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CIENCIA Y ENFERMERIA IX (1): 55-64, 2003 I.S.S.N.

0717 - 2079

PREVALENCIA DEL DESEO SEXUAL INHIBIDO EN MUJERES EN


EDAD FÉRTIL Y FACTORES RELACIONADOS
PREVALENCE OF INHIBITED SEXUAL DRIVE IN WOMEN ACTIVELY
REPRODUCTIVE AND RELATED FACTORS

MÓNICA CHARNAY REBOLLEDO* y ELENA HENRIQUEZ FIERRO**

RESUMEN

Estudio descriptivo correlacional cuyo objetivo fue conocer la magnitud del deseo sexual inhibido y factores que
lo influyen, en mujeres en edad fértil usuarias del Sistema Municipalizado de Salud de la comuna de Concep-
ción. La muestra estudiada correspondió a 367 mujeres. Se aplicó un cuestionario elaborado por la autora que
mide las variables biosociodemográficas y factores que influyen en la presencia de deseo sexual inhibido y un
instrumento de Master, Johnson y Kolodny, “Autovaloración del Deseo Sexual Inhibido”, modificado y adapta-
do por la autora. Los resultados nos indican que un 34,9% de las mujeres presenta deseo sexual inhibido, que
existe relación estadísticamente significativa entre la variable, nivel educacional de la mujer y de la pareja, situa-
ción laboral de la pareja, satisfacción de las necesidades básicas, satisfacción sexual, satisfacción con la relación
de pareja y la variable dependiente deseo sexual inhibido. Para la asociación estadística, se utilizó chi cuadrado
de Pearson.
Palabras claves
claves: Prevalencia del deseo sexual inhibido, mujer y factores relacionados.

ABSTRACT

The objective of this descriptive correlational study was to know the magnitude of the inhibited sexual desire
and the factors that affect it, in women reproductively active, registered at the Municipal Health System in
Concepción city. The population studied comprised 367 women. A questionnaire made by the author measuring
biosocialdemographic variables and factors affecting the inhibited sexual drive and a modified Master, Johnson
and Kolodny’s instrument on “Self evaluation of Inhibited Sexual Drive” were applied. The results indicate that
34.9% of women present Inhibited Sexual Drive and that there is a statistically significant relation between the
variables, women’s schooling, couple’s schooling, couple’s laboral situation, basic needs satisfaction, sexual
satisfaction, satisfaction about the couple relationship and the inhibited sexual drive dependent variable. For the
statistical association Pearson Chi square was used.

Keywords
Keywords: Prevalence, inhibited sexual desire, woman reproductively active, related factors.
Recepcionado: 29. 04.2003. Aceptado: 23.06.2003.

INTRODUCCIÓN experiencia que cada persona pueda tener de


la sexualidad está mediada por factores bio-
El ser humano es una unidad integral, com- lógicos, psicológicos, socioeconómicos, cul-
puesta por varias dimensiones; una de estas turales, éticos y religiosos o espirituales, etc.
dimensiones es la sexualidad, construcción (Zeidenstein, 1999).
social que se origina en el propio individuo, Esto ha originado que sea una de las di-
proceso que interpreta y adscribe un signifi- mensiones del ser humano que históricamen-
cado cultural a los pensamientos, a las con- te ha creado conflicto para su estudio, ya que
ductas y condiciones sexuales, y en donde la existen diversas opiniones y enfoques respec-

*Profesora Asistente, Magister en Enfermería Mención Salud Comunitaria, Departamento de Enfermería,


Facultad de Medicina Universidad de Concepción, Chile, E-mail: mocharna@udec.cl
**Profesora Titular, Magister en Enfermería Mención Salud Comunitaria, Departamento de Enfermería, Fa-
cultad de Medicina Universidad de Concepción, Chile, E-mail: ehenriqu@udec.cl

