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BORDENAVE - ¿Qué es la comunicación?

CAPÍTULO 5: ¿Qué significa esto?


 
Las personas se preguntan con frecuencia: "¿Qué significa esto?". Con menor frecuencia se
interrogan: "¿qué significa significar?"
 
La comunicación, entre tanto, sería imposible sin un significado, esto es, una producción social
de sentido.
 
Ya sabemos que un signo es todo objeto perceptible que de alguna manera remite a otro
objeto.
 
Hay objetos que fueron específicamente creados para hacer pensar en otros objetos. Entre
ellos las señales de tránsito, las notas musicales y las palabras.
 
Otros objetos tienen la función de signo en virtud de su uso en una sociedad. Un automóvil es
un signo de velocidad, un camión es de transporte, una máquina de costura es un signo de
costura y la tiza un signo del aula.
 
Los llamados símbolos son un tipo especial de signos, aunque, a veces, símbolo sea utilizado
como sinónimo de signo. Los símbolos son - según la definición de la Enciclopedia Delta
Larousse - "objetos físicos a los que se les da significado moral fundada en una relación
natural". Son símbolos la bandera o el himno nacional, la paloma con el ramo de oliva, una
mujer ciega con una balanza, las alianzas de casamiento.
 
Otro subgrupo de signos son las señales, "indicios que posibilitan conocer, reconocer, adivinar
o predecir prever alguna cosa". Son señales los diversos los diversos diseños y letras utilizados
para representar reglas de tránsito. Existen las señales de alarma; los barcos, aviones,
camiones, usan luces de "señalización" para evitar las colisiones u otros accidentes.
Pero el hombre descubre también señales naturales en el mundo que lo rodea: una huella
humana en una playa es señal de que alguien pasó por ahí, la fuga de animales señala la
inminencia de algún desastre; y para algunos el calor significa que va a llover.
 
¿Como un signo “significa”?
 
 
Es posible que los primeros signos creados por el hombre estuvieses cada uno asociado con un
objeto determinado. Tal vez, los sonidos "pie-dra" indicaran "esta piedra" y no todas las
piedras en general.
Pero es propia de la mente humana la capacidad de abstracción, esto es, de identificar qué es
lo que tienen en común muchos objetos semejantes. Probablemente el hombre primitivo pasó
a llamar "pie-dra" a todos los objetos que tuviesen las características de una piedra. En ese
sentido, es posible que los bisontes y los ciervos
dibujados en la caverna de Altamira por el hombre paleolítico representasen no a un animal
determinado, sino a los bisontes y a los ciervos en general.
 
Estas capacidades de abstracción de cualidades comunes y de colocar un nombre a cualidades
generales da origen al concepto. Un concepto vendría entonces a ser una imagen formada en
la mente del hombre después de percibir muchas cosas semejantes entre sí. De ahí en
adelante, el asunto se simplificó para el hombre porque, en lugar de tener que guardar en su
memoria mil palabras para mil piedras diferentes, ahora tenía que recordar apenas un
concepto de piedra y su signo correspondiente: la palabra "piedra".
 
La palabra viene a representar conceptos, no solo objetos. Véase el siguiente esquema.

 
El mismo esquema sería valido para signos diferentes de las palabras, como diseños, figuras,
gestos, etc.
Estos son precisamente los elementos del signo, aquellos cuyas relaciones le permiten
"significar", esto es, representar ideas.
Primeramente, tenemos En segundo lugar tenemos el significado del signo, que vendría a ser
el concepto o la imagen formada en la mente acerca del referente.
En tercer lugar, tenemos el significante, que vendría a ser la representación física del signo: los
sonidos "pie-dra", la palabra escrita "piedra", el dibujo de una piedra o su fotografía, estos son
diferentes significantes que el signo puede adoptar.
 
Objeto referente, significado y significante son entonces elementos componentes del signo, los
que le dan capacidad de intervenir en el proceso de comunicación.
Aquí vemos que el concepto de signo no es tan simple, ya que incorpora no solo cosas visibles
o tangibles, sino también relaciones abstractas.
 
