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REVISTA
DE LA
SOCIEDAD
,,AMIGOS DE LA
ARQUEOLOCIA"
NUIVEBO EN HONOB DE ANNETTE LAI\NING-E¡\4PERAIRE

EST

MONTEVIDEO, I978 TOMO XVil


REVISTA
DE LA
SOCIEDAD
,,AMICOS DE LA
ARQUtrOLOCIA"

EST

MONTEVIDEO, 1978 TOMO XVII


SOCIED.ED
,,AMIGOS DE tA ARQUEOTOGIE'
FUNDADA ETJ 29 DE JUNIO DE 1926
Montevideo - Uruguay

Presidente Honorario
f Alejandro Gallinal

COMISION DIR,fICTT\TA

Presidente Luis Bausero Aguirre


Vice Pte. Fernando Assungao Formica
Secretario ltrduardo Acosta y Lara
Secretario Arturo Lezama Nlontoro
Tesorero Gonzalo Oliver Nluñoz
Vocales Raúl Santiago Acosta y Lara
Gregorio Cardozo Loyarte
Nahir Amaro de Gilardi
Guillerrno H. Ilateos Alaniz
Alfredo Gustal-o Langguth Rupler

SUPLENTES

Profesor Alberto Reyes Thevenet Alvaro Kaplan Silberman


Juan Carlos Montero Zorúlla Francisco Olivera Acosta
Julio César RodrÍguez TeIIechea Kurs Rolf Schreyer Weise
Pablo Montero Zorrilla Ruben Vicente Macías Alonso
Antonio Jaime Lezama Carlos Alberto Torres de la
Astigarraga Llosa Basile
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ANNETTE LAMING.EMPERAIRE

Conocimos a Annette Laming-Emperaire una soleada ma-


ñana de abril de 1976, en París.
Por un larguísimo corredor incurvado en el tercer piso del
-lItr-qeo del Hombre, entre armarios metálicos y recintos que ate-
¡oran invaiorables colecciones, más aliá de la sala Paul Rivet,
llc.gamos al pequeño ambiente que compartía con su secretaria
-i sus ficheros.
I,fás o menos al tanto del objeto de nuestra visita, s¡l acti-
tucl primera f¡:e la de expresar amablemente el temor de no
1-oder incorporar a su tarea docente y de investigación un nuevo
compromiso.
Nuestras explicaciones, ios datos que nuestras propias ob-
servaciones nos permitían aportar y, fundamentalmente la vi-
sión y el tacto de las piezas que habíamos llevado con nosotros,
ileterminaron poco a poco el esperado cambio.
En la expresión de intensa elaboración interior que casi in-
v¿rriablemente le conocimos, brillaron los ojos con miral alegre
¡- hasta travieso.
Dos alumnos se hicieron presentes en ese momento. Diri-
giéndose a ellos y señalando los objetos que cubrían el mapa del
Uruguay desplegado sobre la mesa, dijo: "Tenemos trabajo para
cliez años".
Puntualmente llegó a Montevideo tres meses después, como
habíamos convenido.
Su inteligencia, su ponderación y su don de gentes le permi-
tieron, en una estadía por demás breve, realizar un excelente re-
levamiento de nuestro potencial humano en arqueología, evaluar
la enorme importancia patrimonial histórico - cultural de Salto
Grande, imaginar las profundas derivaciones formativas que para
el país determinaría su salvaguarda y esbozar el desarrollo de
$ novrsrA DIt LA SOCTED:\D "Arlrcos DE LA AReuEoLocrA'

un rescate que, por haberse decidido con oportunidad, "sería el


írnico total y científicamente realizado jamás".
En mayo de 7977 nos encontramos por última vez.
El destino había querido que en tan breve lapso nuestras
conversaciones parisinas y nuestras andanzas montevideanas -v
salteñas parecieran enormemente distantes en el tiempo.
Convinimos en que, como nos expresara en su úrltima misiva,
"difíciles han sido las cosas, pero ahora es seguro que algo de
Salto Grande será salvado".
No concordamos sin embargo en que "eso era lo esencial".
Diez días después Annette Laming-Emperaire se alejaba de-
finitivamente.
Las compuertas del tiempo al cerrarse para ella han llenado
de pesadumbre nuestro espíritu y el de todos aquéllos que lla-
maba "sus cómplices en Ia realización" de un bello sueño.

A.L
BIOPSIA ARQUEOLOGICA

Introducción

En el mes de julio de 1975 un grupo de los firmantes se tras-


lacló al Departamento de Salto en procura de información rela-
cionada con los sitios arqueológicos ubicados en las islas de Salto
Grande y márgenes vecinas del río Uruguay, condenadas a desa-
lrarecer por efecto de la construcción de la represa hidroeléctrica
irmguayo - argentina.
Se confirmó en ese momento la abundancia de sitios de gran
liqueza arqueológica en las islas mencionadas y en especial en la
Isla de Arriba en la cual la casi totalidad de los cateos efectuados
alrojó resultados positivos, en algunos casos hasta profundida-
des de 1,80 metros.
Se corroboró asimismo Ia existencia de un sitio ubicado en
la costa del río Uruguay a la altura de la Isla del Medio, en el
paraje denominado Bañadero, de características especiales que
pueden resumirse así:
1) Extensión: una primera estimación de su superficie ia
cifraba en hasta 30.000 metros cuadrados.
2) Densidad de materiales arqueológicos: varios cientos de
objetos por metro cuadrado, concentrados en una capa de aproxi-
madamente 50 centímetros de profundidad.
3) Dificultad del reconocimiento inmediato de las piezas
por estar contenidas en un sustrato de grano fino y adherente.
4) Presencia de objetos líticos esculturados, de los cuales se
recuperó un trozo, absolutamente originales.
Fue fácil deducir que esos vestigios yacentes de nuestro pa-
trimonio prehistórico no podían ser la expresión material de un
hecho cultural aislado y limitado a \a zona de Salto Grande.
10 REr.rsrA DE LA socrEDAD "Allrcos DE r,A ARQUItoL()cr-{'

y riberas del río Uruguay y sus afluentes que


Todas las islas
serían cubiertas por las aguas constituían potenciales re-
servorios de información arqueológica que deberían ser rescata-
dos a tiempo y adecuadamente.
Tomó cuerpo en los autores el propósito de lograr ese objetivo,
aunanclo los esfuerzos de los aficionados con los de tina incipiente
actividad oficial en ciencias vinculadas a la Arqueología, infor-
mando a los gobernantes y requiriendo su apoyo y má-
garantía de que la historia no tildaría de omisa-como
a esta ge-
xima
neración en sLl deber de salvaguard-ar el patrimonio nacional-
obteniendo el concurso científico de ios más grandes especia-
listas mundiales en arqueología prehistórica y de la Organización
de las l{aciones lJnidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Para ello, este grupo de Amigos de Ia Arqueología se propuso
lograr la prueba confirmatoria de que, tanto cualitativa corno
cuantitativamente, sus primeras observaciones eran acertadas.
Con ese fin perfeccionó un método de rescate con el cttal
practicó 1o que podríamos llamar una biopsia arqueológica.
En efecto, como en el acto quirítrgico así desigllado, se trala
de la extracción cruenta cle una parte del toclc con ia finalidad
de establecer un cliagnóstico. ftttldamet-rtar ttn pronóstico )- de-
terminar un tratamiento; acto que .qe justifica só1o en cil,cuns-
tancias muy especiales ¡- poco frecueutes.
Lo acaecido en i'elación con el re-qcate arqueoiógico de Salto
Grande y en especial la decisiva colaboración de técnicos extran-
jeros y de U.N.E.S.C.O. lograda por nuestra SocieC¿rd (r), ha de-
mostrado el acierto de nuestro planteo y Ia eficacia dei proceder
empleado, cuyos pormenores publicamos hoy atendiendo a una
expresa sugerencia de Annette Laming-Emperaire.

Objetivo
Recuperación acelerada de Ia totalidad de las piezas arqueo-
lógicas de un sitio sin detrimento de la integridad de éstas, que
permita su reconocimiento inmediato y el establecimiento de un
registro estratigráfico.

(1) Véase en este volumen: "-¿\ctuaciones de la Sociedad Amigos de


la Arqueología en relación con el rescate arqueológico de salto Grande".
BIOPSI:\ AI1QIT()LOGICA 11

Las coordenadas de las piezas más notables deberán poder


,leterminarse eon toda exactitud.
De este modo, la información que se obtenga por los métodos
r'li,<icos podrá ser completada, en circunstancias como las pre-
{entes. con un cúmulo de datos ¡' objetos que de otro modo se
lrelderían def initivarnente.

t. tilaje

Torlos los elernentos de uso corriente en Arqueología prehis-


-,órica de campo; además: zarandas de malla cuadrada Nq 2 de
1.0á metros x 1,55 metros; zarandas de malla cuadrada NQ 3
iie 60 centímetros x 1 metro; moto - bomba hidráulica de 2 pul-
gadas con un débito de aproximadamente 10.000 litros por hora;
nrar.Igueras de 45 milímetros de diámetro con acoples, deriva-
riones y punteros.

1Iétodo

Un chorro de agua sirve cle elemento de penetración en el


::rlelo y de lavado simultáneo de las piezas. El sustrato, primero
.uspendido y luego arrastrado por el agua, atraviesa una zarantla
tiispuesta verticalmente que retiene el material arqueoiógico qlle
irr-idiera desplaza-rse.
La aplicación de estc principio lleva implícito solucionar clos
irt'oblemas: la evacuación de gran cantidad de agua cou suelo eu
suspensión, por una parte, ¡. Ia reteitciótt certela cie toclo el ma-
lerial trrqueológico liberado, por otla.
tsara ello, la progresión de 1a excavación deberá proceder
iic las zonas bajas hacia ias altas para aprovechar, en el escu-
rrimiento, ei declive natural y se practicarán zanjas de drenaje
ccn orientación, longitud e inclinación adecuadas.
La excavación se efectuará por sectores bien delimitados I'
cri¡-a dirnensión, eir el sentido de la evacuación del agua, permita
,rue ésta se efectúte con celeridad.
E1 primer sector a estudiar será adyacente, por uno de sus
l:rdos, a Llna zanja de drenaje de pared plana y perfectamente
r-ertical que permita adosar, en íntimo contacto con ese lado del
:,tctor, una zarancia.
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72 R,Eyrsrr\ ,t)u r,A socIEDAD .,Añ{rr}os DE LA AHeltll()LoctA,

Se eliminará la capa superficial del terreno, arqueológica-


mente estéril, en toda la extensión del sector en estudio y se
iniciará la proyección de agua (Figs. t y 2).
Se profundizará en forma homogénea en toda la superficie
del sector, recogiéndose por estratos el material puesto en evi-
dencia y determinándose las coordenadas de las piezas cuando
el criterio adoptado lo indique.
Agotado un sector, se profundizará algo más en el terreno
estéril y, desplazando la zaranda paralelamente a sí misma para
aplicarla a la pared recién formada, se reanudará la excavación
(Figs. 3 y 4).

Aplicación en Bañadero

El sitio de Bañadero está ubicado en un albardón paralelo


al río de varios cientos de metros cle longitud y de 20 a 40
metros de ancho.
Determinado visnalmente e1 sllmntllnm doi'sum o línea de
mayor altura del montícu1o, se procedió a amojonar uu rectángulo
de 100 por 20 metlos cu¡'o eje 1or-rgitr-rclinal coincicliera con la
iínea mencionada.
La zona así delimitada comprendía partes del albardón, eu
su vertiente próxima al rí0. con huellas evidentes de intensa y
reciente remoción del suelo.
Tomando como referencia un punto del terreno fácil y se-
guramente identificable, se determinaron, con no más de url cen-
tímetro de error, las alturas relativas de otros veinte puntos
distribuidos regularmente en la zona rectangular ya delimitada
y de seis más exteriores a ésta.
Tal nivelación permitiría establecer con exactitud, de ser
necesario, Ia coordenada vertical absoluta de todo objeto hallado.
Adyacente al borde de la zona amojonada más cercano y pa-
ralelo al río, se practicó, con palas americanas, una zanja de
20 metros de largo por 70 centímetros de ancho, profundizán-
dose por niveles de 10 centímetros.
Se recuperaba el material arqueológico contenido en el suelo
extraído lavando éste, sobre wa zaranda, nivel por nivel.
La realización de la zanja y el reconocimiento del matelial
demandaron cuatro jornadas de labor.
BIOPSIA AP'QL;IrOI.o(.t1CA 10
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Esta zanja de cateo_permitió:


1) establecer la existencia de un perfil, extremadamente
rico en material arqueológico, comprendido entre los 20 y los 60
centímetros de profundidad relativa: 7308 piezas recuperadas en
14 metros cuadrados, extensión total de la zanja;
2) comprobar que, de existir distintos niveles ocupaciona-
les, éstos no se evidenciaban por netas soluciones de continui-
dad en la distribución vertical de los objetos;
3) observar que entre los 40 y los 50 centímetros de pro-
fundidad Ia densidad en objetos, producto de una industria evo-
lucionada (boleadoras, piedras labradas, etc.), era mayor;
4) confirmar, por el deterioro producido en algunas piezas,
el riesgo inherente al empleo, en tareas de recuperación acele-
rada, de instrumentos de metal;
5) constatar que las búsquedas efectuadas con anteriori-
dad en el lugar no habían sido exhaustivas, como lo demostraban
los hallazgos de las piezas Ns 18, 2A, 24 y 261'
6) decidir que la exploración a efectuarse por el método
previsto, que podemos llamar hidráulico, se realizaría en dos es-
tratos: de 20 a 40 y de 40 a 60 centímetros de profundidad
relativa, respectivamente.
Partiendo de un extremo de la zanja de cateo
cularmente a ésta y en dirección al Río Uruguay--perpendi-
se excavó
nna zanja de drenaje de 50 centímetros de ancho y con un
declive de aproximadamente 3,5 %. A los 7 metros de longitud
el fondo de esta zanja se confundió con el nivel natural del
terreno.
Se inició luego la prospección hidráulica de la zona delimi-
tada procediendo en la forma descrita y progresando por secto-
res de 50 centímetros por 2 metros en una primera etapa, y de
1 metro por 1 metro, en la etapa final.
Las figuras 5 y 6 ilustran sobre la disposición de las zaran*
das de retención y dan una visión de conjunto del área de trabajo.
Las tareas se desarrollaron en tres jornadas y media, re-
cuperándose en ese lapso 14.171- objetos extraídos en 18 metros
cuadrados de terreno.
14 Rpvrsra DE LA socrEDAD .,AMrcos DE LA AReupor,ocrA',

,Los cuadros I, II y III condensan la información obtenida,


respectivamente, en la zanja de cateo y en los sectores inves-
tigados.
El resumen del recuento de material (un total de 2L.479
piezas para la zanja de cateo y los sectores) así como una ten-
tativa de clasificación del mismo, se dan en el cuadro IV.
La figura 7 muestra la ubicación (referida solamente a la
proximidad con los sectores vecinos de la zona delimitada) y la
profundidad de algunas piezas encontradas en la zanja de cateo
y en la de drenaje.
Las fig:uras 8 a 11 señalan la ubicación exacta de las piezas
halladas en los sectores investigados por el método hidráulico y
que merecieran ser individualizadas por sus especiales caracterís.
ticas. Algunas de estas piezas se ilustran en las fotografías 12 aL7.

Conclusión

El método empleado en la prospección exploratoria de Ba-


ñadero permitió, en tiempo extremadamente brer.e, recuperar sin
daño la totalidad del material arqueológico de una porción re-
presentativa del sitio.
Esta extracción se efectuó por sectores y niveles arbitra-
rios pero cuya magnitud podrá variarse con beneficio de la in-
formación que se obtenga.
Quedó establecida la asociación de material de tipología bien
definida y conocida con objetos esculturados, como las piedras
labradas, encontradas hasta ese momento en forma casual o no
secundada por una metodología que permitiera siquiera una apro-
ximación en la determinación de coordenadas.
Las piezas y la información obtenidas han sido la deter-
minante de la participación de la más alta técnica arqueológica
mundial en el rescate de Salto Grande, y en especial la de
U.N.E.S.C.O., lográndose pues plenamente el objetivo que nos
propusiéramos.

Arturo Lezama, Antonio Lezama, Gonzalo Oliver,


Sougo Bello, Joaquín Brum, Alvaro Kaplán, Ruben
Macías, Julio Rodríguez, Rolf Schreyer, Carlos
Torres de la Llosa, Jorge Varela Rodríguez.
BIOPSIA ARQUEOLOGICA 15

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BIOPSIA ARQUEOLOGICA 19

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ACTU.{CIONI'§ DE I,A SOCIEDAD EN SALTO GR,INDE 2i

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ACTUACIONES DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA


ARQUEOLOGIA EN RELACION CON EL R,ESCATE
ARQUEOLOGICO DE SALTO GRANDE

Cumpliendo el mandato de su estatuto y con la autorización


c¡rie la ley l{r 14.040 exige (Anexo I), la Sociedad Amigos de Ia
Arqueología (SAA) inició las actuaciones tendientes a la preser-
vación del patrimonio arqueológico nacional amenazado por la
ronstrucción de Ia represa de Salto Grande.
Un primer informe (Anexo II) a la Comisión del Patrimonio
ilistórico, Artístico y Cultural de la lrTación (Comisión del Pa-
rlimonio) dio cuenta de los trabajos de reconocimiento efectua-
rlos en la costa e Islas del Río Uruguay al sur del Salto Grande,
,.ie la evalu"ación de la riqueza arqueológica de esos sitios (para
lo cual se eml¡iearon métodos originales qlte se describen en ar-
tícu1o separado), de la estructuración de un plan de trabajo, de
-¿r cre¿ción de una Comisión de Rescate y de las relaciones entre
t.ta última )¡ otros organismos privados y oficiales habilitados
rr¿1]'a allortar su collcllrso.
Convencicla de }a responsabilidad que le cabe al País en la
lrleservación de este sector cle su patrimonio y consciente de las
ililicultades de llevarla a cabo con los medios locales disponibles,
,¿ SAA inicia contactos con especialistas de renombre mundial
i,.le pi-redan analizar las conciusicnes que sometiera a considera-
-r,.,1 cle la Comisión dei Patrimonio, corroborándolas o invali-
,-,lltl,.lolas.
También comienza a gestionar la posible colaboración de la
--
.l'.-.tr.S.C.O. l. del gobierno francés, contando al efecto con la
,:,irirla i. eficiente coiaboración de nuestras respectivas represen-
..'-:lrnes diplomáticas (Anexos III, IV, V y VI).
EI Anexo VII contiene el informe producido, en relación a
- -:¿rs actllaciones, ante la Comisión del Patrimonio.
L:r mzrgnitud de ia tarea a cumplir determina la creación
l rlecleto clel Poder Ejecutivo de fecha 29 de junio de 1976
28 REvrsrA DE LA socrEDAD "AMrcos DE LA AneuEor,ocrA"

(Anexo VIII) de la Comisión Nacional de Arqueología (CNA)


en cuyo seno la SAA desempeñará la Secretaría, cargo para el
cual procede a designar delegado (Anexo IX).
Gracias a las gestiones efectuadas por la SAA ya mencio-
nadas (Anexo VII) y en calidad de invitada de la misma, llega.
a Montevideo el 7 de julio de 1976 la Profesora Annette Laming-
Emperaire, autoridad mundial en arqueología sudamericana, quien
se traslada de inmediato a Salto.
La Profesora Emperaire produce un completo informe sobre
su estadía en el Uruguay que hace llegar al Presidente de la
SAA (Anexo X).
La Comisión de Rescate de la SAA eleva, con fecha 12 de
agosto de 1976, su informe No 3 a la Comisión del Patrimonio
(Anexo XI).
Se destaca en el mismo la actuación de la Profesora Empe-
raire que, en compañía de varios socios, efectuó tareas de campo
en Salto y corroboró, casi punto por punto, las apreciaciones con-
tenidas en los informes previamente enviados a la Comisión del
Patrimonio en cuanto a la necesidad de proceder al rescate ar-
queológico de Salto Grande ¡- a los métodos a emplearse para su
logro total.
En cumplimiento de lo dispuesto por el decreto mencionado
de 29 de junio de 1976 y el modificativo del 10 de agosto del
mismo año (Anexo XII), el Secretario de la Comisión del Patri-
monio procede, el 13 de agosto de 1976 a constituir la CNA, en
la cual actuará, en calidad de Vice-Presidente y delegado de la
Comisión del Patrimonio, el Profesor Luis Bausero, Presidente
de la SAA (Anexo XIII).
En esa primera reunión de la CNA el delegado de la SAA
expresó que el informe de la Profesora Emperaire sería puesto
a disposición de la Comisión lo que tuvo lugar en la segunda se-
sión realizada el día 20 de agosto de 1976 (Anexo XIV).
A partir del 24 de agosto de 1976, fecha en que el Sr. Minis-
tro de Educación y Cultura dio posesión de sus cargos a los
miembros de la CNA, ésta comienza una intensa tarea cuyos li-
neamientos generales están claramente especificados en la nota
que con fecha 26 de agosto de 1976 se elevara al Sr. Ministro
(Anexo XV).
ACTUACIONES DE I,A SOCIT'DAD L:N SAI-To GR,\NI)]' 29

El plan propuesto requiere un sinnúmero de actos prepara-


torios que exigen una intensa actividad de la CNA (ésta efectúa
quince reuniones entre el 24 de agosto y el 3 de noviembre de
1976) y que se cumplen con activa participación de la SAA cuyo
delegado no asiste únicamente a Ia reunión del día 8 de octu-
bre de 1976.
La Profesora Emperaire continúa, a través de la SAA, brin-
dando su colaboración aI proyecto, tratando de unificar criterios,
técnicas y esfuerzos (Anexos XVI, XVII y XVI[).
El 1s de noviembre de 1976 llegaron al País, enviados por
U.N.E.S.C.O., los técnicos seleccionados por la Profesora Empe-
raire (Anexo XIX) para efectuar la primera tarea de prospección'
El día 3 de noviembre la CNA se reúne a solicitud de di-
chos técnicos.
El delegado de la SAA ante la CNA, así como un delegado
de la Comisión del Patrimonio y el delegado del Ministerio de
Defensa Nacional, informan por escrito al Sr. Ministro de Edu-
cación y Cultura sobre el desarrollo del proyecto de Rescate Ar-
queológico de Salto Grande hasta el día 10 de noviembre de
1976 (Anexo XX).
Desde la reunión del día 3 de noviembre de 1976, ya men-
cionada, hasta el momento de la publicación de estos antece-
dentes, la CNA, en cuyo seno la SAA colaboraba eficazmente en
el Rescate Arqueológico de Salto Grande, no ha sido convocada.
Recientemente (Anexo XXI) la SAA ha reiterado, ante el
Ministerio de Educación y cultura, su voluntad de colaborar en
el rescate masivo del material arqueológico de salto Grande para
Iimitar el perjuicio irreparable que determinaría su total desa-
parición.
30 REYrsrA DE r,A socrIrDAD "IITIGOS DE LA drtQ{rlror,()c1l^{"

ANEXO I

Ministerio de Educación y Cultura.


comisión del Patrimonio Histórico, Artístico y cultural de la Nación.
AÑO DE I,A ORIENTAITIDAD
Montevideo, 28 de octubre de 19?5.
Señor Presidente de la Sociedad de Amigos de la ArqueologÍa
Prof. LUIS BAUSERO.
Presente,

Señor Presidente
La Comisión del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de Ia
Nación, en su sesión clel día lunes 6 de octubre de 1975, resolvió autr¡-
riza¡' a 1a Sociedad de Amigos de la Arqueología los trabaios de in-
vestigación arqueológica en la zona del Salto Grande (Dep. de Salto),
en e1 lugar llarnado "Rañadero", sobre el río Lrruguay, delimitado al
norte por el arro¡o Cl agÉro. al oeste por e1 r'ío L-r'ugua¡-, a'1 sul por Ia
cairada que desentboca en eI Lrugua)- frente a1 Dunto medio de la Isla
de Abajo ¡- por el este una 1Ínea lraralela al curso del río Lrugua)']'
distante r1e é1 5 r,,il ¡1E¡¡¡- I se inclu¡'elI eIl e,rta ¿irea 1a-s colrespondientes
a la Isla Glanrle, de1 lledio. de -\bajo ¡- 1os isiotes de1 Lobo.
Se ha resuelto, asinrismo, que todos estos trabajos se realicen bajo
1a fiscalización de la conisión de1 Patrintonio Histórico, -\rtístico I'cu1-
tural de 1a Nación. En la zona así delimitada, sóto podrán lealizal tra-
bajos arqueológicos Ias personas designadas por la sociedad de Amlgos
de la ArqueoloSÍa, previa comunicación detallando los nombres de Ias
mismas a la Comisión del Patrimonio.
La Socieilad de Amigos de la Arqueología queda facultada asimismo
para recabar el asesoramiento y Ia colaboración de las entidades públicas
y privadas competentes en Arqueología y Ciencias afines o auxiliares
a los fines de los trabajos mencionados y rendirá cuenta de los mismos
trimestralmente, realizando, además informes generales a medida que se
culmine cada etapa.
Por mi intermedio 1a Comisión expresa a la Sociedad de Amigos de
la Arqueología su satisfacciÓn a1 ver resurgir a esta entidad que, con
la obra que ha programado emprender agregará a su [ragna trayectoria,
un estadio más en beneficio de la cultura del país.
Aprovecho la oportunidad para saludar a Ud. y demás miembros,
en representación de la Comisión del Patrimonio Histórico, ArtÍstico y
Cultural de la Nación.
MARTIN C. MARTINEZ
Presidente

Comisión del Patrimonio Histórico,


Artístico y Cultural de la Nación
ACTLiACIONI'S DI' I,-A SOCIBDAD EN SALTO GP"ANDE
31

ANEXO II

Sociedad Amigos de la Arqueología.


Montevideo, 19 de diciembre de 19?5.
Señor Presidente de la Comisión del Patrimonio
Histórico, ArtÍstico y Culturai de la Nación.
Doctor Don MartÍn C. Martinez.
Presente.

Señor Presidente:
Tengo el agrado de poner en sus nanos el primer informe que la
sociedad Amigos de la Arqueologia eleva a la comisión del patrimonio
para su consideración.
Entiendo que ra importancia de los traba jos así como ras crnse-
cuencias de los mismos hacen aconsejabre que la comisión de su presi-
r'lencia acceda a apoyar los pedidos que al finalizar e1 iniorrDe se señalan.
se agrega a este informe er presupuesto estudiado para ra reariza-
t:ión de los trabajos arqueológicos que se programan.
Aproveclio esta ocasión para saludar a ud. con mi más alta consi-
deración.

Irrof esor Luis Bauser<.¡


Presidente

I§}'ORTIIJ
Á LA COMISION I]DL PATRI}IONIO HISTORICO,
ARTISTICO Y CULTURAL DE LA NACION.
Los trabajos tendientes a lograr eI rescate del material arclueol(r-
gico de Salto Grande se han desarroilado, hasta Ia fecha, del moclo si-
g uiente:
I) rleconociniento rlel lugar y tle l¿r activitlad ar<lueológica curnplicla
con anterioriclacl.
tr]I grupo compuesto por ios socios Alvaro Kaplán, Antonio Lezama,
Dr'. Arturo Lezama, Julio Rodríguez, Rolf Schreyer, Carlos Torres de
la Llosa y Q. F. Jorge Varela F,odríguez practicó 15 cateos en Ia zona:
i3 en la Isla de Arriba, l en la Isla del Medio y 1 en el paraje de_
Iominado "Bañarlero',, en Ia costa uruguaya del rÍo Uruguáy, en un
t;,lnto distante 15 0 metros de éste y b 0 0 rnetros de Ia desenibocaclura
riel arroyo Gagero.
EI reconocimiento de Ia rsl¿r. tle arrib¿r y los cateos realizados en
e-11a ponen en evidencia:
-_ la isla es cle muy fácil acceso en toda época del año;
en la mayor parte de su extensión la vegetación no constituye
-
rrn importante obstáculo a la circulación de las Irersonas;
e| material arqueorógico (o sus desechos) abunda en superficie,
-
ncr pudierrclo pasar inadvertido aún a los profanos;
32 REvrsra DE LA socrEDAD ..AMreos DE r/A aReuEor,oerA"

ls ¿n6f¿do ha hecho posible el saqueo de extensas zonas, por


- aparentes, de las cuales, durante años se han extraldo cerámicas,
demás
osamentas humanas, objetos de piedra, etc., sin el menor respeto por
las normas arqueológicas;
!9s cateos realizados demuestran la riqueza arqueológica de la
- parte de la isla, anotándose que hasta el lÍmite en profundidad
mayor
de estas prospecciones (1,80 metros) han sido hallados instrumentos
líticos;
6sf¿s investigaciones confirman 6[¡¿s con antoriza-
ción -de la Cornisión del Patrimonio- por el Centro
-¡s¿]izadas
de Estudios Arqueo-
lógicos (CEA), esto es que la IsIa de Arriba es aun muy rica en material
arqueológico y que en ella pueden ubicarse varios estratos culturales clue
habrán de establecerse con precisión.
La Isla del lfedio ofrece un panorama diferente:
su acceso es dificultoso por la presencia de rocas emergentes en
-
sus orillas y por Ia existencia de rápidos en el brazo del río clue la separa
de la costa uruguaya;
-- la vegetación que la cubre, tÍpicamente sub-tropical, verdadera
maraña, requiere enorme esfuerzo para penetrarla, transformándose en
custodio natural de su suelo;
abunda en sus orillas rocosas, al pie del acantilado que la rodea
casi -enterametrte, el material arqueológico: piedra tallada, cerámica. . .;
-- se pueden reconocer en su extrerDo norte rastros de excavacio-
rres que parecen haber sido practicadas en forma criteriosa;
el cateo efectuado (0,40 x 0,40 x 0,60 metros de profundidad),
- a aproximadamente 15 nletros del extrerno norte de la isla,
ubicado
fue negativo.
La zota llamada Bar-ratlero cuyo origen no hemos podid<r
-¡16¡1fo¡s
s5t¿fulsss¡- se ubica, como en parte se ha dicho, en Ia margen orientai
del río UruSuay, entre las desembocaduras del Arroyo Gagero, al norte,
y del arroyo (por algunos llamado "Del Bañadero") que vierte sus
aguas en aquel rÍo enfrente aI punto medio de la latitud de la Isla de
Abajo. Corresponde señalar con respecto a este sitio:
se accede a éli por vía fluvial o, desde la ruta que conduce al
- Horacio Quiroga, a través de campos propiedad del Sr. Galvarini,
Parador
cruzando el Arroyo Gagero o, desde la ruta 3, quilómetro 513, por
campos del Sr. Boiani;
sl lug¿¡ adopta, en líneas geaerales, la forma de un ruontfculo
-
o albardón alargado paralelamente al curso del rfo Uruguay
al este por terrenos fácilmente anegadizos- y cuyo summum -limitado
dorsum es
muy aproximadamente horizontal;
este montÍculo está dividido en dos por eI alambrado que se-
para-las propiedades de los Sres. Galvarini y Boiani;
l¿ p¿¡ls ubicada al norte del alambrado ha sido recientemente
- no así la parte al sur;
arada,
s5f¿ parte sur está dividida a su vez en tres partes por dos pe-
- cursos de agua que afluyen al Rfo Uruguay y c¡ue llamaremos
queños
"Cañada I" (la más septentrional) y "Cañada II";
las dimensiones del albardón pueden estimarse Srosso modo en
1.200 metros de largo por 30 a 50 metros de ancho;
la zona no arada lo es de campo natural, limpio, con contados
-
especfmenes de árboles;
la depredación arqueológiica es evidente en una extensa zona
de 60- por 10 metros del sector comprendido etrtre el alambrado men-
cionado y la Cañada I;
ACTUACIONI'S DE LA SOCIEDAD EN SALI]O GRANDE 90

atlÍ signos de prospección metódica pero sÍ numerosas


jliezas, algunas poco comunes, abandonadas;
s| s¿lss realizado abarcó una superficie de 2 x 0,40 metros y
tna -profundidad de 0,50 metros, permitiendo apreciar:
a) la gran concentración del material en el lugar;
b) la calidad singular de algunas piezas;
c) la textura del sustrato, terreno humÍfero, lro arcilloso, de grano
:lu¡' fino y adherente;
d) lo dificultoso del reconocimiento prin-ra facie de los objetos ex-
,-raídos;
e) la ausencia de hueso, carbón y conchas de moluscos;
f) la ientitud de la progresión de1 trabajo de recolección, aun ace-
leraclo a1 máximo adrnisible, que no alcanza a 1 metro cuadrado en
lna jornada de labor de un equipo de 5 personas.
I.ln r'('sumetr:
La Isla Grande o de Arriba constituye el sitio arqueológico de
niis -variada tipología conocida de la zo¡a, debiendo ser exhaustivamente
-studia da.
La Jsla del }Iedio es. a nuestro entender, una reserva inviolada
,;ue -justifica el esfuerzo que dernandará la realizaciÓn de nuevos y nu-
-rrerOr'OS CateOS.
Ilañad.elo se preseDta como un taller de superficie muy extensa
l arin indeterminada pero que podemos estimar en un mínimo de 10.000
::letros cuadrados y un máximo que puede alcanzar 30'000 metros cua-
ii r'¿-L d os.
Flstá caracterizado por ia presencia de piedras labradas de origen y
iuncionalidad desconocidos.
La atracción que estos objetos eiercen sobre los coleccionistas debe
s,,r 1a causa principal de Ia depredación comprobada en eI lugar'
trs evidente que esos testigos culturales deben ser rescatados me-
i,.)dicamente y en el nayor número posible.
La tarca de prospecci(rn total del sitio no está en relación con los
t'irLlrsos huDtanos de que disponemos.
Retenienclo como válida Ia expresión más pesimista de su super-
-;:ie (10.000 rltetros cuaclrados) un equipo de 5 personas 1o exploraría
: ri¡hrente en 30 años de labor inintert'umpida.
1I r Anílisis tlo los rt'sultados obtenidos.
F'¡'oblcm¿rs que se Plantean.
I'osibles soluciones.
ill grupo de trabajo ya mencionado, ampliado con la incorporación
.- Ios socios Dr. Sougo Be1lo, Joaquín Brrm, Ruben NIacÍas y Gonzalo
, l:.,tr', se abocó a Ia tarea de hacer un baiance de la situación y de
r..tsi.itf ios medios -v recursos que hicieran posible eI rescate metódieo deI
: rr¡'oL niimero de piezas arqueológicas.
Se consideraron los siguientes tactores:
a ) eI tiempo de que se clispone, de acuerdo a 1o
públicamente anun-
los airos 19?6, 1977 y 1978;
::.11o. ¿rbarca
l)) tlarece prudente fundar 1os planes de trabajo en un lapso me-
rr, L. dc solanrente dos años, reservando erl tercero
para los inevitables
r ir.lsos e iinprevistos y para aplicarlo a tareas en sitios toda'vía lo
: :-rrrilicados;
(,r los recursos humanos riisponibles están constituidos por un con-
'j. r!1rte cle 30 a 40 personas aficionadas a la arqueología que pueden
. .:t.ii¿1t su concurso, l,, pua de ser¡lanas por año, en forma honoraria;
3
34 RrrvrsrA DE LA socrEDA.D "Allrcos Drt r,A ArrQuEor,ocl\"

al) la dispersión de los recursos humanos debe evitarse y por lo


tanto
e) debe establecerse un orden de prioridades asf como
f) debe asignarse preventivamente a cada tarea un plazo de rea-
Tizacióni
g) debe impedirse el saqueo arqueológico.
Sobre estas bases se estructuró el Plan de Trabajo que sigue:
1) Rescate de Bañadero. Duración un año.
2) Rescate de 1as Islas e Islotes de Salto Grande. Duración un año.
3) Realización de cateos y eventualmente de rescates en costas de
ríos y arroyos que desaparecerán baio las aguas contenidas.
El grupo de trabaio procedió a ar,alizar el punto 1 estableciendo
Ias siguientes conclusiones:
a) eI conocimiento cabal de Bañadero implica la realización del
mayor número posible de cuadrfculas estratigráficas;
b) en el lapso de un año podrían realizarse, aplicando a eIIo todo
eI contingente humano disponible y en c1 uejor de los casos,12 cua-
drÍculas de 2 x 2 metros cada una;
c) puede retenerse, dadas las circunstancias, el número de 6 cua-
drÍculas como un mínimo aceptable, lo que representarÍa la investiga-
ción ortodoxa de una cuatrocientos ava parte de1 sitio;
d) se perdería en ese caso el 99,8 por ciento del material arqueo-
lógico de Bañadero, sustrayendo a todo estudio que pretendiera rea-
lizarse eI imprescindible aporte de los grandes números y de la esta-
dística que de ellos deriva;
e) preciso es complementar la investigación clásica con una re-
colección acelerada ctue sacrifique en el menor grado posible el cono-
cimiento estratigr/rfico;
f) eI método que se emplee no deber¿i determinar daño del material;
c) deberá además poder ser ráDidamente asimilado y practicado
por personas inexperientes;
h) una persona capacitada deber¿i poder baslarse para supervisar
el trabajo de 5 a 10 equipos de prospección.
III) lIétod<¡ aceler¿rdo o hidr¿iulico.
Lo antedicho 1levó al gi'upo cle trabajo a poner a punto, en forma
puramente teórica, un proceditlliento de bÍl-cqueda que consiste, en 10 esen-
cial, en invertir temporal y espacialutente la necesaria aplicación de agua
para el reconociruiento del ntaterial.
En efecto, normalmente el matel'ia1 es extraído y tralsportado al río
para su posterior lavado.
EI método hidráulico tonla el agua del río, la bombea, y con su
ayuda proyectándola en el sueio, descubre eI material y 1o lava suficien-
temente, en la misna operación. como para permitir su rápida identi-
ficación.
La aplicaclón det rnétodo lleva ilnplícito solucionar el problema de
la evacuación de gran cantirlad de agua con tierra en suspensión y el
de la retención certera de todo e1 material arqueológico liberado.
Nos place poder informar que todas las previsiones teóricas del grupo
de trabajo, sin excepción, fueron confirmadas por eI ensayo que del
,método se llevó a cabo en Bañadero.
Este ensayo fue documentado fotográficamente, como consta a va-
rios miernbros de la comisión del Patrimonio, y arrojó los resultados
que se detailan:
ACTUACIONES DT) LA SOCIEDAD EN SALTO GRANDE 35

