II. A que se le rebaje una cantidad proporcionada de la prestación que hubiere
dado
ARTÍCULO 2342. Si se probare que el enajenante conocía los vicios ocultos
del bien, y no los manifestó al adquirente, tendrá éste los mismos derechos que
le conceden los dos artículos anteriores, debiendo, además, ser indemnizado
de los daños y perjuicios si prefiere la rescisión.
ARTÍCULO 2344. Si el bien enajenado pereciere o mudare de naturaleza a
consecuencia de los vicios que tenía y eran conocidos del enajenante, éste
sufrirá la pérdida y deberá restituir el precio y abonar los gastos del contrato
con los daños y perjuicios.
ARTÍCULO 2345. Si el enajenante no conocía los vicios, solamente deberá
restituir el precio y abonar los gastos del contrato en el caso de que el
adquirente los haya pagado.
ARTÍCULO 2346. Las acciones que nacen de lo dispuesto en los artículos del
2338 al 2345 se extinguen a los seis meses contados desde la entrega del bien
enajenado.
ARTÍCULO 2350. Si un animal muere dentro de los tres días siguientes a su
adquisición, es responsable el enajenante si por juicio de peritos se prueba que
la enfermedad existía antes de la enajenación.
ARTÍCULO 2351. En todos los casos de enajenación de animales, sea que
ésta se realice individualmente o sea por troncos, yuntas o rebaños, la acción
redhibitoria por tachas o vicios ocultos sólo dura veinte días a partir de la fecha
de la entrega.
ARTÍCULO 2356. Incumbe al adquirente probar que el vicio existía al tiempo
de la adquisición y no probándolo, se juzga que el vicio sobrevino después.

TEMA 13. CESION DE DERECHOS


GLOSARIO
1. Introducción
Así como pueden transmitirse las cosas corporales, también es posible
transferir los derechos o las deudas.

 El acreedor que cede su derecho a otro es sustituido por el cesionario; el


cedente deja de ser titular de los derechos que aquél adquiere sin
modificar la relación jurídica. Un tercero ocupa el sitio del acreedor
recibiendo el mismo crédito.
 En la cesión de deudas, el deudor transmite su débito a otro, quien
deviene nuevo deudor de la misma obligación.
Ceder hace referencia a la transmisión de los derechos o de las obligaciones.
En derecho romano, la obligación se concebía exclusivamente como un vínculo
personal, entonces, cambiar al acreedor o al deudor era aniquilar la obligación
misma. En derecho moderno, sin perder su carácter de vínculo es un valor
patrimonial para el acreedor y una carga patrimonial para el deudor, se hace
así independientemente de la personalidad de los sujetos activos o pasivos.
La transmisión del derecho personal o de crédito (compraventa) puede
realizarse por medio de dos instrumentos para enajenar el aspecto activo de la
obligación:

 La cesión de derechos
 La subrogación por pago (el acreedor es suplido por un tercero que paga
la deuda para tal fin).
La transmisión de la deuda puede efectuarse solo mediante el acto jurídico de
cesión o asunción de deudas
Los bienes corporales se transmiten por medio contratos típicos que tienden a
enajenar el dominio, como compraventa, permuta, donación y sociedad. Y otros
para ceder su uso o disfrute: arrendamiento, comodato, hospedaje. Los bienes
incorporales se transmiten mediante la cesión de derechos y la subrogación y
entendemos la cesión como un contrato en virtud del cual el titular de un
derecho (cedente) lo transmite a otra persona (cesionario) gratuita u
onerosamente, sin alterar la relación jurídica.
2. Naturaleza Jurídica
La cesión es un acto jurídico cambiante porque asume la esencia o naturaleza
de diversos contratos como la compraventa, la permuta o la donación. La
cesión es una forma de transferir la titularidad de los derechos mediante la
compraventa-cesión, la permuta-cesión o la donación-cesión, de la misma
manera que se transmite la propiedad de las cosas corporales.
La transferencia de la propiedad sobre una cosa corporal también es una
cesión de derechos, aunque no acostumbremos a verlo así en razón de que el
derecho de propiedad confiere tal suma de facultades, de ahí que, tratándose
de la transmisión de cosas corporales, se diga: vendí, permuté o doné una
cosa y no: cedí el derecho de propiedad de esa cosa.