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to a su significado, a su importancia y a las el hombre goza de una satisfacción del sexo


relaciones con los otros aspectos de la natu- inherente a su sexo biológico (Dixon, 1999).
raleza humana. De esto es que cada cultura En consecuencia, la sexualidad en general
aborda en forma distinta esta expresión na- y la femenina en particular está mediatizada
tural (Pino, 1992). por la cultura, la época, los valores presentes
A través de su historia, el ser humano pri- en las distintas sociedades. Es así como exis-
mitivamente vivía en un plano meramente ten sociedades permisivas que le han dado a
biológico, agobiado por la lucha diaria por la mujer la oportunidad de cultivar una sexua-
la supervivencia, y la mujer, protectora inna- lidad placentera, igualitaria a la del varón, en
ta, buscaba la seguridad de su prole. La sexua- contrapartida con aquellas culturas represi-
lidad era en ese entonces la necesidad impe- vas donde se ha convertido a la mujer en un
rante de saciar un impulso biológico que los ser asexuado, reprimido, donde no se les
llevaba a la cópula, con los objetivos princi- alienta ni apoya para que tomen decisiones
pales: la reproducción y el mitigar conflictos relativas a su sexualidad, elección de su pa-
de la especie, dada la conocida agresividad reja, planificación familiar y, menos aún, que
del macho (Morris, 2000). se empoderen de su deseo sexual (Worth, 1999).
Durante siglos la mujer fue menosprecia- Particularmente en Chile, si sumamos a
da, postergada para cumplir el rol de hija lo anterior la diferencia genérica condiciona-
obediente, que acataba la decisión de su pa- da durante siglos por culturas predominan-
dre acerca de con quién vivir su sexualidad temente machistas como la nuestra, tendre-
y maternidad, esposa sumisa y madre abne- mos un grupo importante de personas,
gada, reprimiendo la expresión de su sexua- mujeres y jóvenes, con acceso restringido a
lidad por vergüenza y temor, ya que actuaba información acerca de cómo vivir plenamen-
en función de lo que el hombre requería te su sexualidad ( Rodó, 1992).
(Worth, 1999). La OMS define la salud sexual como “la
Sólo a partir de la mitad del siglo XX, co- experiencia del proceso continuo de bienes-
incidiendo con la aparición de la píldora an- tar físico, psicológico y sociocultural relacio-
ticonceptiva, se marca el inicio de una nueva nado con la sexualidad”, y para que la salud
era de la sexualidad femenina, donde se sen- sexual se alcance es necesario que los dere-
tó la base para situar a la mujer en un plano chos sexuales de las personas –como el dere-
de igualdad con el hombre (Zeidenstein, 1999). cho al placer sexual, a la expresión sexual
La angustia de la maternidad no desea- emocional, a información basada en el cono-
da, en el presente al igual que en el pasado, cimiento científico, a la educación sexual in-
sigue siendo una causal importante de apa- tegral, a la atención de la salud sexual– se
rición de disfunciones sexuales, en especial reconozcan y se garanticen (OMS, 2000).
de una falta de deseo sexual; por consiguien- Enfermería, como ciencia y profesión, se
te, al disminuir esta angustia aumenta la posi- interesa por todo lo que le acontece al indivi-
bilidad de disfrutar del sexo, ya que la mujer duo y a su entorno, y cómo éste es influenciado
se permite sentir placer durante las relacio- por los aspectos sociales, políticos, cultura-
nes sexuales (Jiménez, 1999). les, genéricos, familiares y ambientales.
Pero esta revolución tuvo resultados am- Lo anterior ha motivado a realizar una
bivalentes, a pesar de que se estimuló a la investigación en torno a la consulta que más
sociedad a ser menos puritana y estricta con se repite en la literatura especializada chile-
el sexo, también obligó de cierta forma a la na y extranjera, esto es, la disminución del
mujer a la disponibilidad permanente para deseo sexual, para conocer la realidad de las
los hombres, ya que aún en nuestros tiem- mujeres chilenas usuarias del Sistema Muni-
pos persiste la idea que las mujeres no tie- cipalizado de Salud de la comuna de Con-
nen las mismas necesidades y deseos sexua- cepción, ya que sólo se poseen estadísticas
les que los hombres, donde se reconoce que extranjeras. A fin de contribuir con los resul-

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Prevalencia del deseo sexual inhibido en mujeres en edad fértil... / M. CHARNAY Y E. HENRÍQUEZ

tados al quehacer del profesional de enfer- Socialmente, la sexualidad femenina se