1) duración efectiva de Ia aplicación del métoclo: tres jornadas


_v media de labor;
2 ) número de intervinientes: 6 ;
) superficie estudiada: 32 metros cuadrados;
4) volumen estudiado:13 metros cúbicos;
5) niveles considerados: 2;
profundidad
¡,6 0) a 0,40 metrosdey 0,40
los nil'e1es con respecto a Ia superficie del sue-
a 0,60 metros;
7) unidades superficiales consideradas: cuadrÍculas de 2 x 2 me-
tros divididas en fajas de 1.00 x 0,50 metros;
S) nirmero de piezas recogidas: 21.47 9;
9) nÍrmero de piezas clasif icadas : 21.47I ;
10) relación aproxinada de aunento de velocidad con respecto al
nrétodo ciásico: 10;
La extrapolación cautelosa nos conduce a 1as cifras que se indican:
Bañadero contendrÍa aproximadamente 7 millones de Diezas.
- El número de piedras labradas l1egaría a 2.000.
_
- trI de boleadoras a E.000.
El método hidrhulico practicado por 5 equipos en tarea sirnul-
1¿inea- permitiría recoger todo el ntate|ial indicado en alqo rl/rs de 6 nleses.
I\¡) Ir:r coordirlaciórt dcl rescate.
La exclusividad acordada a la Sociedad ^{migos de Ia Arqueología
por Ia Comisirin del Patrimonio para reaiizar tareas arqueológicas en
la zona de Salto Grande inplica para aquéIla una Bran responsabilidad
a 1a vez que constituye a nuestro juicio el elemento imprescindibie para
ller.ar a buen término la tarea.
Esta reviste las características de una guerra (de la cual en este
informe sóIo se considera una batalla) contra el tiempo y, lamentable-
ilrente, contra ciertos lirocederes. Lucha en Ia que, además, la correcta
elección y ponderación de las artnas a emplearse puede significar el éxito
o un gran esfuerzo estóril.
En estas condiciones estimamos que Ia coordinación del rescate de-
bía apelar necesariamente a ia colaboración de todas aquellas personas
e irstitucio[es capaces de aportar conocirnientos, ideas o sugerencias con-
currentcs a 1a finalidad principal.
Ilntendimos así que iluestro grupo de trabajo que, ampliado con la
incorporación de los socios Violeta Bonino de Langguth, y Nahir Amaro
de Gilaldi y presidida por ei Prof. Luis Bausero pasó a clenominarse
tlomjsión de Rescate de Salto Grande, debía integrarse con el Centro de
Estudios Artlueoiógicos presidido por el St'. Antonio Taddei y con Ia cá-
tedra de AntropologÍa de la Facultad de l{umanidades y Ciencias dirigida
por el Dr. Antonio Austral.
También consideramos necesario lograr la lealización de análisis
de radio-isótopos y palinológicos aquí no se practican- así como
el asesorarniento necesario para la-r1ue
adecuada recolección de muestras des-
tin¿1das a esos aná1isis.
Con estos fines iniciainos una larga serie de contactos que nos per-
nrltieran explicar Ias razones que motivaban Ia adopción de deterrninado
plan de trabajo y de deterrninados procedirnientos y también escuchar
críticas a la tarea realizada que nos permitieran perfeccionar Ia acción
futura.
A continuación reseiramos 1os principales contactos realizados.
Proyección de diapositivas clue ilustran el método hidráulico y
-
fosterior discusión del plan de rescate con eI Arq. Milton Pinto y Sra.
t rniembros del CEA) y eI Sr. Arturo Toscano (h. ) (alumno del Dr.
Austral).
36 REvrsrA DE LA socrEDAD "Añrrcos DE LA AReuEoLoGrA"

E¡plis¿gión audiovisual del método al Embajador de X'rancia y


-
al Consejero Cultural de esa Qmbajada y requerimiento de asesorfa téc-
nica en métodos de datación arqueológica.
Explicación audiovisual del método aI Dr. Jean Louis Harten-
- paleontólogo de la Universidad de Montpellier, quien hace inte-
berger,
resa[tes apreciaciones sobre el material extrafdo y proporciona infor-
mación sobre las instituciones clue en Francia están dedicadas a la
investigación arqueológica.
EI 25 de noviemt¡re ppdo. se realiza una reunión de la Comisión
-
de Rescate de Salto Grande con la asistencia de ios socios del CEA Sres.
Taddei, Pinto, Sra. de Pinto y Emilio Peláez, en la cual:
1§ se explica, con la ayuda de esquemas y planillas de recuentos,
el alcance y el desarrollo del método hidráulico;
2't se expone el Plan de Trabajo elaborado requiriéndose la co-
laboración del CEA y señalándose que si no se cuenta en la reunión con
la presencia del Dr. Austral ello se debe a que. por residir en eI ex-
tranjero, no ha sido posible hacerle llegar la invitación correspondiente;
3a se somete a consideración un Plan de Tareas Freliminares que
en definitiva se establece asf:
a) Extensión del cuadriculado de la zona ya iniciado por eI grupo
de trabajo y relevamiento topográfico.
b) Delimitación por cateos del sitio arqueológico.
c) Estudio geomorfológico.
d) Estudio fotográfico.
e) Estudio botánieo.
f) Estudio zoológico.
4q se hace un listado de personas e instituciones que puedan brin-
dar su colaboración para cumplir esas tareas previas;
511 los representantes del CEA señalan que eD parte esas tareas
¡rrevias ya han sido efectuadas.
El 27 de novienbre audiovisual ]¡ posterior discusión de Ia ta-
-
rea programada con los socios Prof. Bausel'o, Langguth, Sra. de Langguth,
Sra. de Gilardi, Antonio Lezalna ¡- Dr'. Lezama y Ios mieurbros del CEA
Taddei, Pinto, Sra. de Pinto, Peláez, Jorge FemenÍas y Agrim. Jorge
Baeza. El Director del fluseo de Historia Natural, Lic. lliguel A. KIa-
penbach, que fuera invitado ercusó su inasistencia. EI Dr. Austral, en
forma indirecta, hizo saber que liegarÍa aI L-i'uguay recién el día 5
de diciembre.
Los representantes del CE-{ manifiestan su interés en realizar 2 o
3 cuadrícu1as en Bañadero que les permitir'Ían completar un trabajo ya
iniciado en colaboracióu con eI Dr. Áustral.
No se pronuuciau ni indilidual ni corDolatil.amente soble el re-
querimiento de colaboración rlue se les hace.
Algunas de esas perscll¿r-i sostienen que, a pesar rle disponer de
recursos humanos reducitios, debe darse prioridad a Ia prospección de
toda Ia costa del Llrugua)- ¡' sus afluentes aI norte de Sa1to Grande.
Irl 2 de tlicieurbre s¡ cursa nota a la comisión del Sesquicen-
- solicitando su apo].o económico.
tenario
Iti 3 de diciembre se cr.rlria nota aI Comando General del Ejér-
cito --solicitando el apoyo del arnra para la realización de variadas e
importantes tareas.
El 5 de dicieurbl'e se establece un primel contacto directo con el
-
Dr. Austral quien lia viaj:Co en esa fercha al I-iruguay para asistir a una
rcunióu sobre ziirlueoiogia a 1'L.alizarl;¡ el l{elo, 1o que detelmina'la
postergacirin por algunos días de l¿r consideración conjunta del tr¡ma.
lll I de diciembre se cursa una nota a 1a Facultad de Ilurnani-
- y Ciencias solicitancio la colaborac'rón de esa casa de estudios y
dades
ACTUACIONI'S DE I,A SOCIEDAD I'N SALTO GIIANDI: ¿f¡

otra a la comisión del sesquicentenario adjuntando un presupuesto de


gastos.
El mismo dia se efectúa una proyección de diapositivas relacio-
- con el método hidráulico a la que asisten el Dr. Austral, su ayu.
nadas
dante en la universidad de la plata Néstor Kristauzky. la Dra. Antonia
Rizzo, profesora en la misrna Universidad, los Sres. Taddei, pinto y Sra.,
Antonio Díaz, Ademar Bosch y peláez del CEA, el prof. Bausero, el Dr.
Lezama y sra. y eI sr. Joaquin Brum, integrantes de la sociedacl Amigos
de la ArqueologÍa.
La discusión se centra en dos puntos: el rnétodo de prospección y el
interés de realizar la tarea de rescate total.
trll Dr. Austral opina que e1 nlétodo hidráulico es un nlétodo de
l'escate r'álido que, de perfeccionarse en el sentido de obtener una mayor
horÍzontalidad, podría 1legar a constituir un lnétodo estratigráfico.
señala que su interés personal reside en poder culminar un trabaio
comenzado en colaborar:ión con eI ctrA para lo cual deberá efectuar en
Rairadero un máximo de 5 cuadrículas.
Se Ie informa que es precisa.rente é1 quien. a juicio cle Ia colnisión
de Rescate, debe dar le paul,l de cuantas prosp3('cior.es pol el Drétoc1o
cI/rsico deben efectualse y que esas prospecciones se efectuarrin. bajo su
dirección, cuando todo ei plan cle trabajo s: liaya coordinaclo.
EI Dr. Austral nanif iesta que clebelJr t,ealizar ese traba jo en el
mes de febrero próxino por cuanto a partir de marzo su:.i colrpromiso"
clocentes en Bahía Blanca, La Plata y Monter.ideo ie inrpedir'án llcvarlo
a cabo.
Por otra parte seriala q*e su tarea culminar¿i a1 ubicar u¡¡.::, zona,
rle Rañadero que no haya sido arada. Los nriembros cle Ia comisión de
Rescate presentes que integraran eI grupo de trabajo inicial manifiestan
que a su juicio la parte del sitio ubicada en campos det Sr. Boiani no
1o ha sido.
EI 10 de dicie:llbre se encornienda a los socios NIacÍas y Schreyer
-
e1 perfeccionarniento de los implementos de prospección hidráulica con
miras a obtener un rescate en niveles definidos de no más de 5 centÍme-
tros de espesor.
El 11 de diciembre producen su informe 1os colaboradores Ing.
Agr. Erling Heide y Perito Agrario Albanell sobre la roturación de Ba-
ñadero: eI sitio no ha sido arado al sur del alambrado existente. para
confirmar definitivamente su opinión deberán disponer de un par foto-
gráfico estereoscópico de la zona, cuya confección se solicita de inme-
diato al Servicio Geográfico Militar.
El 11 de dicienibre se solicita del Dr. r\ustral un nueyo encuentro
en el- cual se considera eI Plan de Tareas Prer.ias ya mencionado.
Nlanifiesta el I)r. Austral en esa oportunidad que deberá requerir
de la Comisión del Patrimonio una aclaración sobre e1 alcance de la
resolución dei 6 de octubre por la cual se encomendó a la Sociedad de
Amigos de ia Arqueología con carácter exclusivo, las tareas arqueoló-
gicas en Salto Grande.
El 12 de diciembre se hace un infortue in-voce completo de lo
- al Sr. Abelardo García Viera, miernbro de la Comisión del pa-
actuado
trimonio.
El 16 de dicienrbre 1a Comisión del Sesquicentenario resuelve
- el 50 7o del dinero necesario para los gastos presupuestados.
acordar
El 16 de diciembre la Comisión de Rescate de Salto Grande
-
resuelve solicitar a la Directiva de la Sociedad. que recabe de Ia Comi-
sión del Patrimonio lo siguiente:
3a
38 REvrsrA DE LA socrEDAD ,,a.lrrcos DE LA AReuEoLoGrA,

1'r la ratificación de la decisión tomada eI 6 de octubre;


2e la anuencia para invocar su calidad de entidad fiscalizadora de
la tarea de rescate en el llamado a interesados en colaborar honoraria-
mente, que se propone realizar;
3e el apoyo económico necesario para completar la suma presu-
puestada.

Profesor Luis Bausero


Presideute

Montevideo, diciembre 19 de 1975.


ACTUACIONES DE LA SOCIIIDAD EN §ALTO GriANDE 39

ANEXO III

I)elegación Permanente del Uruguay ante U.N.f,l.§.C.O.

París, 25 de junio de 1976

Señor Ministro de Relaciones Exteriores


Doctor don Juan Carlos Blanco.
Iv[ontevideo.
Asunto: Yacimientos arqueológi-
cos del Salto Grande.
Señor Ministro:
Tengo el honor de dirigirme al señor Ministro para informarle
de las gestiones que esta Delegación Permanente realizara respecto al
planteo formulado por el Doctor Arturo Lezama, en lo que tiene que ver
con el apoyo que podrfa prestár Unesco a una eventual tarea de rescate
de los yacimientos arqueológicos del Salto Grande, en el Departamento
de Salto de nuestra República.
El Doctor Lezama se presentó ante esta Delegació¡ Permanente
con una carta de introducción del señor Subsecretario del Ministerio de
Educación y Cultura, Doctor Martfnez, y todas las gestiones que se rea-
lizaron estuvieron a cargo del señor Secretario de esta Delegación Per-
manente, Don Gonzalo Garcfa Lago, cuyos informes se sintetizan en la
presente.
Paso a reseñar las gestiones que deberían realizarse para obte[er
de la Unesco el mayor apoyo posible al mencionado plan de salvataje,
especialmente en lo que tiene que ver con la formación de técnicos, que
actuarÍan en las diferentes etapas de excavación, estudio, conservación
y muestra de los materiales arqueológicos rescatados, teniendo en cuenta
los conceptos que nos expresara el Doctor Lezama respecto a las caren-
cias cientlficas nacionales, la riqueza intrlnseca de los mencionados ya-
cimientos arqueológicos y la originalidad de Ia cultura que los mismos
expresan, todo ello enfocado a la llu.z del imperativo tiempo, ya que
indefectiblemente dichos yacimientos serán recubiertos por las aguas del
lago de la represa del Salto Grande en el año 19?9.
Dado que el pedido de ayuda bilateral a X'rancia ya ha sido efectuado
por el Doctor ftezama y ha encontrado un eco positivo, pues una reco-
nocida especialista, la señora Laming Emperaire, le informó que en su
próximo viaje a Brasil aprovecharfa la oportunidad para efectuar una rá-
pida prospección de los yacimientos, el resultado evaluativo de dicha
prospección será clave para cualquier gestión a posteriori que quiera
realizarse ante la Unesco, en cuanto la experiencia y la competencia de
1a mencionada especialista darían el primer respaldo cientlfico necesario
para que la ayuda de la Unesco pudiera concretarse.
Por 1o tanto, las dos premisas fundamentales para que se concreten
gestiones ante la Unesco son: la existencia de un informe positivo de
la mencionada especialista y la existencia de una declaración de nuestro
Gobierno, incluyendo entre sus prioridades el mencionado proyecto de
salvataje. Esas dos premisas deberfan, para ser eficaces a nivel de Unesco,
confirmarse antes de fines del próximo mes de agosto y de tal forma
40 n,EvrsrA DE rrA socrEDAD ,,Aurcos DE LA AReuEoLoGlA"

permitir la presentación oflcial de .una solicitud de ayuda a la Unesco,


ayuda que es diversa, que Be otor8a a dlstintos niveles y por dilerentes
canales, pero ante la que hay que tomar en cueuta los slguieutes ele-
mentos concretos que van a enmarcar nuestra sollcitud:
gl pl¿zq de rescate eB muy corto,
- nos eneontramos ya muy adelantados en un ¿ño de Conferencla"
-
General,
s¡ l¿ próxima reunlótr del Consejo Ejecutivo cesa el Miembro
-
uruguayo, doctor X'ederico Garcfa Capurro,
el Proyecto de Pro8rama y Presupuesto para el próxlmo bienio
ya ha- sido preparado por la Secretarfa de la Unesco, y las posibilidaales
reales de modificarlo Bon muy relativas, aunque formalmente debe re-
cordarse que hay plazo hasta el 31 de julio próxlmo para presentar pro-
yectos de resolución dé más de cinco mil dólares, y hasta el 14 de
setlembre para la presentación de proyectos de resoluc!ón de menog
de cinco mil dólares; obviamente esos proyectos de resolución se re-
fieren a modificaciones del Programa y presupuegto proyectado,
las dificultades económicas y financieras por las que atraviesa
-
la Organización, y
como elemento positivo, el hecho que dentro tle la órbita de
- Uruguay sólo tiene utr proyecto con el PNUD.
Unesco,
Por los contactos extraoficiales realizados y si se dan en tlempo y
forma las dos premisas arriba anunciadas, serfa factible en los término§
en lo que generalmente la Unesco otorge su ayuda (consultores, becas,
elpertos, pequeñas sumas para compras de equipos técnicos), la siguiente
posibilidad de ayuda:
por el presente Programa ordinario de la Organización, siete
-
mil dólares,
por el Programa de Participación, seis mil dólares, y
- con los antecedentes de esa ayuda presupuestal, una eveDtual fi-
-
nanciación ilel PNUD para ampliar la asistencia, pudiendo conseguirse
de tal forma una ayuda que podrla superar los quince mil dólares.
Como comprenderá el señor Minlstro, esta prlmera aproximación
al problema sólo podrá ayauzar en el fr¡turo sl se concretizan los con-
dicionantes objetivos arriba indicados: lnforme cientffico positlvo y com-
promiso gubernamental en torno a la prioridad a otorgar al proyecto.
Me v&lgo de la oportunidad parar relterar al señor Ministro las
seguridades de mi más alta conslderaclón.

Mario Feraández
Embajador
ANEXO IV

]:-.jA: PERMANENTE
'\
OEL UFIUGUAY
UNESCO

PERSOl,IAL

irarí:, 2.? cLe jul-io de 1976.-

L)octor Árturo I-ezarna


Jos6 l,.Terra 342?/?.anb1a Rep. deI Ferú U5J
l4ontev'i deo

)e ni rxayo¡' consideraci6n:
Tengo e1 a.grado de Cirigirme a Ustar pa:.a comuni
carle que tanto la Embaja:a le 1a R,--rública en Francfa
ccmo esta Delegación Ferm¿lnente han enviado inforrnec
pormenorizados a Cancj-l1ería sobre eI salvataje de 1os
yacimientos a::queo1ógicol ,le1 norte de1 Salto Grande,
que estoy seguro y.1 en su posesión, dado que a
":tnr,incart¿:
ta1 efedto se Ie envi6 iirectamentc a su donici-
1io y a su oficina en llonieviueo.
Como van pa;irn,lo lcs Cías y 1os plaz-.s para ia pre
sentaci6n de enmienr'.¿:; al ir:'oyecto de Frograrla y Presul
pue sto de 1a üllESCO van lle¿;aniio a su térrino , en eI df a
de ayer rne permití cursar un cable a Cincillerla insis-
tiendo sobre 1a necesidad rie conocer 1os resultados de
1as prineras estlrna.ciones y rlecisiones de nuestras au-
toridades al res¡ector para no perder 1a oportunidad
que se nos prescntaba de obtener ayuCa de 1a UNESCO pa-
ra e1 blenio entrante. Igual irrperiosidad tiene Ia con-
fecclón de1 .rresupuesto francés para e1 próximo año, y
serla realmentr lamentable perder 1as oportunidades de
ayuda y .articlj:,ación de todo tipo que en pri-nc,ipio pug
den logral'se, Ce;perdicianCo asl 1os esfuerzos desplega
dos.
iluedanio atento a todo 1o que pueda serle úti1, re
cÍb¿: T-lsted 1as seguridades de mi disti_nguida consid.eral
clon,

Gonzalo §
42 REyrsrA DE LA socrEDAD "AlIrGos DE LA ARQLTEoLoGTA"

ANEXO V

EMB,AJADA DEL L,RUGUAY

París, 26 da Ju1lo de 1976

§leñor doctor D. Arturo I'ezama.


Ranbla Reprlbllca de1 Pení, L553, p.4, ap.1402,
!,fontevldeo.

Muy estlmado Dr. Lezamaz

Tengo ei agrado de dlrigirme


a usted para poner en su conocimiento que atendiendo
a su solicitud, he elevado al Mlnlstro de Relaciones
Exteriores de la República, Dr. Juan Carlos Blanco,
eI lnforme producidó por el Secrctario Gonzal-o Garcla
tragos, refeiente a la misión que 1o traJo a Parls dureg
te e} mes de mayo pasado.
Acabo de e4terarme Por ]-a Prenga
de los prlmeros y auspielosos resuftados de los esfuer-
zos por usted tan activamente empeñados.
Quodo a su disPosielón Para eoJ-a-
borar eon usted en Ia medida y forna que se estimen cog
veniente y ne valgo de esta ocasión para reiterarle las
segurldades de mi nuy al-ta conslderación.

4
AC?UACIONES T-']' LA SOCIEDAD EN SAI,TO GRANDE 43

ANEXO YI

F echa: 26 / jvlío / L97 6

A}]ROGRAMA
Nq 1151/?6
1809/76 - 1151
JBlefe
Material arqueológico. Salto
Grande. Gestiones al respecto.

Se remite con el presente aerograma Ia nota que el secretario de


esta Embajada señor Gonzalo Garcla Lagos Turena ha preparado acerca
de las gestiones realizadas con motivo de la visita a esta capital del
doetor Arturo Lez,ama, miembro de la Sociedad Amigos de la Arqueologfa.
El viaje del Dr. Iñzama estuvo motivado por las operaciones de
rescate del material arqueológico de la zona de Salto Grancle,

URUGALIA

ANEXO YII

Montevideo,7 de junio de 19?6.

Sr. Presidente de la Comisión del Patrimonio Histórico, Artlstico


j' Cultural de la Naeión
Doctor Don Martln C. Martínez.
Presente.

l)e mi mayor consideración:


Tengo el agrado de hacer llegar a usted el Informe N0 2 de la
sociedad Amigos de Ia Arqueología sobre las tareas realizadas desde eI
:,-r de diciembre de 7975 a la fecha, las cuales, como el Sr. Presidente
I,odrá constatar, involucran puntos del tnás alto interés para el País.

Saluda a usted muy atentamente

Profesor Luis Bausero


Presidente
44 rtEvrsrA DE LA socrEDAD ..AMrcos DE LA AReuEoLocrA'

COMISION DE RESCATE DE SALTO GRANDE

Inf<¡rr¡rt' I\-P 2
Al Señor Presidente de la Societlad Amigos de la Arqueología
Profesor Luis BAUSERO.
Esta Comisión produjo su priürel inforrue en el lnes de diciemble
de 1975, informe que el Sr. Presidente hizo suyo elevándolo a la Co-
nrisión del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación.
Ei acelerado ritmo de trabajo de vuestra Cornisión se vio enlen-
tecido en los meses siguientes. Las principales actividades desarrolladas
hasta el momento actual se expone[ a continuación:
El 22/12/75 audiovisual con asistencia del Comandante General del
Ejército Teniente General Julio C. VADORA y del Coronel MATEOS. El
Sr. Cotrand¿rn¿e General sugiere la institucionalización de la comisión
encargada del rescate, integrándola con representantes de todos los sec-
tores involucrados. Se Ie señala que ya está radicada en srr Cotuando
urla nota solicitando el apoyo del Ejército. Promete ocu.pal.se del asunto.
El 8/l/76 se encomienda al socio Sr. Joaquín Brunr la tarea de
hacer efectuar el estudio estereoscópico, de la zona de Bañadero.
lll t5/7/1ü eI Ing. HEIDE -v el Delito Sr. ^\LB-\NtrLL pioducen
su i¡rfornre sobre el par fotogrirfict¡ e;ter'¡oscópico. Lo d:strc:rble del tnis-
r))o es que Ia zoua <1e R¿rñadero tue arada, probablelretrte Jlltes de frat'-
cionarse el carulro.
l.ll 1 6 , 1, ; ti se recibe not¿r de 1a Faeultad de Flunlanidades y Cien-
cias por la que se ofrece la colairoración de Ia cátedra de AntlopologÍ¿r.
Irl Iu I/iü se entrega al (o:rl'-ndirnte P-r,2, en el ^\Iinisterio del
Intel'ior, una nota solicitl.rntlo 1¿r rustorli:r Iolir'ial de la zol:t alqueokigicit
asiguada a la Sociedad. El flinisrr l ir) ,-lli:l rtr el dí¿¡ la nolificirción a 1¿
Jefatura de Salto.
lll 22/l/i6 se hacen gestionei ¿lrte el Conrando General del Ejér-
cito en plocura de un rápido diligenciamiento de nuestro petitolio.
El 23/l/76 se reciben de Ia Comisión del Sesquicentenario \-S 13.720
que se depositan en cuenta del suscrito a la espera de abrir una cuenta
de Ia Sociedad.
El 28/1/76 se mantiene una entrevista con el Sr. FEIIE)iIAS
CEj\- y la Sra. Renée MENDIETA, maestl'a de Salto a la que -delse
explica lo actuado.
El 29/l/76 se cursa nota a la Facultatl de Humanidades y Cien-
cias solicitando se nos informe sobre Ia llegada al país del Prof. An-
tonio AUSTRAL.
El 4/2/i6 se abre cuenta Ne:0;1 2260 cn eI Banco de la República
¿r la orden conjunta de Luis Bausero y ,\rturo Lezama, depositándose
en la misma la suma de N$ 13.720.
El 6/2/i6 se solicita al Secretario de la Comisión del Patrimonio
se cursen copias de la resolución de esa Colnisión del 6 de octubre de
19?5 a los Sres. BOIANI y GALBARINI y Arqto. MINUTTI de Salto.
El l0/2/76, a solicitud del Secretario de la Comisión del Patrimonio
concurren al Archivo General de la Nación el Sr. Presidente y el sus-
crito para entrevistarse con el Prof. AUSTRAL y el Sr. TADDEI. La reu-
nión, solicitada por los dos últimos nombrados, tiene por obieto lograr
de Ia Sociedad se les autorice a ,-ealizar excavaciones en Bañadero.
De las 15 y 20 horas hasta las 19 horas los representantes de la
Sociedad tratan infructuosamente de convencer a estas personas de que
la tarea de rescate debe obedecer a un plan orgánico, err el que ob-
ACTUACIONES DE LA SOCIi'DAD I'}í SALTO GIIANI)I' 45

viamente les cabrá participación, pero de ninguna manera a los calen-


darios de actividades personales.
El LL/2/76 entrevista con el Sr'. Subsecretario de Educación y
Cultura en la que la Sociedad deslinda toda responsabilidad por las con-
secuencias del incumplimiento de la resolución de la Comisión del Pa-
trimonio del 6 de octubre de 1975.
E\ l]-/2/76 se confirma la presencia en Salto de un grupo de 16
personas que, en conocimiento de lo dispuesto por la Comisión del Pa-
trimonio y a pesar de ello, proceden a efectuar excavaciones.
Posteriormente se efectuaron varias gestiones, todas infructuosas,
tendientes a ot¡tener la creación de un organismo ampliamente facultado
para realizar el rescate de Salto Grande y los medios necesarios.
El 17/4/76 el suscrito debió, por razones particulares, trasladarse
a Europa. La circunstancia fue apróvechada para tratar de obtener la
colaboración de las instituciones europeas e internacionales vineuladas
a ]a actividad arqueológica que permitiera, en ausencia de elementos lo-
cales conducir a buen fin la compleja tarea del rescate de Salto Grande.
El Sr. Presidente de la Comisión del Patrimonio tuvo a bien pro-
porcionar al efecto las credenciales necesarias.
La Srta. Luisa nlarfa GUTIERREZ, de amplia versación en la ma-
teria y profundo conocimiento de los medios arqueológicos franceses
colaboró en forma decisiva en esta misión con sus consejos, instrucciones
)' cartas de presentación.
Me acompañaba en esta misión, mudo pero irresistiblemente elo-
cuente a la vez, un muestrario con:puesto por siete quilos de piezas
provenientes de Salto Grande, colectadas todas en la prospección efec-
tuada por Ia Sociedad de la cual ya se ha informado a la Comisión del
Patrimonio.
Completaban el bagage un mapa del Uruguay y una foto aérea de
Salto Grande.
Frente a todas y cada una de las personas entrevistadas procedinios
de idéntica rranera: ubicados en eI mapa Salto Grande, la represa en
construcción y eI lago a foruarse, describíauros detalladamente ia zona
objeto de nuestra prospección; acto seguido exponÍanros el material ar-
queológico sin comentarios para, fina-lnente, exponer los resultados cuan-
titativos de nuestras investigaciones. En todos los casos se estableció
además, claramente, que todo el material a rescatarse integra el patri-
monio nacional uruguayo.
Reseharemos ahola ios contactos habidos y sus derivaciones.
Artnettr-. ItlIPnR,lIRIl. p¡efsssra de l'Ecole Pratique de Hautes
Etudes de la Sorbona. Directora - de UI¿A (Unité de Recherches Archéo-
logitlues ) NQ 5 ( Arnérica del Sur ) , dependencia del CNRS ( Centre Na-
tional de la Iiecherche Scientifique) en eI Museo del Hombre.
La l»'ofesora EIIPEIiAIRE r¡cupa desde hace airos el il1ris alto sitial
en la inlestigrci<irr arqueológica francesa de Arnérica del Sur no andina.
ÉIa publicado rrur]rerosas obras destacándose su tesis soble eI arte ru-
pestre. I{a efectuado trabajos en la Patago[ia y actualmente en Minas
Gerais, Llrasil, doncle rccientcs dataciones ubican eI sitio arqueológico
r::iJ onl"i€ruo d3 Ár)rér'ica.
énto nuestla solicitud de colabor¿ción I¡ 1'rofesola EfIPERAIitI
aceptó a::unlir Ia supervisión ¡lcneral clel rescate, tarea que serla incluida
(rn c1 progl'l1lil dc trabajo del CI{RS ytara 1977, y decidió trasladarse al
Llruguay a fincs tiel corriente rues para realizar un infornre que resDalde
l:rs gestiones urugllayas ante el Gobierno francés y ante la UNESCO.
-\ es.i efccto, nos solicitó se preparara un lrlano de1 sitio en líueas
de nivel nietro ¿r uletro.
46 REvrsra DE LA socrEDAD ..AMrcos DE LA aneuEor-ocrA,'

Nos propuso como director de los trabajos de campo a su alumna


Niéde GUIDON y nos suministró una lista de direcciones de discípulos
sudamericanos que podrÍan eventualmente colaborar.
Insistió en la importancia fundamental de recoger eI mayor número
posible de piedras grabadas.
Jacques SOUSTDLLE. Ex-Ministro, diputado del Ródano, cono-
- l'Ecole des Hautes Etudes en Sciences So-
cido americanista, profesor en
ciales y miembro del Comité de Dirección del CNRS, el profesor SOUS-
TELLE es autor del informe oficial recién publicado sobre la investiga-
ción francesa en arqueología y antropología.
EI profesor SOUSTELLE manifestó su gran interés en el material
que se le mostrara y en la tarea programada. A Desar de haber aban-
donado la sesión del Comité que integra en el CNRS nos concedió casi
una hora de entrevista y nos prornetió su apoyo en eI seno del CNRS.
El profesor TIXIITIR,, integrante del Instituto de Paleontología Hu-
mana es un notable tipóIogo con especiales condiciones de artÍfice de la
piedra tallada. Es autor de una de las tres más imDortantes obras en
la especialidad y miembro del Comité de Dirección del CNRS.
Procedió a estudiar minuciosamente el material que ller'árarnos con
nosotros haciendo observaciones sobre las técnicas posiblemente emplea-
das en su confección. Manifestó su sopresa ante las piedras grabadas
que escapan a toda clasificación.
Apoyarii por escrito nu€stras gestiones ante eI Gobietno francés y la
UNtrSCO con miras a loglar'1o riue caiificri comr¡ el "segundo salvatsj(,
arrlueológico planificado".
Ivettc T^qB()RI\. Profeso|rr en ri IDstitut d'--\rt et d',\l'chéologie
-
de la L-niversidad de Par'Ís. iancal'Silda dL. i¿, inr-estigación alqueológica
prehistórica en la regiún parisiuli, h¿r cles¿rri'ollirdo brjo la rlirección del
Proferrol BREZILLO\ rcon TIXIEIi f' ROiiDES, eniinc.ncia de la tiiro-
logÍa lítica ) el márs perfer'to 1- soii-"ticirdo nrétodo de leler-aDrieDto de
sitios arqur.ológicos tle gran densidad de r)r¿1terial, colllo os el caso de
Saito Grande.
La suma de técnicas ernpleadas concurre a la elaboración de fichas
computables con lo cuai es posible determinar con la mayor exactiturl
Ias relaciones entre Ios numerosísimos fragmentos líticos de un sitio.
A título de curiosidad y de ejemplo nos muestra una lasca de se-
senta c€ntímetros de largo y el núcleo originario.
La profesora TABORIN nos proporciona infornación bibliográfica y
nos expresa que su equipo de trabajo espera ser llamado a colaborar en
la tarea de rescate.
Fhilippe GLTILLI.IIIAIN. Director de Ia Comisión de Investiga-
-
ciones Arqueológicas en el Extranjero del Ministerio de Relaciones Ex-
teriores francés.
En la entrevista que nos concede se halla presenr.e la Sra. Profe-
sora Daniéle LAVALLEE directora de Ia inr-estigación arqueológica en
la zona andina.
Nos dice el Sr. GUILLEMAIN que nuestros objetivos son entera-
rnente coincidentes con la poIítica del Ilinisterio francés.
Podemos descontar su apoyo siempre y cuando el pedido del Go-
bierno uruguayo llegue a sus nanos en plazo muy breve, por razones
de planificación presupuestaria.
Embajador Jorge BARREIRO ante eI Gobierno francés.
Le informo de nuestros propósitos y de 1as entrevistas mantenidas.
Se pondrá en contacto con eI Sr. GUILLEMAIN.
Embajador }tario f,'ERNANDEZ ante la Unesco.
,\(]TI-ACIONES Di' LA SOCIEDAD EN SAI.TO GIi,ANDE 47

Discutimos los caminos a seguir para obtener Ia colaboración de la


-r"Lesco. llegando a la conclusión de que deberán obtenerse dos
apoyos:
ti de1 informe de Mme. EMPERAIRE y el del Centro Regional de Cien-
, las de la Unesco para América Latina, con sede en Montevideo.
Estamos pues, Sr. Presidente, en óptimas condiciones para obtener
¿l concurso de ]as más altas autoridades de la ciencia arqueológica fran-
, e-.a. del Gobierno francés y de 1a Unesco.
Estár en nosotros, los uruguayos, el lograrlo definitivamente.
A ese efecto, en eI más breve plazo, se deberá a mi entender:
1) Designar la proyectada Cornisión Nacional que, con amplÍsimos
¡oderes, recursos e independencia, planifique, organice y realice el Res-
cate de Salto Grande.
2) Realizar los trabajos preparatorios indicados por la Profesora
E]IPERAIRE.
3) Facilitar a Ia Plofesora EMPERAIRMos medios para trasla-
darse al Uruguay desde BeIo Horizonte l¡ para poclrr elaborar su in-
rorme técnico.
4) r:[acer cursar por nuestro Gobierno ai Gobierno francés, en
el rnarco del tratado firmado por ambos países, 1a solicitud de cola-
bol'ación técnica correspondiente.
5) Instruir oficialmente a nuestras representaciones diplomáticas
;inte Francia y la Unesco para que pongan el mayor empeño en la ob_
tención de la más arnplia colaboración en elementos técnicos, humanos
;; rlateriales.
Por la Comisión de Rescate
Doctor Arturo LEZAI,IA

Montevideo, junio 2 de 1926


48 REvrsrA DE r,A socrEDAD "Altrcos DD LA AtrQUEoLocrA"

ANEXO vIU

Decreto 386/976.
f{inisterio de Educación y Cultura
Ilinisterio de Defensa NacionaI.
Montevideo, 29 de junio de 1976

Visto: eI Informe de la Comisión del Patrimonio llistórico, Artís-


tico y Culturai de Ia Nación, relativo a los trabajos de prospección, es-
tudio y preservación de los bienes arqueológicos del territorio nacional.
Considerando: I) Que a los efectos de evaluar tlebidanente los tra-
'bajos a realizarse en ese sentido, es necesario integrar una Comisión
eslreciai de asesorarniento y organización de los mismos;
II) Que dada la magnitud de las tareas técnicas a efectuarse, co-
rresponde hacer compatibles las autorizaciones previstas en el artÍculo
14 de la ley 14.040, de 20 de octubre de 1971, con la armonia necesaria
¡rara el desarrollo eficaz de los trabajos.
Atento: a lo antes expuesto.
El Presidente de la RepÍtblica,
DECRETA
ArtÍculo 1a Créase Ia Coruisiri¡r Nacional de Arqueología con la
-
finalidad de asesorar y organizar los trab¿ios de prospección, estudio
y preservación de los bienes arqueolrigicos deI territorio nacional, la
que actuará con sujeción a lo dispuesto en el artÍculo 14 de la ley 14.040.
Art. 2q Dicha Courisión estará integrada por un Delegado de
la Cornisión del - Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación
que la presidirá, un Delegado del ]Iinisterio de Defensa Nacional, un
Delegado de la Universidad de la Repúbiica y un Delegado de la Socie-
dad Arnigos de la ArqueologÍa que ejercerá las funciones de Secretaría.
La Comisión se integrará, temporaria¡nente, además, con un Delegado
rle Ia Intendencia Municipal del Depnrtatnento en que se efectúen los
trabajos, durante el lapso de realización de los mismos. Las resoluciones
se tomarán por mayoría simple, correspondicndo al Presidente decidir
en caso de enlpate.
Art. 3e Los Delegados deberán ser designados dentro de un
plazo de 15 dfas - a partir de la fecha de las comunicaciones respectivas.
Una vez integrada, Ia Comisión proceder'á a establecer el orden y las
prioridades en que se desarrollarán las actividades mencionadas en el
artículo 1 q.
Art. 4'r El Ministerio de Educación y Cultura propolcionar¿i los
-
.elementos y recursos necesarios para el funcionamiento de esta Comisiitn'
Art. 5s Q6D1u¡iquese a la Comisión del Patrimonio Histórico, Ar-
-
tístico y Cultural de ta Nación, a la Universidad de la República, a la
Sociedad Arligos de la Arqueología, a las Intendencias Municipales, pu-
blícluese y curnplido, archívese. DEI\{ICHELI - DANIEL DARRACQ -
\\-ALTER RA\-ENNA, -
ACTUACIONES DT] I-A SOCIET]AD ICN SALTO GIi,AI{D1N 49

ANEXO IX

tlontevideo, iulio 5 de 1976

Señor Ministro de Educación y Cultura


Doctor Don Daniel DARR-A.CQ.

