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ESTUDIANTE: Sucasaca Colca Manuel Antonio FECHA:10/11/2020

CUI: 20200700 GRUPO: A

REALIDA NACIONAL

SITUACIÓN DEL EMPLEO Y EL DESEMPLEO EN EL PERÚ

INTRODUCCIÓN

La crisis de Covid-19 llegó en un momento de lánguido dinamismo económico a nivel mundial,


basándonos en los registros de la CEPAL sobre el PIB mundial. Un acontecimiento mundial sin
antecedentes que afectó multisectorialmente a todos los países, sin la necesidad de una crisis
financiera como sucedió en año 2008. Esta vez el impacto económico se vio como consecuencia a
la prioridad sanitaria y la cuarentena obligatoria. Al preservar los recursos humanos, se detiene la
producción y la economía, o se paraliza o empieza una profunda recesión. Sin duda estas opciones
dependerán de las medidas optadas por cada país y del cómo afrontar esta coyuntura. Y en este
punto es que especificaremos sobre lo vivido en el Perú los últimos meses y la relación con años
pasados.

En consecuencia, se analizará algunos de los más relevantes indicadores sobre la situación del
empleo y desempleo en nuestro país, y la desigualdad existente respecto a los ingresos totales,
relacionándolo con el PBI per cápita que no refleja la realidad como tal. También, se hará un breve
alcance a un problema que atañe en gran medida al trabajo, nos referimos a la informalidad y el por
qué nos limita como sociedad. De ahí la importancia de diferenciar la informalidad de lo formal, pero
que eso no implica necesariamente la estabilidad del sector formalizado, pues muchas de sus normas
salariales y dedicadas al empleado se basan en el aprovechamiento de la necesidad de un trabajo.

La dependencia de muchos factores mencionados hacen de este tema demasiado tedioso para una
descripción específica, por lo que se abordará de manera general. Dando importancia a preguntas
como ¿Cuánto y cómo afecto la pandemia a la situación laboral en el Perú? ¿Qué mecanismos o
estrategias podrían revertir el estado actual del trabajo? ¿En Perú, se garantizan los derechos
laborales básicos? ¿Qué relación hay entre el PBI per cápita y los ingresos totales? Sin duda, son
preguntas indispensables y a través de este ensayo tendremos ideas más claras sobre lo propuesto.
Un gran retroceso: Impacto del covid-19 en el sector laboral peruano

Antes de la pandemia, las expectativas del empleo en el Perú podían ser variadas de acuerdo al
punto de vista. Por así decirlo, se tenía planes en reducción de la informalidad en mejora de un
mercado laboral más equitativo. Pero si existía posibilidad alguna de contrastar la crisis laboral, ahora
con el tema pandemia, se disipó por completo.

Una simple comparación entre el trimestre móvil de abril- mayo - junio del 2019; con el trimestre de
este año 2020, refleja una disminución del 39.6% de la población ocupada. Es decir, que para el mes
de junio se contaba con casi 6 millones 720 mil personas sin una ocupación laboral. En esta parte,
no sorprendería que el mayor porcentaje perteneciera a las zonas costeñas, pues su densidad
demográfica supera ampliamente al de la región sierra y selva. Lo resaltante de este aspecto, es
analizar los sectores más perjudicados y otros que vieron un crecimiento considerable de personal.

La población ocupada del sector primario creció en un 17.3%, siendo específicamente la agricultura
la actividad que aumentó su porcentaje, mientras que la pesca y minería disminuyeron su población
ocupada. Los sectores secundarios y terciarios, que incluirían la manufactura, construcción, comercio
y servicios, fueron los que tuvieron que recortar los recursos humanos a niveles descomunales y de
donde procederían los casi 6 millones de personas desocupadas.

Teniendo en cuenta estos datos, podemos predecir que el futuro de la oportunidad laboral y la
reducción de sus desigualdades están distantes de lo que uno quisiera. Si bien con la flexibilización
de las restricciones sanitarias y la estimulación de la economía, el margen laboral se amplió. Esto
queda irrelevante, a lo que en el transcurso del auge de la pandemia se vivió. Como ejemplos
tendríamos: el impulso de la necesidad para recurrir a la informalidad, o del fracaso de bonos y
subsidios a instituciones y familias. Ambos casos tendrán sus consecuencias debidas, ya sea sociales
o económicas, como reflejo de la perturbada planificación estatal y sus medidas ineficientes.

Para terminar esta primera parte, quisiera destacar el esfuerzo del estado por la graduada
reactivación económica, tomando las medidas sanitarias adecuadas. Sabiendo que, en otros países
europeos, se apresuraron con la reactivación económica y hoy sufren nuevas olas de contagios
masivos. Esperemos que lo vivido hace unos meses, sea motivo de cavilación a nuestros
representantes. De tal manera que opten por una heterogeneidad económica y la diversificación del
empleo. Con políticas en apoyo al pequeño empresario e inversión tecnológica en actividades
económicas discriminadas como es la agricultura. Y nos genera más preguntas como: ¿Por qué ser
campesino en Perú es sinónimo de ser pobre? Mientras que la pandemia nos demuestra lo mucho
que podemos dar de esta actividad indispensable.
Indicadores macroeconómicos y el trabajo decente

En la Conferencia Internacional de Trabajo del 2002, se propuso una respuesta amplia fundada en
los cuatro pilares del trabajo decente, a saber: el empleo, los derechos en el trabajo, el diálogo social
y la protección social. Entonces en esta parte del ensayo, daremos un vistazo a la relación de la
calidad de derechos labores aplicado a nuestra nación junto con el PBI per cápita y su significado.
Para un mejor entendimiento, no se considerará el factor pandemia o crisis políticas actuales.

