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Apellido: 20-EPSS-6-131
Sección:781
Hablar de sexualidad es hablar del descubrimiento de nosotros mismos y de los demás a través de las interacciones sociales. Nos
relacionamos en totalidad, con cuerpo y espíritu. La relación corporal ha de ser una relación privilegiada y placentera. Pero la
sexualidad desborda la genitalidad hasta alcanzar las fantasías, la cercanía emocional, la comunión afectiva, la identidad de
género etc. Incide directamente en nuestro bienestar personal y social. El desarrollo científico de la sexología busca ilustrar los
instrumentos para comprender mejor las prácticas sexuales e impulsar la salud sexual como derecho humano básico y
fundamental.
La cultura y la sexualidad humana.
La sexualidad, como muchos otros aspectos de la experiencia humana, se muestra como una realidad muy compleja y diversa. De
este modo, a la hora de abordar la sexualidad se deben tener en cuenta dos grandes categorías:
La que hace referencia a la división orgánica entre hombres y mujeres, y a las cualidades que los diferencian.
La que hace referencia al comportamiento erótico y a determinados aspectos físicos o de personalidad, asociados o relacionados
con lo erótico.
No obstante, e independientemente del alcance del término sexo, lo cierto es que la sexualidad siempre adquiere significados
adicionales e implica algo más. En este sentido, diversos psicólogos han acotado la sexualidad como una fuerza primaria en la
vida de cada individuo. Dicha fuerza es penetrante e integral, implicando diversos procesos fisiológicos y psicológicos. Se trata, por
tanto, de un proceso activo, dinámico y orgánico, con una multiplicidad de variables interrelacionadas y cambiantes. En definitiva,
se trata de una dimensión que engloba aspectos como nuestra manera de pensar, sentir y expresarnos acerca de nuestro género,
nuestros órganos sexuales, nuestro cuerpo, nuestras imágenes mentales y nuestras elecciones y preferencias. De este modo se
hace patente la enorme complejidad de la sexualidad humana, hasta el punto de que puede resultar muy difícil distinguir entre los
Por otra parte, la sexualidad humana está muy influida por los diversos contextos socioculturales, que modelan, estructuran y
controlan el desarrollo y la expresión de la sexualidad en todos sus miembros. Por tanto, a la hora de analizar la sexualidad, es
necesario tener en cuenta el lugar y el significado que la sexualidad ocupa en la vida social de una cultura o sociedad determinada.
Diversos estudios procedentes del ámbito de la psicología y de la antropología, y realizados desde una perspectiva transcultural,
Las culturas del sexo son extremadamente variables en términos de las ideologías y valores contenidos en ellas, y en las formas
en que dichas ideologías y valores se integran en el resto de la cultura de la que forman parte.
La cultura del sexo es uno de los entornos más inmediatos de la sexualidad de los individuos y los grupos.
La cultura del sexo ejerce una influencia importante y continua en las expresiones conductuales de la sexualidad.
En algunas culturas la sexualidad aparece como un componente esencial del ser humano y se asocia a sentimientos de placer y
bienestar, por lo que tiende a potenciarse su expresión y desarrollo. Sin embargo, en otras culturas ocurre todo lo contrario, y la
De igual modo, las diferentes ideas y significados que tiene el hecho de ser hombre o mujer en diferentes culturas, y de los roles
que cada uno ha de desempeñar en ellas, condiciona la forma concreta de vivir la sexualidad de sus miembros. Ahora bien, la
forma concreta en que cada cultura o cada sociedad regula y controla la expresión sexual de sus miembros debe buscarse en el
tipo de normas concretas que emanan al amparo de las distintas instituciones sociales, tales como los gobiernos, los saberes
científicos, la economía, la religión, el matrimonio, etc. En efecto, estas normas en el terreno sexual van a dictaminar los siguientes
aspectos:
El tipo de conductas que se espera que lleven a cabo los miembros o determinados miembros de la sociedad.
Un aspecto fundamental con referencia al contexto sociocultural y su influencia sobre las conductas sexuales tiene que ver con el
hecho de que en cada sociedad y en cada cultura existen formas concretas de sancionar o recompensar a los individuos que
siguen las normas establecidas, y, por el contrario, formas de castigar a los individuos que se desvían o alejan de tales normas.
La cultura influye positiva o negativamente Positivamente, la cultura, ciertamente, establece unas pautas básicas de
comportamiento o protocolo social que, trasladadas a la sexualidad, instituyen determinados cánones, indudablemente necesarios,
satisfacerlas.
La sexualidad humana es la capacidad de sentir experiencias eróticas y de expresarse sexualmente. Esto involucra sentimientos y
comportamientos biológicos, eróticos, físicos, emocionales, sociales o espirituales. Los seres humanos realizan actividades
sexuales con diversos fines, ya sean reproductivos, para el mantenimiento de vínculos sociales, o para el goce y el placer tanto
propios como del otro. Los aspectos biológicos y físicos de la sexualidad corresponden en gran medida a las funciones
reproductivas humanas, incluyendo el ciclo de la respuesta sexual humana. En relación con la sexualidad humana, aquellos elementos
que definen la identidad sexual de un ser humano son el sexo biológico, la identidad de género, la expresión de género y la orientación sexual.
Los aspectos físicos y emocionales de la sexualidad incluyen lazos entre individuos que son expresados a través de sentimientos profundos o
manifestaciones físicas de amor, confianza, y cuidado. Los aspectos sociales tratan con los efectos de la sociedad humana en la sexualidad
del individuo, mientras que la espiritualidad corresponde a la conexión espiritual de un individuo con otros. La sexualidad también afecta y es
afectada por los aspectos de la vida culturales, políticos, legales, filosóficos, morales, éticos y religiosos.
Las perspectivas evolutivas sobre el acoplamiento humano, reproducción y estrategias reproductivas, y teoría del aprendizaje
social proporcionan más puntos de vista sobre la sexualidad. Los aspectos socioculturales de la sexualidad
incluyen acontecimientos históricos y creencias religiosas. Algunas culturas han sido descritas como represoras de la sexualidad.
El estudio de la sexualidad también incluye la identidad humana dentro de los grupos sociales, así como la salud sexual
y reproductiva.
Conclusión:
La sexualidad es parte fundamental para el desarrollo humano, fomenta una personalidad propia y la creatividad del individuo, la
sociedad impone normas morales que promueven o limitan este desarrollo, que impacta en el desarrollo de la comunidad.
Positivamente, la cultura, ciertamente, establece unas pautas básicas de comportamiento o protocolo social que, trasladadas a la