Presente.

De nuestra mayor consideración


Ponemos en su conocimiento que esta Soeiedad ha designado al
Doctor Arturo LEZAMA, como su delegado ante la Comisión Nacional de
ArqueologÍa recientemente creada por el Poder Ejecutivo.
Aprovechamos esta ocasión para presentar al Señor Ministro nues-
tros atentos saludos.

Profesor Fernando ASSUNqAO Profesor Luis BAUSERO


Vice-Presidente Presidente

L'duardo ACOSTA Y LARA


Secretario

1
ANEXO X
c. N. R. s.
CENTRE DE RECHERCHES ARCHEOLOGIQUES MUSEE DE L,HOMME
PALAI! D' CXAILLOt.,!!I6 FAiIA
U.R.A. NO 5 AMERIQUE DU SUD ttL. t rar.ra,aa
¿tr ; fa.¡aa /,- L.;| 4,L<* g!;nrL
pq1-,! !-ooo,
.i¿(. 2tt
3,r.3c
e,¿,l^-¿¡1^t{¿ Qr- C cd¡ tl,lr"

CLr^ ¡-"1-""* B.r^--,,..¡-,


\<u V«u.r.r.ey (c-¡¡-' ; ,trvr- l. 1¿+\f F¡1r^^4 6¿¡ lL f+ú lrrett..-a-üF
"l^^li1a.
r¡,'d[o:tn¡.a.t.*J t¡+bt"-. {'* Jf {i fo+-\ t\r¿-;-t,t^L\4^a is 4qr (ej !4ú-a c1--:¡.
¡o.
& {--rfu,rr.- Ít d¡-r¡ ¿la*,:l*J"eügts g¿ilL¿.'koa-. ¿\¿¿{-'q.-^ !*a<.r^lo-üL
Il ct:t -(rie-u oüi» y* 4 vrl¡ 4r1\-ñf l..k1^^¡,.r_c¿\a ! ¡r,-v,o: r1
xr .1
t^;r-
J'-*, o- a&l':trÉ trr, {.u r,to.^^!+rr".-"^ d- \a--r-*- ,lr. 4¡
{+,-ü:v* "2*-§+.¡.rc;¡*
1.^¡, i¡€,r,- * k-3 5'tk ^" 1."- f"I y-j lt F+l- ('rhfaf.r-,a u^^ \-u-( .r*-
ArV*{ F- {4 uaa<- c¡^ r*4c,e /to+& & ru{ar \r-oX-<-e-
iwr¡'r.*ot^.¿-(q^"i tIL,{c-t-
$ oor.a; l fot- o<¡.^, Q, ¿^oa§J "rv. h"-J^"¿
orr¿- ?o 4ri:rvr ¿r,¡ R",,t-ü¡ O.LtiytlSt*- ; t^üau^i--r- c(r tr"^{u--rr.t
AA Ñq¡r* Vau.¿-"rt. ü u* &¡¡r-r¡¡^-i- oiS \,u &¿rr¡r¡ l+-:1++^r 'io!tut,,.;.
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ACTUACIONES DE LA SOCIEDAD EN SALTO GRANDE
51

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/h¿orsu¡¿ § o- '!L' uLr¡;'- -
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t0n^^§"""& g-f-tt** *
t wut, c¿'
52 tlEvrsrA DE LA SoCIEDAD "Álrrcos DD LA AlteuEot oGrA"

ANEXO XI

Montevideo, agosto 16 de 1976.

Señor Presldente de la Comisión del Patrimonio


Hlstórico, Artfstico y Cultural de la Nación
Doctor Datriel DARRACQ.
Presente.

De mi mayor consideración
En cumplimiento de la resolución de fecha 6 de octubre de 1975
de la Cornisión de vuestra Presidencia, esta Sociedad prosigue las tarea§
tendientesa co[cretar el rescate del material arqueológico de la zona
de Salto Grande.
Hago llegar a Ud. adjunto el Informe NQ 3 de la Comisión de Res-
cate de nuestra Sociedad, cuyos términos comparto.
Saludo al Señor Presidente con mi más alta consideración

Profesor Luis BAUSERO


Presidente

COMISION DE RESCATE DE SALTO GRANDE

Informe \4 l]

A.l Señor Presidente de Ia Socieclad -\migos de la Arqueologla


Profesor Luis BAUSERO.
La siguiente es una reseña de las ¡areas culllplidas por esta Co-
misión desde el 2 de junio ppdo. r iecha de nuestro segundo informe)
hasta el dÍa de hoy.
El 7/6/76 concurrimos con el Sr. Vice-Presidente de la Sociedad
Amigos de la Arqueología (SAA) Protesor Fernando O. ASSUNQAO al
despacho del Sub-secretario de Educación y Cultura Don Martfn C. MAR-
TINEZ a efectos de hacerle €ntrega, en su calidad de Presidente de la
Comisión del Patrimonio, del Informe Nr 2 ya citado.
El 7/6/76 se cursa nota al Sr. Comandante en Jefe del Ejército
Teniente General Julio C. VADORA solicitando el apoyo de la Institu-
ción para Ia creación de una co¡nisión nacional de acuerdo a lo sugerido
en el Informe Ne 2. Se adjuntaron copias de los informes elevados a la
Comisión del Patrimonio.
El 15 / 6 / 7 6 se gestiona ante el Servicio Geográfico Militar la ob-
tención de una fotografÍa aérea del sitio llamado Bañadero, escala 1/5000
con curvas de nivel cada 2,50 metros.
El t7/S/76 por intermedio del Ingeniero BULA del SONCU, de-
pendiente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, se obtienen
dos juegos de cartas geográficas 1/50.000 del rfo Uruguay desde Salto
ACTUACIONES DE I,A SOCIEDAD EN SAI,TO GI1ANDE 53

hasta Bella Unión. Se gestiona la obtencién de una carta 1,,r100.000


donde conste el lfmite de la zona inundable y el mosaico fotográfieo.
19/6/76 se solicita a la Srta. Luisa M. GUTIERREZ sirva de enlace
con los aficionados y autoridades salteñas a fin de concretar utra tarea
en común.
El 2l/6/76 se cursa nota al Comando General de la X'uerze A6rea
solicitando la colaboración del arma y en especial uü helicóptero para
efectuar tareas de prospección.
Bl 22/6/76, gestión ante el Servicio Geográfico Militar para obtener
las sesenta fotograffas aéreas escala 1/20.000 que cubren toda la ribera
uruguaya del rlo Uruguay y sus afluentes a inundarse.
El 23/6/76, gestión en el Comando de la Fuerza Aérea con el Co-
mandante NASSUTTI para informar del alcance de nuestra nota del
21 /6/76.
EL 29/6/76 se aprueba el Decreto del Poder Ejecutivo 886/9?6
creando la Comisión Nacional de Arqueologla (CNA) en la cual Ia Se-
cretarla será ejercida por el delegado de la SAA.
El 29/6/76 el Comando de la Fuerza Aérea nos informa de la
inrposibilidad de acceder, por el momento, a lo solicitado.
El 1't/7/76 se envía un nemorandum al Director de la Oficina Re-
gional de Ciencias y Técnicas de la Unesco para América Latina y el
Caribe, Sr. Antonio de VECIANA, sobre los trabajos y gestiones reali-
zados hasta ese momento.
El 5/7 /76 la SAA designa al suscrito su representante ante la CNA.
D\ 7/7/76, de acuerdo a Io expresado en eI Informe Na 2 y a la
correspondencia mantenida posteriorrnente, llega a Montevideo, invitada
por la SAA, la profesora Annette LAMING EMPERAIRE. En el trans-
curso de su estadfa en el Uruguay la Prof. EMPERAIRE mantuvo en-
trevistas co[ autoridades y técnicos y efectuó prospecciones en el depar-
tamento de Salto.
El 7/7/78 entrevista de la Prof. EIIPERAIRE con el Ministro de
Educación y Cultura Doctor Daniel DARRACQ quien ratifica el apoyo
de su cartera a la tafea programada.
El 7 /7 /76, entrevista con el Sr. Maurice CARBONATTO, Conse-
jero Cultural de la Embajada de tr'rancia.
El 7/7/76, entrevista con integrantes dei CEA.
El 8/7 /76 partida hacia Salto de la Prof. EMPERAIRE acompañada
de una Comisión de estudio de la SAA integrada por el suscrito y los
socios Gonzalo OLMR y Antonio LEZ.AMA.
El 8/7/78, e[trevista con el Sr. Jefe de Policia de Salto Coronel
Haroldo BARUSSO, quien nos facilita la locomoción necesaria.
El 8/7/76, el equipo de trabajo mencionado se integra, para el
resto de su permanencia en Salto, eon la Srta. Luisa M. GUTIERREZ
y el Sr. Gregorio LAFOURCADE, delegado del Municipio de Salto en
la CNA.
Se procede a inspeccionar el sltio de Bañadero y en particular la
cañada ubicada al sur del mismo.
Se comienza a efectuar un cateo en el sector E-10, de acuerdo al
cuadriculado efectuado por la SAA en sus anteriores trabajos en el lugar.
El 9/7/76, se inspeccionan los cerros vecinos a Bañadero.
Se concluye el cateo iniciado el dfa anterior poniéndose en evidencia
tres Diveles.
Se inspeccionan las barrancas del rfo Uruguay ubicadas inmediata-
mente al norte de la desembocadura del anoyo Boycuá.
El 9 / 7 / 7 6, visita al Museo Arqueológico de Salto e intereambio
de ideas con numerosos aficionados salteños.
4a
54 REVrsrA DE LA socrEDAD "Attrcos DE r,A An,QUEoLoGTA'

E,l'10/? /76, entrevista en el Museo de Historia Natural con el Prof.


Antonio AUSTRAL.
El 71/7/76, consideración del ante-proyecto de informé elaborado
por la Prof. EMPERAIRE.
En los dÍas siguientes a la partida de la citada arqueóloga se pro-
cede a preparar el material fotográfico y planimétrico solicitado por
ésta con la finalidad de complementar su informe definitivo.
El 4/8/76 el Ministerio de Educación y Cultura comunica a la SAA
la designación del Prof. Abelardo GARCIA VIERA como representante
de la Comisión del Patrimonio en la CNA.
Dl LO/8/76 se decreta Ia ampliación de la representación de la
Comisión del Patrimonio en la CNA, incorporando a un Vice-Presidente.
L]-/8/76 se recibe el informe, redactado en francés, de la Prof.
EMPERAIRE el cual, según lo solicita Ia autora en carta adjunta, deberá
§er correctamente dactilografiado.
A modo de resumen y de análisis de la situación corresponde decir:
1) Se ha concretado la aspiración expresada en el Informe Ns 2
en el sentido de crear una comisión nacional que "con amplfsimos po-
deres, recursos e independencia, planifique, organice y realice eI Rescate
de Salto Grande".
Es de lamentar, sin embargo, que a un mes y medio de su creación
la Comisión Nacional de Arqueologla no haya iniciado su tarea.
2) Se han realizado los trabaios preparatorios solicitados por la
Profesora EMPERAIRE de modo tal que dicha arqueóloga ha señalado
la "excelente organización previa" que 1e permitiera hacerse una primera
Ídea de las riquezas prehistóricas de la región.
3) La Profesora EMPERAIRE, gracias al esfuerzo de la SAA, ha
realizado la tarea inspectiva previa a la elaboración de su informe.
4) Dicho informe obra en poder de la SAA y es importante señalar
su coincidencia con las apreciaciones vertidas en los Informes Nos. 1
y 2 en cuanto:
a) a la riqueza arqueológica de Saito Grande y en particular de
Rañadero;
b) a la configuración y extensión de este sitio;
c) al lineamiento general del plan de trabajo a tealízar;
, d) a la falta de elenlentos,Iocales suficientes para realizar utr res-
cate cientlfico y total.
5) Sin perjuicio de continuar las tareas iniciadas por esta Sociedad
en acuerdo con Io oportunamente resuelto por la Comisión de1 Patrimo-
nio, estimamos que el informe de la Profesora EMPERAIRE debe ser
puesto a disposición de la Comisión Nacional de ArqueologÍa si ésta inicia
§us tareas en tiempo útil para emplear con provecho ese documento.
6) La delegación de la SAA ante Ia CNA deberá, por los funda-
mentos contenidos en el informe de la Profesora EMPERAIRE, promover
la inmediata decisión de nuestras autoridades en el sentido de otorgar los
recursos necesarios aI rescate proyectado y de solicitar al Gobierno fran-
cés y a la Unesco 1as coiaboraciones necesarias, ya en principio otorgadas.

Por la Comisión de Rescate


Doctor Arturo Lezama

Montevideo, agosto 12 d,e 197 6


ACTUACIONES DE LA SOCIEDAD EN SALTO GRANDE bb

ANEXO XII

llitristerio de Educación y Cultura


Montevideo, 10 de agosto de 1976

Señor Presidente de la Sociedad Amigos de la ArqueologÍa.

Para su conocimiento y demás efectos, me dirijo a Ud., adjuntándole


copia autenticada del decreto dictado por el señor Presidente de la Re-
pública en acuerdo con el señor Ministro de Educación y Cultura, en
el dfa de la fecha.
Saluda a Ud. muy atentamente.

Walter Víctor BARBOSA TRIAS


Secretario General
del Ministerio de Educación y Cultura

Itinisterio de Educaciótr y Cultura.


Ministerio de Defensa Nacional.
Montevideo, l0 de agosto de 1976

VISTO: Que por Decreto N, 386/976, de 29 de junio de 1976, se


creó la Comisión Nacional de Arqueologfa con la finalidad de asesorar y
organizar los trabajos de Brospección, estudio y preservación de los bienes
arqueológicos del territorio nacional, la que actuará con sujeción a lo
dispuesto en eI artlculo 14 de Ia Ley 14.040, d'e 20/10/971;
CONSIDERANDO: Que es conveniente que dicha Comisión esté in-
tegrada por dos delegados de la Comisión del Patrimonio Histórico, Ar-
tfstico y Cultural de la Nación, dada la magnitud de la tarea técnica a
efectuarse;
ATENTO: A lo antes exPuesto,
EIJ PII,ESIDENTE DE I]A R,EFIIBI,ICIA
DE}CREIfA:
ARTICULO 1p Modifícase el artlculo 2e del Decreto Nq 386/976
de 29 de junio de 19?6
- relativo a la constitución y funcionamiento de la
Comisión Nacional de Arqueología. Dicha Comisión quedará integrada por
dos delegados de Ia Comisión del Patrimonio Histórico, Artfstico y Cul-
tural de la Nación, uno de los cuales, que la presidirá, deberá ser miem-
bro integrante de la Comisión mencionada en segundo término, un de-
legado del Ministerio de Defensa Nacional, un delegado de Ia Universidad
de Ia República y un delegado de la Sociedad "Amigos de la Arqueolo-
gía", que ejercerá las funciones de Secretaria. La Vicepresidencia co-
rresponderá al otro delegado de la comisión del Patrimonio Histórico,
ArtÍstico y Cultural de la Nación. La Comisión se integrará temporaria-
mente, además, con un delegado de la Intendencia Municipal del Depar-
tamento en que se efectúen los trabajos, durante el lapso de realización
de los mismos. La Comisión creada por este decreto queda f acultada
56 ¡lnvrsrA DE LA socrEDAD ,,Aureos DE LA AReuEoLoGrA',

para proyectar su Reglamento lnterno, el. que deberá ser aprobado por
el Ministro de Educación y Cultura, previo informe de la Comisión del
Patrimonio Histórico, Artlstico y Cultural de la Nación.
ART, 2, Comuulquese a la Comigión del Patrimonio Histórico,
Aitfstico y Cultural
- de la Nación, a la Universidad ale la Repúbliea, a
la Sociedad Amigos de la Arqueologla, a las Intendencias Municlpales,
publfquese y cumplido, archlvese.

DEMICHELI
DARRACQ
RAVENNA

\
ACTI]ACIONES Dl) ],A §O(]IEDAI] F:N SAI,TO G}iANDI' 57

ANEXO XIII

ACTA. En llontevideo, a ]os trece dÍas del rnes de agosto de1


-
¡rño mil novecientos setenta y seis. siendo las diecisiete horas y treinta
r]linuto-§, convocadas por el Secretario de la Comisión del Patrimonio His-
1érico, Artistico y Cultural de la Nación Prof. Abelardo M. GarcÍa Viera,
-"e rerinen en la Sala de Comisiones del l\{inisterio de ,Educación y Cul-
tura las siguÍentes personas: Prof. Abelardo M. Garcla \¡iera. P::of. Lr¡is
Rausero, Cnel. Guillermo Mateos y Dr. Arturo Lezama. Abierta la sesión,
se pasan a considerar los siguientes asuntos:
I) El Prof. Garcfa Viera da lectura a los Decretos del Poder Eje-
*.utivo de 29 de junio y 10 de agosto del corriente año, por los cuales
,<e crea la Comisión Nacional de Arqueologla.
II) Da lectura, igualme nte, a. Ia Resolución del Ministro de Edu-
cación ¡.' Cultura, por la cual se designan Presidente y Vice-Presidente
de la Comisión Nacional de.\rqueología a los Profesores García Viera y
Rausero, respectivarnente, ambos en representación rle Ia Comisión del
Patrimonio.
III) Ill Prof. (iarcfa Viera recibe las notas por las cuales son de-
signados Delega,dos del }finisterio de Defensa Nacional y de la Sociedad
Arnigos de Ia Arqueología, el Cnel. lfateos y el Dr. Arturo Lezama, res-
yrectivamente,
IV) El Prof. GarcÍa Viera rla por constituida la Comisión Nacional
de Arqueologia, señalando que no st ha hecho presente el Delegado de la
llnir.ersidad de la República.
V) Irl Señor Presidente da cuent¿ de Ia uota que dirigiera al Di-
rector General deI Ministerio de Educaciótr y Cultura solicitando la. de-
signación rle urr funcionario piu'l: c.lesempeirar tal'eas en la Colrisitin Na-
<:ional de r\rqueología.
VI ) Se resuelr:e sesionar Ios dias Iiernes a las crator('e horas r
1l'einta minutos.
VII) Se comete al Señor Prtsirlente la redacción de utr proyectt>
do regllmento inlerno.
VIII) Se resuelye enviar nota al ]finisterio de Educación ¡' Cril-
tura solicitando mil nuevos pesos para gastos de papelería. c01':',. o:r. ei.'.
IX) Se designa Tesorero a1 Cl)el.. Clulllet't¡ro llateos.
X) trlI Doctor Arturo Lezanra señala Ia urgencia de1 r'escate de
Salto Grande, tarea que ha encaradc la Sociedad Au.ligos de la Arqueo-
logÍa por Resolución de la Comisión del I'atrimonio, e informa a la Co-
misión que dicha Sociedatl ha recibido el informe de la Profesora Annette
I-arning Emperaire que una vez dactilografiado y traducido será puesto
a disposición de la Comisión.
XI ) Se resuelve que las sesiones ordinerias se realizal:¿in los días
viernes ¿r Ias 14 y 30 minutos en la Sala, de Comisiones clel I{inistet'io
cle Educación y Cultura; se lcsuelve asinlismo citar para la prt'¡xima rett-
nión eI Delegado de la Intendencia Municipal de Salto.
XII) El Preside¡rte, señor García Viera expresa que el Señor i\Ii-
nistro de Educación y Cultura Doctor Daniel Darracq, dará posesión de
los cargos a los miembros de esta Comisión.
Siendo las dieciocho horas y treinta ninutos se da por fínalizada
l:r -cesión.
Prof. Abelardo M. GarcÍa Viera
Presiáente
Dr. Arturo Lezama
Secretario
A¡{EXO XIY

c. N, Fa. 9. MUSEE DE L'HOMME


CENTRE DE RECHERCHES ARCHEOLOGIQUES PALAIS DE CHAILLOA
féL. | ,2?.71.4a
U.R.A. N" 5 AMERIQUE DU SUD

RAPPORT SUR LE SAUVETAGE ARCHEOLOGIOUE DE LA REGION DE SALTO GRANDE

EN URUGUAY

Voyaqc d'Étude du 7 cu tl luillet 1976. flontevidso. Se.lto.

Introductlon
En avril J.976, Arturo Lezama prenaj,t contact avec ooi á Pari.s au non
de la Sociedad Anigos de la Arqueoloqj.a. II attj.rait mon attention sur Ie falt
que la construction drun barrage sur lrUruguay dans la rágion de Salto Grande
allait subnerger les rives du aoyen cours de lruruguay su! une longueut de
300 kti. Sur ca6 rlves se trouvent de nombreux sitBs non encore étudiás et
extrámenent riches coorma Ie montraient las pibces qui nous furant présentéas
au lYlusáe de 1lHomne. La Soclgdad Amigos de la Arqueologia me demandait dtorga-
niser une opáratlon dE sauvetage.
Lropération prásentait un caractbra dtextráme urgence, mais il mrétsit
impossible d'en entreorendre 1tátude avant 1e nois de juil1et. Jtacceplai le
principe drun voyage drétude de quelques jours en.iru!uay au cours de ma pro-
chaine mission au Brésj.L (nai.-aoit I9':). te voyaoe oréliminaire dtait indis-
pensable pou¡ psendre connaissance sur ¡1ace des :ossioilitÉs de travail.
Jrindiquai aussi á A. Lezama 1es noms et acresses de que).ques personnali-tés
frangalses qui pourraient slintéresser au orojet (GuilJ-emain, Soustelle, de
Bouard), a!.nsi que 1es adresses de quelques coIIi:gues avec Lasquels i1 désirait
prendre contact (Tixiar, Taborin).
Je pus effectuer Bn juilleL une mj.ssion drétude dans la rdgj.on de Sal.to¡
comme invitée da la Sociedad Amlqos oe la Arqueologia. La durda de Ia mj.ssion
avait áté prévue drune semaj.ne. Pou! des raisons pratiques elle sreflectua
seulement du 7 au II JuiJlet. Malgré sa b¡j.iveté et en raison de la remarqusbla
coopération des habitants de salto et drune excellente organisation préalablet
el]e me permlt dB me l"ai¡e ,nr p""Áié"" irjáe des richesses préhistorlques dB la
ré91on.

A Salto comme á moñtevldeo, sous 1a conduite du 0r. Lazamar des contacts


furent pris drune part avac les autorités administratives et gouvarnementales
qu1 auront á dÉcida¡ du ri^rncement du projet, drautre part avec das collbgues
et d€s amateurs uruguayens. Une brbva Dencontre avac ls consailler culturel
auprbs de lrambasssde de France á lYlontevideo fut également possible.
.4.CTUACION}!S DE LA SOCIEI)AD EN SALTO GRANDE 59

-2-
Dlunc fagon gánérala Les concluslons da ca voyagü son extrEreaent
p osl tiva s.

l. Les recherchea o¡éhl¡torioue¡ an l,Jruquav at dans Ia ráqfon da Srlto


Il y a ddJl blen dee annáes quc dea eolléguaa sud-a¡á¡icainc at d¡¡ dtu-
dianta uruguayana ont attlrá notra attention sur le I'ait quril nrexiatalt paa
da rechercheg lrcháologiquaa organlséos 6n Uruguay, ni drarohéologues profaa-
alonnels. Vcr¡ lea annáca 1950¡ le Dr. Rivot avait lancá l.id¿o d6 Ia cráatlon
drun ltluEco d¡l Ho¡b¡c i fÍontcvtdco ,t nous ¡valt danandá d.átabllr pouE ce
futur rugóa un progranoo d.eneclgnalcnt et dc rechercha (¡. et l. fnpeDalae,
1956-195?). La part de ltarchdologla étrlt lnportante dans cé prograrra¡ lala
Ie proJct n.aboutit paa.

L€! 9ir6nlntE prihlstorlques dtUruguay capondant sont trbe rlchao. fluel-


quea cheroheurs átrangers, et en partlculier Serrano, en ont autrefoia si,gnalá
lrlntér8t. D¡s a¡atEurs ont cntrepris dapuie longtenpa Ie ranassage de sltea da
surfacc, ct quelqucs fois dee aondaqsa ou ráne das fouilles. Des soclátás sc
aont crédea. La Sooládad lmlgor de le Arqueologia Est la plus ancienne et a un
dcmi aibclc d.¡xistence. En 1969 un autre groupa d.anateurs a fondá Ia Cantro
de Estudios Arqueoldglcos (CEA) antná par A. Taddei. En 1975 enfin una chaira
dtAnühropologlg a átá c¡ááa á la Facultad de Huaenidades y Ciancias. La charga
a étá confláe au Dr. Antonio C. Augtral de 1lLJnfve¡sl,té de La Plata an lEgentlne.
Un Bnselgneaent de préhlstoire et¡ pcndant lea vacancee unlvereltalrea¡ dea
fouilleE ont étá organleiac dans le cadr6 d6 cette chairs en L9762 lvoc Ia col-
laboration du CEA.

fllalgré cas Iouables afforts pour aauver le patrfuoina préhistorlquc na-


tlonal, ll est évidant qua lll.Jruguay manqu! ancora de chercheurs quallfláe ct
ds moyenr technlquea pour réaliser dee fouilles doenvergure.

Dans la rágion mSoe de Salto¡ des an¡teura ont dspuls une trent¡lno d'an-
náes, aoua ltiopulsion d,un dlrecteur d¡école, G. Lafourcads, entreprie la raoae-
saga de no[breux sitss árodés. Ces darnl,era tenps, depuls l'annonce de Ia cons-
truction du barrage de Salto Granda, et parallblement aux ttavaux menás par Ia
Soctedad Anlgas de la Arqueologi. rt par La CEA et Ia chaire drAnthropologla
da fltontcvldeor ces Eanaasagsa sB eont tranafornáa en várltables foulllas¡ dont
60 REvrsrA DE LA socrEDAD ,'ANrrcos DE r,A AReuEoLocrA',

-3-

le but commun étalt le sauvetage des sites avant laur aubrersion. Les anateurs
de Salto ont constltuó une trbs belle collectlon qu.11s ont ressambláe et pré-
sentée dans le fiusáe da Ia ville. Cettg collectlon reprásante un t¡avail congi-
dérabla, nané sans aucune alde offLel.elle. Drautres collections ont átá rdunies
á Montevideo soit par Ia Sociadad Amlgos de la Arqueologla¡ soit par Ie CEA,
solt par la Chaire drAnthropologie.
Ltensemble de cas travaux a mls an ávidence lrexistenca dans La rágion
dtun lmmense glsenant, trbs riche, et dans lequel on trouvs de nombreuses pj.erres
profondánÉnt gravéas de dessins géométriques. La gisement se ttrouve au nord de
Salto, au li.eu dit Bañadero. Ctest sans doute la découverte de tsañadEro et de
ses pierree gravées, considérées á Juste tltre comme exceptionnellas, qui a
décfdé la-Sociedad Amiqos de Ia Arq:-al;gi.a á tenter une dámarche drurgent;, á
pDovoquer Ia création dtune commission nationale drArclróoloqie et á demander
1'aida de J.rextÉrieur, aucun des groupas ánumérés cj"¡dessus ntátant en nésure
drassure¡ en deux ans Ie sauvetage de plusÍeurs hectaregáe gisements.
La ComisÍdn Nacional de Arqueologia a été créde le 29 juin 1,926. LBs
mBnbres de cette commission déjá déslgnés á Ia date de ma misslon se sont fixé
pour obJectif á court terme Ie sauvetage archéologique de Ia région de Salto.
La réalisation de ce oremier objectif devr¿lt donne! une nouvelle imculsion á
la formatlon de Jeunes chercheurs, au déve1oo¡ement cies ¡echerches préhistoriques
Bn Uruguay et á Itinstatlatton de musées nationaux ou régionaux dans lransemble
du pays. Ce programne dev¡ait átre ouvert á tous ceux qui sous une forme ou sous
une autre, se sont préoccupés ou se o¡éoccuoent du sauvetage du patrimoine prá-
historiqua da ltUruquay, dans la mesúre Dien ent,eñdu oü ils aecepteraiebt da se
plier á certains lmpáratifs scientifiques.

2. Les richesses archáoloqj.ques de la réqj.on de Sa]to.


\
I1 ne pouvait átre questj.on en une mis-"ion de 5 Jours dont une partj.e
lut consacrée á des prises de contact officielles ou sclentifiques de laire
lrinventaire des rlchesses archáolooiques de Ia région de Salto. lI fallait se
contenter de qual.ques prospections ou sondages dans des sltes ou des zones clés,
et drune pramlbre approche des coll.ecLions existantes. Nous avons choisis¡ sur
les indicat.ions du Dr. Lezama¡ de Lafourcade et de L. Gutiérrez le site de
Bañadero et la zone de Boycuí.
ACTUACIONES DE I,A SOCIEDAD EN SALTO GR.A.NDE 61

-4-

3añadero

Crest probablenent le slte le plus riche de Ia rágion á inonder. II na


s.agit pas an ¡éalité dlun gite uniqua, nals dtuna sárie de gJ.saments alignés
sur Ia rive gauche de ltlJruguay¡ dtung extrSme densj.tá a.chéologique. La lon-
quaur de l.ensemble Bst de I !r 2 kror se Iargeur de plusieurs dizaines de nbtres.
Seuls da nouveaux sondages pourront dáter¡riner avac précision la superficia
totale, et sa continuité ou sa discontinuitá. Ltensenble est compláté p6r dBs
gisemants dana Les tles voisinea et au pled ou sur la flanc des hauteurs en-
vl,ronanteg.
Liintér8t de Bañadero est double, stratigraphique et typologiquao
Dae renseigneñents oraux et le sondage que nous avons pratiquá nontrent
dans un sédtment trbs conpact et trbs noir reposant sur une argile Jaune la
prásenca de trois niveaux droccupation au nolns, avec une occupation cérami-
que superposée á deux occupations prácáramiques. II peut sragir par endroits
dtateliers de taille dont Ia présence slexpliquerait par le banc de galets
qui couvre Ie carrito voisln. La ¡i.chesse et la varláté de llindustrle lithlque
montrent que l.es ataliers, s'11 y an aut, átaiant doublás dlhabitats parmanente
ou sami-permanents. La choix de I'emplacement de ces habitats ast probablement
lié á Ia présence des lles et de petitas cascades. lI s'agit drun lieu privild-
gi.é de passagB Ét de portaga. Des sépultt,res sont connues l oroximité. Le site
constitue donc un ensemble tr)s complet droccupation.
Drautre part les sondages et foui.lles jusqurici exécutés onl montrá des
industries trbs riches et variéas¡ avec céramique, pierre polj.e, pierre tailldet
gravure sur pierce, ocre rouqe. Dans les gisements sur berge o¡ nla jusqu'ici
rencontré auc:n vestlge organique, mais en revanche de teLs vestlges se ren-
contrent sur les gise'rnents des lles at iI ast probable que la corresPoñdanca
chronologique entre las deux séries eeaa facile á établj.r.
Parmi Ies objets ref,arquables rencontrés par nos prddécesseursr iI faut
sionaler de belles pointes blfaciales, de trbs nombreuses bolas de formes et
:: jimensions diversas, des cassa-táte, une i.ndustrja trés vatíáe de píette
:t---i= ..-1 1. natáriau ds base est une aránite (arenisca frita)¡ du basaLte
:-- :-.:::.: :oc¡es dur¿s don|. llagatha, le quartz¡ la cornaline. I1 est inté-
r:i.?-'- :? -ote¡ que si las bolas et les pointes paraissent du m6me type que
::--=:::;1ron ¡encontre de la Terre dÉ Feu á Rio Grande do Sul, en Devanche
- : ::a¡oe gart des éclats at des outils de pierre taillée (nucléus¡ rabotst
:--:.. sont nattement apparentés aux inrjustries du 8résll méridional. Le prác6-
:a-:eue de Salto pourrait correspondre á una zone de contact entre Ies cultures
::ies de l-a Pampa et les cultures du bassin du Parand.
62 REYrsra DE LA socIEDAD "AlIrGos DE LA ARQUEoLoGTA"

-5-
Cet ansemble lithique justiflerait á lui seul un inportant Progranñe
de sauvetage. I1 ast conpláté par de nombreuses pierres profondément gravdes
da dessins gÉomátriques drune grande variáté e! dtune grande maltrise tech-
nique. Ces piarras appartlennant au prácáramlque. Elles ont déjá été slgna-
Iáas á pluslaurs reprises (en partJ'culiar Par Ssrrano), nais elles nront Ja-
r¡ais ríté étudiáee dlune fagon systématique. Draprbs les ranseignements que
nous avona pu reouei.llfr, un calcul raplde nontre qua le 8añsdero devralt en
contenir encore plusieurs cental'neg et qu'11 ast ralsonnabla drescomptar en
trouver quelques dizalnes au cours dEs louilles de sauvetage.
Les nombreux tessons céraniques enfln permattront d'établlr ou dramá-
liorer les carteg de répartitlon de cettains types (Guaranl an partloulier)
pour lesquels on nra que des renseignemants fraqmentaires.

Zone de Boycuri

UnBpartie des berges á lnonder de lrUruguay et du bas cours d€ ses


affluents dans Ia région de 5a1to est constituée de falaises sédimentalres
árodées en pértode de crue par les eaux du lolauve. La strz'iqraphie de ces
falalses est c.Lairement lisible en coups avecr soua des sables récents, una
épaissa accumulation de sédlments noirs superposés á des sédimants plus
clairs, puis á une couche presque blanche, trEs dure, et qui, résistant mieux
á l!árosion, forme une so¡te dB Earche tout au J-ong de la oerge. Sous cgtte
coucha blanche et dure une arqile jaune se poursuit paouablement jusqurau
basalte sur lequel coule Ituruguay. En coupe des galets et des objets taillás
sont vislbles soit d6ns Ies cédiments noirs¡ soit sans lrarqile jaune de la
base. I1s sont prabablement en pLace.
Le ramassaga das objets taillés qui parsáment la berge 1e long de sas
rballes
parties é¡odées nra plus grand sens, en ¡aison de 1récrámaqe das plus
pibcesr par les rmateurs, et parce que ceux-ci ont pu déplacer certains objets
de Ieur position naturella. En revanche les géomorphologues pourront faclbment
déchlffrer dans cette coupe lthistoire récente de la vallée. Cette histoire
pourra átre mige en corréIation avec .Les étapes pr6historiques détermináas
drautre part. En dlautres sagmegts du rivage moins facilement accessiblas et
auxquels nous ntavons pas eu le temps ds parvenir, le ramassaqe systénallque
des industries 6codées doit rester pbssible.
ACTI]ACIONES DD LA SOCIDD-,\D EN SALTO GRA¡iDE 63

-6-
CollectLon de Salto
trbg balle collection a átá réunia par les amateurs d6 Salto 6t
Une
déposée dans le nusáa da 1a ville. cette collaction représante ur¡travall conaJ,-
dárable et montre rlingéniosité et la parséváranca avBc resquelres les piices
ont áté recuelrrias, étiquetées¡ présentáes. lrlarheureusement aucun das manbras
du groupe nta de fornatlon drarcháologue et les pilces, qualque belles et in-
téressantes qu.ellas soient, sont difficilament uti.llsables pour Ia mise sn
olaca chronologigue das curtures préhlstortques de lruruquay. En revanche eLlas
complbteront utilement la docunentatlon qui sera átablj.e au cour6 des foulrres
de sauvetage.

collactions conportent outre da nonbraux obJets tai116s et polis


Ces
énumérás plus haut (bo1as, pointes bifaci.ales¡ etc.) des cáramiques modelées
zoomorphes¡ des tessons peints¡ incisás ou de typa corlugado, des lames de
hache polies, de magntliques blfaces oLncas. Les plerres graváas de motifs
cáométriques y sont largement représentáas.