Basándonos en un estudio realizado por la Confederación Sindical Internacional en 2018, Perú fue
posicionado en el cuarto de cinco niveles que clasifican a los países donde más se respetan estos
derechos. De acuerdo a dicha categoría, Perú es uno de los países en donde existen “violaciones
sistemáticas de los derechos”. Para tener una mayor noción, el Programa Laboral de
desarrollo(PLADES) en un informe del 2019, aseguró que, en el Perú, por cada 100 trabajadores
tanto del sector público como del sector privado, solo 8 están sindicalizados. Y esto considerando el
sector formal, que es menos del 30 % frente a la mayoría informal, que ya de por sí no garantiza
ningún derecho laboral. Y a menos que el Estado intervenga en este libre mercado, seguirá habiendo
casos de explotación del trabajador como se ve constantemente en los Malls o supermercados
transnacionales. Que mediante estrategias de contratos temporales y aventajándose de la necesidad
de empleo, logran omitir con cargos extra salariales como puede ser un seguro social. Por ello, en el
Perú, no existe un pleno goce del derecho laboral y solo se nota un incremento de desigualdad. Es
decir, aquellos con cargos públicos o privados se mantienen en sus puestos de trabajo (sin importar
el desempeño realizado) obteniendo cada año mayores beneficios, extinguiendo la oportunidad de
competitividad laboral. No es una frase popular más, el decir que los ricos se vuelven más ricos y los
pobres más pobres.

Referido a nuestro PBI per cápita, en el 2019 ascendió a US$ 7 183, mostrándose un incremento de
0.6 % respecto al anterior año. Podríamos pensar que dicha cantidad anual por habitante sería
positiva. Y lo es, pues sacando un promedio, el ingreso mensual equivaldría a casi 2 mil soles. Sin
embargo, la gran desventaja de este indicador macroeconómico es su límite matemático, lejano de
la realidad. Y obviamente un peruano común no gana 2 mil soles mensuales, de hecho, si ganara el
sueldo mínimo de 930 soles en óptimas condiciones, podríamos hablar de una reducción de pobreza.
Por eso es que el valor del PBI per cápita como indicador de desarrollo económico, solo es una falacia
de prosperidad. Ya podemos comprender entonces, por qué en cada discurso político se resalta los
incrementos económicos, argumentando un supuesto desarrollo como sociedad. Todo es una mentira
y la realidad nos dice que: el desempleo solo se incrementa; la oportunidad laboral disminuye ante
temas diferentes a la competitividad; las desigualdades salariales solo crecen; y la pobreza, no deja
de expandirse.
CONCLUSIONES:

La pandemia actual, perjudicó a todo sector laboral, exceptuando la agricultura. Además, con la crisis
sanitaria, toda posibilidad de mejora en estos temas, se esfumó. Viviendo una etapa de desempleo
masivo y con un fuerte crecimiento informal, como consecuencia de satisfacer nuestras necesidades
básicas.

El Perú necesita realizar cambios en las bases económicas. Con una promoción a la diversificación
de actividades e inversión tecnológica. De tal manera que se estimularía el empleo y la empresa
nacional.

Urge el apoyo a la competitividad y meritocracia, para generar flujos sanos de mercado laboral y con
ello una mayor oportunidad de trabajo.

Se evidenció la falta de garantías sobre los derechos laborales y la ausencia de presencia estatal,
permitiendo un libre mercado de abusos contra el trabajador. En este aspecto, la modificación de la
constitución sería un tema a tocar.

Nuestra sociedad no puede depender de indicadores macroeconómicos. Pues no reflejan lo que se


vive como peruano, más bien fortalece la idea de desigualdad social. Nuestros representantes, no
conocen lo que vive el pueblo y sus necesidades.

Comentario final: Me parece ininteligible que, ante tantos problemas y deficiencias estructurales,
nuestros políticos no tomen verdaderas acciones de cambio y solo se preocupen por la permanencia
del poder. No vamos a lograr nada si sigue este egoísmo, incapacidad intelectual y actitudinal. Lo
vivido actualmente es triste y al parecer, les es más importante generar conflictos políticos entre
poderes, que proponer planes verdaderos. Ya existe el material ideológico y teorías suficientes como
para ser aplicadas, y más aún expertos nacionales que merecen un puesto público para afrontar esta
crisis. Pero solo prima el nepotismo, corrupción y beneficios personales, de tal manera que somos
gobernados por burros sin ningún mérito. Tenemos que generar un cambio y demostrar que la política
no es sucia, sino un sistema manchado por personas inescrupulosas. Y como ciudadanos hay que
tomar acciones y el conocimiento es nuestra mejor arma. No solo critiquemos, sino generemos ideas
y convicciones, pues al final el país no son esos representantes, es el Pueblo.
BIBLIOGRAFÍA

1. INEI (2020) Informe técnico. Comportamiento de los indicadores de mercado laboral a Nivel
Nacional
2. Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2013). La economía informal y el trabajo
decente: una guía de recursos sobre políticas, apoyando la transición hacia la formalidad.
3. Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2020). Panorama laboral en tiempos de la
COVID-19. Perú Impactos de la COVID-19 en el empleo y los ingresos laborales
4. Programa Laboral de desarrollo(PLADES) (2019). La negociación colectiva en el Perú. Lima,
Perú
5. BCRP (2019) Actividad Productiva y Empleo. Lima, Perú. Recuperado de:
https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Memoria/2019/memoria-bcrp-2019-1.pdf

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