mería en esta área para planificar estrategias percibe desde una perspectiva del cuerpo y
de solución, ya sea a través de la orientación, su utilidad, basándose en las modificaciones
la educación de la mujer y su pareja o la refe- de éste y considerándolo como un cuerpo
rencia a otro profesional para la terapia co- para otros, para la procreación o para el goce
rrespondiente cuando el caso así lo amerite. del hombre; reafirmando esta concepción de
sexualidad para otros, donde la cultura exa-
cerba el aspecto sexual en la vida de una
OBJETIVO GENERAL mujer en perjuicio de otras cualidades por
desarrollar, impide igualmente que esta sexua-
Conocer la magnitud del Deseo Sexual Inhi- lidad sea verdaderamente suya (Rivera, 1993).
bido y los factores que la influyen, en mujeres Habitualmente se considera que la activi-
en edad fértil, usuarias del Sistema Munici- dad sexual es algo natural, sin embargo un
palizado de Salud de la comuna de Concep- porcentaje alto de individuos, en algún mo-
ción, que están en control en los policlínicos mento de su vida, relata presentar alguna
de planificación familiar. alteración; estos trastornos impiden disfru-
tar satisfactoriamente de la actividad sexual.
Se denominan disfunciones sexuales y se
MARCO REFERENCIAL define la disfunción como ”toda alteración
persistente de los patrones normales de inte-
Para lograr sobrevivir y desarrollarse en for- rés y de respuesta sexual” (Hawton, 1988).
ma adecuada, el ser humano necesita dar El deseo sexual corresponde a una tenden-
satisfacción a ciertas necesidades, que se or- cia o motivación, a exponerse y/o a buscar
denan en forma jerárquica, donde las necesi- activamente circunstancias que aumentan la
dades fisiológicas son más imperiosas que la probabilidad de llevar a cabo conductas au-
de seguridad. Éstas, a su vez, son más apre- toéroticas o intercambios sexuales y sentirse
miantes que la necesidad de amor y de ser receptivos a éstos (Martínez, 1999). Y se defi-
aceptado por un grupo organizado, las cua- ne deseo sexual hipoactivo (antes denomi-
les son más perentorias que la necesidad de nado deseo sexual inhibido) como inhibición
autoestima y de estimación por otros. En este persistente y profunda del deseo sexual (Flo-
orden piramidal la necesidad de autoactua- res, 2000).
lización ocupa el último lugar. Las necesida- Las personas hipoactivas no son atraídas
des fisiológicas son, por lo tanto, primordia- por la posibilidad de tener contacto sexual
les, deben ser satisfechas antes que otras, ya alguno, su impulso sexual es bajo, muchas
que su privación produce una carencia des- de ellas no tienen fantasías de contenido eró-
esperada que domina el organismo. Cada tico o sexual (Labrador, 1994). La existencia
necesidad fisiológica está ordenada además de alteraciones en aquellos factores que acti-
en una subjerarquía que también cumple con van la respuesta sexual, como por ejemplo la
ese postulado, por ejemplo, en el caso de las experiencia pasada en sexualidad, repercute
necesidades fisiológicas partiendo con la oxi- en la disminución de la disposición o deseo
genación y finalizando con la necesidad de concretar una conducta sexual como es el
sexual (Maslow, 1963, 1985). Además, si se coito (Sarquis, 1993). La conducta sexual y la
considera que la sexualidad es un proceso sexualidad pueden ser estudiadas desde dis-
evolutivo e influenciado por numerosos es- tintas perspectivas o enfoques, cada uno de
tímulos, se debe decir también que requiere los cuales aporta aspectos diferentes y a su
de un aprendizaje que será más o menos po- vez complementarios (Rosenzvaig, 1994).
sitivo, dependiendo del apoyo que se le brin- Para esta investigación, se utilizó como
de durante su trayectoria de maduración y marco referencial teórico el modelo de la con-
sociabilización (Barra, 1999). ducta sexual trabajado por J.A. Carrobles, lla-

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mado Modelo Secuencial de la Conducta nea de género y estudios de la mujer (Pala-


