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Ensayo: La ética explicada a todo el mundo.

Zareth Sofia Molinares Cabrera

Universidad Del Atlántico.


Facultad de Ciencias Jurídicas - Programa de Derecho
Ética - G2
Octubre 2022
Preámbulo

Cuando hablamos de ética (en el ámbito que sea) nos es sencillo recaer entre los mismos 4

argumentos explicativos que exponen que la ética es el conjunto de reglas generales que rigen

la moral de los individuos en sociedad, y aunque ese concepto no es demasiado erróneo, la

generalización y simplicidad que lo rodea puede ser perjudicial para aquel que apenas sé

inmersa en el mundo del estudio de la ética; entre el avance de la sociedad, la tecnología y las

diferentes generaciones es posible evidenciar que se abren y cierran conversaciones que con

anterioridad se consideraban dominadas y aclaradas por la ética, es aquí donde el desglose

parte por parte de la ética en su estado más puro se hace necesario, casi indispensable.

En el contexto del presente ensayo (más allá de una cuestión netamente de la actividad) el

enfoque está en el planteamiento de manera simplificada de discusiones que se han tenido a

lo largo de la historia, como estudiante, me es imposible solucionar por completo la duda

generalizada sobre la temática, sin embargo, poseo la facultad para (por medio de mi punto de

vista) simplificar el entendimiento del capítulo que a mi ensayo le compete.


Capítulo 4: Virtudes, Deberes o Consecuencias.

Los filósofos

Como se plantea en capítulos previos del libro, la relación entre la filosofía y la ética es

estrecha, sin embargo, esto no quiere decir que sean dependientes la una de la otra, es más

una correlación, como una balanza completamente a nivel donde siempre que se suma peso

de un lado se busca equilibrarlo con el otro; en la historia el vínculo de la filosofía y la ética

siempre ha estado presente, en los registros se habla que en la antigüedad los médicos estaban

al mismo nivel que los filósofos tradicionales, no solo por los dilemas de carácter ético al que

se enfrentan a diario, sino también porque lidian con sus límites con relación al paciente, en

eras previas los doctores eran responsables de decidir no solo el tratamiento de un paciente en

sentido médico, sino que también, debían trabajar en temas como sus deberes, límites e

incluso el igualar al ser humano sin importar su raza (lo que claramente en la actualidad sería

más de competencia de un sociólogo que de un doctor).

La felicidad

Si nos apartamos del camino de la bioética y nos enfocamos más en el lado socio-emocional

de la ética, abriremos el camino a una discusión desde el inicio de los tiempos, la felicidad, si

se conoce así sea un mínimo de filosofía nos será fácil el admitir que la felicidad ha estado en

boca de todos los filósofos al menos una vez en la vida, porque la cuestión de la filosofía de

la vida no es solo el vivir, más bien el vivir bien, en plenitud y en completo equilibrio;

cuando mencionamos la ética aristotélica “La felicidad es el punto focal de esta: las virtudes,

las decisiones, los actos voluntarios; todo se dirige a ella como a un fin.” , pensamiento

compartido por la mayoría de sabios que siguieron el mismo camino de investigación, todo

enfocado al hombre virtuoso, aquel que en completo equilibrio consigo mismo trasciende a

una clase de plano por encima de la realidad mundana y cruel, consiguiendo así la felicidad,
alejándose de placeres temporales y evitando de la misma manera el dañar, corromper o

deteriorar a otros (que pueden o no estar en este nivel de plenitud).