3. P¡.oqra*.e--É9.-"as-!esg

Les richasses énur¡érées ci-dessus ne replésentent évidamment qurun mlni-


mum dchantillonaga d¿ cellas que contient la zone á inonder qui couvre una sur-
face de quelque 80.000 hectares. Un plan de sauvet,age srimpose. La ¡éalisation
de ce plan dápend en premiar lieu des spécialistes qui accepteronl dty partlci-
per et des moyens qui ssront mj.s )r leur disposition. Le prog¡ai,rne proposá ici
est un programme minimum. Lramputer de certains de ses aspects se¡ait ¡ádui¡e
le sauvetage á un quelcongue programme de fouiIles.
LrobJectif du programme peut se rásumer Bn 4 points :

I. Etablissement dtune carte archéol.ogique et géomorphologique de Ia


zone á inonder.
2. ftli.se en place stratigraphique et cnronologique des culturas práhis-
toriques de la région.
3. Etude de ces cultures du poinl de vue du mode de vLe Bt de son in-
sertlon dans le miLisu contemporain, de lréquipement bechniqua¡ des
créations artistlques.
4. Eventuellement étude des types humains corlespondants.
LB point I corrcspond á des prospections, Ie point 2 á des for-rillesn las
ooints 3 et 4 á des travaux de laL;oratoire.
64 REvrsrA DE LA soclnr),\r) .,Atlrcos DE LA AReuEoLoGrA"

-7-
Outre la sauvetaga propEsnent dlt, Itencembla dae opárati.ons devra
déboucha¡ sur la publlcatÍon daa rásultats¡ eur lrarchlvaga de Ia docuoantatlon
et des collactlons, et sur Ia formatlon ou Ia perfactlonnenent de Jeunes oher-
cheurs uruguayens.
Les participants au programne cotaprcndront des spáclalistes, das techni-
ciens, des aa3lstants de foullles ou de laboratoi.rc, Ie cadre admlnietratif et
le personnel dc servlce.
Les spécialistes sEront dátachés d!áquipas dáJá extstantes, solt euro-
pÉennas, 8oit d'Añériqu6 du Nors ou de 9,rd, soit d'aillauls. Ils comprendront
dea archáologues (prospactlon¡ foul1le¡ typologie Itthique ou céramiquer spé-
ci6liste des problbmss drart préhistorlque)r un ou dag gáomorphoLogues, un
anthropologua physiquer un informaticien.

Lea techniciens pourront plus facllemanü 6tre secrutás sur placgét con-
prendront des topographes-dessinateursr dBs photographcs-clnéistes, un docu-
nentali ste.
Las assistants de fouille ou de laboratoire seront des étudiants ou dss
amateuas désireux da slinitier aux techniques modernes de llarchÉologle. En
prlncipa la nombre de ces assistants devra ne pas dépassar celul des spácialls-
tes at des techniclens.
Le personnel de service comorendra une ou olusisurs cuisinibres, les
chauffaursr les ouvri.ers.
De nombreuses collaborations, uruguaysnnes ou étrangéres gont souhaitáas¡
qui seront sollicitéas á mesure du dévelopoemant du pDog¡amme.
La nomination dtun diracteur technique du programme da 3áuvetage e§t
nécessalre. II pourra 6tre choisi parmi ltun des archéologues ayant accaptá
de participer au programñe. ll davra dáfinir les techniques de base qui sa-
I ront utilisées solt pour Ia prospection et la fouille¡ soit pour les travaux
de laboratoira et l'átude des vestiges recueil.Iis.
Dbs le début des travaux chaque spÉcialista ayant accspté de participer
au sauvetaqe se chaDgara drun ou de plusieurs polnts du proqramme et s'engage-
ra á le conduire Jusqurá la phase de la publication.
La date de Ia fermeture du barrage a été fixée á la fln de 1978. un peu
plus de a"rx disponibles pour la réalisalion des travaux de terraln.
"n.r/33flt
ll faut en compter autant pour l'achbvement des travaux de laboratoire et la
mlse au point des publicatlons.
ACTUACIONES DE LA SOCIEDAD EN SALTO GRANDE tiJ

-8-
Le calendrier das opérations peut se diviser en quatre étapes:

-,- i. ;hase orállminaira.


tlIe dev¡a commencer avant mAnB que lrensemble des dispositlons dáff'ni-
::,es ait ét,é mis en place. ElIe comprandra:
oréparation drune documentation génáraIe (établissement drun fichier bi-
- -a
¡l;¡¡¡¿phj.que¡ drune bibllographie critique, das cartes, plans, photos aériennes
:= 1: réqion). Documentation sur les principaux sites et les travaux qui y ont
j:j effectu6s. Documentation sur la géologie cj¿ Ia zone á inonder. Etabllssenent
:¡:¡ dossier drinformations orales. Ce point I peut átre commencé dbs maintenant.
i. Ítablissement dtune carte archéoloqique et géomorphologique de Ia régi'on. Pros-
:.c'.iois et sondages. Le poir,l 2 pourra átre commencé en ootobre, dbs que 2 spé-
::a-rstes au moins (1 9éomorphologue et I archéologue) auront accepté de s'en
a_a!:er.
:. lé¡ut des fouilles á Bail'adero. Ces louilles pourront commencsr dbs qu'une
: a¡ilre équipe de fouilles aura áté con:itituée.
-;-". Phase maxlmum dag travaux dB terrain.
l. iventuellement ach¿vement des cartes géomorpt'ologiques et archáologiquos.
?. :oursuite des loullles au Bai{adero. Eventuellement, mise en place drun nou-
,,eau chantiar sur les lles voisines.
l. -n autre site au moins, hors Ia zore du Bañadero¡ sera selectionná et louillá
e¡ se fondant sur les travaux rja praspection de Ltannée précédente.
¡. risa en place dluna ou de plusieurs équipes de typologia (lithiquer cáramique,
oeuvree gravées).

i-¡28. Achévement des travaux de terrain.


i. Les ehantiers de foull-Ie achbveront leurs travaux.
2. Des chantiers de sauvetage rapide seront mls en place.
3. Les travaux de typologi'e serqnt poursuivis.
i9?9. Phase finale.
1. Achbvenent des travaux de typologie (iI ne sragit pas de Irétude fine de
tous les documents recueillis, ce qui est évidemment impossibla en si peu de
temps, mais drune classiflcatlon gándrale qui pourra ensuita 6tre reprisa et
affj.née par d'autres chercheurs).
2. Archivaga dss documents et collections. Une partle reprósentative de ces
collections sera lnstaIláe au [t!usée da Salto.
3. Préparatlon des publications.
66 REvrsrA DE LA socrEDAD "Arlrcos DE LA ARQUEoLoGTA"

-9-

4. lrlovans nécessaires.
D€3 moyensimportants sont nócassaiDes Pour Ia ráalisation de ce Pro-
gramme. Les uns pouEront provenlr de lrétranger¡ les autres incomberont aux
autorttds uruquaysnnes. Ces moyens ne pauvent átre chiff¡ás dans ce raPport
préllminaire. 0n a seuleoant ánumáré les principaux chapitres de dépensas á
anvisager pour chacune das quetre périodes du programme. Ces chapltres sont :
Personnel (voyages et traltements)
Frais rle aÉjour (Loqenant, nourrlture)
Transports sur Ie terrain
Itlatériel
Divsrs (frals de secrátarlat¡ corraspondance, etc.)
Archivage et publlcatlons.
19?6 (2 mo1s, du 15 octobre au 15 décembre)

Pe¡gonnel
II serait nécessaire de contracter dbs Ie mois da sept€mbre une pelsonns
qui assurerait le seerátariat du programms et un documentaliste. Le personnal
sclenti.flque pour les deux mois de travail da terrain coñprendra au minimum un
qéornorphologue et un archéologue spécialisé dans Ies problbmes de prosPection.
Deux autres archéologues seraient utlles pour commencer i'mmédiatamenü les
fouil!.es de BañadEro. Chaque spácialiste devra átre assisté d'un étudiant. Un
ou deux topographes-dassinateurs et un ou daur photographes-cináistes assiste-
ront las uns le groupe de prospectlon, Ies autres Ie groupe de fouilles. IIs
pourront utilenent 6t¡e aidés dtun étudiant.
lI devra átre blen entendu que les átudlants qul acconpagneronü la ra-
cherche recevlont un traitenent mÉna modeste¡ sous forme d¡une boursg ou dluna
quelconque ¡émunératfon. En contrepartie iIs devront srastreindra á une certal'ne
diaciplfne et stengager á partici.per aux tlavaux pou¡ une pérloda de temps dé-
ternináe. La sélectlon des Éüudiants incombera á la Comigicjn Nacional. de Arquáo-
logia¡ mals son choix devra átre accepté par calui qui prandra directement en
charge t6l ou tel étudiant rstenu.
Le groupe de géoarorphologJ'a davra Stre acccrrnpagná dtun ouvrier (netto-
yage d6s coupas) et/ou drun chauffaurr de máme que le groupe da prospection ar-
chéolegique (sondages). Le groupe de fouilles devra dlsposer diun ou daux ouvriers.
Une cuislnibre devra Etre angagác.
-I0-

Frais de s6Jour (1 ogement et nourriture)


lL a átá právu dtinstalLer la base du prcgranme au lieu-dit Parador, i
proximité des sites du Ban-adero. I1 faudra prévoir Ia location at Ilinstallation
du local : éIectricité, eau souranta, rnobilier¡ rayonnagss, gsandes tables pour
Ia ttÉp8t du matér.i.eI eü le travail.
irourrlture de I a I0 personnas pandant deux mois.
iXatá¡iel
fvlatɡ:ieI oe plrotographie
tfatériel de topographia
Itlatérie1. de sondage
liatriri¿l de foutl.les
ftlachine á écrire. Papeterie. Documentation.

Di vers
Frals de secrétariat, de corraspondance, de reprographie, de travaux pho-
'-oq rap hlques, d lassuranr:e.
l¡ansoorts sur le terrain
Deux váhicul.es et leurs clrauffcur.¡ scnt in,:!5ps¡sabLes ainsi que¡ au dé-
h¡t cje Ia camp¡gr¡é, quelques..!ournáes de su¡¡!! Lle 1a zone en hélj.copti:re.
I97'/ (6 mois de travail de tercain)
Persornel
Le poste de secrétaire sera naintenu¡ coi.,r: de documerrtaliste sera trans-
fo¡mé et antrera Cans une phase plus active, cells de lro:ganisatiorl des locaux
drarchivoge et des colloctions qui y seront installées.
Le géomorphcloguB et lrarchéologue chargés de lrétablissement dss cartes
auront en théoriE achevé les travaux ds terrain et travailleronb á le mise en
ordre des docum€nts qulils auront recueillis.
L¿s fouilles de Bañadero seront poursuivies et sans douLe rBnfürcáBs (2
á a archéologuas, 2 á 4 étudiants, I ou 2 technlciens, 2 á q ouvriers).
La fouilLe d'un ogteux autres sites sélectionrés á partir des travaux
de prospection 19?6 ss¡á enüreprise. 2 á 4 archéologues, 2 á 4 étudiants, 2 á 4
ouvriars, I á 2 techniciens, I á 2 chauffeurs.
Un typologue commencerú Itlnstall¡tion du laboratoire. II sera asslsté
dlun assistant et dtun aide (numérotage des plbces).
¡refs-ggtfu.
ln á Z? personnes pBndant 6 mols.
Transport sur lq tellqlq
2 á 3 voitures et Isurs chauffeurs.
68 RE\¡ISTA DE LA SOCTET)..1J) .\-\ltcos DE LA ARQUEOLOGIA"

-lr-
lYlatáriel
Tout ls gros matériel aura déj;r été achatá.
Entretlen et renplacenent.
Enballage et átlquetage dEs collecLl.ons.
Dive¡s
Comme en 19?6.
Archivaoe et ou!Iication
Las travaux d.installation des ].ocaux oü devront átre conservées Ies
collectlons (á fiontevi.deo et á Sal.to) seront commencás. Ltétude de eette ques-
tion relbve de la Comisidn Nacional de Arqueologia.

19?8 (6 mois de travail sur ln terrain)


Le budget 1978 sera équi'ralent á celui de L977. en tenant compüe des
somnes destináes aux sauvatages rapides.

1979
Les t¡avaux de terrain saron! cl.os.
Les travaux de typologie seront transférés á ltendroit oü se¡ont dáfini-
tivemant archivées les collections.
La publication des résultats-commancera. 0n paut dbs naintenant prdvoir
une publication dtensamble en espagnol¡ pouvant constitueD par exenple une sé-
¡ie de numéros de la Revista de la Soeiadad Amigos de Ia Arqueologia¡ et une
publication plus restreinte constltuant un nunéro spécial des Cahiers d'Archéo-
loqle drAmárique du Sud.

Ltensambla da ce proqaamma ns pourra 6tre réalisé que si/i'action des


autorités uruguayennas s'aJouta une aida j.nternationale et en particuliar GeIIa
de lrUNESC0.
úL-
i.+t't+
Annette LIüING-EÍTIPERAIRE
Ditecteur drEtudss EHESS

- Pedro Leopoldo
fllontavideo
I0 Juillat - 3 ao0t 19?6
ACTUACIO¡iES DE LA SOCIEDAD ITN SAI,TO GN.\NI]I] 69

ANEXO XY

cotIIsIoN N--r.clo§ar, DE ARQLTEOLOGIA

llontevideo, 26 de agosto ale 1976.


Sr. Ministro de Educación y Cultura,
Dr. Daniel Darracq.
Presente.

De nuestra mayor consideración:


La Comisión Nacional de Arqueología, cn su Sesión inmediata a la
toma de posesión de sus miembros, reunida en Ia Sala de Comisiones del
Ministerio de Educación y Cultura, procedió, de acuerdo a 1o establecido
en eI artículo 3e del Decreto 386/976, de 29 de junio de L9?6, a esta-
blecer el orden de prioridades en que deben desarrollat'se las actividades.
Se resolvió, por unanimidad, en dicha Sesión, que la preservación del
patrimonio arqueológico prehistórico de la zona del país, que habrá de
quedar a cubierto por las aguas del lago de la represa en construcción en
Salto Grande, debe constituir el primer objetivo de sus activiclades.
En ese sentido, se escuchó el Infornle de la Sociedad Amigos de la
Arqueología, entidad que, en cumpliniiento de una Resolución expresa de
la Comisión del Patrimonio Histórico, ArtÍstico y Cuitural de la Nación,
encarara, desde hace aproximadamente un año, e1 estudio del rescate ar-
queológico en la zona mencionada.
La Sociedad Amigos de la Arqueologia actuaciones fueron
-cuyas Artístico -v Cultural
comunicadas a la Comisión del Patrimonio Histórico,
de la Nación en pormenorizados informes de fechas: 19 de diciembre de
1975,2 de junio de 1976 y 12 de agosto de 19?6, que obran en e1 ^\rchivo
de la mencionada Comisión-, llegó a la conclusión que la magnitud de
dicha tarea hacía necesario recabar el asesoramiento de una autoridad
científica internacional en la materia.
A invitación de la mencionada Sociedad, concurrió a nuestro país
Ia Profesora Annette Laming-Emperaire, Directora de Estudios de la "Ecole
des Hautes Etudes en Sciences Sociales" y Directora de la "Unité des
Recherches Archélogiques Nc 5 pour I'Amérique du Sud", dependencia
esta última del Centro Nacional de Investigación Científica en el Museo
del Hombre de París.
La Profesora Laming-Enperaire ocupa, desde hace años, el rrt¿is alto
sitial en la investigación arqueológica de la América del Sur no Atrdina.
Sus numerosas obras, entre las que se cuenta su tesis sobre el Arte Ru-
pestre, sus trabajos en la Patagonia argentina y chilena y actualmente en
eI Brasil (Estado de Minas Gerais), donde se ha ubicado el sitio arqueo-
iógico más antiguo de América del Sur, demuestran los méritos y co-
nocimientos que han hecho de ella una personalidad cientÍfica reconocida
universalmente.
En nuestro paÍs, la mencionada profesora, entró en contacto directo
con diversos sitios arqueológicos en la zona de Salto y se entrevistó con
autoridades universitarias, técnicos y aficionados a la Arqueología, tanto
en Montevideo como en Salto.
La Sociedad Amigos de la Arqueologfa puso a disposición de esta
5a
70 n,EvrsrA DE LA socrpDAn "AxIIGos IIE r,A AReurro¡ ortl-\"

Comisión Nacional, eI informe de la Profesora tr)ntperaire, el 11 de agosto


de 1976.
Considerado en la mencionada sesión del pasado dia 24, del mismo
se infiere la necesidad de proceder al rescate de la zona a inundarse en
breve tiempo, para 1o cual deberán tomarse varias medidas con carácter
urgente, de lo que se da cuenta en el memorandum adjunto.
En eI anexo, se expone el detalle de las necesidades al respecto y una
estimación de costos, que podrán variar al sufrir los ajustes necesarios pa-
ra adecuarse aI transcurso del tlesarrollo de las obras. Nos perrnitimos
opinar que, en distintos items, las sumas consignadas podrán ser abatidas
sensiblemente o aún suprirnirse, en función de las coiaboraciones que se
obtengan de los Organismos públicos y privados.
Apro'r,echamos la oportunidad para saludar a Ud. con nuestra mayor
consideración:
Abelardo NI. García Viera
Presidente
Arturo Lezarna
Secretario

cottrsro-\ xAC{oNAr, D_Fl aRQI;rro ,OGIA


T,Itr]'lIORANDL-1\T

Sobre el rescate arqueológico en la, zona a inundarse bajo


las aguas del lago rle la represa de Salto Grande
I
Inforrne tle Ia Prof. Larnirlg-Emperaire
En Ia Introducción de1 inforl¡re producido por Ia Prof. Laming-Empe-
rairc, se señalan Ios contactos nlantenidos en nuesl-ro paÍs por Ia men-
cionada autoridad científica. De inrnediato, Ia misma pasa a resumir Ias
inr.estisiaciorrcs que. sobre l¿r ltehistoria, sc han ller¿¡dtl ¿r cabo cn cI
L'nrguay y en la región tle Salto, llegando a la siguiente conclusión:
"A pesar de estos loables esfuerzos para salvar eI patrimonio prehistó-
rico na.cional, es evidente que el Uruguay no cuenta todavÍa con inves-
tigaciones calificadas y rnetlios técnicos para realizar excavaciones de
envergadura".
Ref iriéndose específ icamente a las ri«¡rezas :irtlueolírgicas de la re-
giírn tlo S¿rlto, señala que los sondec¡s y erca',-aciones ei ecutadas hasta
la fecha, han mostrado "industtrias nru]'valiaclas y ricas, con cer¿imica,
piedra pulida, piedra ta]Iada, grabado sobre piedra, ocre rojo. . . Este
conjunto lítico justifica por sí solo un inrportante progralna de salr'ataie.
Estii completado por nu111€rosas piedras, profunclamente grabadas, con
Cibujos geornétricos de una gran variedad ¡, de una gran rnaestría téc-
nica. . . Las riquezas enumeradas no represent¿n rlás que un mínirno
nluestreo de las que contiene la zona a inundar, que cubre una suBerficie
de aproxirnadamente 8C.000 hectáreas. Lh plan de sah'ataje se impone."
M informe pasa, luego de esta conciusiiin, ¿ pi'oponer un pr'()grama
de sah-ataje, describiendo sus distintas fases, a desarrollarse desde el
presente año de 19?6 hasta 1979, inclusivc.I'rocede luego a analizar los
¡nctlios neccsarios, concluyendo que "el coniunto de este progl'ama no
podrá ser realizado más que si, a Ia acción de las autoridades uruguayas,
se agrega una ayuda internacional y en particular 1a de la UNESCO".
.{CTUACIONES DE LA SOCIEDAD EN SAI,TO GRANDE 71

II
Programa cle salvataje adoptado
Considerado el informe que antecede como un valioso aporte, la Co-
:'.:sión Nacional de Arqueología adoptó el siguiente programa mfnimc
,:: salvata je arqueológico:
1 Establecimiento de un Mapa Arqueológico y Geomorfológico
-
¡:e la zona a inundar,
2 Ubicación estratigráfica y cronológica de las culturas prehis-
tó¡icas -de la región.
3 Estudio de estas culturas desde el punto de vista de su modo
de lida- y de su inserción en el medio contemporáneo, de su equipamiento
iécnico, de sus creaciones artlsticas.
4 Eventualmente estudio de los tipos humanos correspondientes.
El- punto 1 corresponde a prospecciones y sondeos; eI punto 2 a ex-
cavaciones; los Buntos 3 y 4 a trabajos de laboratorio.
Además del salvataje propiamente dicho, el conjunto de las ope-
¡aciones deberá desembocar en:
a) La publicación de los resultados;
b) El archivo y Ia conservación de los documentos ¡, de las co-
1 ecciones ;

c) La formación o el perfeccionanliento de jóvenes investigadores


r-lruguayos.
Nos permitimos hacer presente que el correcto desarrollo de un
plograma de esta complejidad, hace necesario, a juicio de la Comisión,
que se designe previamente un ]liiector General Técnico del misrno.
Amputar este programa en cualquiel'a de los aspectos expuestos.
significarÍa reducir el salvataje a un rnero programa c1e excar-aciones.

III
]Iedios uecesarios
Para realizar este programa, se necesitan medios de importancia,
los que podrán provenir, algunos del extranjero y otros, deberán ser
de incumbencia de las autoridades uruguayas.
En lÍneas generales, se establecen Ios siguientes factores:
a) Personal (traslados y remuneraciones).
b) Estadía (alojamiento y alimentación).
c) Transporte.
d) Material.
e) Varios.
f ) Archivo.
C) Publicaciones.
En el Anexo Ns 1, se enumeran concretamente los medios con los
que deberá concurrir el Uruguay en la tarea de salvataje.
El traslado y las remuneraciones de los especialistas extranjeros
que intervengan en la tarea, se obtendrán como colaboración, sea del
Gobierno francés u otros y de la UNESCO, lo que ya se encuentra pro-
metido, Por esta razón, et el Anexo no se enumeran éstos.
72 n,EvrsrA DE LA socrEDAD ,,Atrrcos DE r,A An,eunor-ocrA'

IV
lltdidas a adoptarse

En virtud de los antecedentes expuestos, la Comisión Nacional de


Arqueologfa solicita del Ministerio de Educación y Cultura que, con la
mayor urgencia posible, en razón de lo perentorio de los plazos, quiera
tener a bien adoptar las siguientes medidas:
1a) Dada la magnitud e importancia de los trabajos a efectuar, su-
gerimos la necesidad de adoptar Resolución a fin de que se proceda al
rescate arqueológico de la zona de los Departamentos de Salto y Artigag
de los bienes prehistóricos existentes, que quedará inundada bajo las
aguas del lago de Ia Represa del Salto Grande, de acuerdo al programa
elaborado por la Comisión Nacional de Arqueologla, que hemos expuesto.
2Q) Cursar a la UNESCO, la solicitud oficial de apoyo y colabora-
ción técniea y material para salvaguardar la parte de patrimonio nacio-
nal, en peligro de desaparición por la causal mencionada.
3e) Ratificar las gestiones efectuadas ante el Sr. Philippe Guille-
main, de la Comisión de Investigaciones Arqueológicas en el Extranjero
del Ministerio de Relaciones Exteriores de X'rancia, por el Secretario de
esta Comisión Nacional de Arqueologfa Dr. Arturo Í*zama, en procura
de obtener la colaboración técnica de este pals y en particular, la de
los especialistas del Centro Nacional de la Investigación Cientffica, en
el marco del Tratado de Colaboración Científica y Técnica suscrito entre
Francia y Uruguay. Y solicitar oficialmente dicha colaboración.
4a) Designar un Director Getreral Técnico del Programa de Rescate
Arqueológico de Salto Grande. Sugerimos para el mismo, a la Prof.
Annette Laming-Emperaire.
5e) Autorizar a dicho Director. General Técnico a establecer, en
el marco de la colaboración que se obtenga de la UNESCO y ilel Go-
bierno francés, los contactos que aseguren la concurencla de los espe-
cialistas necesarios para la realización del Programa de Rescate.
Montevideo, 26 de agosto de 1976

Abelardo M. Garcia Viera


Presidente
Arturo l*zama
Secretario

CO}IISION NACIONAI, DE ARQTIEOI/OGIA


Anexo

PERSONAL (aporte uruguayo)


l{ómina Remuneracidn mensual

1S7A (setiembre a diciembre)


1 secretario 500
2 documentalistas 300
2 topógrafos - dibujantes 600
2 fotógrafos - cinefstas 400
6 asistentes 100
ACTT]ACTONI'S DE I,A SOCIEDAI] EN SAI,T() (;ItANi}E 73

.1 obreros 300
2 choferes .10 0
1 cocinera 200
2 limpiadoras - lavanderas 200
lltii (todo el año)
1 secreta rio 650
1 archivero 400
2 topógrafos - dibujantes 800
q
fotógrafos - cineístas 500
14 asistentes 130
8 obreros 400
2 choferes 500
, cocineras 250
q
limpiadoras - lavanderas 250
l ff 7ti (todo el año)
id. 1977 id.19?? x 1,3
(durante 6 nreses)
20 ayudantes 770
10 obreros 620
r !)?f) (todo el año)
1 secretario 1.000
1 archivero 600
1 traductor 600
2 dactilógrafos 500
2 asiste[tes 200

I'EItSONAL ( aporte internacional )

x97B
1 geomorf ólogo
3 arqueó1ogos
1l)77
1 geomorfólogo
I arqueólogos
1 tipólogo
1 programador
1!t7A
8 arqueólogos
1 tipólogo
1 programador
l 97n
2 tipólogos

CO},IIDA
7g7fi (N$ 5/dÍalpersona)
20 personas x 60 dlas
1,fJ77 (N$ 6,5/dlalpersona)
37 personas x 180 dfas
xg78 (N$ 8/dÍa/persona)
62 personas x 180 días
1971) (N$ 50/díalpersona)
2 personas x 180 dlas
74 REvrsrA DE r,A socrEDAD "AMrcos DE r,a ARQUEoLocrA"

ALOJAMIENTO

1976 ( Salto )
l0personasx2meses
tgz'1 ( Salto )
24 personas x 6 meses
1978 ( Salto )
4Spersonasx6meses
tsTg ( Montevideo)
2personasx6meses
Nota: Contándose con el Parador Municipal "Horacio Quiroga" que pue-
de albergar 12 personas, habrá de construirse, en 1976, para el
año 19?7, dormitorios y baños para unas 15 personas y, en 1977
para 1978 otro tanto.
Otra: Deberá electrificarse, a l)artir de la usina de la CTM, Ia base de
operaciones ubicada en el Parador Quiroga.
Otra: Se estima en N$ 60.000 eI rubro de amoblamiento y ropa de cama.
D]T]SPI"AZAMIENTOS

l[ontevideo - Salto
Se estima que Ia colaboración clue puedan brindar las empresas
oficiales y privadas de transporte terrestre y aéreo, será suficiente Bara
asegurar estos traslados.
Operaciones terrestres
Son necesarios 2 ieeps y utra camioneta, todos con motor Diesel,
carrocería metálica. tracción en las 4 ruedas y guinche delantero. 2 de
estos vehículos son necesarios desde 1976, el tercero desde 1977.
Operaciones aéreas
Es necesario disponer de un helicóptero durante 10 días a partir
tlet 15 o 20 de octubre próximo para realizar vuelos de aproximadamente
100 Km. diarios.
Combustible
Se estima en 2 0.0 0 0 litros de gasoil.
Ilepuestos
Se estima una partida de N$ 1.000 en 19?6 v de N$ 2.000 anuales
a partir de 1977.
Accesos
Una calzada sobre eI arroyo Gallero.
¡IATER,IAI,ES
trquipo fotográfico N$ 12.000 ( en 1976)
Equipo cinematográfico y documental " 80.00 0( tle 1976 a 1979)
Equipo de topografÍa " 20.00 0( en 1976)
Equipo de sondeos " 2.00 ñ( en 1976)
Equipo de excavaciones ",, 2.00 0( en 1976)
4.00 0( en 1977)
" 4.00 0( en 1978)
ACTUACIONES DI) I,A SOCIEDAD EN SALTO GIi,ANtrI' 7i
Erluipo de rescate rápido 10 .0 00 (en 1978)
Embalaje 2.0 00 (en 1976)
3.0 00 (en 1977)
5.0 00 (en 1978)
\-.1.RIOS

Papelería N$ 2.000 (en 1976)


2.000 (en 1977)
1.000 (en 1978)
Reproducción de documentos 1.000 (en 1976)
1.000 (en 1977)
1.000 (en 1978)
Itopa de trabaio 2.000 (en 1976)
3.000 (en 1977)
3.000 (en 19?8)
Artículos sanitarios 500 (en 1976)
1.000 (en 1977)
1.000 (en 1978)
III1pre vistos 1.000 (en 1976)
2.000 (en 1977)
2.000 (en 1978)
1.000 (en 1979)
Correo 1.000 (de 1976 a 1979)
Seguros personal extranjero a determinar
,lltCHIYO1S

Se instaiarán en Montevideo y complementariamente en Salto y


Artigas.
IrIo se prevén adquisiciones Ce edificios, pero sí de mobiliario.
PI-BLIC,{CfONES
Se estiman en 1.000 pálginas las necesidades de publicación de los do-
cumentos científicos del rescate.
ANEXO XVI

c. N- R. g. MUSEE DE L'HOMME
CENTRE DE RECHERCHES ARCHEOLOGIQUES PALAIS DE CHA¡LLOT.7'I16 PARIS
lÉL. I a2a.aa.16
U.R.A. N" 5 AMERIQUE DU SUD

PARIST 16 ? septeobrB 19?6

Dr. Arturo LEZAIYIA


Calle Josá L. Terra 3427
TONTIVIDTO
UruguaY

Cher Monsleurt

Je vous remercie des documsnts que vous mravaz envcyés (ar'rassest


coupurÉs rJe journau:<) 6t des J¿ux lettres de la Comision Naciotlal de
Arqueologla. Je viÉn§ de recovoir á lrinstant Ia slcnndB qul: jrattendais
avsc imfjatieñce.
Le Conqrbs des Américarti¡t.es est presquú fini, mais il mo reste 2 Jours
pour prencrÁ quelq:es contacts. lI me faudrsit d6§ lnCications orácises
sur ca que le gouvernemont u:uguayen Preild en ühg'qe et sur la faEon dÓnt
vous comptez orqaniser les opérations.
FéIlcitations aux noureaux mariés e! me: eoi:iales ámitlás.

t>

I
r ((

A. IfTPt RA I RE

P j-.1 luil+nl
ACTTIACIONES DE LA SOCIEDAD EN SALTO GRANDE 77

ANEXO XVII

c, N. R. S. MUSÉE OE L'HOMME
CENÍRE DE RECHERCHES ARCHEOLOGIQUES PALAIS OE CHAILLOf. T5II6 PARIS
,ÉL.:721.aÁ.4.
U.R.A. N" 5 AMERIQUE DU SUD

PARIS,le 28 septecbre 19?6

Ilonsieur A. LEZAñn
JosB L. ferra 342?
fllontBVldBo
uDuguay

Cher Monsleur¡

Je suis arrivée hlar i paris et al pris"connaj,ssance d€s diverses


notss Bt lettres qui m'attendalant concepnant Le projet Salto Grande;
Je vous prle d'abord dtexcusa¡ l'erreur matériElla qui vous a fait
pecBvoir un rapport non slgná. J'espbre que ceLa n'a pás trop entravé vos
dáma¡ches.

Jrai pris de nonbreux contacts aux congrés de Paris et de Nice et


Je suis dégornats en meaura de vous assurer:
1) - pour les travaux de prospaction en l9?É¡ 3 soácialistes frangais
(gámorphologier prospection archéoloqiqua, techniques _oéoohysiques de eros-
pEctlon ) i
2) - pour les travaux de fouilles Bn l9?? el L9?1 la colla:oration oe
trois équlpes (frangalse¡ canadisnne, brásilienne).
Les Affaires Etranqbres et IrUNESCC sont inléressées oar le orojet
Bt ont pronis un apouir modeste, rai^rée1.
Je ptápare actuellemant dturoence qn rapport pour Ies Affaires
Eürangiras que JB dois envoyer aeant 48 heures. Aussit6t ce rapport tErniné
Je voua anverrai des informations plus dátailláEs sur lss dánarches pour-
suivias et Ies résultats obtsnus.
Croyez bien á mon meilleur souveñir.

'f
r" \-l
I
,,t
. LAT] I NG-EMPE RA I RE
ANEXO XVIII

C. N. R. S. MU5ÉE DE L'HOMME
CENTRE OE RECHERCHEs ARCHEOLOGIQUES PÁLAIS OE CHAILLOT
rEL..22a.74.46
U,R.A. N" 5 AMERIQUE DU SUD

PARIST I.6 octobre 19?6

Docteur Arturo LEZAIIü


Calle José L. Tarra 342?
filon ts vide o
Uruguáy

Ches Docteur Lezam6,

hous antrons danr la phaee des rácligations. J!aj. obtenu ds


ITUNEsCO et des Affaires ftrangEres Ia possibilitá flnanciErs de vous sn-
voyer 3 spácialistes de la prospectlon (un géonorpho).ogue probablcnent
JoEl peLerin, deux archáologues, Nibde Guidon et probibleúent Reninel).
Les 3 sent d€6 chBrcheurs confirmés en archéologle et en qéomorpholoqie et
Jlai Ia plus totalo conflance dans la fagon dont tls mbne¡ont leg t¡avaux.
Leurs ñissioñs gont próvues pour novgmbre et décembre. lls artivgront donc
fin octobre.

11 est bien en!endu eue no!s ass!¡oos voyages et traitements mals que 1'Uru-
guay 3ourvolt á leurs f¡ais oe sé¡our, aur trañsgorts intérieurs et á leur
assistance technraue (toooqraohie, ohotoqraphie).
Ja vous téléqraphistai les Jours drarrivée¡ mais sans dout€ avant
cette data aurons-nous á échanqer de lc cortaspoñdance.
Jtai d'autre part écrit ir Austral €t frddei. Jíeepbrc qu'i1s
accepteront une form€ quelconque de collaboration.
Je suls en co¡respondanc€ av6c une équlpe canadieñne et un6
áquipe brásilienne qul ont donná leur accord de principe pour les foilles
197?. Je vous tiendrai au courant.
Je vous adress€ le double de ma co¡respondanca avac T?dei et'
Austral" alnsi qus copte de scháma envoyá á chaque áqulpe et du rapport adressá
aux Affaires ftranqEres (raoport n'2)
Croyez á ilon bieñ amical souveni¡.