Sexual Humana. Este modelo parte de la pre- cios, 1995).
misa de que la conducta sexual humana es Laumann y col. (1999) investigaron las
un fenómeno complejo, que está determina- disfunciones sexuales en una muestra de la
do por múltiples determinantes biopsicoso- población general de EE.UU. Este estudio re-
ciales, las cuales se pueden agrupar en: bio- veló que el grupo de mujeres y hombres sol-
lógicas, psicológicas y socioculturales. Los teros reporta una y media veces más proble-
hechos pueden ser de origen innato o adqui- mas sexuales que aquellos casados, el 42%
rido y pueden tener una situación temporal de las mujeres que no terminó los estudios
variable, es decir, remotos, presentes o in- divulgó carecer de deseo sexual, y sólo el 24%
mediatos. La conducta sexual es la resultante de las mujeres que terminó sus estudios re-
de los factores antes mencionados y de las res- portó deseo sexual hipoactivo. Aquellas mu-
puestas mediadoras del sujeto, y tiene conse- jeres de ingresos económicos más bajos ma-
cuencias sobre el individuo (Carrobles, 1990). nifestaron experimentar con mayor frecuencia
En el presente estudio se ha contemplado deseo sexual bajo. En aquellas familias don-
una serie de variables independientes que se de existían niños que alteraban de alguna
integran en los factores biológicos, psicoló- forma el grado de intimidad de la pareja, re-
gicos y socioculturales; estos dos últimos se portaron índices más altos de disfunciones
han fusionado con el objeto de facilitar la in- sexuales. Fortín (1994) estudió en 1992, en
tegración de las variables en estudio al mo- Canadá, el rol de la intimidad y la autoper-
delo original, ya que en algunos casos las va- cepción sexual en mujeres y hombres que
riables se superponen. En los factores bioló- viven como parejas, concluyendo que la sa-
gicos se incluyeron: la edad de la mujer, edad tisfacción sexual está relacionada principal-
de su pareja, el método anticonceptivo utili- mente a la percepción de la satisfacción ma-
zado y la edad del menor de los hijos. En los rital por parte de la mujer y de su pareja, y la
factores socioculturales se incluyeron: años intimidad en las relaciones. McCabe y col.
de convivencia, nivel educacional de mujer (1997) realizaron un estudio para evaluar la
y su pareja, ocupación de la mujer, condición asociación entre intimidad, calidad de vida
laboral de la pareja, religión, fuente de infor- y disfunción sexual, en Australia; encontra-
mación sexual. El instrumento utilizado en ron que los individuos disfuncionales presen-
este estudio, “autovaloración del deseo sexual taron menor grado de intimidad y menor
inhibido” de Masters, Johnson y Kolodny calidad de vida que los individuos funcio-
(1996), considera los siguientes factores bio- nales. Sánchez-Bravo y col. (1997), en Méxi-
sicosociales: disposición positiva para las re- co, determinaron cómo se afectan los niveles
laciones sexuales, iniciativa de la mujer, au- de autoconcepto y satisfacción marital, en-
toestima, percepción de pasión por parte de contraron que las disfunciones sexuales es-
la mujer, diferencias de impulso sexual, fan- tán estrechamente relacionadas con un bajo
tasías sexuales, desacuerdos en la frecuencia autoconcepto, así como la disminución en la
de las relaciones. satisfacción marital. Díaz y col. (1999) desa-
rrollaron una investigación en Brasil. De un
total de 378 mujeres, el 15% reportó nunca
REFERENTE EMPIRICO tener deseo sexual y un 85% reportó tener
deseo sexual frecuentemente o a veces. La ca-
Durante los últimos años han acontecido lidad de la relación sexual en estas mujeres
cambios en la posición de las mujeres en la fue considerada en un 9,8% como mala, el
sociedad, lo que ha determinado un aumen- 50% de las mujeres que tenían problemas
to progresivo de la producción científica re- sexuales los atribuían al uso de métodos an-
lacionada con los distintos aspectos de la ticonceptivos. Goldmeier, Judd & Schroeder
sexualidad y de género, destacándose la lí- (2000) estudiaron la prevalencia de disfun-

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Prevalencia del deseo sexual inhibido en mujeres en edad fértil... / M. CHARNAY Y E. HENRÍQUEZ