3. Derechos que pueden ser cedidos.


Los derechos personales o de crédito o cualquiera especie de derechos puede
ser cedidas en las cesiones en globo o las cesiones de derechos hereditarios,
las cuales comprenden transferencia de facultades jurídicas que pueden ser de
diversa naturaleza, así como la cesión de las garantías accesorias al derecho
de crédito, como la hipoteca y la prenda. Se puede ceder también derechos
que no sean reales ni personales, como los de patente, de marca, de autor o
aun los posesorios, por lo tanto se concluye que cualquier derecho puede ser
enajenado por cesión de derechos, a menos que se trate de un derecho
incedible.

4. Derechos inalienables o incedibles


Los derechos son incedibles cuando no lo permite su naturaleza, no lo autoriza
la ley o se conviene en su intransmisibilidad. Existen derechos que, por
naturaleza, son personalísimos y se otorgan en favor de un titular determinado,
el cual no puede desprenderse de ellos ni enajenarlos, por ejemplo, la
prestación alimentaria, una renta vitalicia, los derechos emergentes del
matrimonio o de la adopción.

5. La cesión del contrato


Una de las partes conviene con un tercero en transmitirle íntegramente los
efectos producidos por un contrato en su favor (los derechos) y a cargo suyo
(las deudas); para esto necesita la conformidad de su acreedor. El cedente
transmite al tercero cesionario todas las consecuencias jurídicas del contrato
cedido, tanto los beneficios como los gravámenes, y lo coloca en la situación
jurídica en que se encontraba.
Ejemplo: si aproveché una oferta de la empresa automotriz Toyota S. A., para
comprar un vehículo nuevo en el precio de 200 mil pesos, en abonos
mensuales sin intereses, puedo transmitir los efectos del contrato y el ventajoso
acuerdo a usted, si cuento con la conformidad de la vendedora acreedora del
precio. En la especie, la cesión del contrato requerirá declaración de voluntad
del cedente, del cesionario que es usted y de la sociedad vendedora.
6. Forma de la cesión de derechos
Para la cesión de derechos basta un escrito privado que firmen cedente,
cesionario y dos testigos a menos que su objeto consista en derechos cuya
enajenación esté sujeta a la forma de escritura pública como los derechos de
hipoteca.

7. Efectos para las partes cedentes y cesionarias


1. Transferir las facultades cedidas, del cedente al cesionario en el
momento que se celebra el acto (siempre que no esté sujeto a plazo o
condición y se trate de derechos ciertos y determinados)
2. Transmitir también las garantías accesorias del crédito y los intereses
vencidos las cuales pasan con él al nuevo titular.
3. Como la relación jurídica permanece inalterada, el deudor podrá oponer
al cesionario las mismas excepciones que tendría contra el cedente —su
acreedor original—al efectuarse la cesión.
4. El cedente a título oneroso queda sujeto a responder por la evicción,
cuyo alcance consiste en garantizar la existencia y legitimidad del crédito,
pero no la solvencia del deudor. Así, deberá asegurar que existe el
crédito, que el cedente es el titular del mismo, que no está afectado de
vicios que lo invaliden y que es un crédito expedito, esto es, que se tiene
la libre disposición del mismo, sin vulnerar derechos de tercero.

8. Existencia de varios cesionarios


Si el crédito fue cedido a varias personas, prevalece el primero que notifique al
deudor. El mismo principio debe operar en caso de que, además de la cesión,
el cedente hubiere constituido un derecho de prenda sobre el crédito.

9. Efectos frente al deudor cedido


La cesión de derechos no es oponible al deudor (no queda obligado aún a
pagarle al cesionario) mientras no sea notificado de la transmisión de manera
fehaciente, sea judicialmente, ante dos testigos o ante notario público. Mientras
ello no ocurra, el deudor se liberta de su deuda y la extingue pagando al
acreedor primitivo; pero una vez efectuada la notificación, sólo se liberta
solventándola al cesionario.

10. Efectos de la cesión frente a los demás terceros


Existen otros terceros a quienes afecta una cesión de derechos: los acreedores
del cedente, a quienes les es oponible la reducción patrimonial que aquél,
experimenta al transmitir sus créditos y restringir el grado de su solvencia; y,
los acreedores del cesionario, que ven incrementada su garantía de cobro en
los nuevos créditos que ingresaron al patrimonio de éste.

