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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADEMICO
DECANATO DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
SAN JOAQUIN DE TURMERO ESTADO ARAGUA

SUMATIVA II

Autor:

30 de octubre de 2022
INTRODUCCION
Sigmund Freud (1856-1939) Fue un medico neurólogo austriaco y padre de
la corriente psicológica el psicoanálisis y nos dice que ‘’ Uno es dueño de lo
que habla y esclavo de lo que calla’’

En el siguiente informe se va a hablar sobre la crisis de la identidad, ya que


se entiende como el periodo en el que la persona experimenta profundas
dudas sobre sí misma, dudas sobre el sentido de la existencia acompañada
de sentimientos de vacío y de soledad. Esto le produce una sensación de
ansiedad al tratar de definir o redefinir quiénes somos y en qué momento
vital estamos, además se abordara temas sobre las disociaciones y sus
diferencias, de tal manera se analizara un personaje de alguna serie o
película que posea una de esta enfermedad
Una crisis de identidad se conoce como un período en el que una persona
experimenta una serie de profundas dudas sobre sí mismo. Estas dudas se
caracterizan por cuestionar el sentido de la vida y van acompañadas de
sentimientos de vacío y soledad. De esta manera, surge la ansiedad cuando
una persona trata de redefinir quiénes son y dónde están en el momento que
importa. A medida que se desarrolla una crisis de identidad, no solo afecta la
salud mental de quienes la padecen, sino que también amenaza la salud
física y emocional.

El término deriva de las crisis evolutivas que marcan cada etapa de la vida a
medida que madura, expertos en psicología social, como Erik Erickson,
psicoanalista y autor de libros como Identidad y ciclo de vida, hablan de
estas crisis a pesar de que más betún. Que manuales de consejería y
diagnóstico como el DSM-5, que no tienen este criterio, que la psicóloga y
terapeuta Laura Moran define como "conceptos de la calle" y explica que,
aunque no son oficiales, "el uso de este tipo de términos es destinado a
permitir que los pacientes se comuniquen sobre crisis críticas, como no saber
a dónde va su vida”. Las crisis de identidad se refieren a momentos de
cambio que, señala Moran, "pueden ser moldeados por el propio individuo o
por circunstancias externas". Estas situaciones “generan incertidumbre y
ansiedad, pero también oportunidad”, agregó. Suelen referirse a momentos
trascendentes de la vida, como las relaciones, los hijos, el trabajo o la salud,
Es un replanteamiento de los grandes problemas, aunque las crisis surgen
de problemas puntuales, como cosas negativas, como la separación
emocional. O problemas de salud o cosas positivas como mudarse de casa,
viajar o tener hijos. Era un problema global antes del cambio.

La crisis de identidad provoca una serie de síntomas que se pueden


distinguir cuando se trata de este tipo de crisis y no existencial.
Sin embargo, uno puede tener en cuenta que todos los síntomas pueden
variar de una persona a otra, así como con los cuales se puede vivir una
crisis de identidad.

• Sentirse perdido
• Sensación de soledad y vacío
• Problemas con la toma de decisiones, porque no hay criterios sólidos o
definidos
• Ansiedad
• Dificultad para resolver problemas
• Inestabilidad emocional
• Sensación de no tener la capacidad o disposición para el cambio y los
nuevos ciclos

Es importante tener en cuenta que una crisis no dura uno o dos días, incluso
puede durar incluso años. La crisis de identidad, tiene ciertas causas De
hecho, la crisis de identidad puede ser más intensa, o menos, dependiendo
de quién esté en el origen.
Estas son las causas y factores de riesgo ante este tipo de crisis:

• cambios inesperados
Los cambios, como el duelo por una pérdida grande e inesperada, el
divorcio, la terminación del trabajo, la reubicación forzosa debido a un
cambio de trabajo u otros factores, a menudo conducen a una crisis de
identidad.
• pubertad
Esta fase es sensible, ya que la niñez o la edad adulta experimentan
constantes y profundos cambios en el cuerpo, la mente y la psique. Por
tanto, puede conducir a una crisis de identidad, ya que el individuo tiene
que establecer una nueva identidad que dependerá del grupo de iguales.
• falta de confianza en sí mismo
Si una persona no tiene claros sus valores personales y se enfrenta a
una situación en la que tiene que tomar decisiones desapegadas sobre
su vida, dándose cuenta de que en realidad no se conoce a sí misma,
puede entrar en conflictos que pueden desembocar en una crisis de
identidad.

Ahora bien, la disociación es un mecanismo adaptativo que "desconecta"


nuestra mente de la realidad cuando nos encontramos en situaciones que
exceden los límites de nuestros recursos psicológicos de afrontamiento. Esta
es la "distancia segura" que aminora el impacto emocional, la tensión, el
miedo y el dolor del momento. Este mecanismo se activa instintivamente
cuando nuestro subconsciente se da cuenta de que no hay salida, como es
habitual en los casos de abuso infantil y violación, y la víctima no tiene
escapatoria. Entonces se activan los mecanismos de defensa pasiva,
creando un estado de parálisis física y anestesia emocional. De hecho,
muchos animales usan naturalmente este mecanismo para prevenir más
ataques de depredadores. Cuando no podemos salir de una situación grave,
nuestra mente no quiere estar en el cuerpo y acaba huyendo de la realidad.