ciones sexuales en Inglaterra; el estudio arrojó Población


alta frecuencia de disfunción sexual (20%).
Abrantes, Freitas y Dimenstein (2001) reali- Unidad de análisis
análisis. Mujer en control de pla-
zaron una investigación cualitativa en el dis- nificación familiar en los consultorios muni-
trito Sanitario Norte del Municipio de Natal, cipalizados de la comuna de Concepción que
Brasil; los discursos tradujeron una vida cumple con los criterios de exclusión estable-
sexual marcada por una falta de deseo, el 54% cido.
de las mujeres manifiestan “no tener deseos
de tener relaciones sexuales”. En 1987 Andrea Muestra. El muestreo fue de tipo prospecti-
Rodó realizó una investigación en mujeres vo estratificada por centro de salud, según
pobladoras de Santiago, las conclusiones de peso porcentual por cada uno de los centros;
este trabajo indican que el placer corporal se contempló a 367 mujeres en control en los
asocia mayoritariamente al descanso físico, policlínicos de planificación familiar del sis-
la asociación de la sexualidad al placer erótico tema municipalizado de la comuna de Con-
y a la sensualidad es minoritaria, dos tercios cepción y para su obtención se consideraron
de las entrevistadas asumen positivamente los siguientes criterios de exclusión.
el ser una fuente de placer para su pareja,
aunque para ellas la relación sexual no sea Criterios de exclusión
exclusión. Mujeres con patolo-
satisfactoria. Aliaga, P. y col. (2000) estudia- gías crónicas, como hipertensión, diabetes.
ron 182 mujeres, atendidas en la unidad de Mujeres con parejas que presentan alguna
Sexualidad Humana del Hospital Clínico de patología aguda agregada. Mujeres con pa-
la Universidad de Chile. El 72% consulta por reja que presentan alguna patología crónica
disfunciones sexuales generales, de las cua- agregada como hipertensión, alcoholismo,
les un 38% reporta deseo sexual inhibido. En diabetes. Mujeres con convivencia inestable
el año 2002, en Chile, la Comisión Nacional de menos de tres años. Mujeres menores de
del SIDA del Ministerio de Salud pone a dis- 21 años y mayores de 45 años. Mujeres que
posición de la comunidad los primeros aná- no consintieron en participar en el diseño.
lisis del “Estudio Nacional de Comporta-
miento Sexual”. Del total de 3.151 mujeres, Instrumento recolector de datos
el 70,7 % informa que ha conversado temas Cuestionario:
íntimos al menos en los últimos 12 meses, los Parte A. Elaborado por la autora y que mide
interlocutores tienden a ubicarse casi exclu- las variables biosociodemográficas y algu-
sivamente entre la pareja (56%), los amigos nos factores que podrían estar influyendo
(23%) y los parientes (14,9%). Los profesio- en la presencia de deseo sexual inhibido.
nales de la salud juegan un rol muy débil Parte B. Cuestionario elaborado y probado
como interlocutores (1,0%), los casados con por Master, Johnson y Kolodny, publicado
hijos menores conversarían con su pareja y en el libro Eros los mundos de la sexuali-
sus amigos, los casados con hijos mayores dad en 1996, denominado “Autovalora-
conversarían con su pareja e hijos. En térmi- ción del deseo sexual inhibido”, instru-
nos de estrato socioeconómico, el estrato bajo mento compuesto por 15 afirmaciones
sólo posee la menor experiencia de conver- tipo diferencial semántico con puntuación
saciones sobre intimidad. de 1 a 9 pts. en cada ítem.

Procesamiento de los datos. El instrumento


MATERIAL Y METODOS recolector de los datos fue codificado por la
autora, utilizando el programa computacio-
Investigación descriptiva, correlacional. nal Excel 97, luego los datos fueron procesa-

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dos con el programa estadístico computacio- que la conversión del puntaje es automática
nal SPSS 10.1. con el programa SPSS 10. La confiabilidad
correspondió a un alpha de Cronbach de
Validez y confiabilidad. El instrumento par- 0.7748.
te A fue validado por expertos en el área de
la sexualidad en Chile. El instrumento parte
B, “Autovaloración del deseo sexual Inhibi- RESULTADOS
do” está validado por sus autores (Master,
W.; Johnson, V.; Kolodny, R., 1996). La distribución frecuencial y porcentual del
Para medir la confiabilidad interna de los deseo sexual inhibido obtenido en la escala
instrumentos se realizó una prueba piloto, en de “Autovaloración de deseo sexual inhibi-
ella se evidenció poca comprensión de 6 afir- do” nos muestra que del total de las mujeres,
maciones del instrumento “Autovaloración el 65,1% se autovalora con deseo sexual sin
del deseo inhibido” (1, 2, 3, 7, 9, 12), por es- inhibición, el 28,1% se autovalora con un de-
tar enunciadas en carácter negativo, por lo seo sexual medianamente inhibido y el 6,8 %
que se modificó dándole un carácter positi- presentan deseo sexual altamente inhibido.
vo. La puntuación final no sufre variación ya

Gráfico 11. Distribución frecuencial y porcentual del deseo sexual inhibido obtenido en la escala de “Autovalora-
ción del deseo sexual inhibido”.

Deseo sexual
altamente inhibido
7%
Deseo sexual
medianamente
inhibido
28% Deseo sexual
sin inhibición
65%

Fuente: Prevalencia deseo sexual inhibido y factores relacionados.