.
It ''
lr(
*r'r -9-
.,

I. EMPERAiRE

P.J., Lett¡e ¡ faddsi


Lettre á Austral
Rapports n'2 Bt no4

t ' '*i{
- -.11.J4 "-¿L*-'.* rq *\ .* yL-(-L-k -
\, Jft t^" 1. q- r
etq ¿ ¿*-r'J'
tt -q\*J (L 1! 14{!' 'Ir- **a
¿b ";J.
ANEXO XIX

c_ N, R, S. uusÉe óe L gouve
CENTRE OE RECHERCHES ARCHEOLQGIQUES
U.R.A. N" 5 AMERIQUE DU SUD

P^RI5,16 13 octobr€ 19?6

ooctsur Artu.o LEZAmA


CalIe José L. TErr. 342?
llloñt.video
LJru qúa y

Cher lllonsieur,

lout va blen. 3 cherchBurs partlroñt dé párls ü Ia fln du nois et


arriveront i montevldeo le ler novembre par le vo1 Air Frlnce 09.1. L6ur
¡rriváe ser¡ conflrnée téláqraphj.quement.
Ce sont r
- NiEde cuidon, de l.Untté d€ R€cherches ArchéoJ.ogiquas n.5, du Centle
dB Racherches Archáologiques du CNRS;
- Serge Renioel, du Cént.e de Céophysique d6 G6rchy, CNRS¡
',: t ¿,Jt\¡a,.^ X
- , du Céñt!6 de Céomorphologls de Casn, CNRS.
Je psns6 qurils feront d6 l.excellent travall.La séJour právu est de
2 nois.
Js voúdrair qu6 vous me conflrmiez
!) - qurils seront efféctiveoent pris €n cha¡qé pát lrurugusy á pcrtir de
l.arrivée i ilontevideo. I1s n€ disoosent dráucun frrL;6
I rUruguay¡ "á.ior" oou"
b) - qutils disposeront á leur arrivée d6 topooraohes de ltcr¡ée dj.s¡osés
i les aider d.ns 1.établieseñent de Ie carte céoaorohologioue e! s!-
chéoloaique de l¡ ¡éo¡on. Aucu" nstérie1 ce !ocotrsonre.E seiá ¿o-
oortá dF Fr6^c6¡
c) - qu'ils disposeront de DhotoqráDhés de I.arnée. oouvez-vous ñous di!e
de qusIs apparei)s dlsooseront c6s Ohotográohes. tros sOéci61¡stes se-
.. ront équipés de leurs appareils oeaEonneis et drun polarolo couleur¡
d) - qu.iIs seront €ssistás de 3 átudiants (1 9ar soéciali.ste) et éventuáI-
lenBnt de vot¡e documentaliste (Lu1sa Cutlerr€z)l
e) - qurlls disposéront de quelques heurss d€ vol d¡hélicoptÉle 6t d€s
véhj.cules pour parcourir la zone á étudier;
f) - qurile dispossront d€s cartés, photos et docuilents qui poulfllént l€ur
átre nécessaires (je leur ai reois lss docuñgnts que vous rrave¿
envoyés).
. J€ pense qw c.agt 16 d6rni;re lettre que je vous envoie avrnt l.6rri_
vée de notre qroup.. Aprbs ñous correspondaonl;ar teLex oar Lriñteroédiaj.re
ds ItUne9co.
Jrenvie un peu ces 3 ch6ach6urs de se rétaouver sj prochliñ6rsAt sur le
te¡rain - mlls Jé coñpte blon ory rendre moi-ñ6ñe vers D.rs_avlil prochaln.
lt]es aúitiés á tous nos compLices da¡ra la réalisation d€ ce projet.

ti ,,.. t'*

A. LAMlNC-EMPTRAIRt
80 Ruvrsra DE rrA socrEDAD ,,AMrcos DE LA AReUE¡oLocrA,'

ANEXO XX

Moatevideo, 10 de noyiembre de 19?6


Sr. Mitristro de Educación y Cultura
Dr. Daniel DARRACQ.
Sr. Ministro:
Los firmantes, miembros de la Comisión Nacional de Arqueologia,
creada por decreto del Poder Ejecutivo 386/976, e instalada en fun-
ciones eI 24 de agosto próximo pasado por el Sr. Ministro, informan:
1 El decreto aludido establece claramente las competencias de
-
la Comisión Nacional de Arqueologfa, que comprenden, no solamente el
mero asesoramiento, sino también la organización de los trabajos de
y preservación de los bienes arqueológicos del terri-
prospección, estudio
torio nacional.
2 El artlculo tercero de dicho decreto dispone que, "una vez
-
integrada, la Comisión procederá a establecer el orden y las prioridades
en que se desarrollarán las actividades mencionadas" anteriormente.
En cumplimiento de esta disposición, la Comisión Nacional de Ar-
queologfa resolvió eI mismo dfa de su instalación que el rescate del pa-
trimonio arqueológico prehistórico de la zona del pals que habrá de
quedar cubierto por las aguas de la represa de Salto Grande, debe cons-
tituir el primer objetivo de sus actividades.
3 La Comisión Nacional de Arqueologia inició de inmediato la
-
planificación de este rescate, adoptando las disposiciones conducentes a
obtener los medios politicos, técnicos y económicos necesarios.
Basó su tarea en los antecedentes que aportara a su seno la Sociedad
Amigos de la Arqueologla que, autorizada por la Comlsión del Patri-
monio, encarara desde hace más de un año el estudio de este salvataje
arqueológico y que comprenden tres informes presentados a esta última y
el producido por la Prof. Annette LAMING-EMPERAIRE luego de su
misión de estudios en el pals, en julio de este año.
En lo polltico las previsiones comprendieron:
[ssl¿¡¿sión de interés nacional del rescate de Salto Grande por
-
el Poder Ejecutivo.
Solicitud oficial de apoyo y colaboración a la UNESCO.
- Ratificación oficial de las gestiones efectuadas ante el Ministe-
- Relaciones Exteriores francés con anterioridad. por miembros de
rio de
esta Comisión en procura de obtener la colaboración de ese pals.
En lo técuico:
Se estructuró un programa de salvataje avalado por el informe
de Ia- Profesora EMPERAIRE que comprende:
a) Establecimiento de un mapa arqueológico y geomorfológico.
b) Ubicación estratigráfica y cronológica de las culturas prehistóricas.
c) Estudio de estas culturas.
d) Estudio de tipos humanos.
Se previó la creación de un museo para la conservación de do-
-
cumentos y colecciones.
Se planificó el aprovechamiento de las tareas de rescate en la
-
formación y el perfeccionamiento de jóvenes investigadores uruguayos.
ACTUAC]IONES DE I,A SOCIEDAD EN SALTO GRA}iDE 81

Se planteó la atribución de las funciones de coordinación técnica


a la -Profesora EMPERAIRE.
Se solicitó la contratación de personal de secretaría.
- Se solicitó la contratación de dos documentalistas.
- §s s6tisitó la colaboración del Departamento de Antropoiogía de
-
la Facultad de Humanidades y Ciencias, del Centro de Estudios Arqueo-
1ógicos, dei Centro de Estudios de Ciencias Naturales, de la Sociedad
Amigos de la Artlueología y de todas las intendencias municipales del
país.
§s s6lisltó eI pase en comisión de servicio de dos funcionarios
para -realizar tareas de asistentes.
Se solicitó un helicóptero a la Fuerza Aérea,
- Se solicitó la protección policial de la zona del rescate.
§s s6lisltó la conservación de la flora en las islas de Salto
-
Crande.
§s s6lisitaron informes geológicos a la Comisión Técnica Mixta
-
de Salto Grande.
Se solicitaron análisis de materiales a la X'acultad de Química.
-En el plano económico:
Con fecha 26 de agosto, dos dÍas después de instalada la Comi-
sión.- se eleva al X{inisterio de Educación y Cultura l1n presupuesto que
cubre la realización de todo el programa.
De inmediato se planifica Ia obtención de recursos que permitan
- eI aporte del crario nacional, por medio de colaboraciones ex-
leducir
tranj eras.
Con fecha 6 de octubre se elevó un presupuesto para la prirnera
€tapa- de los trabajos a efectuarse en los meses de noviembre y diciembre
de 1976.
A solicitud de ese }linistefio se complementó este itltimo presu-
- con un sinnirmero de pedidos separados de elementos huuranos !
puesto
materiales necesarios,
{ Q6¡¡6 consecuencia de las gestiones mencionadas, el Poder Eje-
cutivo, -por decreto de 14 de setiembre, declara de interés nacional -v de
urgente realización el rescate arqueolóSico de Salto Glande, aprueba eI
programa de trabaio elaborado por la Comisión y comete a la misma su
realización. Por su parte el Ministerio de Educación y Cultura llevó a
cabo las gestiones ante UNESCO y el Gobierno francés propiciadas por
la Comisión.
'También comunicó este Ministerio a nuestra representación ante
UNESCO, la designación de la Profesora EMPERAIRE para ejercer las
funciones de coordinadora técnica del rescate. Finalmente, en los últimos
días del corriente mes, el Dr. MALEK, Director de ta Oficina Regional
de Ciencia y Tecnología de la UNESCO, con asiento en nuestro país, fue
informado en ese Ministerio de que todos los elementos necesarios para
el cumplimiento de ia primera etapa del progralna t1e salvataje estaban
disponibles.
5 Las disposiciones tomadas por la CNA y las ratificaciones men-
- determinan que:
cionadas
§s olfs¡ga el concurso técnico y financiero de la UNESCO que
- el envío de dos especialistas que llegan al país eI primero del
decide
corriente.
Se concrete la colaboración del gobierno francés que decide el
envío- inmediato de un especialista que debió ltegar el pasado día siete.
-_ Se organice en tr'rancia una misión arqueológica de aproxima-
damente ocho especialistas, que se trasladaria al Uruguay en febrero
de 1977.
6
.{C]TUACIONES DD LA SOCIEDAD EN SALTO GltA¡\ID]' 83

Por una parte, el Sr. Xlinistro manifiesta su propósito de ampliar


--, Conrisión con representantes de otras instituciones.
Por otra, se consideran Ias posibilidades de obtener, rápidamente,
r'1o menos una parte del dinero necesario para la financiación de los
- s plimeros meses de tarea.
tr1I día 4, a pedido del Sr. Ministro, se reconsideran con los téc-
: r rr¡s- cle UNESCO las previsiones de Ia Comisión, eliminándose los dos
-.:,g:'afos (por serlo ellos mismos) y 1a suna asignada a la realización
:= i:l plimera parte de una película documental del rescate (por decisión
:-l Sr. llinistro) e incorporándose los detalles establecidos en la reunión
::ifnica del día 2, estableciéndose una lista definitiva que es elevada al
!. lIilliStro.
--r[ás tarde. los técnicos extranjeros concurren ai despacho del Sr.
le(.'"or General de ese Ministerio donde se les hace saber que sóIo
i
....ben entenderse con el Sr. GARCIA VIERA.
-- El dÍa 5 a las 7 horas, el Sr. GAIaCIA VIERA solicita telefónica-
:'r¿nte a los técnicos extl'anjeros le informen sobre 1os tÍtulos que los
:, -reditan para llevar a cabo esta misión.
Tan holas de Ia tarde, los firmantes se enteran de clue la partida
i,:1o¡ especialistas hacia Salto está prevista para e1 día siguiente a las
.::i t; lli) horas y rranifiestan al l'residente de la Comisión su intención
re :rconpañar 1es corno es su deber.
-\ lasr 18 y 55 se informa a los suscritos que tendrá lugar a las 19
.ir)r:.s una reunión de ia CNA, solicitada por los miembros del llamado
r :lirro de llstudios Arqueolírgicos, a efectos de conversar con los técnicos
,le IINtrSCO. Se hacen presentes t¿rnrl¡ién represcntantes del C. de E. de
( ienci¿rs Naturales. Al térmÍno de la rnisrna ¡r retirados los Sres. GUIDON
r RtrNIlItrL se expresa por 1os firrrantes ¿r toCos los presentes. el temor
.1e ilue cl rescate planeado to pueda culininar. Se seiiala que se ha so-
::lr.tido a las autoridades tle1 -\{inisterio a una l1uvla de informacione:¡
orltraalictorias tal, que ha deternlinado que no se tornaran en tiempo
.:rs Iredidas necesarias a1 buen desarrollo del rescate- Se hace un lla-
':rricl,o a la colcordia -v a Ia acción couirn, que es atendido, pero que
,i, berli ser analizado por ias respectir.as directivas.
El sábado 6 a las 11 y 30 e1 Sr. GARCIA VIERA, ante la firme
-
erigencia de dos de los finnantes, confirma Ia partida a Salto a las
l:l y 30 y entrega los pasajes correspondientes.
EI 7 de noviembre en la ciudad de Salto, Ios miembros de Ia
-
lourisión, CneI. IIATEOS y Dr. LEZAITIA colaboran en solucionar el pro-
bierna del alojamiento de los técnicos y su desplazamiento. Se entrevis-
t¿rn al ef ecto con el Sr. Gregorio LAI'OURCADE, representante de Ia
lntendencia de Salto en 1a CNA, con el Jefe de la Brigada, con eI Jefe
c1e Policía y con el Prefecto.
-- trl día 8 ile nor.iembre a las 11 horas debía tener lugar, en ei
IiIEC !' con conocinriento del mismo, un acto informativo sobre el rescate
de Salto Grande ai cual habían sido inr.itados doce representaciones di-
lr1onr:rticas y otras tantas instituciones nacionales.
En ese acto, con eI apoyo de diapositivas y Ia exhibición de rnaterial
r.r'11ueo1ógico, se iniciarízrn los contactos para lograr las colaboraciones ya
Irencionadas en este inforrr;e. El acto no tuvo lugar por cuanto una fun-
fioDaria dei Taller de Restauración dirigido por eI Sr. GARCIA VIERA
(oilunicaba a los invitados, a rnedida que llegaban, la suspensión de1
lisnro. El miembro de la CNA que se hallaba presente para efectua,:
lrr proyección y presentar eI material, fue informado de la suspensión
a 1as 10 y 55.
I

84 REvrsrA DE LA s()crnDAt) ..,\lfr.;os Dn r,A Art(¡uEor,octA'.

7 En resumen, Sr. Ministro


-
LA DECLARACION DE INTERES NACIONAL DEL RESCATE
-
ARQUEOLOGICO DE SALTO GRANDE Y SU URGENTE REALIZACION
HAN RESULTADO RETORICAS.
NO SE HA ADOPTADO EN TIEMPO NINGUNA MEDIDA CON-
-
DUCENTE A LA REALIZACION DE ESTA OBRA.
SE HA COMPROMETIDO EN GRADO CASI IRREVERSIBLE
-
LA REALIZACION DEL RESCATE ARQUEOLOGICO DE. UNA PART}'
IMPORTANTISIMA DEL PATRIMONIO NACIONAL CON EL RESPALDO
DE LA MAS AVANZADA TECNOLOGIA CIENTIFICA, ALENTANDOSE
LA ACCION DE MEROS A¡''ICIONADOS, INCONSCIENTES DE SUS LI-
MITACIONES.
SE HA SUBROGADO A LA CNA POR UNO DE SUS MIEMBROS
-
HACIENDO IMPOSIBLE EL CUT{PLIMIENTO DE SUS DEBERES.
SE HA EMPAÑADO EL PRESTIGIO NACIONAL ANTE UNESCO
-
Y EL GOBIERNO FRANCES.
SE HA TRATADO INCONSIDERADA\,IENTE A TECNICOS Y
-
REPRESENTANTES EXTRANJEROS.
8 Los firmantes consideran que deben inforruar de lo que an-
tecede -a las instituciones que representan.
Saludan muy atetrtamente al Sr. Ministro,

Prof. Luis BAUSERO


Cnel. Guillermo I\f ATEOS
Dr. -{rturo LEZAMA
ACTUACIONES DE LA SOCIEDAD EN SALTO GR.q.\DE 85

ANEXO XXI

Sr. llinistro de Educación y Cultura,


Presidente de Ia Comisión del Patrimonio
Histórico, Artístico y Cultural de la Nación
!r. Daniel DARRACQ.
De nuestra mayor consideración
Como es de conocimiento del Sr. Ministro la Sociedad Amigos de la
Arqueología ha desarollado una intensa actividad en procura de salva-
guardar el sector de Patrimonio arqueológico nacional afectado por la
creación de la represa binacional de Salto Grande.
La Comisión del Patrimonio Histórico, Artfstico y Cultural cle la Na,-
ción, por resolución del 6 de octubre de 1975 cuya copia se adjurta,
autorizó a esta Sociedad a realizar los primeros trabajos cle inr.estigación
irrlueolúgica en esos parajes.
Tres informes remitió nuestra Sociedad a la Comisión del Patrimonio
dando cuenta de los resultados obtenidos, que demostraban, palmariamente,
la necesidad de proceder a un rescate de gran envergadura y la de ob-
¡ener - a esc efecto- ayuda técnica del exterior.
Nuestra Institución contará para siempre colno uno de sus nás prc-
ciaclos galardones con haber propiciado plimero 1. logrado clespués la
imprescindible intervención de ias más altas autoridades científicas en el
rescate arqueológico a que diera lugar Ia construcción vr mencionada.
Pudo nuestro país, gracias a nuestro esfuerzo, contar con 1a cotabo-
lacion de sabios de ia taila de Annette Larning-EIIPERAIRtr, a quien
€se 1[inisterio confiara 1a Dirección de 1a dificil tarea de salvaguarda.
La Profesora EMPERAIRE elaboró un plan de rescate
oficialmente- de acuerdo ai cual a las operaciones efectuadas -adoptado
por los
especialistas en el correr de los años 1976,1977 y 1978, debía suceder,
en este Írltimo, una etapa de salvataje rápido ante Ia inminencia de la
creaci(rn del Iago artificial.
Nuestra Sociedad, consecuente con la actitud que en beneficio de
Ia conseryación de nuestra riqueza arqueológica, mantiene inalterada des-
de hace ya reás de medio sig1o, considera, Sr. Ministro, que en esta
instancia decisiva deberá ser aprovechada sin retaceos toda Ia energía
que sus miembros están dispuestos a volcar con la finalidad de enriquecet
nuestlo lratrimonio.
Se limitará de ese modo eI perjuicio irreparable que determinarÍa
la casi total desaparición del magnífico tesoro arqueológico de Salto Grande.
En grave responsabilidad se incurrirla si estos bienes legados por
el pasado, en el mayor número posible, no pasaran a completar las co-
lecciones de nuestros museos nacionales y departamentales, quedando se-
pultados y perdidos para siempre en el fondo del lago artificial.
Por lo expuesto, solicitamos del Señor Ministro, en su doble condición
de Secretario de Estado y de Presidente de la Comisión del Patrimonio
6a
86 n,Evrsra DE r,A socrEDAD "Alrrcos DE rJA ARQUEoLoGTA"

Histórico, Artístico y cultural de la Nación, la ratificación de la reso-


lución de esta última, ya citada, a efectos de poder complementar, en
la medida que el tiempo lo permita, los trabajos de recolección iniciados-
Saludamos al Señor Ministro con nuestra mayor consideración.
Fernando ASSUNQAO Luis BAUSERO
vice-Presidente Presidente
Eduardo ACOSTA Y LARA
Secretario

Montevideo,26 de setiembre de 1978


LOS GUARANIES EN EL AI{TIGUO TERRITORIO
DE LA
REPUBLICA ORIEI\T'TAL DEL URUGUAY

EDUARJIO I'. AC,OSTA Y IrABA

Alguien ha hablado del panorama desalentador que ofrecie-


ron nuestras costas y en general las del Río de la Plat¿ a la vista
de los descubridores. Vivo eI recuerdo de las acogedoras islas y
ensenadas del litoral atlántico neotropical brasileño, Paranaguá,
Babitonga, Imbituba y otras, primero había sido la monotonía
desesperante de las costas bajas de Río Grande, luego el impacto
de la tremenda resaca, las corrientes encontradas, las turbonadas
a lo largo de la Coronilla, Castillos y Cabo Polonio. De día la vi-
sión de los médanos desolados que se extendían hasta la línea
del horizonte, de noche el fragor de las rompientes, unido al so-
brecogedor aullido de las lobadas de las islas. Perpetua vigilia
sobre el rizo,la escota y el escandallo, recién en la bahía de Mal-
donado, al amparo de Gorriti, podía pensarse en anclaje, desem-
barco y aguada. Allí había charrúas. Lo dicen Diego Garcia,
[1 fol. 3r y pg. 206], Rui Diaz, l2 pC. 6l y lo confirma el pano-
rama arqueológico local. Puntas de flecha y dardo, rompecabezas,
boleadoras, morteros y alfarería doméstica funcional. Probable-
mente minuanes del valle del Aiguá, cazadores y colectores nó-
mades, que bajaban a la costa en épocas estivales. Más allá, siem-
pre hacia el oeste, la sierra de Animas, el arroyo Solís Grande,
la bahía de Montevideo y el río Santa Lucía, límite oriental, a
nuestro entender, de las incursiones de los pueblos canoeros del
Paraná y el Uruguay, (chaná-timbúes y guaraníes), en raz6n de
la potabilidad de las aguas. A partir de este lugar los grandes
médanos de aporte marítimo son reemplazados por las praderas,
los bosquecillos, se modifica la fauna, especialmente la ictiológica
y en fin, se hace evidente la huella de los mencionados pueblos
canoeros. Ahí están las llamadas cultura básica del litoral y de
88 n,EvrsrA DE LA socrEDAD .'Al{rcos DE LA AReuEoLocrA,,

los plásticos paranaenses, intercaladas con alguna muestra de


cerámica típica guaraní. Pero lo primero es lo más frecuente-
Sus portadores en lo que tiene que ver con nuestro medio, los
chaná-timbúes y los mbeguáes, serían los indígenas que encontró
el navegante portugués Pedro Lope de Souza en las inmediacio-
nes de la desembocadura de los arroyos San Gregorio, Pereira
y Pavón, (1531), [3 vol. I pgs. 279 y 30a].

Volviendo a los guaraníes, rama meridional de la Nación


Tupi-Guaraní ('), sus rastros se hacen más evidentes a medida
que nos acercamos al inmenso caudal de agua que significa la
confluencia del Paraná con el LIruguay. Pueblo de los bosques,
cazador, colector y agricultor aventajado, el Delta, por sus carac-
terísticas ambientales, por sus recursos económicos, debió con-
vertirse en el límite austral de sus emigraciones. Originarios de
regiones situadas al este del río Paraná, en el hoy estado brasi*
leño del mismo nombre y también en el de Santa Catalina, estos
indios, pertenecientes al grupo lingüístico abañeé, propio de los
guaraníes meridionales, emigraron al sur por dos vías fluviales
y una tei"restre, los ríos Paraná y Uruguay y la costa del Atlán-
tico. Los que 1o hicieron por el Paraná no pudieron avanzar más
allá de l¿ desembocadura del Paragua¡-, vista la oposición de los
timbúes, (mepenes ?) I' de los agaces, aguerridas tribus canoeras
que dominaban el área. El hecho cierto es que lograron estable-
cerse en la margen derecha del río Paraguay, frente a la desem-
bocadura del Pilcomayo. Son los carios de que nos habla Schmidel,
[11 pg. 69]. Los que bajaron por el flruguay lograron alcanzar
el Delta, cuya hegemonía, igual que la del Bajo Paraná, aún dispu-
taban a los querandíes y a los timbúes en la época que los espa-

(1) Metraux, (1928), divide a los tupÍ-guaranfes en cuatro gratr-


des áreas geográficas. Los de la costa del Brasil, tupinambá, potigoar,
caaeté, tamoyo, tupiniqufn y otros. Los de la Amazonia, guajajára, oma-
gua, kamayurá, mundurukú, tapirapé, aracajú, parintintín y otros. Los
"meridionales", guaranfes, (carijó, carios o chadules), cainguá, apapo-
eúva, oguaiva, cheirú, aré, guayakf y otros. Los de Bolivia Oriental y
Zona Andina, chiriguano, guarayú, pauserna, chané, tapieté y sirionó. Los
tres riltimos al igual que los guayakfes no eran precisamente guaranfes
sino guaranizados, producto de una aculturación cuyo mecanismo y al-
cance aún no han sido totalmente esclarecidos, [5 pgs.7 y 281]. Entre-
tanto, el buen conocimiento que se tiene de Ia cultura material de algu-
nos grupos tupf-guaraníes, primitivos y coltemporáneos, nos permite vis-
lumbrar, a falta de mejores referencias, las caracterfsticas de la parcialidad
que discurrfa err nuestro territorio cuando el Descubrimiento.
il

LAIT{INAS
Lámina I

lluerto de Juarr l)íaz tle Solís a tttanos tle los guaraníes (ló16)
Lámina publicada como .(grabado holandés del siglo XVI» en el Tesoro de
la Juventud, Editorial Jackson, Bueros Aires-Nueva York, capÍtulo titulado
Descubrimiento del Rfo de la Plata y sus afluentes, Yol. I, pg§. 267 'a 276.
Nuestros esfuerzos por obtener más referencias sobre esta lámina han re-
sultado infructuosos, al igual que los del Sr. Julián Cáceres Freyre, direc-
tor del Instituto Nacional de Antropología, Buenos Aires, Rep. Argentina,
quien ha tenido oportunidad de investigarla en distintos archivos icono-
gráficos europeos, (in scheda, Bs. As. 25 M978). El original reproducido
en el Tesoro de la Juventud probablemente pertetreció a la pinacoteca del
Dr. Estanislao S. Zeballos, director de la obra. Es de destacar que hasta
en sus detalles, la escena coincide con la versión del episodio dada por
el cronista Antotrio de Herrera en su Historia General de los hechos de los
Castellanos en ias Islas v Tierra firme del ]far Océano. Década II, Libro i,
pc.14. Madrid 1601.
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Lámina II
1

Urna de tipo corrugado, atribuible a los guaramíes. Por referencias do-


- Figueira, sabemos
cumentadas que nos ha proporcionado el Sr. José Joaquin
que esta urna, alto exponente de nuestra cerámica indígena fue encontrada
hace ya cerca de un siglo, en las islas Román, río Uruguay, frente a las
costas del Dpto. de Rfo Negro. Adquirida en un primer momento por eI
Sr. José H. X'igueira, figuró en la Exposición Histórico Americana de Ma-
drid, (1892), siendo transferida años después a la coleeción del Dr. Ale-
jandro Gallinal. En la actualidad se exhibe en una de las salas del Museo
Histórico Nacional. Las medidas, que por no haber tenido acceso a la pieza
no podemos ratificar, fueron tomadas por una funcionaria del propio Museo.
Altura 320 mm.; diámetro máximo 800 mm. Coloración: Interior, hasta el
cuello, rojo pálido uniforme; cara interior del cuello y totalidad de la
superficie exterior, amarillento oscuro, canela. FotografÍa cedida por el
Archivo de la Editorial "Nuestra Tierra',, Montevideo, Uruguay.

guuaní ¡rolicrornarla. - Pieza ol¡tenida en Ia isla de1 Vizc¿iÍrro.


Clerírnric¿r
deseurbocadura del río Negro, por el Sr. Hugo F.. Aguiar, en la década de
Ios años 20. En 1962 fue cedida al Sr. Santiago R. Acosta y Lara, quien la
donó aI Museo i-\acional de Historia Natural. Por su lorila y tamaño lo
lnismo lruede haber constituiclo una tapa de urna, (19, pl. VI, LB. 6/I.8.
144), r¡ue una vasija, (46, P]. III,7 y 8), quizris de las de uso ceremonial
a que hacemos referencia en el texto. Iledidas aproxinarlas: Altura 1gt)
tnm.; diámetro n1áximo 41ó rDm. Coloración: intcrior rojo páiirio uniforme;
exterior bianco grisáceo con tonaiidacles arnarillenta-§. Es evidente que la
acción de agentes atr¡osféricos. el roce manual, etc.. han ido alterando los
colores originales de la pieza. fund¿rmentalrDente el blanco. trI dibujo geo-
rnétrico, muy deteriorado, 1o forman, a) Bancla de Iíneas sinuosas, parale-
Ias entre sí, alternadamente rojas y negras. b) Randa de figuras al parecer
cuadrangulares o escaleriformes, en lÍneas negras, observándose un inter-
yalo libre, rnarcado por trazos rojos, verticales. Ambas bandas están sepa-
radas por una lÍnea roja, paralela al borde del recipiente. No se observa
decorado geométrico en el interior de la pieza. Fotografía del original to-
nada por el Sr. Luis R. Castiglioni. Los señaleros marcan los lugares en
que alir] se aprecian vestigios del decorado geométrico.

Urna de tipo üso, atribuible a, los guaraníes. A fines de trg?4 los Srs.
Gerardo Arrarte y Cándido Olivera anunciaron - al Museo Nacional de His-
toria Natural el hallazgo de un enterramiento indÍg'ena en campos de su
propiedad, ubicados en el paraje conocido por Isla Larga, E+ Sección Judi-
cial del Dpto. de Rocha. Una comisión de expertos designados por el Museo, T
los Srs. Ademar Bosch, Mabel M. de Bosch, Juan Campos y Jorge X,eme-
nías visitaron el lugar, exhumando la urna que publicamos, su tapa, (en
proceso de restauración), restos óseos y material asociado diverso, todo lo
que viene siendo estudiado en los laboratorios del Museo. Medidas apro-
ximadas: Altura 340 mm.; diámetro máximo 49b mm. Coloración: Inte_
rior y exterior rojo páIido uniforme. Etr el borde, cara externa, se observa
una franja blanca, continua, de 20 mm. de ancho. La pintura de la tapa
es enteramente similar a Ia de la urna. x'otografía del original tomada por
el Sr. Luis R. Castiglioni.
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LOS GUARANIES 89

iroles llegaron al Plata. Los del tercer grupo, que por oleadas
venían huyendo de las bandeiras paulistas, luego de ocupar el
área de Tramandaí, continuaron avanzando hacia el sur por la
"Angostura", hasta alcanzat nuestro territorio. (1)

II
La ilegada de los guaraníes al Plata se sitúa en época pró-
xima o inrnediata al Descubrirniento. Establecidos en el Delta
irrferior, al sur del Paraná-Guazú, de allí se trasladaban regular-
mente a nuestras costas, utilizando como escala intermedia la
isla Martín García. La afluencia de estos indígenas debió ser mr"iy
notoria en las franjas ribereñas de los departamentos de San
José, Colonia, Soriano y así ininterrumpidamente hasta el área
ile Salto Grande, incluido el litoral entrerriano. Debió sentirse,
¿isimismo, en los ríos y arroyos tributarios de ambas márgenes
clel Urugua), a considerable distancia de su desembocadura. I'{o
rbstante, ei hallazgo ocasional de cerámica guaraní e inclusive
chaná-timbfi en yacimientos de tierra adentro, atribttidos a otras
cr,ituras, no implica necesariamente una verdaclera penetraciótt
tei:ritorial sino que también puede relacionarse a trueqtte. pillaje

( 1) Resulta €vi(lente clue e1 Ba jo Paranh ¡' e1 pt'cpio Delta eran


"zcDa de litigio" a ia llegada de los espailoles. Tanto la distlibucion geo-
gráfica de las distintas parcialidades indígenas dada por los cronistas,
(orno los relevaDrientos arqueológicos rlel área, indican clue ios guatanie.;
iel prinier grupo quedaron bloqueados en el río Paraguay, nient]'as que
los tlel segundo, asentados en el l)elta, apenas si lograron extenderse algo
ruás al norte de la desembocadura del Car:carañá, [7 pgs. 96 y 97], i20l'
tt Dg.85l, [4]. En lo tocante al tercer grupo, confusa aún Ia realidad-
étnica y cultural de los arachanes, [2 pS. 5], [31 pS. 12),145 pg. 121],
t32 ps-. C.l , t33 pS. 2181, adherimos aI documentado planteo de Aníbal
Barrios Pintos en el sentitlo de que pudiera tratarse de carijós, indígenas
del litoral marítino de Santa Catalina, Paraná y RÍo Grande del Sur,
Iilasil, t301, t33 pg. 2171, [34 p. 21 a 41], L7 ps. 231, [36 VoI. I pg.
2(-,11, t3?1, i46 pc. 271l,llegados a Rues:ro pafs en tiempos históricos.
-sin duda éstos son los guaraníes que viaiaron a Buenos Aires en 1619,
r-1 psi. "1 :5 y 5?51, Ios que sitira en las costas de NIaldonado, Bachio de
}:'.ilicaya en 162ii, t35l y aquellos con los que fray tr'rancisco de Ribas
(lavilán fundó 1a reducción de San l{iguel del Río Negro en 1660-61,
t7 pg.243 y 5051. En cuanto tiene que ver con la cronología de la pe-
netración guaraní en RÍo Grande do Sul, Brasil, sugerimos la lectura de1
trabajo del Sr. José Proenza Brochado titulado "O GuaranÍ: O Conr¡uis-
tador r.encido". [38 pgs.71 a 81, mapas 1 y 2].
90 n,EvrsrA DE LA socrEDAD ,'aMrcos DE LA AReuEor,ocrA"

o a la presencia y labor de cautivas, que como es sabido, siempre


se manejaban conforme a las técnicas y modalidades de su na-
ción de origen.
Las crónicas del Descubrimiento por lo general, son muy
parcas en lo que tiene que ver con nuestros guaraníes, a los que
también se ]lama carios y chandrÍs. Apenas si tenemos que con-
formarnos con unas pocas líneas de Luis Ramirez, partícipe de
la expedición de Gaboto y que en carta a su padre, fechada en
San Salvador el 10 de julio de 1528 expresaba: "aqui. con. noso-
tros esta. otra jeneragion. que son. nros. amigos los quales. Se
llaman. guarenis y por otro nombre. chandris. estos andan della-
mados por esta tierra y por otras muchas. como cosarios, a
cabsa de. ser. enemigos de todas estotras nagiones y de otras
muchas. que adelante dire. son jente. muy traydora. todo lo que
azen. es con traycion". [6 pg. 400]. Diego García es más parco
aúrn, y en su "Diario", (1527), refiriéndose a los guaraníes de
"las islas", obviamente del Delta, dice: "Estos comen carne hu-
mana como arriba digo. Tienen y comen mucho pescado y maiz
que siempre recogen, como también calabazas". [1 fol. 4 v pg. 209].
Es muy de considerar, sin embargo, la relación que de estos in-
dios nos dejara otro compañero de Gaboto, el inglés Roger Bar-
low, quien comenta de ellos: "son gente muy despiadada y con-
tinuamente se hacen la guerra a través de sus fronteras y se
comen unos a otros". [7 pg. 96]. Abuncla en detalles sobre esce-
nas de canibalismo que probablemente presenció, epílogo quizás
de aquel choque armado ocurrido en el Paraná y en el que los
guaraníes, contando con el apoyo de los españoles habían ata-
cado a los timbúes, derrotándolos y haciendo buen acopio de pri-
sioneros, [6 pg.401]. Del sumario hecho en Sevilla al regreso
de Gaboto, (1530), surge a las claras cuál era el destino que
aguardaba a dichos prisioneros, [9 Vol. II pgs. 175 y 178]. Las
escenas narradas por Barlow no difieren en nada de ias que
prácticamente vivió Hans Staden entre los tupíes del área de
Río Janeiro y San Vicente. Su obra, publicada en 1557 bajo el
título "Verdadera historia y descripción de un país de salvajes
desnudos, feroces y caníbales situado en el Nuevo I\fundo", ha
sido llamada con acierto "El Manual del Canibalismo", [10]. Es
de destacar que al igual que los españoles de Gaboto, los portu-
gueses fomentaban e inclusive intervenían en los combates de
LOS GUARANIES o1

las distintas parcialidades tupíes, presenciando luego las trágicas


ceremonias en las gue se inmolaba y devoraba a los prisione-
los. (1) Los cronistas hablan del vistoso atuendo de plumas y
pinturas que lucían los indios en tales ceremonias y del que tam-
bién se revestía a las víctimas. Recordemos que estos indígenas
figuran entre los nativos de América que más se adornaban para
marchar a Ia guerra o en oportunidad de sus ceremonias y fies-
tas tribales, [5 pg. t28f, 172 tomo I pgs. 199 y 213].

III
Los tupí-guaraníes eran eximios cazadores y pescadores. En
Llna otra actividad utilizaban arco y flecha, trampas, pequeñas
y
redes, implementos y procedimientos diversos, [5 pg. 70 a 93] "
Los arcos eran muy grandes, conforme a lo usual entre los pue-
lrlos de las florestas. Su largo alcanzaba o sobrepasaba el metro
ochenta. Las flechas eran también muy largas, variando la punta
Ce acuerdo al uso a que se las destinaba, así fueran para la gue-
rra, la caza o la pesca.
En las monterías y ojeos remataban las piezas a golpes de
illacana, el "tacape" o "tocape", espada - maza de guerra qtte
llevaban en todas sus incursiones, [ó pg. 80 fig. 5], ¡' cu¡-o
uso corresponde al de Ia borduna de los actuales chavantes -v ca-
yapós del Brasil Central. Dicha maza, engalanada y con el nom-
bre de "ibira pema", [10 pg. 137], era la utilizada en las cere-
monias rrntropofágicas de que venimos hablando.

(1) La antropofagia de los tupí-guaraníes no constituía una lnel'a


lariante alimenticia sino un rito en e1 que 1os participantes pretendían
¿rsimilar las cualidades, vaIor, for*-aleza, etc., de 1a víctima. De ahí que
el interés en participar de Ia ceremonia aumentara conforme a Ia rele-
vancia de la persona inmolada. Hace ya años en Asunción, el erudito
l\:inkelried Bertoni nos coürentaba que mal podía asegurarse que 1os
¡uaraníes practicaran 1a antropofagia como ruero acto de Yenganza, ta1
cl concepto de varios autores, cuando tantas veces capturaban e inrnola-
l an a individuos de tribus distantes a las que ape[as conocían. Respecto
¿ri clima de guerra y violencia que existía entre las parcialidades tupí-
g,ui:r'aníes cie Ia costa atlántica del Brasil y que tan de cerca conoció Sta-
duI, rnás que antagonismos tribales lo alentaban los traficantes de escla-
., os, portugueses, franceses y españoles, que abarrotaban sus barcos y

iactorías con los prisioneros habidos en los choques armados que de con-
tinuo sostenían los indígenas. Sobre eI Barticular, la documentación his-
'¡órica no deja lugar a. dudas.
92 ttgvrsrA DE LA socIErDAD "AMrcos DE LA AReuEoLocra"

Algunos grupos, inclusive los meridionales, se valían de


las propiedades tóxicas de algunas plantas para atontar el pes-
cado y hacerlo emerger en la superficie. Así nos lo narra el pa-
dre Lozano S. I. al referirse a los guayaquíes: "Atajan con pie-
dras algun arroyo hasta que el agua rebalse, traen unas enreda-
deras llamadas icipó, que se trepan y abrazan con los árboles
al modo de la hiedra, y molidas entre dos piedras arrojan una
espuma tan blanca como la del jabon, que tiene virtud de em-
briagar; échanla en el agua y acudiendo el pescado á comerla
queda sin sentido casi sobre aguado y los guayaquíes le sacan con
su cedacillo ¡r le asan al punto para que se conserve sin corrup-
ción". [21 vol. I pg. a17]. Entre los vegetales más utilizados ¿
estos fines figuraba nuestro timbó u oreja de negro, Enterolo-
biunt sp., cuyo derivado, la saponina, resulta letal para peque-
ños animales.
La zrgricultura constituyó el recurso económico fundamental
cle los tupÍ-guaraníes, [5 pc. 65]. Dado que carecían de elementos
apropiados para remover y labrar las tierras tenaces, no sembra-
ban en campo abierto sino en el interior de los bosques, en el
humus formado por la descomposición vegetal, a regímenes de
humedad estable y al resguardo de los vientos. Allí, luego de
deforestar una superficie adecuada sembraban maí2, mandioca,
maní, calabazas, algoclón, etc., cle que hacían acopio en sus aldeas
y malocas. Agotado el suelo en Lln plazo de cinco o seis años aban-
donaban el lugar y se trasiadaban a otro, en el que reiniciaban
1as tareas.