Esto es contrario al concepto común de signo. Es frecuente pensar que el significado de una
palabra (o gesto, o figura) es una especie de atributo o propiedad de la palabra. Se dice, en
este sentido "esta palabra significa…", o "el significado de esta palabra es…". Sin embargo, el
significado no es una propiedad del signo, sino un conjunto de relaciones de las que el signo es
una traducción externa.

 
El significado tampoco es la relación directa del signo con algún objeto físico del mundo físico.
El significado de la palabra "piedra" no es una piedra particular, más bien una relación del
signo con un concepto o conjunto de conceptos que las personas tienen sobre las piedras.
Si se tuviese como significado apenas la relación entre el signo y un objeto real, no podríamos
tener significado para cosas que nunca existieron fuera de nuestra mente, tales como las
sirenas, los unicornios o los dioses del Olimpo. De lo contrario, no tendríamos significado para
Dios.
De modo que el significado de los signos no está en los propios signos, ni en los objetos, más
en los conceptos e imágenes formados en la mente de las personas.
 
Códigos analógicos y códigos digitales,
 
En su evolución, la humanidad fue pasando del uso de signos parecidos con sus objetos
referentes - tales como los dibujos de diseños de animales, las palabras imitativas de los
sonidos de la naturaleza, los gestos reproductores de acciones naturales - al empleo de signos
cada vez más arbitrarios, sin cualquier semejanza con los objetos representados, y que, por
consiguiente, solamente funcionaban cuando existía una especie cualquiera de convención o
acuerdo entre los interlocutores.
 
Aquellos signos cuyos significantes se parecen a los objetos referentes recibirán el nombre de
signos analógicos. Entre ellos, los signos icónicos (de "ikone"=imagen, en griego) reproducen
más fielmente las características del objeto referente. Signos icónicos son las fotografías, los
dibujos, las esculturas, las pinturas realistas. Pero, por extensión, también son signos icónicos
las palabras onomatopeyas, esto es, las que imitan los sonidos naturales.
 
En el otro extremo, esto es, entre los signos que no guardan semejanza alguna con sus
referentes, están los signos digitales. La palabra digital viene de dígito, que son los números
del 0 al 9. Los códigos digitales, entretanto, no emplean solamente números o dígitos sino
también letras.
 
Entre los códigos digitales, los más utilizados son los códigos binarios, aquellos que transmiten
información por la alternancia de apenas dos estados. Ejemplos: un tambor de algunas tribus
del Congo emite dos tonos, uno por ellos llamado tono masculino y otro, de tono femenino. El
código Morse combina de varias manteras apenas dos signos: el punto y el trazo. Los
semáforos o las señales luminosas del tránsito operan sobre la base de que ciertas luces están
encendidas o apagadas, es decir, que adoptan dos estados posibles. Las máquinas calculadoras
de los computadores funcionan por medio de impulsos eléctricos que pasan o no pasan,
código binario que puede ser utilizado para transmitir fantásticas cantidades de información a
velocidades elevadísimas.
 
En la comunicación humana, se emplean ambos tipos de códigos - analógicos y digitales- de
manera complementaria: en cuanto los signos analógicos comunican de manera vívida y
natural las emociones (gestos, silencios, movimientos de cuerpo, exclamaciones), los códigos
digitales (lenguaje oral y escrito) proporcionan informaciones precisas y detalladas.
 
 
Los tipos de significado
 
Los signos son como las personas, tienen significados según el contexto en el que se
encuentran. Un hombre es padre en su casa, jefe en la oficina y arquero en el equipo de futbol
barrial.
Una misma palabra, por ejemplo, varia su significado según su posición en la frase:
"Joao es profesor de educación"
"La educación del profesor es importante"
 
La palabra educación evidentemente no puede poseer el mismo significado en ambas
oraciones.
Este es el llamado "significado gramatical", pues depende de la relación del signo con otros
signos o elementos del discurso.
De la misma manera, el significado de una parte de una figura o fotografía no es independiente
del contexto que la rodea. Este sería el "significado contextual".
Cuando el significado depende solamente de la relación entre el signo y su concepto referente,
tenemos el "significado referencial". Estos significados son los que aparecen en los
diccionarios.
Para complicar un poco, vamos a considerar otra dimensión de los significados, la dimensión
racional- emocional.
Tanto el significado referencial como el gramatical son de tipo cognitivo, ya que se refieren
solamente a los aspectos intelectuales de la razón humana. Pero los signos tienen también una
dimensión no racional, visto que su impacto en la persona comprende también a los
sentimientos. El significado emotivo se refiere a los tipos y grados de reacción a las
expresiones de lenguaje u otros códigos.
 