El perfil de la muestra corresponde a 3/4 3,5% es estudiante. En cuanto a la situación


partes de las mujeres de 20 a 35 años y la laboral de las parejas, el 84,7% tiene trabajo
pareja en similar proporción, la mitad de la remunerado y el 15,3% es cesante. El 67,6%
muestra tiene entre 3 y 9 años de conviven- de las mujeres según su propia percepción
cia. Las tres cuartas partes tiene hijos meno- cubre sus necesidades básicas esenciales, el
res de 6 años. Más de 1/4 de las mujeres es- 32,4% no da satisfacción a sus necesidades
tudiadas no tiene espacio para la intimidad básicas. En relación a la fuente de informa-
de pareja. La mitad de las mujeres usa anti- ción sexual, el 16,1% dice haber aprendido
conceptivos orales, una tercera parte utiliza de sexualidad de ambos padres, el 13,1% la
dispositivo intrauterino, el resto utiliza pre- recibió sólo de la madre, el 0,3% sólo del pa-
servativo, fue esterilizada o no usa nada. El dre, el 25,6% de las amigas, el 40,3% de su
10% no terminó la escolaridad básica, el 51% pareja, el 48,5% recibió educación de sus pro-
completó enseñanza media, el 19% no com- fesores, el 20,7% de sus compañeros de es-
pletó la enseñanza media y el 19% tiene es- tudios, el 53,7% aprendió sexualidad de pro-
tudios superiores; la escolaridad de las pare- fesionales del área de la salud, el 86,6 % dice
jas de las mujeres se distribuyó de igual haber aprendido con los medios de comuni-
forma. El 69,8% de las mujeres es dueña de cación. El 29,2% de las mujeres profesa la re-
casa, el 26,7% tiene trabajo remunerado y el ligión evangélica, el 59,4% profesa la religión

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Prevalencia del deseo sexual inhibido en mujeres en edad fértil... / M. CHARNAY Y E. HENRÍQUEZ

católica, el 3,5% otra religión y el 7,9% no vida en común, pero, a pesar del alto por-
profesa ninguna. En relación a la percepción centaje (40%), la asociación no es estadística-
que tienen las mujeres de la satisfacción mente significativa. Abrantes y col. (2001), en
sexual, el 7,1% manifiesta estar altamente su estudio de las necesidades de salud de las
insatisfechas, el 49,6% manifiesta estar me- mujeres en las fabelas en Brasil, concluyeron
dianamente satisfecha y el 46,3% se conside- que el 54% de las mujeres encuestadas utili-
ra altamente satisfecha. En cuanto a la per- zaban el sexo como una estrategia para res-
cepción de la satisfacción con la relación de guardar el vínculo de pareja; este hallazgo
pareja sin considerar la vida sexual, el 5,4% se repite en el estudio de Rodó (1987), donde
se percibe con insatisfacción, el 48,2% la per- las mujeres otorgan su sexualidad para sa-
ciben como medianamente satisfechas y el tisfacer la demanda corporal de sus parejas.
46,3% perciben como altamente satisfactoria En la asociación con la variable edad del
su vida de pareja sin considerar su vida menor de los hijos, se esperaba encontrar que
sexual. las mujeres que tienen hijos pequeños pre-
sentaran en mayor proporción deseo sexual
inhibido, ya que es en esta edad cuando los
DISCUSIÓN hijos demandan mayor atención y por tanto
mayor desgaste y cansancio de la madre. Sin
Los resultados de este estudio muestran que embargo, esta disfunción se presenta con
el 34,9% de las mujeres encuestadas presenta, mayor frecuencia en mujeres que tienen hi-
en algún grado, inhibición del deseo sexual; jos mayores de 13 años, lo que podría rela-
estas cifras coinciden con los hallazgos obte- cionarse con pérdida de intimidad, miedo a
nidos en investigaciones extranjeras. Labra- ser interrumpidos durante las relaciones y/
dor en 1987 obtuvo como resultado en su in- o vergüenza a reconocer su sexualidad fren-
vestigación sobre la prevalencia de disfun- te a sus hijos adolescentes. Al respecto,
ciones sexuales, en una muestra de la pobla- Laumann (1999) en su estudio concluyó que
ción de España, un 35% de falta de interés aquellas parejas con hijos que alteraban de
por el sexo. En forma similar, Flores C. (2000), alguna forma la intimidad de la pareja, re-
en su revisión de dos décadas de estadísticas portaron índices más altos de disfuncionali-
de disfunciones sexuales, reportó como pro- dad sexual; se observa que existe una pro-
medio un 38% de disminución del deseo porción mayor de deseo sexual inhibido en
sexual. Es importante destacar que estas aquéllas que deben ocupar el dormitorio con
mujeres no consultaron por alguna proble- otros miembros de la familia, lo que permite
mática sexual. En Chile, en un estudio reali- concluir que, sin ser estadísticamente signi-
zado en el Hospital Clínico de la Universi- ficativa la asociación de estas variables, sí
dad de Chile por Aliaga P. y col. (2000), en- existe la influencia directa de la falta de inti-
contraron un 38% de prevalencia de deseo midad en la aparición de disminución del
sexual hipoactivo en mujeres consultantes en deseo sexual. Referente al mismo punto,
la unidad de sexualidad humana de la cita- Mcabe (1997) concluye, luego de su investi-
da institución. gación sobre intimidad, calidad de vida y
En relación a las variables edad de la mu- disfuncionalidad sexual, que existe una aso-
jer y edad de su pareja, el estudio indicó que, ciación directa entre la intimidad y presen-
a mayor edad, se presenta en mayor porcen- cia de una disfunción sexual, ya que se en-
taje deseo sexual inhibido; esta frecuencia contró que aquellas mujeres disfuncionales
aumenta cuando las parejas tienen entre 40 sexualmente presentaron a su vez menor gra-
y 45 años; se observa asimismo que, después do de intimidad.
de 10 años de convivencia estable, las muje- En relación al uso de determinados anti-
res reportan deseo sexual inhibido en mayor conceptivos, se observa que no hay una dife-
proporción que aquellas con menos años de rencia significativa entre el dispositivo in-