Conforme a lo expuesto, es evidente que nuestro territorio,


especialmente las franjas costeras clue ellos frecuentaban, no
reunía las condiciones requeridas para aquel tipo de cultivo. Pa-
rece demostrarlo el hecho de que los expedicionarios de Gaboto,
tan estrechamente vinculados a los guaraníes en San Lázaro y
San Salvador, en ningún momento fueron asistidos con aqueilos
productos, señal de que allí no los había. Tampoco fueron obte-
nidos en el Delta sino recién en el Carcaraiá, maiz y probable-
mente calabazas, que cultivaban los timbúes, [6 pg. 400].
Por carta al Rey del tesorero Hernando Montalvo, del ope-
rativo del adelantado Ortiz d.eZárate, [7 pg. 171 a 186], fechada
en San Salvador el 29 de marzo de 1576, sabemos que los indí-
LO§ GUARANII}S 9;l

genas, no se especifica el nombre, consideraban el lugar inapro-


piado para siembras: "y ansi lo an dicho estos yndios que por
no poder sustentarse en ella la dejaron",[52 pg. 98], id. id.: "an
dicho los indios que por ser la tierra esta tan falta de aguas la
desanpararon ellos por no se poder sustentar en ella". [52 pg. 106].
La idea primaria que se desprende de la documentación ema-
nada, tanto de las expediciones de Gaboto como de Mendoza, [9],
[6], [49], es la de que el potencial humano y económico de los
guaraníes del área rioplatense, incluido el Delta, estaba muy por
debajo del alcanzado por sus connacionales de Santa Catalina,
Paraguay y Alto Paraná, (Itatí o Santa Ana). Quizás, al no en-
contrar las condiciones óptimas para su técnica de producción
de alimentos, "los suelos fértiles y ligeros, cubiertos de florestas
subtropicales, fácilmente cultivables", de que nos habla Proenza
Brochado, [38 pg. 75),\a penetración guaraní en el Plata se
había detenido o estaba en franco retroceso.

Recordemos que por lo menos en nuestro medio, la ecología


subtropical recién comienza a darse en las islas que quedan al
norte de Salto Grande, [51 pC. 1].

IV

El distintivo varonil de los tupí-guaraníes, aunque muy res-


tringido en los grupos amazónicos, era ei adorno sub-labial de-
nominado barbote, tembetá o botoque, que iba del muy com-
plejo de los tupinambá y los tapirapé al más simple de los gua-
raníes meridionales, [5 pg. 163]. Entre éstos se limitaba a una
varilla o estilo de madera, piedra o hueso, aunque más general-
mente de resina solidificada. Así nos lo describe Schmidel al re-
ferirse a los carios: "Los hombres, tienen en el labio un pequeño
agujerito, en ese meten un cristal que es de un largo como de
dos jemes y grueso como un canuto de pluma y el color es ama-
rillo y se le llama en indio un paraboe." [11 pC.70]. Ambrosetti
que estudió detenidamente a los cainguá del Alto Paraná, Mi-
siones, nr:s dice que usaban un tembetá hecho de resina que ellos
mismos recogían y moldeaban, color ámbar, fusiforme, de un
largo de diez a veinte centímetros por uno de diámetro máximo.
Tratándose de un elemento frágil y muy valorado entre ellos,
94 RD\:rsrA DI, LA soctrEDAD "Alllc()s 1)¡: T,A ¡\ltQ1luor,(rc;rA'

cuando se internaban en Ia selva lo suplantaban por otro más


pequeño hecho de "Tacuarembó", sic, (tacuara?), [13 pg. 64].
Es muy de destacar el hallazgo de un tembetá hecho en resina
que fuera encontrado en una urna guaraní en la colonia Militar
Brasileña de Iguazú, Estado de Paraná, Brasil, citado por Am-
brosetti [i8 p. 21 fis. D], como asimismo el fragmento de otro,
en cuarzo cristalizado, que menciona outes para ei yacimiento
guaraní de arroyo Largo, Paraná inferior, [17 p. 173 fig. 29].
Alfredo Rohr, s.I. ha recogido en urnas guaraníes del Alto llrr,r=
guay, Estado de Santa Catalina, Brasil, por lo menos tres tem-
betá de mineral bianco, sección media caña, de entre siete ¡'
nueve centímetros de largo por ocho milímetros de diíimetro, (?).
[40 pgs. 26 y 50 plancha 1 (5)]. No conocernos referencias al
uso de tembetá entre los guaraníes clel territorio uruguayo. i{o
obstante, algunos de ellos que viajaron a Buenos Aires en 16i9,
tenían "horadado el labio de al:ajo", señal cle que por 1o menos
lo habían usado en otro tiempo, i4 pSs. 425 y 5751. Recordemos
sin embargo, qlte estos indios debieron ser de los ca"rijós brasi-
leños llegaclos al país en época nc anterior al 1600.
entr.e 1os tupí-guera,iríes, elra co-
El tatuaje, rlr_i¡- c'lifunc]iclo
mún a hombres ¡- mujei'es ¡- tenía Lrr-ia e>ttense gxnlf iie varian-
tes regionales ¡- tribales. En los hombies sc1ía }'enlellloi¿l: s]-ls
grandes hechos cle almas o ¡rrocurab¿1n con é1 mejor habilit:lrsc
.te-
para Ia caza y los grandes esfuerzos físicos' En las mujeres
nía que ver con ceremonias que se cumplían cuando alcanzal¡alr
Ia pubertad. En algunos grllpos era progresivo, así en ios tttpi-
nambá, que indicaba el número de prisioneros que el sujeto iba
inmolanclo conforme a los ritos ciásicos, [5 pg. 192]. Barlow
observó algo similar en los guaraníes clel Plata. Dice ar;í, luego
de narrar el sacrificio del cautivo, a mAnos de un hijo del jefe
u otro adolescel¡te de la familia: "¡\hora al muchacho rlue 1o
mató, sus amigos le harán una marca en la espalda con el riiente
afilado cle un animal o un "rede", desde el cuello a las cade¡:as
y sobre é1 ponclrán cierto polvo negro que no se le saldrá sino
que se ie verá siempre, y así es hecho hombre. Luego le corta-
rán el cabello adelante y le prohibirán comer ciertas clases cle
peces y carne hasta que el cabello le ctezca nuevamente haste
sus ojos. Pero aquí" (por qué aquí ?) "no se le considera hasta
que haya matado a su enemigo y cuanto" (cuántos ?) "más ha
LOS GUARANlES 9it

nr¿ltaclo, rnás lo estiman y por cada uno que mata le harán una
nrarca en Ia espalda como lo hemos visto." [7 pg. 96]. Sin duda
c,Lre el sacrificio de un prisionero constituía una etapa en la for-
nración de los jóvenes guerreros, tal como ha sido señalado en
cti'os pueblos amazónicos.

Una de las facetas más relevantes de la cultura material de


los tupí-.guaraníes, no desarrollada al mismo nivei en ]a totalidad
de ios grupos, pero que ha servido para relacionar la parcialidarl
que vivía en el Río de la Plata con las del Brasil y Paraguay, de-
,lucir sus emigraciones, ubicación geográfica, etc., es el de la in-
ilnstria ceramística., [5 pg. 233]. En 1955 at ocuparnos cle los
chaná-timbúes creímos necesario hacer una breve reseña de los
guaranies, atendiendo al interés de señalar los caracteres dife-
lenciaies de ambas naciones, [15 pg.21]. En lo tocante a su ce-
rámica adoptamos conceptos clásicos de aquel entonces .\- qlle
reproclucimos ahora, ya que en lo fuild.amental pelmarrecen r.i-
geutes. Basándose en materiai recogido en la isja },_[¿¿rtín G¿'iicía.
Félix Outcs estableció las características de la alfalería guarai:Í
en su face rioplatense, [15], .-r. eu€ coinciden con la estudia_da por
Ambrosetti en el Alto Paraná, [18], por Schmidt en el Ipané,
Paraguay Oriental, [19], por Schmitz en la isla de Santa Cata-
lina, 1461, por Schmitz y Rohr en el AIto Uruguay, Itapiranga,
Estado de Santa Catalina, [48], [40] V por el mismo Schrnitz
-i- por Serrano al sur del Brasil, [45], [26]. Los ornamentos de
esta alfarería pueden ser dividi¿los en dos tipos: corrugados ;,.
pintados. Los primeros realizados con la yema d.el declo t Ia nña
sob,re el barro fresco, están constituidos por series de inpresic-
nes rítmicas que, sin formar clibujos, cnbren Ia tc',talidacl o ja
casi totaliclad de Ia superficie externa de Ias va,qijas, ge,rcr'aiin-l-
te grantles urnas f Linerarias, aLlnqrle tambié¡i r"ecipieiites i::tis
pequeños, que por su prcfusión habr'á que consiiieral. ccnio cle
uso ciomé:tico. Dentro del estilo existert r-ariarrtes que van clel
simple pi-inteado y escobiilado hasta el vaciacio en moldes de ces-
tería, de donde resulta ei tipo llamado "ililplteso", seglli-amen-
te ei más basto de todos. [17 pg. 162 figs. t5 a 22f, [16 pg.
96 REvrsrA DE LA socIEDAD "AMrcos DE LA AReurüoloerA'

270 fiss. 6,7 y 8f , 127 ps.324 Pl. XMo 119971, f28 ps.222).
Fragmentos y aún piezas enteras de esta alfarería se encuentran
con bastante frecuencia en el río Uruguay, especialmente en las
islas de Salto Grande y desembocadura del río Negro, de donde
se han retirado muestras que por su hechura y decorado es n€-
cesario clasificar como de verdaderamente magníficas. Se suce-
den luego los hallazgos por todo el litoral uruguayo para repe-
tirse en las costas del Río de la Plata y aún señalarse sobre las
del Atlántico.
El tipo de ornamento, aplicado también a piezas fu-
segundo
nerarias y a vasijas menores, lo forman una o más franjas pin-
tadas de blanco, próximas y paralelas al borde del recipiente y
sobre estas franjas trazos finos, rojos o negros, formando dibu-
jos geométricos muy característicos, [17 pg. 167 fig.24f , [16 pg.
27lf.iss.9 y 101, [28 ps.223f.is.2), 127 P1. XVI Ns 11964-66],
[45 pg. 117 figs. 1 a 207, [46 pgs. 311 a 324 figs. I a 21; 1 a
32; \ a 94), 148 pg. 1361. Lo usual es que la zona decorada no
se extienda más abajo del diámetro máximo externo del reci-
piente y ello trae a colación una referencia del Padre Ruiz de
Montoya S. I., sobre las inhumaciones guaraníes en el Paraguay:
"enterraban sus muertos en \:nas grandes tinajas, poniendo vn
plato en la boca", las que agrega, "enteruauan hasta el cuello",
[16 pg. 277f. Seria entonces que las porciones pintadas de estas
urnas sobresalían del suelo, señalando así el lugar de los enterra-
mientos. Varias de las urnas guaraníes que exhumó Ambrosetti
en el Alto Paraná, especialmente en la Colonia Militar Brasileña
de Iguazú, estaban enterradas en dicha forma, [18 pgs. 227 a
2577. e)
La cerámica guaraní policromada es rara en nuestro medio
y su porcentaje mínimo si se la compara con la corrugada. Su re-
levancia r¡os hace suponer que se la destinaba al uso exclusivo de

(1) Tenemos otras referencias muy interesantes sobre los enterra-


mientos de estos indfgenas. Asf Ia del Dr. Francisco Muñiz, que habiendo
recorrido el Delta del Paraná en 1818, nos describe un cementerio evi-
dentemente guaraní, situado en un albardón del Canal Paycarabí, sobre
el Paraná de las Palmas: "en ese albardón qe. es rnui elevado hay un
espacio como de cinquenta pasos cubierto de fracmentos de tinajas en
las qe. depositavan los indios sus dlfuntos. he visto esas tinajas enteras
tienen uua vara de alto bien formadas, delgadas, con una tapa qe. embu-
te mui bien un ahujero en el fondo redondo, el material me pareció de
T,OS GUARANIES 97

l,rs caciques y sus familiares, que como veremos, constituían una


'.-ercladera casta dentro de la colectividad. Pero hay más. El re-
r eltorio de este tipo de alfareria incluye unos platos o fuentes de
i'egnlar tamaño, finamente terminados y que por sus caracterís-
::cas generales e inclusive por su rareza no pueden haber cons-
:rtLrido piezas fúnebres o de uso doméstico. Debe tratarse enton-
ces, conforme a las descripciones de Barlow y Staden, [T pg.96],
!101, ratificadas por iconografía de la época, [29 pg. 186 pl VI],
re los recipientes, Ios "barreños" de que habla Lozano, [21 Vol. I
l.g. 390], utilizados por los tupí-guaraníes en sus ceremonias an-
iropofágicas. Allí depositaban la sangre, Ias vísceras, la carne
:r'ozada y hasta \a cal¡eza de las víctimas. Dice Barlow que al
';er estas "vasijas de barro pintado" y la maza con que habrían
¡ie clarle rnuerte, el prisionero comenzaba a desesperarse y trataba
,le correr, "y si puede acercarse a Ltna de las vasijas Ia derriba
, on lc-rs pies". (2)

Aparte de los dos tipos de cerámica decorada que venimos


rie mencionar, corrugada y policromada, los guaraníes tenían otra
qlie en igualdad de forma y tamaño se presenta lisa, o a lo más
con áreas internas o externas coloreadas con ocre, [17 pgs. 161
¡-166, fig.231, [16 pg.2701, 127 pg. B24 P]. XIY N, 119961. por
lo menos dos urnas de este tipo, con sus tapas, fueron encontra-
clas casi enteras, la primera en una isla cercana a Concepción
clel Uruguay, Entre Ríos, [24, pC. 15 fig. 7], 1a segunda en la
rlesembocadura del arro).o Negro, etrtre los departamentos de
Paysandú y Río Negro, [25], como se r.e ambas sobre el río Uru-
g,rlay y muy próxima una de otra. Corresponde aclarar que la
ceráimica policromada es la verdaderamente representativa de la

igLral calidad qe. el de las baldosas, unas estan todas labradas como es-
,.liirra de pez, y otras jazpeadas imitando el marmol contenian huesos
lrr.r]]anos casi reducidos a polvo: la nacion qe. los fabrico estava sin duda
': t rnas alto
grado de civilisacion qe. los indios independientes qe. cono-
cernos". [23 pg.18].
(2) Como ya io señaláramos, 1os indÍgenas que vio inmolar Barlow
.ran seéluramente timbúes, completamente ajenos al ritual guaranf y que
¿inte 1a inminencia de ser sacrificados sólo atinaban a resistirse y force-
'ear hasta caer extenuados, circunstancia en que se les daba muerte.
i; pC.96l. Muy distinto 1o que ocurría entre los grupos tupf brasileños,
tupinambá, tupiniquín, etc., comprometidos y sujetos a aquel ritual, Ia
r-Íctirna derDostraba gran entereza y aplomo frente a la muerte. se apres-
taba a las ceremonias, bebÍa al par del verdugo y sus úItimas palabras
eran para proclamar la superioridad de su tribu y la certeza de que sus
iompañeros habrían de vengarlo, [10].
7
98 REVrsrA DE LA socrEDAD "Arrrcos DE rrA AReuEor-ocrA"

cultura tupí-guaraní, ya que las restantes, tanto la corrugada como


la lisa, en sus variaciones, son comunes al acervo de otros pueblos
eomarcanos, (culturas básica del litoral y sambaquiano-guayaná).

Queremos recalcar finalmente, como lo hemos hecho en otras


oportunidades, que los jesuítas, al reducir y catequizar a los gua-
raníes deben haberles prohibido los enterramientos en tinajas,
empleo do ajuares fúnebres primitivos, pintura de los huesos con
ocre, etc., usanzas de manifiesta tradición pagana. Recordemos
que en un reciente estudio sobre la evolución de la cerámica gua-
raní bajo la influencia misionera no se menciona la presencia de
dichas tinajas, por lo menos dentro del área de los Siete Pueblos
Orientales del río Uruguay, [39 pg. 169]. Más flexibles los fran-
ciscanos, quizás permitieron que los indígenas efectuaran inhu-
maciones de aquellas características. Ello quedaría demostrado
por la asociación de elementos indo-europeos en urnas exhumadas
en islas y costas de la boca del río Negro, 127 pS. 325), [28
pg. 223 fig. al, donde como es sabido, tuvieron asiento varias
reducciones chanáes y guaraníes a cargo de religiosos de la Or-
den Seráfica.

VI

Nuestro panorama arqueológico guaraní se completa con unas


hachas de piedra puiida, de sección circular o elíptica, sin angos-
tura, que se embt¡-tían en mangos o astas de madera, asegurán-
dolas con resina vegetal o cera. Estas hachas de tipo neolítico
eran utiUzadas por los recientes guayaquíes del Oriente Para-
guayo, [14 pg. 435], Outes les ha dedicado un extenso comen-
tario al ocuparse del yacimiento guaraní del arroyo Largo, en
el Delta, [17 pg. 171, fig. 27 y pe. 175] y en fin, Aparicio las
ha citado para el Neuquén, en el Celtro Oeste Argentino, 122
ps.54 Pl XXl. El hecho de que se las vincule a la cultura tupí-
guaraní, nace de que han sido encontradas en los estados brasi-
ieños de Bahía, San Pablo, Paraná", Santa Catalina y Río Grande
del Sur, como asimismo en el Delta del Paraná, en Paraguay y
en Misiones, asociadas a restos de alfarería correspondientes
a aquella cultura, [5 pS. 97], [48 pg. 128].
LOS GUARANIES 99

Las pocas hachas de este tipo que conocemos, reeogidas en


:erritorio uruguayo, proceden por lo general de antiguas colec-
:rones en las que no consta lugar preciso de los hallazgos ni nó-
nina de los elementos a que se hallaban asociadas. Su valor tes-
:imonial es entonces muy relativo y serán necesarios nuevos apor-
:es para ratificar su origen. (1)

Es muy de lamentar, entretanto, que por más de un siglo,


las áreas de influencia y los paraderos guaraníes de nuestras
:c,stas, especialmente los que debieron ser muy ricos de los Dptos.
ce Soriano y Colonia, hayan venido siendo arrasados por profa-
r:os y coleccionistas desaprensivos, al punto de que quizás ya nun_
ca pueda efectuarse el relevamiento e inventario integral de uno
:r,lo de ellos. (2)

VII
La organización política de los guaranÍes era bastante más
compleja que la de los restantes pueblos del área rioplatense. Se-
gún Lozano, sus caciques, (tubichá), no sólo tenían poder y mando
en caso de guerra, sino que, reconociéndoseles ,,nobleza heredi-
taria", recibían perpetuo vasallaje por parte de una clase llana

(1) Atendiendo a que las mencionadas hachas eran empleadas en


los trabajos de deforestaciól con que se libraban tierras para la labran-
za, aparentemente se las utilizaba como cuñas para derribar y desguazar
grandes árboles, quizás sea aplicable a nuestro territorio la observación
del padre Ignacio Schmitz S.I., eu el sentido de que son raras o faltan
en los paraderos no ubicados dentro de zonas selváticas. [48 pgs. 120 y
1327. Lozaro nos da otra valiosa información sobre el uso que de estas
hachas haclan los guayaqufes: "Para abrir los árboles de que sacan las
colmenas, ó partir las palmas, cuyo meollo comen, se valen de unas cu-
ñas de piedra muy agudas que obran con tanta ftterza como si fueran
tie acero". [21 Vol. t pS. 416].
(2) En los riltimos tiempos, la tala de grandes extensiones de selva
y Ia remoción de tierras con fines agrÍcolas o industriales, ha puesto al
descubierto infinidad de yacimientos arqueológicos tupi-guaraníes en los
estados brasileños de Santa Catalina, paraná y Rfo Grande del Sur. Si
hien razones atribuibles al medio y las circunstancias han determinado
que utra cuantiosa parte del material exhumado se perdiera, mucho de
é1, recogido y estudiado por especialistas, se ha traducido en una serie
de monografías que vienen a complementar las ya clásicas que nos lega-
ran Ambrosetti, Outes, Torres, Teschauer, Schmidt, Metraux, Serrano y
otros. Es indudable que ahora disponemos de una clara evidencia de la
unidad cultural de los guaranles brasileños, paraguayos y platenses, es-
pecialmente en lo tocante a su cerámica, Ia que ape[as si se vislumbraba
1race un cuarto de siglo.
100 ltpvrsra DE LA socrEDAD "Ar\rrcos DE LA AReuEor,oGrA"

o plebeya, (mboyá). Dicho vasallaje consistía en labrarles las


tierras, sembrar y recoger las mieses, edificarles las casas y en
fin: "tan estrecha sujección que ni aún de sus hijas eran dueños,
porque si las apetecían por mujeres, se las quitaba el cacique y
agregaba a su familia",lZL Vol. I pg.3831. Este mismo vasallaje,
en todos sus 'términos fue dispensado a los españoles desde los
primeros días de fundada Ia Asunción, (1537) . Lozano menciona,
aunque de manera muy vaga, lo que. bien podría ser un lenguaje
honorable o privativo de los caciques. Dice así: "no sólo se enno-
blecían con el nacimiento, sino que adquirían de nuevo la nobleza
con la elocuencia de su idioma"; "El que sobresalía, pues, en la
elocuencia, se grangeaba el séquito de su nación, y muchos, pren-
dados de sus palabras, se le daban por vasallos, eon que siendo
tronco de su linaje, ennoblecían a sus descendientes, de los cuales
el primogénito heredaba siempre el cacicazgo" . l?L Vol. I pc. 3841"
Por referencias del padre Miguel Gómez S. I., (1658), sabemos
que en algunos casos el respeto por los caciques era tal, que nadie
se permitía tocar sus pertenencias, 147 pS. 1081. Recordemos
también como probable vestigio del trato deferente que se daba
a estos antiguos jefes, el que a su tiempo fue dispensado a los
jesuítas, en especial a los principales de la Compaflia, que en
sus viajes por tierra eran llevados en andas, con séquito de mú-
sicos, gente armada, banderas, estandartes religiosos, etc.

Al margen de lo negativo que pudiera significar el que es-


tos indígenas hayan practicado la antropofagia, a su tiempo la
practicaron los pueblos más evolucionados del Orbe, es indudable
que constituian el elemento más eapaz de estas comarcas. Prueba
de ello la facilidad con que captaron y aún se distinguieron en
múltiples facetas de la cultura occidental. [50]. Bajo otros as-
pectos, es evidente que de no contar con su apoyo y asistencia,
ni los españoles ni los portugueses hubieran logrado establecerse
en las costas orientales de América y menos alún, lanzarse a la
conquista de las tierras interiores.

VIII
El ciclo inicial de penetración española en estas tierras se
realizl por el Paraná y el Paraguay, constituyéndose la Asun-
LOS GUAIt.A,¡iIES 101

ción en el primer baluarte perenne de la Conquista. Las tribus


litorales pertenecientes a la Nación Chaná-Timbú fueron aniqui-
ladas en pocos años, no así los guaraníes, que lejos de enfrentar
1a Conquista salieron a su encuentro y se confundieron con ella.
La segunda fundación de Buenos Aires, (1582), y el consecuente
reparto en encomienda de los indios comarcanos, 1421, no sólo
extendió el control español a las islas del Delta y a las tierras
bañadas tr or el Bajo llruguay, sino que de hecho suprimió, en el
área, toda forma de vida salvaje y primitiva. Ella debe haber
persistido, no obstante, aparte de las tierras interiores, en las
costas y cordón de islas que se extienden al norte de Fray Bentos,
pese a los ensayos de evangelización cumplidos en las primeras
décadas del 1600, [7 ps. 238]. Pero tal status no podía prolon-
garse. Los trabajos de los jesuítas dieron como resultado, a par-
tir de 1620, la formación de treinta y dos reducciones en ambas
márgenes del Uruguay, al norte del Ibicuí. Dichas reducciones,
básicamente g:uaraníes, fueron absorbiendo parte de las parcia-
lidades indígenas limítrofes y aún distantes, aculturándolas en
1o lingüístico bajo la común denominación de guaraníes o tapes
misioneros. Estos indígenas, controlados y dirigidos por los je-
suítas, mantuvieron una larga hegemonía sobre el territorio de
la Banda Oriental, a la que fueron dando la nomenclatura abori-
gen que ha llegado hasta nosotros, 144 pC. 25). Ellos contenían
la penetración de los portugueses, [41 pC. 23], guerreaban contra
ios charrúas y minuanes, fiscalizaban nuestras costas evitando
las incursiones de los corsarios y en fin, explotaban las vaque-
rías en beneficio de la Corona Española y de su propia comunidad.
En su haber y para terminar, digamos que fueron ellos quienes
proporcionaron la mano de obra barata, regalada, para la funda-
ción de Montevideo, (1726) .
Así lo leemos en una carta del padre Cat'táneo, fechada el
18 de mayo de 1729. "Los fabricantes", (de Montevideo), "son
los indios de nuestras Misiones que vinieron en 1725 por orden
del Gobernador de Buenos Aires", (Bruno Mauricio de Zavala),
"en número de cerca de dos mil para fabricar como 1o han hecho
hasta ahora, la fortaleza, bajo el cuidado de dos de nuestros mi-
sioneros, que los asisten, predicando, confesándolos en su lengua,
pues no entienden la española. Habitan dichos dos padres en
una de esas cabañas de cuero, y los pobres indios sin casa ni te-
7a
102 REvrsrA DE r,A socrEDAD "Atrrcos DE LA ArtQUEoLocrA"

cho, expttestos después de sus fatigas al agua y al viento y sin un


centavo de salario, sino sólo con el descuento del tributo que de-
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50) GUILLERMO FURLONG CARDIFF S. I. Los jesuitas y Ia Cultura
Rioplatense. Montevideo, 1933.
-
51) RICARDO PRADERI.
- \¡egetación de ias islas del río Uruguay
medio.
Boletíu del Museo Nacional de Historia Natural. Ns 17. lUontevideo, 1977.
52) PAUL GROUSSAC. Documentos relativos aI RÍo de la Plata. Anales
- X.
de la Biblioteca. Vol. Buenos Aires 1915.
53) JOSE V. CESAR S.Y.D. Igagabas, as urnas funerárias dos tupi-
-
guaranis. Boletín de la Fundación Nacional del Indio. Año III, NQ ll
y 12. Brasilia 1974 (?).
54) DICK E. IBARRA GRASSO. Indígena y Prehistoria Arne-
- Argentina
ricana (págs. 316 y 597). Buenos Aires 1971.
I
I
HALT,LZGO DE DOS ADORNOS LITICOS INDIGENAS
EN PUNTA DEL ESTE
.IOAQUI:i RIiL*}I

punta del Este ha sido sin duda uno de los más ricos yaci-
ltientos arqueológicos del País. I.{o obstante, la rápida urbaniza-
rión de la zona,la consecuente plantación de árbo1es, etc', han
rlestruido o sepultado definitivamente los otrora ricos paraderos
., talleres indígenas, ai putrto de que en la actualidad, poco o nada
puecie ofrecer la península al arqueólogo o al coleccionista. Es así
rlll€ 2l esta altura, ei hallaz¡io tle que ciamos cuenta puede consi-
,',eLarse como de verdaderamente ercepcional.

El tugar". -- Se trata de un solar balclío, con frente a la ca-


,te l{', 1, qi,re }inda por sLls fotlcios con el edificio dei ex-casino
- -iguez y rocleado también de edificación por sus demás lados.
Eir este terrenc un grllpo de la Sociedad de Amigos de la /rr-
liLieología advirtió ia exi."tencia de rina pequeña franja c1e nié-
ri¿¡o virgen en fo;:ma de media lutle. El freute cle 1a cap:r t1e
.irena estaba cOrtadO a piilue por lil acciótr de palas esc¿-iv¿:..ior':is.
cn la preparació¡ clel tel'r'e¡c pa1'a ilita i;t'ó:',1llir. úr-::i.rtLit:¡iarrl.
trn el corte dei pequeti<-, méciatlo se ollse1,r-alla ja pt'esetlcla c1e
¿ii.enas ennegrecicl¿lS qtle haCíatl pellsal' etl zrltigr-los i'ogotles ¡-
presentir la posibiliciacl cle etlcontrar algÚrn material cle iuterés
en el predio. Esto determinó la búsqueda.
Del tnateria!, extrctído. La superficie del médano estaba
cubierta de gramíneas, a la -
que seguía una capa de arenas calci-
nadas y por debajo greda. La profundidad promedial de ia parte
cLe arena oscilaría en los B0 cms. ]' la mayoría de los hallazgos
¡,e ubicaron entre ios 20 y los 40 cms. de profundidad. El detalle
ci.e los objetos extraídos es el siguiente:

MATERIAL LITICO
Boleadoras 36
y fragmentos Picos 1
Bolas simpies t7 Puttzones 1D
1J
Piedras con hoyuelos 6 Puntas 19
108 IjALLAZGO DE DOS ADORNOS LITICOS INDIGENAS

Pulidores 4 Sierras 6
at
Alisadores d Raspadores 60
Moletas 3 Cuchillos 25
Martillos t2 Núcleos 10
Hachas grandes 4 Lascas c/retoque 80
Hachas chicas 2 Piedras de hierro 2

Estos objetos son de distinta natutaleza, v. gr. cuatzo, gneis,


arenisca, etc.

MATERIAL OSEO

Punzones 3
Huesos de lobo marino c/matcas 2
Huesos fósiles 8
Huesos de lobo marino varros

Se observaron además, numerosos restos de moluscos locales.

PENDIEIVTES O ADORNOS
El hallazgo más relevante de este paradero lo constituyen
sin duda, dos pendientes o adornos, en piedra, con agujeros de
suspensión. Sabemos de la existencia de objetos similares en ce-
támica, hueso o valvas de molusco, pero de momento no cono-
cemos otros hechos en piedra. Estos de que damos cuenta son
de arenisca, forma oval o elíptica y bordes dentados. El más pe-
queño tiene un espesor máximo de 5 mm., en tanto que en el ma-
yor, fracturado, alcanza los 10 mm. Es indudable que estas piezas
constituyen índices de real interés para el mejor conocimiento de
la habilidad manual y aún del ajuar de nuestros indígenas.
Correspondería agregar, que el desaprovechamiento de los
paraderos indígenas de Punta del Este debe alertat a la Comi-
sión Nacional del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de
la Nación. a fin de que hecho tan irreparable no se produzca en
yacimientos similares.
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NOTICIA SOBRE DOS PIEZAS DE ALFARERIA ZOOMORT'A

PAI}I]O IION [I'RO ZORRII,I]A

Ei valor informativo que pueda aportar una pieza arqueo-


lógica depende de una serie de estudios y anotaciones que sólo
pueden realizarse en el lugar y momento preciso del hallazgo.
Existen sin embargo piezas representativas que si bien, carecen
c'le muchos de aquellos elementos de juicio, lo mismo conviene ir
djfundiendo, ya sea porque al pertenecer a determinada cultura
mejoran el conocimiento que de ella se tiene o porque, de ser
atípicas, servirán de antecedente y cotejo caso de producirse ha-
iiazgos similares. Conforme a Io expresado, damos a conocer dos
piezas que conservamos en nuestra colección privada y que se
i.ijnstan, precisamente a aquellas características.

a) Campana chaná - timbú


Origen. Perteneció a la colección del extinto contadcr Ju-
lio B. Pérez, -delrTueva Palmira, Dpto. cle Colonia. Fr-re acic¡.rilida
?¿ sus suc€sores en diciembre de 1957. Había siclo hallacla por e1
propio Sr. Pérez en exca\raciones realizadas en Pnnta Chapai.r'o,
Dpto. de Colonia, en la década de los años 20.
Descripción Se trata cle una de las típicas campanas zoo-
morfas atribuidas- a la modalidad cultural de ios plásticos para-
naenses. Aparte de la a]:ertura basal presenta un orificio circnlar
en su parte anterior y otra abertura en Ia superior. Las paredes
.uteriores contienen residuos de carbón, lo que demuestra que se
Lirlemó en ella algún tipo de hierba o madera. La pieza se halia
,lcornpleta, ya que falta la parte que debió representar el cuello
¡- la cabeza del presunto especimen, ave, mamífero o reptil que
clebió caracterizarla. Sus rnedidas son las siguientes: Diámetro
mayor 477 mm.; Altura 182 mm. La pieza presenta una cornisa
con entalladuras. No se observan rastros de pintura ni decoración
incisa.
712 NorrcrAs soBRE Dos prlrzAs DE Ar,f¡ArrERTA zoolloR¡'A

b) Vasija en forma de pato


Origen. Al igual que la anterior, esta pieza perteneció
al extinto Sr.- Julio B. Pérez, quieu la había recogido en Punta
Chaparro, Dpto. de Colonia, en la década de los años 20. Fue
adquirida a sus slrcesores en 1957.
Descripción. Pieza de alfarería cuya base es casi esférica,
rematada su parte - superior por Llna cabeza de ave, de pico chato
y ancho. Corona esta cabeza la abertura del recipiente, presen-
tando a sus lados dos orificios que parecen indicar los ojos del
ave y que al mismo tiempo pueden haber servido de agujeros de
suspensión. La pieza parece hallarse completa. Sus medidas son
las siguientes: Diámetro mayor 426 mm.; Altura 143 mm. I{o se
observan rastros de pintura o cle decoración incisa.
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1
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LA ARQUITECTURA MILITAR DE LA ANTIGUA BANDA
ORIENTAL . LA COLONIA DEL SACRAMENTO

PORTICO

En éste, como en otros aspectos de la historia, se hace im-


prescindible ubicarse en el tiempo y el espacio dados para cada
hecho, a efectos de que la perspectiva con que éste habrá de verse
¡- analizarse, no sufra distorsiones: ni una euforia de hipertrofia,
ni una minimización que lo haga aparentemente deleznable. De-
cimos esto porque aquí, como en el tema de las batallas de nues-
tro pasado histórico, podemos caer en cualquiera de los mencio-
nados excesos.
Cuando nos referimos a aquéllas ¡- las calificamos como gru-it-
r/¿s encuentros, no podemos en casi ningún caso, estar haciendo
un juicio de valoración cuantitativo, sino precisamente cualita-
tivo. Generalmente pequeños puñados de hombres decidieron, con
su enfrentamiento sangriento, momentos claves de nuestro pro-
ceso conquistador, colonizador, independentista o de consolidación
nacional.
Es lógico, que tengamos en cuenta también, las limitaciones
del poder destructor de las armas de la época que consideramos
(siglos XVII y XVIII) : cañones, fusiles de chispa, trabucos, pis-
tolas de uno o dos tiros (todas éstas de fuego de cargar por la
boca), lanzas, sables, espadas, cuchillos y hondas, y hasta aque-
ilas tomadas como herencia cultural del indio, las boleadoras, o
las que fueron producto de la cultura local adaptándolas a una
nueva funcionalidad, como el lazo,
116 REVrsrA DE LA socrEDAD "A\rrcos DE LA An,eupolocrA"

Todo este preámbulo no es sino un aporte a la mejor com-


prensión de la modestia y aún la rusticidad de muchas de las
construcciones militares de nuestro espacio territorial.

Cuando hablemos de fortificaciones, de fuertes, de amura-


llamientos, tenemos que empezar por comprender que, al mismo
tiempo, aquellas que llamamos "ciudades", nada tienen que ver
con lo que ahora así calificamos (apenas serían aldeas o pueblos
con nuestra perspectiva actual), y ni siquiera en muchos casos,
y particularmente en lo que se refiere a nuestro litoral platense,
con lo que se llamaban ciudades en la Europa de la época o en
otras partes de Hispano América, como Mesoamérica o las costas
del Pacífico Sudamericano.
INTRODUCCION

l{uestra historia, como la de todo el continente, también co-


nienza con la llegada de Colón a Guanahani. Que trastocó todos
.os planes de descubrimiento y los tratados político-diplomáticos
en vigencia y cambió, en fin, la perspectiva física del mundo.
El impacto aquel, que Ia Bula de Alejandro VI transformó
nn un mazazo para los intereses portugueses entonces
toclo ei Mar Océano (Atlántico) era, por virtud-hasta
del Tratado de
-\1caqova, un auténtico "mare-nostrum") de los nautas lusos-
fue habilidosa y sibilinamente atenuado en el eue, y sin quizás,
ir-re el mayor triunfo de la diplomacia de Portugal de todos los
tiempos: el Tratado de Tordesillas.
El notorio correr hacia el oeste la línea meridiana que divi-
día a la Tierra y a las posesiones de ambas coronas, se basó, in-
cludablemente, en los excepcionales ¡- úrnicos conocimientos geo-
gráficos de aquella fabulosa escnela náutica cle Lisboa )' Sagres,
¡' aseguró la presencia portnguesa en nue-ctr.o continente, aclemás
c1e que, con su redacción enredada y l1ena de puntos de duda ¡-
discusión, estableció la existencia de una franja de frontera liti-
giosa. Franja que habrá de adquirir carácter de problema endé-
mico allí donde el estrechamiento de la masa continental y los
grandes ríos de penetración, acercan los polos de las dos poten-
cias: la región del Río de la Plata.
En seguida de Tordesillas, Portugal lanzó a sus navegantes
por las costas de América Meridional, hacia el sur. Los varios via-
jes pre-solisianos hasta el Plata (1501 - 1515) así 1o indican, como
también lo señalan los conocimientos que ayudaron al portugués
)Iagalhaes, a encontrar el paso estrecho.
Entre 1530 y 1580, estos avances portugueses, a despecho de
sus tremendos gastos y esfuerzos en Asia, que los iimitaban, se
Yan concretando.
8a
118 REVrsrA DE LA socrEDAD '.Ar,rrcos DE r,a aReupor-ocrA',

Las fundaciones de Sáo Vicente (Santos) y Río de Janeiro,


y el minucioso recorrido de Pero Lopes de Souza por nuestras cos-
tas, así lo demuestran.
Un aeontecimiento político-famili¿r habrá de detener, oficial-
mente al menos, estos planes de llegar hasta lo que los portugue-
ses llamaban "la frontera natural", las costas orientales del Plata
y el Uruguay (o aun el Paraná). Este acontecimiento fue la ane-
xión de Portugal a España bajo Felipe rII, que habrá de exten-
derse a los reinados del III y el IV, entre 1580 y 1640, aunque la
cruenta contienda desatada por su independencia recién habrá de
culminar en 1668.
En 1670, ap€nas dos años transcurridos desde el fin de esa
contienda, para restañar las heridas y anular las consecuencias
de un dominio de 60 años y una g:uema de 22, ya se hablaba en
Lisboa de establecer una nueva población (colonia) y fuerte
(puesto militar de defensa) en las costas del Río de la Plata. En
aquellas tierras de "su" Corona en el extremo sur.
Y a fines de enero de 1680, un general veterano, invicto de
aetrellas guerras por la independencia de Castilla en las fronteras
peninsulares, D. Manuel Lobo, Hidalgo de la Casa Real, vino a
establecer una población civil (colonia) y levantar dos fuertes,
fronteros uno del otro, uno en la Isla Grande de San Gabriel, el
otro en Ia tierra firme, sobre la península rectangular, apenas a
50 quilómetros de Buenos Aires, río por medio. Desafiando al
poder español en la última frontera occidental y poniendo en pe-
ligro la tranquilidad y aun la subsistencia de aquella pacata y
pobretona "ciudad indiana", llena por entonces de comerciantes,
artesanos, terratenientes y, hasta hombres de armas, portugue-
ses, allí afincados con las facilidades que les diera la unión de
las dos coronas.
PRIMERA Y SEGUNDA FUNDACIONES DE LA COLONIA

1680 y 1683-1705

,En Ia tierra firme, a comienzos de febrero de 1680, Lobo


empezó Ia construcción, en el centro de la mencionada península,
de un fuerte en cuadro (sesenta pasos por cada lado interior)
mirando frontalmente hacia el este (tierra firme), del que se ha-
brían de levantar sólo tres lados o caras, la sur, la este y la norte,
quedando abierto por el oeste.