Virtud

Este concepto (al igual que otros tantos muy similares) varía según el filósofo que le analice,

no por el hecho de que altere la parte pura del concepto (que en realidad mantiene una

correlación en todas las respuestas, ya que todos ven la virtud como el don de vivir conforme

a la ética) sino más bien, el hecho de que todos proponen una manera diferente de llegar a

este estado de ser considerado un “hombre virtuoso”, desde aquellos que se limitan a cumplir

la ley hasta aquellos que renuncian a los placeres “banales”, absolutamente todos con la

cantidad de virtudes suficientes puede llegar a ser un hombre virtuoso, al fin de cuentas lo

que se está buscando es el ser humano más cercano a la perfección del mismo individuo, algo

que muy a nuestro pesar es imposible de lograr -esto siendo ya más una opinión personal que

en realidad un parafraseo de un manual de como ser el humano perfecto-, ya que el hombre

no encuentra su equilibrio únicamente en el lado claro y soleado de la realidad, es en el

costado oscuro donde reconoce sus errores, modifica su actuar y rompe patrones de conductas

que perjudican su vida y la de otras personas, sin embargo, esto sigue siendo un terreno

movedizo donde no hay una verdad absoluta, donde no se buscan culpable, pero sobre todas

las cosas, donde no se generaliza entre humanos, la felicidad como la realidad puede ser

maleable según las influencias de los individuos en su ambiente correspondiente.

Es posible que aquí parezca que hemos perdido el hilo, pero la realidad es que, de la

confusión nace el entendimiento, la virtud siendo observada como ente completo no le ofrece

al hombre la posibilidad de observarla como otra cosa que no sea una unidad, ahora bien, este

concepto podría pelear directamente con los valores y la ética que ofrece el entendimiento de

la biblia (que sin ánimos de ofender, es uno de los libros con más contradicciones éticas de la
historia) la religión es clara, rígida y específica con lo que considera bien y mal, deja por

sentado que esas son las únicas reglas y que estás más allá de ser de obligatorio cumplimiento

(que lo son) también simbolizan una clase de compromiso personal con respecto a esa

anhelada versión del hombre superior, no porque es mejor que sus hermanos, sino porque este

ha alcanzado la satisfacción general siendo capaz (por fin) de encontrar el equilibrio dentro

de los valores rígidos que fueron puestos a su disposición, dicho hombre que es responsable

de sus decisiones y que actúa por completo a conciencia de sus actos, actos que se rigen por

principios de carácter universal que terminan por acaparar a toda la población, como una gota

que cae siempre en el mismo punto y termina por dejar una marca.
Conclusión

La ética siempre ha sido ante mis ojos un terreno repleto de arena movediza donde un paso en

falso podría costarte no solo tu presencia, sino que también, el valor oportuno de tu palabra

en un espacio, crecí creyendo que todos debíamos seguir el mismo patrón y hacer el bien sin

mirar a quien, ignorando por completo que el ser humano enfoca la perspectiva que mejor le

funciona para su beneficio individual.

Pero el ser humano en realidad trabaja constantemente por y para la sociedad, limitando sus

impulsos y sacrificando su felicidad, en ocasiones solo por ayudar a los demás a alcanzar el

estado de éxtasis, por el bien general más que por el bien específico, la satisfacción del acto

realizado termina siendo una clase de pago y el crecimiento como persona se desarrolla con

mayor facilidad, porque aquel que ayuda, respeta y vive, es capaz de aceptar sus

consecuencias y cumplir con sus deberes, parece una frase de cuento de hada, pero es la

realidad, así funciona la sociedad.


Bibliografía

Bosch, M. (2019, Mayo 9). HAPPINESS IN ARISTOTLE: PURPOSE,

CONTEMPLATION AND DESIRE. Revista de Filosofía SCIO, 1(16), 20.

https://proyectoscio.ucv.es/wp-content/uploads/2019/09/AIF.-2-MAGDALENA-BAS

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Droit, R.-P. (2010). La ética explicada a todo el mundo (M. J. Furió, Trans.).

Ediciones Paidós.

Guerrero, A., & Guerrero, A. (2019, January 3). Un análisis profundo sobre la ética y

la moral. Filosofía & co. Retrieved October 30, 2022, from

https://filco.es/filosofia-moral-y-etica/

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