11. La oponibilidad de los terceros, momentos en que se


actualiza
Al ser formalizada en un documento privado, la cesión de derechos no surte
efecto ni es oponible a tales terceros mientras el documento en que conste el
contrato no adquiera fecha cierta; es decir, mientras no ocurra algún hecho que
le dé publicidad y demuestre en forma fidedigna la fecha real de su celebración,
con el propósito de evitar su simulación y el fraude de acreedores.
Por tanto, los terceros, los acreedores tanto del cedente como los del
cesionario desconocen todo efecto a tal transmisión mientras el contrato en que
se convino la enajenación no adquiera esa fecha cierta, lo cual ocurre:
1. Desde el día en que se entregue a un funcionario público por razón de
su oficio.
2. Su entrega al director del Registro Público de la Propiedad, si es un
crédito registrable, y su otorgamiento en escritura pública notarial.
3. Desde la fecha de la muerte de cualquiera de los que lo firmaren.

12. Cesión de derechos hereditarios


La cesión de derechos hereditarios es una transmisión en bloque de los que
adquiere el heredero por su calidad de tal; incluye todos los bienes y derechos,
así como las deudas o gravámenes, lo cual explica las reglas especiales que la
rigen. Así, cuando el heredero transmite todos sus derechos hereditarios, si "se
hubiere aprovechado de algunos frutos o percibido alguna cosa de la herencia
que cediere, deberá abonarla al cesionario, si no se hubiere pactado lo
contrario" “El cesionario debe, por su parte, satisfacer al cedente todo lo que
haya pagado por las deudas o cargas de la herencia y sus propios créditos
contra ella, salvo si hubiere pactado lo contrario."

Artículos
ARTÍCULO 2390. Habrá cesión de derechos cuando el acreedor transfiera a
otra persona los que tenga contra su deudor.
ARTÍCULO 2391. La cesión de derechos por el acreedor no requiere el
consentimiento del deudor.
ARTÍCULO 2392. El acreedor puede ceder sus derechos a otra persona, por
título gratuito u oneroso, salvo que la cesión este prohibida por la ley, se haya
convenido no hacerla o no lo permita la naturaleza del derecho. El deudor no
puede alegar contra el tercero que el derecho no podía cederse porque así se
había convenido, cuando ese convenio no conste en el título constitutivo.
ARTÍCULO 2394. La cesión de un crédito transmite al cesionario, salvo pacto
expreso en contrario, todos sus derechos accesorios como la fianza, la
hipoteca, la prenda o cualquiera otra garantía o privilegio, salvo aquellos que
son inseparables de la persona del cedente. Los intereses vencidos se
presumen que fueron cedidos con el crédito principal.
ARTÍCULO 2395. La cesión de créditos civiles que no sean a la orden o al
portador se hará en escrito privado que firmarán el cedente, el cesionario y dos
testigos, o en escritura pública, cuando por la naturaleza del crédito cedido la
ley exija que su transmisión se haga en esta forma. Los créditos civiles a la
orden se transmitirán por endoso, y por su simple entrega los que sean al
portador.
ARTÍCULO 2397. Para que el cesionario pueda ejercitar sus derechos contra el
deudor, deberá hacer a éste la notificación de la cesión, ya sea judicialmente,
ya en lo extrajudicial, ante dos testigos o ante notario. Sólo tiene derecho para
pedir y hacer la notificación, el acreedor que presente el título justificativo del
crédito, o el de la cesión, cuando aquél no sea necesario.
ARTÍCULO 2398. Si el deudor está presente en la cesión y no se opone a ella,
o si no habiendo estado presente la ha aceptado, y esto se prueba, se tendrá
por hecha la notificación.
ARTÍCULO 2400. Mientras no se haya hecho la notificación al deudor, éste se
libera pagando al acreedor primitivo. Hecha la notificación, el deudor se libera
únicamente pagando al cesionario.
ARTÍCULO 2401. El cesionario no tendrá mayores derechos y obligaciones
que el cedente
ARTÍCULO 2412. El que cede su derecho a una herencia, sin enumerar los
bienes de que ésta se compone, sólo está obligado a responder de su calidad
de heredero.

ESTUDIO

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