De tal manera, Los síntomas disociativos que pueden darse después de una
situación de un gran impacto emocional son:

• Lagunas de memoria
Cuando estamos traumatizados, a menudo “almacenamos” algunos o
todos los recuerdos del episodio en el inconsciente. Es un mecanismo de
defensa que nos permite “archivar” el trauma hasta que estemos
preparados para afrontarlo. A veces podemos "llenar" estos vacíos de
memoria con experiencias que en realidad no sucedieron, tratando de
crear una visión coherente de la historia que explique por qué
recordamos situaciones que nunca sucedieron. Por lo general, estas
brechas aparecen repentinamente y pueden durar horas, días o incluso
años, según el impacto emocional del trauma y los recursos psicológicos
que hayamos desarrollado para enfrentarlo.
• Anestesia emocional
En algunos casos, especialmente cuando el impacto emocional del
trauma es muy fuerte, se crea una especie de anestesia emocional para
protegernos del daño de la memoria. Es un estado de desapego y
separación tanto de los acontecimientos negativos como de los positivos,
que puede ser parcial o total. A veces esta anestesia emocional es tan
fuerte que nos sentimos alienados de nosotros mismos, que vivimos lo
que nos está pasando en tercera persona, como si fuera una película.
• Pesadillas
Cuando experimentamos la disociación, solemos dejar el evento
traumático fuera de nuestra conciencia, pero a menudo revivimos
pequeños momentos del evento traumático en forma de pesadillas.
Muchas veces, estos flashbacks no son imágenes reales de lo que
sucedió, sino representaciones ficticias del trauma.
• Síntomas psicosomáticos
En la mayoría de los casos, el estado disociativo provoca problemas
psicológicos que afectan la salud física. En la mayoría de los casos, se
manifiestan como molestias en el tracto gastrointestinal o dolor muscular,
pero también pueden causar trastornos de la piel, cambios metabólicos o
trastornos psicosomáticos más complejos.

La disociación nos permite revivir experiencias traumáticas que de otro modo


no seríamos capaces de afrontar o que nos causarían demasiado estrés
emocional. Sin embargo, si este mecanismo no se supera y no logramos
integrarlo en nuestra experiencia de vida, permanecerá activo y puede dar
lugar a trastornos disociativos más complejos.
• Amnesia disociativa
Es un trastorno caracterizado por la incapacidad para recordar eventos
importantes de nuestra vida, generalmente eventos estresantes o
traumáticos. Esta pérdida de memoria crea en última instancia un estado
de confusión e incertidumbre que no solo afecta nuestra estabilidad
emocional, sino que también nos impide mantener la confianza y las
relaciones sociales duraderas.

• Trastorno de identidad disociativo


Anteriormente conocida como personalidad múltiple, se caracteriza por la
presencia de dos o más estados de personalidad claramente definidos
que ocurren de manera ambigua. Cuando asumimos un rol diferente,
nuestras preferencias, actitudes y perspectivas cambiarán y
comenzaremos a experimentar déficits de memoria relacionados con
eventos recientes. Como resultado, encontraremos evidencia de cosas
que no recordamos haber hecho.

• Trastorno de despersonalización/desrealización
Es un cambio difícil caracterizado por un sentimiento extraño y
desconocimiento de nuestro cuerpo o comportamiento. Podemos
sentirnos en un cuerpo que no es el nuestro, o experimentar una
distancia de nuestro entorno y así percibirnos con un sentimiento irreal.

En otro orden de ideas, se puede decir que la crisis de identidad y la


disociación son términos que pueden confundirse por sus similitudes, pero a
la hora de estudiarlas se observan que tienen mucha diferencia la una de la
otra, ya que la crisis de identidad se generan por factores de cambios que el
individuo este atravesando y eso le genere algún malestar, mientras que la
disociación son la fuente de algún traume que haya experimentado la
persona y esto puede desencadenar patologías, como por ejemplo el
trastorno de identidad disociativo.

De tal manera el trastorno de identidad disociativa es caracterizado por la


presencia de dos o más personalidades. Anteriormente conocido como
trastorno de personalidad múltiple, a menudo es una reacción a eventos
traumáticos que le permite a una persona evitar los malos recuerdos. El
trastorno de identidad disociativo se caracteriza por la presencia de dos o
más personalidades diferentes. Todos pueden tener un nombre, una historia
y sus propias características personales.

Cabe a destacar que en la película, el club de la pelea el narrador posee este


trastorno, para comenzar el Es un hombre joven que trabaja como perito en
una empresa de seguros y que ve su vida cada vez más vacía y sin sentido.
Ha intentado llenar su vacío comprando ropa costosa, muebles y productos
decorativos para su apartamento, pero ve con desagrado que el consumismo
sin sentido no lo hace feliz.

Aquel hombre común está desesperado, en una profunda depresión y le


cuesta conciliar el sueño desde hace meses. Acude como todos al sistema
de salud que le ofrece la sociedad. El hombre común es una bomba de
tiempo que cada vez logra dormir menos. Un día, en un viaje de trabajo,
conoce en el avión a un vendedor de jabones que se presenta como Tyler
Durden, un enigmático y apuesto hombre con el que el personaje de Norton
se engancha de inmediato. Tyler parece tenerlo todo resuelto. Las reglas de
la sociedad no le afectan, no necesita de sus productos, ni de sus trabajos y
mucho menos de la salud mental.

Contrario a eso, con la ayuda del narrador forma un club clandestino en el


sótano de un antro, en el que lo único que hay que hacer es molerse a
golpes con los demás miembros para pasar el rato y sentirse libres. La
película de un giro inesperado al saber que el narrador descubre que Tyler
Durden no es un ser humano real, sino una manifestación de su propio
subconciente. El narrador se da cuenta que él mismo, un hombre común
incapaz de matar una mosca, creó un alter ego capaz de liderar un grupo
terrorista.

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