Esta diferencia de lo cognitivo y lo emotivo es importante porque muchas veces las personan
reaccionan emocionalmente a la palabra o a su adecuación gramatical, sino a la forma en la
que se usa el lenguaje o las circunstancias en las que se usa.
 
Las llamadas malas palabras, para citar un caso, no producen indignación por sí mismas, sino
por el lugar y la ocasión, o por el tono de voz con el que han sido enunciadas. La expresión
"hijo de su madre" no es siempre insultante. La palabra "fuego" puede tener un significado
cognitivo en un discurso normal, pero adquiere un significado emotivo cuando es gritada en un
teatro atestado.
 
Los papeles sociales de los interlocutores influencian también el significado emotivo. De un
sacerdote, un juez, se espera un determinado comportamiento lingüístico considerado
apropiado para su posición. Cuando ocurre un marcado desvío de este papel esperado en el
uso del vocabulario, es probable que resulte en una reacción emotiva, tal como sorpresa,
asombro o rechazo.
Todos estos ejemplos confirman de hecho que los signos no son producto de relaciones rígidas
y estáticas, ellos son tan dinámicos como la propia sociedad.
 
Además, la flexibilidad de los signos se nota de manera todavía más interesante en la
diferencia entre dos tipos de significados: el significado denotativo y el connotativo.
 
El significado denotativo aparece cuando un signo indica directamente un objeto referente o
sus cualidades:
 
"Ese de ahí es mi libro de Matemática"
 
Aquí, la palabra "libro" indica un libro en concreto, aquel que es mío, que está sobre la mesa.
Al significado denotativo de "libro" están asociadas percepciones de propiedades observables
y objetivas, como el formato, tamaño, la tipografía, las ilustraciones, etc.
 
El significado connotativo incluye las interpretaciones subjetivas que las personas pueden
derivar del signo.
"Ese de ahí es mi libro de Matemática"
 
Hablando connotativamente, la palabra "libro" puede evocar una serie de significados - tanto
cognitivos como emotivos, tales como "estudio”, “prueba", "ansiedad", "notas",
"aburrimiento", "sueño".
 
Véase en el ejemplo que un mismo signo puede tener al mismo tiempo significados
denotativos y connotativos. Es evidente que los significados connotativos serán bastante
diferentes para cada persona.
 
El poder de la connotación
 
Es posible que la gran diferencia entre la comunicación humana y la animal consista en que los
signos animales son todos denotativos, lo que podría haber de connotativo en ellos sería
apenas la memoria de experiencias asociadas a los signos. Si un signo estuviera asociado con
dolor o castigo en el pasado, es natural que provoque en el animal reacciones de alarma, fuga
o agresión. En el animal, la connotación consistiría en todo caso de un condicionamiento.
 
En el ser humano, la connotación es algo muy diferente. La capacidad de imaginación de para
la connotación una libertad casi total. Partiendo de denotaciones bastante objetivas y
concretas, la imaginación construye nuevas realidades. Una gota de rocío se convierte en
lágrimas, en pureza o en melancolía. La puesta de sol connota la serenidad, la salud, la
soledad. Véase el famoso Poema 20 de Pablo Neruda, quién como poeta consigue connotar
melancolía y nostalgia con expresiones aparentemente denotativas y simples:
 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
 
 
En esta capacidad de los signos humanos de connotar, esto es, de ampliar y enriquecer el
significado "referencial de los signos", se originan las creaciones más importantes de la cultura,
la filosofía o la religión.
El significado connotativo introduce la libertad en la comunicación humana. En cuanto el
significado denotativo orienta al hombre en la realidad, el connotativo lo hace trascender la
realidad presente y construir una nueva. Los signos denotativos son indispensables para la
supervivencia en un mundo concreto, pero sin los connotativos estaríamos presos de los
determinismos de lo real.
En el extremo opuesto, el significado connotativo permite tomar datos concretos de la realidad
actual o histórica y extrapolarlos de tal manera que toda una nueva realidad de significados es
construida.

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