La construceión no pudo ser más elemental y precaria. Se


abrían las zanjas para foso y la misma tierra se echaba hacia
adentro para formar los volúmenes de las murallas y de los ba-
luartes de los dos ángulos (sureste y noreste). La cara interior
del murallón se reforzaba con una estacada y también con estacas
de madera se reforzaban los parapetos de ios lienzos ¡' baluartes.
Consecuencia de estos tan poco sólidos materiales, llegada la épo-
ca de las lluvias en la región, a partir de abril, vivieron una lucha
continua contra los elementos, que de cada palmo que construÍan
de murallas se les derrumbaban dos, como lo indica Lobo en dra-
mática carta a su Príncipe. Y sólo debido a los elementos desata-
dos, junto a la prisa que, desde el principio les causaron los beli-
cosos aprontes y actitudes del vasco Garro, Gobernador de Bue-
nos Aires, todo aderezad.o con la mala información sobre los
materiales que encontrarian, de que también se queja Lobo, pues
que no le faltaba un buen ingeniero militar que con él estaba, y
excelentes pedreros y carpinteros que, después de hechos prisio-
neros lucieron sus habilidades al servicio del Obispo en Buenos
Aires.
Se completaba el aparejo militar con dos estacadas, verda-
deras "barricadas", que unían los lienzos norte y sur del fuerte
en su tercio anterior o este, con los respectivos perfiles costeros,
L20 REvrsrA DE r,A socrEDAD "AMrcos DE LA An,euool-oclA'

cerrando así el perímetro de la futura población con referencia


a la tierra firme, esto es cortando totalmente la península de
costa a costa. Barricas llenas de tierra ligadas con zatzos y plan-
tas espinosas y grandes estacas de madera de extremo aguzado
en punta, constituían fundamentalmente este cerco (v. Plano 1).
Muy poco resistió toda esta precaria estructura desde el pun-
to de vista militar. El asalto planeado por el santafesino Vera Mu-
jica (designado caudillo por el Gobernador José de Garro) fruc-
tificó en pocas horas entre la noche y la madrugada del 6 al 7
de agosto de 1680. Ni las endebles construcciones militares, ni e}
heroísmo de las tropas portuguesas de infanteúa y caballería (las
traídas del Reino), capitaneadas por Manuel Galváo, aguantaron
el ímpetu guerrero de los tapes de las Misiones Jesuíticas del Alto
Uruguay, Paraná y Paraguay, aguijoneados por la codicia del bo-
tín prometido. Un baño de sangre cubrió la tierra coloniense, más
de doscientos portugueses murieron y otros tantos indios, en
aquella trágica noche.

La primera Colonia había sido abatida y destruida, pero no


había muerto y el proyecto fundador portugués no abortó. Como
el ave mitológica, renaeeút, de sus cenizas. En febrero de 1683,
un mes apenas después de muerto, amargado y enfermo, el
fundador Lobo, en la vecina Buenos Aires, Duarte Teixeira Cha-
ves toma posesión de los vestigios de la plaza y fuerte y comienza
su reconstrucción. Se cumplían de este modo las cláusulas del
Tratado Provisional, firmado en Lisboa en 1681, producto de la
arrogancia de Pedro, Regente de Portugal y de la pusilanimidad
de Carlos II de España.
La nueva ciudad y fuerte estaban limitados en su desarrollo,
a no sobrepasar "ni en calidad ni en tamaño", a lo hecho por Lobo
y destruido por orden de Garro.
Esto habrá de cumplirse a medias. Se levantan otra vez, eÍL
tierra y con estacadas, los tres lienzos del fuerte (sesenta pasos
en cuadro), aunque se les da algo más de altura y de espesor. Las
estacadas o alas que unen a los lienzos laterales con los perfiles
costeros también se hacen mayores y ahora reforzadas con tierra
(fagina). El foso se abre de costa a costa. En el lienzo central
(este) del fuerte se abre un portón con dos puentes levadizos y
rastrillo. (v. Plano 2).
LAMINAS
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Foto de las obras


,\}IQLTITI'CTI]RA }III.ITAR DE LA ANTIGI-TA BANDA OIIIENI",\L I21

La arquitectura civil, tanto privada como pública (ésta es_


pecialmente), es la que algo habrá de mejorar. A despecho de las
cláusulas del Tratado, entre 16g5 y 16g9, se levantan en piedra
y con cal de Río de Janeiro- los templos del Santísimo
Sacramento -traída
(Matriz o Catedral), dentro del recinto del fuerte,
y fuera, la iglesia de la Orden Bra. de San Francisco (hoy mu-
ros que sustentan el faro de la Colonia), sobre el suroeste de la
península.

A pesar de todas las mejoras reseñadas y de la heroica re-


sistencia de ios portugueses, nuevamente caerá la Colonia y será
abatida. Rotas las relaciones entre Portugai y Felipe V de Es-
paña, el Gobernador de Buenos Aires, Alonso de Valdés Inclán,
ia mandó sitiar el 18 de octubre de 1204. El 14 de marzo de 1705,
Itrego de un largo, tenaz y cruento asedio, en que los lusitanos
aguantaron varias embestidas de sus sitiadores y aúrn salieron de
\a plaza a rechazarlos y hostilizarlcs, vista Ia inutilidad de pro-
longar esa angustiosa resistencia, desalojaron y minaron la pla-
za. El 16 entró en ella Vatdés Inclán, ordenando su demolición,
lo que quedó cumplido el 8 de abril.
Pocos meses después, un observador sagaz, un jesuíta que
andaba por esas tierras "a la vaqu eyia,,, da idea de Io efímero
y de poco volumen de aquel establecimiento militar. cnando no
sin ingenuidad afirma, el Hermano Silvestre Gonzárez, qne éste
era su nombre, qne aqr-rellas pequeñas ruinas, tot.rlmente abati-
das, no dan idea cle una "fortaleza inexpugnaltle" ), menos cle
un poderoso puesto militar que )'a llevaba cobi.aclas tantas r-idas
y adquirida tanta fama. sólo los trigales crecidos dan verclacler.a
idea del paso civilizador del hombre en aquellas tierras y resul-
tan como un símbolo.
LA TERCERA COLONIA: 1715 - 1763

El 6 de febrero de 1715 se firmó en Utrecht el Tratado de


Amistad y Paz entre España y Portugal. Por él no sólo se re-
solvió la devolución de la Colonia a los portugueses, sino que,
por primera vez, se reconoció la soberanía lusitana "sobre ella
y su territorio", sin las anteriores limitaciones.
Como consecuencia, el 4 de noviembre del mismo año, tomó
oficialmente posesión del gobierno de la Colonia, el Gobernador
Manuel Gomes Barboza.
Con gran esfuerzo se comenzó la reconstrucción de la ciu-
dad. Extrayendo piedra del lugar, las construcciones civiles y mi-
litares empezaron a adquirir otra prestancia, aunque el trabajo
tuviera toda la rusticidad y aún la relativamente poca resistencia
del simple ripiado de piedra bruta con asiento de barro, o lo que
se llamaba "hormigón" en la época, mezcla de fagina y piedra
(con agregado de cal para darle mayor resistencia), fuertemen-
te compactada.
Un censo del 16 de abril de 1718 da para la Colonia una
población de 1.040 personas.
Será, sólo cuatro años después que la Colonia del Sacramen-
to habrá de encontrar a su arquitecto, en eI más amplio y real
sentido. Quien habrá de soñarla y construirla, dirigirla y pro-
yectarla, sufrir con ella y con ella crecer en dimensión, valori-
zarla e impulsarla al futuro. El 14 de marzo de 1722 tomó pose-
sión del gobierno de la Colonia, Antonio Pedro de Vasconcelos,
Caballero del Hábito de Cristo, quien habría de gobernarla hasta
febrero d.e 1749. Veintisiete años en que se convertirá, como se-
ñalamos, en el verdadero artífice del desarrollo material, econó-
mico, militar, social, comercial y cultural de la población.
Contó con el apoyo de un buen ayudante, de D. Pedro Gomes
de Figueiredo, ingeniero militar, tal como lo señala en carta de
AII,QUITECTUn,A IIILITAR, DE LA á'NTIGUA BANDA OR,IENIIAL L23

1731 a su Rey, el P. Diogo Soares que fuera enviado desde Río


de Janeiro para levantar una planta de la colonia (esto fue lo
que se dijo oficialmente, cuando en realidad lo que venía a hacer
era un plano de toda Ia región). (v. plano B)
Poco a poco, aun con materiales tan precarios como la fa_
gina, la piedra bruta y la cal (mezcladas en hormigón), se fue
transformando a la antigua fortaleza y murailas de Ia colonia
en algo más aparente y sólido, dentro de los principios construc-
tivos y militares de las fortificaciones abaruartadas del tipo
"VAuban".
Hacia 1723 se había construido un fuertecillo o bastión en
Ia punta sur-oeste de la península, cubriendo el vértice mayor de
la misma, éste con muros de piedra y cal que, armado con ocho
cañones y con una capilla dedicada a su santo patrono, dominaba
el pasaje por el río hacia la ensenada. El de San pedro.
Bien pronto, en 7726, otro bastioncillo semejante pero mu_
cho menor se levantó a efectos de controrar ra entrada del puerto,
con dos cañones, su nombre ,,Santa Rita,'.
En definitiva, las construcciones militares de la Colonia,
irasta el momento del rompimiento de hostilidades por parte crel
Gobernador de Buenos Aires, D. Miguel de salcecro, erau, al mar.-
gen de esos dos fortines costeros : el antigno fuerte, ilamaclo ciu-
dadela, siempre con tres caras, recluciclas la noi'te ¡- Ia sul casi
simplemente a los cios bah_rartes, llamados i'espectivameltte, de
San Juan y de San Antonio (o de la Bandera); la cortina entre
estos dos baluartes (cara al este), a la que se había cerraclo el
antiguo portón, abriéndose uno nuevo, con puente levadizo y
durmiente en el ala o lienzo que unía el baluarte de san Antonio
con el perfil costero del sur. Existía otra ala semejante uniendo
el baluarte de San Juan y el perfil costero del norte.
Estas cortinas y baluartes, como indicamos, se habían levan-
tado en fagina y piedra ahogada en la tierra (hormigón), siendo
que a la cortina central del fuerte (este), se le reforzó cubriendo
su cara exterior con piedra de ripio asentada en barro, en sus
dos tercios inferiores.
Las bases o apoyos del puente durmiente eran de piedra y
cal.
124 REvrsrA DE LA socrEDAD "Ar{rcos DE LA ArrQUEoLocrA"

En el interior de la plaza, el recuadro delimitado por el fuer-


te era llamado "Plaza de Armas".
Sobre el costado norte de la ciudad, unos barracones de pie-
dra cal, con techo de tejas, eran conocidos como "Tren de Ar-
y
tillería". Allí se guardaban 3.000 armas de fuego de reserva, aco-
modadas de forma artística en una estructura de madera muy
característica del barroco portugués conocido por "estilo Joáo V",
ésta era la llamada "Casa de Armas".
Terminado en victoria para los portugueses, al haber resis-
tido la plaza el largo asedio, en L'13'1, el sitio de Salcedo, el mis-
mo Gobernador Vasconcellos contando con el asesoramiento y
apoyo del Ingo Br. Joseph da Silva Paes, tomó múltiples y efi-
caces medidas para mejorar las posibilidades militares de la pla-
za y especialmente protegerla de un asalto o ataque desde la tie-
rra firme, es decir desde el este. Así se revistió de piedra tam-
bién la cara exterior de toda la cortina sur (que unía el baluarte
de San Antonio con la costa). En el vértice de ésta y la costa se
construyó un baluartecillo de piedra y cal, llamado de San Mi-
guel, que se prolongaba, mediante una estacada de madera cla-
vada en la roca costera, unos quinientos metros río adentro, a
efectos de evitar la peligrosa aproximación de embarcaciones a
la costa, capaces de intentar un desembarco o un bombardeo.
Otro baluarte mayor, también de piedra y cal, se levantó en el
otro extremo, en el encuentro de la cortina del norte con el per-
fil costero, llamado baluarte "del Carmen". A éste se agregó una
muralla paralela a la costa en dicho perfil norte, que terminaba
en un portoncillo que daba acceso al muelle de madera, sobre
el puerto.
En cuanto al portón principal en la cortina exterior del sur,
se le dotó de un sólido pórtico de piedra labrada, neoclásico, tos-
cano, formado por dos simples pilastras muy fuertes y rematado
por un frontón. Su luz, de dintel en arco escarzano, de 4 por 5
varas. El único ornamento del pórtico, excepción de los remates
de las pilastras y el cornisón del frontón, era el escudo de armas
de Portugal engarzado sobre una gran piedra con una inscrip-
ción contenida en :una característica orla barroca: "Reinando el
Rei D. Joao VN.S., Anno 7745", que da idea de cuándo se ter-
minó esta obra.
-{ITQUITECTLTRA }ÍILITAR DE LA ANTIGI]A BANDA ORIENTAL 1,2ó

Al interior, traspuesto este pórtico, se accedía por un uorre-


dor acodado (para evitar el cañoneo hacia adentro) de paredes
de piedra de ripio con asiento de barro y una bóveda también de
piedra. A la izquierda de este corredor, hacia la mitad del muro,
se abrían dos puertas, contiguas formando parteluz, una de ma-
dera y otra de reja. Daban a un calabozo o celda y a la sala de
guardia. Contiguo a ésta y formando el ángulo interior del co-
rredor, la sala del oficial, y a continuación de ésta, constituyendo
el interior de la muralla, el cuartel, de paredes de piedra y te-
cho de tejas de una agua y caída libre hacia el interior de la
ciudad. El esquema del cuartel se repetía hacia Ia derecha del
portón también.
Poco a poco y en los años subsiguientes se fueron reparando
con piedra de ripio todas las murallas exteriores y baluartes, así
como se hicieron de piedra parte de los parapetos, contiguos al
portón principal y en la cortina del centro.
De este modo quedó la Colonia defendida de los ataques desde
el este (tierra firme) por una muralla corrida de costa a costa,
con foso seco, y cuatro baluartes a saber de norte a sur: del
Carmen, de San Juan, de San Antonio y de San Miguel. T0do
ello en piedra de ripio.
Lo que no llegó a hacerse nunca fue el "rebelin", proyec-
tado en estos momentos, después del sitio de l-7B5-87, y a efectos
de proteger la plaza de los ataques desde tierra firme. (v. pla-
no 4).
No obstante lo señalado hasta aquí, habrá de ser en el breve
intervalo de dominación española, entre 7762 y 1763, once me-
ses, que Colonia, puesta por la visión de Cevallos, indudablemente
uno de los hombres mayores que España mandara al Río de la
Plata, en manos de un ingeniero militar con toda la barba, el
.francés (según probó recientemente el arquitecto argentino Ra-
món Gutiérrez) Jean Barthelemi Hovel (o Havelle), que ha-
biendo estado al servicio de Portugal en la construcción de las
fortificaciones de Río de Janeiro, se encontraba entonces en la
Colonia (Cevallos indica en correspondencia a su rey que lo en-
contró enfermo a la caída d,e la plaza), siendo su misión allí el
mejorar las condiciones de defensa de ésta, con todas las difi-
cultades propias de la guerra y la falta de gente.
726 REvrsrA DE LA socrEDAD '.Al,rrcos DE LA An,euEor-ocrA,'

Contando con la cor,fianza de Cevallos, con gente suficiente


y sin los inconvenientes de los ataques, Hovel (vamos a mante-
ner la grafía de su apellido como aparece en la documentación
de este período) refaerza y mejora los bastiones de San Pedro de
Alcántara y Santa Rita y une a ambos con una cortina de mu-
ralla de piedra y cal que corta la antigua playa del Colegio.
En este lienzo se abre un pequeño portón. Así mismo re-
faerza y hace ganar en altura a toda la muralla sobre tierra fir-
me, de costa a costa, y especialmente la cortina del norte donde
el propio Cevallos abriera brecha con sus cañones y por donde
penetrara a la plaza.
No puede extrañarnos que haya sido Hovel el que, en tan
poco espacio de tiempo haya dado terminación y categoría defi-
nitiva a las fortificaciones de la vieja Colonia, incluso la cortina
desde el fuertecillo de San Pedro de Alcántara, siguiendo el per-
fil de la costa sur hacia el este, hasta un antiguo molino. El mis-
mo se encargará, poco después, de dar a la fortaleza de Santa
Teresa, en Rocha, toda Ia prestancia y valor de arquitectura mi-
litar que se le reconoce y aún hoy admira, a despecho de una
restauración que no respetó íntegralmente lo original. También
contemporáenamente, el cuartel de Dragones de I\{aldonado supo
de su hábil dirección para darle una fisonomía, solidez e impor-
tancia estructural que no había tenido antes.
Y fue valiosa y valedera su opinión, en el percance y ruina
sufridos por la cortina de San Fernando, de la Fortaleza de
Montevideo, obra realizada bajo la dirección de Diego Cardoso
(Juan A. Apolant).
Cevallos mandó demoler las obras nuevas de Colonia al tener
que devolver la plaza, pero sólo se hizo parcialmente.
De este modo dejó profunda e importante huella en nuestro
territorio, en las obras de mayor volumen e interés en materia
de arquitectura militar, este discípulo de Vauban que puesto al
servicio de Portugal, transformó su apellido anglificándolo, para
no despetar sospechas de espía cuando trabajó en Río de Janeiro
(y antes en Lisboa), puesto que Francia era aliada de la España
de los Borbones e Inglaterra el tradicional aliado de los lusos.
DESCRIPCCION DE LAS CONSTRUCCIONES DE
ARQUITECTURA MILITAR EXISTENTES EN
LA COLONIA DEL SACRAMENTO EN EL
ULTIMO TERCIO DEL SIGLO XYIII

Luego de todo el largo proceso que hemos reseñado en las


páginas anteriores, vamos a dar ahora una descripción minuciosa
de ]as construcciones militares de ia Colonia en el úritimo tercio
ilel siglo XVIII, basándonos fundamentalmente, en el plano que
Ievantara por orden de Cevallos, a fines de 1763, ei hrg'' Juan
Bartolomé Hovel, una copia de época del cual se encuentra ell
poder de la Intendencia Municipal de Colonia (Museo) y que es
el mejor hasta ahora conocido, no sólo por la prolijidad y exac-
titud de su planta, sino por sus cortes, perfiles y alzados, tam-
bién de considerable precisión y de indudable utilidad en las
obras de preservación, descubrimiento arqueológico y restauración
(con reconstrucciones parciales), iniciadas en 1969 por el Con-
sejo Ejecutivo Honorario de las Obras de Preservación y Re-
construcción de Ia Antigua Colonia clel Sacramento y que se con-
tinúan a esta fecha. (v. Plano 5).
Empezaremos por el costado este de la plaza, su frente prin-
cipal, que era el que la separaba y defendía de los ataques desde
tierra firme, habida cuenta que se trata de una penínsuia (casi
cuadrada, de unas 6 x 5 cuadras o manzanas) que se orienta,
precisamente, de este a oeste.
El amurallamiento, después de los cambios que hicieron
abandonar la idea de mantener un fuerte central de cuatro ba-
luartes, se transformó en un auténtico hornaveque, es decir en
un frente abaluartado, constituido por dos medios baluartes uni-
dos por su respectiva cortina y del saliente de los baluartes par-
ten dos alas o líneas rectas de diversa longitud. La variante que
aquí se da es que en cada extremo de estas alas hay otro baluarte.
728 R.EvrsrA DE r,A socrEDAD .,Atrreos DE LA ArreuEor,ocrA',

Veámoslo en detalle, de sur a norte: contra la costa está


el baluartecillo de San Miguel (marcado en el plano con la le-
tra Q), (v. ampliación 1) verdadera bateria a barbeta. Tanto
su planta como el corte 1-2, visto en alzado, dan idea de esa ca-
racterística, es decir que el parapeto que se levanta sobre la es-
carpa de la muralla, no posee ni troneras ni merlones y que la
artillería se eolocaba allí descubierta sobre el terraplén y dirigi-
da libremente hacia donde se consideraba necesario. Su figura,
casi cuadrada, con dos ángulos romos contra la costa. Se elevaba
usando como cimiento las rocas de ésta, construido en piedra de
ripio y cal, sin estribo. El terraplén era más bajo que el del ala
sur del hornaveque.
Esta ala, era una verdadera cortina, constituida por un cuer-
po perfecto, esto es: escarpa (de piedra de ripio con asiento de
barro, sobre estribo), terraplén de tierra (con costillas interio-
res de piedra de ripio) y contramuralla, también de piedra ripia-
da y barro. Con cordón y parapeto. El parapeto, en este tiempo
(último tercio del siglo XVIII) era también de piedra. La con-
tramuralla era el respaldo o pared del fondo de los cuarteles (R),
con techo de tejas de una sola agua (hacia el interior de la pla-
za) y caída libre. Todo lo cual lo muestra perfectamente el eorte
y su alzado, 3-4. (v. ampliación 2).
En el centro de esta ala se abrÍa el portón principal de la
ciudad y en verdad su única entrada por tierra. Con un pórtico
de piedra de sobrio y diríamos, castrense (v. fotografía de las
obras), estilo toscano ya hemos descrito- su frontón
-que
se recostaba y dibujaba contra un fuerte parapeto de figura rec-
tangular, que protegía de las balas a Ia bóveda encañonada, tam-
bién de piedra, y tal vez servía, simultáneamente, para ocultar,
cuando estaba elevado, el rastrillo u órgano, que caería en caso
de peligro, para cerrar el corredor, inmediatamente antes de las
salas de guardia. Digamos ahora, además, que la luz de este pór-
tico (que siguiendo fielmente una norma clásica, era de 4x5 va-
ras), la cerraba por dentro una puerta de doble hoja, sobre gon-
ces verticales, empotrados en piso y ménsula del abovedado, puerta
construida en fuertes tablones, unidos por vigas, con gruesa cla-
vaz6n y reforzada en su cara exterior con planchuelas o fajas
de hierro. Y por fuera se contracerraba con un tablero, levadizo,
cuyo eje giraba sobre dos charnelas de piedra que servían de
ARQUITECTURA MII,ITAR DEI LA ANTIGUA BANDA ORIENTAL I29

base a las pilastras del pórtico. Este tablero, que como la puerta
era de tablones con fuertes refuerzos de hierro, apoyaba (cuando
estaba descendido) sobre el primer pilar (de doble ancho a los
demás) del llamado puente durmiente. Los pilares (en total de
cinco) eran de piedra bruta, ripiada con asiento de cal fuerte y
forma de paralelepípedos (de base rectangular) y caras princi-
pales inclinadas o escarpadas.
El foso era foso
seco, de unos treinta metros de ancho frente
a esta ala, con una pequeña contraescarpa de piedra ripiada y
glacis. Por lo menos junto a la unión del puente durmiente con
el camino exterior, de acuerdo con los hallazgos arqueológicos,
existió una suerte de camino cubierto, de unos tres metros de
ancho, o algo menos, con parapeto de piedra ripiada con asiento
de barro, pero sin explanada.
En general todo lo que hemos descrito, ha podido ser proba-
do por las obras de descubrimiento arqueológico y ha sido objeto
de obras de preservación, restauración y, como en el caso de esta
cortina del ala sur y el puente y puerta de la ciudad, de recons-
trucción parcial. (v. foto de las obras).
Como antes indicamos, nunca se llegó a construir el "reve-
llín" que proyectara da Silva Paes hacia 1737.
El piso del puente durmiente era de fuerte tablazón unida
y sostenida por muy gruesas vigas y un típico barandal, también
de madera (todo esto ha sido reconstruido). No tenía pavimento
(o sea empedrado sobre la madera).
En el parapeto de esta ala, entre la batería de San Miguel
y el pórtico, había una tronera, precisamente en el tercio más
cercano al pórtico (por donde pasa el corte 3-4). También pasa-
ba sobre la contramuralla y desde el interior de la plaza, una
rampa para subir las piezas de artillería y la tropa en caso de
ataque.
No vamos a referirnos ahora a las salas de guardia de las
que ya dimos idea con anterioridad. Quedaría por decir que el
corredor era acodado y que en su lado izquierdo, de adentro ha-
cia afuera, junto a 1o que podríamos considerar el pórtico inte-
rior (que en verdad no le había como tal), había una escalera
para subir al terraplén.
I
130 n.EvrsrA DE r,A socrEDAD "AMrGos DE LA ¿.ReuEor,ocrA"

En la cortina de esta ala sur, pero entre el pórtico y el


flanco sur del medio-baluarte de San Antonio, había cuatro tro-
neras, separadas entre sí por tres merlones y en seguida una ga-
rita, todo de sur a norte.
Elconocido como baluarte o bastión de San Antonio (en
verdad medio-baluarte por su configuración arquitectónica), lla-
mado de la bandera (B), por ser allí que se levantaba el mástil
para el pabellón, tal como lo demuestra la planta y el corte con
su alzado (5-6), estaba formado por una cara, que daba al este,
y dos flancos (sur y norte). En la cara, en su parapeto, se
abrían cuatro troneras, separadas por tres merlones, en el flanco
sur tres troneras con dos merlones y en el norte, dos troneras
con un merlón. (v. Ampliación 3).
La escarpa de la cortina era, en sus dos tercios inferiores
de piedra y cal, apoyada en un grueso estribo, el tercio superior,
formando parte de la masa del terraplén en tierra (fagina)
fuertemente apisonada con mezcia de piedra (hormigón) y el pa-
rapeto de 1o mismo, aunque tal vez más tarde se hizo de piedra.
Dada Ia relativa endeblez de estas obras, otras dos líneas de pa-
rapetos, sobre el terraplén, sucesivas hacia el interior, protegían
a los artilleros, según se marca en el plano.
También en el baluarte la contramuralla era de piedra con
asiento de barro y la constituian los fondos de los cuarteles. Parte
de esta contramuralla y de las paredes de estos cuarteles, corres-
pondientes al baluarte "de la Bandera", fueron descubiertos en
escavaciones arqueológicas por eI Consejo Ejecutivo Honorario,
objeto de restauros parciales y consolidaciones y dejados al des-
cubierto y en valor en el espacio urbano que se ordenó y se lla-
ma, precisamente hoy, Plazuela del Bastión de la Bandera.
Una rampa trepaba también esta contramuralla y servía
para acceder desde ia vieja Plaza de Armas al terraplén del
bastión.
Siguiendo por orden, la cortina entre los dos baluartes, con-
servaba las mismas características constructivas, sólo que, prác-
ticamente era una muralla, casi sin terraplén, apenas un camino
(ronda), permitía la circulación por detrás del parapeto, siendo
que la contramuralla quedaba casi adherida al cuerpo o escarpa
.\P.QI]ITECTURA MII,ITAR DE I]A ANTIGUA BANDA ORIENTAL 131

-re la cortina. Casi al centro de esta cortina se abría una poterna,


l,uertecita de emergencia, con salida al fondo del foso seco.
El otro medio baluarte, el del norte, llamado "de San Juan",
:-:--a como el de San Antonio, una cata al este, en cuyo parapeto
:.,.'-¿r cuatro troneras y tres merlones entre ellas, un flanco al
-,.r'. con dos troneras y un merlón en su parapeto, y otro, de
.:.g-ilo redondeado y obtuso, al norte, teniendo en el parapeto,
..r.:-, troneras y cuatro merlones. En todo lo demás, salvo en su
-,..r-:a que era algo mayor, (según lo muestra el plano y el corte

--.,:.1-as de acceso eL vez de una. (v. Ampliación 5).


trl ala que unía este medio-baluarte con el del Carmen, es-
-,.'¿r,constituida por una cortina de cuerpo perfecto, con escarpa,
-=rlaplén y contramuralla (que era también los fondos de los
- .rarteles) . La muralla era de piedra de ripio y cal, esto después
.r¿ la brecha d.e 1762, pues antes era de fagina.

Frente a esta cortina el foso era mucho más ancho (tenía


:rás de cincuenta metros de la escarpa a la contraescarpa). La
r:)rltraescarpa era fuerte y de piedra y glacis. El parapeto de
esta cortina no tenia ni troneras ni merlones.
Casi en su ángulo con el flanco del baluarte del Carmen,
tenía una poterna.
El baluarte del Carmen (este sí un verdadero baluarte), era
c1eplanta romboidal, con dos caras, al norte ¡- al oeste, escarpa-
das sobre las rocas costeras, y otra principal, al este ,v un flanco
al sur. En los ángulos sur-este y nor-este, dos garitas. El terra-
plén, era más bajo que el del ala del norte. En el parapeto de la
cara principal (del este) se abrían seis troneras y entre ellas
se formaban cinco merlones, y en el flanco (sur), el parapeto
tenía tres troneras y dos merlones.
Un muro corrido (de piedra de ripio) continuaba su cara
del oeste sobre el perfil de la costa norte. En este muro se abría
una poterna (G) y una puerta (H), ésta con pórtico de piedra,
que daba al muelle o embarcadero. Siguiendo ese perfil norte de
la costa, un pequeño baluarte (en realidad una batería a bar-
beta), Ilamado "del Tambor", con una cara principal al norte y
132 n,EvrsrA DE r-A socrEDAD "Amrcos DE r,A An,euEor-ocrA"

dos pequeños flancos, al este el menor y el otro, algo mayor, aI


oeste.

Indicado con el signo &, en el plano, el llamado "tren de


artillería" o almacén de armas.
Finalmente, con las letras M y N, se señala el bastión o
fuerte de San Pedro de Alcántara, a que ya nos hemos referido.
Era su muralla de piedra de ripio con cal, escarpada y for-
mando su escarpa misma, corrida, el parapeto, esto es sin cordón.
El terraplén constituido por el nivel interior de Ia plaza. Con la
letra M, se señala en el plano la capilla dedicada a su santo pa-
trono, de planta circular. Con la N se indica un viejo molino
de viento. En el ángulo suroeste del bastión, una garita.
Una muralla o cortina de piedra se había construido a efec-
tos de unir este fuerte con el de Santa Rita (señalado con la le-
tra K y semejante a él en las características de su estructura).
Esta muralla cortaba la playa, llamada del Colegio pues en sus
proximidades, hasta la expulsión, existió ailí un colegio de Je-
suítas, el más antiguo establecimiento educacional del país, de-
nominado de San Francisco Xavier, en honra del más grande
predicador de Ia orden en las tierras descubiertas por Portugal
en las Indias Orientales, China y Japón.
El fuertecillo de Santa Rita era realmente un medio-baluar-
te, con un¿ cara al oeste y dos flancos (al sur y al norte) redon-
deados los ángulos entre cara y flancos.

Un ala prolongaba este medio-baluarte hasta unirlo con el


perfil de la costa norte de la península.
Los dos fuertes costeros (San Pedro de Alcántara y Santa
Rita) a barbeta, sin troneras ni merlones.

FERNANDO O. ASSUNQÁO
Presidente del Consejo
Ejecutivo Honorario de las Obras de
Preservacióny Reconstrucción de la
Antigua Colonia del Sacramento.
Miembro Correspondiente de la Academia
de Ia Historia argentina.
.{RQUITECTURA }IILITAR DE IJA AN?IGUA BANDA ORIENT.C.L 133

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..LA MEDALLA DEL PRESO2'

Raúl Santiago Acosta y Lara

Existió la costumbre, a fines del siglo pasado y principios del


actual, de usar unida al reloj de bolsillo una cinta de seda negra
con una medalla, amuleto u otro objeto de metal.
Epoca de usar chaleco, aún por la gente de humilde extrac-
ción, en el bolsillo del mismo se usaba el reloj y colgando fuera
de é1, la cinta y su colgante.
Existen en nuestro medio unas medallas de bronce grabadas
que, presumiblemente tuvieron el uso anotado.
A pesar de la diversidad de diseños tienen muchos rasgos en
común.
En primer lugar son todas de bronce o latón de un espesor
de 0,8 mm a 2,5 mm, los diámetros valt de 23,2 mm a 88 mm.
El contorno, que inclu¡'e Lln al'o cle suspensión con algunos
adornos siempre del mismo estilo, ha siclo calaclo con singular
maestría.
Generalmente llevan grabadas iniciales, lo que demuestra su
caráctet personaly de homenaje. Algunas leyendas así lo acre-
ditan.
Es motivo de muchas de ellas el escudo nacional que, siempre
es del modelo de 1829, 1o que hace presumir que estas piezas
fueron realizadas antes de 1906 año en que se decretaron las mo-
dificaciones del escudo a su actual diseño.
Tradición oral familiar atribuyen a estas piezas una muy
particular historia.
136 lrlrvrsrA Drl r,-A. socIIrDAD "AlIIGos D-o L.'\ ARQUEoLoGT-\"

Ellas habrían sido fabricadas en el "Taller Nacional" creado


en el tiempo del Coronel Latorre para rehabilitar a los presos.
En ese taller, ubicado en el predio de San José y Yi, donde
actualmente funciona la Jefatura de Policia de Montevideo, los
presos tealizaban trabaios remunerados aprendiendo oficios que
les sirvieran como medio de vida luego de su liberación. Fue allí
donde se tallaron los adoquines de granito que pavimentaron a
Montevideo.

La fue pródiga en bandas militares en


época que nos ocupa
las cuales los platillos ocupaban importante puesto. Es sabido
que estos instrumentos se rajan fácilmente perdiendo todas sus
condiciones sonoras, cuando esto sucedía ellos habrían servido de
materia prima para la confección de estas medallas, de ser exac-
ta esta tradición se explicaría la similitud de metal y espesor
en ellas.
El preso, fundamentalmente el de baja extracción social y
perteneciente a la "mala vida", estaba necesariamente buscando
permanentemente ayuda para aliviar slr pena a través de influen-
cias frente a caudillos y personajes de importancia.
Como medio de granjearse simpatías o agradecer favores fa-
bricaba y dedicaba esa medalla, como lo acreditan algunas de
las inscripciones grabadas etr elias.
A su vez para el "guapo", para el "compadrito", para el
caudillo seccional, habría constituido un honor el lucir unida a
l¿ cinta negra esta la "medalla del preso".
Hay en todas ellas una similitud de estilo, una cierta seme-
janza en los grabados, a pesar de ser algunas mucho más elabo-
rac.las qne ctras.