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trauterino y los anticonceptivos orales. En como insatisfechas sus necesidades vitales


aquellas mujeres que utilizaban preservati- básicas, presentan en mayor porcentaje de-
vo en sus relaciones se reportó deseo sexual seo sexual inhibido (44,6%), la asociación con
inhibido en un 44,4%. Los resultados de este la variable deseo sexual inhibido es estadísti-
estudio difieren de aquellos obtenidos por camente significativa. En relación a la fuente
Díaz y col. (1997), quienes encontraron que de información sobre sexualidad, no existe
el uso de determinado método anticoncepti- significancia estadística para la asociación de
vo puede influir positiva o negativamente la variable dependiente y las distintas fuen-
sobre la experiencia de las personas con res- tes de información. Se destacan, con un ma-
pecto a su propia sexualidad o a la de su pa- yor porcentaje, los compañeros de estudios,
reja, evidenciaron que un 50% de las muje- los profesionales del área de la salud y los
res que tenía problemas sexuales lo atribuían medios de comunicación. Estos resultados
al uso de anticonceptivos, reportándose una difieren de aquellos obtenidos en el “Estudio
percepción de mejoría de su vida sexual en Nacional de Comportamiento Sexual”, don-
aquellas que utilizaban dispositivo intraute- de los profesionales del área de la salud como
rino (30%). interlocutores en temas de sexualidad apa-
En relación a la escolaridad de la mujer y recen en un porcentaje bajo (1,8%), la pareja
la de su pareja, los resultados muestran que en un 42% y amigos 26%. Una educación in-
existe una asociación estadísticamente signi- adecuada o inexistente contribuye a desarro-
ficativa entre las variables en estudio, el de- llar mitos en relación a la sexualidad, vuelve
seo sexual inhibido se presenta en menor más vulnerable a la persona a padecer una
porcentaje en mujeres de mayor escolaridad. disfunción sexual y favorece además la per-
Se esperaba que hubiese una diferencia ma- sistencia de ella, tanto en el sexo femenino
yor entre aquellas mujeres que sólo tenían como masculino.
escolaridad básica con aquellas que tenían Con respecto a la variable religión, la di-
escolaridad media completa o incompleta; los ferencia en los porcentajes es destacable, sin
resultados coinciden con el estudio dirigido embargo la asociación entre ambas variables
por Laumann y col. (1999), quienes conclu- no es estadísticamente significativa. La reli-
yeron que aquellas mujeres que no termina- gión ha estado ligada históricamente a la for-
ron sus estudios presentaban en un 42% de- mación de mitos y creencias no siempre ver-
seo sexual disminuido, y aquellas que sí los daderas, en especial cuando se refiere a los
terminaron reportaron en un 24% alteración comportamientos relacionados con la sexua-
en el deseo sexual. lidad, tales como masturbación, iniciativa,
Respecto a la ocupación de la mujer, la li- fantasías sexuales, etc. Del mismo modo, las
teratura menciona que una actividad rutina- construcciones culturales que existen sobre
ria en el hogar aumentaría la posibilidad de la sexualidad y su expresión han sido influen-
un desajuste en la parte sexual, lo que no se ciadas por las diversas religiones, lo que ha
puede corroborar con el estudio presente, ya contribuido a la sumisión y represión de los
que no hay una diferencia importante en los cuerpos, especialmente de las mujeres, no
porcentajes de deseo sexual inhibido presen- permitiendo vivir el placer en forma espon-
tado por ambos grupos de mujeres, a dife- tánea y natural como una dimensión básica
rencia de la situación laboral de la pareja; al- del ser humano (Martín-Cano, F., 2002).
rededor del 50% de las mujeres cuyas parejas En relación a la percepción que tienen las
están cesantes presentan deseo sexual inhi- mujeres de la satisfacción con su vida sexual
bido, lo que coincide con lo encontrado por independiente de la relación de pareja, lla-
Laumann (1999), quien concluye que menores ma la atención aquellas mujeres que, a pesar
ingresos económicos inciden en una mayor de presentar alteración del deseo sexual, tie-
frecuencia de deseo sexual bajo. Sumado a nen una vida sexual satisfactoria; esto pue-
lo anterior, aquellas mujeres que perciben de estar relacionado con la conformidad de

