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Experiencia | Acontecimiento se articulan de un modo diferente con los desarrollos más recientes de
plasticidad neuronal (concepto esgrimido por la neurobiología y la neurología).
Experiencia deja una huella en el cerebro, y más aún cuando se trata de la primera infancia.
Plasticidad neuronal (neuroplasticidad) demuestra que la EXPERIENCIA deja una huella en la red y
los circuitos neuronales.
Produce modificaciones a nivel de la sinapsis y de las neuronas.
Al modificar la transferencia de información, la conexión y la relación entre neuronas, se producen
cambios de orden estructural y funcional, de función y funcionamiento.
PLASTICIDAD remite a que las células nerviosas, las neuronas, poseen la propiedad de transformarse
como efecto del medio ambiente.
Genéticamente:
- Hay una determinación biológica.
- También hay una porción indeterminada, plástica, que depende del encuentro con el Otro y de la
experiencia que allí se suscita.
Se trata de una experiencia deseante y subjetiva que connota y denota lo relacional y lo
simbólico de dicho acto.
por eso se propone denominar PLASTICIDAD SIMBÓLICA a las causas y efectos de esa singular
experiencia que deja una marca significante, privilegiada y subjetiva. Es una herencia simbólica que
recrea lo que se transmite y lo hace germinar en una realización infantil.
ACONTECIMIENTO INFANTIL es único y deja sus huellas, huellas que a su vez posibilitan nuevas
redes asociativas.
Los cambios, conformaciones y metamorfosis producidos por la experiencia infantil como acontecimiento
original provocan nuevas sinapsis, conexiones y asociaciones con la red neuronal, lo que demuestra las
posibilidades y potencialidades de la relación y la experiencia con el Otro (primordial) y los otros
(semejantes).
PLASTICIDAD a partir del acontecimiento, fuerza al niño a ubicarse en otra posición a nivel del
deseo, del cuerpo, de la demanda, de la imaginación y del pensamiento.
NIVEL NEURONAL se enriquece con nuevas sinapsis, redes y circuitos neuronales más tenaces,
intensos y firmes, lo que confirma la apropiación subjetiva de dicha experiencia que pone en escena el
deseo del niño y que depende de la imagen corporal (no de u estímulo condicionado).
CEREBRO HUMANO:
- nace prematuro y debe madurar y desarrollarse para poder recibir y actuar frente al estímulo que
proviene del medio exterior.
- al mismo tiempo, comienza el proceso de identificación desde el campo del Otro, con el cual se
estructura un doble espejo (para el niño y para ese Otro que se ocupa de él).
A partir de esa relación primordial, se estructura el placer libidinal de la experiencia compartida.
Sin este ACONTECIMIENTO FUNDANTE de la subjetividad, las posibilidades que otorga la
plasticidad sináptica se empobrecen o disminuyen.
Primeros tiempos de vida el estado de necesidad e indefensión del bebé es tal que la dependencia del
Otro es absoluta. Los cuidados y la protección que recibe de él le permiten vivir y continuar su desarrollo.
Existe una urgencia por resolver los problemas y necesidades que el recién nacido presenta.
El bebé no puede enunciar lo que le ocurre, entonces la madre (o quien cumpla la función) se ubica en su
lugar para intentar decodificar lo que le ocurre.
Al mismo tiempo, se ubica en la posición de madre, para responder con su amor a lo que el bebé necesita.
verdadero transitivismo el bebé y ella se identifican (alienación) y se diferencian (separación).
Bebé queda marcado psíquicamente por la intensidad de esa primera relación afectiva. Esas huellas
son reprimidas (represión originaria) y conforman el aparato psíquico del niño, a partir del cual se
reconoce, historiza y puede constituir su propia imagen corporal.
Niño recorre durante la primera infancia diferentes experiencias infantiles en un escenario simbólico
que tendrá que incorporar para estructurarse subjetivamente.
Son ACONTECIMIENTOS FUNDANTES que instituyen un SUJETO DESEANTE, donde se
enlazan:
- la constitución subjetiva con la plasticidad simbólica.
- el desarrollo neuromotor con la plasticidad neuronal.
Estos puntos de encuentro entre la estructura y el desarrollo delimitados por el campo del Otro
atravesado por la experiencia infantil.
Relación del niño con su cuerpo no es posible si la relación no está mediada por el deseo y por el
cuerpo materno, en el que se enuncia la experiencia dialéctica de la demanda y el deseo entre el niño y la
madre.
SUJETO se constituye a través de acontecimientos subjetivos.
CUERPO se desarrolla, madura y crece entrelazándose en la plasticidad.
LACTANTE al nacer, llega con diferentes movimientos denominados “naturales”, reflejos arcaicos,
movimientos espontáneos, posturales, impulsivos, automáticos.
Experiencia escénica de amamantar para que comience a configurarse, tiene que apoyarse en el reflejo
arcaico de succión.
La estimulación de la región peribucal + la actividad refleja de búsqueda facilitan:
- Que el bebé se alimente agarrándose del pecho / mamadera.
- Al girar su eje con relación a su madre, posibilita ese encuentro con lo que ese Otro materno le
presente como espejo en el cual ambos puedan reflejarse e imitarse.