Pensamos que no fueron muchas nranos ¿listintas las que las


hicieron. Es posible que existieran presos que se especializaron en
esa arte:-ranía y que ejecutaron los trabajos por enc?-rgue de otros
reclusos.
Adjuntamos a este texto algunas fotografías que ilustrarán
kiien de ios aspectos artísticos anotados y una lista descriptiva de
Lls me¿iailas que posemos en nuestra colección.
..LA IIEDALLA DEL PR'DSO'' 137

El tema está abierto al análisis de aquellos que, como el que


escribe, gusta de todo lo que unido al sabor del terruño trae nos-
tálgicos recuerdos del pasado.
Damos a continuación la lista de las medallas "del preso"
que figuran en nuestra colección.
Se ha designado eomo anverso (A) la cara con el motivo
de más jerarquía y el reverso (R) Ia otra.
1) Diámetro 38 mm, espesor 1,3 mm, A) NACIO 5 DE AGOS-
TO 1897, F 1\,I entrelazad.as y caladas.
2) Diámetro 35,4 mm, espesor 2,5 mm, A) Escudo Nacional,
R) Rollo con las iniciales I\{ A, ramas y flecha.
3) Diámetro 34,8 mm, espesor 1,8 mm, A) Escudo Nacional,
R) iniciales M N ramas y estrella de seis puntas.
,1) Diámetro 35 mm, espesor 1,5 mm, A) Escudo Nacional, R)
iniciales A B en fondo punteado.
5) Diámetro 33,4 mm, espesor 1,2 mm, A) Escudo Nacional
rodeado de la leyenda "A MI GENEROSO PROTECTOR",
R) iniciales P P rodeadas de la leyenda "RECOGE EL QUE
SIEMBRA".
6) Diámetro 34 mm, espesor 1 mm, A) Escudo Nacional, R)
busto del General Máximo Santos toscamente grabado, ro-
deado de ia leyenda "CAPITAI{ GENERAL 1\{xmo. SAN-
ros".
7) Diámetro 34,6 mm, espe,qor 1,6 mm, A) Escltcio cle Esparia
(Reino) rodeado de ramas, R) iniciales R \ rocleadas de
una orla de volutas.
8) Diámetro 34,5 mm, espesor 0,8 mm, A) Escudo Nacional
rodeado de una gráfila de puntos, R) iniciales C A rodea-
clas de un grabado de motivos curvilíneos.
9) Diámetro 32 mm, espesor 1,5 mm, A) Escudo Nacional, R)
iniciales C I en un óvalo, ave estilizada.
1A) Diárnetro 33 mm, espesor 1,5 mm, A) cruz estiiizada calada,
R) idem.
11) Diámetro 30 mm, espesor 1,3 mm, A) Escudo Nacional, R)
iniciales E V rodeadas de una guarda de dibujos curvos.
138 REvrsrA DE LA socrEDAD '.Atrrcos DE LA AReüEoLocrA,,

12) Diámetro 29,5 mm, espesor 1,8 mm, A) Escudo Nacional,


R) Escudo de España (Real).
13) Diámetro 30,7 mm, espesor 1,5 mm, A) Busto del General
Rivera rodeado de una guarda con la leyenda "VIVA EL
PARTIDO COLORADO", R) Busto del General Flores ro-
deado de una guarda con dibujos curvos.

74) Diámetro 30,3 mm, espesor 1,1 mm, A) Eseudo l.[acional,


R) dos manos unidas dentro de un dibujo rectilíneo.
15) Diámetro 31 mm, espesor 1,1 mm, A) Escudo Nacional en
fondo reticulado, R) iniciales M G.

16) Diámetro 30,7 mm, espesor 1,5 mm, A) Escudo Nacional,


R) iniciales D I.{ B.

17) Diámetro 30 mm, espesor 1,4 mm, A) Escudo Nacional,


R) iniciales E L.
18) Diámetro 29,7 mm, espesor 1 mm, A) Escudo I'{acional, R)
iniciales A G rodeadas de una guarda de dibujos curvilíneos.

19) Diámetro 27,5 mm, espesor 1,6 mm, A) Escudo Nacional,


R) iniciales F R en fondo reticulado.
20) Diámetro 29 mm, espesor 1,5 mm, A) Escudo Nacional, R)
alegoría musical con guitarra,lira, y rollo de papel (sin ini-
ciales).

2l) Diámetro 28 mm, espesor 1,1 mm, A) dos manos unidas


rodeadas de cuatro flores estilizadas, todo en fondo reticu-
lado, R) liso con borde restonado (sin iniciales).

22) Diámetro 27 mm, espesor 1,1 mm, A) corazón cruz y ancla


(¿Fé, Esperanza y Caridad?) con hoias estilizadas, todo en
fondo reticulado, R) flores estilizadas en fondo reticulado.
23) Diámetro 24,8 mm, espesor 1 mm, A) Escudo Nacional, R)
iniciales J L.
24) Diámetro 23,2 mm, espesor 1,1 mm, A) Escudo Nacional,
R) iniciales Y S.
ñ,
i,^ |

13
1

I
7
12

1 7 l5
C

1,

11
ANALISIS DE ALGUNAS CGTUMBRES FUNERARIAS EN
EGIPIO EN LOS PERIODOS PREDINASTICO Y ARCAICO.
(Informe preliminar)

JUAN JOST) CASTII,LOS

En las últimas tres décadas se ha intensificado notablemen-


te la aplicación de la estadística a los estudios arqueológicos con
el resultado de que las interpretaciones, libradas en el pasado a
los enfoques subjetivos de cada excavador, hoy en día resultan a
menudo de cuidadosas evaluaciones numéricas 1.

Tal tipo de aproximación al material arqueológico, aplicado


con prudencia y con una buena dosis de sentido común, ha resul-
tado ser de gran utilidad en la clasificación tipológica de material
lítico, cerámica, objetos de adorno y prácticamente todas las
diversas categorías de ítems hallados en el curso de una excava-
ción, así como para Ia verificación de su eventual difusión y la
continuidad en el uso en una determinada zona geográfica.
En trgipto, lamentablemente, la investigación arqueológica
ha estado casi siempre en manos de especialistas con una forma-
ción de tipo humanista, preclispnestos a desconfiar de cualquier
intento de aplicar a su disciplina los métodos rigurosos de las
ciencias exactas. Sir W. ]I. F. Petrie, O. H. }I¡-er.s ¡- otlos, quie-
nes intentaron con variado éxito introducir Ia estaclÍstica en la
Egiptología 2, tuvieron que enfrentarse no pocas veces a la in-
comprensión, cuando no, a la cerrada oposición de Ia mayoría de
sus colegas.

Qaizá nos resulte menos difÍcil comprender tal actitud nega-


tiva si tomamos en cuenta que Ia misma se originaba tanto en
el exagerado entusiasmo por parte de los pioneros de la estadís-
tica arqueológica quienes se aventuraron frecuentemente dema-
siado lejos en sus conclusiones, como en la incesante campaña de
ciertos grupos de ocultistas inspirados en las teorías del astróno-
mo escocés Piazzi Smith según las cuales la mayor de las tres
142 nEvrsrA DE LA socrEDAD ..AMrcos DE tA AReuEoLoGrA',

pirámides de Guizéh sería un monumento de gran significación ma-


temática y astronómica. La imprudencia de los primeros y las
desacreditadas aunque insistentes afirmaciones de los segundos,
han dado por resultado un general escepticismo ante cualquier
teoría basada principalmente en evaluaciones numéricas.
Si bien esta situación no ha obstaculizado el progreso de las
investigaciones históricas propiamente dichas, donde las innu-
merables estelas, bajorrelieves y papiros aportan una serie de
datos que cubren todos los aspectos de la civilización egipcia, los
prehistoriadores, obligados a reconstruir un cuadro en esencia no
menos complejo básicamente a partir de huesos, cerámica y uten-
silios líticos, no pueden darse el lujo de prescindir de un tipo de
aproximación que les permite extraer la mayor cantidad de in-
formación de los objetos descubiertos.
Para eI lector no familiarizado con el tema, diremos que en
todos estos cementerios pre- y protodinásticos las tumbas eran
por lo general simples fosas de forma y tamaño variable, rela-
tivamente poco profundas, en las cuales los cadáveres se deposi-
taban en la posición denominada embrionaria o fetal, usualmente
con la eabeza apuntando hacia el Sur o hacia el Norte (aunque
como veremos el curso del río Nilo en cada localidad parece haber
sido el criterio determinante), sobre el costado izquierdo y por 'o
tanto, con la cara mirando al Oeste o aI Este.
Hacia fines del Predinástico Medio (Amraciense o Naqada I)
comienzan a aparecer en las tumbas ataúdes de madera los que
sustituyen poco a poco a las simples esteras o pieles en las que
anteriormente eran envueltos la mayoría de los cuerpos.
En el Predinástico Reciente (Gerzeense o Naqada II) algu-
nas de las tumbas son excavadas según un plan ligeramente más
complejo incluyendo compartimientos y, ocasionalmente, sus mis-
mas paredes eran revestidas de ladrillos. Es recién en pleno Pro-
todinástico que aparecen las grandes tumbas pertenecientes a reyes
y altos funcionarios, de diseño más complicado, las que delibera-
damente hemos pasado por alto en nuestras evaluaciones debido a
sus especiales características y cuyo análisis requiere un distinto
tipo de aproximación.
\[. Kaiser llamó la atención en un artículo publicado en
1956 3 acerca de la necesidad de emprender un estudio sistemá-
COSTUMBRES F'UNER,AN,IAS EN EGIPTT-) 143

tico de los cementerios predinásticos egipcios donde un total de


aproximadamente 15.000 tumbas excavadas en la primera mitad
del siglo XX aguardan todavía a los investigadores que deberán
ordenar e interpretar la enorme cantidad de material expuesto.
El sistema de las "Sequence Da,tes" elaborado por Petrie hace
ya más de setenta años a con la finalidad de establecer una cro-
nología relativa basada en Ia evolución de un cierto tipo de vasos,
ha sido justamente criticado desde varios ángulos 5 pero continúa
vigente debido a que nadie hasta el momento ha logrado susti-
tuirlo por un sistema más satisfactorio. Lo mismo puede decirse
de su clasificación de la cerámica egipcia prehistórica donde sus
criterios variaron de la decoración pintada a consideraciones de
índole cronológica y de la forma de los vasos a la técnica de
cocción empleada, sin un principio rector definido.
En otro orden de cosas, se hacía sentir Ia carencia de un
estudio de conjunto sobre las costumbres funerarias en los pe-
ríodos Predinástico y Arcaico, trabajo que sólo ha sido llevado a
cabo con éxito sobre un determinado aspecto solamente 6 o sobre
una época posterior ?.

La finalidad de la tarea que hemos emprendido es pues tratar


cie establecer determinadas relaciones y coincidencias entre las
diversas necrópolis pre- y protohistóricas en Egipto las que vin-
cularemos oportunamente con las creencias y costumbres de la
época histórica en un intento por ofrecer un cuadro coherente
que registre Ia evolución en Lino Lr otro sentido de las prácticas
funerarias. En el curso de nuestro trabajo hemos recogido asi-
mismo otro tipo de información tal como la mortalidad o el
predominio numérico del elemento masculino o femenino en la
población que resultarán sin duda de interés para el historiador.
El rnétodo que utilizamos en nuestra primera evaluación 8
es el siguiente: 231 fichas, una para cada tumba, fueron pre-
paradas conteniendo cada una de ellas los datos considerados
esenciales como, por ejemplo, el número de la tumba, sa condicíón
(intacta o violada) , las d'imensiones de la misma, el número de
objetos hallados, depositados originalmente como ofrenda para
uso del difunto en su vida ultraterrena, la presenc'io o ausencia
de un ataúd,la orí,entaci,ón del cadáver y finalmente, el seno y la
edad aprorimada del ocupante en el momento de morir.
L44 REvrsrA DEr LA socrEDAD "Alrrcos Dr: LA AReuEoLocrA"

Todos estos datos fueron consignados en forma de totales


para cada categoría y denominados estimaciones i,ndiaiduales. Asi,
para el número de objetos hallados, la presencia o ausencia de
un ataúd y la orientación de los cadáveres respectivamente obtu-
vimos las siguientes cifras e:

0 a 10 objetos Mrás de 10 objetos Total


92 13 105
88% t2% 100%

Presencia de ataúd Ausencia de ataúd Total


43 62 105
41% 5s% L00%

Cara al Oeste Cara al Este Total


96 20 116
83% 17% LoÜ%

A continuación procedimos a considerar cada una de las ca-


tegorías arriba mencionadas relacionándolas con cad¿ una de las
restantes en lo que decidimos denominar esti,maciones binarias.
Por ejemplo en el caso del número de objetos hallados uersus la
presencia o ausencia de un ataúd en tumbas intactas, obtuvimos
las siguientes cifras:

0 a 10 obietos
Presencia de ataúd Ausencia de ataúd Total
34 58 92
37% 63% toÜ%

Mrás de l0 objetos
9 4 13
6s% 3L% t00%

Luego de efectuada la totalidad de las estimaciones indivi-


duales y binarias, proeedimos a extraer las conclusiones permisi-
bles en cada caso.
El procedimiento descrito en los párrafos anteriores fue re-
petido por el autor, con alguna que otra vari¿nte a efectos de
COSI'U}IBIIES FUNER,AR,IAS EN EGIPTO 145

adaptar el método al tipo de información contenido en las respec-


tivas publicaciones, a otros seis cementerios pre- y protodinásti-
cos 10 con 1o cual el total de tumbas analizadas hasta el momento
presente se eleva a 7.L42.
Proporcionamos a continuación algunas de nuestras conclu-
siones cuya validez ha sido confirmada, prácticamente, para la to-
talidad de los cementerios considerados.
En lo que respecta a la forma, al tamaño, a la riqueza en ob-
jetos y a la presencia o ausencia de un ataúd en las tumbas, pu-
dimos verificar que existe una relación estrecha entre la forma
rectangular, con la dimensión mayor así como con la gran canti-
dad de objetos depositados y la presencia de un ataúd; o sea, que
cada una de las variables mencionadas, es un indicador bastante
seguro de la riqueza d,el o la ocupante y probablemente, de su
jerarquía social y prestigio individual.
Los niños, eran en este sentido, los menos favorecidos ya que
ocupaban por lo general pequeñas tumbas redondas u ovales;
poseían muy pocos objetos o estaban privados de ellos y no eran
enterrados en ataúd. Entre los adultos, los hombres ocupaban un
mayor número de tumbas de grandes dimensiones (rectangulares)
pero las mujeres compensaban esta desventaja siendo enterradas
más frecuentemente en un ataúd y contando con un mayor por-
centaje de tumbas conteniendo diez o más objetos. Tomando en
cuenta Ia edad aproximada de los ocupantes, adultos jóvenes (13
a 20 años de edad), aparecen como los más favorecidos en estos
aspectos.
Hemos verificado asimismo que las mujeres eran enterradas
mirando al Oeste con más frecuencia que los hombres, ya que
éstos solían serlo mirando al Este. Tanto unos como otros eran
enterrados generalmente con el eje mayor de su cuerpo paralelo
al curso del Nilo. ¿Es posible que estemos aquÍ constatando la
existencia de un culto solar predominante entre los hombres y
un culto que sería el germen del osiriano posterior, difundido
mayormente entre las mujeres? No nos es posible extendernos
mucho aquí sobre la orientación de los cadáveres ya que cualquier
intento de explicación plantea tales y tan complejos problemas
que se hace aconsejable el esperar hasta la finalización de nues-
tras evaluaciones 11.
146 Rn\.rs:rA r)!) LA s()(-'TDDAD "Af,i1cos DE T.,.\ AneII¡roLoGrA"

La mortalidad, representada por el número de individuos en


cada uno de los siguientes intervalos de años de edad: 0-2; 5-8;
9-12; 13-16; t7-20; 2l-24; 25-29; 30-39; 40-49 y 50-60 parece
haber sido mayor para niños muy pequeños (0 a 2 años) con un
descenso brusco de la misma luego de tal intervalo. Aumenta ella
a continuación, hasta alcanzat un nuevo máximo para jóvenes
adultos (hombres entre 17 y 20 años; mujeres entre 13 y 20
años) y después vuelve a decrecer. El progresivo aumento obser-
vable luego de los 30 años puede ser explicado por el proceso
natural de envejecimiento. En el caso de los jóvenes de uno y
otro sexo, las peligrosas ocupaciones de la caza y la guerra pue-
den dar cuenta del deceso de tantos hombres jóvenes en tanto
que para las mujeres, el posible hecho de contraer matrimonio a
una temprana edad y los consiguientes embarazos con los riesgos
que los mismos implicaban en tan remota época, constituyen una
explicación razonable.
Los resultados obtenidos son pues alentadores y de ser con-
firmados para los restantes cementerios que nos falta analizar,
ello nos permitirá extendernos en consideraciones que en el mo-
mento actual serían quizá indebidamente prematuras.

NOTAS
1. M. J. Moroney, "X'acts from figures", Harrnondsworth, 1956; A. C.
Spaulding, "statiscal techniques for the study of artifact types", Arne-
rican Antiquity 18, Ns 4, Abril de 1953; D. J. Tugby, "Archaeology
and Statistics", etr Brothrvell and Higgs, "Science in Archaeology",,
Leipzig,1969.
2. W. NI. tr'. Petrie, "Inductive Metrology", London, 1877; O. H. Myers'
"Some applications of Statistics to Archaeology", Cairo, 1950.
3. IM. Kaiser, "Stand und probleme dar ágyptischen Vorgeschichtsfors-
chung", Zeitschrift für ágyptische Sprache und Altertumskunde,
8d.81,1956.
4. W. !L tr'. Petrie, "Diospolis Parva", London, 1901.
5. W. Kaiser, op. cit., p. 91 y sig.; A. Scharff, "Abusir el-Nleleq", 1926
(Reirnpr. Osnabrück, 1969), P.71 y sig.; E. J. Baumgartel, "The
cultures of Predynastic Egypt", I, Oxford, 2a ed., 1955, p. 40 y sig.
6 . G. A. Reisner, "The development of the Egyptian tomb down to the
accession of Cheops", Cambridge, 1936.
COSTUIIBI{ES FUNERARIAS EN EGIPTO 147

?. J. Garstang, "The burial customs of Ancient Egypt as ilustrated by


tombs of the Midle Kingdom", London, 1907.
8 . J. J. Castillos, "An analysis of the tombs in a X'irst Dynasty cemete-
ry at Sakkara" en "Newsletter", revista de Ia "Society for the study
of Egiptian antiquities" de Toronto, Vol. VI, Ne 4, Julio tle 1976. Este
cementerio fue publicado por R. Macramallah en 1940 en Cairo baio
el titulo "Un cimetiére archaique de la classe moyenne du peuple á
Saqqara".
9. Las dos primeras evaluaciones se efectuaron tomando en cuenta so-
lamente las tumbas intactas, ésto es,105 en un total de 231.
10. J. J. Castillos, "An analysis of the tombs in cemeteries 1300 antl
1400 - 1500 at Armant"; "An analysis of the Predynastic cemeteries
E and U and the First Dynasty cemetery S at Abydos"; "An analysis
of the tombs in the Predynastic cemetery N 7000 at Naga-ed-Dér"
(manuscritos inéditos a publicarse próximamente).
11. G. A. R.eisner por ejemplo, eri su obra sobre la evolución de la tumba
egipcia mencionada más arriba, opinó que los cadáveres eran deposi-
tados mirando hacia ta tabla de ofrendas presumiblemente existente
en la superestructura y en el caso de tumbas subsidiarias, mirando
hacia la tumba principal.
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2
I
1) Tumba tle la 1a Dinastfa en la región de Sakkara. Disposición, corte vertical y
material asociado, (ánforas).
2) Diferentes tipos de tumbas pre-dinásticas en la región de El-Am¡ah. Los tipos
3, 4 y 5 tenfan un compartimento destinatlo a las ofrendas funerarias.

/1 e
*f

&

1) Tumba de un enano, 1+ Dinastfa, región de Sakkara.


2) Tumba de Ia 1e Dinastfa en la región de Sakkara. Disposición y corte vertical.
EUGENIO PETIT MUÑOZ

Castigada ha estado nuestra cultura superior en los últimos


tiempos. Carlos Benvenuto, Alberto Zum Felde, Pedro Leandro
Ipuche, Juan Alejandro Apolant, Alicia Goyena, Juan Carlos Sabat
Pebet, Luis Roberto Ponce de León, para no citar sino las últimas
bajas.

Hoy nos acongoja la muerte del Dr. Eugenio Petit Muñoz, co-
fundador de la Sociedad de Amigos de la Arqueología, miembro
de su primera Comisión Directiva, y maestro sin decaimiento en
múltiples campos, pero especialmente en el de la docencia durante
más de medio siglo.

En el seno de la Comisión se evocó con recatada emoción su


figura señera, y se dispuso que se incorporata al material que in-
tegrará la publicación de la Revista próxima a aparecer, una breve
nota de recordación.

No podrá ser ella de exaltaeión de valores, que no lo necesita,


ni de evocación emotiva, gue corresponde a otros ámbitos. Bus-
cará ser merecida y objetiva, lo que no impide sea justiciera.

Unido por vínculos de sangre o por apretados lazos afectivos,


a figuras del más saneado relieve de nuestro pasado, era entre
todos Don Pablo de María su mentor y ejemplo. Perteneciente a
una generación singularmente culta, recibió el ejemplo del amor a
la justicia y al Derecho de Don Pablo, la siembra alada del arie-
lismo del propio Rodó, el fervor artiguista de Don Eduardo Ace-
vedo, la gracia de la amistad y la consideración del Maestro Vaz
Ferreira, por no citar otros valores, sus pares, entre nosotros, y
la amistad y reconocimiento de Rafael Altamira, Paul Rivet, Emi-
lio Ravignani y tantos otros.

Graduado muy joven en la Facultad de Derecho y Ciencias


Sociales, para ella fueron valiosos aportes sus Anotaciones a los
\52 ItE\rIST-{ tlE I-r\ S(}CIED.\D '--\.\IIGOS ilE I--'\ -{llQtlfl()T,(.'rGlA"

"Comentario-" al Código Civil", obra que, a slt mtterte prematurrt,


clejara inconclusa el Dr. Gervasio Guillot, y luego su accióu directa
en la Cátedra de Derecho Indiano.

Creadala Facultad de Humanidades y Ciencias, fue Profesor


fundador de las Cátedras de Prehistoria del Litoral Uruguayo, y
de Historia Nacional, y sustituyó luego al Dr. Emilio Ravignani
en la Dirección del Instituto de Investigaciones Históricas.

Había ejercido, en plena juventud, la Secretaría de la Alta


Corte de Justicia, cargo que abandonara por razones de princi-
pios. Ese gesto, no común, determinó su entrega total a la docen-
cia, en el aula y en el libro, en colaboraciones innttmerables en
díarios y revistas ¡, en incontables y recorciadas confel:encias -v
congresos.

La producción édita, aunque valiosa, no refleja más que par-


cialmente su labor. A las mencionadas "Anotaciones", sigue en
7927, "Interpretaciones esquemáticas sobre la Historia de la Con-
quista y Colonización españolas en América", de original enfoque
y admirable claridad. En 1932 publica "El Camino", libro de poli-
facéticos valores, fiel reflejo de una vida sensible a toda noble
inquietud. En 1944 se edita "Hijos libres de nuestra Universidad",
cledicado a la exaltación de hombres señeros de nuestra sociedad,
y a Ia defensa de postulados pedagógicos que defendió en forma
indeclinable en el transcurso de su vida.

Su aporte al estudio del "Significado y alcance de las Actas


del 25 de Agosto", evidenció una vez más su fina penetración y
dominio del tema, sólo superado por posteriores hallazgos docu-
mentales que precisaron, ampliaron -v confirmaron en úrltima ins-
tancia, su tesis.

En 1950, la Facultad de Humanitlades edita sr,i "Artigas y su


ideario a trar,és de seis series clocumentales", de insuperable pe-
netración en el pensamiento del Patriarca y en las fuentes que
alimentaron su credo.
Co-fundador y Director de Ia Revista "Ensayos", que logró
el milagro entre nosotros, de superar la veintena de entregas, con-
\ ij(. It()J,i)(t J r' -\ s 153

jugó en sus páginas las más valiosas corrientes del pensamiento


de nuestro tiempo, ¡' son ellas segura fuente de experiencias ¡r su-
gestiones para hombres cultos en general, y, especialmente, para
docentes, a qnienes dedicó uno de sus irltimos trabajos: "Historia
sintética de la autonomía de la Enseñanza Media en el lJrugua¡r".
Finaiizó sus generosos clías cuando había dado fin a su obr¿r
más quericia: "Infancia y juver-rtud de José Enrique Rodó", que
por circtinstanciales contingencias, toclavía no ha llegado al pú-
blico. l{o sabemos cuántos materiales habrán quedado inconclusos
o por publicar, pero sí sabemos que su presencia respetable sin
empaques, accesible, generosa, estará viva y merecedora de reco-
nocimiento en los que fueron sns alumnos eu Derecho, I.A.V.A.,
Llniversidacl de Mujeres, Facultacl de Humanidades, I.P.A., ¡' ¡1s
especial manera entre sus alumnos del Curso cle Historia Anieri-
cana y Nacional de 2, Grado de los Institutos Normales.

Li¡'¡'tlt¡t it¡ ( tttdtat)

PROFESOR SI}ION S. LUCUIX


El 15 de marzo de 1975, falleció en Montevideo, este clis-
tinguido maestro de juventudes, historiador, bibliófilo e inolvi-
dable compañero, Socio, ex-Presidente y directivo, en varios pe-
ríodos, de nuestra Sociedad de Amigos de la Arqtteología, a ia
que brindara su experiencia y conocimientos, ¡' el maravilloso
aporte de su personalidad, y amistad, exultante cle simpírtica
bonhomía, siempre vital y optimista, como eran stts caracterís-
ticas y perfil humano.
Nació el 23 de mayo de 1893 en la ciudad de Fra¡' Beutos.
Fueron sus padres don Juan Pedro Lucuix, de oligeu vasco
francés y doña Micaela Alvarez, de origen vasco espat-rol, ambos
inmigrantes venidos de la provincia de Entre Ríos a mediados
del siglo XIX para afincarse en la 1a Sección de Río Negro, cerca
de Fray Bentos, a las orillas del arroyo Yaguareté, donde te-
nían tambo.
t54 RI'\:ISTA DE I,A SOCIEDAD "AIIIGOS DE LA ARQUI'OLOGIA''

Sus estudios primarios los inicia en 1899 en la escuela Rural


Ns 7 de Yaguareté, Dpto. de Río Negro, siendo su primera maes-
tra doña Angelina García completando sus estudios primarios con
el maestro fraybentino don José Pla y Mafei.
En esta etapa de sus estudios fue compañero, entre otros,
del Dr. José A. Mora Otero; Dr. Juan Antonio Olalde; Dr. Ro-
berto Méndez Baulieu.
Los estudios liceales los inicia en el Instituto Uruguayo de
la ciudad de Mercedes (por no existir aún liceo en Fray Ben-
tos) cuya dirección ejercía don Luis Alberto Zanzi; 1': y 2o años.
Creados los ]iceos departamentales, en 1910, termina sus es-
tudios secundarios en el de Fray Bentos fundado por don ,Eu-
genio Capdevielle siendo alumno fundador del Liceo.
En esa época integra la Juventud Liberal y escribe sus pri-
meros artículos y sueitos en "EL LIBERAL" de Fray Bentos"
En 1914 viene a Montevideo por el Dr. Manuel Tis-
-traído
cornia, su coterráneo- a continuar sus estudios e ingresa en la
Facultad de Derecho donde cursa hasta 3er. año.
En esta época es que se afirma su vocación por los estudios
históricos siendo orientado por el Dr. don Eduardo Acevedo, por
Don Juan Zoruilla de San Martín y por el Hermano Damasceno,
con todos los cuales mantuvo una larga y profunda amistad pese
a las diferencias de edad.
Inicia, entonces, su actividad política en las filas del anti
colegialismo siendo fundador del partido Riverista, como secre-
tario del Dr. Tiscornia, primero; como secretario del CIub Vida
Nueva y del Dr. Pedro Manini Ríos después; y como secretario
del Dr. Juan Campisteguy durante la presidencia de éste.
Como periodista fue fundador del diario La Mañana cuya
Secretaría de Redacción ejerció hasta el año l-928 y al cual siguió
siempre ligado como periodista y colaborador hasta su muerte.
Ingresó a la Enseñanza Secundaria como profesor de His-
toria l.{acional y Americana por concurso de oposición en el año
1927 donde eierció proficua labor docente de auténtico maestro
en su materia, hasta el año 1945, y en el Liceo Francés hasta 1950.
NECR,OI,OGICAS 155

Fue adernás, Director del Archivo General de Ia Nación de


1927 a 1931 r' Secretario de la Comisión Financiera del Puerto
de Monter..ideo cuya presidencia ejercía €l Ingo José Serrato.
Concurrió como delegado del Uruguay al Congreso de His-
toria Americana celebrado en Buenos Aires en 1937 con motivo
de celebrarse los 400 años cie Ia Primera Fundación de dicha
ciudad.
Fue redactor de los programas de Historia Americana de
Secundaria clel plan 1941 ; integró numerosas comisiones espe-
cializadas como ia Administradora de Ios Parques Nacionales de
Santa Teresa y San Miguel en los que representó a nuestra So-
ciedad y al Instituto Histórico ), Geográfico del Uruguay; la de
Nomenclatura del Municipio; Archivo Artigas, etc.
Miembro del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay
ejerció la dirección de Ia Revista; durante muchos años Ia Se-
cretaría y la Presidencia.
F ue Presiclente del Instituto Bolivariano e integró el Ins-
tituto Sanmartiniano.
Miemtrro correspondiente de numerosas academias extran-
jeras: de España, Argentina, Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador,
Méjico, Cuba, Colombia y Paraguay.

Sus escritos están publicados en diversas revistas naciona-


les yextranjeras.
Escribió numerosos prólogos y colaboró en la Historia de
los Pueblos de América editada por Plaza y Janés.
Sea esta breve semblanza evocativa el sentido homenaje que
tributamos al inolvidable amigo que honrara a nuestra Sociedad
y a la cultura nacional que sirvió con auténtico desinterés, ca-
pacidad y vocación.
Descanse eL paz quien sembró alegría, afecto y conocimien-
tos con generosidad, que él vive permanentemente en nuestro
emocionado recuerdo.
tr'ernand.o O. Assungao
SOCIEDAD AMIGOS DE tA ABQT]EOIOGIA -

MEMORIA
Es con glatr satisfacciiin que la Directlva de la Sociedad Amigos
de la Arqueologia presenta ¿ la Asamblea de sus socios esta nrernoria
que abarca el período de 1974 a hoy.
La crisis que afecta a todas las insti¿uciones hunranas de carácter
cultural es el fruto lógico del descubrimiento en hondu.ra de los que-
haceres del hornbre asÍ como de la cambiante pelspectiva que el suceder
del tiernpo presenta sobre su r¡ismo ser con)o sobre la sociedad que
integra. Las relaciones con esa colnunidad, el eusanchar los círculos
limitatorios, el envejecimiento de antiguos dognras, de est'údos y tle iemarr,
no podÍa no tocar también a nuestra Sociedad.
Pese a clio el período a que se debe referir esta rueilIofia, ha sido
uno de los nrás ricos que le ha tocado vivir a la Socied¿rd tanto por la
extensión corno por el significado de su labor en pro de la cultura del
país. Este nuestl'o trabajo, este quehacer, este signo de vivencia, Iógi-
camelte ha provocado críticas veces acerbas- opiniones y actitudes
adversas; ser-ral todo de que se -aacciona y t1e que se construye.

Hlccciones
De acuerdo a los estatulos la elección de autoridades de nuestro
Instituto debió haber sido hecha en 1976; mas, dadas Ias disposiciones
vigentes, no fue eIlo posible; esas norrnas disponen ia presentación de
los nombres propuestos para 1os actos eleccionarios y el estudio de los
antecedentes de cada uno de los candidatos lo cual lógicamente lleva
un largo espacio de tiemBo; la lista que hoy se proDone a la votación de
Ios socios, necesitó dir.ersas circunstx¡si¿3- urr Droceso de dos
años y cuatro meses. -por

Sede
Por gestiones iniciadas hace ya algunos años, se ha obtenido esta
casa corno sede de la Sociedad; en la planta alta se cuenta con una sala
donde se ha instalado la biblioteca y donde podrán desarrollarse otras
actividades propias de nuestra corporación. Las gestiones verbales fueron
bien acogidas; las reuniones de la Directiva se vienen desarrollando aquÍ
y la bibiioteca estará próximamente al servicio de los señores socios.
EI Ministerio de Educación y Cultura deberá ratificar esta situación.

Leída en la Asamblea General realizada en su sede del Palacio


Taranco el le/9/79.
\

NIE}IORIA 157

Ilibliotec¿
Los fondos provenientes de la donación que efectuase a la Sociedad
la Comisión del Sesquicentenario adelante se explicará esta cir-
-m{s
s¡nsf¿ngi¿- han permitido la adquisición de una importante colección
de libros y artículos sobre arqueologla prehistórica referidos a la cuenca
del Plata y fundamentalmente a nuestro país.

I\rblicacioues

A fines de 1974 salió de irnprenta el Tomo XVI de nuestra revista


que contiene los índices de los articulos publicados en los quince to[ros
primeros. Este ha sido un trabajo del Secretario de la Sociedarl,
Sr. Eduardo Aeosta y Lara y constituye un utilÍsimo instrumento de
trabajo.
En los Irróximos rneses estará en circulación el Tomo XVII de la
revista con un riquisimo material; el sólo hecho de la aparición de
este nÍrmero de la revista en idéntico nivel de los nilmeros anteriores,
!11arca un episodio significativo de Ia labor de la Sociedad en el perÍodo
que exarninarnos.

Trabajos ('n Salto

Eu 1975 el socio Dr. Arturo Lezarna instala, en la zona de Baña-


dero en ei Dpto. de Salto, una estación de exploración y experimen-
tación con miras a la evaluación del potencial arqueológico de zonas e
islas que quedarán bajo aguas al crearse el lato artificial tle Salto
Grande. En esta ocasión, se etrsaya un método de recolección de piezas
que permite un trabajo cientlfico, altamente conveniente para la explo-
ración y recolección de material arqueológico en extensfsimas zotras.
Este sistema de prospeción y recolección fue duramente fustigado
y no se quiso comprender el por qué de su creación y la oportunidad
de su aplicación. Hoy las circunstancias han hecho que se lamente los
impedimentos puestos a estos trabajos y a su planificación: el próximo
cierre de las compuertas de la presa y la estéril discusión del problema
fuera de su real contexto han hecho que se pierda para siempre un pa-
trimonio de incalculable valor.
Las autoridades de Ia Sociedad después de sopesar todas las cir-
cunstancias que presentaba el método ideado por el Dr. Lezanta, le dieron
su apoyo.
Cumpliendo el mandato de su estatuto y con la autorización que
la Ley Ne 14040 exige, la Sociedad inició las actuaciones tendientes a la
preservación del patrimonio arqueológico nacional amenazado por la cons-
trucción de la represa de Salto Grande. Asf se crea la llamada Comisión
de Rescate, en cuya representación eI Dr. Lezama se traslada a Europa
en mayo de 1976 dotrde entrevista e interesa sobre este problema a
altas personalidades de la arqueologfa prehistórica (A. EmBeraire, J.
Soustelle, J. Tixier, I. Taborin, Ph. Gui[emain) asf como lleva el pro-
blema ante nuestros representantes en la UNESCO, quienes a su vez han
de obtener la ayuda de este organismo internacional para el rescate ar-
queológico de Salto Grande.
-)

158 RI'\'ISTA DE LA SOCIEDAD "ANÍIGOS DE LA ARQUEOLOGIA

La Sociedad trató en todo momento de encontrar la colaboración


de grupos dedicados a la arqueología nacional sin resultado positivo alguno.
Mientras tanto, la Sociedad recibe un amplio apoyo económico de
la Comisión del Sesquicentenario.
El 29 de junio de 19?6 el Poder Ejecutivo crea la Comisión Na-
cional de Arqueología, organismo llamado a cumplir importantes funcio-
rres en eI plano cultural del país; lamentablemente los beneficios que
pudieron derivar de su actividad no fueron aprovechados por los mismos
poderes que lo crearon. En esta Comisión, la Sociedad tiene un delegado.
El 7 de julio de 1976 llega a Montevideo, invitada por nuestra
Soeiedad, la profesora Annette Laming Emperaire; este eminente cientl-
fico francés elabora un informe que será la base para desarrollar un
amplio programa de exploración arqueológica en la extensa área que
quedará cubierta por las aguas del lago artificial.
Interferencias de todo orden harán fracasar los planes previstos re-
duciendo notablemente el gran proyecto de trabajo elaborado por la
Sociedad cotr la colaboración de Mme. Elmperaire. Es mérito de la Socie-
dad el haber interesado al propio gobierno uruguayo eE este problema
y a los Departamentos técnicos de la UNESCO, del Ministerio de Re-
laciones Exteriores de Francia y a distinguidos estudiosos internacionales
do la arqueologfa prehistórica.
En el próximo número de nuestra revista se dará un informe claro
y documentado sobre este tema de tan extenso significado en la arqueo-
logía nacional y que fue y es de honda preocupación de la Sociedad.
I

INDICE

Págs.

Annette Lami[g - Emperaire 7-8

Biopsia Arqueológica I - 26

Actuaciones de la Sociedad Amigos de la Arqueologla en relación


con el rescate arqueológico de Salto Grande 27 - 36

Los guaraníes en el antiguo territorio de la República Oriental


del Uruguay 87 - 105

Hallazgo de dos adornos lfticos indfgenas en Punta del Este ... 107 -109

Noticia sobre dos piezas de aifarerÍa zoomorfa 111- 113

La arquitectura militar de la antigua Banda Oriental - La Colo-


nia del Sacramento 115 - 13+

La medalla del preso 1li5 - 1il9

AnáIisis de algunas costumbres funerarias en Egipto en los pe-


rlodos predinástico y arcaico 1.1 1- 149

Eugenio Petit Muñoz 151- 15tl

Simón Lucuix ... 153 - 155

Memoria de la Comisión Directiva 156 - 158


Talleres Gráficos A. I\¡lonteverde y Cía. S.A
l\lontevideo Errero de 1979
-

Depósito Legal N? 135.1l8/78


'!

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