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EL PAGO O CUMPLIMIENTO
Las consecuencias o efectos del pago de un tercero dependen de la actitud o conocimiento del
deudor en relación con el pago del tercero:
1º De acuerdo con el deudor: subrogación. Un tercero paga con aprobación expresa o tácita
del deudor. La subrogación transfiere al subrogado el crédito con los derechos a él anexos,
contra el deudor o los terceros. El “solvens” ocupa el lugar del acreedor y puede utilizar todas
las garantías que tuviera el crédito.
2º Ignorándolo el deudor: acción de reembolso o reintegro. El que pague por cuenta de otro
podrá reclamar del deudor lo pagado, a no haberlo hecho contra su expresa voluntad. El que
pague en nombre del deudor, ignorándolo éste, no podrá compeler al acreedor a subrogarle
en sus derechos El “solvens” puede reclamar al deudor lo que ha pagado por él, es decir, el
importe de lo satisfecho.
3º Contra la voluntad del deudor: acción de repetición. En este caso sólo podrá repetir del
deudor aquello en que le hubiera sido útil el pago. El “solvens” solo puede reclamar al deudor
aquello “en que le hubiera sido útil el pago”.
Regla general: el acreedor. El pago deberá hacerse a la persona en cuyo favor estuviese
constituida la obligación, o a otra autorizada para recibirla en su nombre.
A un acreedor aparente: sin ser realmente acreedor se muestra al exterior como tal, por lo
que el pago hecho de buena fe al que estuviera en posesión del crédito, liberará al deudor.
REQUISITOS OBJETIVOS DEL PAGO
2º.- Integridad: completa. No se entenderá pagada una deuda sino cuando completamente se
hubiese entregado la cosa o hecho la prestación en que la obligación consistía.
Los gastos del pago: salvo que otra cosa se haya pactado, son de cuenta del deudor. Los gastos
para la entrega de la cosa vendida serán de cuenta del vendedor, y los de su transporte o
traslación de cargo del comprador, salvo el caso de estipulación especial.
Sin condición ni plazo: desde el nacimiento del contrato. Será exigible desde luego toda
obligación cuyo cumplimiento no dependa de un suceso futuro o incierto, o de un suceso
pasado, que los interesados ignoren. También será exigible toda obligación que contenga
condición resolutoria, sin perjuicio de los efectos de la resolución.
Sin condición: desde que se cumpla. En las obligaciones condicionales la adquisición de los
derechos, así como la resolución o pérdida de los ya adquiridos, dependerán del
acontecimiento que constituya la condición.
Sin plazo: cuando el día llegue. Las obligaciones para cuyo cumplimiento se haya señalado un
día cierto sólo serán exigibles cuando el día llegue. Entendiéndose por día cierto aquel que
necesariamente ha de venir, aunque se ignore cuándo. Si la incertidumbre consiste en si ha de
llegar o no el día, la obligación es condicional, y se regirá por las reglas de la sección
precedente.
Sin plazo, pero deduciendo que se ha querido conceder: decide el Juez. Si la obligación no
señalare plazo, pero de su naturaleza y circunstancias se dedujere que ha querido concederse
al deudor, los Tribunales fijarán la duración de aquel.
Obligaciones con término esencial: se excluye de forma absoluta que puedan ser cumplidas
antes o después del día y hora marcados.
Perderá el deudor todo derecho a utilizar el plazo cuando, después de contraída la obligación,
resulte insolvente, salvo que garantice la deuda. Cuando no otorgue al acreedor las garantías a
que estuviese comprometido. Cuando por actos propios hubiese disminuido aquellas garantías
después de establecidas, y cuando por caso fortuito desaparecieran, a menos que sean
inmediatamente sustituidas por otras nuevas e igualmente seguras.
LUGAR DEL PAGO
A falta pacto o normas especiales, el pago deberá ejecutarse en el lugar que hubiese designado
la obligación. No habiéndose expresado y tratándose de entregar una cosa determinada,
deberá hacerse el pago donde ésta existía en el momento de constituirse la obligación. En
cualquier otro caso, el lugar del pago será el del domicilio del deudor. Si la cosa fuera
determinada, donde existiera al tiempo de constituirse la obligación; en último término, el
domicilio del deudor.
La prueba del pago se realizará a través del recibo. Los contratos se perfeccionan por el mero
consentimiento, y desde entonces obligan, no sólo al cumplimiento de lo expresamente
pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean conformes a la
buena fe, al uso y a la ley.
Dación en pago: requiere consentimiento del acreedor. No está regulada pero sí aludida
expresa o implícitamente. El retracto legal es el derecho de subrogarse, con las mismas
condiciones estipuladas en el contrato, en lugar del que adquiere una cosa por compra o
dación en pago. Si el acreedor acepta voluntariamente un inmueble queda libre el fiador.
Datio pro soluto: se produce automáticamente la extinción de la deuda.
Pago por cesión de bienes: el deudor puede ceder sus bienes a los acreedores en pago de sus
deudas. Esta cesión, salvo pacto en contrario, sólo libera a aquél de responsabilidad por el
importe líquido de los bienes cedidos. Datio pro solvendo: no se produce la extinción de la
deuda hasta que los bienes no se enajenen y se pague el crédito adeudado. Se transmite a los
acreedores su posesión y administración. Solo se libera el deudor por el importe obtenido.
El cumplimiento no puede llevarse a cabo por causa debida al acreedor, se niega sin razón a
recibirlo. Si el acreedor a quien se le hiciera el ofrecimiento de pago se negara a otorgar el
documento justificativo de haberse efectuado o a la cancelación de la garantía, el deudor
quedaría libre de responsabilidad mediante la consignación de la cosa debida.
2º. Anunciarse previamente. Para que la consignación de la cosa debida libere al obligado,
deberá ser previamente anunciada a las personas interesadas en el cumplimiento de la
obligación.
3º. Depósito. La consignación se hará por el deudor o por un tercero, poniendo las cosas
debidas a disposición del Juzgado o del Notario.