62
Prevalencia del deseo sexual inhibido en mujeres en edad fértil... / M. CHARNAY Y E. HENRÍQUEZ

la mujer frente a su vida sexual, como lo evi- CONCLUSIONES


denció Andrea Rodó (1987) en su estudio con
mujeres pobladoras en Santiago, concluyen- Alrededor de un tercio de las mujeres en edad
do que sólo un tercio de las mujeres estudia- fértil y que se controlan en los policlínicos
das estaba satisfecha sexualmente. En relación de planificación familiar, presentan deseo
a la satisfacción de la mujer con su relación de sexual inhibido: 28,1% medianamente inhi-
pareja independiente de la vida sexual, este bido y un 6,8% altamente inhibido.
estudio refleja que es estadísticamente signi- –Las variables: edad de la mujer encuesta-
ficativa la asociación con la percepción del da, de la pareja, del menor de sus hijos, espa-
deseo sexual inhibido. Al respecto Fortin cio para la intimidad en la relación de pareja,
(1994) observó que la satisfacción marital au- uso de determinado método anticonceptivo,
topercibida por la mujer estaba directamen- ocupación de la mujer, duración de la rela-
te relacionada con: su satisfacción sexual, la ción y religión que profesa, no se relacionan
frecuencia de las relaciones sexuales, la sa- en forma estadísticamente significativa con
tisfacción sexual percibida por la pareja y la variable en estudio, deseo sexual inhibi-
especialmente por la percepción de intimi- do.
dad. En forma similar, Sanchez y col. (1997) –Existe relación estadística significativa
concluyeron que las disfunciones sexuales se entre la variable deseo sexual inhibido y las
encuentran estrechamente relacionadas con variables: escolaridad de la mujer, escolari-
un bajo autoconcepto, así como la disminu- dad de la pareja, situación laboral de la pare-
ción en la satisfacción marital. ja, satisfacción de las necesidades básicas,
satisfacción sexual y satisfacción con la rela-
ción de pareja.

Fuente: Prevalencia de Deseo Sexual Inhibido y factores relacionados. Mónica Charnay, 2003.

permitirá realizar una intervención clara y


RECOMENDACIONES precisa en aquellas mujeres que debemos
atender en los distintos lugares del quehacer
En el área asistencial: Los resultados de este de nuestra profesión.
estudio nos muestran la realidad local, de la En el área educativa: En la enseñanza de
prevalencia del deseo sexual inhibido, lo cual pregrado, la aplicación del instrumento uti-

63
CIENCIA Y ENFERMERIA IX (1), 2003

lizado en esta tesis facilitará la recolección de predictors. The University of Chicago Chronicle, vol
la información relacionada con la respuesta 18, N° 10.
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